Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
evaluación del estado de desarrollo y bienestar del niño y descubrir cualquier manifestación
de desviación de lo normal en la forma o en la función que pudiera requerir un tratamiento
inmediato o en un periodo más tardío. También proporciona un punto de partida con que
poder valorar el progreso y con el que establecer comparaciones en ulteriores exámenes,
incluido el que se hará al dar de alta el niño del centro maternal.
Inspección general: debe incluir una valoración completa del crecimiento y nutrición
prenatales del niño con una valoración del grado de madurez alcanzada. Después de esto,
debe procederse a un examen mas sistemático de las regiones del organismo y de los
diversos sistemas.
Postura: el recién nacido sano, cuando descansa en posición supina, suele adoptar una
flexión parcial de brazos y piernas y tener la cabeza ligeramente vuelta hacia un lado. Aún
sin pañales, que las mantengan separadas, las articulaciones de la cadera están
parcialmente en abducción. Si se le vuelve a decúbito prono, la flexión de las extremidades
se hace más marcada, de modo que las nalgas están elevadas y las rodillas sostienen, en
gran parte, el peso de la porción inferior del cuerpo. La cabeza está vuelta hacia un lado. El
movimiento es mas evidente en la cara y extremidades. Hay que observar si existe
asimetría, movimientos no usuales o falta de movimientos.
· Piel: la inspección del niño bebe continuarse con la observación del color de la piel, con
particular referencia a la palidez, cianosis, hemorragias, ictericia, erupciones o manchas
de nacimiento.
Vernix caseosa: esta es una sustancia gris secretada por las glándulas sebáceas
fetales y que desaparecen en el curso de unos días si no es eliminada con el baño
Lanugo: es un vello perceptible, fino, escaso, que es mas manifiesto en niños con
pelo moreno.
Descamación: sucede algunas veces poco después del nacimiento, mas marcada en
manos y pies. La piel de los niños de bajo peso para su edad gestacional es a menudo seca
y escamosa.
Pelo: gran parte del pelo del cuero cabelludo presente en el nacimiento puede caer
durante las primeras semanas de la vida. Raras veces persiste el color exacto del cabello de
las primeras semanas.
Color: el color de la piel cambia muy rápidamente según los cambios del flujo
sanguíneo en los capilares cutáneos. La vasoconstricción causa palidez; la vasodilatación,
enrojecimiento, y el enlentecimiento de la circulación periférica, cianosis. Los cambios no
son siempre uniformes.
Arlequín: en ocasiones aparece un cuadro clínico llamativo en una mitad del cuerpo,
por ejemplo, el lado derecho enrojecido y el lado izquierdo blanco. Esto se conoce como el
“signo de arlequín” y carece de significado.
Las manchas azules son zonas de pigmentación azul profunda en las nalgas y dorso que se
ven en las razas de piel oscura.
Erupciones: la piel del recién nacido se irrita fácilmente por un gran número de
agentes físicos y químicos. En consecuencia, son frecuente las erupciones, pero suelen ser
pasajeras y no siempre es fácil identificar la causa específica. La urticaria neonatorum, a
veces llamada impropiamente eritema toxicum es una erupción corriente que se ve en la
primera semana de vida. Recuerda una urticaria papular y consiste en zonas moteadas de
rojo con una pápula central en relieve, pálida y que puede percibirse por el dedo. No se trata
de un proceso infeccioso y no requiere tratamiento. No debe confundirse también con las
pústulas cutáneas estafilocócicas.
Las nalgas son asiento frecuente de eritema, que generalmente ocurre por el contacto intimo
con las deposiciones húmedas del pañal. En los casos graves puede haber ulceración de la
piel. Tales lesiones se observan menos en los niños alimentados al seno. el eritema y la
ulceración son mas marcados en la parte mas prominente de las nalgas y falta en la zona
perianal inmediata a diferencia de la infección moniliasica que se propaga hacia afuera
desde el ano.
Fosita sacrococcígea: otro hallazgo corriente en esta zona es una fosa sacrococcígea, que es
un pequeño seno, cuyo fondo puede verse separando la piel. No es necesario mas
tratamiento que mantener la higiene local. Hay que distinguir éste estado simple de las
formas mas profundas del seno pilonidal situadas mas allá del sacro. Estas hay que
examinarlas cuidadosamente, pues pueden comunicar con la teca
Oídos: se debe hacer revisión de los conductos auditivos externos y observar el tipo de
desarrollo y posición de los pabellones auriculares.
Cara: las modificaciones de las características faciales según las circunstancias raciales y
familiares hacen aconsejable ver a los padres y hermanos antes de decidir si la fascies de
un niño es anormal.
La expresión de la cara puede ser una guía útil del estado general de un niño y, por tanto,
interesa observarla. La experiencia pronto enseña a diferenciar el niño irritable hiperactivo
del gravemente enfermo.
Ojos: son difíciles de examinar. El futuro color de los ojos no puede ser establecido al
nacimiento, pues todos los niños tienen un iris azul grisáceo. Los movimientos no están
completamente coordinados y, por tanto, es posible un estrabismo transitorio. Raras veces
hay lágrimas y una secreción ocular suele indicar cierto grado de irritación conjuntival o de
bloqueo del conducto nasolagrimal. Las pequeñas hemorragias subconjuntivales
desaparecen sin tratamiento. En el nacimiento hay visión aunque limitada. El examen
oftalmoscópico en el recién nacido es difícil y requiere habilidad y experiencia no solo en la
técnica, sino también en la interpretación de los hallazgos. Las cataratas son difíciles de
identificar en el nacimiento si no están bien formadas.
La longitud de la fisura palpebral varía, pero solo es anormal cuando no permite que
los párpados se separen suficientemente para que la pupila dilatada quede por completo al
descubierto.
Nariz: la comprobación de la permeabilidad de ambas vías aéreas nasales debe formar parte
del examen rutinario del recién nacido y de por si corroborada inicialmente al momento del
nacimiento por penetración de la sonda de aspiración. Puede verificarse posteriormente
asegurándose que la boca esté cerrada y luego ocluyendo el orificio nasal de cada lado por
turno. Una ligera retracción de la pared torácica puede ser causada por un paso estrecho de
las vías nasales, pero un distress y retracción importantes indican un bloqueo de las vías
respiratorias.
Boca: debe observarse primero el desarrollo mandibular, con particular referencia a un
hipodesarrollo o una gran asimetría.
Las ampollas por succión en los labios pueden ser aceptadas como normales y
aparecen especialmente en niños alimentados al pecho.
El tórax: comenzar con una valoración general de su forma, tamaño, simetría y movimiento.
La palpación del abdomen, del recién nacido requiere de paciencia y tacto delicado.
El hígado, es normalmente palpable en el epigastrio y el borde puede ser palpado alrededor
del reborde costal derecho en la línea axilar interna, en la inspiración. El bazo, cuando está
agrandado, se presenta mas lateralmente que en el niño mayor y su punta señala mas hacia
el lado izquierdo que al flanco derecho. La posibilidad de palpar la punta del bazo en la
inspiración profunda no siempre constituye una indicación de anormalidad, pero debe ser
siempre considerada junto con otros hallazgos. Los riñones, durante el 1° o 2° día, antes que
el intestino esté completamente distendido, ambos pueden ser fácilmente palpables y se
necesita tener experiencia para decidir si están agrandados o no. Pasado el 3° día, solo es
palpable el polo inferior de los riñones a no ser que están agrandados o el abdomen mas
blando de lo corriente. La vejiga, es un órgano abdominal en el recién nacido, y es
fácilmente palpable cuando está llena. No debe ser palpable después que el niño ha
orinado. El pulso femoral, debe ser incluido en el examen físico la palpación de ambas
arterias y la comparación de la sincronización del choque del pulso con el percibido en la
arteria radial en la muñeca.
Miembros: tras el examen de la parte anterior del tronco, deben ser examinados los
miembros, prestando atención a las longitudes relativas de los segmentos superiores e
inferiores y comparando ambos lados.
Los dedos, de las manos y los pies deben ser contados y separados para descubrir la
presencia de membranas. Hay que palpar los dedos para comprobar el número de falanges e
inspeccionar las uñas.
Las palmas y las plantas, nos informará acerca del aspecto y la forma de los surcos (pliegue
simiano?). Es necesaria la impresión de las plantas para poder ver con exactitud el tipo de
dermatoglifos, indispensable en la identificación legal de los recién nacidos.
Luxación de la cadera, en el examen original puede encontrarse que una cadera esté
en posición luxada sin que se aplique una presión. Tal situación es siempre anormal. En la
luxación verdadera la abducción en la articulación de la cadera afectada está limitada y la
dificultad en la abducción de una cadera a 80° siempre debe hacer sospechar una luxación
congénita.
La espalda: después que el niño ha sido colocado en posición prona, hay que proceder a la
inspección y palpación minuciosa de la espalda, incluyendo las nalgas y el surco interglúteo.
Deslizando hacia abajo un dedo apoyado sobre las apófisis espinosas de las vértebras, a
menudo es posible descubrir mas fácilmente anormalidades de la columna vertebral que por
inspección visual. El examen del tórax es completado con la auscultación de los pulmones en
el plano posterior.
La postura: una vez completado el examen anatómico, hay que prestar atención al aspecto
de la postura y movimientos del niño, la cual puede ser usado como medio de valorar su
conducta y funciones motrices. En publicaciones mas especializadas se puede encontrar una
detallada descripción de las técnicas requeridas para una evaluación neurológica completa
del recién nacido. No obstante, todo examen rutinario debería incluir un examen neurológico
más somero del siguiente tipo:
Suspensión ventral, antes de dejar al niño echado, hay que examinar la posición que
adopta cuando se le sostiene en suspensión ventral. La columna y los miembros están
normalmente flexionados, pero puede haber una momentánea extensión del cuello.
La respuesta del hociqueo, se provoca tocando la mejilla del niño, siendo reacción
normal de un niño hambriento y activo volverse ávidamente hacia el lado estimulado en
espera de encontrar el pezón o la tetina.
Los movimientos oculares, si los movimientos de los ojos son visibles, cuando el
niño gira la cabeza puede observarse un movimiento de los ojos en dirección opuesta. Esto
se ha llamado fenómeno del ojo de muñeca.
El reflejo glabelar, un ligero golpe en la raíz de la nariz produce un giro de los ojos.
La respuesta individual de cada niño a las pruebas indicadas depende de un gran número de
factores, que incluyen el grado de vivacidad, hambre, alegría o frustración. Al interpretar los
resultados hay que tener presentes estos factores y el significado de la ausencia de la
respuesta esperada será comprobado por estimulación repetida en circunstancia mas
favorables
Bibliografía
Craig´s. Care of The Newly Born Infant. A. J. Keay and D. M. Morgan. Livinstone Edinburgh.
London and New York. 111:144. 1984