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UNIVERSIDAD ALAS PERUANAS

Dirección Universitaria de Educación a Distancia

Maestría en Derecho Civil

Trabajo Individual Nº 1

COMENTARIOS AL ARTÍCULO:
“EL DAÑO AL PROYECTO DE VIDA EN LA
DOCTRINA Y LA JURISPRUDENCIA
CONTEMPORANEA”

Docente: Mg. Daniel Morán Salazar

PRESENTADO POR:

Ninamango Jurado, Marco A. 2009204526


UNIVERSIDAD ALAS PERUANAS
Escuela de Post Grado
Maestría Virtual Derecho Civil
“Año de la Investigación Científica UAP”
DERECHO DE LAS PERSONAS
TRABAJO SEMANAL N° 1
I UNIDAD

Semana: 1
Ciclo: III
Curso: Derecho de las Personas
Docente Mag. Daniel Moran Salazar
Alumno: Marco Ninamango Jurado
Código: 2009204526
Unidad Descentralizada: Lima

Análisis del artículo:


“El daño al Proyecto de vida en la doctrina
y la jurisprudencia contemporánea”
Dr. Carlos Fernández Sessarego, Revista ADVOCATUS Nº 20 pp. 179-217.

En el Capítulo I, el Dr. Fernández Sessarego hace un resumen de su conocida posición


respecto a la institución del daño al proyecto de vida señalando que “es una modalidad
del genérico daño a la persona”; y que esa institución surge “a nivel de la doctrina en
la década de los ochenta del siglo XX”. Asimismo, señala que el concepto de daño a la
persona había nacido en Francia y posteriormente desarrollado en Italia, “como la
natural consecuencia de la concepción del ser humano como un ser en libertad”.

Asimismo en el Capitulo XIII señala cuales son los fundamentos dentro del
ordenamiento legal peruano que amparan al “daño al proyecto de vida”:
• El artículo 3 de la Constitución que protege los intereses existenciales de las
personas y su dignidad.
• El artículo 1985 del CC, en donde se prescribe que hay que reparar las
consecuencias generadas del daño a la persona. Señalando el Dr. Sessarego que
el daño a la persona se refiere al daño “tanto a su cuerpo como a su psique. (…)
y dentro del genérico daño a la persona se incluye el daño al proyecto de vida”.
• El artículo 5 del CC referido a la irrenunciabilidad de los derechos civiles como
a la integridad física, a la libertad, al honor, etc.

Respecto a los párrafos precedentes es importante mencionar que para el Dr. Sessarego
y los defensores del llamado “daño a la persona”, la misma que comprende a las
especies conocidas como daño al bienestar, daño al proyecto de vida y daño moral; en
donde el primero consiste en un daño que los sujetos padecen en su actividad diaria; el
segundo, repercute en su libertad impidiendo el cumplimiento de su destino; y el
tercero, consiste en el padecimiento o sufrimiento psíquico que experimenta el sujeto.
Frente a esta posición se alza otra, que como consecuencia de la filiación francesa1 de la
responsabilidad civil, claramente “distingue entre daño material y daño inmaterial o
moral. Entendiendo este último, en un sentido comprensivo de todas las situaciones que
afectan en los derechos de la personalidad”2. Por lo que comparto la opinión del Dr.
Fernando de Trazegnies respecto a que en el artículo 1985 del Código Civil vigente
nunca debió incluirse el llamado “daño a la persona”.

En el Capítulo II, el Dr. Fernández Sessarego amplía su punto de vista respecto a la


institución del “daño al proyecto de vida” señalando que el más grave daño que se
puede causar a la persona es aquel que repercute de modo radical en su proyecto de
vida, es decir, aquel acto dañino que impide que el ser humano se realice
existencialmente”.

Es importante señalar algunos aspectos que podrían generar distorsiones, desigualdades


y abusos en la aplicación del daño al proyecto de vida:
• Es obvio que el Dr. Sessarego logro trasplantar la doctrina italiana del “daño a la
persona” convirtiéndola en norma, sin tener en cuenta que bastaba con regular el
daño moral, institución que se caracteriza por su amplitud; y así evitar las
1
El Dr. Fernado de Trazegnies señala que “fueron los franceses lo creadores de la expresión daño moral
con una referencia amplia a todo daño patrimonial (…) lesión corporal, daños que afectan al honor, a la
reputación o a la familia, a la libertad personal, violación de domicilio o de un secreto, dolor sufrido por
los padres, parientes o cónyuge, en caso de muerte de la víctima”. Tomado del libro escrito por Fernando
de Trazegnies: “La responsabilidad Civil Extracontractual”, T. II, Biblioteca para leer el Código Civil
Vol. IV, PUCP, 1990, p. 109.
2
Tomado del articulo “El daño moral y el daño al proyecto de vida. ¿En qué se diferencian?”. Dialogo
con la Jurisprudencia N° 109, Octubre 2007, p. 119.
distorsiones que se dan hoy en día, como en la sentencia3 emitida por el Juez del
54 JCL, que obliga a la UNMSM a pagar por concepto de daño emergente, lucro
cesante, daño moral y daño a la persona, el monto de S/. 317,050.00, a alguien
que fue cesado por dos años y siete meses y que ya fue reincorporado.
• ¿Qué es el proyecto de vida? ¿Cómo entenderlo? ¿Se pueden cuantificar? ¿Las
personas tenemos un proyecto o varios proyectos de vida? ¿Los seres humanos
tenemos metas fijas y preconcebidas? ¿Pueden ser similares los proyectos de
vida del hijo de un obrero y del hijo de un banquero? ¿Las expectativas y sueños
de los seres humanos siempre pueden ser postergados o frustrados por los
eventos dañosos? Todas son preguntas que el legislador debería haber intentado
responder antes de aprobar un articulo tan controvertido como el 1985 del CC.
De la jurisprudencia Italiana traemos a colación el “caso Gennarino”4, que nos
muestran hasta donde pueden llegar los partidarios del “daño al proyecto de
vida”: El Tribunal de Milán dictamino que los daños a la integridad física
sufridos por el hijo de un modesto obrero tenían que ser cuantificados
asumiendo que, en el futuro, la victima iba probablemente a desempeñar el
mismo trabajo que su progenitor. La reparación se calculo, teniendo en cuenta el
oficio y la remuneración percibida por el padre de la víctima.

En los capítulos IV y V nos explica como la institución del daño al proyecto de vida ha
sido desarrollada y aplicada en la Jurisprudencia de la CIDH. Señala el Dr. Sessarego
que la primera sentencia de la CIDH que analiza el daño al proyecto de vida es la del
caso María Elena Loayza Tamayo, en donde la Corte concluye que “reconoce la
existencia de un grave daño al proyecto de vida de María Elena Loayza Tamayo
derivado de la violación de sus derechos humanos”. Asimismo la Corte señala que “el
daño al proyecto de vida, implica la pérdida o el grave menoscabo de oportunidades de
desarrollo personal en forma irreparable o muy difícilmente reparable”. La CIDH no
estableció ningún tipo de indemnización por el llamado daño al proyecto de vida.

No hay ninguna duda que con esta sentencia la CIDH otorgo un reconocimiento a la
institución del “daño del proyecto de vida”, opinión con la cual discrepamos. En todo
caso la CIDH al señalar que el Estado Peruano había sido responsable de causar un

3
Expediente N° 12389-2006-54JECL.
4
Dialogo con la Jurisprudencia N° 104, Gaceta Jurídica, Lima, 2007, p. 85.
grave menoscabo al llamado proyecto de vida de María Elena Loayza Tamayo, debió
establecer alguna forma de reparación no monetaria, como lo hizo en el caso Luis
Alberto Cantoral Benavides: “estima la Corte que la vía mas idónea para restablecer el
proyecto de vida de LACB consiste en que el Estado le proporcione una beca de
estudios superiores, con el fin de cubrir los costos de la carrera que la victima elija”.
Hasta la fecha la CIDH, a pesar de haber reconocido la existencia del llamado daño al
proyecto de vida, en ningún caso se ha pronunciado – pensamos con prudencia y buen
criterio - respecto a su cuantificación.

Finalmente, es importante señalar que en la Jurisprudencia peruana, los jueces con


alguna frecuencia están reconociendo – desde nuestro punto de vista equivocadamente –
a la institución del daño del proyecto de vida, causando distorsiones que harían que la
administración de justicia asimile imprudentemente y peligrosamente elementos del
derecho común anglosajón, en donde la prioridad la encontramos del lado de la sanción
pecuniaria.

Para culminar describiremos un caso real las graves consecuencias que acarrea el
reconocimiento del daño al proyecto de vida. Doña Frida Fabiola Salinas Janssen5
interpone demanda de divorcio por separación de hecho contra su esposo. El Juez de
primera instancia sentencia declarando fundad la demanda y señalando una
indemnización por daños al proyecto de vida por la suma de $ 100,000 dólares. La
Corte Superior confirma la sentencia, pero revoca el extremo indemnizatorio,
estableciéndola en la suma de $ 30,000 dólares americanos. ¿Es un monto razonable
para nuestra realidad? ¿Por qué en una aplastante mayoría de casos, donde encontramos
mujeres maltratadas, violadas, golpeadas y abandonadas en estados realmente
calamitosos, los montos indemnizatorios no llegan ni al 10% del monto arriba
mencionado? Una de las finalidades de la jurisprudencia es la de sentar precedentes que
ayuden a los jueces a tomar decisiones que amparen y protejan a la inmensa mayoría de
personas que acuden a la administración de justicia para la solución de sus conflictos; y
no la de amparar y proteger a los casos individuales y extremadamente particulares que
se presenten.

5
Casación N° 3973-2006-Lima.

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