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Llamamiento de Moisés
3:1 Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó
hasta Horeb, monte de Dios.
3:2 Y se le apareció el Angel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía
en fuego, y la zarza no se consumía.
3:3 Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema.
3:4 Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme
aquí.
3:5 Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.
3:6 Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro,
porque tuvo miedo de mirar a Dios.
3:7 Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus
exactores; pues he conocido sus angustias,
3:8 y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra
que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo.
3:9 El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los
oprimen.
3:10 Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel.
3:11 Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?
3:12 Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de
Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte.
3:13 Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado
a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé?
3:14 Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a
vosotros.
3:15 Además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham,
Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre; con él se me recordará por
todos los siglos.
3:16 Ve, y reúne a los ancianos de Israel, y diles: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de
Jacob, me apareció diciendo: En verdad os he visitado, y he visto lo que se os hace en Egipto;
3:17 y he dicho: Yo os sacaré de la aflicción de Egipto a la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo
y del jebuseo, a una tierra que fluye leche y miel.
3:18 Y oirán tu voz; e irás tú, y los ancianos de Israel, al rey de Egipto, y le diréis: Jehová el Dios de los hebreos nos ha
encontrado; por tanto, nosotros iremos ahora camino de tres días por el desierto, para que ofrezcamos sacrificios a Jehová
nuestro Dios.
3:19 Mas yo sé que el rey de Egipto no os dejará ir sino por mano fuerte.
3:20 Pero yo extenderé mi mano, y heriré a Egipto con todas mis maravillas que haré en él, y entonces os dejará ir.
3:21 Y yo daré a este pueblo gracia en los ojos de los egipcios, para que cuando salgáis, no vayáis con las manos vacías;
3:22 sino que pedirá cada mujer a su vecina y a su huéspeda alhajas de plata, alhajas de oro, y vestidos, los cuales pondréis
sobre vuestros hijos y vuestras hijas; y despojaréis a Egipto.
Capítulo 4
4:1 Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha
aparecido Jehová.
4:2 Y Jehová dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara.
4:3 El le dijo: Echala en tierra. Y él la echó en tierra, y se hizo una culebra; y Moisés huía de ella.
4:4 Entonces dijo Jehová a Moisés: Extiende tu mano, y tómala por la cola. Y él extendió su mano, y la tomó, y se volvió
vara en su mano.
4:5 Por esto creerán que se te ha aparecido Jehová, el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de
Jacob.
4:6 Le dijo además Jehová: Mete ahora tu mano en tu seno. Y él metió la mano en su seno; y cuando la sacó, he aquí que su
mano estaba leprosa como la nieve.
4:7 Y dijo: Vuelve a meter tu mano en tu seno. Y él volvió a meter su mano en su seno; y al sacarla de nuevo del seno, he
aquí que se había vuelto como la otra carne.
4:8 Si aconteciere que no te creyeren ni obedecieren a la voz de la primera señal, creerán a la voz de la postrera.
4:9 Y si aún no creyeren a estas dos señales, ni oyeren tu voz, tomarás de las aguas del río y las derramarás en tierra; y se
cambiarán aquellas aguas que tomarás del río y se harán sangre en la tierra.
4:10 Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu
siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua.
4:11 Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy
yo Jehová?
4:12 Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar.
4:13 Y él dijo: ¡Ay, Señor! envía, te ruego, por medio del que debes enviar.
4:14 Entonces Jehová se enojó contra Moisés, y dijo: ¿No conozco yo a tu hermano Aarón, levita, y que él habla bien? Y he
aquí que él saldrá a recibirte, y al verte se alegrará en su corazón.
4:15 Tú hablarás a él, y pondrás en su boca las palabras, y yo estaré con tu boca y con la suya, y os enseñaré lo que hayáis de
hacer.
4:16 Y él hablará por ti al pueblo; él te será a ti en lugar de boca, y tú serás para él en lugar de Dios.
4:17 Y tomarás en tu mano esta vara, con la cual harás las señales.
17:9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
4:36 Y estaban todos maravillados, y hablaban unos a otros, diciendo: ¿Qué palabra es esta, que con autoridad y poder
manda a los espíritus inmundos, y salen?
EL EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO Por sus frutos los conoceréis (Lc. 6. 43-44)
7:15 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. 13:8
Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. 5:8 Bienaventurados los
de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
LOS TERRENOS ESPIRITUALES (La lucha por el Santuario)
Por medio de este escrito quiero mostrarte la forma como entiendo y veo los reinos y batallas espirituales que a nuestro alrededor y en nuestro espíritu
tienen lugar. Usaré ilustraciones y símbolos, acompañados de algunas frases bíblicas para que puedas entender mejor. Si en lo que lees este escrito notas
algo que haga conflicto con lo que tú entiendes cuando lees las Escrituras, entonces es aconsejable que te dejes llevar por el Espíritu, ya que somos
imperfectos y solo El te puede dar ayuda y doctrina sin defectos. ´Oídlo todo, retened lo buenoµ. Yo veo el reino espiritual dividido en tres grandes
campos, los cuales ilustro como: El Santuario, El Valle de la Decisión y El Abismo. A continuación paso a describirte mi entender sobre cada campo:
El Santuario: Aquí encontramos al Padre (Dios), sus Ángeles y todas sus criaturas que no han caído en pecado. También pertenecen al Santuario los
muertos que murieron en amor y justicia, los cuales en la resurrección ocuparan sus lugares de paz y justicia por toda la eternidad. En el Santuario
además están los que han aceptado la verdad y han pasado un estrecho y largo camino de pruebas, sufrimientos y oprobio, por seguir al Maestro Jesús.
Estos son los valientes de Dios, que han puesto al Buen Pastor en primer lugar y están decididos a no dar marcha atrás en este
venturoso camino con y hacia la justicia eterna. El Padre consuela y ayuda a los pequeñuelos que llegan al Santuario. Estos niños de la fe, tienen la
buena ayuda de sus hermanos mayores (los ángeles, apóstoles, profetas, etc.). Quien verdaderamente ha llegado a los predios del Santuario es llamado
Escogido de Dios, y desde ahí en adelante, aunque tenga dificultades y sufra injusticias, no hay nada que pueda arrebatar la vida eterna de su mano.
En todo los términos del Santuario hay paz, justicia, amor y esperanza. Aquí los interese materiales cambian radicalmente a intereses espirituales,
donde todas las cosas le son en común a los hermanos y quien da recibe el doble y más. En el Santuario no hay gentes infelices. Este lugar irradia buena
energía y positivismo por todos lados. Solo hay un Pastor y un Maestro, Jesús.
Nadie se siente mejor que nadie, y el mayor deseo de sus miembros es trabajar ayudando y liberando a los demás hermanos que todavía no han llegado
a él, o tienen dificultades en la vida cotidiana. Aquellos con más dones y bendiciones, se dedican mansa y amorosamente a ayudar a sus hermanos.
´Cuan dulces son tus moradas, oh Diosµ. ´Bienaventurados los que habitan en tu Santuario, perpetuamente te alabaránµ.
El Valle de la Decisión: Este es un terreno medio donde nacen y crecen todas las criaturas terrenales. Todo habitante del Valle de la Decisión tendrá
alguna vez en su vida que decidirse por el Santuario o por el Abismo.
Los que habitan en este Valle están entre dos aguas. Aman y odian, ríen y lloran, predican y tuercen, se arrepienten y caen, etc. La mayor parte de los
del Valle de la Decisión van a para al abismo, porque así lo deciden, y no quieren enfrentar los retos que implica el decidirse y encaminarse hacia el
Santuario. Son menos los requisitos que hay que llenar
para calificar para el Abismo. ´El reino de los cielos (Santuario), solo los valientes lo arrebatanµ.
El Abismo: Es la área más poblada de este universo espiritual local en que vivimos. Esta gran multitud esta conformada por los pueblos de los
idolatras, blasfemos, incrédulos, mentirosos, adúlteros, ricos opresores, asesinos, ladrones, etc. Pero a pesar de que tiene una inmensa población, su
gran extensión aguanta mucho más. En el Abismo está el Diablo (su jefe), los demonios (ángeles caídos), y los hombres que rechazan la verdad y
prefieren las injusticias. El Abismo manda sus mensajeros a que hagan su trabajo en contra de las almas que se debaten en el Valle de la Decisión. Estos
mensajeros del infierno enfrentan y hacen oposición a los pocos obreros del Santuario que vienen a ayudar y tratar de liberar a sus hermanos. Pero aún
siendo pocos, los siervos del Santuario hacen su trabajo y el mensaje del Señor llega a toda alma.
Terrenos Intermedios: A parte de estos tres grandes reinos o mundos espirituales, existen terrenos intermedios o situaciones que consideramos de
relevancia citar en este texto:
El Cielo: Aparte de ser un lugar tangible y físico, lo ilustramos aquí como el lugar del Santuario donde están los que nunca han estado en el Valle de la
Decisión, ni en el Abismo; también los que han llegado desde el Valle al Santuario y han ascendido a tal relación en el Espíritu con el Señor, que ya
son llamados Los Escogidos de Dios, y ´es imposible que puedan volver a caerµ a las penurias del Valle de la Decisión. Los habitantes de este reino
´todo lo pueden en Cristo, quien los fortaleceµ.
Las Aguas Turbulentas: Es el terreno medio o camino desde el Valle de la Decisión hacia el Santuario. Es un camino frecuentado por solo una manada
pequeña. Quien elige seguir este pedregoso camino, recibe la oposición y amenazas de todos los del Abismo y de la mayor parte de los del Valle de la
Decisión. A casi todos los que miran o consideran por primera vez el cruzar las Aguas Turbulentas, les parece una idea loca tal viaje; ven los linderos
del Santuario como inaccesibles. Pero los que frecuentan las difíciles Aguas y llegan al Santuario dan testimonio del gozo y paz que tienen en sus
corazones mientras más se acercan al Santuario. En este lugar existen lagos y mares con tormentas y tinieblas tan tenebrosas y difíciles, que hacen que
cualquier embarcación o marinero que no tenga a la vista o este conectado al Gran Faro que alumbra desde el Santuario, pueda caer de nuevo al Valle
de la Decisión o directamente al Abismo. Existen además aquí, muchos arrecifes peligrosos para embarcaciones dudosas y grandes monstruos que
intentan hacer crecer la cobardía en el corazón de los marineros y hacerlos volver más atrás del Valle de la Decisión, al Abismo. Hay quienes caen y se
equivocan de camino. Otros se levantan muchas veces, hasta que llegan a la paz y tranquilidad del Santuario. Quien se adentra por las Aguas
Turbulentas con decisión y firmeza, recibe la ayuda de sus hermanos mayores y de mismo Dios del Santuario a través de su Espíritu. Una vez el
discípulo cruza las Aguas Turbulentas, se vuelve diestro y seguro en todos sus sub-terrenos; de tal manera que se lanza a ellas cada vez que quiere
brindar ayuda a sus hermanos menores que vienen en camino al
Santuario. Después de llegar al Santuario, las Aguas Turbulentas, El Valle y el Abismo, pierden su peligrosidad para los heraldos celestiales, y sus
dardos no conmueven a los valientes del Señor. ´El que habita al abrigo de Dios, morará bajo la sombra del Omnipotenteµ.
El Valle de Seda: Esta es una llanura bien extensa; aquí no hay montañas difíciles de subir, ni tormentas que dañen su agradable y cómodo clima. Este
valle se extiende desde el Valle de la Decisión hasta el Gran Abismo. Si nos colocamos en un sitio alto y miramos hacia el Valle de Seda y el Abismo,
podremos ver las largas y gruesas caravanas de cobardes e incrédulos que van hacia el Abismo. Hay quienes miran desde el Valle de Seda hacia el
Abismo y ven una especie de Paraíso, pero después que se llega cerca de esa posición, alguien quita el velo y aparecen feos mundos deforestados de
toda justicia y amor, y un gran Dragón que lo quema todo. Otros ven y oyen a lo lejos imágenes y murmullos, vistas e imágenes que quitan la culpa al
culpable, la predicación del no-infierno o del Santuario para todos, sin condiciones. Casi todos oyen la doctrina infernal de la no-condenación y la del
Dios siempre perdona, no importando lo que hagamos.. Desde el Valle de Seda le Llegan mensajes negros, burlas y oprobios a quienes quieren dejar el
Valle de la Decisión o están en Las Aguas Turbulentas. Para muchos, su vida de comodidad y pocos problemas es una atracción casi irresistible, y por
esto la mayoría siguen esas siniestras caravanas, donde se roban, se matan y se difaman unos con otros.
Las Colonias del Abismo: Los lideres del Abismo han puesto pueblos y gentes en todos lugares, menos dentro el Santuario. Estas fuerzas las llamamos
Las Colonias del Abismo. Las podemos ver en las Aguas Turbulentas, en el Valle de la Decisión, en el Valle de Seda y hasta al Atrio del Santuario
llegan sus prepotentes y necios arlequines de maldad y falsedad. Estos militantes del infierno están entrenados en toda obra mala e injusta; muchos son
expertos en tratar de dislocar o falsear el Manual de los Hijos del Santuario (La Biblia), las cuales son la guía segura para conocer que
hacer y por donde ir al Santuario. Los heraldos de Satanás son injustos, mentirosos, falsos profetas, etc. Han elegido el camino de muerte y también
arrastrar a otros. ´Hay de aquel que haga tropezar a uno de estos pequeños que creen en miµ.
Mensaje Final: Espero que hayas comprendido esta sencilla ilustración y seas o te decidas por el Santuario. La bondad de Dios, su justicia y la vida
eterna, no pueden ser cambiados por las más grandes riquezas en este mundo de injusticias. Quien se acobarda y decide por el camino del mal, toma la
decisión más necia de su vida, la que le cuesta la perdición de su alma. Hoy la ciencia, los ricos, los incrédulos y muchos más, intentan ocultar y falsear
la voluntad y los justos juicios de Dios, y hasta su propia existencia. Pero nos consuela saber que Dios a nadie deja de mostrarle los dos caminos y le
permite decidir; el hombre tiene libre albedrío. Es por
ese libre pensar y decidir, que quien elija cualquiera de los dos caminos (no hay otro), recibirá exactamente las consecuencias y finalidad que conlleva
cada uno. ´Cada cual será juzgado conforme a sus obrasµ.
Llamado: A los miembros del Santuario: Preparémonos y luchemos en la ultima batalla. Todavía hay unos pocos hermanos que están el Valle de la
Decisión y en las Aguas Turbulentas. La cosecha final ya la tenemos aquí; los obreros son pocos, por eso debemos trabajar más. El Espíritu va delante
de nosotros ablandando los corazones de los escogido y testificando a los del bando contrario, la decisión que toman y sus consecuencias. ´¿A quien
enviare y quien ira por nosotros? Heme aquí, envíame a míµ. ´El Señor viene prontoµ.
Hay un camino de espinas que es también de justicia, por el cual se encamina quien de Dios es la primicia. Un camino con oprobio, un camino de
ansiedad pero huyendo el hoyo, del odio y la maldad. Camino del Santuario hermano, queremos llevarte; y allá darte el pago, vida y justicia triunfante.
No ames de aquí las riquezas, ni tampoco el poder;
mira la gloria inmensa,
pues Cristo ha de volver.
Ayudemos al hermano
que al Santuario quiere ir,
y lo que a ti te han dado
compártelo en tu vivir.
2-
Si un hombre determina y se resuelve en una materia, actuando apresurada y
precipitadamente sobre ella, sin deliberación madura, sin consultar tomando
en cuenta el consejo de otros, formando un esquema para efectuar sus
planes, viene generalmente a nada; ver Lc. 14:28-32; o "sin un secreto" {s}
sin guardar uno; si un hombre divulga sus intenciones, es difícil que no sean
frustradas; así el Tárgum,
´vanos son los pensamientos (o planes) donde no haya secreto algunoµ; si un
hombre no reserva algún secreto de lo que piensa hacer, fácilmente será
contrarrestado y sus propósitos fracasados; pero en la multitud de
consejeros ellos se establecen; sus propósitos, como en #Pr. 20:18; toman
en cuenta consejos de otros, y por estos muchos, él es confirmado en la
razón de lo que ha pensado y se ha propuesto hacer; y por consiguiente lo
emprende con gran espíritu y alegría, y más probablemente tenga éxito,
como generalmente sucede; ve r Pr. 11:14.
{s} dwo Nyab "in non secreto", Montanus; "cum non sit secretum",
Baynus; "quum nullum est arcanum", Schultens; "ubi non est secretum", Cocceius.
3-
Por el consejo sabio usted hará su guerrea. El consejo, así como la fuerza,
es necesario para la guerra: los reyes y estados, antes de entrar en guerra,
no sólo deben considerar bien la justicia de su causa, sino consultar también si poseen suficientes hombres y dinero para proseguirla; y deben concertar
los métodos más sabios para atacar al enemigo, o defenderse; y, sobre todo,
debe procurar el consejo de Dios; ver 2Re.18:20; Lc.14:31,32. Y esto es
verdad en nuestra guerra espiritual con el pecado, Satanás, el mundo, y los
maestros falsos; que no sólo exige fuerza al emprender la guerra contra
ellos, sino también el consejo sabio, que nosotros podamos entender y
prevenir contra la destreza, supercherías, y estratagemas: y esto será
inquirido principalmente de Dios, que es maravilloso en el consejo; y de
hombres buenos y experimentados, probados en esas materias; y en la
multitud de consejeros hay seguridad; por atender a las advertencias de
consejeros sabios, y muchos de ellos, incluso entre los hombres, es seguro
para príncipes y estados, en el caso anterior y en los demás; y sobre todo
preguntar y tomar consejo de Dios que da la sabiduría liberalmente si la
piden; y de Cristo, el Consejero maravilloso; y de las Escrituras, como David
que tuvo sus asesores; y de cristianos veteranos y experimentados, y
ministros de la Palabra con sabiduría, consejo, y comprensión.
Del libro SALID DE ELLA, PUEBLO MIO, de Félix Lantigua Paulino (+)
La verdadera batalla espiritual
Introducción:
El apóstol Pablo dijo: ´Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra gobernadores de las tinieblas
de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.µ (Ef.6:12). Basándose en este versículo se dice que el creyente esta en medio
de una gran batalla espiritual. Esto es cierto pero en nombre de esta verdad se están enseñando en algunas iglesias doctrinas erróneas. Los argumentos
que se emplean aparentemente responden a una sólida base bíblica pero, como se dice comúnmente, ´las apariencias engañanµ. Por tanto el objetivo
del presente artículo es alertar al lector sobre estas falsas enseñanzas y presentar la verdad bíblica al respecto. La seducción de lo oculto:
El ocultismo esta ganando adeptos. Para verificar esto basta leer los periódicos o revistas populares donde los ´parapsicólogosµ prometen realizar todo
tipo de ´trabajosµ a fin de lograr el ´éxitoµ deseado tanto en la faz económica como en lo sentimental. Este renovado interés por las ciencias ocultas ha
atraído la atención de numerosos cristianos. Aun la Iglesia Católica Romana admite que el Papa, Juan Pablo II, realizó en 1982 un exorcismo.
Este interés por la acción del maligno no sería reprochable si se limitara al estudio de la revelación bíblica. Pero lo cierto es que al hablar acerca de la
Batalla Espiritual muchos exaltan a tal punto el poder demoníaco que en realidad terminan promoviendo lo que dicen combatir. También, como
veremos más adelante, exageran a lo sumo la autoridad del creyente frente a las fuerzas del mal. El apóstol Pablo advirtió que en los postreros tiempos
la cristiandad apóstata rechazará la correcta enseñanza bíblica de modo que se ´apartarán de la verdad y se volverán a las fábulas.µ (2 Tim.4:4). Las
fábulas o cuentos suelen ser atractivos pero no son veraces. Nuevamente viene bien recordar otra advertencia del mismo apóstol: ´Mirad que nadie os
engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.µ
(Col.2: 8).
Bajo este título quisiera presentar las doctrinas erróneas respecto a la batalla espiritual.
Los creyentes estamos inmersos en una batalla espiritual. El apóstol Pablo dice que estamos en una lucha contra las huestes espirituales del mal. Pero
estos autores enseñan que el creyente ´debe entrar en batalla espiritualµ por medio de la oración intercesora. Ellos dicen que si queremos ser efectivos
en la evangelización debemos hacer este tipo de oración. Peter Nicoll dice: ´Hay muchos que tienen amigos o familiares a los cuales les han predicado
el evangelio por muchos años pero ellos no comprenden. No son estúpidos pero no entienden ¿Por qué? Pablo dice que Satanás cegó su
entendimiento (2 Co. 4:4). No es suficiente predicarles a ellos el evangelio a menos que tu entres en batalla espiritual.µ.
Satanás no es dios y no puede estar en todas partes. Para poder cegar el entendimiento de millones de personas en el mundo se ha organizado
distribuyendo sus huestes demoníacas asignándoles territorios. El ángel Gabriel cuando tuvo que traer un mensaje al profeta Daniel fue demorado
porque el demonio que dominaba Persia se interpuso (Daniel 10:12-13).
En cierta media podemos esta de acuerdo con esta afirmación pero estos autores van mucho más allá de lo que la Biblia dice y permite.
Afirman que para que el evangelio progrese es necesario liberar o exorcizar a los territorios de los demonios que los ocupan. Peter Wagner, al no
encontrar suficiente apoyo en el Nuevo Testamento para sostener esta doctrina, recurre a un libro apócrifo; ´Los Hechos de Juanµ. En el mismo se
cuenta que el apóstol Juan pronunció en Efeso la siguiente oración para liberar a la ciudad del demonio territorial que la ocupaba: ´Oh Dios... ante
cuyo nombre todo ídolo huye y también todos los demonios y poderes inmundos ¡Que el demonio que esta aquí salga ahora en tu nombre!µ (1).
Agrega que el altar de Artemisa cayó y a partir de entonces el evangelio progresó con gran fuerza por toda la región.
Para liberar a un territorio de los demonios que lo oprimen ha que seguir los siguientes pasos:
a) Identificar a los demonios: el primer paso consiste en identificar a los demonios que están activos en la ciudad. Para ello es necesario ´pedirle a Dios
que nos indique cuales son las fortalezas que impiden que Jesús sea el Señor.µ. Para identificar tales fortalezas o demonios es menester analizar cuales
son los pecados recurrentes en una determinada sociedad porque las características espirituales de la comunidad son un reflejo de los demonios que la
dominan. La base bíblica para apoyar tal creencia se encuentra en el libro del profeta Ezequiel donde, según ellos interpretan, el carácter del rey de
Tiro es el reflejo del carácter del demonio que lo dominaba (Ez.28:1-3).
Otro elemento innovador en la búsqueda de las huestes del mal que dominan a la ciudad es la ´cartografía espiritualµ. Por medio del estudio de los
mapas y la historia de la ciudad se busca aquellos monumentos que de alguna manera representan el poder maléfico que influye sobre la ciudad.
Pero por si todo esto fuera poco también dicen que es necesario identificar a los demonios territoriales por su nombre. Señalan que en la oración
liberadora del territorio debe ser lo más específica y por ello se debe tratar de descubrir los nombre de los demonios. En alguna ocasión, cuando se
exorciza a algún individuo, se ha logrado identificar al demonio que oprime una región por su nombre. En otros casos, cuando no se sabe el nombre
del demonio, se lo debe describir con la mayor precisión posible.
b) Arrepentimiento por los pecados de la ciudad o país: Basándose en algunos pasajes del Antiguo Testamento (Neh.1:6, Dn.9:5-6) y diciendo que
somos parte de la comunidad en que vivimos insisten en que debemos pedir perdón por los pecados de la ciudad. Tal muestra de arrepentimiento es
un arma eficaz contra las huestes demoníacas. Poco importa que esta hipótesis no encuentre apoyo en el Nuevo Testamento.
No basta pedir perdón por los pecados presentes de la sociedad sino estudiando la historia del país hay que detectar cuales fueron los pecados pasados
de la nación o región. Los pecados inconfesos permiten que Satanás siga dominando la nación. Peter Wagner cita a modo de ejemplo los abusos
cometidos por los colonos contra los indígenas de Estados Unidos como razón de la gran actividad demoníaca en ciertas regiones de su país.
c) Adorar a Dios: para combatir a los demonios territoriales la alabanza es un armamento poderoso. Cuando la iglesia alaba a Dios se esta
reconociendo su soberanía y a los poderes del mal no le agrada que esta verdad sea declarada. Sin embargo el Nuevo Testamento enseña muy bien que
los demonios conocen a Dios y tiemblan.
d) Orar a Dios: la oración ´guerreraµ es el arma más poderosa en la batalla espiritual. No se trata de una oración común y corriente sino a través de la
misma el creyente se involucra en la batalla espiritual.
Basados en Mateo 18:18 enseñan que una vez que el creyente ha detectado los demonios que afectan cierto territorio debe atarlos en el nombre de
Jesucristo.
La batalla espiritual culmina en el siguiente punto cumbre: ´llegará el momento en que nosotros tendremos que pararnos y decir en el nombre de Jesús:
Fuerzas espirituales de la ciudad yo las ato.µ.
Esta serie de ideas han sido presentadas muy escuetamente. Unas cuantas barbaridades más quedan en el tintero pero en líneas generales este es el
cuento de ciencia-ficción sobre la batalla espiritual.
a) La actividad demoníaca y la tarea evangelística: como hemos visto, esta falsa doctrina, descansa sobre la liberación de demonios territoriales. Sin
embargo, cuando leemos el Nuevo Testamento, no encontramos cosa que se le parezca. Por ejemplo en el caso del ministerio del Señor observamos
una gran intensificación de la actividad demoníaca. Si bien él liberó a muchos endemoniados en ninguna ocasión libró a una región de los demonios
que operan en ella. Como paso previo a la evangelización los apóstoles no libraron a las ciudades de los demonios que allí operaban. Simplemente, el
apóstol Pablo, por ejemplo, apenas llegaba a una ciudad predicaba el evangelio.
Simplemente él rogaba por su pueblo cuando el ángel le rebeló algo acerca de la batalla que se libra en los cielos. De sus dichos es posible concluir que
las huestes del mal están organizadas y distribuidas territorialmente pero en ningún momento el profeta pretendió liberar a las regiones ni el ángel le
autorizó a hacerlo.
b) Los pecados colectivos y la remisión de los mismos: considerando algunos pasajes de los profetas (Neh. 1:6 y Dn. 9:20) dicen que el creyente debe
arrepentirse de los pecados de la colectividad donde vive para, así debilitar las fuerzas del mal. Pero tal creencia ignora el trato distintivo que Dios tuvo
con Israel. El pacto entre Dios e Israel anunciaba grandes bendiciones en tanto que el pueblo fuera fiel y a la vez advierte el castigo a la nación entera
cuando la mayoría pecare (Dt. 30:10-20).
Daniel y Nehemías como parte del pueblo de Israel sentían que ellos habían quebrantado el pacto y por ello manifiestan su arrepentimiento.
Además Dios anunció por medio de los profetas, Ezequiel y Jeremías, que llegaría un tiempo cuando Dios ya no imputaría el pecado a la colectividad
sino a cada persona (Jer. 31:29-33, Ez. 18:1-4). También Ezequiel anunció que a través del Nuevo Pacto, cuyo autor y consumador es Cristo, cada uno
daría cuenta por su propios pecados y las consecuencias del mismo no afectarían a su descendencia (Ez. 18:18-20).
La conclusión evidente es que cada uno debe dar cuenta por sus propios pecados. La remisión de pecados colectivos no es aplicable en la presente
dispensación.
c) Los textos y su contexto: un viejo dicho hermenéutico dice: un texto fuera de su contexto es un pretexto. A modo de ejemplo citaré los siguientes:
Mateo 18:18: este versículo es empleado para decir que el creyente tiene autoridad para atar a las huestes satánicas. Sin embargo el versículo es sacado
de su contexto ya que en el mismo esta hablando de la disciplina en la iglesia. Las medidas que son tomadas aquí en la tierra son tomadas en cuenta en
los cielos.
2 Corinto 10:4: el apóstol Pablo describe la lucha espiritual del creyente afirmando que Dios le concedió poderosas armas espirituales para la
destrucción de las fortalezas las cuales son, según estos autores, los demonios territoriales. Pero al analizar el contexto veremos las fortalezas a las cuales
Pablo hace referencia son los ´argumentos, y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios.µ (vers. 5). El pasaje completo tiene que ver con
la presión satánica ejercida sobre el intelecto.
Efesios 6:12: Estos versículos son los predilectos para tratar este tema pero también lo sacan de su contexto. En primer lugar este versículo no presenta
la batalla espiritual cono algo opcional. El creyente esta en medio de una batalla espiritual. En segundo lugar, el apóstol no habla sobre la liberación de
territorios ya que el no creía esto ni lo practicaba.
Pablo describe la armadura del creyente que consiste en la verdad, la justicia, el evangelio de paz y la Espada del Espíritu que es la palabra de Dios.
Esto no sólo demuestra una mala hermenéutica sino también evidencia el intento de proveer sustento bíblico a algo que no lo tiene. Este método es
semejante al empleado por la Iglesia Católica Romana para justificar sus doctrinas particulares.
d) El reino de Dios y el principado de Satanás: La acción de los demonios territoriales impide que el reino de Dios avance por lo cual urge que los
creyentes estén involucrados en la ´batalla espiritualµ. Sin embargo, tal afirmación responde a una errónea interpretación del Nuevo Testamento. La
iglesia de Dios no es el reino de Dios. Si bien Satanás ha sido derrotado por Cristo en la cruz, todavía es el príncipe de este mundo. El y sus huestes
promueven el mal y continúan cegando el entendimiento de los incrédulos. Nuestro deber es predicar el evangelio y el Espíritu Santo es quien se
encarga de romper toda barrera que impide que los escogidos vengan a la fe.
Estos argumentos son suficientes para demostrar la falsedad de esta doctrina de moda. Lejos de pretender liberar a los territorios nuestro deber es
predicar el evangelio. Hermanos, estemos atentos y no prestemos atención a estas fábulas. Dios quiere que nuestra mayor preocupación sea la
predicación del verdadero evangelio de Cristo ya que este es el único modo de liberar a los oprimidos por el pecado.
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Proverbios 23:29-35; 1 Corintios 7:2-5; Mateo 25:15-30; Marcos 10:17-27; 1 Pedro 3:3, 4.
PARA MEMORIZAR:
´Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libresµ (Juan 8:36)
EN AÑOS RECIENTES, muchas personas se han liberado de tiranías políticas y cautiverios. Pero hay otra clase de cautiverio que puede ser tan malo
o peor que su contraparte política: la esclavitud que se produce al ser adicto. El alcohol, el tabaco y otras sustancias han esclavizado a millones. Además,
las poderosas adicciones no químicas están en crecimiento: el sexo, la pornografía, los juegos de azar (o inversiones riesgosas) y la acumulación de
dinero o bienes.
Todas las adicciones crean dependencia (uno se siente muy incómodo hasta que se toma la sustancia o se realiza el acto) y un cierto grado de tolerancia
(uno necesita un poco más para alcanzar el efecto de ocasiones previas). De este modo, llega a ser muy difícil, para las personas adictas, quebrar el ciclo
que las ha capturado. Por esta razón, los que están atrapados necesitan el apoyo de la familia, de la iglesia y de los amigos. También pueden necesitar
ayuda profesional y, por sobre todo, el poder de Dios en su vida, para darles la liberad que se les ha prometido en Cristo el Señor.
´Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo
de Cristoµ. Gálatas 1:10
En algún momento de mi vida mi mayor anhelo era quedar bien con todas las personas, tratar la manera de agradarlos en lo que pudiera para que
tuvieran un buen concepto de mi.
Obviamente no lo lograba, siempre había quienes por más bien que tratara de hacer las cosas, tenían un comentario negativo acerca de lo que hacía.
Durante mi vida en el Ministerio he aprendido a vivir con comentarios positivos y también negativos, comentarios de gente que valora nuestro esfuerzo
y nuestras ganas de hacer cosas para Dios, así como también con comentarios de personas que jamás ven algo bueno en nosotros y que siempre hay
algo malo a lo que apuntan con dureza.
Quizá tú también en algún momento de tu vida has sido víctima de comentarios negativos, de gente que a pesar que te esfuerzas por quedar bien con
ellos, nunca lo logras. Quizá en este momento te sientes mal contigo mismo, porque cierta persona ha comentado de ti cosas que no son ciertas y eso te
ha llevado a bajar tu ánimo, a entrar en una especie de depresión y a dudar de lo que Dios puede hacer contigo.
Hoy quiero animarte a que no permitas que esos comentarios de gente negativa te destruyan, a que esos malos comentarios lejos de destruirte solo sean
un motivo más por el cual esforzarte. Te lo dice alguien que lo ha vivido en carne propia, te lo escribo no porque me lo han contado, sino porque lo he
vivido.
Si en un principio cuando Dios me permitió iniciar todos estos ministerios, yo hubiera hecho caso a los malos comentarios, a las críticas negativas o a
las burlas que mucha gente lanzo en contra de mi, creo que hoy no estarías leyéndome ni mucho menos visitando este sitio.
Y no es que yo sea un súper cristiano, estoy lejos de lograrlo, soy una persona normal, con luchas diarias como tú, pero si algo Dios me ha enseñado es
a no detenerme por comentarios que no son ciertos. A mí me importa lo que Dios piense de mí y si El me llamo a quien le debo mi servicio es a Él.
Siempre habrán personas que no miraran lo bueno de ti, sino que siempre juzgaran lo malo, siempre habrán personas que lejos de animarte a seguir,
querrán evitar que sigas, pero depende de cada uno de nosotros dejarnos manipular por esos comentarios que JAMÁS SERAN DE DIOS, porque
Dios nunca te desanimaría a servirle o hacer cosas para El.
Es un buen tiempo para reflexionar sobre esas voces negativas que has escuchado y evaluar si realmente es de Dios o no, estoy seguro que no tardaras
mucho para darte cuenta que esa no es la voz de Dios, entonces, si no es la voz de Dios, ¿Por qué te sientes mal?, ¡Vamos!, ¡Levántate y no dejes que el
enemigo logre su objetivo contigo!
El enemigo sabe que tú tienes un potencial tremendo que de ser explotado en el Señor le arrebatarías muchas almas, por lo tanto lanzara toda clase de
ataques contra tu vida para desanimarte, tratara por medio de comentarios negativos echarte para atrás y que no prosigas, porque eres peligroso para él,
porque sabe que de la mano de Dios puedes lograr TODO lo que te propongas.
¡Es hora de hacer oídos sordos a esos comentarios destructivos!, no permitas que tus oídos se conviertan en un basurero del diablo, en el que echa toda
clase de peste para que no logres tus objetivos.
Tenemos que aprender a avanzar a pesar de cualquier cosa, a proseguir a la meta, a nunca darnos por vencidos menos por comentarios que no son los
que Dios tiene acerca de ti y de lo que haces.
Nunca te rindas, porque si te rindes nunca sabrás hasta donde podías llegar con la ayuda de Dios.
Hoy te invito a que no te dejes intimidar por comentarios negativos, a que no le sigas prestando tu valiosa atención a esas palabras que no traen ningún
provecho, se fuerte, esfuérzate por cumplir el propósito para el que fuiste llamado y recuerda siempre que NO ESTAS SOLO, que Dios es quien pelea
las batallas por ti y quien está a tu lado, nunca desmayes, AVANZA SIN TEMOR.
Si no sabemos qué o quiénes somos, tampoco podemos saber para qué existimos. ¿Cuál es el sentido de nuestra vida? ¿Qué significado tiene nuestra
existencia?
Muchos filósofos y psicólogos han intentando buscar respuestas a estas preguntas y muchas personas hoy en día, después de tantos años buscando, aún
no han encontrado la respuesta. Quizás no están buscando en el lugar adecuado. ¿Dónde mejor buscar la respuesta que en la Biblia? ¿Quién podrá
darnos una explicación más acertada que el propio Creador del hombre?
Vamos a hacer un viaje por la Biblia, desde el principio hasta el final, como el vuelo de un águila que lo observa todo desde lo alto. Y podemos
encontrar tres momentos clave y muy significativos que analizaremos seguidamente.
La creación
En la primera página de la Biblia encontramos la historia de la creación (Gn. 1). Es tan conocida que muchas veces perdemos de vista la importancia y
lo maravilloso de la creación. Dios creó todo con un objetivo muy claro. Y para llegar a ese objetivo todo fue creado en un cierto orden. En seis días lo
creó todo, y cada día añadía algo para llegar finalmente a la culminación en el sexto día: la creación del hombre. ¿Cómo es este orden?
Dios preparó toda la creación para poder recibir al hombre. De esta manera cualquier necesidad que pudiera tener el ser humano ya podía suplirse.
Esto demuestra que todo lo creado anteriormente fue creado para servir al hombre, para su bien y disfrute. El hombre es la corona de la creación y
todo aquello tan maravillosamente creado, que era bueno en gran manera (Gn. 1:31), lo creó Dios para nosotros.
Y después Dios reposó el día séptimo (Gn. 2:2). ¿Por qué descansó Dios al acabar su obra de creación? ¿Acaso estaba cansado? No, Dios no reposó
porque estuviera cansado, sino porque la obra era completa. No faltaba nada a la creación. Ya nunca más Dios tuvo que crear cosa alguna, la creación
era auto-sostenible.
Un ejemplo nos ayuda a entenderlo. El hombre podía comer del fruto de los árboles. Dios no creó solamente un árbol para dar de comer al hombre.
Si así hubiese sido, una vez consumido el fruto de ese árbol, Dios hubiese tenido que crear un árbol nuevo. Pero no fue así. Había muchos árboles, con
muchos frutos diferentes, con sabores diferentes para que el hombre pudiera disfrutarlos. Y además, Dios creó los árboles con la semilla que estaba en
ellos (Gn. 1:12), que les daba la capacidad para reproducirse. De esta manera Dios proveyó comida continua. Es en este sentido que la creación era
completa, ya no era necesario crear nada nuevo, y por eso Dios pudo reposar.
¿Nosotros habríamos sido capaces de pensar en una creación tan maravillosa y auto-sostenible? Esto nos debería llenar de admiración hacia la
grandiosa sabiduría de Dios, y de gratitud a Él por su inmenso amor hacia nosotros.
En el conocido versículo Juan 3:16 encontramos la clave de este «nuevo nacimiento»: creer en Jesucristo, lo cual obra la salvación. Jesucristo es nuestro
Salvador, y «si confesamos con la boca que Jesús es el Señor, y creemos en el corazón que Dios le levantó de los muertos, seremos salvos» (Ro. 10:9).
Así se produce el milagro de la nueva creación. «De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es» (2 Co. 5:17).
De nuevo vemos el amor de Dios hacia nosotros. La salvación no la podemos conseguir por nuestras obras, «por cuanto todos pecaron» (Ro. 5:12) y «la
paga del pecado es la muerte» (Ro. 6:23). La única manera de recibir la salvación es reconocer que somos pecadores y que merecemos la muerte, pero
«por gracia somos salvos por medio de la fe; y esto no de nosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe» (Ef. 2:8-9). Dios nos ha
ofrecido su gracia mediante el sacrificio de Jesucristo en la cruz, y nosotros tenemos que responder en fe aceptando esta salvación.
Esto es el evangelio, la buena nueva. ¡Así de sencillo y así de profundo! Si tuviéramos que conseguir la salvación por nuestras obras, nunca la
conseguiríamos. En todas las otras religiones cuentan las obras de los hombres para conseguir la salvación. En el cristianismo cuenta la obra de Dios y
su hijo Jesucristo, que nos ofrece la salvación como un regalo que debemos aceptar.
Y así como la primera creación en Génesis fue completa, de tal modo que Dios pudo reposar el séptimo día, también la nueva creación en Jesucristo es
completa. Si nosotros somos hechos una nueva creación, entonces también somos completos. No es que seamos completos o perfectos en nuestro
físico (cuerpo y alma). Sino que, al ser el nuevo nacimiento en nuestro espíritu, es en el espíritu que somos «hechos perfectos» (Heb. 12:23). «Somos
santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre» (Heb. 10:10), y «con una sola ofrenda hizo perfectos para
siempre a los santificados» (Heb. 10:14).
Tenemos que aprender que en nuestro espíritu somos perfectos y que Dios ya ha suplido todas nuestras necesidades mediante el sacrificio de Jesucristo
en la cruz. «Todas las cosas que pertenecen a la vida y la piedad nos han sido dadas» (2 P. 1:3). Si dice «todas las cosas», entonces quiere decir «todas las
cosas», no falta nada. Además dice que «nos han sido dadas» y no dice «nos serán dadas». En el siguiente versículo añade que «nos ha dado preciosas y
grandísimas promesas» (2 P. 1:4). ¡Qué palabras tan hermosas y qué «salvación tan grande» (Heb. 2:3)! Es una lástima que muchas veces no somos
conscientes de lo que ya nos ha sido dado, y no hemos aprendido a aceptar y recibir todas las bendiciones de tener a Dios como nuestro Padre celestial,
y a Jesucristo como nuestro Salvador.
El nuevo nacimiento nos capacita para vivir en «amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza», porque es «el fruto del
Espíritu» (Gá. 5:22-23). Si no tenemos amor, no sabemos «de qué manera amó Dios al mundo» (Jn. 3:16). Si no tenemos gozo, no sabemos que
nuestro espíritu «está siempre gozoso» (1 Ts. 5:16). Si no tenemos paz, no conocemos «la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento» (Fil. 4:7).
Todas estas cosas nos han sido dadas con el nuevo nacimiento y están en nuestro espíritu. No están en nuestro cuerpo, ni en nuestra alma. ¿Cómo
podemos entonces conocer nuestro espíritu? No podemos ver, oír, tocar, oler o saborear nuestro espíritu. Con nuestros cinco sentidos no podemos
percibirlo, pero podemos conocerlo a través de la Biblia. «Las palabras que Jesús nos ha hablado son espíritu y son vida» (Jn. 6:63). Debemos leer la
Biblia para descubrir las preciosas y grandísimas promesas y apropiárnoslas.
Jesús se fue a la casa de su Padre, donde hay muchas moradas, para preparar lugar para nosotros. Y cuando venga otra vez nos tomará a sí mismo, para
que estemos donde Él está (Jn. 14:2-3). Tenemos una morada celestial esperándonos, y estaremos eternamente con Él. ¡Qué privilegio!
Pero, ¿cómo será esta vida eterna en el cielo nuevo y en la tierra nueva? La Biblia nos proporciona unas pinceladas básicas de este gran cuadro, pero
los detalles quedan fuera del alcance de nuestro saber. Ello es así, porque simplemente no podemos, con nuestra mente humana y limitada, captar lo
maravilloso y grandioso de nuestra vida futura. Estar siempre en presencia de Dios será maravilloso, donde «Dios el Señor nos iluminará» (Ap. 22:5),
donde «la calle de la ciudad será de oro puro» (Ap. 21:21) y donde «Dios mismo enjugará toda lágrima de los ojos; y ya no habrá muerte, ni habrá más
llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron» (Ap. 21:4). Ni nos lo podemos imaginar.
Cuando hayamos disfrutado un millón de años de la vida eterna, podremos mirar atrás a la vida terrenal y nos daremos cuenta de que todas las
dificultades y todos los problemas de nuestra vida aquí fueron solamente una «leve tribulación momentánea» (2 Co. 4:17).
Este futuro glorioso nos tiene que llenar de humildad y de adoración a Dios. Él nos consideró de tanto valor que fuimos, y somos, objeto de su amor
infinito. «Él no quiere que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento» (2 P. 3:9) y que estemos con Él eternamente.
¿Qué es el hombre? Creación de Dios, y por medio de la fe una nueva creación en Cristo Jesús, con un futuro glorioso en los cielos nuevos y la tierra
nueva.
«¡Oh Jehová, Señor nuestro, cuán grande es tu nombre en toda la tierra!»
(Salmo 8:9)
La fe es un mandato. Está escrito: "El justo por la fe vivirá." Sin fe es imposible agradar a Dios, y la Escritura añade: "pero si alguno se vuelve atrás, no
será de mi agradoµ (Hebreos 10:38).
Me estremezco cuando pienso en el terror y los peligros de la incredulidad. La incredulidad es un pozo de miedo, angustia y desánimo que no tiene
fondo. Las consecuencias de la incredulidad son horrendas. Se inicia con temor a lo que no podemos ver.
El miedo que nos inunda hoy nos llevará a otros dos más el día de mañana, luego tres, y luego los temores se convierten en un pozo sin fondo de
angustia incontrolable y desesperación.
Cada vez más, veo que el miedo y la incredulidad terminan como desesperanza; esto conduce a un desierto de confusión y vacío. No es una opción, no
es un pequeño problema con Dios. Se trata de una cuestión de vida o muerte. Esto llevará a estar temiendo por todo, presente o futuro. El miedo es un
tormento. Todos los hijos de Dios soportan aflicciones y problemas de diversa índole. Es desgarrador escuchar las cosas dolorosas que los justos están
sufriendo ahora.
Mi familia también está siendo duramente probada. Algunos de las personas que enfrentan terribles y abrumadores sufrimientos físicos o espirituales se
desaniman. Si usted está atravesando el fuego de refinación, tengo una palabra para usted.
Lo remito a una de las promesas más alentadoras en toda la Palabra de Dios. Permita que esta promesa penetre profundamente en su alma: ´¡Cuán
grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, que has mostrado a los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres! En lo
secreto de tu presencia los esconderás de la conspiración del hombre;los pondrás en tu Tabernáculo a cubierto de lenguas contenciosas.µ (Salmo 31:19-
20).
Aquí está un gran estímulo para mantenerse firme en su fe. Aquí hay una promesa audaz y gloriosa. Dios dice: "Tu confías en mí delante de los
hombres y yo voy a abrir mi almacén de gran bondad para verterlo sobre ti. Yo te esconderé en el secreto de mi presencia, no voy a permitir que la
adversidad te aplaste".
Algunos pueden decir: "No debemos confiar en Dios por obtener su bondad." ¡No es así! Escrito está: "No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene
una gran recompensa." (Hebreos 10:35). También escrito está: "el que se acerca a Dios crea que él existe y que recompensa a los que lo buscan."
(Hebreos 11:6).
Debemos creer que es galardonador. Las recompensas de la fe son bondades espirituales, tales como fortaleza, paz y calma en la tormenta.
Oh amado, Dios se alegra en nuestra fe. Él está atento para darnos esperanza y abrir nuestros ojos a su cuidado amoroso. Debemos tomar una
decisión. Está en nuestro poder el elegir confiar en Dios en medio las pruebas actuales y futuras. Dependiendo de nuestra elección nos enfrentaremos
al desierto de la desesperación o a la sonrisa de Dios y los cielos abiertos.
Dios nos ayude a todos a aferrarnos a la fe. ¡No se rinda! Estamos demasiado cerca de la meta final de la carrera.
"Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia, con cánticos de liberación me rodearás. Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar:
Sobre ti fijaré mis ojos "(Salmo 32:7-8).
¿Cómo hacer las paces con un amigo, un hermano en la iglesia o con mi esposo/a después de una discusión? ¿Por qué a veces nos cuesta tanto? ¿Qué
consejos nos da la Biblia en este tema?
Antes de considerar la práctica de la reconciliación, necesitamos unas reflexiones previas sobre la enseñanza bíblica en torno al enojo y la ira.
En este artículo veremos como enfrentar los enfados y enojos, para que nuestra relación de amistad o de pareja funcione correctamente.
El enojo no siempre es pecado
De hecho hay ocasiones en las que el no airarse puede ser ofensivo para Dios.
El silencio cómplice ante determinadas conductas desagrada profundamente al Señor. Se nos dice de Pablo que mientras andaba por las calles de
Atenas «su espíritu se enardecía viendo la ciudad entregada a la idolatría» (Hch. 17:16). Y ¿qúe diremos del mismo Señor Jesús cuando, indignado,
«cogió un azote de cuerdas y volcó las mesas de los mercaderes en el templo» (Jn. 2:13-16). Hay, pues, un tipo de ira que lejos de ser pecado expresa el
enfado del creyente al contemplar el mundo con los ojos de su Señor. Es lo que podemos llamar una ira santa y justa.
¿Cuándo la ira se convierte en pecado?
Pablo, por otro lado, nos da a entender que también es posible airarse sin pecar: «Airaos, pero no pequéis» (Ef. 4:26). A la mayoría de nosotros nos
hubiera gustado tener una lista de situaciones en las que podemos enfadarnos sin pecar, pero no se nos especifican. Es providencial que Pablo fuera
muy inconcreto en este punto. Al apóstol no parecen preocuparle los tipos y causas de conflicto que llevan al enojo. Sin embargo, de manera inmediata
puntualiza la condición para que el enojo no se convierta en pecado:
«No se ponga el sol sobre vuestro enojo» (Ef. 4:26)
En otras palabras, la ira llega a ser pecado cuando no va seguida de una pronta reconciliación, «antes que se ponga el sol». Nadie debe acostarse con el
corazón dominado por la ira. Ello es así porque el enojo guardado es el primer paso hacia el odio y ambos juntos crean un caldo de cultivo idóneo para
la amargura.
Y esta tríada es instrumento favorito del diablo para destruir relaciones de todo tipo, desde un matrimonio hasta la comunión fraternal en la iglesia.
Tanto el odio como la amargura necesitan de la «célula madre» que es el enojo prolongado. Por esta razón Pablo señala como vital que «el sol no se
ponga sobre nuestro enojo».
¡Qué triste es cuando dos personas se echan en cara agravios u ofensas después de largo tiempo, incluso años!: «Tal día hace cinco años me dijiste o
hiciste algo que me enojó mucho».
El hábito de hacer la paz, perdonarse y volverse a acercar con prontitud, si es posible antes de que acabe el día, es la mejor manera de prevenir
separaciones, divisiones y luchas en todos los ámbitos, en especial la familia, el matrimonio y la iglesia, pero sin olvidar nuestras relaciones laborales y
sociales. Merece la pena invertir esfuerzos en esta exhortación del apóstol, no sólo por sus efectos balsámicos en las relaciones, sino sobretodo porque
ésta es la voluntad de Dios para todo cristiano que quiere imitar a su Señor.
Este es el termómetro más fiable: ¿Cuánto tiempo tardan en resolver sus discusiones y enfados?
Si son capaces de hacerlo pronto, esta relación tiene un fundamento excelente aunque la frecuencia de sus «chispas» haga pensar lo contrario. Si tardan
días o semanas en hacer la paz, la relación se está envenenando con la peor ponzoña: el enojo almacenado que lleva al desprecio del otro, a la frialdad
y, finalmente a la muerte de la relación.
Conozco casos de matrimonios que han estado dos años sin dirigirse la palabra. Esta forma de reaccionar nos lleva de forma natural a considerar los
pasos prácticos para lograr la reconciliación.
«No paguéis a nadie mal por mal... Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. No os venguéis vosotros mismos,
amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios. Así que si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto,
ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal» (Ro. 12:17-21).
Un paso previo: evitar la venganza. «No os venguéis. Vence con el bien el mal».
El paso inicial para la reconciliación es el autocontrol que nos permite detener nuestro impulso natural de devolver mal por mal. Esta actitud, tan
arraigada en el corazón humano, es venganza. No debemos limitar el concepto de venganza a sus formas más graves como la violencia planificada o el
homicidio. Estas formas extremas sólo se ven en casos excepcionales.
La venganza puede ser mucho más sutil. De hecho, es una reacción casi espontánea de nuestra naturaleza caída. La observamos incluso en los niños:
«¡Cuándo te coja!» o «me las pagarás» son frases bastante habituales en el vocabulario infantil. En sus formas «menores» todos hemos caído alguna vez
en la venganza, que es -en esencia- devolver mal por mal.
Esta reacción es un obstáculo para restaurar una relación. Si quieres la paz, no te dejes dominar por tu ego ofendido o tu dignidad herida. Ciertamente
no es nada fácil. Nuestro primer impulso es: «Sus palabras (actos) me han hecho mucho daño y esto no lo olvidaré nunca». Esta reacción es
comprensible en un primer momento porque expresa el dolor de una herida; pero enseguida debe dar lugar al dominio propio, a evitar la «explosión».
La palabra de Dios está llena de consejos al respecto, en especial en el libro de Proverbios:
«El necio al punto da a conocer su ira; mas el que no hace caso de la injuria es prudente» (Pr. 12:16); «El que fácilmente se enoja hará locuras» (Pr.
14:17); «La cordura del hombre detiene su furor, y su honra es pasar por alto la ofensa» (Pr. 19:11).
Este dominio propio que no se deja arrastrar por la venganza y que auto controla las explosiones de ira aun cuando tiene razón no es de origen humano
sino divino. Para conseguirlo no bastan nuestros esfuerzos o una férrea voluntad; es sobrenatural porque viene de Dios (2 Ti. 1:7) y es una parte del
fruto del Espíritu. No se nos pide, por tanto, luchar con nuestras propias fuerzas, sino con la ayuda poderosa del Señor Jesús, ejemplo supremo de
persona «mansa y humilde» quien fue ofendido y humillado mucho más de lo que puede serlo cualquiera de nosotros (recordemos, por ejemplo Is.
53).
Evitar la venganza supone también renunciar a toda actitud o conducta destructiva, sobre todo de formas aparentemente inocuas, como la indiferencia.
Frases como: «Para mí esta persona ha muerto» son formas de venganza impropias del cristiano. Del escritor irlandés G. Bernard Shaw son estas
palabras que podemos hacer nuestras: «El peor pecado contra el prójimo no es odiarle, sino mostrarle indiferencia».
Una de las experiencias más tristes que recuerdo de mi vida profesional como psiquiatra es un juicio al que tuve que asistir en calidad de perito. Una
pareja cristiana se había separado y luchaba por la custodia de sus hijos. Nunca olvidaré el día de la visita, cuando los ex esposos tuvieron que verse las
caras: las acusaciones, las calumnias y, sobre todo, el odio que podía leer en sus ojos me produjeron una memorable impresión. ¿Cómo es posible que
dos personas, supuestamente cristianas, que un día se amaron y se prometieron fidelidad eterna, lleguen a odiarse tanto? ¡Cuán cierto es que en todas
las guerras sólo hay perdedores y derrotas!
Por ejemplo:
*.- Procurad hablar siempre sentados. Se ha comprobado que estar de pie aumenta la agresividad (por ello no hay actualmente localidades de pie en los
campos de fútbol)
*.- Cercanía física. En la medida que la relación lo permita (vg. matrimonio, padres e hijos etc.) acercaos físicamente. Cuanto más cerca, más probable
es que puedas mirarle a los ojos y descubrir en el otro un tú lleno de sentimientos y necesidades. La mayoría de peleas se acabarían en el momento en
que fuéramos capaces de ver en el tú a un ser humano por quien Cristo murió y no un enemigo objeto de mi ira. En el caso de los matrimonios, el
hablar cogidos de la mano es la máxima expresión de lo que decimos.
3.- Preparación: oración y silencio.
Antes de empezar a hablar para solucionar el conflicto, orad juntos, en voz alta si es posible. La oración tiene un poder extraordinario para cambiar
nuestras actitudes y nuestros estados de ánimo (Fil. 4:6-7). De la misma manera, un breve momento de silencio, dos-tres minutos, aquieta el espíritu
para iniciar la conversación.
A pesar de todo ello, no siempre es posible «ventilar el tema» el mismo día, antes de acostarse. A veces, incluso es preferible no hacerlo porque alguna
de las dos partes está muy encendida y el fuego puede volver a avivarse si retoman el asunto demasiado pronto. Ya sea por razones de temperamento o
por la naturaleza del problema en cuestión, en ocasiones es mejor «dormir sobre el asunto», dejarlo enfriar.
En este caso, lo ideal es intentar hablar de nuevo al cabo de uno o dos días. Muchas veces descubrirán con sorpresa que ya no necesitan hacerlo porque
el problema no les afecta tanto. ¿Qué ha ocurrido? Al apagarse el enojo, el problema motivo de la discusión ha quedado reducido a su tamaño real,
mucho menor del que parecía tener horas antes. Sí, los sentimientos negativos, en este caso la ira (ocurre también con la ansiedad, la tristeza y otros
sentimientos) siempre nos hacen ver los problemas mucho mayores de lo que en realidad son.
Estas sugerencias son como semillas. Su siembra paciente, realizada con humildad y espíritu de oración, es terreno bien abonado para que el Señor de
nuestras relaciones las haga fructificar. Puede llevar su tiempo, como toda siembra, pero no te desanimes porque hay alguien aun más interesado que tú
en derribar muros de separación: el Señor Jesús, cuyo ejemplo nos inspira y cuya gracia nos fortalece en la debilidad.
El poder de la oración intercesora
Jamás podrá olvidar que, lo último que vio en el momento en el que un violento terremoto sacudía a Armenia ²en Colombia³, fue el rostro
sorprendido de su hijo de seis años cuando lo empujó para evitar que una pared cayera sobre su cuerpecito. La mujer no salía de su asombro y
batallaba, minutos después, con la zozobra de saber qué había ocurrido con el menor. Alrededor una inmensa nube de polvo. A lo lejos, el sonido de
las ambulancias y los vehículos de la policía. En cuestión de segundos todo estaba destruido.
Años después, su hijo contaría que gracias a que su madre se interpuso a tiempo, estaba vivo. Agradecía esa decisión de la joven progenitora. Ella
además, no sufrió mayores consecuencias salvo una que otra contusión que no pasó a mayores.
Armenia se levanta hoy como una ciudad moderna, imponente, con el encanto particular que le imprime ser la capital de un departamento cafetero. Y
en medio de las historias que se vivieron en la tragedia, la de aquella valerosa madre ocupa un capítulo especial. Se convirtió en una intercesora eficaz.
¿Qué es un intercesor?
La imagen más aproximada de un intercesor es la que nos ofrece la historia de esta madre colombiana. Ella se interpuso para guardar la vida de su hijo.
En cierta medida, arriesgó su propia existencia por salvar la del pequeño.
Un profeta que jugó un papel trascendental en la historia de Israel, asumió el papel de intercesor cuando fue a la presencia de Dios en oración para
pedir misericordia para su pueblo. Daniel, quien entra en escena como un joven deportado hasta Babilonia y quien llegó a ocupar cargos de relevancia
en la corte real, clamó delante del Señor tras leer las profecías de Jeremías respecto a Jerusalén.
El relato que podemos leer en el libro de Daniel, capítulo uno, versículos del uno al diecinueve, presenta varios aspectos que vale la pena resaltar para
edificación de hombres y mujeres que han asumido su compromiso de intercesores.
Cuando nos disponemos a interceder por alguien o por un grupo de personas en particular, el primer elemento a considerar es la necesidad de destinar
un tiempo específico para orientarlo sosegadamente a la oración, tal como hizo el protagonista del relato bíblico. El escribe: ´Y volví mi rostro a Dios el
Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza.µ(versículo 3).
Es lo que además, estamos llamados a hacer cuando atravesamos períodos de crisis, incertidumbre y también, de gozo.
Cuando se cumplieron quinientos años del descubrimiento de América, Santiago de Cali celebró una ceremonia especial en la que pastores invitados
desde España, tomaron la palabra para decir:
--Reconocemos que el proceso de descubrimiento y conquista estuvo enmarcado por atropellos a la cultura indígena. Hoy queremos pedir, en nombre
del pueblo español, perdón si en algo atentamos contra su dignidad y tradiciones--.
El evento fue emotivo y, simbólicamente, permitió la reconciliación entre los dos continentes.
Esta figura viene a mi mente al explicar un segundo elemento que rodea la intercesión cuando la hacemos por alguien o quizá alguna nación. Daniel
relata ´Y oré a Jehová mi Dios e hice confesión diciendo: Ahora, Señor, Dios grande... hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho
impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas. No hemos obedecido a tus siervos los profetas,
que en tu nombre hablaron a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra.µ(versículo 4-6).
Observe que Daniel no fue quien pecó, pero para romper ataduras del pasado y buscar el favor de Dios, asumió como intercesor la responsabilidad por
el pecado del pueblo. Paralelamente el profeta reconoció el poder de Dios, en un acto de humildad y honra que es el mismo que debiéramos asumir.
Así lo podemos leer desde el versículo siete hasta el diez.
Conservo con mucho aprecio la argolla de matrimonio, al igual que usted. ¿La razón? Cuando la vemos recordamos una vida al lado de alguien con
que Dios nos ha premiado. Es un motivo para evocar buenos momentos al lado de quien nos acompaña.
Pensaba en esto al leer en Daniel la evocación que hace de los buenos momentos en los que el Supremo Hacedor testimonio su fidelidad para con su
pueblo. El oró diciendo: ´Ahora pues, Señor Dios nuestro, que sacaste tu pueblo de la tierra de Egipto con mano poderosa, y te hiciste renombre cual
lo tienes hoy; hemos pecado, hemos hecho impíamente. Oh Señor, conforme a todos tus actos de justicia, apártese ahora tu ira y tu furor de sobre tu
ciudad Jerusalén, tu santo monte; porque a causa de nuestros pecados, y por la maldad de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el oprobio de
todos en derredor nuestro.µ(versículos 15, 16).
El Dios que ha estado con nosotros en los períodos de crisis, es el que nos acompaña hoy y quien está atento a nuestras necesidades, y las del pueblo
que representamos, para venir en pronto auxilio.
La oración de intercesión clama la misericordia de Dios
El pasaje bíblico que leemos concluye con la solicitud que lidera Daniel para que Dios, además de escuchar los ruegos, manifieste su misericordia con
el pueblo de Israel y en particular, con Jesuralén.
El protagonista de este relato clamó al Creador:µ Ahora pues, Dios nuestro, oye la oración de tu siervo, y sus ruegos... abre tus ojos, y mira nuestras
desolaciones, y la ciudad sobre la cual es invocado tu nombre; porque no elevamos nuestros ruegos ante ti confiados en nuestras justicias, sino en tus
muchas misericordias. Oye, Señor; oh Señor, perdona; presta oído, Señor, y hazlo; no tardes, por amor de ti mismo, Dios mío; porque tu nombre es
invocado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo.µ(versículos 17 al 19).
Podemos tener la certeza de que, cuando oramos, la respuesta del Señor no se deja esperar.
Si quizá usted es un intercesor, tenga el pleno convencimiento de que su papel es fundamental porque es tanto como colocarse en la brecha por su vida,
la de sus familiares, amigos, conocidos, quizá su ciudad o su país, y esas oraciones, tocan el corazón de Dios.
ArmaMortal1
Todos sabemos que las armas son para dañar al enemigo; produciendo desde un daño menor a otro realmente irreparable.
Todas conllevan destrucción y muerte. Hasta los infantes saben que las armas son para derrotar a nuestros enemigos y mantenerlos bajo nuestro
dominio.
El que posee el arma con mayor tecnología va a tener más éxito en su cometido.
Los que hoy en día tienen a más personas bajo su dominio son los que tienen las armas con mayor poder de destrucción.
Hasta el arma más pequeñita, de esas que caben en el hueco de la mano, dirigida certeramente hacia su objetivo, en el momento justo, y a la distancia
apropiada, causa la muerte de la persona a quien se quiere destruir.
Siempre va a ser cuando se necesite someter y mantener atemorizados a los que vemos como un peligro u amenaza para con nosotros y nuestros
intereses: sean intereses patrióticos muy loables, o personales; ambiciosos, mezquinos y egoístas.
Hay un arma que con ser la más pequeña de todas es la más mortífera conocida hasta hoy día.
Nacemos con ella; y es la más fácil de portar; no se necesita permiso especial para hacer uso de ella;, está siempre, a pesar de no estar a la vista,
dispuesta y cargada con el material más mortífero que podamos necesitar para herir o dar el golpe de gracia a otro ser humano.
Esta arma mortal, se carga directo desde el fondo del corazón de las personas. Se carga con ira, odio, resentimientos, envidias y engaños.
Este corazón lleno de malignos sentimientos es el que elige a quién dirigir el arma; y la mente también hace su trabajo sacando de lugares ocultos dentro
de sí, la carga mortífera con la cual someter, herir, matar y destruir a la víctima elegida.
En estos precisos momentos, en todo el mundo, hay millones y millones de personas haciendo uso de ella. Personas que parecen inofensivas, pero, que
están produciendo daños inimaginables en los corazones de otros millones y millones de seres humanos.
Esta A r m a M o r t a l 1 es l a l e n g u a.
¿Te has visto involucrado en ataque tan feroz como el que comete una persona cuando hace uso de tan mortífera arma?
Así como los bebés no esperan ataques de nadie, tampoco las víctimas de un levantador de falso testimonio esperan nada malo de su amigo o conocido;
hay un elemento de confianza establecida que hace que todo transcurra según los planes trazados por este falso e hipócrita personaje.
El calumniador solo tiene que usar su astucia para que las personas involucradas en su ataque no se den cuenta que están siendo masacradas.
Siempre serán dos las víctimas, una a la cual se le levanta la calumnia y otra que recibe la mentira como verdad.
En su cometido, tiene una estrategia a seguir para conseguir la separación total entre las víctimas...
Primero, ver quién es la persona que quiere destruir ya que siente que es una amenaza para sus intereses.
Segundo, se asegura, de que la persona a la cual quiere retener para lograr sus objetivos, mediante una apariencia de lealtad y fidelidad, no se percate
del engaño a que va a ser sometida.
Tercero, se asegura con zalamerías, aparentes dulzuras y promesas de amistad y de justicia, de que su oponente no sospeche de su estrategia maléfica
con la cual quiere verlo lejos de su real motivo de interés.
Cuarto, ya en pleno ataque, empieza a usar su arma mortal a diestra y a siniestra, con certeros y bien dirigidos engaños traducidos en palabras, chismes,
cuentos y calumnias que dan tanto dolor al que escucha, que hace que éste, empiece a odiar al que antes de corazón apreciaba; y al calumniado le
comenta los sentimientos de ira, resentimientos y odio existentes... por lo cual éste asume que todo está perdido.
Destrucción...Muerte...
Pareciera que todo termina en triunfo para el mal, cuando se logra que las calumnias sean escuchadas y creídas; y a veces puede ser que realmente,
nunca más se restaure la confianza entre los dos.
Es el dolor y orgullo herido, acompañado con ira y resentimientos en la persona que da oídos al mentiroso, lo que motiva el fin de la amistad y
confianza que antes existía entre las víctimas.
¿Cómo se puede defender un calumniado, si la persona que se siente ofendida no cree en él, sino que cree todo lo que le dice el dueño de arma mortal
tan bien dirigida?
En el calumniado, el orgullo también puede actuar en su contra, pues, puede llegar a pensar que si una persona no le cree es porque realmente nunca
hubo una real amistad y confianza; puede ser que haya algo de cierto en esa aseveración, pero, lo importante es que no debemos olvidar que las
víctimas son dos; y que todos sin excepción somos seres humanos caídos; que nadie es perfecto; que la ira, que es un pecado si no la sacamos de
nuestro corazón ´antes del anochecerµ, nos lleva a desatinos tremendamente injustos y lo más importante, es que no debemos olvidar jamás, suceda lo
que suceda, que debemos responder a esta situación y a todas, por muy nefastas que parezcan, de una manera que le agrade a Dios, cristiana y bíblica.
A lo mejor, el dueño de esta arma mortal se siente victorioso y seguro con el trofeo adquirido.
Se logra el objetivo deseado.
Matar amistades, matar confianzas, matar alegrías, matar credibilidad, matar ingenuidad, matar seguridad en sí mismos.
Se consigue alejar para siempre al enemigo. Ya no debe temer el compartir nada... todo queda bajo su posesión, como botín de guerra.
Su arma mortal ha triunfado, su maldad ha hecho que las situaciones estén como él desea...
Daño irreparable...pues, nunca las relaciones y sentimientos volverán a ser los mismos que antes de tanta infamia...
Las frases dichas entre las víctimas durante todo este proceso no pueden ser recogidas.
El supuesto ofendido, dijo tantas palabras hirientes en su dolor y orgullos heridos contra la persona calumniada, que éstas quedan marcadas con sangre
en el corazón de esta última.
Hay que reconocer doblando rodillas que nosotros no tenemos armas para combatir la calumnia.
No hay nada que impida más el reencuentro entre dos víctimas de una lengua calumniadora, que un iracundo orgullo mal herido y un corazón dolido
porque no creyeron en él...
¿Qué dice Dios de todas estas personas que hacen uso de tan mortífera arma?
´Mejor es caer en el suelo que caer por la lengua. La caída de los malos llega apresuradamente.µ Prov 20:19
´Habla a tu amigo, no sea que no lo haya dicho, y si lo dijo, que no vuelva a decirlo.µ Prov 19:12
´Y no creas de ligero cualquier cosa, que muchas veces se desliza uno, pero, sin intención. Prov 19:16
´Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la
creación, y ella misma es inflamada por el infierno. Santiago 3:6
´Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad. Santiago 3:14
¿Qué dice Dios que tenemos que hacer ante tales personas?
Amonestarlo antes de reñirlo, pues, todos pecamos con la lengua, o sea, que todos los versículos tenemos que leerlos como escritos para nosotros
mismos...
¿Te parece difícil pensar que somos todos pecadores con esta arma mortal que es la lengua?
Dios nos proteja y nos revele el daño que hacemos a nuestro prójimo cuando hablamos de él con ligereza.
No minimicemos nuestro pecado resaltando el del otro.
Si te calumniaron y hablaste con la persona que se sintió ofendida por tí, y no te cree... no hagas nada... y dile a Dios que en amor se haga cargo de
ella...
Tú, sólo en amor perdona, como Dios te perdona a ti, al calumniador, y al infeliz que le creyó... todo en amor...
Nunca olvides que son dos las víctimas...
Pidamos al Espíritu Santo que nos mantenga con los ojos bien abiertos, y el espíritu sensible para no caer en tan infame pecado...
Recordando Una historia que paso en el País de Escocia, cuando eran dominados por los Ingleses, un campesino esclavo se iba a casar con su
prometida, un día después de la boda uno de los guardias que los cuidaban se quiso acostar con la mujer de este campesino y provoco un gran alboroto
que le costo la vida a la mujer y el quedo fugitivo, luego regreso para vengarse y el coraje de ese hombre provoco una reacción en ese pueblo que al
verlo solo contra un ejercito se levantaron en armas y tomaron su aldea y eso los lanzo a unos horizontes mas altos y se le fueron agregando mas
hombres de otras aldeas hasta que formo un gran ejercito que pudo hacerle frente al invasor de su País y los pudo sacar. Esta historia es la de Corazón
Valiente.
Hay muchas veces que tienen que pasarnos cosas extremas para que los verdaderos guerreros se levanten.
Pare ser que es una raza muy escasa y de poco valor mientras se esta en el anonimato, adormecidos por las comodidades de la vida, este era un simple
esclavo que mientras no se metieran con lo que el mas quería todo iba ha estar muy bien el siendo esclavo y maltratado y humillado por sus amos y así
hubiera muerto sino hubiera pasado ese incidente.
El pueblo de Israel le pidió un rey a Dios para que los guiase en las batallas y Dios se los dio pero un pueblo vecino los filisteos eran sus enemigos más
cercanos y los tenían en constantes guerras y un día el ejercito filisteo se encontró con un gigante que vino a retar al pueblo de Israel a un combate
cuerpo a cuerpo, el cómo paladín filisteo y cualquiera que recibiera el reto del pueblo de Israel.
El ejercito de Israel entro en gran temor pues nadie quería enfrentar al gigante por su estatura y fuerza, así pasaron días hasta que un joven pastor de
aproximadamente 12 años según algunos historiadores, llego al campamento de Israel con provisiones para sus tres Hermanos que se encontraban en el
campamento peleando de parte de Israel.
1 Samuel 17:23-26
´23 Mientras él hablaba con ellos, he aquí que aquel paladín que se ponía en medio de los dos campamentos, que se llamaba Goliat, el filisteo de Gat,
salió de entre las filas de los filisteos y habló las mismas palabras, y las oyó David.
24 Y todos los varones de Israel que veían aquel hombre huían de su presencia, y tenían gran temor.
25 Y cada uno de los de Israel decía: ¿No habéis visto aquel hombre que ha salido? Él se adelanta para provocar a Israel. Al que le venciere, el rey le
enriquecerá con grandes riquezas, y le dará su hija, y eximirá de tributos a la casa de su padre en Israel.
26 Entonces habló David a los que estaban junto a él, diciendo: ¿Qué harán al hombre que venciere a este filisteo, y quitare el oprobio de Israel?
Porque ¿quién es este filisteo incircunciso, para que provoque a los escuadrones del Dios viviente? µ
David estaba tranquilo en su campo cuidando las ovejas de su padre y por esas cosas de la voluntad de Dios, llego allí para oír lo que pasaba en ese
lugar, quizás si el padre de David no lo hubiera enviado a ese lugar el hubiera seguido siendo un pastor de ovejas y nunca hubiera despertado ese
instinto de guerrero que tuvo.
Así como David tuvo su Goliat para despertar su instinto guerrero el Señor té esta diciendo abre tus oídos y escucha que tu pueblo esta oprimido y
perdiéndose en medio del engaño y la mentira que Satanás les puso para engañarlos y separarlos de la voluntad de Dios.
David oyó lo que el pueblo esta pasando por humillación debido a Goliat, y tomo una decisión de tomar su lugar en el campo de batalla.
Lo primero que tienes que hacer al sentirte oprimido por el enemigo es despojarte de tu antigua vestimenta y ponerte la vestimenta de guerrero.
David se despojo de su posición de pastor de ovejas y tomo el lugar de guerrero, y es mas comparo lo que hacia como cosa mayor a la de enfrentarse al
gigantesco filisteo.
El problema de la Iglesia es que el enemigo te envuelve en una rutina, te va quitando de apoco el instinto guerrero y te va enfriando y cuando llega la
hora decisiva te saca las cualidades superiores aparentemente de el versus tus inferiores fuerzas y eso es así hasta cierto punto, ya que cuando tu te
despojas de tu posición y formas parte del ejercito de Jesús ya no vienes en contra de él con tus fuerzas, sino en el nombre que sobre todo nombre esta
y es el nombre de mi Señor y redentor Jesús.
Solo tomando tu lugar en el Ejercito de Dios es que vas ha saber cuanto vales y cuanta es tu capacidad de batalla, David nunca se imagino que iba ha ser
un gran guerrero, y la única forma de saberlo fue combatiendo.
Dios respalda su palabra y no al hombre que la da ya que dice su palabra que si nosotros nos callamos las piedras hablarían.
Mateo 7:22
´22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos
muchos milagros?
23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.µ
Según este pasaje tu podrás Profetizar por el Espíritu Santo que obra en ti y podrás echar demonios y hacer milagros pues su palabra dice estas señales
seguirán a los que creen y fuesen bautizados.
Hacer esto no garantiza que seas salvo pero cualquiera lo podrá hacer, sea salvo o no ya que la del poder es su palabra y no quien la da, además tu vales
mucho para Dios imagínate que vales tanto así como que vales toda la sangre de Jesús su hijo.
Poder puedes ya que no tienes ningún requisito mas que creer y ser bautizado.
Lucas 10:17-20
´17 Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre.
18 Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.
19 He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.
20 Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.µ
Guerrero todos podemos ser pero Hijos no todos podremos ser y ser hijos y guerreros aun menos podremos ser, recuerda que se llama Jehová de los
ejércitos y no-solo de los escuadrones del cielo y del ejercito de Israel, sino de todos los escuadrones de los hijos de Dios que están por todo el mundo
regando el evangelio y expandiendo su reino.
Batallando en un mundo de tinieblas
Lo que menos esperaron encontrar las autoridades en aquél ducto de aguas lluvias, era una capilla en la que jóvenes estudiantes dedicaban noches
enteras a adorar a Satanás. Un recinto oscuro, apenas visible por la tenue luz de velas que tenían calaveras por candelabros, y que resaltaban paredes
pobladas de símbolos esotéricos. ´Santo Diosµ se atrevió a decir el oficial a cargo, sin dar crédito a los restos de alcohol, marihuana y objetos
cortopunzantes que formaban parte de sus rituales, los que utilizaban con desenfreno en insólitas prácticas para alabar al príncipe de las tinieblas.
El oficial Eliécer Santos relataría después a la prensa, que no podía concebir que en pleno siglo veintiuno ocurrieran hechos de este género. ´Pensé que
eran sólo novelas de terror o de misterio, pero no que se dieran en nuestro tiempoµ, explicó.
El operativo realizado en La Paulina de Montes de Oca, Costa Rica, puso en evidencia una creciente adoración de lo oculto por parte de una juventud
rebelde, que encuentra en el satanismo una forma de expresar su inconformidad con los principios y reglas impuestos por la sociedad.
Hoy día muchos niegan la existencia de un mundo oculto. Consideran que se trata de mera superstición en un siglo en el que los avances científicos
sorprenden cada vez por su ingeniosidad. Y mientras cierran los ojos a la realidad, se abren a corrientes filosóficas y de pensamiento que encierran
mucha maldad. Sutilmente la perversidad está tomando fuerza en nuestra sociedad.
Sin embargo los cristianos debemos permanecer alerta. Tenemos claro que ´... no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra
potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.µ (Efesios 6:12).
¿Cómo hacerle frente? Con oración y una estrecha relación con el Señor Jesucristo. La Biblia dice:´Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá
de vosotrosµ(Santiago 4:7). Recuerde: Con el poder de Dios ¡Tenemos asegurada la victoria!
Es probable que usted sea consciente de la urgencia de luchar contra la maldad. Pero siente que falta algo. Es un soldado sin armas enfrentando una
dura batalla. ¿Qué necesita? Sin duda a Jesucristo en su corazón. Es fácil. Basta con hacer una sencilla oración. Dígale: ´Señor Jesucristo, te pido que
entres en mi corazón. Gracias por perdonar mis pecados en la cruz. Obra en mi ser y haz de mi la persona que tú quieres que yo sea. Aménµ.
Si tomó esta decisión, que es trascendental para su vida, no dude en escribirme ahora mismo.
Los Dones del Espíritu, un regalo de Dios a su Iglesia
Prefacio:
Para fundamentar la razón del derramamiento del Espíritu Santo y su consecuente impartición de dones debo conocer a lo que se iba a enfrentar la
iglesia primitiva, esto es a padecimientos, los cuales tenían el propósito de probar su fidelidad, purificarla y enseñarle a depender exclusivamente de Él.
(Ro. 8:17; Jn. 15:20; 1 CO. 12:16; Gá. 3:4; Fi.1:29; Col. 1:24). Siendo la razón el fortalecimiento de la iglesia por sobre la persecución entendemos que
el derramamiento conllevó un poder ilimitado que sobrepasó a todo razonamiento humano.
La iglesia fue entonces edificada sobre la base del poder de Dios (1Co.2:1-5) manifestándose dentro de su pueblo; lo que demostró que Jesús vivía y
estaba presente (Jn.15:5; 14:20)
Jesús prometió a sus apóstoles que cuando descendiera el Espíritu Santo recibirían PODER para ser testigos (Hch.1:2,5,7). Este poder trajo aparejado
la unción y los dones espirituales, cumpliendo su promesa en las fiestas de Pentecostés. (Hch.2:4)
Concluyendo, afirmo entonces que no es posible la edificación de una iglesia sin estar fundada sobre la base del poder de Dios y sus dones espirituales.
INTRODUCCIÓN
Los dones del Espíritu Santo fueron profetizados en el Antiguo Testamento (Dt.28:1-14; Is.28:11; Jl.2:28), confirmados por las promesas de Cristo
(Mr.16:17; Jn.14:12; Hch.1:8), e impartidos por el Espíritu Santo en el Pentecostés (1Co.12:11).
Su significado deriva del griego ´jarismataµ, que a su vez este deriva de jaris = gracia; así ´dones de graciaµ; compárese el término técnico ´carismasµ.
Hay una estrecha relación entre los dones espirituales y la ´graciaµ de Dios; esto es ´don gratuitoµ o una habilidad otorgada por Dios a los creyentes.
También se refiere a estos dones como ´manifestaciones del Espírituµ.
Definimos entonces al don espiritual como un atributo especial que el Espíritu Santo da a cada miembro del Cuerpo de Cristo, según la gracia de Dios
para usarlo dentro del contexto de su cuerpo.
Rescato una linda definición la cual dice así: ´Es toda aptitud dada por Dios, en la medida que han sido apartadas de un uso egoísta por el Espíritu de
Jesucristo y puestas al servicio de la iglesia.µ
Los cristianos ´individualesµ desconectados del Cuerpo no son útiles para Dios ya que Él a planeado su obra para trabajar en conjunto ayudándose
mutuamente y necesitándose unos a otros.
Los dones son funcionales y congregacionales. La mayoría de las cosas que Dios hace, aún para afectar a la sociedad lo hace a través de miembros
trabajando juntos, con la cooperación de los dones, en comunidades constituidas a través de iglesias locales. Los mismos deben ser supervisados y
trabajando en conjunto con la congregación, lo cual se traduce en éxito.
Pablo afirmó que no deseaba que ignoren acerca de los dones espirituales. Esta frase involucró a todos los cristianos de distintas épocas. Entiendo que
los dones no son la meta para el cristiano sino los medios, las herramientas para el crecimiento de la iglesia, es que hay diversidad de funciones entre
ellos como así lo hay en el cuerpo humano, que se relacionan entre sí para el correcto funcionamiento.
Nadie debe vanagloriarse de los dones que posee por cuanto no son suyos (Ro.12:3) sino de aquel que se los concedió. El apóstol enfatiza que
debemos ´Anhelar los mejores donesµ, pero lo más importante es ´seguir el amorµ, en otras palabras...µque nuestra meta sea amarµ y luego procurar los
dones espirituales (1Co.14:1), porque sin este fundamento todo lo demás no tiene valor alguno (1Co.13:1-13).
No todos se reciben en un instante, pero sí se comienzan a recibir cuando una persona se entrega a Jesucristo como su Salvador personal.
Cada cristiano debe priorizar su búsqueda en descubrirlos y luego desarrollarlos. Dios los da a su entera discreción y gracia (1Co.12:11,18)
independientemente del grado de relación que se tenga con Él. Pero además, algunos son más apropiados que otros en ciertas ocasiones, lugares, para
ciertas filosofías del ministerio, para ciertos grupos y ciertas tareas.
A cada uno le es dada la manifestación del Espíritu ´(v.7)µ. ´Todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular
como Él quiereµ (v.11), ´...por un solo Espíritu fuimos todos bautizados...y a todos se nos dio a beber de un mismo Espírituµ (v.13).
Cada miembro del Cuerpo de Cristo es indispensable para el crecimiento del conjunto: ´los miembros del cuerpo que parecen más débiles son los más
necesariosµ (V.22), porque ellos también han recibido un don y si no lo ejercen, el Cuerpo de Cristo no funciona correctamente.
1. ´La manifestación del Espíritu es dadaµ. Este verbo dar rige toda la enumeración de los vers. 8-10. En el v.11, Pablo emplea la palabra repartir. Los
carismas son dones de la gracia: ´¿Qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿porqué te glorías como si lo hubieras recibido?µ (1Co.4:7). El
don excluye cualquier mérito.
2. Este verbo ´darµ se emplea en un tiempo que sugiere un don continuo, una renovación constante: el don recibido crece en la medida en que es
utilizado para la gloria de Dios (Mt.25:20,22; 1Ti.4:14; 2Ti.1:6); por otra parte Dios puede añadir aún otros dones (1Co.14:1,12)
El propósito de los diferentes dones del Espíritu es la utilidad. Pablo les dice que no les ha escondido nada de lo que podía serles útil, ventajoso
(Hch.20:20).
En la epístola de Corintios, utiliza varias veces este dicho: ´Todo me es lícito, pero no todo es útilµ (1Co.6:12; 10:23); ´esto lo digo para vuestro
provecho...para lo que os será útilµ (1Co.7:35), ´no procurando mi propio beneficioµ (1Co.10:33).
Tomando estas enseñanzas vemos que el creyente que ejercita su don, por pequeño que éste sea, participa en la obra de construcción y nueva creación
del mundo que tiene que venir y que está prefigurado por la iglesia.
La utilidad de un don es el criterio de su realidad. En 1Co.14:12, el apóstol repite el mismo pensamiento sustituyendo el concepto de utilidad por el de
edificación (Ef.4:12). Por gracia, Dios nos da a cada uno la prioridad de desempañar una función en nuestra comunidad. Se puede decir entonces que
el don es algo que se recibe personalmente y que está a la disposición de la comunidad.
La soberanía de Dios en la elección del don y del beneficiario se ve varias veces a lo largo del capítulo 11 de 1ra. Corintios: ´Repartiendo a cada uno en
particular como él quiereµ (v.11), ´Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quisoµ (v.18), ´Dios ordenó el
cuerpo...µ(v.24). ´Y a unos puso Dios en la iglesia ... (v.28, Ef.4:7,11).
Pablo cambia completamente la perspectiva y las ambiciones religiosas de los corintios. Ellos quieren ´poseerµ ese o aquel don. No obstante es sólo
Dios quien dispone de todos los dones y quien ´cumple todo en todosµ...
Podemos aspirar a tener dones, pero es Dios quien decide si quiere dárnoslo o no. Esta soberanía de Dios nos descarga de cualquier tentación de
orgullo y al mismo tiempo del sentimiento de frustración, también nos libera de la búsqueda desenfrenada de ciertos dones, podemos orar al Señor y
luego pensar: ´Si he orado a Dios para que ÉL me dé los dones que ha reservado para mí, si estoy dispuesto a recibir cualquier don que Dios quiera
concederme, para que contribuya a su gloria, a la edificación de los demás y sea útil a la comunidad, mi corazón está tranquilo, Dios lo hará a su debido
momento.
En el cuerpo humano, la diversidad de funciones y la unidad están asociadas. A través de esta imagen el apóstol introduce la noción de organización: los
distintos dones no se ejercen de forma anárquica, están coordinados los unos con los otros y son interdependientes. La importancia de un don no se
mide por sus resultados visibles. (¡Cuantos órganos invisibles tienen una función primordial en nuestro cuerpo!).
Los complejos de inferioridad y de superioridad son los que dañan la armonía del crecimiento de la iglesia no permitiendo la ejecución de los mismos,
y dañando a aquellas personas con su desprecio. En cambio, la armonía se consigue cuando se da más honor a los que no tienen (v.24) y cuando se
comparten las penas y las alegrías de cada uno de los miembros.
Los dones recibidos, cualquiera sean estos son permanentes en la vida de cada cristiano. En Ro.12:4 Pablo establece la analogía entre el cuerpo físico
como clave hermenéutica para entender los dones del Espíritu. Si los dones espirituales son al Cuerpo de Cristo lo que las manos al cuerpo físico, no
hay duda alguna que una vez que se tiene un don, este se conserva. Podemos contar con ellos ya que nos ayudan a realizar planes en nuestro diario
vivir.
Con respecto a la controversia sobre los dones de milagros presentaré dos argumentos que enfatizan su permanencia.
1. En 1Co.13:8-12, la ciencia se pone al mismo nivel que las lenguas y la profecía. Este argumento se basa en la diferencia entre ´finalizarse, cesarµ y
´desaparecerµ para establecer una diferencia entre las dos clases de dones parece muy forzado, ya que el conocimiento es el don más apreciado.
El apóstol dice que solo conocemos parcial e imperfectamente. ´Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocidoµ (v.12), es decir,
cuando el Señor vuelva y le veamos ´cara a caraµ.
Aunque el v.8 anule las profecías, las lenguas y la ciencia, lo hace en el contexto de la venida del estado perfecto y por lo tanto, con la gloriosa venida de
Cristo que traerá consigo este estado. De esta forma jamás se conseguirá establecer un intervalo entre la abolición anunciada en el v.8 y la llegada de la
perfección del v.10.
2. El misionero actual que está en la obra pionera aún realiza la misma función que el apóstol Pablo. ¿Porqué tendría que tener menos necesidad que
él, de las señales y milagros para acreditar el evangelio en terreno virgen?. De hecho, la evangelización en la obra pionera ha sido frecuentemente
acompañada de manifestaciones del Espíritu.
3. Es necesario reconocer la absoluta soberanía de Dios: Él puede volver a dar ciertos dones donde y cuando Él quiera. Siempre los favores de Dios
son inmerecidos.
4. La historia nos enseña que los dones milagrosos de Dios no desaparecieron con el primer siglo, mas bien se han manifestado aquí y allá. En ninguna
parte de la Biblia se afirma que algún don haya desaparecido, ni que la necesidad de señales y milagros sólo existiera en los tiempos apostólicos. La
iglesia debe vivir en la esfera de lo sobrenatural. No se puede arbitrariamente distinguir entre dones ´normalesµ y ´sobrenaturalesµ, admitiendo que los
sobrenaturales eran el signo distintivo de los apóstoles. Según 1Co.12, los dones son concedidos al Cuerpo de Cristo de todos los tiempos.
Para culminar respecto a la permanencia de los dones, hago mía las palabras de K. Gangel: ´Prefiero dejar al Espíritu Santo la más grande amplitud
posible para que conceda en el Cuerpo de Cristo cualquier clase de don en cualquier tipo de período, tal como lo crea oportuno.µ
1. Los cristianos que conocen sus dones encuentran su lugar en la iglesia con más facilidad y desarrollan una autoestima sana. Aprenden que sea cual
sea su don, son importantes para Dios y para el Cuerpo. Los complejos de inferioridad desaparecen al comenzar a pensar de manera más sobria sobre
ellos mismos.
Las personas que conocen sus dones espirituales aman a Dios y aman a sus hermanos, se aman a sí mismos por lo que Dios les ha hecho ser. No están
orgullosos de sus dones sino agradecidos. Trabajan junto con sus hermanos en el Cuerpo en armonía y de modo eficiente.
2. El conocer los dones espirituales no sólo ayuda a los cristianos individualmente, sino ayuda a la iglesia en su conjunto. Efesios 4 nos dice que cuando
los dones espirituales están operando, todo el cuerpo madura. Ayudan al cuerpo a ´ser un varón perfectoµ no ya ´niños fluctuantes.µ (Ef.4:13-14.)
Cuando el Cuerpo funciona bien, concertado y unido...recibe su crecimiento para ir edificándose en amor (Ef.4:16).
3. Lo más importante es que conociendo los dones espirituales glorificamos a Dios. 1ra.de Pe.4:8-11 advierte a los cristianos que usen los dones
espirituales de la siguiente forma:
* Menciona estos dones en el marco de una exhortación al amor (v.8) que se manifiesta concretamente en la práctica de la hospitalidad (v.9).
* Relaciona los carismas a la multiforme gracia de Dios.
* Que somos administradores, gerentes de las gracias recibidas - esto nos recuerda las parábolas de los talentos y de las minas, y otras palabras de Jesús
(Lc.12:48b).
* Que Dios nos da las fuerzas necesarias para poder realizar el ministerio que nos confía.
* El objetivo final al usar estos dones es ´que en todas las cosas Dios sea glorificado por Jesucristoµ.
Kenneth Kinghorn, erudito metodista, describe los extremos con dos palabras: carismofobia y carismomanía.
Algunos que se dan cuenta de sus dones espirituales los usan para adquirir poder o ganar riquezas o vengarse o explotar a los otros creyentes.
Comentaré sobre estos los cuales considero muy extendidos y contraproducentes en el crecimiento de la iglesia.
1. Ensalzamiento de un don.
En algunos círculos es popular ensalzar un don por encima de los otros. El tener cierto don constituye como una especie de categoría especial en
algunos grupos, discriminando a aquellos creyentes que no lo tienen y categorizándoles como de segunda clase. Cuando esto ocurre, los dones pasan a
ser fines en sí mismos. Glorifican al que los usa y no al dador. Benefician al individuo, no al cuerpo. Producen orgullo y complacencia propia.
Es el síndrome que tiene aquella persona que quiere que los demás practiquen y ejecuten el don que él posee tal cual lo hace. Es decir, quiere que todo
el Cuerpo sea un ojo, e impone un sentimiento de culpa y vergüenza en otros cristianos poniendo en duda la sabiduría y soberanía de Dios e ideando el
intento de conformar a otros a su propia imagen.
Cada ser humano, por haber sido hecho a la imagen de Dios, posee ciertos dones espirituales y hay una evidente diferencia en los grados y variaciones
de los talentos naturales.
Los talentos son las características que identifican a cada persona en su personalidad. El tener talentos naturales no tiene nada que ver con ser cristiano
o miembro del cuerpo de Cristo. Muchos ateos tienen talentos naturales y son soberbios porque lo poseen, y los utilizan para fines propios y egoístas.
Los dones espirituales están reservados únicamente a los cristianos y no deben ser considerados como talentos naturales consagrados. Dios puede
tomar un talento natural de un no creyente y cuando éste entra en el Cuerpo de Cristo, lo transforma en un don espiritual. Pero incluso en un caso así
el don espiritual es algo más que un talento natural sobrealimentado, porque siendo dado por Dios, un don espiritual no puede ser la duplicación de
algo.
El fruto del Espíritu es el resultado natural, esperado del crecimiento del cristiano, su madurez, su asemejarse a Cristo, su plenitud en el Espíritu Santo.
Todos los cristianos tienen la responsabilidad de crecer en la fe, y en desarrollar el fruto del Espíritu.
El fruto no se descubre como los dones, sino que se desarrolla por medio del andar con Dios y cediendo al Espíritu Santo. Mientras que los dones
espirituales definen lo que el cristiano hace, los frutos del Espíritu ayudan a definir lo que el cristiano es.
El fruto del Espíritu es un requisito para el ejercicio efectivo de los dones espirituales. Los dones sin el fruto no valen nada, son como un neumático sin
aire. Mientras los dones son orientados a una tarea, el fruto es orientado hacia Dios.
Es primordial saber distinguir a los dones del Espíritu y los deberes cristianos. Los deberes son ligeramente distintos del fruto del Espíritu, lo cual
implica el ´hacerµ mas que ´el serµ. Ejemplificando puedo decir que el principal papel del cristianismo es la fe (Ef.3:17-19), y que sin ella es imposible
agradar a Dios (Heb.1l:6). En otras palabras, el estilo de vida de cristiano sin excepción debe ser caracterizado, día tras día, por la fe. Pero por encima
de esto, la fe es un don especial dado por Dios. Es decir, el don de la fe es mucho más que el fruto de la fe que vemos en los cristianos corrientes.
Existe el don de la hospitalidad, sin embargo todos tenemos ´el deberµ de hospedar a alguien en diferentes oportunidades.
La oración es un deber y un privilegio de cada cristiano. Este es otro de un deber cristiano. Uno no necesita el don de la intercesión para hablar con
Dios. De la misma manera, otros tienen el don de servir, pero todos los cristianos deben servir los unos a los otros (Ga.5:13).
Ahora bien, el hecho de no tener un don específico no es excusa para cometer permanentes pecados, ya que cada cristiano necesita estar preparado
para ejercer cualquier deber en el caso de necesidad o urgencia.
Satanás y sus demonios son imitadores y trabajan activamente en conjunto, oponiéndose a la obra del Señor. Jesús dijo: ´Porque se levantarán falsos
profetas, y harán señales y prodigios, de tal manera que engañarán , y si fuera posible, aún a los escogidos (Mt.7:22-23).µ
Satanás puede falsificar cada uno de los dones. Es un sobrenatural con poderes sobrenaturales. Usó su poder con los magos del faraón en Egipto (Ex.7-
8), y actualmente lo hace con por la clarividencia, brujería, etc. Pero siempre debemos tener en cuenta que Dios nos su misma autoridad por sobre toda
manifestación y argumento frontal y sutil del enemigo.
En el Antiguo Pacto, el Espíritu Santo era otorgado solamente a algunos hombres de Dios escogidos para llevar a cabo un ministerio u obra especial
(por ejemplo Ex.31:1-5). Otras veces llenaba y controlaba a un hombre de forma temporal. Pero en al Nuevo Pacto está eternamente con nosotros
(Jn.14:16). Todos hemos nacido del Espíritu (Jn.3:5-6). Este Espíritu debe mostrarse en nosotros por los frutos. Este Espíritu nos da los dones para el
servicio de Dios y los hemos recibido por parte de Dios (Ro.12:5). Ahora le pertenecemos a Cristo y somos reyes y sacerdotes (1Pe.2:9) así como
profetas (Hch.2:17-18) cumpliendo de esta forma el deseo de Moisés.
Es entonces que de ahora en adelante ya no necesitamos de ningún intermediario entre Dios y nosotros. La consecuencia de todo esto es la abolición
de la función sacerdotal bajo el Nuevo Pacto, y la unidad es una característica esencial del Cuerpo de Cristo trabajando juntos y sin divisiones con un
solo fin, ´Exaltar el Nombre de Cristo en todo el mundoµ.
Los dones que el Espíritu impartió son la riqueza de la iglesia, y son dados tanto para la edificación del Cuerpo de Cristo como para la evangelización
de los incrédulos. El ejercicio armonioso de los diferentes dones hace que cada iglesia disfrute de la vida abundante y crezca sin par.
Espero que el Señor nos haga escuchar lo que por vías distintas pero por sobretodo a través de su palabra que necesitamos de los dones para ser una
esposa blanca y perfecta del Señor Jesucristo.
Dado que hay imprecisión en las definiciones entre los distintos dones, debemos entonces contemplarlos como distintos colores de la paleta de un
pintor. Definiré y explicaré cada uno de ellos según su clasificación.
El don de Profecía
Definición: El don de profecía es la especial capacidad que Dios da a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo, de recibir y comunicar un mensaje
inmediato de Dios a su pueblo, por medio de una declaración divinamente ungida.
Pasajes bíblicos: 1Co.12:10,28; Ef. 4:11-14; Ro.12:6; Lc.7:26; Hch.15:32; 21: 9-11.
Explicación: El propósito esencial de la profecía es edificar, exhortar y consolar (1Co.14:3). El espíritu de la profecía es el testimonio dado a Jesucristo
(Ap.19:10). En algunas ocasiones, la profecía puede intervenir cuando se trata de designar a alguien para un ministerio o de precisar sus funciones
(1Ti.4:14).
En el Antiguo Testamento el profeta era el portavoz de Dios - como Aarón era el profeta de Moisés (Ex.7:1-2). En ocasiones, Dios les hablaba por
medio de visiones (Is.6:1; Jer.1:11-13; Zac.1:8...) Esta es la razón por la que el profeta era también llamado vidente (1S.9:9).
Otras veces Dios comunicó su pensamiento por medio de mensajes audibles (1S.3:4; Es.6:8; Jr.1:4.)
El ejercicio del don profético está directamente vinculado al derramamiento del Espíritu Santo (Jl.2:28-32; Hch.2:18).
En algunas ocasiones, la profecía está acompañada de visiones en el Nuevo Testamento como así sucedía en el Antiguo Testamento (Hch. 9:10;
10:3,10; 16:9) o de voces (2Co.12:4; Hch.27:33), pudiendo consistir en un conocimiento sobrenatural de cosas escondidas (Hch.5:1-11; 1Co.14:24-25;
Jn.4:19) o simplemente en un pensamiento, un consejo o un aviso inspirados por el Espíritu Santo de Dios.
´Cada cristiano es potencialmente un profetaµ, ya que en la Nueva Alianza se cumple el deseo de Moisés, el cual anhelaba ´que todo el pueblo de
Jehová esté compuesto de profetasµ, estando todos revestidos del Espíritu de Jehová (Nm.11:29).
El don de Apóstol
Definición: Es la capacidad especial que Dios da a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo que les permite asumir y ejercer liderazgo sobre cierto
número de iglesias con una autoridad extraordinaria en asuntos espirituales, que es reconocida y apreciada por estas iglesias.
Pasajes bíblicos: 1Co.12:28; 2Co.12:12; Ef.3:1-9; 4:11-14; Hch.15:1-2; Ga.15:1-2.
Explicación: El apóstol es la persona a quien Dios ha dado a los pastores y líderes de iglesia. Es la persona a quien estos van a pedir consejo y ayuda. Es
capaz de allanar enconos y traer la paz, encontrar la causa de lo que va mal, resolver los problemas.
Puede hacer demandas que parecen autocráticas, pero que son aceptadas de buena gana por los cristianos, porque le reconocen su don y la autoridad
que va con él. Tiene su visión bien enfocada y no se halla restringida por los problemas de una iglesia local.
Su autoridad apostólica: Tiene autoridad delegada por Cristo, reina sobre las potestades demoníacas (Hch.16:16-18) para liberar a los que están
encadenados por Satanás, para ata en el nombre de Cristo (Hch.5), para excomulgar (1Co.5:5; 1Ti.1:20) y readmitir en la iglesia (2Co.2:1-11), para
establecer diáconos y ancianos (Hch.6:6; 14:23; Tit.1:5), para conceder dones espirituales (Ro.1:11; 1Ti.3:14; 2Ti.1:6), para sanar y obrar milagros
(Hch.3:1-11; 9:32-34; 2Co.12:12).
Requisitos y signos del apostolado: Para ser apóstol, era necesario ser llamado por Dios (Ga.1:15), escogido y enviado por la iglesia local (Hch.13:1) y
reconocido por la iglesia general (Ga.2:7). A veces las pruebas del apostolado son: ´las señales, los prodigios y los milagrosµ por los que Dios manifiesta
su poder (Ro.15:18; 2Co.12:12), pero sobre todo, la eficacia del ministerio de la Palabra ´para conducir a los paganos a la obediencia de la fe.µ
Sus funciones: Ponía los fundamentos de las iglesias (1Co.3:10) y las edificaba (2Co.10:8; Fil.1:25); dirigía las iglesias ya establecidas, aún cuando estaba
lejos ( 1Co.7:17; 14:37; 16:1) y oraba por ellas (Ef.1:6; Fil.1:9; Col. 1:9). Los apóstoles se entendían entre ellos para establecer los límites de sus
actividades ( 1Co.16:12; 2.Co.10:13; Ga.2:7-9; Tit.1:5). Cada uno de ellos se esforzaba en descubrir nuevos siervos de Dios y ponerlos en el ministerio
(Hch.15:39; 16:1; Fil.2:22), coordinando sus actividades y enviándoles a donde creía necesario (Hch.19:22; Fil.2:25; Tit.2:12-13), volviéndolos a reunir
si tenía necesidad (Hch.20:17-38). Notemos que todas estas referencias no tienen que ver con los Doce, sino con Pablo o Bernabé. Estas funciones son,
pues, las de los apóstoles de todos los tiempos.
El don de Evangelista
Definición: El don de evangelista es una habilidad especial que Dios da a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo para compartir el Evangelio con los
no creyentes, en una manera que hombres y mujeres lleguen a ser discípulos y miembros responsables de la iglesia local.
Explicación: El evangelista según Bridge y Phypers ´actúa en el marco de una iglesia ya existente ´ pues es uno de los responsables de la iglesia que
tiene una especial preocupación por la salvación de los inconversos y la extensión de la obra de Dios. Puede ser también dotado para hablar en público
a ´los de afueraµ empleando su lenguaje para exponer el plan de la salvación en los ´mensajes de salvaciónµ o quizá alguien que tenga un corazón
ardiente por los perdidos y que posea una gran facilidad para establecer contacto personal que le rodean y que no conocen al Señor.
Además es un educador, ya que es el responsable de la formación de los miembros de la iglesia, aquel que les comunica su visión y sus métodos. ´Y él
mismo constituyó... a otros, evangelistas... a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio (Ef.4:11-12).
El don de Exhortación
Definición: El don de exhortación es una habilidad especial que Dios da a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo para ministrar palabras de ayuda,
consuelo, ánimo y consejo a otros miembros del Cuerpo, en tal manera que se sienten ayudados y sanados espiritualmente.
Explicación: Todos los creyentes son exhortarse mutuamente (Ro.15:14-16; Co.3:16; 1Ts.5:11). Encontramos por lo general la expresión ´los unos a
los otrosµ. Ese evidente que ciertos creyentes tienen más que otros, el don de ´hacerse escucharµ cuando dirigen alguna exhortación o palabra de
consolación. Este don se ejerce en los encuentros cristianos (Hch.11:23; 14:22; 15:32) o en las charlas de ´relaciones de ayudaµ (Hch.20:31).
El apóstol Pablo se apoyó para exhortar sobre lo que Dios hizo por nosotros en Jesucristo. Él exhortaba reconfortando, consolando, animando y
llamando a una vida digna del Evangelio. Lo hacía con amabilidad, honestidad y humildad.
Las Epístolas nos brindan las condiciones de una buena exhortación, estas son:
Estar ´llenos de bondadµ respecto a la persona con la que hablamos, ´llenos de conocimientoµ, tanto del plan de Dios como del alma humana
(Ro.15:14-16), estar familiarizados con ´la Palabra de Cristo en toda su riqueza... en toda sabiduríaµ (Col.3:16) para edificar al otro (1Ts.5:11). La
exhortación puede también tener la forma de una solemne advertencia (1Ts.5:14;: 2Ts.3:15) o de una reprensión fraternal (Mt.18:15; 1Ti.5:20;
Tit.2:15). Se trata a veces de corregir o enderezar a los que contradicen (2Ti.2:25) o convencerles (2Co.5:11) ´con toda dulzuraµ (o paciencia) y
doctrinaµ (2Ti.4:2).
El don de exhortación es acreditado por sus frutos: aquel que es exhortado acepta la advertencia o las palabras de ánimo como si vinieran del Señor, es
convencido como por una fuerza superior y se esfuerza en cambiar su comportamiento.
El don de Enseñanza
Definición: El don de enseñanza es una habilidad especial que Dios da a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo para comunicar importante
información que tiene que ver con la salud y ministerio del Cuerpo y sus miembros, en una forma que otros aprenden.
Pasajes bíblicos: 1Co. 12:28; Ef. 4:11-14; Ro. 12:7; Hch. 18:24-28; Hch. 20:20-21.
Explicación: Este don consiste en presentar la verdad de forma sencilla, de modo que los que escuchan puedan asimilarla. ´Complicar lo que es
sencillo está al alcance de todos, pero hacer comprensible lo que es difícil, es una característica que sólo encontramos en los buenos maestrosµ. Esto
implica en primer lugar, una asimilación personal de la verdad por parte del maestro; después, una selección de la materia para poder retener los
elementos que corresponden a las necesidades y al nivel de aquellos a los que se enseña; seguidamente, una reestructuración de esta materia,
ordenándola de forma lógica y fácil de memorizar; y finalmente, la elección de los medios de comunicación y, eventualmente, las ayudas audio-visuales
necesarias y apropiadas al auditorio.
El buen maestro se preocupará constantemente de ´reanimar el donµ que ha recibido, aprovechando todos los medios pedagógicos y técnicos puestos a
disposición. Es muy importante que la iglesia no confunda nunca técnica y don: el hecho de que alguien tenga una buena formación pedagógica no
implica necesariamente que tenga el don de enseñar, así como tampoco el hecho de que posea una vasta erudición significa que sabe comunicar las
verdades indispensables.
El don de enseñanza viene en muchas variedades. Algunos los tienen para enseñar a los niños, otros a los jóvenes, y otros a los adultos. En cambio hay
otros que lo poseen para enseñar en situaciones particulares, uno a otro, como Pablo con Timoteo, o Priscila y Aquila con Apolos (Hch.18:26).
Este don puede ser usado para la enseñanza a través de la radio o la televisión. Algunos enseñan a laicos o miembros de la iglesia, otros enseñan a
profesionales. Generalmente las personas que poseen este don son pacientes con sus estudiantes y ocupan mucho de su tiempo deleitándose
estudiando las lecciones a dar.
El don de Pastor
Definición: El don de Pastor es una habilidad especial que Dios da a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo para asumir una responsabilidad personal
de largo alcance para bienestar espiritual de un grupo de creyentes.
Explicación: El pastor es la persona responsable bajo Jesús, que es el pastor principal, de enseñar, alimentar, curar las heridas, desarrollar la unidad,
ayudar a la gente a hallar sus dones, y hacer todo lo necesario para que continúen en la fe y en el crecimiento de su vida espiritual. Un típico pastor
tiene una necesidad elevada de contacto con las personas y está centrado en ellas. Este don puede ser dado a hombres y mujeres según la cultura en la
que se necesite y tenga mayor efecto. No es necesario tener ´el cargoµ de pastor para poseerlo.
Según la Biblia el pastor tiene la función esencial de ´pastorear la iglesia de Diosµ (Hch.20:28), ´no por fuerza, sino voluntariamente, no por ganancia
deshonesta sino con ánimo pronto, no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la greyµ (1Pe.5:2-3). Esto
comprende también el velar para evitar divisiones y herejías (Hch.20:28-32). Sus principales tareas son:
Pero esto exige una gran dedicación dado que hoy hay drogadictos, prostitutas, mendigos, etc. y es necesario poseer una infraestructura para poder
acogerlos y la colaboración de muchos miembros de la iglesia.
El don de Conocimiento
Definición: Este don también llamado don de ciencia es la habilidad especial que Dios da a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo para descubrir,
acumular, analizar y aclarar información e ideas, las cuales son pertinentes al crecimiento y bienestar del Cuerpo.
Pasajes bíblicos: 1ª Co. 2:14; 12:8; Hch. 5:1-11; Col. 2:2-2; 2ªCo.11:6.
Explicación: Se trata de un conocimiento intuitivo y sobrenatural de los hechos del mundo invisible o visible, conocimiento que es inaccesible por las
vías naturales. Los profetas parecían poseer un ojo suplementario que les permitía ver más allá de las realidades perceptibles. Este don es precioso para
poder ayudar a otros, haciendo un diagnóstico exacto, pero puede ser confundido con la clarividencia, por lo que debe ser usado con mucha sabiduría.
El don de conocimiento, también puede tener relación con el conocimiento de las relaciones existentes entre distintos aspectos de la revelación y con
volver a descubrir verdades olvidadas. Además enseña una visión clara de la doctrina bíblica, desvelándose el sentido de los textos difíciles y
mostrándole aquellos acercamientos que iluminarán los puntos oscuros. También transmite estas intuiciones y visiones a la asamblea.
El don de Sabiduría
Definición: El don de sabiduría es una habilidad especial que Dios da a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo para percibir al Espíritu Santo en una
forma en que pueda recibir conocimiento profundo, y poder dar ´sabiduríaµ, que pueda ser aplicada en la mejor manera en necesidades específicas en
el cuerpo de Cristo.
Explicación: La sabiduría de Dios es ´infinitamente variadaµ (Ef.3:10), emana de Cristo, en el que están escondidos ´Todos los tesoros de la sabiduría y
de la cienciaµ (Col.2:3), ella se nutre de la palabra de Cristo y a la vez depende de ella (Col.3:16), comprende la sabiduría práctica en el
comportamiento de los creyentes hacia los que no lo son (Col.4:5).
En resumen, se trata de una ´aplicación de la verdad de Dios a los problemas actualesµ, de una inspiración que busca fundamentar en el conocimiento
de la Palabra de Dios, en la experiencia y en la intuición inmediata, dando el consejo que permitirá desbloquear una situación, orientar una vida hacia la
voluntad de Dios, evitar un conflicto o un fracaso.
El don de servicio
Definición: El don de servicio es una habilidad especial que Dios da a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo para reconocer las necesidades no
satisfechas, en una tarea relacionada con la obra de Dios, y el usar los recursos disponibles para satisfacer esas necesidades y ayudar a alcanzar las metas
deseadas.
Pasajes bíblicos: 2ª Ti. 1:16-18; Ro. 12:7; Hch. 6:1-7; Tit. 3:14; Ga. 6:2-10
Explicación: Se llama también el don de diaconado, ya que proviene del verbo ´diakonosµ (siervo).
En el Nuevo Testamento los diáconos eran designados par servir en las mesas (Mr.1:31; Lc.10:40; Hch.6:1), la recolecta de fondos (Ro.15:25;
2ªCo.8:19); ´el servicio de los santosµ (1Co.16:15; Ap.2:19).
El don de servicio se dirige más a una institución y sus objetivos que a una persona en particular. Aquel que lo posee tiene una serie de habilidades y
talentos que pueden ofrecer cuando aparece la necesidad. Por lo general no se lo ve en el púlpito sino que trabaja en silencio. (1Co.12:22).
El don de Ayuda
Definición: El don de ayuda es una habilidad que Dios da a ciertos miembros del cuerpo de Cristo para invertir los talentos que ellos tienen en la vida y
ministerio de otros miembros del Cuerpo, permitiendo así a las personas ayudadas, a aumentar la efectividad de su propio don espiritual.
Explicación: Este don se distingue del simple servicio que se espera de todos por la eficacia de la operación realizada, por el gozo con que se realiza y
sobre todo, por los talentos espirituales que produce: consuelo y ánimo para los que han sido ayudados y acciones de gracias para Aquel que inspiró
esta ayuda (2ªCo.9:12-14). Este don es tan ´espiritualµ como cualquier otro, incluso en el caso de que se limite a lo material.
Este don puede hacer referencia al tesorero de la iglesia o los que se ocupan de los aspectos jurídicos o administrativos de la comunidad. Por lo general
los pastores y ministros de la Palabra descargan las tareas administrativas y de toda índole sobre aquellas personas que posean este don. Puede
extenderse este don a las áreas de la vida material del hombre: la nutrición, el vestido, el alojamiento, el cuidado de su salud, el trabajo, etc.
Las instituciones misioneras funcionan gracias a las personas que ponen su don de ayuda al servicio de ellas.
Definición: El don de la habilidad manual es el don que Dios da ciertos miembros del Cuerpo de Cristo para crear con sus manos.
Explicación: Dios con concedió este don a Bezaleel: ´lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría, y en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para
inventar diseños. Dios pone el espíritu creativo en una persona para realizar todo tipo de trabajos manuales que sean útiles para su obra. Es quizá un
don natural. Alguien dijo: ´hay personas que tienen la inteligencia en los dedos.µ
Este don puesto al servicio de Dios y ´animado por el Espírituµ puede llevar frutos espirituales. Puede prestar servicios especiales en el contacto con los
inconversos: costuras, reparaciones gratuitas, confecciones de regalos ´hechos a manoµ, etc.
El don de Repartir
Definición: El don de repartir es una habilidad especial que Dios da a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo para contribuir de sus propios recursos
materiales a la obra del Señor, haciéndolo con gozo y liberalidad.
Explicación: El que posee este don distribuirá lo que pueda con gozo, sintiéndose como si estuviera impulsado por una voz interior. Cuando se separa
de una parte de sus bienes, no lo hace con tristeza, sino con el sentimiento de cumplir el propósito de su vida ² de la misma manera que el artista que
pinta o que toda un instrumento o el profeta que transmite la Palabra de Dios. El que tiene este don busca las ocasiones de dar con el mismo celo que
otros tienen para pagar sus deudas y compromisos. Otra característica de este don es la sabiduría en el empleo que hace de sus bienes ya que es sensible
a la guía de Dios para dar en el momento oportuno la cantidad necesaria sin que lo sepan las demás personas (Mt. 6:1-4).
El don de la misericordia
Definición: El don de misericordia es una habilidad especial que Dios da a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo para tener una genuina compasión y
simpatía por las personas, sean cristianos o no, quienes están sufriendo dolor físico, mental o problemas emocionales, y el poder transferir esa
compasión en obras de gozo que reflejen el amor de Cristo y alivien al doliente.
Explicación: Los miembros que poseen este don se ponen en el lugar de los que generalmente se dejan de lado: enfermos, débiles, ancianos,
deprimidos, presos... Parece como si fueran atraídos por los que los demás desprecian, como si se vieran atraídos a ocuparse de ellos, a darles
testimonio del amor del Señor que llena sus corazones.
El don de hospitalidad
Definición: El don de hospitalidad es una habilidad que Dios da a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo para proveer una casa abierta y una calurosa
bienvenida para aquellos que tienen necesidad de comida y alojamiento.
Explicación: Ejercer la hospitalidad es poner al servicio de los otros el don que se ha recibido: el don de tener un hogar y de poder acoger en él a otros.
El don de hospitalidad consiste en saber pasar por encima de la falta de educación de las personas acogidas, las molestias, los trabajos suplementarios,
el ser solicitados frecuentemente, sin ser afectados por ellos y sin que la amabilidad con la que recibimos los huéspedes quede maltrecha.
El don de Liderazgo
Definición: El don de liderazgo es la habilidad especial que Dios da a ciertos miembros del cuerpo de Cristo para establecer metas de acuerdo con el
propósito de Dios para el futuro, y el comunicar esas metas a otros de tal modo que ellos trabajen juntos voluntariamente y en armonía para alcanzar
esas metas para la gloria de Dios.
Explicación: La cualidad que tienen las personas que poseen este don es que los siguen gustosamente. Los líderes dotados ni manipulan ni coercen.
Generan la confianza en los demás que ellos saben a donde van y cual es le próximo paso a dar. Son personas calmas. Saben lo que hay que hacer y
saben que no pueden hacerlo sin apoyo. Así que desarrollan la habilidad de delegar o transferir responsabilidades a los otros. Poseen una gran
humildad y mucho tacto, realzan a los demás, animan a los tímidos, refrenan a los que tienen una fuerte personalidad y hacen una síntesis de las
opiniones que se han expresado motivando a que tomaren decisiones concretas. Este don es importante a todos los niveles de la iglesia: escuelas
dominicales, grupos de jóvenes, evangelización, actividades sociales, misiones...
El don de Fe
Definición: El don de fe es una habilidad especial que Dios da a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo para discernir con extraordinaria confidencia la
voluntad y el propósito de Dios sobre el futuro de Su obra.
Pasajes bíblicos: 1 Co. 12:9; Hch. 11:22-24; 27:21-25; Heb. 11; Ro. 4:18-21.
Explicación: La fe de la que trata el apóstol Pablo en 1Co.12:8 no es de la fe que salva (Ef.2:8-9), sino de aquella de la que hablaba el Señor a sus
discípulos cuando les reprochaba no haber sabido echar fuera el demonio del joven lunático. ´Si tuvieres fe como un grano de mostaza, diréis a este
monte: Pásate de aquí a allá, y se pasará; y nada os será imposibleµ (Mr.17:20). El Señor les repite estas mismas palabras cuando los discípulos se
asombran de que la higuera que había sido maldecida la víspera se hubiera secado (Mr.11:23). Jesús añade que es necesario no dudar en el corazón,
sino creer que lo que se ha pedido.
Llevando esta enseñanza a la práctica podemos decir que la gente con el don de fe están interesados más bien en el futuro que en lo ya acontecido. Son
pensadores positivos, centrados en objetivos, les hacen frente a las circunstancias, los sufrimientos y las adversidades. Confían que Dios puede mover las
montañas, como lo enseñó e indica 1Co.13:2. Siempre desean proyectarse y permanecen inmutables ante el ridículo y la crítica, sin dudar un momento.
También se irritan en gran manera a veces por las críticas. No se pueden comprender porqué se les critica puesto que tienen una seguridad completa
de que hacen la voluntad de Dios. Interpretan las críticas que se les hacen como críticas que no están de acuerdo con ellos.
Tienen grandes reservas de valor, porque sienten en lo profundo que están en asociación con Dios. Los llaman visionarios, soñadores o promotores y
ven donde Dios quiere que ellos vayan, aunque, de momento, no tengan idea de cómo van a llegar allí.
El don de Sanidad
Definición: El don de Sanidad es una habilidad especial que Dios da a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo para servir como intermediarios
humanos a través de quienes Dios se complace en sanar enfermedades y restaurar la salud sin contar con la ayuda de cosas naturales.
Explicación: Las tres veces en las que Pablo habla del don de sanidades (1Co.12:9,28,30), lo hace con un doble plural: los carismas de sanidades. Esta
expresión ha sido interpretada de distintas formas: cada sanidad sería un don particular, o bien se trataría de los diferentes aspectos el hombre (espíritu,
alma y cuerpo) que tienen necesidad de ser sanados, o de diversas clases de enfermedades, o de distintas formas de sanidades (oración con imposición
de manos o con unción de aceite, o por un enfermo ausente...)
Algo que debemos entender es que el don de sanidad no da a la persona poder sobrenatural sobre la enfermedad. La persona es simplemente un cauce
por el cual Dios obra cuando quiere sanar. No se lo puede manipular, pero si la oración es hecha con fe y está en la plena voluntad suya de sanar, esto
ocurrirá felizmente.
El don de Milagros
Definición: Es una habilidad especial que Dios da a ciertos miembros de Cristo para servir como intermediarios humanos a través de quienes Dios se
complace como hechos que cambian el curso ordinario de la naturaleza.
Explicación: Como lo indica la definición la expresión emerge de ´emergemata dunameonµ, significa operaciones espectaculares, actos poderosos,
obras milagrosas. Estos dones están vinculados a los dos precedentes y conceden a los que reciben la facultad de producir toda clase de obras
sorprendentes ² diferentes sanidades, cambios en la naturaleza ² destinadas a apoyar el efecto de la Palabra de Dios.
Dios utiliza a la persona que posee el don y de esta forma muchas veces trae esperanza a los corazones que ya no la tienen.
Definición: El don de discernimiento de espíritus es una habilidad especial que Dios da a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo para saber con
seguridad si cierto comportamiento que se supone ser de Dios, es en realidad divino, humano o satánico.
Explicación: Este don tiene una estrecha relación con la profecía ya que cuando un profeta da solución a una situación actual de la iglesia, el que tiene el
don de interpretación espiritual nos da el modo de empleo, las indicaciones y contraindicaciones.
Este es un don que puede que no sea ejercido con frecuencia. Los que lo tienen pueden incluso ser renuentes a usarlo, porque requiere mucho valor.
El don de discernimiento puede operar en varios niveles. El más evidente es la habilidad de conocer que actos al parecer buenos son en realidad la
obra de Satán.
Otro nivel es el de discernir cuando un hermano o hermana hace algo por motivos piadosos o carnales. Un nivel tercero implica la habilidad
sobrenatural de distinguir la verdad del error, aún cuando los motivos parecen rectos.
El don de Lenguas
Definición: Es don de lenguas es la capacidad especial que Dios da a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo) A(de hablar a Dios en un lenguaje que
nunca han aprendido y) B(de recibir y comunicar un mensaje inmediato de Dios a su pueblo por medio de una declaración divinamente ungida en un
lenguaje que nuca han aprendido.
Pasajes bíblicos: 1 Co. 12:10, 28; 14:13-19; Hch. 2:1-13; 10:44-46; 19:1-7; Mr. 16:17.
Explicación: La primera variedad del don de lenguas podría llamarse ´lenguas privadasµ, la segunda ´lenguas públicasµ.
Las lenguas privadas se llaman a veces ´lenguaje de oraciónµ, esto es debido a que Pablo afirma que este don debe ser usado en ´hablar para sí mismo y
para Diosµ.
Ahora bien, las lenguas: ´permiten a nuestros espíritus comunicarnos directamente con Dios por encima y más allá del poder de comprensión de
nuestras mentes. Las lenguas liberan el Espíritu de Dios dentro de nosotros. Permiten al espíritu tomar un lugar de ascendencia sobre el alma y el
cuerpo. Y las lenguas cubren nuestras necesidades de un nuevo lenguaje para la adoración, plegaria y alabanza.µ
Lo mejor que se puede decir es simplemente que las personas que no se expresen de esta forma no significa que no tienen al Espíritu Santo en sus
vidas, sino que no tienen el don de lenguas.
Definición: El don de interpretación de lenguas es una habilidad especial que Dios da a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo para dar a conocer en
el idioma conocido por todos, mensaje del que habla en lenguas.
Explicación: Las lenguas públicas están íntimamente relacionadas con el don de interpretación. Sin interpretación este don es inútil y no tiene parte en
la iglesia (ver 1Co.14:27-28).
Cuando alguien da un mensaje en lenguas en público, inmediatamente interpretan lo que el Espíritu dice a su iglesia, pero otras veces sucede que aquel
que dio la Palabra de Dios en forma pública también interpreta el mensaje y lo da a conocer al Cuerpo de Cristo.
El Don de Administración
Definición: El don de administración es una habilidad especial que Dios da a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo para comprender claramente las
metas de largo y corto plazo de una unidad específica del Cuerpo de Cristo, y el diseñar y ejecutar los planes para alcanzar esas metas.
Explicación: También es llamado ´don de gobiernoµ en las antiguas versiones. La palabra griega para administración es ´timonelµ. El timonel es la
persona encargada de llevar el barco a su destino. El timonel está entre el dueño del barco o patrón y la tripulación. El patrón hace las decisiones
básicas con respecto al propósito del viaje, a donde va el barco, que hará cuando llegue allí, etc. El timonel debe hacer las decisiones necesarias para
resolver los problemas cuando aparecen de modo que los objetivos se cumplan y el barco llegue donde quiere al patrón.
Los pastores que tienen el don de administración pueden hacer que la organización de una iglesia vaya en carrera. Pero, los pastores que no disfrutan
en esto, no tienen porqué desesperarse, ya que Dios puede haber dado este don a personas de su iglesia, estas pueden ser secretarias o secretarios según
el caso.
El Don de Celibato
Definición: El don de celibato es una habilidad que Dios da a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo para permanecer sin casarse y no sufrir
tentaciones sexuales a causa de ello.
Explicación: Este don consiste para aquellas personas que siendo solteras, Dios los ha constituido de tal forma que permaneciendo solteros pueden
realizar su voluntad de la mejor forma en sus vidas.
En el texto bíblico, Pablo habla de su propio estado de célibe y lo llama ´carismaµ un don espiritual.
Definición: El don de la pobreza voluntaria es la capacidad especial que Dios da a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo de renunciara las
comodidades materiales y el lujo y adoptar un estilo de vida personal equivalente el de aquellos que viven en la pobreza en una sociedad dada, a fin de
servir a Dios del modo más efectivo.
Explicación: Probablemente todo aquel que tiene el don de la pobreza voluntaria tiene también el don de dar. Sin embargo, no todos los que tienen el
don de dar tienen el de la pobreza voluntaria.
El uso del adjetivo ´voluntarioµ es importante aquí para separar a aquellos que tienen el don de aquellos que son pobres por circunstancias sociales que
no pueden modificar.
El Don de Martirio
Definición: El don de martirio es una capacidad especial que Dios da a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo de aceptar sufrimiento por la fe, y aún la
muerte, sin dejar de mostrar una actitud gozosa y de victoria, que da gloria a Dios.
Explicación: El martirio expresado en las palabras: ´aunque diera mi cuerpo para ser quemadoµ en realidad es mucho más que morir por la fe. Es una
actitud hacia el sufrimiento y la muerte que es excepcional. Por lo general el cristiano corriente no acepta el sufrimiento, la persecución, o la tortura;
pero la persona que posee este don preferirá sufrir y morir antes que aceptar una posibilidad de escape para conservar su vida. Repito, solo algunos
poseen el don de martirio.
El don de Misionero
Definición: El don de misionero es la capacidad especial que Dios da a algunos miembros del Cuerpo de Cristo para ministrar con otros dones que
también puede tener en una segunda cultura.
Explicación: Este es un don que parece estar escondido porque no hay ningún libro sobre dones espirituales que discuta o aún lo reconozca como un
don. Una razón para explicarlo es quizá que no está descrito explícitamente como un don espiritual es la Biblia, como la mayoría de los otros, aunque
aparece en un pasaje bíblico que es bastante claro una vez que ha sido explicado.
Las personas con el don de misionero no sólo disfrutan con el contacto con otras culturas, sino que hacen un proceso de socialización que se llama
´transculturalizaciónµ de un modo más preciso. Disfrutan con la novedad de vivir en una cultura diferente y aún cortar los lazos que les unen a su
primera cultura durante un período largo. Es natural que haya molestias iniciales (incluso el agua, el clima, el alimento, los insectos, etc.) pero acaban
haciéndose inmunes a todos ellos. Aprenden el lenguaje más rápidamente que los que no tienen el don. Pronto recogen los modismos populares, las
inflexiones de la voz, la música del habla, el lenguaje de los gestos, cosas que no se pueden aprender por medio de libros. Y sobre todo, son aceptados
al final como ´uno de ellosµ.
El Don de Exorcismo
Definición: El don de exorcismo es la capacidad especial que Dios ha dado a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo de echar demonios y espíritus
malos.
Explicación: Aunque el don de echar fuera demonios es uno de los que no son mencionados en la Biblia específicamente como un ´carismaµ hay
abundante evidencia que estaba operando en el Nuevo Testamento y en nuestro mundo contemporáneo.
Es razonable creer que el discernimiento-exorcismo es otro de los dones. Parece que operaban juntos cuando el apóstol Pablo, por ejemplo, se molestó
con la joven de Filipos que persistía diciendo ´Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de la salvaciónµ. Estas
palabras en sí no parecen malas. Pero, Pablo pudo discernir que se trataba de un espíritu malo hablando a través de ella, por lo que echó al espíritu (ver
Hch. 16:16-18).
El Don de Intercesión
Definición: El don de intercesión es una habilidad que Dios da a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo para orar por períodos largos de tiempo en
forma regular y el ver frecuentemente contestación específica a sus oraciones a un grado mucho más grande del que se espera de otros creyentes sin
este don.
Explicación: Como la intercesión no es ampliamente aceptada como un don, muchos cristianos no la reconocen cuando aparece. Si la oración es tan
importante como pensamos, encuentro curioso que las iglesias no den empleos, adscriptos al personal de la iglesia, para que se entreguen a la
intercesión; personal que trabajaría específicamente en la intercesión. El pasar mucho tiempo en oración de un modo regular está más allá de las
posibilidades de los cristianos que no tienen este don. Pero, para los que lo tienen es lo más agradable del mundo.
Definición: Los dones musicales son una habilidad que Dios da a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo para componer cánticos de alabanza bajo la
inspiración el Espíritu Santo.
Explicación: La música no se menciona entre los dones espirituales en el N.T., sin embargo, se cita a menudo en el A.T., y en la Epístola a los Efesios;
los cánticos y los himnos aparecen como manifestaciones de la plenitud del Espíritu.
Bajo el Antiguo Pacto David era a la vez profeta, poeta y músico. No obstante el Señor nos dice que compuso sus cánticos bajo la inspiración del
Espíritu Santo (Mr.12:36). En los Salmos, exhorta al pueblo de Dios a alabar a Jehová por medio de un cántico nuevo (Sal.33:3), con acompañamiento
de trompetas, laúdes, arpas, instrumentos de cuerdas y flautas (Sal.150:3-4). Durante el reino de David 4.000 levitas tenían la función principal de alabar
a Jehová con sus instrumentos (1Cr.23:5; cf.15:22;16:5-6; 25:1-7; 2Cr.9:10-11; Neh. 12:46).
Los dones que Dios daba para la alabanza concernían el canto (1Cr.15:19), la dirección de coros (15:22; Neh. 12:46), tocar los instrumentos (1 Cr.
15:20-21; 2 Cr. 29:26), la composición de melodías y poemas (1 Cr. 29:30), y la construcción artesanal de instrumentos musicales (2 Cr. 7:6).
El elemento más importante del culto cristiano es el canto colectivo. Un canto armonioso nunca es producto de la casualidad, sino que proviene de la
feliz conjunción de los dones de Dios y de la participación humana. Dios es el que da voces bonitas y precisas, es el que da también los dones de
dirección coral, el amor a la música y la ilusión para aprender nuevas canciones. Pero todos estos dones se cultivan y se perfeccionan al ejercitarlos. Los
dones de solistas (vocales o instrumentales) pueden contribuir también a la edificación o a la evangelización.
En cuanto al acompañamiento instrumental diré que saber tocar un piano es un talento natural que el Espíritu Santo puede santificar y usar ´para
provecho comúnµ, pero un buen pianista no es necesariamente una buena persona para acompañar. El acompañamiento exige una adaptación de la
técnica pianística, mucha humildad (para ´acompañarµ sin dominar ni lucirse) y sensibilidad musical para adaptar su acompañamiento al estilo
particular de cada cántico. Si este don no es valorado en la iglesia, acabará desapareciendo, y el culto se empobrecerá.
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