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Amigos de Darshan y queridos discípulos míos, este mensaje es una reflexión personal sobre
lo he qué he aprendido acerca de nuestra sociedad moderna, y nuestro modelo educativo. Es
alentador siempre encontrar una razón más para esforzarnos cada día por enseñar una
verdadera educación que despierte valores de respeto y amor en nuestra comunidad;
formando seres integrales, sabiendo que esto se logra cuando se sirve mejor. Todos
queremos progreso en este mundo, es algo natural para el ser, queremos progreso en la
belleza, en la salud, en el prestigio, en la sociedad, en la vivienda, en nuestra educación. Y
así, cuando uno quiere una posición superior comienza la lucha en el mundo, cada uno
mirando quién alcanza más rápido esas metas. Esto abre la puerta a la competencia y
generalmente a una competencia desigual, una competencia que penetra el mundo entero,
penetra en los medios políticos, financieros, artísticos y crea una atmósfera despiadada.

En este mundo no es importante lo que tú sabes, sino a quién conoces y debido a esto en este
mundo se están transando favores entre uno y otro, o tratando injustamente a los menos
favorecidos, la suma total del asunto se llama: El mundo moderno. Cuando uno tiene algún
éxito en este medio, cuando logra algo armonioso, es casi seguro que se olvida su propósito
sincero y se convierte en un objeto irreal rodeado de falsas adulaciones; si eres una figura
pública pierdes su sencillez, ya nadie te puede hablar, sino tiene un nivel de elite específico.
Los ricos sólo se quieren relacionarse con los ricos en una sociedad de clases donde dominan
los complejos de superioridad e inferioridad en medio de una tremenda influencia de
antipatías, prejuicios (y a veces simpatías), todo esto mezclado en relaciones poco sinceras.
¿Qué hacer al respecto? Los Maestros del Yoga nos han dado las pautas: Srila Prabhupada,
por ejemplo, valientemente hizo frente a las circunstancias del mundo actual y denunció las
elites falsas mostrando lo peligroso que son la riqueza, las desviaciones sexuales, la fama y el
poder, además nos explicó que un amigo verdadero es aquel que es humilde, incondicional y
constante. Un buscador de la verdad debe ser capaz de manejar un millón de dólares y seguir
viviendo como una humilde persona, sin cambiar su estilo de vida a una vida de comodidad El
mundo se distingue entre enriquecimiento ilícito y licito, el primero ganarse el dinero a costa de
los demás y bajo una presentación falsa; y el segundo es trabajar muy duro, no
decepcionando a los demás. Ese tipo de riqueza puede ser en verdad lícita. De igual forma
esto en realidad solamente es aplicable las personas en su vida privada familiar porque para
un verdadero monje renunciante o practicante monástico, existe un voto de pobreza, pues no
tienen bienes personales y de esta forma siempre son bendecidos por Dios mismo. Ellos, por
ejemplo, dedican sus vidas a servir en los más lindos lugares que son ofrecidos al mundo
como ³los destinos de la sabiduría védica´. Son tan lindos, y agradables, y además en ellos
siempre se disfruta ricos alimentos vegetarianos y se goza de la compañía de las personas
más amables y amigables, que siempre nos enriquecen con mensajes de amor y respeto por
todo el mundo. Así, en contraste con este mundo, podemos encontrar personas que buscan el
bien de todos, dan refugios a todos, y nos enseñan a dar amor, dar amor y dar amor, esa es la
filosofía. Nosotros hemos tomado esto como visón y misión, en un intento de compartir la
solución que Srila Prabhupada nos trajó a occidente para aliviar estos problemas. De esta
manera tenemos la tarea de abrir centros culturales dedicados a enseñar una filosofía de
respeto, amor y unión (algo que comúnmente no se enseña en las universidades), donde sólo
exista una competencia sana por ser mejor para servir mejor, así iniciamos este mensaje y lo
terminamos acá, donde nos replanteamos a quienes servimos y como lo hacemos, puesto que
nunca será igual la cantidad que la calidad. Es mejor dedicar tu vida a una cusa justa que a
una idea vana y cambiante. Esta es mi gran invitación para cada uno de ustedes. Con mucho
aprecio para cada uno me despido. Su amigo de corazón Swami B. A Paramadvaiti


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