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Carrera de Notariado
Trabajo Práctico de
Integrantes:
Introducción………………………………………………………………
Pág.4
Las Garantías
Mobiliarias………………………………………………….Pág.13
Conclusión………………………………………………………………
…Pág.18
Bibliografía………………………………………………………………..
.Pág.19
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Los bienes en el Derecho Internacional Privado
1
El estudio del régimen de los bienes en el orden internacional
comprende tanto a las entidades corpóreas o materiales que ocupan un lugar en
el espacio, que tienen aptitud para cambiarlo como los "muebles" o que
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FELDSTEIN DE CÁRDENAS. Derecho Internacional
Privado. Parte Especial. Editorial universidad. Pág. 229.
permanecen inmutables como los "inmuebles". Los bienes pueden ser objeto de
regulación desde una doble perspectiva: considerados en forma aislada o bien
como integrantes de un patrimonio, esto es, de forma uti singulis (considerados
en su individualidad) o uti universitas (patrimonio o universalidad). Esta
distinción conlleva criterios reguladores diversos: el de pluralidad, conforme con
el cual habrán de aplicarse tantas leyes como lugares ocupen los bienes, o bien,
el de unidad, según el cual se aplicara una única ley, tal como ocurre con la
sucesion mortis causa, la quiebra o el régimen patrimonial matrimonial, entre
otros.
Resulta incuestionable el interés estatal en el régimen a aplicar en materia
de bienes, sean estos inmuebles o muebles. Los primeros, debido a que los
territorios estatales sobre los cuales ejercen los Estados su dominio eminente y
su poder soberano están constituidos por el conjunto de los bienes inmuebles, y
los segundos, dada su creciente importancia e incidencia en las economías
nacionales, regionales e internacionales.
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En lo que refiere a la relación de las cosas con el Derecho Internacional
Privado y la ubicación de la ley aplicable, se utiliza la expresión estatuto real o
estatuto patrimonial, tal como lo señala Beatriz Pallarés. “Tradicionalmente, la
expresión “estatuto real” se utiliza para referirse al derecho nacional aplicable a
las cosas consideradas individualmente “. Es la determinación del estatuto real es
que interesa para determinar y resolver las cuestiones que se relacionan con
situaciones internacionales que involucran los bienes.
2
ROBERTO RUIZ DIAZ LABRANO. Derecho
Internacional Privado. Fondo Editorial. Pág. 584.
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Los bienes en el Código Civil
Los bienes están regulados en el libro IV, título I, capítulo I, del Código
Civil disponiendo:
Art.1872: Se llaman cosas en este Código, los objetos corporales susceptibles de
valor. Art.1873: Los objetos inmateriales susceptibles de valor e igualmente las
cosas, se llaman bienes. El conjunto de los bienes de una persona, con las deudas
o cargos que lo gravan, constituye su patrimonio.
Art.1874: Son inmuebles por naturaleza, las cosas que se encuentran por sí
inmovilizadas, como el suelo, y todas la partes sólidas o fluidas que forman su
profundidad, todo lo que está incorporado al suelo de manera orgánica, y todo lo
que se encuentra bajo el suelo sin el hecho del hombre.
Art.1875: Son inmuebles por accesión las cosas muebles que se encuentran
realmente inmovilizadas por su adhesión física al suelo, con tal que ésta
adhesión tenga carácter de permanencia.
Art.1876: Son también inmuebles las cosas muebles que se encuentran puestas
intencionalmente por el propietario como accesorios para el servicio y
explotación de un fundo, sin estar adheridas físicamente.
Art.1877: Son inmuebles por su carácter representativo los instrumentos
públicos donde constare la adquisición de derechos reales sobre bienes
inmuebles, con excepción de la hipoteca.
Art.1878: Son cosas muebles las que pueden transportarse de un lugar a otro, sea
moviéndose o por sí mismas, sea que solo se muevan por una fuerza externa, con
excepción de las que sean accesorias a los inmuebles.
Art.1879: Son también muebles todas las partes sólidas o fluidas del suelo,
separadas de él como las piedras, tierras o metales, las construcciones asentadas
en la superficie del suelo con un carácter provisional, los tesoros, monedas y
otros objetos que se hallen bajo el suelo (…)
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Bienes materiales de existencia física o corpóreos
La palabra bien significa en derecho susceptible de valor, y cuando
hablamos de bienes corporales, nos referimos a sólo una parte de ellos. 3 Así los
bienes en derecho pueden ser corporales e incorporales, los primeros son
aquellos de que los romanos decían qui tanqui possunt que pueden ser tocados
por los sentidos, como un cuadro, una casa, un libro, etc., y los incorporales que
son los que carecen de cuerpo, de apariencia sensible. Son los derechos,
usufructo, una hipoteca, un crédito.
Modernamente se ha destacado que sólo los derechos deberían ser
considerados bienes para la ciencia jurídica, ya que las cosas en si mismas no
podrían ser bienes si no en cuanto pudieran servir de sustento o derechos sobre
las mismas. Se reconoce, que una conclusión tal, sería extremada. En efecto:
1) La naturaleza intrínseca de las cosas influye sobre su aptitud para servir
de diferentes derechos.
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RAMÓN SILVA ALONSO. Derecho Internacional Privado.
Intercontinental Editorial. Asunción- Paraguay. 2002. Pág. 252
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posesión, enajenabilidad absoluta o relativa y a todas las relaciones de derecho
de carácter real de que son susceptibles.
El precepto específico, en cuanto a su calidad, en cuanto a su posesión,
enajenabilidad absoluta o relativa, y todas las relaciones de carácter real; en
cuanto a su calidad: muebles o inmuebles, según la misma ley de situación,
igualmente en lo referente a la posesión y a la enajenabilidad, que se rigen por la
ley de situación. Ello es natural. Un bien situado en el país que se encontrara
fuera del comercio según la ley local, no se concibe que pueda ser gobernado por
otra ley que diera como resultado de que el mismo de halla en el comercio.
Pero además, todas las relaciones de carácter real de que pudieran ser
susceptibles, los bienes se encuentran sometidas a la ley del lugar de situación.
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La situación del bien en sí mismo no es más que un dato, una conexión
que ubica una cosa -un bien- en un determinado lugar, que en el caso del DIPr,
se refiere a la ubicación territorial, que representa en este caso la soberanía que
el Estado ejerce sobre todo bien ubicado en su territorio, sometiendo en principio
toda relación, vínculo jurídico o situación jurídica a las leyes del ordenamiento
jurídico del territorio estatal.
El que nos refiramos a un estatuto real, es la consecuencia directa de los
principios de soberanía que se impusieron acompañando la conformación del
Estado, que en un principio imponía la territorialidad absoluta en la aplicación
de la ley.
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ROBERTO RUIZ DIAZ LABRANO. Derecho
Internacional Privado. Fondo Editorial. Pág. 585.
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para adquirirlos es juzgada por la lex fori, y la de obrar o de ejercicio, por la
ley de domicilio de las personas (Art. 11, 12 y 14 del C.C.P).
Art. 11. La existencia, el estado civil, la capacidad e incapacidad de
hecho de las personas físicas domiciliadas en la República, sean nacionales o
extranjeras, serán juzgados por las disposiciones de éste código, aunque no se
trate de actos ejecutados o de bienes existentes en la República.
Art. 12. La capacidad e incapacidad de hecho de las personas físicas
domiciliadas fuera de la República, serán juzgadas por las leyes de su
domicilio, aunque se traten de actos ejecutados o de bienes existentes en la
República.
Art. 14. La capacidad e incapacidad para adquirir derechos, el objeto
del acto que haya de cumplirse en la república y los vicios sustanciales que
éste pueda contener, serán juzgadas para su validez o nulidad por las normas
de éste Código, cualquiera sea el domicilio de sus otorgantes.
En cuanto a la enajenabilidad se refiere el Art. 1896 del Cód. Civil,
indica que se encuentran dentro del comercio las cosas cuya enajenación no
este expresamente prohibida, o no dependiese de una autorización pública, en
tanto el Art. 1897 aclara que las cosas pueden estar fuera del comercio por su
inajenabilidad absoluta o relativa.
Son absolutamente inajenables las cosas cuya venta o enajenación fuere
expresamente prohibida por la ley y las cosas cuya enajenación se hubiere
prohibido por actos entre vivos o disposiciones de última voluntad, en cuanto
el código o la ley permitan tales prohibiciones. En tanto que son relativamente
inajenables las que necesitan una autorización previa para su enajenación
como en los casos en que la ley impone si ciertas condiciones para su
enajenación, como la autorización para disponer de un bien inscripto como
bien de familia o la situación de los incapaces que requieren autorización
especial.
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DIEGO P. FERNÁNDEZ ARROYO. Derecho Internacional
Privado de los Estados del MERCOSUR. Zavalia. Editor. Buenos
Aires- Argentina. Pág. 875.
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FELDSTEIN DE CÁRDENAS. Derecho Internacional
Privado. Parte Especial. Editorial universidad.
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La operatividad de los principios jurídicos sobre los que el legislador
nacional basa su derecho material y sirven de soporte a sus decisiones de
política legislativa solo es posible mediante un régimen de” uniformidad”, que
es proporcionado por la regla lex rei sitae de un modo automático.
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ROBERTO RUIZ DIAZ LABRANO. Derecho
Internacional Privado. Fondo Editorial. Pág. 592.
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sobre la legislación aplicable al acto jurídico por el cual una persona se torna
propietario o dueño de la cosa.
Los bienes como consecuencia de su traslación pueden encontrarse con
nuevas
normas, que podrían ser diferentes de las que anteriormente gobernaban
aquellos bienes y que de ser aplicables pueden afectar derechos adquiridos por
los titulares de los bienes. De ahí que el código disponga que los derechos
adquiridos bajo el imperio de la primitiva ley no sufran menoscabo alguno por
la translación de los bienes a otro lugar.
La segunda parte del artículo establece: Sin embargo, los interesados
están obligados a llenar los requisitos de fondo y forma exigidos por la ley del
lugar de la nueva situación para la adquisición y conservación de tales
derechos. Tratándose de bienes muebles puede exigirse su registro o anotación
en determinadas oficinas, debiendo el titular cumplir con tales requisitos.
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cambio operado y antes de llenarse los requisitos referidos, prevalecen sobre
los del primer adquirente.
El Art. 2067 dispone “El que de buena fe adquiere la propiedad de una
cosa mueble gravada con derechos de un tercero, en la creencia de estar libre
de todo gravamen, produce la extinción de esos derechos. No se extinguirán
los derechos del tercero, si en la época en que debió tomárselos en
consideración, no tenía buena fe el adquirente.
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Bienes en la República y actos jurídicos en el extranjero.
De acuerdo a las reglas relacionadas a los actos jurídicos, todo lo
relacionado a las relaciones de carácter personal y formal del acto serán
regidos por el lugar de celebración, pero las referidas a los bienes situados en
la República , no podrán afectar ni modificar las normas previstas para la
enajenación del bien ni las restricciones que por normas imperativas estén
previstas, en otras palabras, todo lo relacionado a las restricciones o
formalidades especiales para la disposición o transferencia, son regidos por
nuestras leyes, si el bien se encuentra situado en el Paraguay.
El Art. 24 del Cód. Civil dispone: Los actos jurídicos celebrados en el
extranjero, relativos a inmuebles situados en la República, serán válidos
siempre que consten de instrumentos públicos debidamente legalizados, y sólo
producirán efecto una vez que se los haya protocolizado por orden de juez
competente e inscripto en el registro público.
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de por entender que los derechos creditorios están situados en el lugar de su
cumplimiento.
"Art. 30. — El cambio de situación de los bienes muebles no afecta los
derechos adquiridos con arreglo a la ley del lugar donde existían al tiempo de
su adquisición. Sin embargo, los interesados están obligados a llenar los
requisitos de fondo o de forma exigidos por la ley del lugar de la nueva
situación para la adquisición o conservación de los derechos mencionados".
"Art. 31. — Los derechos adquiridos por terceros sobre los mismos bienes, de
conformidad a la ley del lugar de su nueva situación, después del cambio
operado y antes de llenarse los requisitos, priman sobre el primer adquirente".
Estos dos últimos preceptos, de evidente utilidad práctica, procuran dar certeza
respecto a la ley aplicable, dando solución a algunos de los supuestos de los
denominados cambios de estatutos, en la terminología tradicional, o conflictos
móviles, en la formulación actual.
El tratado de 1940
"Art. 32. — Los bienes, cualquiera que sea su naturaleza son
exclusivamente regidos por la ley del lugar en donde están situados, en cuanto
a su calidad, o su posesión, su enajenabilidad absoluta o relativa, y a todas las
relaciones de derecho de carácter real de que son susceptibles". Tanto la
formulación del principio rector como el alcance son mejorados por el
convencional, procurándose una redacción mas precisa para contribuir a su
acabada interpretación.
"Art. 33. — Los derechos sobre los créditos se reputan situados en el lugar en
donde la obligación de su referencia debe cumplirse. Si este lugar no pudiera
determinarse al tiempo del nacimiento de tales derechos, se reputaran situados
en el domicilio que en aquel momento tenia constituido el deudor. Los títulos
representativos de dichos derechos y transmisibles por simple tradición, se
reputan situados en el lugar donde se encuentran". Cabe señalar que en la
primera parte de la disposición se reproduce lo establecido en el artículo 29 del
Tratado de 1889. Sin embargo, resultan innovadores los principios
establecidos en materia de derechos creditorios y de títulos representativos de
tales derechos. Ello resulta loable.
"Art. 34. — El cambio de situación de los bienes muebles no afecta los
derechos adquiridos con arreglo a la ley del lugar en donde existían al tiempo
de su adquisición.
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embargo, los interesados están obligados a llenar los requisitos de fondo y de
forma exigidos por la ley de la nueva situación, para la adquisición o
conservación de tales derechos. El cambio de situación de la cosa mueble
litigiosa operado después de la promoción de la respectiva acción real, no
modifica las reglas de competencia legislativa y judicial que originariamente
fueron aplicables".
"Art. 35. — Los derechos adquiridos por terceros sobre los mismos bienes, de
conformidad con la ley del lugar de su nueva situación, después del cambio
operado, y antes de llenarse los requisitos referidos, priman sobre los del
primer adquirente".
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El Tratado de Navegación Comercial Internacional de 1940, al
ocuparse de los buques dispone que:” La nacionalidad de los buques se
establece y regula por la ley del Estado que otorgó el uso de la bandera. Esta
nacionalidad se prueba con el respectivo certificado legítimamente expedido
por las autoridades competentes de dicho estado.
En cuanto a las aeronaves siguen el mismo principio, la ley N° 1860/01
que establece el Código Aeronáutico dispone que la República del Paraguay
tiene soberanía en el espacio aéreo situado sobre su territorio, que incluye las
aguas jurisdiccionales, y que las relaciones jurídicas derivadas de la
aeronavegación se regirán por las disposiciones de la Constitución Nacional,
los tratados internacionales aprobados y ratificados por el Paraguay, el
presente código y sus reglamentos.
En cuanto a la jurisdicción competente, se sigue en general lo dispuesto
en el Código de Organización Judicial, (Ley N° 879/82) en su Art. 24 “Los
Jueces y Tribunales nacionales son competentes para conocer de los actos
ejecutados y los hechos producidos a bordo de aeronaves en vuelo sobre
territorio Paraguayo.
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ROBERTO RUIZ DIAZ LABRANO. Derecho
Internacional Privado. Fondo Editorial. Pág. 600.
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En todo régimen internacional de derecho privado, nos encontramos
con los bienes objeto de relaciones jurídicas de un país con otro, de una
nacionalidad con otra, es por ello que el supuesto de hecho ha previsto desde
varios ángulos en la legislación, una situación especial que se distinguen en
distintos hechos que de forma natural pudieran ocurrir, en la perspectiva de
transacciones y el comercio.
Las casuísticas son diversas, las situaciones en que se presentan igual,
es por ello que las legislaciones han creado estatutos para una mejor relación y
entendimiento jurídico. En la actualidad se desenvuelven a consecuencia de la
globalidad y la tecnología distintos campos en los cuales centrarse, ya que
pueden surgir distintas controversias y nuevos pasajes para una y otra frontera.
En tal y cual caso la preocupación de los legisladores es siempre
mantener el orden público e interés social, por ello consideran tal o cual
principio para tomar sus decisiones más acorde a conservar la universalidad
más propia dirigida a las buenas costumbres y seguridad jurídica.
Lo propio al patrimonio y a los bienes de una persona, las cuales son
susceptibles de valor, son las que responden en principio a un objeto de
protección legal, la naturaleza intrínseca de las cosas influye sobre su aptitud
para servir de soporte a diferentes derechos y obligaciones.
Los derechos sobre la cosa y el respeto a la propiedad privada, son en
cuestión casos concurrentes en el relacionamiento jurídico, en el comercio, la
traslación de un objeto de un lugar a otro, las que son determinantes para la ley
aplicable a las mismas. Requisitos de fondo y forma que exigen cada Estado
para el desenvolvimiento de la vida jurídica, y la obligación del cumplimiento
de los afectados, son tan importantes para la regulación positiva de todos los
bienes en relación al adquirente o cosas en litigio.
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