Você está na página 1de 2

Norma lingüística

Variedades del español

A pesar del vasto dominio geográfico en el que se habla, el castellano mantiene una
fuerte unidad; no obstante, presenta distintas variedades dialectales: los llamados
dialectos históricos y los dialectos actuales.

Los dialectos históricos son variedades derivadas directamente del latín y


simultáneas al castellano primitivo que no se convirtieron en lenguas propiamente
dichas, sino que fueron absorbidas por lengua castellana. Son básicamente dos: el
asturleonés y el aragonés. El asturleonés surge en el antiguo reino de León; de él
hoy perviven algunos rasgos fónicos y morfológicos de carácter arcaizante, distribuidos
en Asturias, centro y oeste de Cantabria, León y Zamora. En la actualidad, la Academia
de la Llingua Asturiana reconoce el asturiano, o bable, y fomenta su uso en la
enseñanza y en ciertos ámbitos públicos. Como rasgos significativos destacamos el
cierre de la vocal final de palabra (comió > comiú), la pronunciación de los grupos -as,
-áis y -an como -es, -éis, -en (las vacas > les vaques) y la pronunciación de la l- inicial
como ll- (lobo > llobu). El Aragonés que fue, juntamente con el catalán, la lengua de la
corte de la corona de Aragón hasta la llegada de Fernando el Católico, se conserva en
algunos valles pirenaicos y sólo en algunos rasgos; no obstante, entidades como el
Consello d’a Fabla Aragonesa abogan por su protección y recuperación.
Sus rasgos significativos son la evolución del grupo -kt- latino intervocálico a -it-
(pectum > peito), la l- inicial se transforma enll- (luna > lluna) y la conservación de los
grupos latinos pl-, cl- y fl- (flama).

En el castellano actual se distinguen dos variantes dialectales los dialectos


septentrionales, próximos a la norma, y los dialectos meridionales, más
diferenciados.
El andaluz, el extremeño, el murciano y el canario son los dialectos meridionales del
castellano..
El andaluz, hablado en las ocho provincias andaluzas, no es homogéneo sino
que presenta diversas variedades. Se pueden establecer dos zonas la occidental y la
oriental. Sus rasgos principales son el ceceo (pazar por pasar), el seseo (casar por
cazar), la pérdida de -d y -r al final de sílaba (bondá), la utilización en algunas
provincias del ustedes por vosotros (ustedes vais) y el cambio de la -l- por -r- arma por
alma).
El extremeño tiene rasgos similares al andaluz, se diferencia en el cierre de la vocal
final (benditu) y en el uso del sufijo -ino.
El murciano tiene influencias del mozárabe, del catalán, del aragonés, del andaluz y del
valenciano. Se habla en Murcia, y en parte de Alicante y Albacete Como rasgos
característicos destacan la palatalización de la l- inicial (llengua), el uso del sufijo –ico
(pajarico) y el mantenimiento del grupo -ns- como en aragonés (ansí por así).
El canario presenta caracteres similares al andaluz y al español de América, sobre todo
en el acento. Como rasgos propios destacan el uso del ustedes por vosotros con verbos
en tercera persona, el uso del pretérito perfecto simple en vez del compuesto (fui por he
ido) y léxico procedente de los guanches (baifa por cabra).
La norma lingüística
Es el conjunto de usos que la comunidad hispanohablante se ha ido dando a sí
misma, a lo largo de los siglos, estimándolos preferibles a otros que también eran
posibles.

Así, lo «regular» sería decir andé (como amé) y jugo (como sufro); pero nuestros
antepasados prefirieron anduve y juego (por motivos que ahora no interesan), y
éstas son las formas que quedaron incorporadas a la norma de la lengua española.
De igual modo, decimos actriz (y no actora), y undécimo (y no decimoprimero).

El conocimiento y la sujección a la norma (fonética, morfológica, léxica y


sintáctica), tanto si es única como si posee variantes admitidas por las personas
instruidas de un determinado territorio, es lo que proporciona al idioma
su corrección. El ignorarla o no obedecerla produce la incorrección idiomática, y
es causa de muchos vulgarismos.

Você também pode gostar