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PREFACIO
INTRODUCCION
Hace mucho tiempo, en el comienzo de la Era de Kali, hubo una reunión de sabios
en el lugar sagrado de Naimisaranya. Los grandes sabios encabezados por Saunaka
Rsi se reunieron para realizar un sacrificio de mil años para satisfacer al
Señor y Sus devotos.
Cierto día, después de terminar sus deberes matutinos, los sabios ofrecieron
respetuosamente asiento al gran brahman Sri Suta Gosvami. Ellos estaban
ansiosos por escuchar acerca de Krsna y con toda humildad Saunaka Rsi comenzó a
hablarle a Suta Gosvami.
Saunaka Rsi dijo: "¡Oh sabio! Tú estas libre de todos los pecados.
Eres versado en todas las escrituras religiosas porque las aprendiste de un
Maestro Espiritual fidedigno y las has explicado apropiadamente. Porque eres
sumiso, tus maestros espirituales te han concedido toda su gracia. Por lo
tanto, no puedes contar todo lo que has aprendido de ellos."
Saunaka Rsi continuó: "Querido Suta Govami, en esta Era de Kali, la era de
hierro, los hombres tienen vida corta y les gusta. pelear.
Son perezosos, descarriados, desafortunados y, sobre todo, siempre están
perturbados. Como sabemos muy bien que la Era de Kali ha comenzado, nos hemos
reunido en este lugar sagrado para escuchar extensamente el mensaje de Dios.
Escuchar y cantar el mensaje de Dios es la única manera de realizar sacrificios
en esta Era de Kali.
Por consiguiente, pensamos que nos hemos encontrado con Su Gracia por la
misericordia del Señor Krsna. Así mismo, te aceptamos como el capitán del barco
de aquellos que desean cruzar el peligroso océano de Kali."
Suta Gosvami, el hijo de Romaharsana, se sintió complacido por las preguntas de
los brahmanas, las agradeció y comenzó a responder.
Sri Suta Gosvami dijo: "¡Oh sabios! Acabo de escuchar sus preguntas que son
apropiadas porque se relacionan con el Señor Krsna.
Solamente asuntos de esta clase pueden satisfacer completamente al yo.
"El Señor Krsna es la Superalma que está en el corazón de todos.
El es el bienqueriente del devoto sincero. El es quien limpia el deseo del
disfrute material del corazón del devoto que saborea Sus mensajes. Al escuchar
regularmente el mensaje de Dios y rendir servicio a un devoto puro, se
destruyen todas las cosas indeseables que hay en el corazón. Por lo tanto, el
servicio amoroso al Señor glorioso es algo establecido como un hecho. Este
mensaje del Señor (El Srimad Bhagavatam) es el libro encarnado de Dios. Está
hecho para el bienestar de todo el mundo. Es todo exitoso, todo bienaventurado
y todo perfecto. Srila Vyasadeva habló este Srimad Bhagavatam a su hijo
Sukadeva Gosvami, el más respetado de los autorrealizados.
A su vez, Sukadeva Gosvami habló este Srimad Bhagavatam al gran Emperador
Pariksit."
Suta Gosvami continuó: "¡Oh sabios! Este Srimad Bhagavatam es tan brillante
como el Sol y ha aparecido justo después de la partida del Señor Krsna. Las
personas que han perdido su perspectiva debido a la oscuridad en esta Era de
Kali serán iluminadas por este Purana.
"¡Oh brahmanas! Santos, cuando Sukadeva Gosvami habló el Bhagavatam a Maharaja
Pariksit, yo extasiado lo escuché de tan poderoso sabio.
Ahora yo les hablaré ese mismo Srimad Bhagavatam tal como lo escuché de él y
como lo he comprendido."
Termina así el Resumen del Primer Canto, Capítulos 1 y 2, del Srimad
Bhagavatam, titulado "Introducción."
Sri Suta Gosvami dijo: "Cierta vez el gran sabio Srila Vyasadeva tomó su baño
matutino mientras el Sol salía. Después de bañarse en las aguas del Sarasvati,
se sentó solo y se absorbió en pensamientos profundos. Estaba pensando en el
bienestar de la gente porque sabía que la Era de Kali había comenzado. El
comprendía que los sacrificios descritos en los Vedas eran una forma para que
la gente se purificara. Para hacer los Vedas más comprensibles él los dividió
en cuatro y los explicó detalladamente. Luego escribió los Puranas y el
Mahabharata para las personas menos inteligentes, como los sudras, las mujeres
y los brahmanas caídos."
Narada Muni dijo: "¡Oh gran sabio! La gente en general se siente naturalmente
atraída por la gratificación sensual, y tú la has animado en nombre de la
religión. Las actividades fruitivas explicadas en los Vedas y en el Mahabharata
no pueden dar la liberación en la Era de Kali.
"Aunque has descrito en detalle todas las así llamadas actividades religiosas,
no has descrito las glorias de la Suprema Personalidad de Dios. Aquéllas
palabras que no describen las glorias del Señor son consideradas por las
personas santas como un lugar de peregrinaje para cuervos. De otro lado, la
literatura que está llena con las glorias del santo nombre, la fama, la forma y
los pasatiempos del Señor Supremo es una creación diferente. Tales escritos
están hechos para traer un cambio en la vida impía de las personas de la Era de
Kali. Esta literatura trascendental, aunque no esté perfectamente escrita, es
escuchada, cantada y aceptada por los hombres puros que son completamente
honestos."
Narada Muni continuó: "Mi querido brahmana, tu bondad tiene la visión perfecta.
Tú mismo puedes conocer a la Suprema Personalidad de Dios porque estás presente
como Su encarnación. Aunque eres innaciente, has aparecido en la tierra para el
bienestar de todas las personas. Por lo tanto, describe por favor más
completamente los pasatiempos trascendentales de la Suprema Personalidad de
Dios."
Narada Muni continuó: "¡Oh gran sabio! En la última Era nací como el hijo de
una sirvienta. Ella servía a unos brahmanas que eran totalmente limpios de
corazón.
"Una vez, con el permiso de ellos, tomé los remanentes de sus alimentos y al
hacerlo se borraron todos mis pecados. Quedé purificado de corazón y en ese
momento la naturaleza misma del devoto se me hizo muy atractiva. ¡Oh Vyasadeva!
En su asociación pude escuchar a aquellas grandes almas describir las
actividades del Señor Krsna.
Al escuchar muy atentamente, mi deseo de oír acerca del Señor nunca cesó. A
medida que aumentaba mi gusto, me di cuenta de que solamente por mi ignorancia
había aceptado un cuerpo material.
"Cuando los sabios se marcharon yo fuí a vivir con mi madre. Como yo era su
único hijo ella me ató con el nudo del afecto. Cuando era un niño de cinco
años, vivía en una escuela de brahmanas. Mi madre me protegía y, por lo tanto,
nunca pude viajar a otras tierras.
"En una oportunidad", continuó Narada Muni, "mi pobre madre fue a ordeñar una
vaca. Por el deseo del Señor Supremo, una serpiente la mordió en una pierna. Yo
tomé su muerte como una misericordia del Señor. Pensando así, partí hacia el
Norte. Durante mi viaje pasé por muchos pueblos, aldeas y valles. Caminé por
terribles bosques oscuros y profundos, que eran campos de acción para las
serpientes, los búhos y los chacales.
"Después de muchos días llegué a un lago; me sentía sediento y tomé agua allí,
y luego me dí un baño. Más tarde, a la sombra de un árbol baniano comencé a
pensar en el Señor Supremo. Utilizando mi inteligencia seguí las instrucciones
que me habían dado aquellas almas liberadas. Tan pronto como comencé a pensar
lleno de amor en los pies de loto de la Personalidad de Dios, los vellos de mi
cuerpo se pusieron de punta y las lágrimas salieron de mis ojos.
Narada Muni continuó: "Así que comencé a cantar el santo nombre del Señor. Y
continué cantándolo mientras viajaba por la tierra, sintiéndome completamente
satisfecho, humilde y sin envidia. Y entonces, con el paso del tiempo me
encontré con la muerte. Al final de un día del Señor Brahma, entré en el Señor
Visnu, junto con Brahma y todas las demás entidades vivientes."
Ciertamente, ¡Oh gran brahmana! No hay otra forma. Así que te he explicado mi
nacimiento y actividades tal como me lo has pedido."
Srila Suta Gosvami dijo: Sri Narada Muni se marchó después de hablar con
Vyasadeva. Cantando con su vina, se alejó para vagar a su voluntad.
Todas las glorias y buena fortuna de Narada Muni, quien trae la vida a las
almas caídas de este universo.
Termina así el Resumen del Primer Canto, Capítulos 4,5 y 6 del Srimad
Bhagavatam, titulado "La Historia de Narada Muni."
Suta Gosvami dijo: Ahora voy a comenzar con la historia trascendental del Señor
Sri Krsna y Sus devotos, los Pandavas. Estos pasatiempos pueden purificar los
corazones de esta Era de Hierro de Kali.
Cuando Draupadi, la esposa de los Pandavas, escuchó que sus hijos habían sido
asesinados tan cruelmente, se lamentó llena de pesar y lloró desconsoladamente
debido al gran amor que tenía por sus hijos. Arjuna le dijo para
tranquilizarla: "Mi querida señora, yo cortaré la cabeza de ese brahmana
Asvatthama con las flechas de mi arco Gandiva. Luego enjugaré las lágrimas de
sus ojos. Después que los cuerpos de sus hijos sean cremados, usted podrá tomar
un baño parada sobre la cabeza de Asvatthama."
Arjuna sabía que Asvatthama era hijo de un brahmana pero al matar a los
muchachos él no había actuado como tal. Por lo tanto, Arjuna decidió que no era
equivocado matarlo por su acción tan cruel.
Arjuna era guiado por el Señor como su amigo y guía. El consoló a la Reina
Draupadi con sus palabras y luego se colocó su armadura y tomó sus armas.
Sentado en su carroza partió a capturar a Asvatthama, el hijo de su instructor
militar.
Asvatthama vio venir a Arjuna desde muy lejos. El volaba en su carroza sin
sentir ningún temor por su vida. Cuando el hijo del brahmana vio que los
caballos de Arjuna estaban cansados, decidió enfrentarlo. El pensó: "Ahora
tengo que utilizar mi última arma para salvarme: El brahmastra." Luego tocó el
agua para purificarse y comenzó a cantar mantras para lanzar el terrible
brahmastra.
Aunque él conocía el arte de lanzar el brahmastra, no sabía cómo detenerlo.
Cuando Asvatthama lanzó el brahmastra una luz muy brillante se esparció por
todas partes. Todo el universo sintió miedo, inclusive otros planetas. Algunos
pensaron que el universo estaba siendo destruído. Era tan enorme la luz que
Arjuna pensó que la muerte venía, y comenzó a orar al Señor Krsna, la Suprema
Personalidad de Dios: "Mi querido Señor, Tú eres la Suprema Personalidad de
Dios. Nadie es más grande que Tú. Tú siempre proteges a Tus devotos. ¡Oh Señor
de los señores! ¿Qué es esa luz que se esparce por todas partes? ¿De dónde
viene? No puedo entenderlo."
Después de escuchar esto, Arjuna se purificó las manos, luego caminó alrededor
del Señor y lanzó su brahmastra. Cuando los rayos de los dos brahmastras se
juntaron, se hizo un gran círculo de fuego. Toda la gente en los tres mundos
sintió el calor que salía de estas armas. Cuando Arjuna vio que el mundo iba a
quedar destruido, retiró los dos brahmastras tal como lo deseaba el Señor
Krsna.
Enfurecido y con los ojos rojos Arjuna arrestó a Asvatthama, amarrándolo con
cuerdas como a un animal. Después que Asvatthama estuvo atado, Arjuna quería
llevarlo con él al campamento militar. La Personalidad de Dios, Sri Krsna,
mirando con Sus ojos de loto al enfurecido Arjuna le dijo: "Oh Arjuna, no
tengas misericordia alguna con este pariente de un brahmana. No lo dejes ir
porque él ha matado a los muchachos cuando ellos dormían. Una persona que sabe
lo que es correcto y lo que es incorrecto no mata a un enemigo que está
descuidado, borracho, loco, dormido o fuera de su carroza. Tampoco matará a un
niño, una mujer, un tonto o a quien esté a su alrededor.
Una vida por otra es el castigo justo para quien mata cruelmente de esta
manera. Además, le dijiste a Draupadi que le llevarías la cabeza del asesino de
sus hijos. Este hombre es un asesino ¡Mátalo ahora!"
Todos los Pandavas estuvieron de acuerdo con Draupadi, excepto Bhima, quien
pensó que debían matar a Asvatthama. Entonces, la Personalidad de Dios, Krsna,
dijo: "No se debe matar al pariente de un brahmana. Pero si él mata a otros
equivocadamente, debe ser ejecutado. Tú tienes que satisfacer a tu esposa, a
Bhimasena y a Mí."
Termina así el Resumen del Primer Canto, Capítulos 7, del Srimad Bhagavatam,
titulado "El Hijo de Drona es castigado."
Sri Suta Gosvami dijo: Después de realizar los ritos funerarios por los muertos
en el campo de batalla de Kuruksetra, el Señor Krsna decidió partir para
Dvaraka. Se sentó en Su carroza y Se preparó para salir. En ese momento llegó
Srimati Kuntidevi, la madre de los Pandavas, a ofrecer sus oraciones. Sus
oraciones son muy conocidas en todo el mundo y están aprobadas por los
vaisnavas eruditos más elevados que son completamente puros de corazón.
"¡Oh Krsna! Aquellos que siempre escuchan, cantan y repiten Tus glorias,
ciertamente verán tus pies de loto. Sólo esto puede detener el proceso de
nacimiento y muerte."
"¡Oh Señor de Madhu! Así como el Ganges siempre corre hacia el mar, permite que
siempre me sienta atraída por Tí.
"Mi Señor, Su Señoría es fácilmente visible sólo para aquellos que están libres
del deseo material. Por lo tanto, ¡oh Señor del Universo! Rompe el nudo de
afecto que me ata a mis parientes, a los Pandavas y a los Vrsnis."
Maharaja Yudhisthira estaba muy triste de que muchos hombres hubieran muerto en
el campo de batalla de Kuruksetra. A pesar de las instrucciones de los grandes
sabios como Vyasa y aun del mismo Señor Krsna, Maharaja Yudhisthira no podia
mitigar su culpabilidad.
Maharaja Yudhisthira se dirigió al escenario de la matanza sintiéndose temeroso
por haber matado a tantos soldados en el campo de batalla. Allí yacía
Bhismadeva sobre un lecho de flechas a punto de morir. En ese momento todos sus
hermanos lo siguieron en sus hermosas cuádrigas conducidas por caballos de
primera clase adornados con oro. También estaban allí Vyasa y otros rsis. El
Señor Krsna también los siguió sentado en una cuadriga con Arjuna.
Viendo a Bhisma yacer en el suelo, el Rey Pandava Yudhisthira junto con sus
hermanos y el Señor Krsna se postraron ante él. Bhisma parecía un semidiós
caído del cielo. Todas las grandes almas del universo se habían reunido allí
para ver a tan importante persona en el último momento de su vida. También
llegaron todos los grandes sabios tales como Parvata Muni, Narada, Vyasa,
Paraasurama, Vasistha, Sukadeva Gosvami, Kasyapa y otros. Bhismadeva les dio la
bienvenida emocionado.
Los hijos de Pandu estaban sentados muy cerca de su abuelo moribundo abrumados
por su gran afecto hacia él. Cuando Bhismadeva los vio, los saludó con
sentimiento. El le habló al Rey Yudhisthira acerca del conocimiento
trascendental, el cual lo alivió de su tristeza por haber matado a tantos
hombres en el campo de batalla.
Luego retiró su mente de todas las cosas y la fijó en el Señor Sri Krsna.
Recordó uno tras otro los pasatiempos del Señor a medida que ocurrieron.
Mientras Bhismadeva estaba describiendo los pasatiempos del Señor, el curso del
Sol se detuvo en la región norte.
Este período es el deseado por todos los místicos que quieren morir a voluntad.
Este hombre que había hablado acerca de cientos de asuntos y que había luchado
en cientos de campos de batalla y protegido a cientos hombres, escogió ese
momento para dejar de hablar. Fijo sus ojos muy abiertos en la Personalidad de
Dios, Sri Krsna que estaba parado frente a él, vestido con ropas amarillas.
Luego quedó silencioso y su aliento se detuvo.
Termina así el Resumen del Primer Canto, Capítulos 8 y 9 del Srimad Bhagavatam,
titulo "Las Oraciones de la Reina Kunti y la Muerte de Bhismadeva.
Sri Suta Gosvami dijo: "Luego de la muerte de Bhismadeva el Señor quiso partir
hacia Hastinapura, la capital de los Pandavas e ir hasta Su propia capital
Dvaraka.
La ciudad de Dvaraka era muy opulenta. Había ermitas, huertos, jardines con
muchas flores, parques y lagunas llenas de flores de loto. Todo estaba
dispuesto para darle la bienvenida al Señor Sri Krsna: La entrada a la ciudad,
las puertas de las casas y los arcos habían sido decorados con árboles de
plátano y hojas de mango; los caminos, los prados, los mercados y los sitios de
reunión habían sido limpiados y humedecidos con agua aromatizada; se habían
esparcido por todas partes fruta, flores y semillas; y en todas y cada una de
las puertas había una olla con curd, frutas sin partir, caña de azúcar y ollas
llenas de agua.
Tan pronto escucharon que el Señor Krsna llegaba, Sus parientes más queridos
tales como Su padre Vasudeva, Akrura, Balarama, Pradyumma y Samba vinieron
felices a saludarlo. Llegaron en carrozas con brahmanas que traían flores de
loto. Sonaron las caracolas y las trompetas y se cantaron himnos védicos. Todo
esto se ofrecía con mucho afecto.
De esta forma, el Señor Krsna Se sintió muy tranquilo después de haber matado a
todos aquellos reyes demoníacos que eran un peso para la tierra. Así que el
Señor vivió feliz con Sus reinas, Sus parientes cercanos y todos los afectuosos
habitantes de Dvaraka.
Termina así el Resumen del Primer Canto, Capítulo 11 del Srimad Bhagavatam,
titulado "El Señor Krsna entra en Dvaraka."
Sri Suta Gosvami dijo: "Después que Asvatthama fue castigado debidamente, la
batalla de Kuruksetra estaba a punto de terminar.
El Señor Sri Krsna Se estaba preparando para partir hacia Dvaraka.
Tan pronto como Se sentó en Su carroza, vio que Uttara se le acercaba corriendo
presa del pánico."
Uttara dijo: "¡Oh Señor de Señores! Tú eres el más grande de los místicos. Por
favor protégeme, porque no hay quien más pueda salvarme de las garras de la
muerte. ¡Oh mi Señor! Hay una flecha ardiente de hierro que me persigue. Mi
Señor, deja que me queme pero salva al niño que llevo en mi vientre. Por favor
haz ésto por mí, mi Señor."
Tan pronto como el Señor Sri Krsna escuchó las palabras de Uttara comprendió
que Asvatthama había lanzado su brahmastra. Era su manera de terminar con toda
la familia de los Pandavas; quienes al ver el brillante brahmastra, tomaron sus
cinco armas.
Saunaka Rsi preguntó: "¿Cómo fue que el Emperador Pariksit nació en ese
vientre? ¿Cómo murió y qué alcanzó después de la muerte?
Estamos muy ansiosos por escuchar acerca de aquel a quien Sukadeva Gosvami le
habló el conocimiento trascendental. Por favor háblanos acerca de todo esto."
Sri Suta Gosvami dijo: ¡Oh hijo de Bhrgu! (Saunaka) Cuando el niño Pariksit
estaba en el útero de su madre, sufría el calor abrasador del brahmastra. En
ese momento, él pudo ver que el Señor Supremo se le acercaba. El Señor era del
tamaño del dedo pulgar. Tenía un hermoso cuerpo azuloso y vestía ropajes
amarillo brillante. Su yelmo era como el oro resplandeciente y Se acercaba
balanceando Su mazo.
En el momento apropiado, cuando todas las estrellas del cielo estaban colocadas
auspiciosamente, nació el heredero del trono de Pandu.
Yudhisthira se sintió muy satisfecho cuando vio el nacimiento del niño. Llamó a
los brahmanas más eruditos e hizo que realizaran la ceremonia del nacimiento y
cantaran himnos auspiciosos de los Vedas.
Cuando nació su hijo el Rey Yudhisthira dio en caridad oro, tierras, aldeas,
elefantes, caballos y granos.
Los brahmanas se sintieron muy complacidos con las caridades del Rey.
Ellos dijeron: "Por haber sido protegido en el útero, será conocido como aquel
que fue salvado por la Suprema Personalidad de Dios.
¡Oh el más afortunado Maharaja Yudhisthira! No hay duda de que este niño será
un devoto de primera clase y tendrá todas las buenas cualidades. Este niño será
como el Rey Isvaku, el hijo de Manu. Y para que Su promesa se cumpla, él será
igual a Rama, la Personalidad de Dios. Entre los grandes arqueros, el niño será
tan bueno como Arjuna. Será tan fuerte como un león y será el refugio de todos,
como la Personalidad de Dios. Será tan grande como el Rey Yayati. Será tan
paciente como Bali Maharaja y tan gran devoto como Prahlada Maharaja.
El Señor Krsna asistió a los sacrificios de los caballos y vio que fueran
realizados por brahmanas cualificados. Luego de estos acontecimientos el Señor
permaneció algunos meses más con Sus parientes para complacerlos.
Sri Suta Gosvami dijo: "¡Oh Saunaka! Luego el Señor informó de Su partida al
Rey Yudhisthira. Sri Krsna partió para Dvaraka en compañía de Arjuna y otros
miembros de la dinastía Yadu.
Termina así el Resumen del Primer Canto, Capítulo 12 del Srimad Bhagavatam,
titulado "El Nacimiento del Emperador Pariksit."
El dijo: "Mi querido Vidura, devotos como tú son los lugares santos
personificados. Porque llevas al Señor Sri Krsna en tu corazón, cualquier sitio
lo conviertes en lugar de peregrinaje."
"Mi querido tío, has debido visitar Dvaraka, cuéntame cómo están nuestros
amigos y bienquerientes de la dinastía Yadu que se hallan en ese santo lugar.
Ellos están siempre sirviendo al Señor Sri Krsna. ¿Están contentos en ese lugar
de residencia?"
Así que Mahatma Vidura permaneció en el palacio durante un tiempo con el fin de
cambiar la forma de pensar de su hermano. Vidura quien era la encarnación de
Yamaraja le habló a su hermano de la siguiente forma:
"Mi querido hermano, vete de aquí inmediatamente. No demores. Sólo mira como el
miedo te ha sobrecogido. Todos tus hijos y parientes han muerto o han sido
asesinados. Tú estás viejo y eres ciego de nacimiento. Ahora estás casi sordo,
has perdido los dientes y te la pasas tosiendo. Estás viviendo igual que un
perro faldero y comes los remanentes que te deja Bhima. Vives como un sirviente
con aquéllos a quienes trataste de matar. Al final de la vida es mejor ser un
héroe e ir al bosque para abandonar este cuerpo material, de la misma manera
que evacuamos el cuerpo."
Mientras Sanjaya hablaba con Maharaja Yudhisthira apareció Sri Narada Muni.
Maharaja Yudhisthira y sus hermanos lo recibieron apropiadamente, levantándose
de sus asientos y ofreciéndole obediencias. Maharaja Yudhisthira dijo: "¡Oh
divina personalidad! No sé a dónde han ido mis dos tíos. Tampoco puedo
encontrar a mi tía quien está muy acongojada por la pérdida de sus hijos."
Narada Muni dijo: "¡Oh Rey! No te preocupes. Tu tío ha ido a un lugar sagrado y
en el quinto día a partir de hoy él quemará su cuerpo convirtiéndolo en
cenizas. Cuando Gandhari, su casta esposa, vea que su esposo arde en el fuego
del poder místico, ella también entrará en el fuego. Después de esto, el gran
santo, sintiéndose feliz por la liberación de su hermano, abandonará ese lugar
sagrado."
Termina así el Resumen del Primer Canto, Capítulo 13 del Srimad Bhagavatam,
titulado "Dhrtarastra abandona el hogar."
"Fue por mi falta de respeto que me atreví a pedirle al Señor Krsna que fuera
mi auriga. ¡Oh Rey! Sus conversaciones graciosas eran muy agradables. El me
decía: ¡Oh hijo de Prtha! ¡Oh amigo! ¡Oh hijo de la Dinastía Kuru! Ahora
recuerdo todo esto y me entristezco. ¡Oh Emperador! Durante Su ausencia fui
derrotado por unos pastores de vacas mientras cuidaba a las esposas del Señor
Krsna. Tengo el mismo arco Gandiva, las mismas flechas, la misma cuádriga con
los mismos caballos y yo soy el mismo Arjuna, pero en ausencia del Señor Krsna
todo esto se ha vuelto nulo y vacío.
"¡Oh Rey! Puesto que me has preguntado por nuestros amigos y parientes que
residen en la ciudad de Dvaraka, te informaré que todos ellos han sido
maldecidos por los brahmanas y como resultado, ellos se emborrachan con vino
hecho de arroz y pelean entre ellos con palos. Ahora, excepto cuatro o cinco
todos están muertos o se han marchado."
Con todas estas lamentaciones Arjuna aumentó su pensamiento en los pies de loto
del Señor Krsna y, por lo tanto, el pesar desapareció de su mente.
Los hermanos menores de Maharaja Yudhisthira vieron que la Era de Kali había
llegado y siguieron el ejemplo de su hermano mayor. Los Pandavas, estando
completamente purificados, alcanzaron el reino espiritual, la morada Suprema
del Señor, con sus mismos cuerpos.
Suta Gosvami dijo: El nieto de Maharaja Yudhisthira era Maharaja Pariksit. Por
ser un gran devoto del Señor El comenzó a gobernar el mundo aconsejado por
brahmanas dos veces nacidos. El Rey Pariksit se casó con la hija del Rey Uttara
y procreó cuatro hijos, el mayor de los cuales era Maharaja Janmejaya.
Mientras residía en su capital, Maharaja Pariksit pudo ver las señales que
indicaban el comienzo de la Era de Kali. Sin embargo está situación le dio la
oportunidad de luchar aunque no se sentía muy feliz con lo que estaba
ocurriendo. Tomo su arco y sus flechas y se sentó en su cuadriga conducida por
poderosos caballos negros. Su banda tenía por insignia un león. Estaba rodeado
por aurigas, elefantes, y la infantería. Dejó su capital para conquistar todo
el mundo. Dondequiera que llegaba escuchaba las glorias del Señor Krsna y sus
antepasados.
Mientras Maharaja Pariksit iba por el mundo pensando en el Señor Sri Krsna y
sus antepasados gloriosos,la personalidad de los principios religiosos, Dharma,
vagaba en la forma de un toro. Dharma se encontró con la personalidad de la
tierra en la forma de vaca y parecía estar muy abatida. Tenía lágrimas en sus
ojos y la belleza de su cuerpo había desaparecido.
La madre tierra, en la forma de una vaca contestó: "Me dieron poderes para
sobrepasar la fortuna de los tres sistemas planetarios. Fui decorada con la
bandera, el rayo, la vara del elefante y la flor de loto, todos los cuales son
signos de los pies de loto del Señor. Pero al final, cuando me sentía muy
afortunada, el Señor me dejó. Cuando el viajaba sobre mi superficie, yo estaba
absorta en el polvo de sus pies de loto. Yo estaba cubierta con prados que
parecían vellos erizados por el placer."
Suta Gosvami dijo: Después de llegar a orillas del Sarasvati, Maharaja Pariksit
vio a un sudra de baja casta vestido como un rey.
Estaba golpeando a una vaca y a un toro con un mazo como si ellos no tuvieran
dueño. El toro era tan blanco como una flor de loto y se veía aterrorizado por
el sudra que lo golpeaba. Se encontraba tan asustado que estaba parado en una
sola pata tembloroso y orinándose. La vaca no tenía ternero, presentaba muy mal
aspecto y el sudra también le golpeaba las patas. Había lágrimas en sus ojos y
estaba ansiosa por hallar un poco de pasto en el campo.
Maharaja Pariksit, muy bien equipado con arco y flechas, estaba sentado en una
carroza de oro. Se dirigió al sudra hablándole con voz profunda que sonó como
un trueno.
"Tú rascalero, por tu vestido piensas que puedes pasar por un rey divino. ¿Te
atreves a golpear a una vaca inocente sólo porque el Señor Krsna y Arjuna el
portador del arco Gandiva, no están a la vista? Puesto que estás golpeando a un
inocente en un lugar solitario, eres un malvado. En consecuencia mereces la
muerte."
Luego Maharaja Pariksit le preguntó al toro: ¿Eres un toro tan blanco como una
flor de loto o eres un semidios? Has perdido tres de tus patas y caminas con
una sola. Hasta ahora nadie ha derramado lágrimas por causa de un descuido
real. ¡Oh toro! Tú eres indefenso y honesto. Por favor cuéntame quien ha
cometido estos pecados."
Otros dicen que los poderes divinos son los responsables. Otros que nadie es
culpable. Por lo tanto, ¡Oh sabio entre los reyes! Juzga por tí mismo cuál es
la causa."
Maharaja Pariksit dijo: "Las energías del Señor no pueden ser comprendidas.
Nadie puede conocerlas. En Satya-yuga tus cuatro patas eran austeridad,
limpieza, misericordia y veracidad pero parece que tres de tus patas están
rotas debido a la irreligión en la forma de orgullo, lujuria por las mujeres e
intoxicación. Ahora estás parado en una sola pata, y de una forma u otra puedes
caminar, pero kali, este sudra, también está tratando de destruirte esa
pierna."
Maharaja Pariksit, quien pudo pelear con miles de enemigos, sacó su espada para
matar a la personalidad de kali, quien era la causa de toda irreligión. Cuando
la personalidad de kali comprendió que el Rey estaba a punto de matarlo, se
quitó de inmediato sus ropas de rey y se rindió ante él inclinando su cabeza.
Maharaja Pariksit que estaba en capacidad de aceptar a un vencido, no mató a
kali. Le sonrió con gran misericordia porque él era bondadoso con los pobres.
Luego el rey dijo: "Hemos tomado la fama de Arjuna. Por lo tanto, puesto que te
has rendido con tus manos recogidas, no debes temer por tu vida. Pero tú no
puedes permanecer en mi reino porque eres el amigo de la irreligión."
Suta Gosvami dijo: Una vez Maharaja Pariksit estaba dedicado a la cacería en el
bosque con su arco y flechas y se sintió muy cansado, hambriento y sediento.
Mientras buscaba agua entró a la ermita del famoso Samika Rsi. El vió al sabio
sentado en silencio y con los ojos cerrados, estaba cubierto con una piel de
venado. Su pelo enredado le caía en desorden por todo su cuerpo.
El Rey, cuya garganta estaba reseca por la sed, le pidió agua. El sabio no le
dió la bienvenida al Rey, ni le ofreció asiento, agua o palabras amables, sino
que permaneció concentrado en su meditación. El Rey se sintió ofendido. Recogió
con su arco una serpiente muerta y furioso la colocó sobre el hombro del sabio.
Luego regresó a su palacio.
Samika Rsi tenía un hijo que era muy poderoso puesto que era hijo de un
brahmana. Mientras jugaba con los otros niños escuchó lo que había sucedido. El
niño que se llamaba Srngi, hablo así:
"¡Oh! Sólo mira los pecados de los gobernantes que son como cuervos y perros.
Estos reyes son iguales a los perros guardianes. Deben quedarse en la puerta.
¿Qué derecho tienen los perros de entrar en la casa y comer con el maestro en
el mismo plato?, porque el Señor Krsna nuestro gobernante supremo, ha
desaparecido. ¿Se creen estos rascaleros que son todopoderosos? Así que censuro
todo este asunto y lo castigaré. Solamente miren mi poder."
El hijo de Rsi con sus ojos enrojecidos por la ira, tocó el agua del río y
habló las siguientes palabras que sonaron como un trueno:
"En el Séptimo día a partir de hoy una serpiente voladora picará a este
pecador, Maharaja Pariksit, por la ofensa que ha cometido contra mi padre."
Cuando el muchacho regresó a la ermita vio la serpiente alrededor del cuello de
su padre y comenzó a llorar. Cuando el Rsi oyó que su hijo estaba llorando,
abrió los ojos y vio la serpiente muerta alrededor de su cuello. Lanzó la
serpiente lejos y le preguntó a su hijo el motivo de su llanto, y este le contó
lo sucedido.
Samika Rsi dijo: "Con la caída de los brahmanas y los Ksatriyas aumentará la
gratificación de los sentidos y como resultado los ciudadanos vivirán al nivel
de los perros y los monos.El emperador Pariksit es un Rey piadoso. Es conocido
como un devoto de primera clase de la personalidad de Dios. El es un santo
entre la realeza."
Luego el Rsi oró al Señor para que disculpara a su tonto hijo. El había
cometido un gran pecado al maldecir a alguien que estaba libre de culpa. Por lo
tanto el sabio lamentó el pecado cometido por su hijo. El no tomó muy en serio
el insulto que el Rey había cometido.
Los devotos del Señor son tan tolerantes que aunque sean difamados, engañados,
maldecidos, perturbados, rechazados o aun asesinados, no son muy inclinados a
defenderse. Los grandes devotos no son confundidos por las dualidades del mundo
material porque ellos están ocupados trascendentalmente.
El hijo de Vyasadeva tenía sólo dieciséis años. Todo su cuerpo era bello. Sus
ojos estaban tan abiertos como una caracola. Sus brazos eran largos y su
abdomen tenía hermosas rayas. estaba desnudo y su cuerpo se parecía al del
Señor Krsna. Su cuerpo era negruzco y hermoso debido a su juventud. El trataba
de cubrir sus glorias naturales pero los grandes sabios lo honraron
levantándose de sus asientos. Maharaja Pariksit inclinó su cabeza para recibir
al invitado principal: Sukadeva Gosvami.
"¡Oh Rey santo! En la última Jornada de la vida, uno debe ser tan valiente
como para no sentir miedo a morir. Ahora que el resto de tu vida está limitada
a siete días, lo único que debes hacer durante ese tiempo es escuchar el Srimad
Bhagavatam.
"Yo estudié con mi padre Vyasadeva esta gran literatura que es la crema de los
vedas. Ese mismo Srimad Bhagavatam es el que te recitaré porque tú eres el
devoto más sincero del Señor. Alguien que escuche con todo respeto este Srimad
Bhagavatam podrá adquirir fe firme en el Señor Supremo.
Termina así el resumen del primer canto, capítulos 16 a 19 del Srimad
Bhagavatam, titulados "El pasatiempo de Maharaha Pariksit"
En ese momento, del ombligo del Señor Visnu brotó el capullo de una flor de
loto, cuya luz iluminó todo, como si fuera el Sol y secó las aguas. De esta
flor de loto surgió la primera criatura naciente: el Señor Brahma.
El Señor Brahma sentado en la flor de loto no podía ver el mundo aunque mirara
en todas las direcciones. A pesar de su búsqueda no podía comprender la
creación, ni el loto, ni a sí mismo. En ese momento pensó: ¿"Quién soy yo para
estar sentado en esta flor de loto? ¿De dónde ha salido? Aquello de donde ha
brotado el loto tiene que estar en el agua."
Entonces el Señor Brahma escuchó una voz que venía del agua y le decía: "Tapa."
La palabra se convirtió en la riqueza de la orden de vida renunciante.
Al finalizar ese tiempo, el Señor pudo ver debajo de él, sobre el agua, el
gigantesco cuerpo blanco de Sesanaga sobre el cual estaba recostado la Suprema
Personalidad de Dios. Todo el cielo estaba iluminado por los rayos de las joyas
que tenía en Su cabeza el Señor Sesa. La corona del Señor era muy hermosa y
brillaba más que una montaña de oro.
El Señor Brahma vió que el cuerpo del Señor comprendía los tres mundos. Las
caderas del Señor estaban cubiertas con ropas anaranjadas que remataban en un
hermoso cinturón. Su pecho estaba decorado con la preciosa joya Srivatsa y un
collar muy valioso.
El Señor estaba protegido por la rueda Sudarsana.
Sukadeva Gosvami dijo: El Rey Dhrtarastra estaba enceguecido por sus deseos
impíos de ver a uno de sus hijos coronado como rey.
El Rey Dhrtarastra incendió la casa donde vivían los pandavas; El Rey no detuvo
a su hijo Duhsasana cuando éste arrancaba los cabellos y el sari de Draupadi,
la esposa del Divino rey Yudhistira. Yudhistira que no tenía enemigos, fue
engañado en un juego de azar. Puesto que había hecho voto de veracidad, él se
refugió en el bosque. Cuando regresó a su debido tiempo, Maharaja Yudhistira
suplicó que le devolvieran su reino, pero Dhrtarastra se negó a hacerlo ya que
estaba cubierto por sus ilusiones.
Arjuna había enviado al Señor Krsna como el Maestro Espiritual del mundo entero
a la reunión de reyes que se celebraba en Hastinapura. Sus palabras fueron
escuchadas como néctar puro; pero no lo fueron tanto para aquellos que habían
perdido el resultado de todas sus actividades piadosas. El Rey Dhrtarastra y
sus hijos no tomaron muy seriamente las palabras del Señor Krsna.
Cuando el hermano mayor de Vidura lo invitó a entrar al palacio para que
hablara, él impartió instrucciones muy precisas. Su consejo es bien conocido y
aprobado por los brahmanas eruditos.
Vidura dijo: "Debes devolver ahora el reino a Yudhistira, quien ha sido
tolerante a través de los indecibles sufrimientos que le has causado con tus
ofensas. El está esperando con sus hermanos menores, entre quienes se encuentra
el enfurecido Bhima. El está respirando como una serpiente. Seguro que tienes
miedo de él.
"El Señor Krsna, la Personalidad de Dios ha aceptado a los hijos de Prtha como
Sus parientes y todos los reyes del mundo están con el Señor Krsna. El está
presente en Su casa con todos los miembros de Su familia. Ellos han conquistado
un número ilimitado de gobernantes y El es su Señor."
"Por favor, cuéntame si Krsna y Balarama están bien en casa de Surasena. ¿Se
encuentra bien el mejor amigo de la dinastía Kuru, Vasudeva?
"¡Oh Uddhava! Por favor dime cómo está Pradyumna. Háblame acerca de Rukmini,
Ugrasena, Samba, Akrura y de todos los demás residentes de Dvaraka. Por favor
cuéntame cómo están los Pandavas. Bhima que es como una cobra, ¿ha desatado su
furia contra los pecadores? El campo de batalla no pudo soportar el diestro
manejo de su mazo. ¡Oh! mi amigo, por favor , canta las glorias del Señor y de
sus devotos que están hechas para purificar todos los lugares de peregrinaje."
Cuando Vidura le pidió a este gran devoto que hablara acerca del Señor, Uddhava
no pudo hacerlo porque estaba lleno de amor extático. Por un momento quedó
silencioso y su cuerpo no se movía.
Luego el gran devoto Uddhava salió de su concentración en la morada del Señor,
y habló a Vidura con palabras amables. Sri Uddhava dijo:
"¡Oh! Vidura, el Señor hizo que perecieran todos los grandes reyes en el campo
de batalla de Kuruksetra. Todos estos reyes eran tan poderosos que la tierra
parecía temblar a medida que caían en el campo de batalla."
"En ese momento Maitreya, el gran devoto del Señor, llegó a aquel lugar por
voluntad de la providencia. Se sentó cerca del Señor deseoso de escucharlo. El
Señor me miró amorosamente y comenzó a hablar. El Señor dijo:
"¡Oh Vasu! En tu última vida deseaste Mi asociación. Aunque ésta es muy difícil
de lograr para los demás, yo te he premiado. ¡Oh! el honesto, tu vida actual es
la última en este mundo material. Porque has recibido Mi favor, ahora podrás ir
a Vaikuntha, Mi morada trascendental. Debido a tu servicio devocional puro
pudiste visitarme en este lugar solitario que es una gran bendición para ti."
Uddhava dijo: "Mi Señor, explícanos amablemente ese conocimiento trascendental
acerca de Tí Mismo y el cual explicaste antes a Brahmaji."
Mientras Uddhava se preparaba para partir, Vidura le dijo con gran afecto: ¡Oh
Uddhava! Por favor háblame de ese conocimiento que te ha dado el Señor
Supremo."
Uddhava dijo: "No puedo instruirte porque eres mayor que yo. Debes recibir las
instrucciones que yo he aprendido del gran sabio Maitreya, quien se encuentra
cerca de este lugar. El fue instruido por la Personalidad de Dios cuando estaba
a punto de abandonar este mundo material."
Sukadeva Gosvami dijo: Mi querido rey Pariksit, Uddhava se sintió separado del
Señor, paso la noche como si fuera un momento y luego partió tal como el Señor
deseaba.
Después de pasar unos días en la ribera del río Yamuna, Vidhura llegó a las
orillas del Ganges donde se encontraba el sabio Maitreya. Vidura le habló con
gran humildad diciéndole:
Sri Maitreya dijo: "¡Oh Vidura! Todas las glorias para ti. Con tus preguntas
has mostrado misericordia tanto para el mundo como para mi. Se que ahora eres
Vidura debido a una maldición de Mandavya Muni. Primero fuiste Yamaraja,
controlador de las entidades vivientes después que mueren. Tu yo genuino es uno
de los asociados eternos del Señor. Entonces describiré los diversos
pasatiempos del Señor en Sus diferentes encarnaciones una tras otra tal como
ocurrieron."
Termina así el resumen del tercer canto capítulos 1 a 5 del Srimad Bhagavatam,
titulados "Vidura encuentra a Maitreya."
Maitreya Muni dijo: "Después de la aparición del Señor Brahma, éste comenzó a
crear todas las entidades vivientes en los tres mundos. En el principio Brahma
creó los cuatro sabios llamados Sanaka, Sanandana, Sanátana y Sanat Kumara. El
Señor Brahma habló así a sus hijos: Mis queridos hijos deseo que se casen y
tengan hijos."
El Señor Brahma le contestó: "Tu nombre será Siva y te daré once esposas con
las cuales tendrás muchos hijos."
Mientras brahma pensaba de esta manera, un pequeño jabalí, no más grande que un
dedo pulgar, salió de su naríz. Mientras lo miraba, el jabalí comenzó a
volverse tan grande como un elefante gigante. Entonces el Señor Brahma se
dirigió a los sabios: "¿Qué es este maravilloso ser que ha salido de mi nariz?
¿Es acaso Visnu, la Suprema Personalidad de Dios?"
Al mismo tiempo que Brahma hablaba con los grandes sabios, la Suprema
Personalidad de Dios en la forma de una jabalí rugió como una montaña. Cuando
los sabios de los planetas superiores escucharon este hermoso sonido comenzaron
a cantar mantras de los Vedas para glorificar al Señor. Jugando como un
elefante el Señor rugió de nuevo para responder a las oraciones de Sus devotos.
Antes de entrar en el agua para rescatar a la tierra, el Señor Jabalí voló por
los cielos batiendo su cola. Su mirada estaba llena de luz y dispersó las nubes
con sus cascos y con Sus enormes colmillos blancos. Cuando entró en el agua vió
a la tierra que yacía como en el principio de la creación. El Señor jabalí tomó
fácilmente la tierra con sus colmillos y la sacó del agua. En ese momento lucía
muy hermoso.
Luego el Señor jabalí mató al demonio Hiranyaksa. Lo mató tal como un león mata
a un elefante. La lengua y las mejillas del Señor quedaron untadas con la
sangre del demonio. Después el Señor llevó la tierra en la punta de sus blancos
colmillos curvados. Cambio Su color a azul y entonces los sabios pudieron
comprender que se trataba de la Suprema Personalidad de Dios, y todos le
ofrecieron sus más respetuosas obediencias.
Enseguida el Señor tocó la tierra con sus cascos y la colocó sobre el agua.
Luego regresó a Su morada. Por lo tanto el Señor le dio vida a Sus devotos al
matar al demonio Hiranyaksa. Esta historia del Señor jabalí y Hiranyaksa es muy
auspiciosa.
Si alguien escucha y canta con devoción esta historia del Señor jabalí, el
Señor Supremo, que está en el corazón de todos, se sentirá muy complacido.
Las mujeres de Vaikunta son tan hermosas como la misma diosa de la fortuna, y
llevan flores de loto en sus manos. Algunas veces se dedican a barrer los pisos
de mármol que están decorados con oro. Esto lo hacen para recibir los favores
de la Suprema Personalidad de Dios.
Se puede ver a las diosas de la fortuna en sus jardines, adorando al Señor con
hojas de Tulasi. Las orillas de los hermosos lagos están hechos de coral.
Mientras adoran al Señor, ellas pueden ver en el agua el reflejo de sus bellos
rostros de nariz respingada, parecieran volverse más bellas porque el Señor ha
besado sus rostros.
Así que los Kumaras pasaron a través de sus puertas y vieron la opulencia de
Vaikunta Puri. Aunque fueron testigos de la belleza del mundo espiritual no se
sintieron atraídos por él, ya que su único deseo era contemplar los pies de
loto del Señor Visnu.
En la séptima entrada vieron dos hombres brillantes, armados con mazos. Vestían
valiosos ropajes y joyas. Los dos guardianes llamados Jaya y Vijay, tenían
guirnaldas de flores frescas alrededor del cuello. Estas guirnaldas colgaban
entre sus cuatro manos azules. Vestían muy bellamente, pero por la expresión de
sus caras parecían estar furiosos.
Los cuatro sabios estaban desnudos. Ellos aparentaban tener cinco años, pero
eran los seres vivientes más viejos de la creación.
Ellos no tenían conceptos, como "este soy yo" o "esto es mio."
Jaya y Vijay no pensaron que los niños estaban capacitados para entrar a
Vaikunta y entonces les bloquearon la entrada con sus mazos. Cuando los Kumaras
no pudieron atravesar la séptima puerta para ver a su maestro Sri Hari, se
pusieron rojos de la ira. Los sabios dijeron: "¿Quiénes son éstas dos personas
que parecen devotos del Señor Visnu? A causa de su temor e ira ellos debieran
ser enviados al mundo material."
En ese mismo momento llegó el Señor de Vaikunta Sri Hari, junto con Su esposa
la diosa de la fortuna. Estaba vestido con ropas anaranjadas y el cinturón
estaba cubierto de joyas. Estaba adornado con guirnaldas de flores frescas y
una de Sus manos descansaba sobre Garuda y en la otra llevaba una flor de loto.
Cuando los sabios vieron al Señor de los ojos de loto su corazón se llenó de
felicidad. Inclinaron su cabeza con gran contento.
Después de ofrecer sus oraciones, el Señor Supremo Dijo: "Estos dos guardianes
Jaya y Vijaya, han cometido una gran ofensa. Para Mí el Brahmana es la persona
más elevada y a la que más amo. Yo tomo esta ofensa como si me la hubieran
hecho a Mí y les pido su perdón. Por lo tanto, estoy de acuerdo con el castigo
que les han dado a estos dos guardianes. Aunque nazcan en una familia de
demonios siempre me recordarán como si estuviera furioso y, por consiguiente,
regresarán muy pronto."
Después de escuchar estas palabras del Señor Supremo, los cuatro kumaras
ofrecieron sus respetuosas reverencias y partieron con su corazón lleno de
felicidad. Luego el Señor dijo a Jaya y Vijaya: "Abandonen este lugar sin
temor. Yo había podido detener la maldición de los brahmanas pero no quise
hacerlo. Ciertamente estoy de acuerdo con ellos. Una vez cuando, Yo dormía,
ustedes no dejaron entrar a la Diosa de la fortuna. Ella se enojó muchísimo y
por eso ahora tendrán que soportar esta maldición."
Luego de hablar así el Señor regresó a Su morada. En ese momento Jaya y Vijaya
cayeron al mundo material. Ellos entraron en el vientre de Diti, la esposa de
Kasyapa Muni, causando un gran rugido de pesar entre los semidioses.
Maitreya Muni dijo: Mi querido Vidura, cuando los hijos gemelos de Kasyapa Muni
nacieron, los llamaron Hiranyakasipu y Hiranyaksa. Estos dos demonios tenían
cuerpos como el acero y comenzaron a crecer como enormes montañas. Sobre sus
cabezas tenían coronas de oro, la tierra temblaba a su paso. La ira de
Hiranyaksa era muy difícil de controlar. Siempre llevaba un gran mazo sobre uno
de sus hombros, buscando constantemente con quien pelear. Cuando llegó a la
morada de Varuna, Hiranyaksa soltó una carcajada diciendo: "¡Oh Señor Supremo!
ven a luchar." Controlando su furia Varuna contestó: "Eres tan gran héroe que
no puedo ver a nadie luchando contigo, excepto al Señor Visnu. Cuando El te
mate, tu cuerpo caerá sobre el campo de batalla para que los perros se lo
coman."
Hiranyaksa estaba lleno de falso orgullo y se rió cuando escuchó las palabras
de Varuna luego comenzó a buscar al Señor Visnu.
Por la gracia de Narada Muni supo dónde encontrar a la Suprema Personalidad de
Dios. Narada Muni le contó que el Señor estaba levantando la tierra del fondo
del mar. Hiranyaksa se dirigió apresuradamente hacia el océano y allí vió al
Señor Visnu en la forma de un jabalí.
Hiranyaksa dijo: "Tú, rascalero, tu poder es limitado. Hoy cuando te mate daré
vida a mis parientes. Cuando caigas muerto con tu cabeza aplastada por mi mazo,
los semidioses y sabios que te ofrecen servicio devocional dejarán de existir."
Hiranyaksa utilizó trucos mágicos para producir polvo, granizo y oscuridad que
venían de todas direcciones. Del cielo llovieron pus, pelos, excremento, orines
y huesos. Aparecieron mujeres desnudas con tridentes. Yaksas y raksasas se
dirigieron hacia el Señor para matarlo. Sin embargo, el Señor soltó su disco
Sudarsana y acabó así con todos los trucos del demonio. Cuando el demonio vio
que sus trucos habían sido inútiles, se enfureció.
Luego trató de abrazar al Señor para despedazarlo, pero vió con gran Sorpresa
que el Señor había esquivado su abrazo.
Luego el demonio comenzó a golpear al Señor con sus puños, pero el Señor
Adhoksaja lo abofeteó en el borde de la oreja. El demonio cayó al suelo al ser
golpeado por el Señor. Cuando cayó sus ojos se salieron de sus órbitas. Con sus
brazos y piernas rotos el demonio cayó como un árbol gigantesco cuando es
desprendido por el viento. En ese mismo momento el corazón de Diti, la madre de
Hiranyaksa, dio un vuelco y comenzó a brotar sangre de sus senos. Ella recordó
las palabras de su esposo de que el Señor Visnu mataría a sus hijos.
También los semidioses aparecieron ante el Señor. Ellos vieron que el demonio
estaba muerto pero aún tenía brillo en su cuerpo. Entonces comprendieron que
esto se debía a que El Señor había tocado su cuerpo. Los semidioses sintiéndose
complacidos con la Suprema Personalidad de Dios, le ofrecieron sus mejores
oraciones. El Señor demostró su complacencia sonriendo amorosamente. Mientras
que el Señor Varaha se dirigía hacia Su morada, todos los semidioses
encabezados por Brahma, glorificaron la muerte de Hiranyaksa.
Maitreya Muni dijo: Hace mucho, mucho tiempo en la era de Satya-yuga,la era de
la bondad, vivió un gran sabio llamado Kardama Muni, y era hijo del Señor
Brahma. Había recibido la orden de su padre para procrear hijos por todo el
universo. Kardama Muni practicó austeridades durante 10.000 años a orillas del
río Sarasvati. En la era de Satya-yuga la gente vivía hasta 100.000 años.
El Señor miró a Kardama Muni lleno de afecto y le dijo: "Ya sabía lo que
estabas pensando y por eso he arreglado tu matrimonio con la hermosa hija de
Svayambhuva Manu. Su nombre es Devahuti. Debido a tu amor por Mí, Yo apareceré
en su vientre."
El señor mostró gran compasión hacia el sabio Kardama, y lleno de amor por Su
devoto el Señor comenzó a llorar y Sus lágrimas formaron un lago conocido como
Bindu Sarovara. Después de demostrar tanta misericordia por Kardama, el Señor
partió de nuevo en el lomo de Garuda. A medida que Garuda ascendió en el cielo,
el batir de sus alas produjo el sonido trascendental del HARE KRSNA Maha
Mantra, y se alejó por el sendero que conduce a Vaikuntha.
Sri Maitreya dijo: ¡Oh gran guerrero Vidura! El sabio Kardama dijo todo esto y
se quedó silencioso pensando en su adorable Señor Visnu. Mientras pensaba y
sonreía de esta manera, su cara capturó la mente de Devahuti, quien comenzó a
meditar en el gran sabio.
Después que los grandes sabios le dieron permiso para partir, el monarca subió
a su carroza junto con su esposa y partió para su capital, Brahmavarta. Durante
el viaje pudo ver las orillas del Sarasvati, las hermosas ermitas de los sabios
cuyos pensamientos están fijos únicamente en los pies de loto del Señor Visnu.
En ese momento Devahuti y Kardama Muni subieron al hermoso aeroplano. Los dos
disfrutaron de todas las opulencias durante cien estaciones y viajaron por todo
el universo.
En ese entonces Kardama Muni se acercó al Señor Supremo y le dijo: "Mi querido
Señor, simplemente he estado en ilusión durante todo este tiempo pensando que
había alguna felicidad en esta vida de hogar. Por eso ahora quiero aceptar la
orden renunciante y vagar pensando únicamente en Tus pies de loto."
El señor Supremo dijo: "He venido a este mundo a propagar los principios
religiosos y estoy de acuerdo con tu deseo de tomar la orden de vida
renunciante."
Kardama Muni fijó su mente en la Suprema Personalidad de Dios y entró en el
bosque. Luego Devahuti le preguntó a la Suprema Personalidad de Dios, el Señor
Kapiladeva, acerca del conocimiento trascendental. El Señor le habló del
conocimiento de la verdad absoluta para iluminarla. Aunque era una mujer, ella
se absorbió por completo en pensamientos sobre el Señor Supremo. El lugar donde
Devahuti alcanzó la perfección es el lugar más sagrado y es conocido en los
tres mundos.
Maitreya Muni y Vidura estaban hablando a orillas del Ganges. Se sentían muy
felices por estar absortos en su charla acerca del Señor Krsna. Cuando Maitreya
habló acerca de Daksa y su hija, Sati, Vidura quiso escuchar más. Maitreya
dijo: Cierta vez, hace millones de años, en la era de Svayambhuva Manu los
líderes realizaron un gran sacrificio, en el cual todos los grandes sabios,
filósofos, semidioses y dioses del fuego se reunieron con sus seguidores.
Cuando Daksa, el líder de los Prajapatis, llegó a la reunión el brillo de su
cuerpo era tan radiante como el Sol. Cuando entró, todos los dioses del fuego y
otros semidioses que estaban reunidos se levantaron y permanecieron de pie en
señal de respeto hacia Daksa. Unicamente el Señor Brahma y el Señor Siva
permanecieron sentados. Al ver que el Señor Siva no le ofrecía sus respetos,
Daksa se enfureció. Puesto que el Señor Siva estaba casado con su hija Sati,
Daksa esperaba que él le ofreciera sus obediencias.
Daksa dijo: "Todos los sabios, brahmanas y dioses del fuego aquí presentes, por
favor escúchenme con atención. No voy a hablar a causa de la ignorancia o de la
envidia. Siva aceptó ser mi subordinado al casarse con mi hija en presencia del
fuego y de los brahmanas. El tiene ojos de mono, aunque se haya casado con mi
hija, cuyos ojos son como los de un cervatillo. Sin embargo, él no se levantó
para recibirme, ni pensó que era apropiado darme la bienvenida con palabras
amables. Por haberme irrespetado él es impuro. Siva vive en sitios inmundos
como los crematorios, en compañía de duendes y demonios. Desnudo como un loco,
unta todo su cuerpo con cenizas de los crematorios. Adorna su cuerpo con una
guirnalda de cráneos y es muy amado por los seres que están locos."
Daksa, sintiendo gran ira, maldijo al Señor Siva de la siguiente forma: "Los
semidioses son elegibles para compartir los frutos del sacrificio, pero el
Señor Siva no tendrá ninguna participación." Debido a esta maldición el Señor
Siva nunca se reúne con personas materialistas que realizan sacrificios sólo
para compartir sus frutos.
Nandisvara era uno de los principales asociados del Señor Siva. Cuando se dio
cuenta que el Señor Siva había sido maldecido, él también fue afectado por la
ira y se preparó a maldecir a Daksa y a todos los brahmanas que habían
permitido esas palabras. Nandisvara dijo: "Puesto que Daksa ha aceptado que el
cuerpo es el yo, muy pronto tendrá la cabeza de un cabro." De esta manera, las
maldiciones iban y venían entre los seguidores del Señor Siva y los de Daksa.
El Señor Siva se sintió muy malhumorado con esta situación y sin pronunciar una
palabra abandonó la arena de sacrificio.
El Señor Brahma había elegido a Daksa como líder de los Prajapatis y por esta
razón Daksa estaba muy inflado. Después de algún tiempo Daksa comenzó otro
sacrificio y no invitó a su yerno. Para aquel que envidia a un Vaisnava todo
estará terminado en el momento oportuno.
Un día mientras estaba en su casa, Sati escuchó a la gente celestial que volaba
por el cielo y que hablaba acerca del gran sacrificio que iba a ser realizado
por su padre. Sati dijo: "Mi querido Señor Siva, tu suegro está realizando
ahora grandes sacrificios y todos los semidioses que fueron invitados ya están
llegando. Si tú lo deseas podemos ir." El Señor Siva contestó a su esposa:
"Cuando uno posee las seis cualidades de la educación, austeridad, riqueza,
belleza, juventud y herencia, pero está muy orgulloso de sí mismo, uno pierde
el buen sentido y no puede comprender las glorias de las grandes personas. Uno
no debe ir a la casa de alguien, ya sea pariente o amigo, si esa persona tiene
la mente perturbada y lo mira a uno con el entrecejo fruncido y los ojos
furiosos. Si a pesar de estas instrucciones tú decides ir, ignorando mis
palabras, el futuro no será bueno para ti." Sati se sintió muy afligida por no
poder asistir al sacrificio. Miró a su esposo como si fuera a despedazarlo y
desobedeciendo sus instrucciones, a causa de su debilidad, se marchó a ver a
sus parientes. Miles de discípulos del Señor Siva la siguieron.
Cuando Sati, junto con sus seguidores, llegó a la arena, nadie la saludó
correctamente porque toda la gente tenía temor de Daksa. Nadie le dió la
bienvenida, excepto su madre y sus hermanas quienes se acercaron llorando muy
emocionadas. No vio ofrenda alguna para su esposo el Señor Siva y se dió cuenta
de que Daksa tampoco iba a recibirla. Como consecuencia de todo esto se
enfureció y miró a su padre como si fuera a quemarlo con sus ojos. Sati dijo:
"Tu Daksa, el dos veces nacido, un hombre como tú, siempre encuentra defectos
en los demás. El Señor Siva al contrario nunca lo hace, pero si ve aunque sea
una pequeña cualidad, él la convierte en algo maravilloso. Desafortunadamente,
has encontrado defectos en un alma tan grande. Debido a tu ofensa, no quiero
conservar por más tiempo este cuerpo, sin valor, que tú me has dado. Si alguien
come algo venenoso el mejor tratamiento es vomitar." Luego Sati se purificó con
agua, cerró sus ojos y se absorbió en el proceso místico de yoga y abandonó su
cuerpo. Cuando vieron esto, los seguidores del Señor Siva se aprestaron a matar
con sus armas a Daksa. Se adelantaron violentamente, pero Bhrgu Muni al ver el
peligro comenzó a hacer ofrendas y a cantar himnos védicos. Tan pronto como
Bhrgu hizo las ofrendas al fuego, se manifestaron cientos de semidioses que
hicieron que los seguidores del Señor Siva volaran despavoridos.
Por la gracia de Narada Muni el Señor Siva se enteró de que Sati había muerto.
El se enfureció. Presionó sus labios con sus dientes e inmediatamente se
arrancó uno de sus cabellos, el cual brilló como la electricidad o el fuego. Se
levantó enseguida, riendo como un loco, y arrojó el cabello al piso. Al
instante, fue creado un enorme demonio negro, tan alto como el cielo y tan
brillante como tres soles juntos. Los dientes del demonio eran aterradores y
sus cabellos eran ardientes como el fuego. Tenía cientos de brazos equipados
con armas de todas clases y estaba enguirnaldado con cabezas de hombres. El
gigantesco demonio se acercó al señor Siva con las manos cruzadas y le
preguntó: "¿Qué debo hacer mi Señor? El Señor Siva respondio: "¡Mata a Daksa y
a sus soldados inmediatamente!"
Había una lluvia continua de piedras, y todos los sacerdotes y otras personas
que se habían reunido para el sacrificio comenzaron a sentir una gran miseria.
Virabhadra le afeitó el bigote a Bhrgu y luego apresó a Bhaga. Bhaga había
estado moviendo sus cejas durante la maldición de Daksa al Señor Siva, y
enfurecido Virabhadra lo arrojó al piso y le sacó los ojos. Luego, Virabhadra
sacó a golpes los dientes de Daksa y Pusa porque ellos los habían mostrado
durante la maldición al señor Siva. Luego, Virabhadra, el gigante, se sentó en
el pecho de Daksa y trató de separar su cabeza del cuerpo con armas cortantes
pero no pudo. Entonces trató de cortar la cabeza de Daksa con himnos védicos y
más armas, pero no pudo ni quitarle la piel del cuerpo. Finalmente, Virabhadra
tomó el gran artefacto de madera que iba a ser utilizado para degollar los
animales en el sacrificio y lo usó para decapitar a Daksa en presencia de
todos. Virabhadra tomó la cabeza de Daksa y la arrojó al fuego del sacrificio.
Luego le prendió fuego a la arena y partió hacia la morada de su maestro:
Kailasa.
Todos los semidioses y los sacerdotes que habían sido derrotados por los del
Señor Siva se acercaron al Señor Brahma para que éste les indicara qué debían
hacer. Todos estaban heridos y muy atemorizados. Después de escucharlos el
Señor Brahma dijo: "Ustedes no pueden ser felices si blasfeman a una gran
persona y ofenden sus pies de loto. No pueden tener felicidad de esa forma. Si
ustedes van donde el señor Siva, se rinden ante él y se postran a sus pies de
loto, él estará muy complacido." Entonces el Señor Brahma y los semidioses
partieron para la morada del Señor Siva, conocida como la Colina de Kailasa.
Kailasa tiene muchas montañas cubiertas con toda clase de joyas valiosas y
minerales y rodeadas de todas las variedades de árboles y plantas preciosas. La
cima de la colina está decorada bellamente con diferentes tipos de venados. Hay
numerosas cascadas y en las montañas hay cuevas hermosas donde se encuentran
las bellas esposas de los místicos. En Kailasa pudieron ver muchos árboles
llenos de diferentes clases de frutas y se encontraban por todas partes piedras
preciosas, tales como rubíes, esmeraldas, diamantes y zafiros. Los lagos de la
montaña estaban llenos de flores de loto y pájaros de varias especies, cuyos
trinos creaban una atmósfera muy placentera. Los semidioses viajaron por entre
toda la opulencia de la Colina Kailasa hasta que llegaron a un sitio donde
había un enorme árbol baniano. El árbol baniano tenía 800 millas de alto y sus
ramas se extendían 600 millas a la redonda. El árbol daba una deliciosa sombra
a cuyo amparo estaba sentado el Señor Siva, tan serio como el tiempo eterno.
Parecía que había abandonado toda su ira. Estaba rodeado de personas santas
como Kuvera y los cuatro Kumaras, quienes ya eran almas liberadas. El Señor
Siva hablaba con todos los que estaban allí, incluso el gran sabio Narada. El
hablaba acerca de la Verdad Absoluta. El Señor Brahma se acercó y le ofreció
sus oraciones, diciéndole: "Mi querido Señor Siva, los tontos sacerdotes no
permitieron tu participación en el sacrificio y, por consiguiente, destruiste
todo. Ahora el sacrificio permanece sin terminar. Por favor, haz lo necesario y
toma la participación que te corresponde y por tu misericordia permite que los
sacerdotes y los semidioses se recuperen de sus heridas."
El Señor Siva dijo: "Mi querido padre, Brahma: No me importan las ofensas de
los semidioses. Ellos son infantiles y poco inteligentes. Yo los he castigado
únicamente para enseñarles. Puesto que la cabeza de Daksa ha sido arrojada al
fuego y convertida en cenizas, tendrá la cabeza de un cabro, y todos los
semidioses que han estado de acuerdo con la participación que me corresponde en
el sacrificio, se recuperarán de sus heridas."
Maitreya Muni estaba hablando a Vidura acerca del néctar de Krsna y Sus devotos
y mencionó el nombre del Rey Uttanapada y su hijo Dhruva. Entonces Maitreya
comenzó a contar la historia del famoso devoto Dhruva Maharaja. Hubo una vez un
gran rey llamado Uttanapada, quien tenía dos reinas cuyos nombres eran Suniti y
Surici. El hijo de Surici se llamaba Utama y él y su madre eran los favoritos
del rey. El hijo de Suniti se llamaba Dhruva.
Cierto día, Utama estaba sentado muy feliz en el regazo de su padre. Entonces,
Dhruva también quiso subirse al regazo de su padre el rey Uttanapada.
Desafortunadamente, el rey no se lo permitió. Cuando la madrastra Suruci vio al
pequeño Dhruva tratando de llegar al regazo de su padre, sintió celos y comenzó
a hablar orgullosamente: "Mi querido niño, tú no mereces sentarte ni en el
trono ni en el regazo del rey. Seguro que también eres hijo del rey, pero como
no fuiste engendrado en mi vientre no estas cualificado para sentarte en el
regazo de tu padre. Si deseas ver cumplido tu deseo, tendrás que complacer a la
Suprema Personalidad de Dios, Narayana y entonces si podrás tomar tú próximo
nacimiento en mi vientre." Cuando Dhruva Maharaja escuchó las duras palabras de
su madrastra empezó a respirar pesadamente. Era como una serpiente golpeada con
una vara. Miró a su padre, pero vio que el rey permanecía callado sin protestar
por las palabras de su esposa. Por lo tanto, el niño dejó de inmediato el
palacio y fue a ver a su madre, Suniti.
Cuando Narada Muni vió la determinación de Dhruva Maharaja le dijo: "Mi querido
niño, te deseo mucha suerte. Debes ir a la ribera del Yamuna y purificarte en
el bosque santo conocido como Madhuvana. Sólo por ir a ese bosque, uno se
acerca más a la Suprema Personalidad de Dios, Quien siempre reside allí. Debes
hacer con tierra una forma del Señor y adorarla. También debes cantar este
mantra: Om namo bhagavate vasudevaya. Con alimentos sencillos y el canto de
este mantra, verás pronto al Señor."
Después de escuchar las palabras del gran sabio Narada Muni, el muchacho dio
vueltas alrededor de Narada, su Maestro Espiritual, y le ofreció sus más
respetuosas obediencias. Luego partió para Madhuvana, donde siempre están
impresas las marcas de los pies de loto del Señor Krsna.
Dhruva se sintió muy avergonzado por haber adorado al Señor teniendo tantos
deseos materiales. Se sintió como aquel pobre hombre a quien el rey le ofreció
cualquier cosa que deseara y él sólo pidió unos cuantos granos de arroz. Se
lamento mucho durante algún tiempo y luego se dirigió a su casa.
Cuando los sabios escucharon que Dhruva Maharaja estaba siendo subyugado por
los trucos ilusorios de los demonios, se reunieron de inmediato para darle
ánimo: "Querido Dhruva, hijo del rey Uttanapada, que la Suprema Personalidad de
Dios, que alivia todas las desgracias de Sus devotos, mate a todos tus
enemigos. El santo nombre del Sañor es tan poderoso como el Señor mismo. Por lo
tanto, sólo por cantar y escuchar el Santo Nombre del Señor, uno es liberado de
todo temor."
Al escuchar las palabras de ánimo de los sabios, Dhruva Maharaja tocó el agua,
y levantó su flecha colocándola en el arco. La flecha de Dhruva había sido
hecha por el Mismo Señor Narayana y, tan pronto como ésta tocó su arco, todos
los trucos ilusorios de los demonios desaparecieron. Cuando Dhruva colocó la
maravillosa flecha en el arco, cientos de flechas con saetas doradas y plumas
como las alas de un cisne, salieron de él. Ellas entraron en los cuerpos de los
soldados enemigos con un sonido vibrante, separando las piernas, los brazos y
los estómagos de sus cuerpos. Al hacer esto, Dhruva liberó a los Yaksas hacia
el planeta que está situado encima del globo solar y el cual sólo pueden
alcanzar los brahmacaris de primera clase.
Cuando Svayambhuva Manu, el abuelo de Dhruva, vio que él estaba matando tantos
Yaksas que en realidad no lo habían ofendido, se acercó a Dhruva para
instruirlo y pedirle que detuviera la matanza puesto que había sido solamente
un Yaksa quien había matado a su hermano. Después le pidió a Dhruva que
ofreciera oraciones al Señor Kuvera, el Señor de los Yaksas, para apaciguarlo.
Tan pronto como Dhruva Maharaja iba a subir a bordo del avión trascendental,
vio a la muerte personificada acercarse a él. Sin embargo, sin importarle la
muerte, aprovechó la oportunidad para colocar el pie sobre su cabeza y subir al
avión. En ese momento sonaron en el cielo tambores y timbales, los Gandharvas
comenzaron a cantar y otros semidioses derramaron flores como torrentes de
lluvia sobre Dhruva Maharaja.
Maitreya Muni dijo: Hace mucho tiempo vivió un gran rey llamado Anga. Su esposa
se llamaba Sunitha y era hija de la muerte personificada. El rey Anga deseaba
mucho tener un hijo pero no había podido, entonces decidió realizar el
sacrificio conocido con el nombre de Asvamedha.
Aunque los brahmanas cantaron perfectamente los mantras de los Vedas durante el
sacrificio, los semidioses no aparecieron. Los brahmanas dijeron: "¡Oh Rey! No
encontramos actividades pecaminosas en tu vida, ni siquiera en tu mente. Sin
embargo, en tu vida pasada sí cometiste acciones impías y, por lo tanto,no
puedes tener un hijo. Oh Rey, te deseamos toda buena fortuna. Si quieres tener
un hijo debes orarle inmediatamente a la Suprema Personalidad de Dios, el Señor
Visnu. El es el disfrutador de todos los sacrificios, y El satisfacerá tus
deseos." Luego los brahmanas ofrecieron su sacrificio al Señor Visnu, Quien
está situado en el corazón de las entidades vivientes.
En ese momento, del fuego del sacrificio salió una persona vestida con ropajes
blancos y una guirnalda de oro. Llevaba una olla de oro con arroz cocido en
leche. Los sacerdotes dieron permiso al Rey para que tomara un poco de la leche
hervida. El Rey era una persona muy generosa y después de recibir el permiso de
los sacerdotes, le dió una porción a su esposa. Esto fue un error, puesto que
ella era la hija de la muerte personificada, el hijo que tuvieron fue una
persona muy irreligiosa. Le llamaron Vena.
Este muchacho era muy cruel y acostumbraba ir al bosque a matar a los inocentes
venados. Tan pronto como se acercaba, la gente comenzaba a gritar: "Allí viene
el cruel Vena! Allí viene el cruel Vena!" Algunas veces mientras jugaba con
otros muchachos decidía matarlos como si fueran animales. El Rey Anga trató de
castigarlo de muchas formas, pero nunca pudo lograr que Vena fuera gentil.
El Rey pensaba: "Un mal hijo es mejor que un buen hijo. Un buen hijo crea apego
hacia el hogar, mientras que un mal hijo hace de su casa un infierno, y
entonces uno se puede desapegar de él." Pensando de esta manera, él abandonó
toda atracción por la vida de hogar. Cierta vez, antes del amanecer, se levantó
de su cama y abandonó su opulento reino. Sin ser visto por nadie se dirigió al
bosque. Cuando comprendieron que el Rey había abandonado su reino, todos los
ciudadanos se sintieron muy tristes y comenzaron a buscarlo por todo el mundo.
Al no poder encontrarlo, se dirigieron a los grandes sabios, y les contaron lo
que había sucedido. Los grandes sabios llamaron a la reina Sunitha y con su
permiso eligieron a Vena como el maestro del mundo. Algunos ministros y amigos
sabían que Vena seria un mal rey y se opusieron a su elección.
Termina así el Resumen del Cuarto Canto, Capítulo 14 del Srimad Bhagavatam,
titulado "La historia del Rey Vena"
Maitreya Muni dijo: Después de la muerte del Rey Vena no había quien protegiera
el mundo. Cierta vez, los mismos sabios que habían matado a Vena estaban
sentados en la orilla del Río Sarasvati, realizando sus deberes diarios y
ofreciendo oblaciones en el fuego del sacrificio. Después de cumplir con sus
obligaciones comenzaron a hablar acerca de la Persona Suprema y de Sus
pasatiempos trascendentales. En aquellos días había muchos disturbios debido a
los rascaleros y los ladrones. Mientras los sabios hablaban, vieron que se
aproximaba una tormenta de polvo en todas las direcciones, que era causada por
los ladrones que estaban robando a los ciudadanos. Sin un Rey el mundo estaba
sin ley y sin orden y por esto los sabios sintieron compasión por los
atribulados ciudadanos. Aunque los brahmanas hubieran podido detener los
ladrones, ellos pensaban que no era su obligación, pero deseaban de todas
formas hacer algo para ayudar a los hombres. Los sabios decidieron que la línea
familiar del Rey Anga no debía terminarse. Ellos eran grandes devotos del Señor
y muy poderosos. Los sabios se dirigieron al lugar donde estaba el cadáver del
Rey Vena. Ellos agitaron con gran fuerza los muslos del cuerpo del Rey y como
resultado una persona pequeñita salió del cuerpo del Rey Vena. Le dieron por
nombre Bahuka y era tan negro como un cuervo. Sus brazos y piernas eran cortos
y su quijada grande. Sus ojos eran rojos y su cabello tenía el color del cobre.
Era muy humilde y pregunto: "¿Señores, qué debo hacer?" Los sabios le
contestaron: "Por favor siéntate." Este hombrecito negro aceptó todas las
reacciones de las actividades pecaminosas del Rey Vena y así la dinastía del
Rey Anga quedo purificada. Luego los sabios agitaron los brazos del cuerpo del
Rey Vena y nacieron un hombre y una mujer. Los grandes sabios dijeron: "Este
hombre es una expansión del poder del Señor
Visnu. La mujer es una expansión de la diosa de la fortuna. El se llamará Prthu
y ella Arci." Después los brahmanas glorificaron al Rey Prthu por sus futuras
actividades. Mientras todo esto sucedía una lluvia de flores caía del cielo y
las hermosas mujeres de los planetas celestiales bailaban con gran regocijo. Al
mismo tiempo se escuchaba el sonido de las caracolas, las trompetas y los
tambores y grandes personalidades de diferentes planetas vinieron a ver al Rey
Prthu. El Señor Brahma también se hizo presente. El vió en la palma de la mano
del Rey Prthu la señal de un disco y en su alma vió los símbolos de las flores
de loto. El Señor Brahma pudo comprender entonces que el Rey era una expansión
del Señor Visnu.
Entonces el Rey Prthu fue coronado como el Rey del mundo. Los semidioses
vinieron y se presentaron ante el Rey con regalos y oraciones. Kuvera le dió un
trono de oro. Varuna trajo una sombrilla, el Señor Visnu le entregó un disco
Sudarsana y el Señor Brahma, una camisa hecha de conocimiento espiritual. El
Señor Siva le ofreció una espada con su estuche marcado con diez lunas y la
diosa Durga, un escudo grabado con cien lunas. El dios de la luna le dio
caballos hechos de néctar, y el semidios Bhuloka, unas zapatillas llenas de
poder místico. Después que los semidioses ofrecieron sus regalos, los sutas,
magadhas y vandis comenzaron a glorificar las cualidades divinas de Prthu
Maharaja. Luego que finalizaron estas ceremonias Maharaja Prthu les dió a todos
sus agradecimientos y les ofreció sus respetos, haciéndolos sentir satisfechos.
Maitreya Muni continuó: Años más tarde, después que el Rey Prthu había sido
coronado, maestro del universo, sus súbditos se acercaron a él y le dijeron:
"Nos estamos secando debido al fuego del hambre que consume nuestros estómagos.
¡Oh Rey de todos los reyes! Por favor haz algo para satisfacer nuestra hambre o
moriremos de inanición."
Después de escuchar a los ciudadanos el Rey Prthu pensó por un rato. Luego tomó
su arco y flechas y los dirigió hacia la tierra. Cuando la tierra vió que el
Rey Prthu la iba a matar tomó la forma de una vaca. Sintiéndose aterrorizada,
huyó tratando de escapar del Rey. El Rey Prthu cazó la vaca por todo el
universo, pero dondequiera que ella corría, veía al rey con su arco y sus
flechas. Al ver que no podía escapar del hijo de Vena, se rindió al Rey y
cayendo a sus pies, le dijo: "Mi querido Rey, las semillas, raíces y granos
están siendo utilizados por los no devotos. Por lo tanto, yo he escondido todas
las semillas para realizar un sacrificio. ¡Oh gran héroe! Si deseas aliviar el
hambre de los ciudadanos, debes traer un ternero, una olla y un ordeñador.
Puesto que yo seré muy generosa con mi ternero, tu deseo de llevarte los granos
será satisfecho. mi querido Señor, debo informarte que tienes que limpiar toda
la superficie de la tierra. La lluvia permanecerá en ella si su superficie está
limpia. Esto será muy auspicioso para toda clase de productos."
El Rey aceptó las palabras del planeta tierra. Convirtió a Manu en un ternero y
extrajo todos los granos y hierbas de la tierra. En ese momento otros tomaron
lo que quisieron del planeta tierra.
Los grandes sabios convirtieron a Brhaspati en un ternero. Los sentidos los
volvieron una olla y sacaron toda clase de conocimiento védico para purificar
las palabras, la mente y el oído. Todos los semidioses transformaron a Indra en
otro ternero y absorbieron la bebida soma de la tierra. Los demonios también
transformaron a Prahlada Maharaja en un ternero y sacaron el licor y la
cerveza, y los colocaron en una olla de hierro. Los fantasmas y las brujas
convirtieron al Señor Siva en un ternero y extrajeron todas las bebidas hechas
de sangre y las pusieron en una olla hecha de calaveras. Los habitantes de
Siddhaloka convirtieron al gran sabio Kapila en un ternero y transformaron el
cielo en una inmensa olla y le sacaron los poderes místicos. Los pájaros
volvieron a Garuda un ternero y extrajeron leche en la forma de insectos y
plantas. De esta forma el planeta tierra proporcionó alimentos para todo el
mundo. El Rey Prthu estaba muy satisfecho con la tierra y la aceptó como su
propia hija. Así, todo el mundo se sintió muy feliz bajo el mandato de Maharaja
Prthu.
Maitreya Muni continuó hablando a Vidura: Algún tiempo después de todo esto,
Maharaja Prthu comenzó cien sacrificios de caballos para complacer al Señor
Visnu. Fueron realizados donde el Río Sarasvati fluye hacia el Este. La Suprema
Personalidad de Dios, el Señor Visnu está presente en el corazón de todo como
la superalma. El es el propietario de todos los planetas y el disfrutador de
todos los sacrificios. El Señor Visnu estuvo personalmente en los cien
sacrificios realizados por el Rey Prthu. Cuando el Señor Visnu apareció en la
arena del sacrificio, estaba acompañado por el Señor Brahma y el Señor Siva.
Los gandarvas cantaron y los Apsaras bailaron con gran felicidad. Kapila,
Narada y Saunaka Kumara también vinieron con el Señor Visnu. Debido a la
realización de sacrificios para el placer del Señor Visnu, la tierra satisfizo
todas las necesidades de los hombres. Sin embargo,Indra sintió mucha envidia
por la opulencia del Rey Prthu. Cuando el Rey estaba llevando a cabo su último
sacrificio el Rey Indra se hizo invisible y robó el caballo que estaba listo
para el sacrificio. Cuando el Rey Indra se llevaba el caballo estaba vestido
como un sannyasi, así que el Rey Indra fue el primero en utilizar las ropas de
un sannyasi con el fin de engañar. Mientras Indra escapaba, el gran sabio Atri
lo vió y comprendió toda la situación. Le avisó al hijo del Rey Prthu quien de
inmediato comenzó a perseguir a Indra, gritándole: "Espera! Espera!," pero
viendo que iba vestido de sannyasi pensó que se trataba de una persona piadosa
y, por lo tanto, no le disparó sus flechas. Sin embargo, Atri Muni le dio
instrucciones de matar al Rey Indra. Cuando el vió que el hijo del Rey Prthu lo
estaba persiguiendo, abandonó el caballo y se quitó el falso vestido. Luego el
hijo de Prthu le devolvió el caballo a su padre. Cuando los grandes sabios
vieron el poder del muchacho le dieron el nombre de Vijitasva. Después de este
incidente comenzó de nuevo el sacrificio. Sin embargo, Indra cubrió la arena
con una densa oscuridad y se robó de nuevo el caballo. El sabio Atri vió otra
vez a Indra que escapaba por el cielo. Indra tenía una vara en su mano y estaba
vestido de sannyasi. Vjitasva colocó una flecha en su arco para matar a Indra.
Al ver esto Indra abandonó su falso vestido y el caballo y se hizo invisible.
El gran héroe Vijitasva devolvió el caballo a su padre. Cuando el sacrificio
iba a comenzar por tercera vez, Indra se robó nuevamente el caballo y en ese
momento Maharaja Prthu tomó su arco y las flechas para matar a Indra. Cuando
los sacerdotes vieron esto dijeron: ¡Oh gran alma no lo mates! Sólo es
permitido matar animales en este sacrificio. Querido Rey, Indra ha disminuido
su prestigio con esta trampa. Para castigarlo lo llamaremos con mantras védicos
y lo lanzaremos al fuego."
Cuando los sacerdotes estaban listos para verter sus oblaciones en el fuego
apareció el Señor Brahma y los previno. El Señor Brahma dijo: "Ustedes no
pueden matar al Rey del cielo. El es tan bueno como la Suprema Personalidad de
Dios. Para detener este sacrificio el Rey Indra ha tomado ese vestido que
destruirá el sendero de la religión. Si ustedes continúan con el sacrificio, el
utilizará equivocadamente su poder para introducir otros sistemas irreligiosos.
Deben saber que entre los semidioses existen muchos deseos inconfesables. Si se
siguen oponiendo a Indra, el malgastará su poder implantando otros sistemas de
irreligión. Por lo tanto, permitan que se realicen solamente 99 sacrificios.
Cuando el Rey Prthu escuchó las palabras del Señor Brahma se reconcilió de
inmediato con Indra. Luego Maharaja Prthu tomó el baño que se acostumbra
después de todos los sacrificios. Los semidioses se sintieron muy satisfechos
con Maharaja Prthu y los brahmanas le dieron sus bendiciones sinceras al Rey.
El Rey Indra estaba parado cerca del Señor Visnu y se sintió muy avergonzado
por sus actividades. Se arrodilló frente al Rey Prthu para tocar sus pies de
loto. Prthu Maharaja lo abrazó con gran éxtasis y la envidia desapareció del
corazón del Rey Indra. En ese momento el Señor estaba apunto de partir, pero no
lo hacía por el amor del Rey. El Señor estaba parado frente al Rey con Sus pies
de loto casi tocando el piso y Su mano descansaba en el hombro de Garuda.
Entonces Maharaja Prthu ofreció sus oraciones, así: "Mi querido Señor, no
quiero que me des cosas materiales. Deseo tener el favor de tener por lo menos
un millón de oídos para poder escuchar acerca de Tus glorias, las cuales son
cantadas por Tus devotos. Al escuchar Tus glorias uno recuerda poco a poco que
es Tu sirviente eterno." Después de escuchar las oraciones que le ofreció el
Rey, el Señor Visnu partió para Su morada. Mientras se alejaba, el Rey le
ofrecía sus respetuosas reverencias.
Maharaja Prthu fue un gran rey. El enseñó a los ciudadanos acerca del servicio
devocional al Señor Visnu y cómo alcanzar la meta de la vida. En una de esas
ocasiones en las que hablaba a los ciudadanos los cuatro Kumaras descendieron
del cielo. Aparecieron tan brillantes como el Sol. Maharaja Prthu personalmente
les ofreció asiento y lavó sus pies. Tomó un poco de esa agua y la rocío sobre
su cabeza y luego se sentó para escuchar a estos grandes sabios que sólo tenían
cinco años de edad. Con enorme devoción los cuatro Kumaras instruyeron a
Maharaja Prthu sobre el servicio devocional. Porque él era muy humilde y
sumiso, todos lo amaban y llegó a ser conocido en todo el universo. Desde el
planeta más elevado hasta el más bajo, la gente cantaba sus glorias que
ciertamente eran tan dulces como las del Señor Ramachandra.
Sukadeva Gosvami dijo: Hace muchos años existió un gran príncipe llamado
Priyavrata. Su padre fue Svayambhuva Manu y su hermano el Rey Uttanapada, el
padre de Dhruva Maharaja. Priyavrata no estaba interesado en ser el rey del
mundo, así que decidió irse al bosque y dedicar su vida a meditar en los pies
de loto del Señor. Aceptó a Narada Muni como su Maestro Espiritual y vivió en
un bosque situado en la colina de Gandamadana.
El señor Brahma dijo: "Nadie puede eludir una orden de la Suprema Personalidad
de Dios. Debemos cumplir con nuestros deberes como lo hacen los toros que son
halados por los anillos que tienen en la nariz. El Señor ha ordenado que
aceptes este reino. Aunque está lleno de opulencia debes aceptarlo. Yo te
aseguro que no serás afectado por Maya."
Maharaja Priyavrata aceptó el trono real siguiendo la orden del Señor Brahma.
Puesto que era un rey también aceptó una esposa muy hermosa. Su nombre era
Barhismati y procreó con ella diez hijos y una hija. Todos eran muy
cualificados.
Cierta vez, Maharaja Priyavrata estaba disgustado por la forma en que el dios
del Sol iluminaba al universo. Cuando el Sol estaba en el norte, el sur estaba
oscuro y cuando el Sol estaba en el sur, el norte estaba oscuro. Para corregir
esta situación Maharaja Priyavrata hizo una carroza tan brillante como el Sol.
Siguiendo el sendero del rey del Sol, él iluminaba aquella parte del universo
que estaba en la oscuridad. Las ruedas de la carroza de Priyavrata dejaron
surcos que luego se convirtieron en siete océanos, dividieron el sistema
planetario Bhu-mandala en siete islas. Los siete océanos contenían agua salada,
jugo de caña de azúcar, licor, ghee,leche, yogurt y agua dulce. Entregó estas
islas a siete de sus hijos.
Termina así el Resumen del Quinto Canto, Capítulo primero, del Srimad
Bhagavatam, titutlado "La historia de Maharaja Priyavrata."
Sri Sukadeva Gosvami dijo: Tan pronto como el Señor apareció, El dejó ver todos
los signos de la Suprema Personalidad de Dios. Era igual a todo el mundo y muy
tranquilo. El tenía un completo control de los sentidos y la mente. Aunque
poseía todas las opulencias no deseaba el disfrute material. Debido a todas
estas magníficas cualidades, el Señor Rsabhadeva era más poderoso cada día, y
por esto los ciudadanos, los brahmanas eruditos, los semidioses y los ministros
querían que Rsabhadeva fuera el Rey de la tierra.
Cierta vez Indra sintió una gran envidia de todas las cualidades de Rsabhadeva,
y con su poder impidió que la lluvia cayera sobre la tierra. Cuando vió esto,
Rsabhadeva, el maestro de todos los poderes místicos, hizo llover sobre la
tierra con Su poder de Yogamaya demostrando a Su padre y a los ciudadanos que
El era el Señor de todas las entidades vivientes.
Para dar ejemplos a todos, Maharaja Rsabhadeva vivió como un brahmacari con su
Maestro Espiritual. Después, el aceptó la vida familiar, casándose con Jayanti
y procreó en su vientre cien hijos. El hijo mayor se llamaba Bharata. En su
honor el planeta se conoce con el nombre de Bharata-varsa. Maharaja Rsabhadeva
instruyó a Sus cien hijos acerca del camino del servicio devocional. Estas
instrucciones son muy importantes y están dirigidas a todas las personas, aun a
las de esta era de Kali.
Maharaja Rsabhadeva instruyó a sus cien hijos para que no vivieran para la
gratificación de sus sentidos como los cerdos y los perros, sino para que se
dedicaran a la penitencia y a la austeridad para alcanzar la posición divina
del servicio devocional. Les enseñó la adoración a los grandes devotos, la cual
es la senda para regresar a casa, regresar a Dios. También les enseñó a no
sentirse atraídos por la forma femenina, ni la vida sexual, ya que ésto aumenta
la ilusión de "yo y mío." De esta manera, Maharaja Rsabhadeva guió a Sus hijos
por el sendero de regreso al mundo espiritual.
Después de algún tiempo el Señor Rsabhadeva coronó a su hijo mayor Bharata como
rey de la tierra. Luego Rsabhadeva dejó su hogar y vivió como un loco. Vagaba
desnudo y no hablaba con nadie. Dondequiera que viajaba era amenazado, golpeado
y escupido.Algunas veces la gente le lanzaba piedras, excrementos y polvo. La
gente le decía apodos groseros y le causaban problemas, pero a El nada de esto
le importaba. El vagaba por el mundo entero sin enojarse con nadie. Algunas
veces se quedaba en algún sitio y actuaba como una pitón. Mientras estaba
acostado orinaba y evacuaba el vientre y rodaba sobre sus excrementos o untaba
Su cuerpo con ellos, para que la gente no lo molestara, pero ningún mal olor
salía de El. Por el contrario, Su excremento y orina eran tan aromáticos que se
podía sentir una agradable fragancia a 80 millas a la redonda. El Señor
Rsabhadeva no tenía cuerpo material pero la gente sí pensaba que lo tenía. Una
vez mientras vagaba por un bosque al sur de la India, éste se incendió y en ese
fuego el cuerpo del Señor Rsabhadeva se convirtió en cenizas.
Sukadeva Gosvami dijo: Las actividades del Señor Rsabhadeva son todo gloriosas.
El Señor Rsabhadeva se encarnó para liberar de las garras de Maya a todas las
almas caídas, de esta era de Kali. Las actividades de Maharaja Rsabhadeva son
muy auspiciosas y están dirigidas al bienestar de todos. Cualquiera que escuche
o hable acerca de ellas, ciertamente alcanzará el servicio devocional puro a
los pies de loto del Señor.
Sukadeva Gosvami dijo: El Señor Rsabhadeva tuvo cien hijos, de los cuales el
mayor era Bharata. Siguiendo las instrucciones de su padre, comenzó a gobernar
el mundo. Se casó con la hija de Visvarupa llamada Pancajani y tuvo cinco hijos
con ella. Antes del mandato de Maharaja Bharata este planeta era conocido como
Ajanabha-varsa, pero como el fue un gran Rey en su honor se cambió este nombre
por el de Bharata-varsa.
Maharaja Bharata gobernó durante muchos miles de años. Al final de este tiempo,
Maharaja Bharata dividió su riqueza entre sus hijos y se retiró de la vida
familiar. Se dirigió al norte de la India, hacia Hardwar. Permaneció en el
asrama Pulaha situado a la orilla del Río Gandaki. En ese río sagrado se pueden
encontrar Salagram Silas. En todas y cada una de ellas uno puede ver círculos
como el ombligo del Señor Visnu.
El gran Rey Bharata comenzó a pensar: "He aquí que este pequeño venado ha
tomado refugio en mí. Aunque él esta perturbando mi vida espiritual, me doy
cuenta que una persona inútil no puede ser rechazada."
Sukadeva Gosvami dijo: Maharaja Bharata llegó a estar tan apegado al venado que
al momento de su muerte lo vió sentado a su lado y absorto en pensamientos
acerca de él, tomó cuerpo de venado. Aunque había perdido su cuerpo humano y
recibido uno de venado, no olvidó su vida pasada. En este nuevo cuerpo Maharaja
Bharata comenzó a pensar: "He abandonado mi vida familiar y partido para el
bosque. Estaba absorto en escuchar, cantar y recordar a la Suprema Personalidad
de Dios. Sin embargo, debido a que soy un gran tonto me he apegado a un venado.
Ahora tengo el cuerpo de un venado y he caído de mi vida devocional." De esta
manera Maharaja Bharata empezó a arrepentirse de su vida pasada. El abandonó a
su madre venada y regresó al bosque de Salagram y al asrama de Pulaha. Aunque
podía hablar no lo hacía, pero no se sentía solo porque su querida amiga, la
superalma, estaba con él. Sin contarle su pasado a nadie, comía solamente hojas
secas y esperaba la muerte. Así que a su debido tiempo abandonó ese cuerpo.
Su padre lo llamó Jada Bharata. Como aparentaba ser sordomudo no podía vivir en
un asrama de grhasthas. Su padre sentía gran afecto por él, pero Jada Bharata
se comportaba delante de su padre como un tonto. Cuando su padre le daba
instrucciones el hacía exactamente lo contrario. Le enseñaba que se bañara las
manos después de evacuar el cuerpo pero él se las bañaba antes. El padre trató
de enseñar a su hijo lo mejor que pudo pero nada dió resultado y algunos años
después el brahmana murió.
Sukadeva Gosvami continuó: Cierta vez había un ladrón que quería adorar a la
diosa Kali para poder tener un hijo. Quería ofrecerle un hombre tonto como
sacrificio. Una noche mientras caminaba junto con unos amigos, se encontraron
con Jada Bhrarata que estaba cuidando un campo de arroz para que los animales
salvajes no entraran. Cuando lo vieron, sus caras se llenaron de alegría. Lo
amarraron y lo llevaron al templo de la diosa Kali. Los ladrones bañaron a Jada
Bharata, lo vistieron, lo decoraron con tilaka,guirnaldas y pulpa de sándalo y
lo hicieron sentar frente a la Deidad. Uno de los ladrones, actuando como un
sacerdote, tomó una espada amenazante y la levantó para matar a Jada Bharata.
Los ladrones, ciegos por el deseo de volverse ricos, estaban dispuestos a matar
a un gran devoto como Jada Bharata.
La diosa Kali, viendo que estos hombres pecaminosos iban a matar a este gran
devoto autorrealizado, se enfureció. La Deidad se rompió y la diosa Kali
apareció personalmente con los ojos rojos y los dientes torcidos. Después de
saltar fuera del altar les separó las manos, piernas y cabezas de sus cuerpos
con la misma espada con la que iban a matar a Jada Bharata. La diosa y sus
amigos comenzaron a beber la sangre caliente que brotaba de sus cuellos y al
mismo tiempo empezaron a jugar con las cabezas de los ladrones lanzándolas al
aire como si fueran pelotas.
El Señor no tolera ofensa alguna contra Su devoto. Si un devoto está en peligro
de ser asesinado, el Señor inmediatamente hace los arreglos para acabar con los
rascaleros.
Cuando escuchó la humilde solicitud del rey, Jada Bharata olvidó la ofensa. Porque él era un
vaisnava, él tenía un corazón compasivo y tolerante. De nuevo habló al rey Rahugana acerca
del conocimiento trascendental y él lo escuchó y lo aceptó como si fuera la esencia del
néctar. Después de este suceso Jada Bharata siguió viajando por toda la tierra como lo hacía
antes. Jada Bharata era una gran alma autorrealizada. En su vida anterior había caído por el
afecto que sintió por un venado. Como sentía tanto temor de caer nuevamente actuaba como un
sordomudo, y aunque se comportaba de esa forma en realidad era como una gema cubierta por el
polvo.
Sukadeva Gosvami dijo: Las actividades de Jada Bharata (Maharaja Bharata) son maravillosas.
Cualquiera que escuche o cante acerca de las cualidades de Jada Bharata verá todos sus
deseos satisfechos.
Termina así el Resumen del Quinto Canto, Capítulos 7 al 14 del Srimad Bhagavatam, titulados
"La historia del Rey Bharata."