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SRIMAD BHAGAVATAM

PREFACIO

krsne sva dhamopagate


dharma jñanadibhih saha
kalau nasta drsam esa
puranarko dhunoditah

"Este Bhagavata Purana es tan brillante como el Sol, y ha aparecido acompañado


por la religión, el conocimiento, etc, justamente después de la partida del
Señor Krsna hacia Su propia morada. Las personas que han perdido su visión
debido a la densa oscuridad de la ignorancia en la era de Kali, obtendrán la
luz de este Purana." (S.B. 1.3.43)
El Srimad Bhagavatam fue hablado originalmente por el Señor Krsna a la primera
entidad creada en el universo, el Señor Brahma. La sucesión discipular del
Madhva-gaudiya comienza con el Señor Krsna y, en la última parte del Segundo
Canto, encontramos los cuatro versos originales hablados al Señor Brahma en el
comienzo de la creación.
A su turno, Brahma lo habla a su hijo Narada y éste lo imparte a su discípulo
Vyasadeva, la encarnación literaria del Señor, quien escribió todos los Vedas
para beneficio de la humanidad en esta era de Kali. Vyasadeva a su vez imparte
este conocimiento a su hijo Sukadeva Gosvami. Vyasadeva fue quien escribió el
Srimad Bhagavatam hace unos 5.000 años y comenzó esta gran obra con el
siguiente verso:

om namo bhagavata vasudevaya


janmady asya yatah

"¡Oh mi Señor, Sri Krsna, hijo de Vasudeva! ¡Oh Personalidad de Dios


omnipenetrante! Ofrezco mis más respetuosas reverencias a Tí de Quien todo
proviene."
El contenido principal del Srimad Bhagavatam es una conversación entre el gran
sabio Sukadeva Gosvami y el devoto puro, el rey Maharaja Pariksit. Esta parte
comienza con el Segundo Canto y continúa hasta el final del Canto Doce. El rey
ha sido maldecido para que muera en siete días y el sabio Sukadeva le aconseja
que debe escuchar únicamente el Srimad Bhagavatam. Por lo tanto, el rey
Pariksit se sienta a la orilla del Yamuna y escucha el Srimad Bhagavatam hasta
el momento de la muerte. También se encuentran reunidos para escuchar a
Sukadeva otros sabios, ascetas, semidioses y grandes reyes. Entre todos los que
escuchaban a Sukadeva, estaba el gran sabio Suta Gosvami. Después de asimilar
esta crema del conocimiento védico, Suta Gosvami viajó al bosque de
Naimisaranya, donde iluminó a los sabios que se encontraban allí encabezados
por Saunaka Rsi.
El conocimiento del Srimad Bhagavatam que imparte Suta Gosvami a los sabios de
Naimisaranya comienza con el Canto Primero. Mientras Suta Gosvami está narrando
la historia del Señor Krsna y Sus devotos, menciona coincidencialmente el
nombre y las austeridades del gran devoto Vidura. Los sabios saborearon este
néctar y desearon escuchar aún más. Sin embargo, el tema de Krsna-katha cambia
y Suta Gosvami explica acerca de la aparición de Sukadeva Gosvami y de cómo el
hijo de Vyasadeva ilumina a Maharaja Pariksit acerca del servicio devocional y
de la creación de este mundo material. Todo el Segundo Canto es una explicación
de esta conversación. Al final del Segundo Canto los sabios, encabezados por
Saunaka, quisieron escuchar más acerca de Vidura, en especial acerca de su
conversación con el sabio Maitreya. Previamente, antes de abandonar este mundo
material, el Señor Krsna habló acerca del conocimiento trascendental a Maitreya
Muni. Luego, Maitreya Muni se encontró con Vidura y le habló el mismo
conocimiento que le había impartido el Señor. Esta conversación constituye el
Tercer y Cuarto Cantos de esta gran literatura. De esta manera, todo el Srimad
Bhagavatam está contenido en doce cantos y su narrador principal es Sukadeva
Gosvami.
El Srimad Bhagavatam ha sido transmitido en sucesión discipular hasta el
presente. Ha sido llamado la crema de la literatura védica o el Purana
inmaculado porque no contiene la mínima actividad fruitiva de especulación
mental. Por consiguiente, es aceptado como la más elevada de todas las
escrituras. Justamente hace 500 años apareció en este mundo material Sri
Caitanya Mahaprabhu, el gran apóstol del Srimad Bhagavatam. El era el Señor
Krsna Mismo, quien vino a desempeñar el papel de un gran devoto. Constantemente
escuchaba y cantaba este Srimad Bhagavatam, en especial el Canto Décimo, que
tiene que ver con los pasatiempos del Señor Krsna en Vrndavana, junto con Sus
asociados más cercanos. De esta forma, El reveló a la gente de todos los
tiempos el gran valor de estas escrituras. La sucesión discipular continuó
desde Sri Caitanya hasta nuestros días con su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta
Svami Prabhupada, quien tradujo al inglés estas escrituras trascendentales. Al
principio, el Señor habló sólo cuatro versos a Brahma, pero con cada miembro de
la sucesión discipular añadiendo sus propias explicaciones, el Srimad
Bhagavatam se ha convertido ahora en quince volúmenes que abarcan 18.000
versos, y Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Svami Prabhupada ha comentado
estos versos utilizando el significado expresado por los acaryas anteriores. En
consecuencia, el Bhagavatam se ha expandido en un océano de néctar y ha
inundado al mundo entero con el amor de Dios.
Algunas veces cuando un niño va al mar se siente asustado con su inmensidad.
Parado en la orilla, vacila en entrar al agua. Me he dado cuenta que nuestros
niños miran las fotos de Srila Prabhupada pero muy raramente leen los textos.
Por lo tanto, he tomado una gota de este gran océano que es el Srimad
Bhagavatam y he creado este resumen. No pretendo reemplazar o exceder la
traducción de Su Divina Gracia, por cuanto eso sería imposible. Así como una
gota de agua no puede satisfacer la sed de un hombre que está en el desierto,
del mismo modo este resumen no podrá satisfacer a un candidato que anhela la
conciencia de Krsna. Simplemente está dirigido a guiar a nuestros niños hacia
el gran océano del Srimad Bhagavatam traducido por Srila Prabhupada. Hasta
donde fue posible este resumen ha sido hecho, utilizando las palabras exactas
que están en los libros de Su Divina Gracia, así que la potencia de la sucesión
discipular ha permanecido. Sólo estoy tratando de actuar como un loro
repitiendo las palabras de mi Maestro Espiritual. Aunque este resumen ha sido
escrito por una persona de carácter dudoso, como contiene conocimiento que ha
sido repetido de un devoto puro, limpiará con toda seguridad el corazón de oro
de los niños de este movimiento.
No merezco reconocimiento alguno por este estudio, por cuanto he orado pidiendo
la ayuda de los acaryas anteriores. Si hay algo de agradable en esta lectura,
es debido únicamente a su misericordia porque no tengo cualificaciones
personales.
Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Svami Prabhupada partió de este mundo
material después de completar el Capítulo Trece del Canto Décimo. Este Canto ha
sido resumido por Su Divina Gracia en el libro "Krsna, la Suprema Personalidad
de Dios." Por lo tanto, sólo se incluyen en este estudio los primeros nueve
Cantos. Esperamos que los niños de nuestro movimiento de la Conciencia de Krsna
disfruten de estos pasatiempos y los repitan para beneficio de todos.
Deseo ofrecer mis respetuosas obediencias a los pies de loto de mi Maestro
Espiritual instructor, Su Divina Gracia Kirtanananda Svami Bhaktipada, quien
está tratando de arrastrar a esta alma de poca voluntad de regreso al mundo
espiritual con la caña de su misericordia, o debo decir la misericordia de su
caña. Ofrezco también mis respetuosas obediencias a los pies de loto de mi
Maestro Espiritual Iniciador, Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Svami
Prabhupada, quien es indudablemente el más grande Maestro Espiritual que haya
vivido. El fue facultado para esparcir la Conciencia de Krsna por todo el
mundo. Esta tarea no fue realizada ni siquiera por el Mismo Sri Caitanya.
Gracias a Dulal Candra das y a su buena esposa, la madre Ragamathani devi dasi,
por ayudarme a imprimir este resumen, así como a Sundarakar das Adhikary, quien
ayudó con la reproducción de las láminas del Srimad Bhagavatam.

INTRODUCCION

Hace mucho tiempo, en el comienzo de la Era de Kali, hubo una reunión de sabios
en el lugar sagrado de Naimisaranya. Los grandes sabios encabezados por Saunaka
Rsi se reunieron para realizar un sacrificio de mil años para satisfacer al
Señor y Sus devotos.
Cierto día, después de terminar sus deberes matutinos, los sabios ofrecieron
respetuosamente asiento al gran brahman Sri Suta Gosvami. Ellos estaban
ansiosos por escuchar acerca de Krsna y con toda humildad Saunaka Rsi comenzó a
hablarle a Suta Gosvami.
Saunaka Rsi dijo: "¡Oh sabio! Tú estas libre de todos los pecados.
Eres versado en todas las escrituras religiosas porque las aprendiste de un
Maestro Espiritual fidedigno y las has explicado apropiadamente. Porque eres
sumiso, tus maestros espirituales te han concedido toda su gracia. Por lo
tanto, no puedes contar todo lo que has aprendido de ellos."
Saunaka Rsi continuó: "Querido Suta Govami, en esta Era de Kali, la era de
hierro, los hombres tienen vida corta y les gusta. pelear.
Son perezosos, descarriados, desafortunados y, sobre todo, siempre están
perturbados. Como sabemos muy bien que la Era de Kali ha comenzado, nos hemos
reunido en este lugar sagrado para escuchar extensamente el mensaje de Dios.
Escuchar y cantar el mensaje de Dios es la única manera de realizar sacrificios
en esta Era de Kali.
Por consiguiente, pensamos que nos hemos encontrado con Su Gracia por la
misericordia del Señor Krsna. Así mismo, te aceptamos como el capitán del barco
de aquellos que desean cruzar el peligroso océano de Kali."
Suta Gosvami, el hijo de Romaharsana, se sintió complacido por las preguntas de
los brahmanas, las agradeció y comenzó a responder.
Sri Suta Gosvami dijo: "¡Oh sabios! Acabo de escuchar sus preguntas que son
apropiadas porque se relacionan con el Señor Krsna.
Solamente asuntos de esta clase pueden satisfacer completamente al yo.
"El Señor Krsna es la Superalma que está en el corazón de todos.
El es el bienqueriente del devoto sincero. El es quien limpia el deseo del
disfrute material del corazón del devoto que saborea Sus mensajes. Al escuchar
regularmente el mensaje de Dios y rendir servicio a un devoto puro, se
destruyen todas las cosas indeseables que hay en el corazón. Por lo tanto, el
servicio amoroso al Señor glorioso es algo establecido como un hecho. Este
mensaje del Señor (El Srimad Bhagavatam) es el libro encarnado de Dios. Está
hecho para el bienestar de todo el mundo. Es todo exitoso, todo bienaventurado
y todo perfecto. Srila Vyasadeva habló este Srimad Bhagavatam a su hijo
Sukadeva Gosvami, el más respetado de los autorrealizados.
A su vez, Sukadeva Gosvami habló este Srimad Bhagavatam al gran Emperador
Pariksit."
Suta Gosvami continuó: "¡Oh sabios! Este Srimad Bhagavatam es tan brillante
como el Sol y ha aparecido justo después de la partida del Señor Krsna. Las
personas que han perdido su perspectiva debido a la oscuridad en esta Era de
Kali serán iluminadas por este Purana.
"¡Oh brahmanas! Santos, cuando Sukadeva Gosvami habló el Bhagavatam a Maharaja
Pariksit, yo extasiado lo escuché de tan poderoso sabio.
Ahora yo les hablaré ese mismo Srimad Bhagavatam tal como lo escuché de él y
como lo he comprendido."
Termina así el Resumen del Primer Canto, Capítulos 1 y 2, del Srimad
Bhagavatam, titulado "Introducción."

LA HISTORIA DE NARADA MUNI

Sri Suta Gosvami dijo: "Cierta vez el gran sabio Srila Vyasadeva tomó su baño
matutino mientras el Sol salía. Después de bañarse en las aguas del Sarasvati,
se sentó solo y se absorbió en pensamientos profundos. Estaba pensando en el
bienestar de la gente porque sabía que la Era de Kali había comenzado. El
comprendía que los sacrificios descritos en los Vedas eran una forma para que
la gente se purificara. Para hacer los Vedas más comprensibles él los dividió
en cuatro y los explicó detalladamente. Luego escribió los Puranas y el
Mahabharata para las personas menos inteligentes, como los sudras, las mujeres
y los brahmanas caídos."

A pesar de haber escrito mucho para el bienestar de todos, no se sentía


completamente satisfecho. El pensó: "Me siento incompleto a pesar de saber todo
lo que está contenido en los Vedas."

Mientras Vyasa estaba absorto en estos pensamientos profundos, Narada Muni, su


Maestro Espiritual, llegó a la cabaña en las orillas del Sarasvati. A la
llegada de Sri Narada Muni, Vyasadeva le ofreció todos sus respetos y lo adoró.
Luego, Narada se sentó cómodamente y habló así al más grande de los brahmanas,
Srila Vyasadeva.

Narada Muni dijo: "¡Oh gran sabio! La gente en general se siente naturalmente
atraída por la gratificación sensual, y tú la has animado en nombre de la
religión. Las actividades fruitivas explicadas en los Vedas y en el Mahabharata
no pueden dar la liberación en la Era de Kali.

"Aunque has descrito en detalle todas las así llamadas actividades religiosas,
no has descrito las glorias de la Suprema Personalidad de Dios. Aquéllas
palabras que no describen las glorias del Señor son consideradas por las
personas santas como un lugar de peregrinaje para cuervos. De otro lado, la
literatura que está llena con las glorias del santo nombre, la fama, la forma y
los pasatiempos del Señor Supremo es una creación diferente. Tales escritos
están hechos para traer un cambio en la vida impía de las personas de la Era de
Kali. Esta literatura trascendental, aunque no esté perfectamente escrita, es
escuchada, cantada y aceptada por los hombres puros que son completamente
honestos."

Narada Muni continuó: "Mi querido brahmana, tu bondad tiene la visión perfecta.
Tú mismo puedes conocer a la Suprema Personalidad de Dios porque estás presente
como Su encarnación. Aunque eres innaciente, has aparecido en la tierra para el
bienestar de todas las personas. Por lo tanto, describe por favor más
completamente los pasatiempos trascendentales de la Suprema Personalidad de
Dios."

Narada Muni continuó: "¡Oh gran sabio! En la última Era nací como el hijo de
una sirvienta. Ella servía a unos brahmanas que eran totalmente limpios de
corazón.

"Cuando estaban viviendo juntos durante la estación de las lluvias, yo fuí


tomado a su servicio. Siendo muy bondadosos me bendijeron con su misericordia
sin causa, y en cuanto a mí respecta, yo no era desobediente ni hablaba más de
lo necesario.

"Una vez, con el permiso de ellos, tomé los remanentes de sus alimentos y al
hacerlo se borraron todos mis pecados. Quedé purificado de corazón y en ese
momento la naturaleza misma del devoto se me hizo muy atractiva. ¡Oh Vyasadeva!
En su asociación pude escuchar a aquellas grandes almas describir las
actividades del Señor Krsna.
Al escuchar muy atentamente, mi deseo de oír acerca del Señor nunca cesó. A
medida que aumentaba mi gusto, me di cuenta de que solamente por mi ignorancia
había aceptado un cuerpo material.

"Así que durante la estación de las lluvias y el otoño tuve la oportunidad de


escuchar de labios de tan grandes almas las glorias del Señor Hari. Cuando mi
servicio devocional comenzó, las modalidades de la pasión y de la ignorancia
desaparecieron. Como tenía un gran apego por aquellos sabios, sentía en mi
corazón una gran fe en ellos. Al final de la estación de las lluvias, cuando se
marcharon, estos sabios me instruyeron en el conocimiento por medio del cual
uno puede regresar al Señor Krsna y encontrarse personalmente con El.

"Cuando los sabios se marcharon yo fuí a vivir con mi madre. Como yo era su
único hijo ella me ató con el nudo del afecto. Cuando era un niño de cinco
años, vivía en una escuela de brahmanas. Mi madre me protegía y, por lo tanto,
nunca pude viajar a otras tierras.

"En una oportunidad", continuó Narada Muni, "mi pobre madre fue a ordeñar una
vaca. Por el deseo del Señor Supremo, una serpiente la mordió en una pierna. Yo
tomé su muerte como una misericordia del Señor. Pensando así, partí hacia el
Norte. Durante mi viaje pasé por muchos pueblos, aldeas y valles. Caminé por
terribles bosques oscuros y profundos, que eran campos de acción para las
serpientes, los búhos y los chacales.

"Después de muchos días llegué a un lago; me sentía sediento y tomé agua allí,
y luego me dí un baño. Más tarde, a la sombra de un árbol baniano comencé a
pensar en el Señor Supremo. Utilizando mi inteligencia seguí las instrucciones
que me habían dado aquellas almas liberadas. Tan pronto como comencé a pensar
lleno de amor en los pies de loto de la Personalidad de Dios, los vellos de mi
cuerpo se pusieron de punta y las lágrimas salieron de mis ojos.

"En ese momento el Señor Krsna apareció en el loto de mi corazón.


Me sentía completamente satisfecho al estar absorto en un océano de éxtasis.
Sin embargo, esa forma desapareció repentinamente.
Sintiéndoe muy infeliz traté de nuevo de ver la forma del Señor, pero a pesar
de mis esfuerzos no pude volver a verlo. Al ver mis esfuerzos el Señor me habló
con palabras amables. El dijo: "¡Oh Narada, siento mucho que durante esta vida
no puedas volverme a ver. Te he mostrado Mi forma únicamente para aumentar tu
deseo por Mí. Mientras más quieras verme, más te liberarás del deseo material!"
Entonces el Señor dejó de hablar y sintiéndome muy agradecido por Sus palabras
le ofrecí mis respetuosas obediencias."

Narada Muni continuó: "Así que comencé a cantar el santo nombre del Señor. Y
continué cantándolo mientras viajaba por la tierra, sintiéndome completamente
satisfecho, humilde y sin envidia. Y entonces, con el paso del tiempo me
encontré con la muerte. Al final de un día del Señor Brahma, entré en el Señor
Visnu, junto con Brahma y todas las demás entidades vivientes."

"Después de una noche de Brahma, él despertó de nuevo y comenzó la creación por


voluntad del Señor. Los diferentes sabios tales como Marici, Augira, Atai y yo,
Narada Muni, aparecimos junto con él.
Desde entonces he estado viajando por todo el universo cantando las glorias del
Señor. He viajado por todo el universo cantando el mensaje del Señor Krsna con
esta vina que EL me regaló. Tan pronto como empiezo a cantar acerca de Sus
santas actividades, el Señor Krsna aparece de inmediato en mi corazón.

"Por lo tanto, ¡Oh Vyasadeva! Si quieres detener tu infelicidad y la de los


demás, debes describir las actividades del Señor glorioso.

Ciertamente, ¡Oh gran brahmana! No hay otra forma. Así que te he explicado mi
nacimiento y actividades tal como me lo has pedido."

Srila Suta Gosvami dijo: Sri Narada Muni se marchó después de hablar con
Vyasadeva. Cantando con su vina, se alejó para vagar a su voluntad.

Todas las glorias y buena fortuna de Narada Muni, quien trae la vida a las
almas caídas de este universo.

Termina así el Resumen del Primer Canto, Capítulos 4,5 y 6 del Srimad
Bhagavatam, titulado "La Historia de Narada Muni."

EL HIJO DE DRONA ES CASTIGADO

Después de escuchar la historia de la vida de Narada Muni, los sabios de


Naimisaranya estaban ansiosos por saber más. Así que Suta Gosvami comenzó a
hablar de nuevo a los sabios encabezados por Saunaka.

Suta Gosvami dijo: Ahora voy a comenzar con la historia trascendental del Señor
Sri Krsna y Sus devotos, los Pandavas. Estos pasatiempos pueden purificar los
corazones de esta Era de Hierro de Kali.

Durante la batalla de Kuruksetra los guerreros de los dos bandos, denominados


Kauravas y Pandavas, perecieron en el campo de batalla.
Casi al final de la lucha, el hijo de Drtarastra, Duryodhana, fue muerto.
Bhismasena le rompió la columna vertebral con su mazo.

Al escuchar esto, Asvatthama, el hijo de Dronacarya, quiso tomar venganza por


la muerte de su amigo. En consecuencia, él decapitó a los cinco hijos de
Draupadi mientras dormían y envió sus cabezas a su maestro Duryodhana pensando
que él se sentiría muy complacido; sin embargo, Duryodhana desaprobó este acto
tan cruel y, por supuesto, no se sintió nada satisfecho.

Cuando Draupadi, la esposa de los Pandavas, escuchó que sus hijos habían sido
asesinados tan cruelmente, se lamentó llena de pesar y lloró desconsoladamente
debido al gran amor que tenía por sus hijos. Arjuna le dijo para
tranquilizarla: "Mi querida señora, yo cortaré la cabeza de ese brahmana
Asvatthama con las flechas de mi arco Gandiva. Luego enjugaré las lágrimas de
sus ojos. Después que los cuerpos de sus hijos sean cremados, usted podrá tomar
un baño parada sobre la cabeza de Asvatthama."
Arjuna sabía que Asvatthama era hijo de un brahmana pero al matar a los
muchachos él no había actuado como tal. Por lo tanto, Arjuna decidió que no era
equivocado matarlo por su acción tan cruel.

Arjuna era guiado por el Señor como su amigo y guía. El consoló a la Reina
Draupadi con sus palabras y luego se colocó su armadura y tomó sus armas.
Sentado en su carroza partió a capturar a Asvatthama, el hijo de su instructor
militar.

Asvatthama vio venir a Arjuna desde muy lejos. El volaba en su carroza sin
sentir ningún temor por su vida. Cuando el hijo del brahmana vio que los
caballos de Arjuna estaban cansados, decidió enfrentarlo. El pensó: "Ahora
tengo que utilizar mi última arma para salvarme: El brahmastra." Luego tocó el
agua para purificarse y comenzó a cantar mantras para lanzar el terrible
brahmastra.
Aunque él conocía el arte de lanzar el brahmastra, no sabía cómo detenerlo.

Cuando Asvatthama lanzó el brahmastra una luz muy brillante se esparció por
todas partes. Todo el universo sintió miedo, inclusive otros planetas. Algunos
pensaron que el universo estaba siendo destruído. Era tan enorme la luz que
Arjuna pensó que la muerte venía, y comenzó a orar al Señor Krsna, la Suprema
Personalidad de Dios: "Mi querido Señor, Tú eres la Suprema Personalidad de
Dios. Nadie es más grande que Tú. Tú siempre proteges a Tus devotos. ¡Oh Señor
de los señores! ¿Qué es esa luz que se esparce por todas partes? ¿De dónde
viene? No puedo entenderlo."

El Señor Krsna, la Suprema Personalidad de Dios, le contestó a Arjuna: "Ha sido


producida por el hijo de Drona. Temiendo morir lanzó el himno del brahmastra y
no sabe cómo detener la luz. ¡Oh Arjuna! Solamente otro brahmastra puede
detenerlo. Puesto que tú eres un guerrero experto lanza tu propio brahmastra
contra el suyo."

Después de escuchar esto, Arjuna se purificó las manos, luego caminó alrededor
del Señor y lanzó su brahmastra. Cuando los rayos de los dos brahmastras se
juntaron, se hizo un gran círculo de fuego. Toda la gente en los tres mundos
sintió el calor que salía de estas armas. Cuando Arjuna vio que el mundo iba a
quedar destruido, retiró los dos brahmastras tal como lo deseaba el Señor
Krsna.

Enfurecido y con los ojos rojos Arjuna arrestó a Asvatthama, amarrándolo con
cuerdas como a un animal. Después que Asvatthama estuvo atado, Arjuna quería
llevarlo con él al campamento militar. La Personalidad de Dios, Sri Krsna,
mirando con Sus ojos de loto al enfurecido Arjuna le dijo: "Oh Arjuna, no
tengas misericordia alguna con este pariente de un brahmana. No lo dejes ir
porque él ha matado a los muchachos cuando ellos dormían. Una persona que sabe
lo que es correcto y lo que es incorrecto no mata a un enemigo que está
descuidado, borracho, loco, dormido o fuera de su carroza. Tampoco matará a un
niño, una mujer, un tonto o a quien esté a su alrededor.
Una vida por otra es el castigo justo para quien mata cruelmente de esta
manera. Además, le dijiste a Draupadi que le llevarías la cabeza del asesino de
sus hijos. Este hombre es un asesino ¡Mátalo ahora!"

Arjuna era una gran alma y no deseaba matar al hijo de Dronacarya.


Después de regresar al campo de batalla, Arjuna trajo al asesino a donde su
amada esposa. Ella estaba llorando por sus hijos. Draupadi vio a Asvatthama
amarrado como un animal. Sin embargo, por ser una mujer, ella mostró el respeto
debido a un brahmana. Ella le dijo: "Déjalo ir, él es hijo de un brahmana.
Puesto que tú, querido Arjuna, aprendiste de su padre, Drona, cómo pelear,
matar a su hijo sería casi como matar a tu maestro. Además, mi Señor, no hagas
que la esposa de Dronacarya se lamente como yo lo hago. La orden real no debe
ofender a los brahmanas."

Todos los Pandavas estuvieron de acuerdo con Draupadi, excepto Bhima, quien
pensó que debían matar a Asvatthama. Entonces, la Personalidad de Dios, Krsna,
dijo: "No se debe matar al pariente de un brahmana. Pero si él mata a otros
equivocadamente, debe ser ejecutado. Tú tienes que satisfacer a tu esposa, a
Bhimasena y a Mí."

Arjuna entendió lo que el Señor deseaba. Tomó su espada y cortó el cabello


junto con la joya de la cabeza de Asvatthama, quien ya había perdido su brillo
corporal, y cuando le arrancaron la joya de su cabeza perdió todavía más
fuerza. Luego lo desataron y lo llevaron afuera del campo de batalla como un
mendigo. Más tarde, los hijos de Pandu y Draupadi realizaron los ritos
funerarios por la muerte de sus hijos.

Termina así el Resumen del Primer Canto, Capítulos 7, del Srimad Bhagavatam,
titulado "El Hijo de Drona es castigado."

LAS ORACIONES DE LA REINA KUNTI Y LA MUERTE DE BHISMADEVA

Sri Suta Gosvami dijo: Después de realizar los ritos funerarios por los muertos
en el campo de batalla de Kuruksetra, el Señor Krsna decidió partir para
Dvaraka. Se sentó en Su carroza y Se preparó para salir. En ese momento llegó
Srimati Kuntidevi, la madre de los Pandavas, a ofrecer sus oraciones. Sus
oraciones son muy conocidas en todo el mundo y están aprobadas por los
vaisnavas eruditos más elevados que son completamente puros de corazón.

La Reina Kunti dijo: "Mi querido Krsna, Su Señoría nos ha protegido de un


pastel envenenado, de un gran fuego y de un comedor de Raksasas. También nos
salvaste de los crueles hijos de Dhrtarastra, de los sufrimientos en el bosque
y de la batalla donde pelearon los grandes generales. Y ahora nos has salvado
de las armas de Asvatthama. Yo deseo que todas estas dificultades sucedan una y
otra vez para que podamos verte de nuevo. Al verte ya no sufriremos más
nacimientos y muertes repetidos.

"¡Oh Krsna! Aquellos que siempre escuchan, cantan y repiten Tus glorias,
ciertamente verán tus pies de loto. Sólo esto puede detener el proceso de
nacimiento y muerte."

"¡Oh Señor de Madhu! Así como el Ganges siempre corre hacia el mar, permite que
siempre me sienta atraída por Tí.

"Mi Señor, Su Señoría es fácilmente visible sólo para aquellos que están libres
del deseo material. Por lo tanto, ¡oh Señor del Universo! Rompe el nudo de
afecto que me ata a mis parientes, a los Pandavas y a los Vrsnis."

Después todos ellos regresaron a sus ermitas, llevando para siempre en su


corazón al Señor Krsna. Maharaja Yudhisthira regresó a Hastinapura y ejerció su
poder real de acuerdo con las instrucciones dadas por el Señor Krsna.
Suta Gosvami dijo: El Señor aceptó las oraciones de Srimati Kuntidevi y le
sonrió muy dulcemente. Esta sonrisa fue tan encantadora como Su poder místico.
Después de aceptar las oraciones de Srimati Kuntidevi el Señor informó a las
demás damas acerca de Su partida. Pero ya a punto de partir, fue detenido por
Maharaja Yudhisthira quien amorosamente le pidió que Se quedara otros días más.
Escuchando las dulces palabras de Su devoto, el Señor accedió a su petición.

Maharaja Yudhisthira estaba muy triste de que muchos hombres hubieran muerto en
el campo de batalla de Kuruksetra. A pesar de las instrucciones de los grandes
sabios como Vyasa y aun del mismo Señor Krsna, Maharaja Yudhisthira no podia
mitigar su culpabilidad.
Maharaja Yudhisthira se dirigió al escenario de la matanza sintiéndose temeroso
por haber matado a tantos soldados en el campo de batalla. Allí yacía
Bhismadeva sobre un lecho de flechas a punto de morir. En ese momento todos sus
hermanos lo siguieron en sus hermosas cuádrigas conducidas por caballos de
primera clase adornados con oro. También estaban allí Vyasa y otros rsis. El
Señor Krsna también los siguió sentado en una cuadriga con Arjuna.

Viendo a Bhisma yacer en el suelo, el Rey Pandava Yudhisthira junto con sus
hermanos y el Señor Krsna se postraron ante él. Bhisma parecía un semidiós
caído del cielo. Todas las grandes almas del universo se habían reunido allí
para ver a tan importante persona en el último momento de su vida. También
llegaron todos los grandes sabios tales como Parvata Muni, Narada, Vyasa,
Paraasurama, Vasistha, Sukadeva Gosvami, Kasyapa y otros. Bhismadeva les dio la
bienvenida emocionado.

Los hijos de Pandu estaban sentados muy cerca de su abuelo moribundo abrumados
por su gran afecto hacia él. Cuando Bhismadeva los vio, los saludó con
sentimiento. El le habló al Rey Yudhisthira acerca del conocimiento
trascendental, el cual lo alivió de su tristeza por haber matado a tantos
hombres en el campo de batalla.

Luego retiró su mente de todas las cosas y la fijó en el Señor Sri Krsna.
Recordó uno tras otro los pasatiempos del Señor a medida que ocurrieron.
Mientras Bhismadeva estaba describiendo los pasatiempos del Señor, el curso del
Sol se detuvo en la región norte.
Este período es el deseado por todos los místicos que quieren morir a voluntad.

Este hombre que había hablado acerca de cientos de asuntos y que había luchado
en cientos de campos de batalla y protegido a cientos hombres, escogió ese
momento para dejar de hablar. Fijo sus ojos muy abiertos en la Personalidad de
Dios, Sri Krsna que estaba parado frente a él, vestido con ropas amarillas.
Luego quedó silencioso y su aliento se detuvo.

Sabiendo que Bhismadeva había entrado en el reino espiritual en uno de los


planetas Vaikuntha, todos los presentes hicieron silencio así como los pájaros
al final del día. Más tarde, tanto los hombres como los semidioses tocaron sus
tambores en su honor y la orden real se paró en señal de respeto. Del cielo
cayó una lluvia de flores.
Así Bhismadeva alcanzó el planeta de Vaikuntha donde el Señor es adorado como
Partha-Sarathi o el auriga de Arjuna.

Suta Gosvami dijo: ¡Oh Saunaka! Maharaja Yudhisthira fue sobrecogido


momentáneamente por el pesar después de haber realizado los ritos funerarios
por Bhismadeva. Luego todos los grandes sabios glorificaron al Señor Krsna,
Quien también estaba allí presente.
Después todos ellos regresaron a sus ermitas, llevando para siempre en su
corazón al Señor Krsna. Maharaja Yudhisthira regresó a Hastinapura y ejerció su
poder real de acuerdo con las instrucciones dadas por el Señor Krsna.

Termina así el Resumen del Primer Canto, Capítulos 8 y 9 del Srimad Bhagavatam,
titulo "Las Oraciones de la Reina Kunti y la Muerte de Bhismadeva.

EL SEÑOR KRSNA ENTRA EN DVARAKA

Sri Suta Gosvami dijo: "Luego de la muerte de Bhismadeva el Señor quiso partir
hacia Hastinapura, la capital de los Pandavas e ir hasta Su propia capital
Dvaraka.

Cuando llegó a los límites de Su ciudad, El sopló Su caracola, alegrando a


todos los habitantes de Dvaraka. Así como el río fluye hacia el océano, todos
los ciudadanos de Dvaraka vinieron a recibir al Señor Sri Krsna."

La ciudad de Dvaraka era muy opulenta. Había ermitas, huertos, jardines con
muchas flores, parques y lagunas llenas de flores de loto. Todo estaba
dispuesto para darle la bienvenida al Señor Sri Krsna: La entrada a la ciudad,
las puertas de las casas y los arcos habían sido decorados con árboles de
plátano y hojas de mango; los caminos, los prados, los mercados y los sitios de
reunión habían sido limpiados y humedecidos con agua aromatizada; se habían
esparcido por todas partes fruta, flores y semillas; y en todas y cada una de
las puertas había una olla con curd, frutas sin partir, caña de azúcar y ollas
llenas de agua.

Tan pronto escucharon que el Señor Krsna llegaba, Sus parientes más queridos
tales como Su padre Vasudeva, Akrura, Balarama, Pradyumma y Samba vinieron
felices a saludarlo. Llegaron en carrozas con brahmanas que traían flores de
loto. Sonaron las caracolas y las trompetas y se cantaron himnos védicos. Todo
esto se ofrecía con mucho afecto.

El Señor Krsna ofreció Sus reverencias a Su padre y a todas Sus madres


encabezadas por Devaki. Luego entró a Sus 16.108 palacios y recibió una
calurosa bienvenida por parte de Sus muchas reinas.

De esta forma, el Señor Krsna Se sintió muy tranquilo después de haber matado a
todos aquellos reyes demoníacos que eran un peso para la tierra. Así que el
Señor vivió feliz con Sus reinas, Sus parientes cercanos y todos los afectuosos
habitantes de Dvaraka.

Termina así el Resumen del Primer Canto, Capítulo 11 del Srimad Bhagavatam,
titulado "El Señor Krsna entra en Dvaraka."

EL NACIMIENTO DEL EMPERADOR PARIKSIT

Sri Suta Gosvami dijo: "Después que Asvatthama fue castigado debidamente, la
batalla de Kuruksetra estaba a punto de terminar.
El Señor Sri Krsna Se estaba preparando para partir hacia Dvaraka.
Tan pronto como Se sentó en Su carroza, vio que Uttara se le acercaba corriendo
presa del pánico."
Uttara dijo: "¡Oh Señor de Señores! Tú eres el más grande de los místicos. Por
favor protégeme, porque no hay quien más pueda salvarme de las garras de la
muerte. ¡Oh mi Señor! Hay una flecha ardiente de hierro que me persigue. Mi
Señor, deja que me queme pero salva al niño que llevo en mi vientre. Por favor
haz ésto por mí, mi Señor."

Tan pronto como el Señor Sri Krsna escuchó las palabras de Uttara comprendió
que Asvatthama había lanzado su brahmastra. Era su manera de terminar con toda
la familia de los Pandavas; quienes al ver el brillante brahmastra, tomaron sus
cinco armas.

La todopoderosa Personalidad de Dios vio el gran peligro que se cernía sobre


Sus devotos para destruirlos. Para proteger a estas almas completamente
rendidas, El sacó de inmediato Su disco Sudarsana. El Señor Krsna es la
Superalma en el corazón de todos. Por lo tanto, desde el interior del cuerpo de
Uttara detuvo el brahmastra para que no pudiera causarle daño al último miembro
de la familia Pandu.

Saunaka Rsi preguntó: "¿Cómo fue que el Emperador Pariksit nació en ese
vientre? ¿Cómo murió y qué alcanzó después de la muerte?
Estamos muy ansiosos por escuchar acerca de aquel a quien Sukadeva Gosvami le
habló el conocimiento trascendental. Por favor háblanos acerca de todo esto."

Sri Suta Gosvami dijo: ¡Oh hijo de Bhrgu! (Saunaka) Cuando el niño Pariksit
estaba en el útero de su madre, sufría el calor abrasador del brahmastra. En
ese momento, él pudo ver que el Señor Supremo se le acercaba. El Señor era del
tamaño del dedo pulgar. Tenía un hermoso cuerpo azuloso y vestía ropajes
amarillo brillante. Su yelmo era como el oro resplandeciente y Se acercaba
balanceando Su mazo.

El Señor destruyó la luz ardiente del brahmastra porque El había prometido


salvar a Su devoto. Cuando el niño vio al Señor se preguntó quién podría ser y
mientras lo contemplaba lleno de sorpresa, el Señor Supremo, la Superalma de
todos, desapareció de inmediato.

En el momento apropiado, cuando todas las estrellas del cielo estaban colocadas
auspiciosamente, nació el heredero del trono de Pandu.
Yudhisthira se sintió muy satisfecho cuando vio el nacimiento del niño. Llamó a
los brahmanas más eruditos e hizo que realizaran la ceremonia del nacimiento y
cantaran himnos auspiciosos de los Vedas.
Cuando nació su hijo el Rey Yudhisthira dio en caridad oro, tierras, aldeas,
elefantes, caballos y granos.

Los brahmanas se sintieron muy complacidos con las caridades del Rey.
Ellos dijeron: "Por haber sido protegido en el útero, será conocido como aquel
que fue salvado por la Suprema Personalidad de Dios.
¡Oh el más afortunado Maharaja Yudhisthira! No hay duda de que este niño será
un devoto de primera clase y tendrá todas las buenas cualidades. Este niño será
como el Rey Isvaku, el hijo de Manu. Y para que Su promesa se cumpla, él será
igual a Rama, la Personalidad de Dios. Entre los grandes arqueros, el niño será
tan bueno como Arjuna. Será tan fuerte como un león y será el refugio de todos,
como la Personalidad de Dios. Será tan grande como el Rey Yayati. Será tan
paciente como Bali Maharaja y tan gran devoto como Prahlada Maharaja.

"Después de escuchar acerca de su muerte, él tomará refugio total en la Suprema


Personalidad de Dios. Y luego de recibir el conocimiento del gran sabio
Sukadeva Gosvami, él alcanzará una vida libre de temor."

Luego, aquellos que son expertos en el conocimiento de las estrellas


instruyeron al Rey Yudhisthira acerca del futuro del niño. Los brahmanas
regresaron a sus casas después de recibir en caridad muchos regalos valiosos.

Después del nacimiento de Maharaja Pariksit, el Rey Yudhisthira quiso


sacrificar un caballo para liberarse de los pecados por haber asesinado a sus
parientes, pero el tesoro del reino ya no tenía fondos. Comprendiendo el deseo
del Rey, el Señor Krsna envió al norte a los otros Pandavas para que recogieran
las riquezas dejadas por el Rey Marutta. El Rey Marutta había realizado una vez
un sacrificio y había dado grandes cantidades de oro para los brahamanas. Sin
embargo los brahmanas no pudieron cargar todo el oro y lo dejaron allí, junto
con los platos y cucharas de oro utilizados en el sacrificio que fueron
desechados como basuras.

En las eras anteriores la gente se sentía tan satisfecha en conciencia de Dios


que no estaban atraídos por la opulencia material.
Bajo la administración de Maharaja Yudhisthira sus subordinados eran entrenados
en la ciencia del conocimiento de Dios. Por lo tanto, ellos sabían que la meta
de la vida era regresar a casa, de vuelta al Supremo, y no acumular opulencia
material. El Señor Krsna deseaba usar aquel oro para un propósito más elevado y
por eso pidió a los hermanos de Maharaja Yudhisthira que recogieran el oro que
nadie deseaba.

El Señor Krsna asistió a los sacrificios de los caballos y vio que fueran
realizados por brahmanas cualificados. Luego de estos acontecimientos el Señor
permaneció algunos meses más con Sus parientes para complacerlos.

Sri Suta Gosvami dijo: "¡Oh Saunaka! Luego el Señor informó de Su partida al
Rey Yudhisthira. Sri Krsna partió para Dvaraka en compañía de Arjuna y otros
miembros de la dinastía Yadu.

Termina así el Resumen del Primer Canto, Capítulo 12 del Srimad Bhagavatam,
titulado "El Nacimiento del Emperador Pariksit."

DHRTARASTRA ABANDONA EL HOGAR

Suta Gosvami dijo: Mientras Vidura se hallaba peregrinando, recibió


conocimiento trascendental del gran sabio Maitreya y después de este encuentro
Vidura se dirigió a Hastinapura para ver a su hermano Dhrtarastra.

Dhrtarastra tenía cien hijos, el mayor de los cuales era Duryodhana.


Estos hijos y su padre habían intentado arrebatarle el reino a los Pandavas,
pero en la batalla de Kuruksetra todos los hijos de Dhrtarastra fueron
asesinados. Dhrtarastra era ciego de nacimiento y ahora que estaba solo, vivía
como vive una mascota en el palacio de Maharaja Yudhisthira.

Vidura, su bondadoso y afectuoso hermano, se desvió en su peregrinaje y se


dirigió a Hastinapura para liberar a Dhrtarastra. Vidura era muy querido por
todos los miembros del palacio y especialmente por Maharaja Yudhisthira, quien
se acercó a saludarlo con palabras muy amables.

El dijo: "Mi querido Vidura, devotos como tú son los lugares santos
personificados. Porque llevas al Señor Sri Krsna en tu corazón, cualquier sitio
lo conviertes en lugar de peregrinaje."
"Mi querido tío, has debido visitar Dvaraka, cuéntame cómo están nuestros
amigos y bienquerientes de la dinastía Yadu que se hallan en ese santo lugar.
Ellos están siempre sirviendo al Señor Sri Krsna. ¿Están contentos en ese lugar
de residencia?"

Siendo interrogado así por Maharaja Yudhisthira, Mahatma Vidura le describió


poco a poco todas sus experiencias. Le contó todo excepto la destrucción de la
dinastía Yadu. Vidura no podía soportar que los Pandavas fueran infelices en
ningún momento. Por lo tanto, él no reveló este hecho ya que en el mundo
material la tristeza viene espontáneamente en su debida oportunidad.

Así que Mahatma Vidura permaneció en el palacio durante un tiempo con el fin de
cambiar la forma de pensar de su hermano. Vidura quien era la encarnación de
Yamaraja le habló a su hermano de la siguiente forma:

"Mi querido hermano, vete de aquí inmediatamente. No demores. Sólo mira como el
miedo te ha sobrecogido. Todos tus hijos y parientes han muerto o han sido
asesinados. Tú estás viejo y eres ciego de nacimiento. Ahora estás casi sordo,
has perdido los dientes y te la pasas tosiendo. Estás viviendo igual que un
perro faldero y comes los remanentes que te deja Bhima. Vives como un sirviente
con aquéllos a quienes trataste de matar. Al final de la vida es mejor ser un
héroe e ir al bosque para abandonar este cuerpo material, de la misma manera
que evacuamos el cuerpo."

Dhrtarastra se sintió fortalecido inmediatamente con las palabras de Vidura y


partió para el bosque junto con su hermano y su casta esposa, Gandhari.

En el palacio, Maharaja Yudhisthira se sentía muy afligido porque no encontraba


a ninguno de sus tíos. Estaba lleno de ansiedad. Fue a donde Sanjaya, el
sirviente personal de Dhrtarastra y le dijo: "¡Oh Sanjaya! ¿Dónde está mi tío
quien está viejo y ciego? ¿Dónde está Vidura mi tío bienqueriente y dónde mi
madre Gandhari? Cuando mi padre Pandu murió estos dos tíos nos protegieron de
toda clase de temores. ¡Ay! ¿A dónde habrán ido?"

Sanjaya se sentía tan desgraciado que no pudo responder a las preguntas de


Maharaja Yudhisthira. Finalmente, secándose las lágrimas y pensando en los pies
de su maestro comenzó a hablar. Sanjaya dijo: "Mi querido Rey Yudhisthira, no
sé nada acerca de sus dos tíos ni de Gandhari. ¡Oh Rey! He sido engañado por
esas grandes almas."

Mientras Sanjaya hablaba con Maharaja Yudhisthira apareció Sri Narada Muni.
Maharaja Yudhisthira y sus hermanos lo recibieron apropiadamente, levantándose
de sus asientos y ofreciéndole obediencias. Maharaja Yudhisthira dijo: "¡Oh
divina personalidad! No sé a dónde han ido mis dos tíos. Tampoco puedo
encontrar a mi tía quien está muy acongojada por la pérdida de sus hijos."

Narada Muni dijo: "¡Oh Rey! No te preocupes. Tu tío ha ido a un lugar sagrado y
en el quinto día a partir de hoy él quemará su cuerpo convirtiéndolo en
cenizas. Cuando Gandhari, su casta esposa, vea que su esposo arde en el fuego
del poder místico, ella también entrará en el fuego. Después de esto, el gran
santo, sintiéndose feliz por la liberación de su hermano, abandonará ese lugar
sagrado."

Después de decir esto, el gran santo Narada entró en el espacio exterior.


Yudhisthira guardó en su corazón las lágrimas de Narada y se sintió muy
satisfecho al escuchar que su tío había alcanzado la meta de la vida.

Termina así el Resumen del Primer Canto, Capítulo 13 del Srimad Bhagavatam,
titulado "Dhrtarastra abandona el hogar."

LA DESAPARICION DEL SEÑOR KRSNA

Sri Suta Gosvami dijo: Después de la batalla de Kuruksetra el Señor Krsna


abandonó Hastinapura y se dirigió a Su capital Dvaraka.
Arjuna, queriendo conocer las próximas actividades del Señor, partió junto con
El. Pasaron algunos meses y Arjuna no regresó. Entonces Maharaja Yudhisthira
comenzó a observar algunos augurios inauspiciosos que eran de por sí
aterradores. La gente se volvió avara, irritable y rencorosa y vió que
utilizaban medios poco recomendables para vivir. Los amigos se hacían trampas y
había disputas entre madres, padres e hijos. La gente se acostumbró a la
codicia, la ira y el orgullo.

Al observar todas estas señales Maharaja Yudhisthira le habló a su hermano


menor Bhima, diciéndole: "Han pasado siete meses desde que Arjuna se marchó y
aún no regresa. ¿Será que el Señor Krsna va a abandonar sus pasatiempos
terrenales tal como Narada lo dijo?
Sólo observa, ¡oh hombre con la fuerza del tigre! El lado izquierdo de mi
cuerpo, mis muslos, brazos y ojos se estremecen una y otra vez. Mi corazón
palpita lleno de espanto. Todo esto indica malos presagios. Sólo mira ¡oh
Bhima! Cómo el chacal aúlla cuando sale el Sol y vomita fuego. Y cómo el perro
me ladra sin temor. ¡Oh Bhismasena! Tigre entre hombres, ahora los animales
útiles como las vacas pasan por mi lado izquierdo y los animales bajos como los
asnos caminan a mi alrededor. Mis caballos parece que lloran cuando me ven.
Los chillidos de los búhos y de su rival el cuervo me hacen temblar el corazón.
El viento sopla con violencia, haciendo volar polvo por todas partes y
produciendo oscuridad. Los rayos del Sol están declinando y parece que las
estrellas estuvieran peleando entre ellas. Los terneros ya no maman las ubres
de las vacas, ni las vacas dan leche. Las Deidades de los templos parece que
estuvieran llorando. Parece que fueran a partir. Creo que todos estos
disturbios indican que vamos a perder la buena fortuna del mundo. El mundo fue
afortunado por haber sido marcado con las huellas de los pies de loto del
Señor. Estos signos indican que todo está a punto de terminar."

Mientras Maharaja Yudhisthira observaba estos signos inauspiciosos, Arjuna


regresó de la ciudad de Dvaraka. Cuando se inclinó ante sus pies, Yudhisthira
vio que Arjuna estaba muy acongojado. Estaba cabizbajo y las lágrimas se
deslizaban de sus ojos de loto. Maharaja Yudhisthira preguntó por la salud de
los miembros de la Dinastía Yadu y luego dijo: "Mi querido hermano, por favor
dime si te encuentras bien. Parece que has perdido el brillo de tu cuerpo. ¿Se
debe acaso a que has irrespetado a alguien? ¿Alguien te ha dicho palabras
desagradables? ¿No pudiste darle caridad a alguien que la pidió? O, ¿es que te
sientes vacío porque has perdido a tu íntimo amigo, el Señor Krsna? ¡Oh mi
hermano! No puedo pensar en otra razón por la cual estés tan triste."

Debido al pesar, la boca y el corazón de Arjuna se habían secado y había


perdido todo el brillo de su cuerpo. Y ahora recordando al Señor Sri Krsna
difícilmente podía decir una palabra. Arjuna dijo: "¡Oh Rey! La Suprema
Personalidad de Dios, Hari, Quien me trataba como a un amigo me ha abandonado.
Por lo tanto, mi poder que asombraba aun a los semidioses ha desaparecido.
"Solamente por Su fuerza misericordiosa yo pude derrotar a todos los vigorosos
príncipes en el palacio del Rey Drupada. Con mi arco y mi flecha yo pude
atravesar el blanco del pez, y así obtener la mano de Draupadi. Fue posible
para mí conquistar al poderoso Rey del Cielo, Indradeva, sólo porque El estaba
cerca de mí. El poderío militar de los Kauravas era como un océano en el cual
existían muchas fuerzas inconquistables, pero debido a Su amistad yo pude
cruzarlo. Sus fuerzas militares eran más que suficientes para derrotarnos, pero
fue El, el Señor Sri Krsna, Quien retiró el vigor, el entusiasmo y la duración
de la vida, de todas sus fuerzas militares."

"Grandes generales como Bhisma, Drona, Karna, Salya y Jayadratha me lanzaron


todas sus armas invencibles, pero por la gracia del Señor Krsna no pudieron
tocar ni un cabello de mi cabeza. Fue solamente por Su misericordia que mis
enemigos no me mataron cuando me bajé de mi cuádriga a conseguir agua para mis
caballos sedientos."

"Fue por mi falta de respeto que me atreví a pedirle al Señor Krsna que fuera
mi auriga. ¡Oh Rey! Sus conversaciones graciosas eran muy agradables. El me
decía: ¡Oh hijo de Prtha! ¡Oh amigo! ¡Oh hijo de la Dinastía Kuru! Ahora
recuerdo todo esto y me entristezco. ¡Oh Emperador! Durante Su ausencia fui
derrotado por unos pastores de vacas mientras cuidaba a las esposas del Señor
Krsna. Tengo el mismo arco Gandiva, las mismas flechas, la misma cuádriga con
los mismos caballos y yo soy el mismo Arjuna, pero en ausencia del Señor Krsna
todo esto se ha vuelto nulo y vacío.

"¡Oh Rey! Puesto que me has preguntado por nuestros amigos y parientes que
residen en la ciudad de Dvaraka, te informaré que todos ellos han sido
maldecidos por los brahmanas y como resultado, ellos se emborrachan con vino
hecho de arroz y pelean entre ellos con palos. Ahora, excepto cuatro o cinco
todos están muertos o se han marchado."

Con todas estas lamentaciones Arjuna aumentó su pensamiento en los pies de loto
del Señor Krsna y, por lo tanto, el pesar desapareció de su mente.

Al escuchar que el Señor Krsna había partido para Su residencia y que la


Dinastía Yadu había desaparecido, Maharaja Yudhisthira decidió regresar a casa,
de vuelta a Dios. Dejó en el trono a su nieto, Maharaja Pariksit, como rey y
maestro de todas las tierras.
Nombró a Vajra, el biznieto del Señor Krsna, como Rey de Mathura.

Luego Maharaja Yudhisthira abandonó sus vestidos reales y se vistió con


harapos. Dejó de comer alimentos sólidos. Enmudeció por su propia voluntad, se
dejó los cabellos sueltos y parecía haber enloquecido. Más tarde se dirigió al
norte, siguiendo el Sendero aceptado por sus antepasados y grandes hombres,
para dedicar sus pensamientos a la Suprema Personalidad de Dios.

Los hermanos menores de Maharaja Yudhisthira vieron que la Era de Kali había
llegado y siguieron el ejemplo de su hermano mayor. Los Pandavas, estando
completamente purificados, alcanzaron el reino espiritual, la morada Suprema
del Señor, con sus mismos cuerpos.

Esta historia acerca de los hijos de Pandu y de su regreso a casa, de vuelta a


Dios, es totalmente auspiciosa y muy pura. Cualquiera que escuche con fe esta
narración obtendrá servicio devocional al Señor, la máxima meta de la vida.

Termina así el Resumen del Primer canto, Capítulos 14 y 15 del Srimad


Bhagavatam, titulado

"La Desaparición del Señor Krsna."

EL PASATIEMPO DE MAHARAJA PARIKSIT

De cómo Maharaha Pariksit recibió la era de kali- Primera parte

Suta Gosvami relató a los sabios de Naimisaranya la historia de la desaparición


del Señor Krsna y los pandavas. Como los sabios, encabezados por Saunak Rsi
deseaban escuchar más acerca de los descendientes de Pandu, Suta Gosvami
comenzó a contar lo relativo al Señor Krsna y Sus devotos. Estos relatos son
como néctar para los corazones de todos los hombres honestos.

Suta Gosvami dijo: El nieto de Maharaja Yudhisthira era Maharaja Pariksit. Por
ser un gran devoto del Señor El comenzó a gobernar el mundo aconsejado por
brahmanas dos veces nacidos. El Rey Pariksit se casó con la hija del Rey Uttara
y procreó cuatro hijos, el mayor de los cuales era Maharaja Janmejaya.

Mientras residía en su capital, Maharaja Pariksit pudo ver las señales que
indicaban el comienzo de la Era de Kali. Sin embargo está situación le dio la
oportunidad de luchar aunque no se sentía muy feliz con lo que estaba
ocurriendo. Tomo su arco y sus flechas y se sentó en su cuadriga conducida por
poderosos caballos negros. Su banda tenía por insignia un león. Estaba rodeado
por aurigas, elefantes, y la infantería. Dejó su capital para conquistar todo
el mundo. Dondequiera que llegaba escuchaba las glorias del Señor Krsna y sus
antepasados.

Mientras Maharaja Pariksit iba por el mundo pensando en el Señor Sri Krsna y
sus antepasados gloriosos,la personalidad de los principios religiosos, Dharma,
vagaba en la forma de un toro. Dharma se encontró con la personalidad de la
tierra en la forma de vaca y parecía estar muy abatida. Tenía lágrimas en sus
ojos y la belleza de su cuerpo había desaparecido.

Dharma interrogó a la tierra de la siguiente manera: "Mi querida señora, ¿No se


siente feliz? He perdido mis tres patas y ahora sólo me puedo parar en una.
¿Esto la entristece? ¿O está llena de ansiedad porque a partir de ahora los
comedores ilícitos de la carne la matarán? ¿O está afligida por los
sufrimientos de las entidades vivientes causados por el hambre y la sed? ¿O
está apesadumbrada porque los brahmanas ya no encienden el fuego del
sacrificio? ¿O se siente triste al ver que los brahmanas se refugian en las
familias de los kasatriyas, quienes no respetan la cultura Brahmínica?

¡Oh madre tierra! La Suprema personalidad de Dios, Hari se encarnó El Mismo


como el Señor Krsna solamente para aliviar su pesada carga, ahora usted está
privada de Su presencia. Seguramente está pensando en todos esos hechos
maravillosos y se siente triste porque no sucederán más. Madre, usted es el
receptáculo de todas las riquezas. Por favor cuénteme cuáles son los problemas
que la han debilitado tanto hasta dejarla en este penoso estado."

La madre tierra, en la forma de una vaca contestó: "Me dieron poderes para
sobrepasar la fortuna de los tres sistemas planetarios. Fui decorada con la
bandera, el rayo, la vara del elefante y la flor de loto, todos los cuales son
signos de los pies de loto del Señor. Pero al final, cuando me sentía muy
afortunada, el Señor me dejó. Cuando el viajaba sobre mi superficie, yo estaba
absorta en el polvo de sus pies de loto. Yo estaba cubierta con prados que
parecían vellos erizados por el placer."

Mientras la tierra y la personalidad de la religión estaban hablando el bendito


Maharaja Pariksit llegó a la orilla del río Sarasvati.

PREMIO Y CASTIGO DE KALI- SEGUNDA PARTE.

Suta Gosvami dijo: Después de llegar a orillas del Sarasvati, Maharaja Pariksit
vio a un sudra de baja casta vestido como un rey.
Estaba golpeando a una vaca y a un toro con un mazo como si ellos no tuvieran
dueño. El toro era tan blanco como una flor de loto y se veía aterrorizado por
el sudra que lo golpeaba. Se encontraba tan asustado que estaba parado en una
sola pata tembloroso y orinándose. La vaca no tenía ternero, presentaba muy mal
aspecto y el sudra también le golpeaba las patas. Había lágrimas en sus ojos y
estaba ansiosa por hallar un poco de pasto en el campo.

Maharaja Pariksit, muy bien equipado con arco y flechas, estaba sentado en una
carroza de oro. Se dirigió al sudra hablándole con voz profunda que sonó como
un trueno.
"Tú rascalero, por tu vestido piensas que puedes pasar por un rey divino. ¿Te
atreves a golpear a una vaca inocente sólo porque el Señor Krsna y Arjuna el
portador del arco Gandiva, no están a la vista? Puesto que estás golpeando a un
inocente en un lugar solitario, eres un malvado. En consecuencia mereces la
muerte."

Luego Maharaja Pariksit le preguntó al toro: ¿Eres un toro tan blanco como una
flor de loto o eres un semidios? Has perdido tres de tus patas y caminas con
una sola. Hasta ahora nadie ha derramado lágrimas por causa de un descuido
real. ¡Oh toro! Tú eres indefenso y honesto. Por favor cuéntame quien ha
cometido estos pecados."

La personalidad de la religión dijo: "Es muy difícil encontrar al rascalero que


ha causado nuestros sufrimientos. Algunos dicen que uno mismo es responsable
por la felicidad o la desgracia.

Otros dicen que los poderes divinos son los responsables. Otros que nadie es
culpable. Por lo tanto, ¡Oh sabio entre los reyes! Juzga por tí mismo cuál es
la causa."
Maharaja Pariksit dijo: "Las energías del Señor no pueden ser comprendidas.
Nadie puede conocerlas. En Satya-yuga tus cuatro patas eran austeridad,
limpieza, misericordia y veracidad pero parece que tres de tus patas están
rotas debido a la irreligión en la forma de orgullo, lujuria por las mujeres e
intoxicación. Ahora estás parado en una sola pata, y de una forma u otra puedes
caminar, pero kali, este sudra, también está tratando de destruirte esa
pierna."

Maharaja Pariksit, quien pudo pelear con miles de enemigos, sacó su espada para
matar a la personalidad de kali, quien era la causa de toda irreligión. Cuando
la personalidad de kali comprendió que el Rey estaba a punto de matarlo, se
quitó de inmediato sus ropas de rey y se rindió ante él inclinando su cabeza.
Maharaja Pariksit que estaba en capacidad de aceptar a un vencido, no mató a
kali. Le sonrió con gran misericordia porque él era bondadoso con los pobres.

Luego el rey dijo: "Hemos tomado la fama de Arjuna. Por lo tanto, puesto que te
has rendido con tus manos recogidas, no debes temer por tu vida. Pero tú no
puedes permanecer en mi reino porque eres el amigo de la irreligión."

Cuando la personalidad de Kali escuchó la orden de Maharaja Pariksit comenzó a


temblar de miedo. Viendo al Rey frente a él como Yamaraha listo a matarlo, kali
le habló al Rey así: "Oh! Su majestad, aunque yo pueda vivir en cualquier parte
y en cualquier lugar bajo sus órdenes, sólo veré su arco y sus flechas
adondequiera que mire. Por lo tanto, ¡oh Rey! Indíqueme un lugar en donde yo
pueda vivir bajo su protección."
Así que Maharaja Pariksit para atender la solicitud de kali le dio permiso de
vivir donde había juego, bebida, prostitución y asesinato de animales. La
personalidad de Kali pidió algo más porque estas cuatro cosas no existían en el
reino de Maharaja Pariksit. En consecuencia, el rey le dio permiso para vivir
donde había oro. Porque dondequiera que haya oro, hay también falsedad, bebida,
lujuria, envidia y enemistad. Por lo tanto, a la personalidad de Kali le fue
permitido vivir en esos cinco lugares. Cualquiera que desee su propio bienestar
no debe ponerse en contacto con estas formas de la irreligiosidad.
Más tarde Maharaja Pariksit, el hijo de Uttara, regresó a la ciudad capital de
Hastinapura.

Pariksit es maldecido por un niño brahmana- tercera parte.

Los sabios de Naimisaranya dijeron: "Acabamos de comenzar la ejecución de este


gran sacrificio que durará mil años, pero de su fuego únicamente ha salido humo
que ha dejado nuestros cuerpos negros. Esto es debido a los numerosos errores
de nuestras acciones.
"¡Oh Suta Gosvami! Que vivas muchos años y tengas forma eterna. Estás hablando
muy bellamente las glorias de las actividades del Señor Krsna. Esto es como el
néctar para las entidades mortales como nosotros en la Era de Kali."

Suta Gosvami dijo: Una vez Maharaja Pariksit estaba dedicado a la cacería en el
bosque con su arco y flechas y se sintió muy cansado, hambriento y sediento.
Mientras buscaba agua entró a la ermita del famoso Samika Rsi. El vió al sabio
sentado en silencio y con los ojos cerrados, estaba cubierto con una piel de
venado. Su pelo enredado le caía en desorden por todo su cuerpo.
El Rey, cuya garganta estaba reseca por la sed, le pidió agua. El sabio no le
dió la bienvenida al Rey, ni le ofreció asiento, agua o palabras amables, sino
que permaneció concentrado en su meditación. El Rey se sintió ofendido. Recogió
con su arco una serpiente muerta y furioso la colocó sobre el hombro del sabio.
Luego regresó a su palacio.

A su regreso, el Rey comenzó a discutir consigo mismo. No podía asegurar si el


sabio estaba realmente meditando o si estaba tratando de evitar el recibir a
alguien de clase baja como un ksatriya.

Samika Rsi tenía un hijo que era muy poderoso puesto que era hijo de un
brahmana. Mientras jugaba con los otros niños escuchó lo que había sucedido. El
niño que se llamaba Srngi, hablo así:
"¡Oh! Sólo mira los pecados de los gobernantes que son como cuervos y perros.
Estos reyes son iguales a los perros guardianes. Deben quedarse en la puerta.
¿Qué derecho tienen los perros de entrar en la casa y comer con el maestro en
el mismo plato?, porque el Señor Krsna nuestro gobernante supremo, ha
desaparecido. ¿Se creen estos rascaleros que son todopoderosos? Así que censuro
todo este asunto y lo castigaré. Solamente miren mi poder."

El hijo de Rsi con sus ojos enrojecidos por la ira, tocó el agua del río y
habló las siguientes palabras que sonaron como un trueno:
"En el Séptimo día a partir de hoy una serpiente voladora picará a este
pecador, Maharaja Pariksit, por la ofensa que ha cometido contra mi padre."
Cuando el muchacho regresó a la ermita vio la serpiente alrededor del cuello de
su padre y comenzó a llorar. Cuando el Rsi oyó que su hijo estaba llorando,
abrió los ojos y vio la serpiente muerta alrededor de su cuello. Lanzó la
serpiente lejos y le preguntó a su hijo el motivo de su llanto, y este le contó
lo sucedido.

El padre escuchó de su hijo que había maldecido a Maharaja Pariksit y comenzó a


lamentarse: "¡Ay! Que gran pecado ha cometido mi hijo. El ha dado un castigo
tan terrible por una ofensa tan pequeña.
!Oh mi hijo! El Rey quien es el mejor de los seres humanos, es tan bueno como
la personalidad de Dios y los ciudadanos viven felices protegidos por su gran
poder. Cuando se acaben los reyes santos habrá rascaleros y ladrones. La gente
será asesinada y ofendida, y los animales y las mujeres serán robados. Los
brahmanas serán responsables de todas estas cosas."

Samika Rsi dijo: "Con la caída de los brahmanas y los Ksatriyas aumentará la
gratificación de los sentidos y como resultado los ciudadanos vivirán al nivel
de los perros y los monos.El emperador Pariksit es un Rey piadoso. Es conocido
como un devoto de primera clase de la personalidad de Dios. El es un santo
entre la realeza."
Luego el Rsi oró al Señor para que disculpara a su tonto hijo. El había
cometido un gran pecado al maldecir a alguien que estaba libre de culpa. Por lo
tanto el sabio lamentó el pecado cometido por su hijo. El no tomó muy en serio
el insulto que el Rey había cometido.

Los devotos del Señor son tan tolerantes que aunque sean difamados, engañados,
maldecidos, perturbados, rechazados o aun asesinados, no son muy inclinados a
defenderse. Los grandes devotos no son confundidos por las dualidades del mundo
material porque ellos están ocupados trascendentalmente.

La Aparición de Sukadeva Gosvami- cuarta parte.

Suta Gosvami continuó hablando a los sabios de Naimisaranya, encabezados por


Saunaka Rsi. El dijo: Mientras regresaba a casa, Maharaja Pariksit sintió que
la acción cometida en contra del brahmana perfecto había sido inmerecida y
entonces se sintió acongojado. El pensó: "Estoy lleno de pecado porque he
despreciado a los brahmanas. Por lo tanto quisiera que mi reino, fuerza y
riquezas se quemaran en el fuego de la ira del brahmana.

Mientras el Rey se arrepentía de esta manera, recibió la noticia de su cercana


muerte que sería causada por la picadura de una serpiente voladora. El Rey
aceptó este hecho como una buena noticia.
Esto debería ser la causa de su indiferencia por las cosas mundanas. Por
consiguiente, el Rey decidió de una vez por todas sentarse a la orilla del
Ganges y ayunar hasta morir. Quería abandonarse a los pies de loto del Señor
Krsna, Quien es el único que nos puede conceder la liberación. El aceptó los
votos de un sabio y renunció a todos sus apegos.
En ese tiempo estaban llegando allí todos los sabios con sus discípulos
haciendo peregrinaje. De diferentes partes del universo llegaron grandes sabios
tales como Atri, Cyavana, Bhrgu, Vasistha,Parasara, Visvamitra, Angira,
Parasurama, Gautama, Pipphalada, Maitreya, Vyasadeva, y el gran Rsi Narada
Muni. Había también semidioses, reyes y órdenes reales especiales.

Cuando todos ellos vinieron a saludar a Maharaja Pariksit, él los recibió


apropiadamente e inclinó su cabeza hasta tocar el suelo. Maharaja Pariksit
dijo: "Oh brahmanas, por favor acéptenme como una alma rendida. Que la madre
Ganges por favor me acepte de esta manera porque ya he tomado en mi corazón los
pies de loto del Señor, dejen que la serpiente voladora o cualquier cosa mágica
que el brahmana haya creado me pique de inmediato. Sólo deseo que ustedes
continúen cantando las hazañas del Señor Visnu."

Luego, el Rey Maharaja Pariksit se sentó a ayunar hasta la muerte.


Todos los semidioses de los planetas más elevados ensalzaron las acciones del
Rey. En señal de placer ellos lanzaron una lluvia de flores sobre la tierra y
tocaron sus tambores. Todos los sabios que estaban presentes también elogiaron
la decisión de Maharaja Pariksit.
Los Rsis dijeron: "Tú eres el jefe de todos los reyes santos de la dinastía
Pandu, quienes son descendientes del Señor Krsna. No es del todo sorprendente
que abandones tu trono, el cual está decorado con las coronas de muchos reyes,
porque deseas convertirte en un sirviente eterno de la Personalidad de Dios."

El Rey contestó: "¡Oh Brahmanas impolutos! Quiero preguntarles cuál es ahora mi


deber inmediato, por favor díganme los deberes que tienen todas las personas,
pero especialmente los de aquellos que están próximos a morir."

En ese momento apareció el poderoso hijo de Vyasadeva. El viajaba por toda la


tierra satisfecho en sí mismo. Parecía que no pertenecía a ninguna casta o
estado de vida. Era seguido por mujeres y niños que lo trataban como si
estuviera loco.

El hijo de Vyasadeva tenía sólo dieciséis años. Todo su cuerpo era bello. Sus
ojos estaban tan abiertos como una caracola. Sus brazos eran largos y su
abdomen tenía hermosas rayas. estaba desnudo y su cuerpo se parecía al del
Señor Krsna. Su cuerpo era negruzco y hermoso debido a su juventud. El trataba
de cubrir sus glorias naturales pero los grandes sabios lo honraron
levantándose de sus asientos. Maharaja Pariksit inclinó su cabeza para recibir
al invitado principal: Sukadeva Gosvami.

Después de recibir los respetos de todos, Sukadeva Gosvami se sentó en un


asiento elevado. En presencia de todos los sabios el parecía la luna rodeada de
estrellas. Maharaja Pariksit se acercó a Sukadeva Gosvami con las manos juntas,
y dijo con palabras dulces: "¡Oh Brahmana! Cuando te recordamos nuestros
hogares se purifican inmediatamente y que decir si te vemos, te tocamos o
lavamos tus santos pies y te ofrecemos un asiento en nuestra casa. Tú has
aparecido porque fuiste inspirado por el Señor Krsna. Eres el maestro
espiritual de todos los grandes santos y devotos.Por consiguiente te ruego que
me muestres el camino de la perfección para todas las personas y especialmente
para alguien que está próximo a morir.
Por favor déjame saber qué es lo que un hombre debe oír, cantar, recordar y
adorar y también que es lo que no debe hacer. Por favor explícame todo esto."

Sukadeva Gosvami Dijo: "Mi querido rey, tu pregunta es gloriosa. Escuchar la


respuesta a esta pregunta es asunto de oír. ¡Oh descendiente del rey Bharata!
Alguien que desee liberarse de todas las miserias debe escuchar, glorificar y
recordar a la personalidad de Dios. La perfección más elevada de la vida humana
es recordar al Señor Krsna, la Personalidad de Dios, a la hora de la muerte.

"¡Oh Rey santo! En la última Jornada de la vida, uno debe ser tan valiente
como para no sentir miedo a morir. Ahora que el resto de tu vida está limitada
a siete días, lo único que debes hacer durante ese tiempo es escuchar el Srimad
Bhagavatam.

"Yo estudié con mi padre Vyasadeva esta gran literatura que es la crema de los
vedas. Ese mismo Srimad Bhagavatam es el que te recitaré porque tú eres el
devoto más sincero del Señor. Alguien que escuche con todo respeto este Srimad
Bhagavatam podrá adquirir fe firme en el Señor Supremo.
Termina así el resumen del primer canto, capítulos 16 a 19 del Srimad
Bhagavatam, titulados "El pasatiempo de Maharaha Pariksit"

LA CREACION DEL SEÑOR BRAHMA

Sukadeva Gosvami comenzó a hablar el Srimad Bhagavatam a Maharaja Pariksit. Le


explicó la forma universal del Señor y sus diferentes encarnaciones. También le
explicó cómo están trabajando en el mundo material las diversas energías del
Señor. Comenzó a hablar así acerca de la creación del Señor Brahma.
Sukadeva Gosvami dijo: Al comienzo de la creación solamente existía el Señor
Visnu. Los tres mundos estaban cubiertos por el agua. El Señor visnu, yacía
solo en el agua sobre la gran serpiente conocida como Ananta. Parecía estar
dormido y libre de la energía material. El Señor estaba pensando acerca de la
creación.

En ese momento, del ombligo del Señor Visnu brotó el capullo de una flor de
loto, cuya luz iluminó todo, como si fuera el Sol y secó las aguas. De esta
flor de loto surgió la primera criatura naciente: el Señor Brahma.

El Señor Brahma sentado en la flor de loto no podía ver el mundo aunque mirara
en todas las direcciones. A pesar de su búsqueda no podía comprender la
creación, ni el loto, ni a sí mismo. En ese momento pensó: ¿"Quién soy yo para
estar sentado en esta flor de loto? ¿De dónde ha salido? Aquello de donde ha
brotado el loto tiene que estar en el agua."

Entonces el Señor Brahma escuchó una voz que venía del agua y le decía: "Tapa."
La palabra se convirtió en la riqueza de la orden de vida renunciante.

Y el Señor Brahma entró en el tallo de la flor de loto tratando de encontrar


ese sonido. Aunque se acercaba cada vez más al ombligo del Señor Visnu no podía
encontrar la raíz. Cuando no pudo encontrar la fuente del sonido, pensó que lo
más sensato era sentarse sobre el loto y realizar tapasya, tal como la voz le
había dicho, y comenzó a meditar durante mil años.

Al finalizar ese tiempo, el Señor pudo ver debajo de él, sobre el agua, el
gigantesco cuerpo blanco de Sesanaga sobre el cual estaba recostado la Suprema
Personalidad de Dios. Todo el cielo estaba iluminado por los rayos de las joyas
que tenía en Su cabeza el Señor Sesa. La corona del Señor era muy hermosa y
brillaba más que una montaña de oro.

El Señor Brahma vió que el cuerpo del Señor comprendía los tres mundos. Las
caderas del Señor estaban cubiertas con ropas anaranjadas que remataban en un
hermoso cinturón. Su pecho estaba decorado con la preciosa joya Srivatsa y un
collar muy valioso.
El Señor estaba protegido por la rueda Sudarsana.

El Señor se sintió complacido con el servicio del Señor Brahma y le sonrió.


Luego el Señor estrechó las manos del Señor Brahma, quien dijo: "Oh Mi Señor,
hoy y después de muchos años de meditación he podido conocerte. Mi Señor, Tú
eres el único objeto que vale la pena conocer. No hay nada supremo más allá de
Ti."

Después de ofrecer sus oraciones el Señor Brahma se quedó en silencio. Entonces


la hermosa Suprema Personalidad de Dios le dijo al Señor Brahma: "Estoy muy
satisfecho con la larga penitencia que realizaste con el deseo de poder crear.
Oh Brahma sigue haciendo penitencia y meditación. De esta forma podrás
comprender todo dentro de tu corazón."

La Personalidad de Dios desapareció después de darle instrucciones a Brahma.


Siguiendo las instrucciones del Señor Visnu, Brahma empezó a crear a todas las
entidades vivientes del universo.
No sentía ningún temor porque sabía que el Señor era su protector.

Termina así el resumen del segundo canto capítulos 9 y 10 del Srimad


Bhagavatam, titulados "La creación del Señor Brahma."

VIDURA ENCUENTRA A MAITREYA

Después de escuchar acerca de la creación del mundo material; Maharaja Pariksit


quiso saber más sobre Vidura. El Rey preguntó a Sukadeva Gosvami: "¿Dónde y
cuándo se realizó el encuentro entre el santo Vidura y Su Gracia Maitreya Muni?
Oh gran brahmana, sé misericordioso y descríbenoslo"

Sukadeva Gosvami dijo: El Rey Dhrtarastra estaba enceguecido por sus deseos
impíos de ver a uno de sus hijos coronado como rey.
El Rey Dhrtarastra incendió la casa donde vivían los pandavas; El Rey no detuvo
a su hijo Duhsasana cuando éste arrancaba los cabellos y el sari de Draupadi,
la esposa del Divino rey Yudhistira. Yudhistira que no tenía enemigos, fue
engañado en un juego de azar. Puesto que había hecho voto de veracidad, él se
refugió en el bosque. Cuando regresó a su debido tiempo, Maharaja Yudhistira
suplicó que le devolvieran su reino, pero Dhrtarastra se negó a hacerlo ya que
estaba cubierto por sus ilusiones.
Arjuna había enviado al Señor Krsna como el Maestro Espiritual del mundo entero
a la reunión de reyes que se celebraba en Hastinapura. Sus palabras fueron
escuchadas como néctar puro; pero no lo fueron tanto para aquellos que habían
perdido el resultado de todas sus actividades piadosas. El Rey Dhrtarastra y
sus hijos no tomaron muy seriamente las palabras del Señor Krsna.
Cuando el hermano mayor de Vidura lo invitó a entrar al palacio para que
hablara, él impartió instrucciones muy precisas. Su consejo es bien conocido y
aprobado por los brahmanas eruditos.
Vidura dijo: "Debes devolver ahora el reino a Yudhistira, quien ha sido
tolerante a través de los indecibles sufrimientos que le has causado con tus
ofensas. El está esperando con sus hermanos menores, entre quienes se encuentra
el enfurecido Bhima. El está respirando como una serpiente. Seguro que tienes
miedo de él.

"El Señor Krsna, la Personalidad de Dios ha aceptado a los hijos de Prtha como
Sus parientes y todos los reyes del mundo están con el Señor Krsna. El está
presente en Su casa con todos los miembros de Su familia. Ellos han conquistado
un número ilimitado de gobernantes y El es su Señor."

Vidura continuó: "Mi querido hermano, tu hijo Duryodhana es la ofensa


personificada.Tú piensas que él es tu hijo infalible, pero está envidioso del
Señor Krsna. Puesto que has mantenido un no devoto del Señor Krsna te has visto
privado de todas las buenas cualidades. Deshazte tan pronto como puedas de esta
mala fortuna y beneficiarás a toda la familia.
Mientras hablaba así, Vidura fue insultado por Duryodhana que estaba iracundo,
le dijo: "¿Quién le pidió a él que viniera, a este hijo de una querida? Ese es
tan deshonesto que espía en beneficio del enemigo aunque lo hemos mantenido
todos estos años.!Echenlo de este palacio inmediatamente y déjenlo únicamente
con su aliento!"
Las palabras de Duryodhana fueron hirientes y sarcásticas a su corazón,
escuchando estas palabras, Vidura colocó su arco en la puerta y abandonó el
palacio de su hermano.
Decidido a abandonar Hastinapura, Vidura se refugió en diversos lugares de
peregrinaje que son como los pies de loto del Señor.
Deseando llevar una vida piadosa viajó por los sitios sagrados donde se
encuentran cientos de formas trascendentales del Señor.
Comenzó a viajar solo, pensando únicamente en Krsna, viajó donde el aire, la
colina, el río y el lago son inmaculados, viajó por lugares sagrados como
Ayodhya, Dvaraka y Mathura. En estos sitios las sagradas formas del Señor
ilimitado decoran los templos.
Durante su viaje por la tierra, Vidura vivía como un mendigo, sin peinarse su
cabello, ni acostarse en una cama, parecía como un actor que cambia sus
vestidos y no puede ser reconocido ni por sus parientes.

En un lugar de peregrinaje en Prabhasa, supo que todos sus parientes,


principalmente los kauravas y los yadavas, habían muerto debido a las pasiones
violentas, luego llegó a la ribera del Yamuna, donde se encontró con Uddhava,
el gran devoto del Señor Krsna.
Lleno de éxtasis Vidura lo abrazó y le habló así:

"Por favor, cuéntame si Krsna y Balarama están bien en casa de Surasena. ¿Se
encuentra bien el mejor amigo de la dinastía Kuru, Vasudeva?

"¡Oh Uddhava! Por favor dime cómo está Pradyumna. Háblame acerca de Rukmini,
Ugrasena, Samba, Akrura y de todos los demás residentes de Dvaraka. Por favor
cuéntame cómo están los Pandavas. Bhima que es como una cobra, ¿ha desatado su
furia contra los pecadores? El campo de batalla no pudo soportar el diestro
manejo de su mazo. ¡Oh! mi amigo, por favor , canta las glorias del Señor y de
sus devotos que están hechas para purificar todos los lugares de peregrinaje."

Cuando Vidura le pidió a este gran devoto que hablara acerca del Señor, Uddhava
no pudo hacerlo porque estaba lleno de amor extático. Por un momento quedó
silencioso y su cuerpo no se movía.
Luego el gran devoto Uddhava salió de su concentración en la morada del Señor,
y habló a Vidura con palabras amables. Sri Uddhava dijo:

"Mi querido Vidura, el Sol de este mundo, el Señor Krsna, se ha ocultado y


nuestra estirpe ha sido tragada por la serpiente del tiempo. ¿Qué puedo decirte
acerca de nuestro bienestar?"

"¡Oh! Vidura, el Señor hizo que perecieran todos los grandes reyes en el campo
de batalla de Kuruksetra. Todos estos reyes eran tan poderosos que la tierra
parecía temblar a medida que caían en el campo de batalla."

"Duryodhana perdió la vida y toda su fortuna a causa de sus actividades impías.


El Señor se sintió muy infeliz cuando lo vió tendido en el campo de batalla con
la columna rota. Después de la batalla sólo quedaron vivos los santos
Pandavas."
"Después la dinastía Yadu bebió un licor hecho de arroz. Al tomar esa bebida,
todos se enfurecieron y se hablaron con palabras ásperas. Luchando entre ellos
todos se mataron.

"Cuando el Señor Krsna vio la destrucción de su familia, se dirigió a la ribera


del río Sarasvati. Bebió un poco de agua del río y se sentó a la sombra de un
árbol. ¡Oh Vidura! Yo lo seguí porque me era imposible soportar la separación
de los pies de loto del Señor."
"Y al seguirlo, vi a mi maestro, el Señor Sri Krsna, sentarse solo, tomando
abrigo en la ribera del río Sarasvati. El Señor estaba sentado descansando
recostado en un árbol baniano y parecía sentirse feliz en esa posición."

"En ese momento Maitreya, el gran devoto del Señor, llegó a aquel lugar por
voluntad de la providencia. Se sentó cerca del Señor deseoso de escucharlo. El
Señor me miró amorosamente y comenzó a hablar. El Señor dijo:

"¡Oh Vasu! En tu última vida deseaste Mi asociación. Aunque ésta es muy difícil
de lograr para los demás, yo te he premiado. ¡Oh! el honesto, tu vida actual es
la última en este mundo material. Porque has recibido Mi favor, ahora podrás ir
a Vaikuntha, Mi morada trascendental. Debido a tu servicio devocional puro
pudiste visitarme en este lugar solitario que es una gran bendición para ti."
Uddhava dijo: "Mi Señor, explícanos amablemente ese conocimiento trascendental
acerca de Tí Mismo y el cual explicaste antes a Brahmaji."

"Cuando expresé mis deseos a la Suprema Personalidad de Dios, el Señor de los


ojos de loto me impartió conocimiento acerca de El Mismo. En consecuencia,
después de recibir el conocimiento de mi Maestro espiritual, la Personalidad de
Dios, he venido a este lugar. Mi querido Vidura, ahora estoy muy ansioso por
verlo. Por lo tanto me voy para Badrikasraman, tal como El me ha instruído."

Mientras Uddhava se preparaba para partir, Vidura le dijo con gran afecto: ¡Oh
Uddhava! Por favor háblame de ese conocimiento que te ha dado el Señor
Supremo."

Uddhava dijo: "No puedo instruirte porque eres mayor que yo. Debes recibir las
instrucciones que yo he aprendido del gran sabio Maitreya, quien se encuentra
cerca de este lugar. El fue instruido por la Personalidad de Dios cuando estaba
a punto de abandonar este mundo material."
Sukadeva Gosvami dijo: Mi querido rey Pariksit, Uddhava se sintió separado del
Señor, paso la noche como si fuera un momento y luego partió tal como el Señor
deseaba.

Después de pasar unos días en la ribera del río Yamuna, Vidhura llegó a las
orillas del Ganges donde se encontraba el sabio Maitreya. Vidura le habló con
gran humildad diciéndole:

"¡Oh mi Señor! Grandes almas viajan por la tierra en nombre de la Suprema


Personalidad de Dios. Ellas muestran gran compasión por las almas caídas que no
quieren rendirse al Señor. ¡Oh Maitreya! Las solas glorias del Señor pueden
hacerle bien a todas las gentes del mundo. Por lo tanto, por favor describe lo
mejor de esas glorias. Sólo por escuchar tales temas podemos romper los lazos
familiares afectivos. Para alguien ansioso de ocuparse constantemente en
escuchar acerca de tales asuntos, Krsna katha aumenta poco a poco su
indiferencia por las demás cosas, tal recuerdo constante del Señor destruye sin
demora todas las miserias. Por lo tanto, por favor canta todas esas actividades
superhumanas del controlador Supremo, la Personalidad de Dios."

Sri Maitreya dijo: "¡Oh Vidura! Todas las glorias para ti. Con tus preguntas
has mostrado misericordia tanto para el mundo como para mi. Se que ahora eres
Vidura debido a una maldición de Mandavya Muni. Primero fuiste Yamaraja,
controlador de las entidades vivientes después que mueren. Tu yo genuino es uno
de los asociados eternos del Señor. Entonces describiré los diversos
pasatiempos del Señor en Sus diferentes encarnaciones una tras otra tal como
ocurrieron."

Termina así el resumen del tercer canto capítulos 1 a 5 del Srimad Bhagavatam,
titulados "Vidura encuentra a Maitreya."

LA HISTORIA DEL SEÑOR VARAHA Y HIRANYAKSA

La aparición del Señor Varaha - primera parte.

Maitreya Muni dijo: "Después de la aparición del Señor Brahma, éste comenzó a
crear todas las entidades vivientes en los tres mundos. En el principio Brahma
creó los cuatro sabios llamados Sanaka, Sanandana, Sanátana y Sanat Kumara. El
Señor Brahma habló así a sus hijos: Mis queridos hijos deseo que se casen y
tengan hijos."

Los cuatro Kumaras estaban muy apegados a Vasudeva, la Suprema Personalidad de


Dios, y su meta era la liberación. Así que ellos se negaron a cumplir el
mandato de su padre. La mente de Brahma se llenó de ira ante este rechazo. El
trató de controlarla pero ésta salió por sus ojos y tomó la forma de un niño de
color azul y rojo. Después de su nacimiento el niño comenzó a llorar y dijo:
"¡Oh maestro del universo! Dame un nombre y dame un lugar donde vivir."

El Señor Brahma le contestó: "Tu nombre será Siva y te daré once esposas con
las cuales tendrás muchos hijos."

Luego el Señor Brahma creó a Manu, quien es la personalidad de la vida


religiosa, y también le pidió que creara entidades vivientes por todo el
universo. Manu dijo: "¡Oh maestro de los semidioses! Por favor levanta la
tierra que está sumergida en el agua. Este es el lugar de descanso de todos los
seres vivos."

Brahma pensó: "Mientras yo he estado ocupado en el proceso de la creación, la


tierra se ha sumergido en un océano profundo. Es mejor que el Señor todo
poderoso nos dirija."

Mientras brahma pensaba de esta manera, un pequeño jabalí, no más grande que un
dedo pulgar, salió de su naríz. Mientras lo miraba, el jabalí comenzó a
volverse tan grande como un elefante gigante. Entonces el Señor Brahma se
dirigió a los sabios: "¿Qué es este maravilloso ser que ha salido de mi nariz?
¿Es acaso Visnu, la Suprema Personalidad de Dios?"

Al mismo tiempo que Brahma hablaba con los grandes sabios, la Suprema
Personalidad de Dios en la forma de una jabalí rugió como una montaña. Cuando
los sabios de los planetas superiores escucharon este hermoso sonido comenzaron
a cantar mantras de los Vedas para glorificar al Señor. Jugando como un
elefante el Señor rugió de nuevo para responder a las oraciones de Sus devotos.
Antes de entrar en el agua para rescatar a la tierra, el Señor Jabalí voló por
los cielos batiendo su cola. Su mirada estaba llena de luz y dispersó las nubes
con sus cascos y con Sus enormes colmillos blancos. Cuando entró en el agua vió
a la tierra que yacía como en el principio de la creación. El Señor jabalí tomó
fácilmente la tierra con sus colmillos y la sacó del agua. En ese momento lucía
muy hermoso.

Luego el Señor jabalí mató al demonio Hiranyaksa. Lo mató tal como un león mata
a un elefante. La lengua y las mejillas del Señor quedaron untadas con la
sangre del demonio. Después el Señor llevó la tierra en la punta de sus blancos
colmillos curvados. Cambio Su color a azul y entonces los sabios pudieron
comprender que se trataba de la Suprema Personalidad de Dios, y todos le
ofrecieron sus más respetuosas obediencias.

Enseguida el Señor tocó la tierra con sus cascos y la colocó sobre el agua.
Luego regresó a Su morada. Por lo tanto el Señor le dio vida a Sus devotos al
matar al demonio Hiranyaksa. Esta historia del Señor jabalí y Hiranyaksa es muy
auspiciosa.

Si alguien escucha y canta con devoción esta historia del Señor jabalí, el
Señor Supremo, que está en el corazón de todos, se sentirá muy complacido.

Los sabios maldicen a los guardianes Jaya y Vijay- segunda parte.

Después de escuchar cómo el Señor jabalí había matado a Hiranyaksa, Vidura le


dijo a Maitreya: "Mi mente no está muy satisfecha y me gustaría saber algo más
acerca del Señor Varaha y Hiranyaksa."
Maitreya dijo: hace mucho, mucho tiempo, los cuatro kumaras Sanaka, Sanandana,
Sanatana y Sanat kumara, estaban viajando por el mundo material. Queriendo
conocer el mundo espiritual entraron en el cielo, es decir en Vaikunta dhama.
Allí, en Vaikunta puri, vieron que todos los residentes tenían formas
semejantes a las de la Suprema Personalidad de Dios. Ellos estaban ocupados en
el Servicio devocional sin ningún deseo de gratificación sensual. Volaban en
aeroplanos junto con sus esposas, cantando las glorias del Señor. Acompañados
por sus esposas y sus consortes, viajaban en aviones hechos de lapizlázuli,
esmeraldas y oro. Cantaban eternamente las glorias del Señor, y por lo tanto,
sentían gran placer trascendental. No se sentían atraídos por sus esposas que
son más bellas que las mujeres de este mundo material.

Las mujeres de Vaikunta son tan hermosas como la misma diosa de la fortuna, y
llevan flores de loto en sus manos. Algunas veces se dedican a barrer los pisos
de mármol que están decorados con oro. Esto lo hacen para recibir los favores
de la Suprema Personalidad de Dios.

Se puede ver a las diosas de la fortuna en sus jardines, adorando al Señor con
hojas de Tulasi. Las orillas de los hermosos lagos están hechos de coral.
Mientras adoran al Señor, ellas pueden ver en el agua el reflejo de sus bellos
rostros de nariz respingada, parecieran volverse más bellas porque el Señor ha
besado sus rostros.

Así que los Kumaras pasaron a través de sus puertas y vieron la opulencia de
Vaikunta Puri. Aunque fueron testigos de la belleza del mundo espiritual no se
sintieron atraídos por él, ya que su único deseo era contemplar los pies de
loto del Señor Visnu.
En la séptima entrada vieron dos hombres brillantes, armados con mazos. Vestían
valiosos ropajes y joyas. Los dos guardianes llamados Jaya y Vijay, tenían
guirnaldas de flores frescas alrededor del cuello. Estas guirnaldas colgaban
entre sus cuatro manos azules. Vestían muy bellamente, pero por la expresión de
sus caras parecían estar furiosos.

Los cuatro sabios estaban desnudos. Ellos aparentaban tener cinco años, pero
eran los seres vivientes más viejos de la creación.
Ellos no tenían conceptos, como "este soy yo" o "esto es mio."
Jaya y Vijay no pensaron que los niños estaban capacitados para entrar a
Vaikunta y entonces les bloquearon la entrada con sus mazos. Cuando los Kumaras
no pudieron atravesar la séptima puerta para ver a su maestro Sri Hari, se
pusieron rojos de la ira. Los sabios dijeron: "¿Quiénes son éstas dos personas
que parecen devotos del Señor Visnu? A causa de su temor e ira ellos debieran
ser enviados al mundo material."

Cuando los dos guardianes escucharon la maldición de los brahmanas se sintieron


muy temerosos y cayeron a sus pies. Ellos suplicaron que si iban a ser enviados
al mundo material, al menos que nunca se olvidaran de la Suprema Personalidad
de Dios.

En ese mismo momento llegó el Señor de Vaikunta Sri Hari, junto con Su esposa
la diosa de la fortuna. Estaba vestido con ropas anaranjadas y el cinturón
estaba cubierto de joyas. Estaba adornado con guirnaldas de flores frescas y
una de Sus manos descansaba sobre Garuda y en la otra llevaba una flor de loto.

Cuando los sabios vieron al Señor de los ojos de loto su corazón se llenó de
felicidad. Inclinaron su cabeza con gran contento.

Después de ofrecer sus oraciones, el Señor Supremo Dijo: "Estos dos guardianes
Jaya y Vijaya, han cometido una gran ofensa. Para Mí el Brahmana es la persona
más elevada y a la que más amo. Yo tomo esta ofensa como si me la hubieran
hecho a Mí y les pido su perdón. Por lo tanto, estoy de acuerdo con el castigo
que les han dado a estos dos guardianes. Aunque nazcan en una familia de
demonios siempre me recordarán como si estuviera furioso y, por consiguiente,
regresarán muy pronto."

Después de escuchar estas palabras del Señor Supremo, los cuatro kumaras
ofrecieron sus respetuosas reverencias y partieron con su corazón lleno de
felicidad. Luego el Señor dijo a Jaya y Vijaya: "Abandonen este lugar sin
temor. Yo había podido detener la maldición de los brahmanas pero no quise
hacerlo. Ciertamente estoy de acuerdo con ellos. Una vez cuando, Yo dormía,
ustedes no dejaron entrar a la Diosa de la fortuna. Ella se enojó muchísimo y
por eso ahora tendrán que soportar esta maldición."

Luego de hablar así el Señor regresó a Su morada. En ese momento Jaya y Vijaya
cayeron al mundo material. Ellos entraron en el vientre de Diti, la esposa de
Kasyapa Muni, causando un gran rugido de pesar entre los semidioses.

La batalla entre el Señor Jabalí y Hiranyaksa- tercera parte.

Maitreya Muni dijo: Mi querido Vidura, cuando los hijos gemelos de Kasyapa Muni
nacieron, los llamaron Hiranyakasipu y Hiranyaksa. Estos dos demonios tenían
cuerpos como el acero y comenzaron a crecer como enormes montañas. Sobre sus
cabezas tenían coronas de oro, la tierra temblaba a su paso. La ira de
Hiranyaksa era muy difícil de controlar. Siempre llevaba un gran mazo sobre uno
de sus hombros, buscando constantemente con quien pelear. Cuando llegó a la
morada de Varuna, Hiranyaksa soltó una carcajada diciendo: "¡Oh Señor Supremo!
ven a luchar." Controlando su furia Varuna contestó: "Eres tan gran héroe que
no puedo ver a nadie luchando contigo, excepto al Señor Visnu. Cuando El te
mate, tu cuerpo caerá sobre el campo de batalla para que los perros se lo
coman."

Hiranyaksa estaba lleno de falso orgullo y se rió cuando escuchó las palabras
de Varuna luego comenzó a buscar al Señor Visnu.
Por la gracia de Narada Muni supo dónde encontrar a la Suprema Personalidad de
Dios. Narada Muni le contó que el Señor estaba levantando la tierra del fondo
del mar. Hiranyaksa se dirigió apresuradamente hacia el océano y allí vió al
Señor Visnu en la forma de un jabalí.
Hiranyaksa dijo: "Tú, rascalero, tu poder es limitado. Hoy cuando te mate daré
vida a mis parientes. Cuando caigas muerto con tu cabeza aplastada por mi mazo,
los semidioses y sabios que te ofrecen servicio devocional dejarán de existir."

El Señor surgiendo del océano colocó la tierra sobre las aguas.


El Señor Varaha dijo: "Nosotros somos criaturas de la selva y estamos buscando
perros como tú. Aquél que está libre de la muerte no tiene temor de aquellos
que están próximos a morir."

El demonio, furioso, trató de golpear al Señor pero falló. Luego el Señor


golpeó al demonio y comenzó una gran pelea. El Señor Brahma también vino a ver
la lucha. Cuando vio al Señor peleando con el demonio dijo: "Mi querido Señor,
no hay necesidad de que juegues con este demonio que conoce muchos trucos. Por
favor mátalo inmediatamente y gana una victoria para los semdioses."

Entonces el Señor dirigió Su mazo hacia la quijada de su enemigo. Sin embargo,


el demonio le arrebató el mazo de Su mano. Cuando el mazo del Señor cayó, los
semidioses y sabios lanzaron un grito. En ese momento el Señor tomó Su disco
para matar al demonio. Cuando Hiranyaksa vio al Señor al frente le lanzó su
mazo y le dijo: "Estás muerto." El Señor a su vez arrebató el mazo de las manos
del demonio diciéndole: "Toma tu arma e intenta de nuevo." Una vez más el
demonio lanzó el mazo y rugió con toda su fuerza. Cuando el Señor vio que el
mazo volaba hacia El, lo atrapó así como Garuda atrapa una serpiente. Luego el
Señor se lo ofreció de nuevo a Hiranyaksa, pero el demonio lo rechazó. Tomó un
tridente y lo arrojó contra el Señor. El tridente era tan brillante como el
fuego encendido pero el Señor lo cortó en pedazos con Su disco. El demonio se
enfureció y golpeó el pecho del Señor. Luego se perdió de vista.

Hiranyaksa utilizó trucos mágicos para producir polvo, granizo y oscuridad que
venían de todas direcciones. Del cielo llovieron pus, pelos, excremento, orines
y huesos. Aparecieron mujeres desnudas con tridentes. Yaksas y raksasas se
dirigieron hacia el Señor para matarlo. Sin embargo, el Señor soltó su disco
Sudarsana y acabó así con todos los trucos del demonio. Cuando el demonio vio
que sus trucos habían sido inútiles, se enfureció.
Luego trató de abrazar al Señor para despedazarlo, pero vió con gran Sorpresa
que el Señor había esquivado su abrazo.

Luego el demonio comenzó a golpear al Señor con sus puños, pero el Señor
Adhoksaja lo abofeteó en el borde de la oreja. El demonio cayó al suelo al ser
golpeado por el Señor. Cuando cayó sus ojos se salieron de sus órbitas. Con sus
brazos y piernas rotos el demonio cayó como un árbol gigantesco cuando es
desprendido por el viento. En ese mismo momento el corazón de Diti, la madre de
Hiranyaksa, dio un vuelco y comenzó a brotar sangre de sus senos. Ella recordó
las palabras de su esposo de que el Señor Visnu mataría a sus hijos.

También los semidioses aparecieron ante el Señor. Ellos vieron que el demonio
estaba muerto pero aún tenía brillo en su cuerpo. Entonces comprendieron que
esto se debía a que El Señor había tocado su cuerpo. Los semidioses sintiéndose
complacidos con la Suprema Personalidad de Dios, le ofrecieron sus mejores
oraciones. El Señor demostró su complacencia sonriendo amorosamente. Mientras
que el Señor Varaha se dirigía hacia Su morada, todos los semidioses
encabezados por Brahma, glorificaron la muerte de Hiranyaksa.

Vidura estaba muy satisfecho escuchando la historia de Hiranyaksa y el Señor


jabalí. Maitreya dijo: Cualquiera que escuche, cante o recuerde esta historia
del Señor Varaha, es exonerado del resultado de todos sus pecados. Cualquiera
que escuche en el último momento de su vida este pasatiempo, regresará a la
morada del Señor Supremo.

Termina así el resumen del tercer Canto, capítulos 15 al 19 del Srimad


Bhagavatam, titulados "La historia del Señor Varaha y Hiranyaksa."

EL MATRIMONIO DE KARDAMA MUNI Y DEVAHUTI

Maitreya Muni dijo: Hace mucho, mucho tiempo en la era de Satya-yuga,la era de
la bondad, vivió un gran sabio llamado Kardama Muni, y era hijo del Señor
Brahma. Había recibido la orden de su padre para procrear hijos por todo el
universo. Kardama Muni practicó austeridades durante 10.000 años a orillas del
río Sarasvati. En la era de Satya-yuga la gente vivía hasta 100.000 años.

El de los ojos de loto, la Suprema Personalidad de Dios, estaba muy satisfecho


con Kardama Muni. Cabalgando en el lomo de Garuda, el Señor apareció ante el
sabio. Kardama Muni vio que el Señor llevaba una guirnalda de flores de loto
blancas, iba vestido con dhoti amarillo de seda y a cada lado de Su cara tenía
bucles de cabello negro rizado. En Sus cuatro manos llevaba el disco, el mazo,
el loto y la concha. Había una raya dorada en su pecho llamada Srivatsa y la
gema Kausthuba colgaba alrededor de Su cuello. El Señor se veía feliz y
sonriente y Kardama Muni se sintió lleno de alegría. Cayó a los pies de loto
del Señor y ofreció oraciones lleno de devoción. Luego le pidió al Señor una
esposa apropiada para poder cumplir la orden de su padre el Señor Brahma.
Aunque había podido pedir su liberación, él todavía tenía algunos deseos que
realizar. Cualquier cosa que deseemos debemos acercarnos a la Suprema
Personalidad de Dios para pedirle la satisfacción de tal deseo.

El Señor miró a Kardama Muni lleno de afecto y le dijo: "Ya sabía lo que
estabas pensando y por eso he arreglado tu matrimonio con la hermosa hija de
Svayambhuva Manu. Su nombre es Devahuti. Debido a tu amor por Mí, Yo apareceré
en su vientre."

El señor mostró gran compasión hacia el sabio Kardama, y lleno de amor por Su
devoto el Señor comenzó a llorar y Sus lágrimas formaron un lago conocido como
Bindu Sarovara. Después de demostrar tanta misericordia por Kardama, el Señor
partió de nuevo en el lomo de Garuda. A medida que Garuda ascendió en el cielo,
el batir de sus alas produjo el sonido trascendental del HARE KRSNA Maha
Mantra, y se alejó por el sendero que conduce a Vaikuntha.

Luego, el sabio se sentó a la orilla del lago a esperar la llegada de Manu.


Cuando Manu llegó al lago Bindu Sarovara vió al sabio sentado en su ermita y le
pareció que era el esposo perfecto para su hija. Al ver que el monarca había
venido hasta su ermita, el sabio lo saludó con bendiciones y lo recibió con el
debido honor. Después Kardama Muni le habló así: "¡Oh señor! Puesto que tú
proteges a tus devotos y matas a los demonios eres la encarnación del Señor
Hari. Si tú no subieras a tu cuadriga y produjeras aterradoras vibraciones con
tu arco, surgirían por doquier ladrones y rascaleros. Si abandonaras tu
preocupación y el cuidado del mundo, los hombres que solamente desean dinero
obrarían a sus anchas. Te doy la bienvenida y te pido que me expliques el
motivo de tu visita."

Svayambhuva Manu contestó: "Debido a mi buena fortuna, he podido escucharte,


pues aquellas personas que no han subyugado la mente y los sentidos no pueden
verte. Soy muy afortunado por haber tocado mi cabeza con el polvo bendito de
tus pies. Afortunadamente, tú me has dado instrucciones y le doy gracias a Dios
por haber escuchado tus palabras puras con los oídos abiertos. ¡Oh gran sabio!
Por favor escucha mi humilde plegaria porque mi mente está inquieta por el amor
a mi hija. En el momento que ella escuchó al sabio Narada Muni hablar acerca de
tu noble carácter, erudición, juventud y otras virtudes ella fijó su mente en
ti. ¡Oh sabio! He escuchado que estás preparado para casarte. Por favor acepta
su mano que te estoy ofreciendo."

Kardama Muni contestó: "¿Qué hombre sabio no la aceptaría si ella enaltece a


todas las mujeres. Por lo tanto, acepto a esa casta niña como mi esposa, con la
condición de que cuando ella de a luz un hijo yo tomaré la orden de vida
renunciante. Este proceso fue descrito por el Señor Visnu y está libre de
envidia."

Sri Maitreya dijo: ¡Oh gran guerrero Vidura! El sabio Kardama dijo todo esto y
se quedó silencioso pensando en su adorable Señor Visnu. Mientras pensaba y
sonreía de esta manera, su cara capturó la mente de Devahuti, quien comenzó a
meditar en el gran sabio.

Después que los grandes sabios le dieron permiso para partir, el monarca subió
a su carroza junto con su esposa y partió para su capital, Brahmavarta. Durante
el viaje pudo ver las orillas del Sarasvati, las hermosas ermitas de los sabios
cuyos pensamientos están fijos únicamente en los pies de loto del Señor Visnu.

A su regreso a Brahmavarta, el emperador Svayambhuva Manu disfrutó de la vida


en compañía de su esposa, subyugados totalmente por la conciencia de Krsna.
Aunque era el emperador de todas las tierras, acostumbraba a escuchar cada día
los pasatiempos de la Suprema Personalidad de Dios con el corazón lleno de
amor.

Luego que su padre partió, Devahuti comenzó a servir a su esposo, a quien


estaba muy apegada. Ella abandonó toda clase de lujuria, avaricia y falso
orgullo. Aunque era hija de un Ksatriya, abandonó toda su opulencia mientras
vivió con el gran sabio. Más aun, debido a sus austeridades se volvió delgada y
débil. Al ver su servicio sincero, Kardama Muni le ofreció servicio devocional
puro, el cual él mismo había alcanzado.

Devahuti deseaba tener un hijo como resultado de sus prolongadas austeridades.


Para satisfacer sus deseos, Kardama Muni fabricó inmediatamente un hermoso
aeroplano. Este aeroplano era más bello que cualquier palacio, estaba cubierto
de oro, los pisos eran de diamantes y esmeraldas y colgaban sedas por todas
partes, Devahuti estaba feliz pero se sintió incapaz de entrar porque su cuerpo
estaba sucio. Entonces Kardama Muni le dijó: "Mi querida Devahuti, te ves muy
asustada. Por favor entra en el lago Bindu Sarovara que fue creado por las
lágrimas del Señor Visnu."

Cuando Devahuti entró en el lago, mil sirvientes la saludaron y todos


comenzaron a servirla. Dentro de una casa debajo del agua su cuerpo se volvió
hermoso. La bañaron en aceites y la vistieron con finos ropajes. Lucía collares
de perlas y adornos de oro. A medida que salía del agua junto con sus
sirvientes parecía de nuevo una princesa.

En ese momento Devahuti y Kardama Muni subieron al hermoso aeroplano. Los dos
disfrutaron de todas las opulencias durante cien estaciones y viajaron por todo
el universo.

A su debido tiempo nacieron nueve hijos. Así mismo, la Suprema Personalidad de


Dios, el Señor Kapila, apareció en el vientre de Devahuti, con el fin de
liberar el mundo entero.

En ese entonces Kardama Muni se acercó al Señor Supremo y le dijo: "Mi querido
Señor, simplemente he estado en ilusión durante todo este tiempo pensando que
había alguna felicidad en esta vida de hogar. Por eso ahora quiero aceptar la
orden renunciante y vagar pensando únicamente en Tus pies de loto."

El señor Supremo dijo: "He venido a este mundo a propagar los principios
religiosos y estoy de acuerdo con tu deseo de tomar la orden de vida
renunciante."
Kardama Muni fijó su mente en la Suprema Personalidad de Dios y entró en el
bosque. Luego Devahuti le preguntó a la Suprema Personalidad de Dios, el Señor
Kapiladeva, acerca del conocimiento trascendental. El Señor le habló del
conocimiento de la verdad absoluta para iluminarla. Aunque era una mujer, ella
se absorbió por completo en pensamientos sobre el Señor Supremo. El lugar donde
Devahuti alcanzó la perfección es el lugar más sagrado y es conocido en los
tres mundos.

Después de hablar a Su madre, Kapila Muni comenzó a vagar por la tierra, y


ahora vive en el sitio en donde las aguas del Ganges se encuentran con el
océano. Allí se dedicó a la meditación para liberar a la almas caídas.
Cualquiera que lea o escuche esta narración llegará a ser un devoto de la
Suprema Personalidad de Dios. Con toda seguridad que entrará en la morada del
Señor para ocuparse en Su servicio amoroso.

Termina así el Resumen del Tercer Canto, Capítulos 21 a 24 del Srimad


Bhagavatam, titulados "El matrimonio de Kardama Muni y Devahuti."

DAKSA MALDICE AL SEÑOR SIVA

Maitreya Muni y Vidura estaban hablando a orillas del Ganges. Se sentían muy
felices por estar absortos en su charla acerca del Señor Krsna. Cuando Maitreya
habló acerca de Daksa y su hija, Sati, Vidura quiso escuchar más. Maitreya
dijo: Cierta vez, hace millones de años, en la era de Svayambhuva Manu los
líderes realizaron un gran sacrificio, en el cual todos los grandes sabios,
filósofos, semidioses y dioses del fuego se reunieron con sus seguidores.
Cuando Daksa, el líder de los Prajapatis, llegó a la reunión el brillo de su
cuerpo era tan radiante como el Sol. Cuando entró, todos los dioses del fuego y
otros semidioses que estaban reunidos se levantaron y permanecieron de pie en
señal de respeto hacia Daksa. Unicamente el Señor Brahma y el Señor Siva
permanecieron sentados. Al ver que el Señor Siva no le ofrecía sus respetos,
Daksa se enfureció. Puesto que el Señor Siva estaba casado con su hija Sati,
Daksa esperaba que él le ofreciera sus obediencias.

Daksa dijo: "Todos los sabios, brahmanas y dioses del fuego aquí presentes, por
favor escúchenme con atención. No voy a hablar a causa de la ignorancia o de la
envidia. Siva aceptó ser mi subordinado al casarse con mi hija en presencia del
fuego y de los brahmanas. El tiene ojos de mono, aunque se haya casado con mi
hija, cuyos ojos son como los de un cervatillo. Sin embargo, él no se levantó
para recibirme, ni pensó que era apropiado darme la bienvenida con palabras
amables. Por haberme irrespetado él es impuro. Siva vive en sitios inmundos
como los crematorios, en compañía de duendes y demonios. Desnudo como un loco,
unta todo su cuerpo con cenizas de los crematorios. Adorna su cuerpo con una
guirnalda de cráneos y es muy amado por los seres que están locos."

Daksa, sintiendo gran ira, maldijo al Señor Siva de la siguiente forma: "Los
semidioses son elegibles para compartir los frutos del sacrificio, pero el
Señor Siva no tendrá ninguna participación." Debido a esta maldición el Señor
Siva nunca se reúne con personas materialistas que realizan sacrificios sólo
para compartir sus frutos.

Nandisvara era uno de los principales asociados del Señor Siva. Cuando se dio
cuenta que el Señor Siva había sido maldecido, él también fue afectado por la
ira y se preparó a maldecir a Daksa y a todos los brahmanas que habían
permitido esas palabras. Nandisvara dijo: "Puesto que Daksa ha aceptado que el
cuerpo es el yo, muy pronto tendrá la cabeza de un cabro." De esta manera, las
maldiciones iban y venían entre los seguidores del Señor Siva y los de Daksa.
El Señor Siva se sintió muy malhumorado con esta situación y sin pronunciar una
palabra abandonó la arena de sacrificio.

El Señor Brahma había elegido a Daksa como líder de los Prajapatis y por esta
razón Daksa estaba muy inflado. Después de algún tiempo Daksa comenzó otro
sacrificio y no invitó a su yerno. Para aquel que envidia a un Vaisnava todo
estará terminado en el momento oportuno.

Un día mientras estaba en su casa, Sati escuchó a la gente celestial que volaba
por el cielo y que hablaba acerca del gran sacrificio que iba a ser realizado
por su padre. Sati dijo: "Mi querido Señor Siva, tu suegro está realizando
ahora grandes sacrificios y todos los semidioses que fueron invitados ya están
llegando. Si tú lo deseas podemos ir." El Señor Siva contestó a su esposa:
"Cuando uno posee las seis cualidades de la educación, austeridad, riqueza,
belleza, juventud y herencia, pero está muy orgulloso de sí mismo, uno pierde
el buen sentido y no puede comprender las glorias de las grandes personas. Uno
no debe ir a la casa de alguien, ya sea pariente o amigo, si esa persona tiene
la mente perturbada y lo mira a uno con el entrecejo fruncido y los ojos
furiosos. Si a pesar de estas instrucciones tú decides ir, ignorando mis
palabras, el futuro no será bueno para ti." Sati se sintió muy afligida por no
poder asistir al sacrificio. Miró a su esposo como si fuera a despedazarlo y
desobedeciendo sus instrucciones, a causa de su debilidad, se marchó a ver a
sus parientes. Miles de discípulos del Señor Siva la siguieron.

Cuando Sati, junto con sus seguidores, llegó a la arena, nadie la saludó
correctamente porque toda la gente tenía temor de Daksa. Nadie le dió la
bienvenida, excepto su madre y sus hermanas quienes se acercaron llorando muy
emocionadas. No vio ofrenda alguna para su esposo el Señor Siva y se dió cuenta
de que Daksa tampoco iba a recibirla. Como consecuencia de todo esto se
enfureció y miró a su padre como si fuera a quemarlo con sus ojos. Sati dijo:
"Tu Daksa, el dos veces nacido, un hombre como tú, siempre encuentra defectos
en los demás. El Señor Siva al contrario nunca lo hace, pero si ve aunque sea
una pequeña cualidad, él la convierte en algo maravilloso. Desafortunadamente,
has encontrado defectos en un alma tan grande. Debido a tu ofensa, no quiero
conservar por más tiempo este cuerpo, sin valor, que tú me has dado. Si alguien
come algo venenoso el mejor tratamiento es vomitar." Luego Sati se purificó con
agua, cerró sus ojos y se absorbió en el proceso místico de yoga y abandonó su
cuerpo. Cuando vieron esto, los seguidores del Señor Siva se aprestaron a matar
con sus armas a Daksa. Se adelantaron violentamente, pero Bhrgu Muni al ver el
peligro comenzó a hacer ofrendas y a cantar himnos védicos. Tan pronto como
Bhrgu hizo las ofrendas al fuego, se manifestaron cientos de semidioses que
hicieron que los seguidores del Señor Siva volaran despavoridos.

Por la gracia de Narada Muni el Señor Siva se enteró de que Sati había muerto.
El se enfureció. Presionó sus labios con sus dientes e inmediatamente se
arrancó uno de sus cabellos, el cual brilló como la electricidad o el fuego. Se
levantó enseguida, riendo como un loco, y arrojó el cabello al piso. Al
instante, fue creado un enorme demonio negro, tan alto como el cielo y tan
brillante como tres soles juntos. Los dientes del demonio eran aterradores y
sus cabellos eran ardientes como el fuego. Tenía cientos de brazos equipados
con armas de todas clases y estaba enguirnaldado con cabezas de hombres. El
gigantesco demonio se acercó al señor Siva con las manos cruzadas y le
preguntó: "¿Qué debo hacer mi Señor? El Señor Siva respondio: "¡Mata a Daksa y
a sus soldados inmediatamente!"

Este enorme demonio negro, llamado Virabhadra, era la ira personificada de la


Suprema Personalidad de Dios, y estaba listo a obedecer la orden del Señor
Siva. Así que dio vueltas alrededor del Señor y se dirigió a la arena de
sacrificio. Seguido de muchos de los soldados del Señor Siva, Virabhadra
llevaba un gran tridente, lo suficientemente aterrador como para matar a la
misma muerte. En sus piernas llevaba ajorcas que parecían rugir. Luego, el
gigantesco demonio llegó al sacrificio y mostró sus terribles dientes. Con el
movimiento de sus cejas dispersó las estrellas por todo el cielo. Todos los
seguidores del Señor Siva rodearon la arena del sacrificio lanzando piedras, y
algunos orinaron y pasaron excremento en ella.

Había una lluvia continua de piedras, y todos los sacerdotes y otras personas
que se habían reunido para el sacrificio comenzaron a sentir una gran miseria.
Virabhadra le afeitó el bigote a Bhrgu y luego apresó a Bhaga. Bhaga había
estado moviendo sus cejas durante la maldición de Daksa al Señor Siva, y
enfurecido Virabhadra lo arrojó al piso y le sacó los ojos. Luego, Virabhadra
sacó a golpes los dientes de Daksa y Pusa porque ellos los habían mostrado
durante la maldición al señor Siva. Luego, Virabhadra, el gigante, se sentó en
el pecho de Daksa y trató de separar su cabeza del cuerpo con armas cortantes
pero no pudo. Entonces trató de cortar la cabeza de Daksa con himnos védicos y
más armas, pero no pudo ni quitarle la piel del cuerpo. Finalmente, Virabhadra
tomó el gran artefacto de madera que iba a ser utilizado para degollar los
animales en el sacrificio y lo usó para decapitar a Daksa en presencia de
todos. Virabhadra tomó la cabeza de Daksa y la arrojó al fuego del sacrificio.
Luego le prendió fuego a la arena y partió hacia la morada de su maestro:
Kailasa.

Todos los semidioses y los sacerdotes que habían sido derrotados por los del
Señor Siva se acercaron al Señor Brahma para que éste les indicara qué debían
hacer. Todos estaban heridos y muy atemorizados. Después de escucharlos el
Señor Brahma dijo: "Ustedes no pueden ser felices si blasfeman a una gran
persona y ofenden sus pies de loto. No pueden tener felicidad de esa forma. Si
ustedes van donde el señor Siva, se rinden ante él y se postran a sus pies de
loto, él estará muy complacido." Entonces el Señor Brahma y los semidioses
partieron para la morada del Señor Siva, conocida como la Colina de Kailasa.

Kailasa tiene muchas montañas cubiertas con toda clase de joyas valiosas y
minerales y rodeadas de todas las variedades de árboles y plantas preciosas. La
cima de la colina está decorada bellamente con diferentes tipos de venados. Hay
numerosas cascadas y en las montañas hay cuevas hermosas donde se encuentran
las bellas esposas de los místicos. En Kailasa pudieron ver muchos árboles
llenos de diferentes clases de frutas y se encontraban por todas partes piedras
preciosas, tales como rubíes, esmeraldas, diamantes y zafiros. Los lagos de la
montaña estaban llenos de flores de loto y pájaros de varias especies, cuyos
trinos creaban una atmósfera muy placentera. Los semidioses viajaron por entre
toda la opulencia de la Colina Kailasa hasta que llegaron a un sitio donde
había un enorme árbol baniano. El árbol baniano tenía 800 millas de alto y sus
ramas se extendían 600 millas a la redonda. El árbol daba una deliciosa sombra
a cuyo amparo estaba sentado el Señor Siva, tan serio como el tiempo eterno.
Parecía que había abandonado toda su ira. Estaba rodeado de personas santas
como Kuvera y los cuatro Kumaras, quienes ya eran almas liberadas. El Señor
Siva hablaba con todos los que estaban allí, incluso el gran sabio Narada. El
hablaba acerca de la Verdad Absoluta. El Señor Brahma se acercó y le ofreció
sus oraciones, diciéndole: "Mi querido Señor Siva, los tontos sacerdotes no
permitieron tu participación en el sacrificio y, por consiguiente, destruiste
todo. Ahora el sacrificio permanece sin terminar. Por favor, haz lo necesario y
toma la participación que te corresponde y por tu misericordia permite que los
sacerdotes y los semidioses se recuperen de sus heridas."

El Señor Siva dijo: "Mi querido padre, Brahma: No me importan las ofensas de
los semidioses. Ellos son infantiles y poco inteligentes. Yo los he castigado
únicamente para enseñarles. Puesto que la cabeza de Daksa ha sido arrojada al
fuego y convertida en cenizas, tendrá la cabeza de un cabro, y todos los
semidioses que han estado de acuerdo con la participación que me corresponde en
el sacrificio, se recuperarán de sus heridas."

Los semidioses estuvieron satisfechos con el plan del Señor Siva e


inmediatamente partieron hacia la arena del sacrificio. Todo estaba arreglado
tal como lo había ordenado el Señor Siva. Luego, juntaron el cuerpo de Daksa a
la cabeza del animal que iba a ser ofrecido en el sacrificio. Cuando la cabeza
del cabro quedó pegada al cuerpo de Daksa, éste despertó y vio al Señor Siva
parado frente a él. Al ver al Señor, el corazón de Daksa que estaba lleno de
envidia por el Señor Siva, quedó completamente limpio, así como el agua de un
lago se limpia con la lluvia del otoño. Con lágrimas en los ojos, Daksa dijo:
"He cometido una gran ofensa contra ti, pero eres tan generoso que en lugar de
quitarme tu misericordia, me has hecho un favor al castigarme. Tú y el Señor
Visnu no descuidan ni al más inútil de los brahmanas. Yo desconocía por
completo tus glorias. Por mi ignorancia te lancé palabras hirientes como
flechas durante la reunión del sacrificio. Mi desobediencia estuvo a punto de
conducirme hasta el infierno. Por favor, por tu misericordia te pido que estés
complacido conmigo ya que no puedo satisfacerte con mis palabras."

Después que el Señor Siva perdonó a Daksa, éste comenzó nuevamente el


sacrificio, y tan pronto como echó ghee al fuego, el Señor Visnu apareció en Su
forma original.

El Señor Visnu estaba sentado en el hombro de Garuda y Su presencia lo iluminó


todo. Su piel era negruzca, Su vestido amarillo como el oro y Su yelmo tan
brillante como el sol. Su cabello era azuloso, como el color de las abejas
negras, y Su cara estaba decorada con aretes. Sus ocho brazos sostenían la
caracola, la rueda, el mazo, la flor de loto, la flecha, el arco, el escudo y
la espada, y estaban adornados con ornamentos de oro, tales como brazaletes y
ajorcas. Todo su cuerpo parecía un árbol floreciente, hermosamente engalanado
con diferentes clases de flores.

Todos los semidioses ofrecieron inmediatamente sus respetuosas obediencias


cayendo tendidos frente al Señor, y cada uno a su turno ofreció respetuosas
oraciones al Señor. El Señor Visnu, a cambio,dió instrucciones al rey Daksa y
todos se sintieron muy satisfechos por su propia participación en el sacrificio
del Rey Daksa.
El gran sabio Maitreya contó esta historia al santo Vidura, en la ribera del
Ganges en Hardwar. Terminó la historia diciendo: Si alguien escucha y repite
con fe y devoción esta historia del sacrificio de Daksa, todos los pecados
serán borrados de su vida material, ¡oh hijo de Kuru!

Termina así el Resumen del Cuarto Canto, Capitulos 1 a 7, del Srimad


Bhagavatam, titulados "Daksa maldice al Señor Siva."

LA HISTORIA DE DHRUVA MAHARAJA

Maitreya Muni estaba hablando a Vidura acerca del néctar de Krsna y Sus devotos
y mencionó el nombre del Rey Uttanapada y su hijo Dhruva. Entonces Maitreya
comenzó a contar la historia del famoso devoto Dhruva Maharaja. Hubo una vez un
gran rey llamado Uttanapada, quien tenía dos reinas cuyos nombres eran Suniti y
Surici. El hijo de Surici se llamaba Utama y él y su madre eran los favoritos
del rey. El hijo de Suniti se llamaba Dhruva.

Cierto día, Utama estaba sentado muy feliz en el regazo de su padre. Entonces,
Dhruva también quiso subirse al regazo de su padre el rey Uttanapada.
Desafortunadamente, el rey no se lo permitió. Cuando la madrastra Suruci vio al
pequeño Dhruva tratando de llegar al regazo de su padre, sintió celos y comenzó
a hablar orgullosamente: "Mi querido niño, tú no mereces sentarte ni en el
trono ni en el regazo del rey. Seguro que también eres hijo del rey, pero como
no fuiste engendrado en mi vientre no estas cualificado para sentarte en el
regazo de tu padre. Si deseas ver cumplido tu deseo, tendrás que complacer a la
Suprema Personalidad de Dios, Narayana y entonces si podrás tomar tú próximo
nacimiento en mi vientre." Cuando Dhruva Maharaja escuchó las duras palabras de
su madrastra empezó a respirar pesadamente. Era como una serpiente golpeada con
una vara. Miró a su padre, pero vio que el rey permanecía callado sin protestar
por las palabras de su esposa. Por lo tanto, el niño dejó de inmediato el
palacio y fue a ver a su madre, Suniti.

Cuando Suniti escuchó la historia se sintió muy ofendida. Ella le dijo a


Dhruva: "Mi querido niño, cualquier cosa que Surici haya dicho es verdad,
porque el rey, tu padre, no me considera su esposa. Si deseas sentarte en el
mismo trono que tu hermanastro, Uttama, debes abandonar cualquier sentimiento
de envidia y seguir las instrucciones de tu madrastra. Sin mayor demora debes
ocuparte en la adoración de los pies de loto de la Suprema Personalidad de
Dios. Tu bisabuelo el Señor Brahma recibió el poder de crear este universo
solamente por adorar los pies de loto del Señor. Las personas que desean
liberarse del ciclo de nacimiento y muerte siempre toman abrigo en los pies de
loto del Señor, quien es muy benévolo con Sus devotos. Debes fijar en tu
corazón a la Suprema Personalidad de Dios y sin desviarte ni por un momento
estar ocupado en Su servicio. Sólo Krsna puede mitigar tus penas. He escuchado
que los grandes devotos que siempre están meditando en El, lo han encontrado en
el bosque." Entonces Dhruva, que apenas tenía cinco años, abandonó su casa para
ir en busca de la Suprema Personalidad de Dios.

El gran sabio Narada Muni escuchó la plegaria de Dhruva y se sintió conmovido.


Se acercó al niño y tocó su cabeza con su mano poseedora de todas las virtudes.
Narada Muni dijo: "¡Que maravillosos son los poderosos ksatriyas! Ellos no
pueden tolerar ni el más mínimo insulto! Mi querido niño, tú eres sólo un
pequeño. ¿Por qué estas tan afectado por las palabras de tu madrastra? Es mejor
que regreses a tu casa. Cuando crezcas tendrás la oportunidad de realizar yoga
místico."

Dhruva Maharaja contestó: "Mi querido Señor Naradaji, yo he nacido en una


familia ksatriya. Mi madrastra Suruci ha atravesado mi corazón con sus palabras
insultantes. ¡Oh brahmana erudito! Deseo ocupar una posición más exaltada aun
que cualquiera que alguien haya alcanzado en los tres mundos, incluída la de
mis padres y la de mis abuelos. Por favor, aconséjame el camino honesto que
deba seguir para lograr la meta de mi vida."

Cuando Narada Muni vió la determinación de Dhruva Maharaja le dijo: "Mi querido
niño, te deseo mucha suerte. Debes ir a la ribera del Yamuna y purificarte en
el bosque santo conocido como Madhuvana. Sólo por ir a ese bosque, uno se
acerca más a la Suprema Personalidad de Dios, Quien siempre reside allí. Debes
hacer con tierra una forma del Señor y adorarla. También debes cantar este
mantra: Om namo bhagavate vasudevaya. Con alimentos sencillos y el canto de
este mantra, verás pronto al Señor."

Después de escuchar las palabras del gran sabio Narada Muni, el muchacho dio
vueltas alrededor de Narada, su Maestro Espiritual, y le ofreció sus más
respetuosas obediencias. Luego partió para Madhuvana, donde siempre están
impresas las marcas de los pies de loto del Señor Krsna.

Cuando Dhruva Maharaja llegó a Madhuvana tomó su baño en el Río Yamuna y


comenzó su meditación. Durante el primer mes Dhruva Maharaja sólo comió frutas
y cada tercer día cerezas, únicamente lo necesario para mantener juntos el
cuerpo y el alma. Durante el segundo mes, Dhruva Maharaja sólo comió pasto y
hojas secas cada seis días. Y continuo con su adoración. En el tercer mes sólo
tomaba agua cada nueve días, y permaneció en trance y adoración a la Suprema
Personalidad de Dios. Al cuarto mes, Dhruva Maharaja se convirtió en un maestro
de los ejercicios respiratorios y entonces sólo inhalaba aire cada doce días.
Al quinto mes, Dhruva Maharaja, el hijo del Rey, había controlado su
respiración de un modo tan perfecto que podía permanecer parado en una sola
pierna, y mientras hacía esto los tres mundos comenzaron a temblar. Dhruva se
mantenía parado con firmeza en una sola pierna y la enorme presión de su dedo
hundió la mitad de la tierra. Cuando Dhruva Maharaja llegó a ser prácticamente
uno en su peso con el Señor Visnu, se concentró por completo y cerró los
orificios de su cuerpo. Por lo consiguiente, toda la respiración del universo
comenzó a obstruirse. Todos los grandes semidioses de los sistemas planetarios
se sintieron sofocados y fueron a refugiarse en la Suprema Personalidad de
Dios, y el más misericordioso, el Señor Supremo, contestó así a sus oraciones:
"Mis queridos semidioses, no se alteren por lo que está sucediendo. Esto se
debe a las severas austeridades del hijo del Rey Uttanapada que está ahora
absorto por completo en pensamientos hacia Mí. El ha detenido el aliento
universal. Ustedes pueden regresar a salvo a sus casas que Yo suspenderé estos
severos actos de austeridad y los salvaré de esta situación."

Cuando los semidioses recibieron la promesa de la Personalidad de Dios, se


sintieron libres de temor. Después de ofrecerle sus obediencias regresaron a
los planetas celestiales. Luego el Señor subió al lomo de Garuda y se dirigió
al bosque de Madhuvana para ver a su sirviente Dhruva. En ese momento, Dhruva
estaba absorto por completo meditando en la forma del Señor.

De pronto, la forma del Señor desapareció de la meditación de Dhruva. El niño


se sintió muy perturbado y tan pronto como abrió los ojos vio a la Suprema
Personalidad de Dios parado frente a él. Dhruva se postró inmediatamente cuan
largo era ante el Señor y comenzó a ofrecerle sus reverencias. Luego Dhruva
miró al Señor como si quisiera bebérselo con sus ojos, besando los pies de loto
del Señor con sus labios. Luego se paró frente al Señor, con sus manos juntas.
Dhruva Maharaja deseaba ofrecerle oraciones a la Suprema Personalidad de Dios
con lenguaje dulce y apropiado, pero como era tan pequeño no podía hacerlo
fácilmente. Sin embargo, la Suprema Personalidad de Dios comprendió su deseo y
tocó con Su caracola la frente de Dhruva Maharaja. Por ese toque, Dhruva
Maharaja pudo tener conciencia plena de todo el conocimiento y pudo ofrecer
oraciones completas al Señor. El dijo: "¡Oh mi Señor! He estado realizando
austeridades muy severas porque deseaba una vida material opulenta. Ahora he
logrado conseguirte. Tú que eres tan difícil de alcanzar aun para los grandes
semidioses y las personas santas. He estado buscando trozos de vidrio, pero
ahora he encontrado la joya más valiosa. Por lo tanto, estoy tan satisfecho que
no deseo ninguna bendición. Si uno logra la asociación de Tus devotos, uno
nunca se apegará a este cuerpo material o a la madre, el padre, la riqueza, el
hogar o a su esposa. ¡Oh Señor! Por favor bendíceme para que siempre pueda
estar asociado con Tus devotos puros. Me estoy enloqueciendo por escuchar
acerca de Tus cualidades y pasatiempos."

Cuando Dhruva Maharaja terminó sus oraciones, la Suprema Personalidad de Dios


dijo: "Mi querido Dhruva, hijo del Rey, tú has ejecutado grandes penitencias y
conozco también el deseo de tú corazón. Yo te premiaré con el planeta
resplandenciente conocido como la estrella polar, el cual permanecerá aun
después del fin del mundo. Nadie ha gobernado a ese planeta que está rodeado
por todos los universos, planetas y estrellas, porque es mi propia morada.
Después que abandones este cuerpo irás a Mi planeta, al que le ofrecen
obediencias los residentes de todos los demás planetas. Cuando vayas allí,
nunca tendrás que regresar de nuevo a este mundo material." Después que Dhruva
Maharaja terminó de adorarlo, y que el Señor Visnu le dio todas Sus
bendiciones, el Señor regresó a Su morada en el lomo de Garuda mientras Dhruva
miraba como se alejaban.

Dhruva se sintió muy avergonzado por haber adorado al Señor teniendo tantos
deseos materiales. Se sintió como aquel pobre hombre a quien el rey le ofreció
cualquier cosa que deseara y él sólo pidió unos cuantos granos de arroz. Se
lamento mucho durante algún tiempo y luego se dirigió a su casa.

Narada Muni le había contado al Rey Uttanapada que su hijo se encontraba en el


bosque realizando austeridades. Cuando el mensajero le dijo al Rey que su hijo
estaba a punto de regresar, el corazón del Rey se llenó de alegría. Salió de la
ciudad para ir a recibir a Dhruva acompañado de sus esposas, ministros y
amigos. Puesto que Dhruva era ahora un devoto puro, todos se sentían felices de
verlo. Había estado tan ansioso durante mucho tiempo por ver a su hijo Dhruva,
que lleno de amor y afecto se dirigió hacia él y lo abrazó. Pero Dhruva
Maharaja no era el mismo de antes; estaba santificado por completo debido al
conocimiento espiritual que había adquirido por el toque de los pies de loto de
la Suprema Personalidad de Dios. Después que su padre lo saludó, Dhruva ofreció
sus obediencias a su madrastra Suruci y a su madre Suniti. Su madre lo acomodó
en su regazo y lo bañó con sus lágrimas. De sus pechos brotaba leche que mojó
todo el cuerpo de Dhruva. Esta situación era muy auspiciosa. Luego, Dhruva
Maharaja entró al palacio de su padre y vivió allí durante muchos años. Cuando
su padre vió que él ya era lo suficientemente maduro, lo nombró su sucesor como
rey de todas las tierras. Después Dhruva se casó con Bhrami y más tarde tomó
otra esposa de nombre Ila, quien era la hija del semidios Vayu.
Un día, el hermano menor de Dhruva, Uttama, que permanecía soltero, se fue de
cacería y fue asesinado por un poderoso Yaksa que vivía en los montes
Himalayas. Su madre fue a buscarlo y también pereció allí. Cuando Dhruva
Maharaja supo que un Yaksa había asesinado a su hermano Uttama se sintió
abrumado por el dolor y la ira. Subió a su carruaje y se dirigió a conquistar
la ciudad de los Yaksas, Alakapuri.

Cuando llegó a las afueras de Alakapuri, Dhruva sopló su caracola y el sonido


pudo escucharse en todo el cielo y en todas las direcciones, y las esposas de
los Yaksas se llenaron de ansiedad. Sin poder soportar la vibración de la
caracola de Dhruva Maharaja, los Yaksas salieron de su ciudad muy bien armados
y comenzaron a atacarlo. Dhruva Maharaja era un auriga experto y un gran
arquero y comenzó a matar Yaksas con flechas encendidas, disparando de a tres
cada vez. Aunque ellos comprendían que les iban a cortar la cabeza, elogiaron
la acción de Dhruva Maharaja. Los soldados Yaksas eran 130.000. Todos ellos
hombres fuertes y enfurecidos, y deseando acabar con las maravillosas acciones
de Dhruva Maharaja comenzaron a disparar de a seis flechas por cada hombre.
Hasta Dhruva quedó cubierto por una lluvia incesante de armas.

Todos los semidioses observaban la lucha desde el cielo, y cuando vieron a


Dhruva Maharaja cubierto por tal cantidad de flechas del enemigo, comenzaron a
gritar: "¡El nieto de Manu está perdido!" Pensaban que Dhruva era como el Sol
que ahora se había ocultado tras el océano de los Yaksas. Pero mientras tanto,
apareció de repente la carroza de Dhruva, así como el Sol aparece de repente
por entre la niebla. Las agudas flechas que salían del arco de Dhruva Maharaja
atravesaban los escudos y los cuerpos de sus enemigos; y sus cabezas, piernas y
brazos quedaron regados por el campo de batalla. Viendo el poder del hijo de
Uttanapada, los Yaksas salieron corriendo para salvar sus vidas. Entonces
Dhruva deseó ver la ciudad de Alakapuri, pero pensó: "Nadie conoce los planes
de los Yaksas místicos."

Y exactamente mientras pensaba en los trucos de los Yaksas, Dhruva escuchó un


terrible sonido como si todo el océano estuviera allí, y vió que una enorme
tormenta de polvo venía en todas direcciones. Hubo una tormenta eléctrica y
lluvia incesante. En la lluvia había sangre, mucosidades, pus, excrementos,
orina y médula, y todo esto caía sobre Dhruva Maharaja, así como troncos de
cuerpos que caían del cielo. Luego, apareció una gran montaña en el cielo y de
todas las direcciones salían piedras de granizo junto con lanzas, mazos,
espadas, garrotes de hierro y pedazos enormes de piedras.

Cuando los sabios escucharon que Dhruva Maharaja estaba siendo subyugado por
los trucos ilusorios de los demonios, se reunieron de inmediato para darle
ánimo: "Querido Dhruva, hijo del rey Uttanapada, que la Suprema Personalidad de
Dios, que alivia todas las desgracias de Sus devotos, mate a todos tus
enemigos. El santo nombre del Sañor es tan poderoso como el Señor mismo. Por lo
tanto, sólo por cantar y escuchar el Santo Nombre del Señor, uno es liberado de
todo temor."

Al escuchar las palabras de ánimo de los sabios, Dhruva Maharaja tocó el agua,
y levantó su flecha colocándola en el arco. La flecha de Dhruva había sido
hecha por el Mismo Señor Narayana y, tan pronto como ésta tocó su arco, todos
los trucos ilusorios de los demonios desaparecieron. Cuando Dhruva colocó la
maravillosa flecha en el arco, cientos de flechas con saetas doradas y plumas
como las alas de un cisne, salieron de él. Ellas entraron en los cuerpos de los
soldados enemigos con un sonido vibrante, separando las piernas, los brazos y
los estómagos de sus cuerpos. Al hacer esto, Dhruva liberó a los Yaksas hacia
el planeta que está situado encima del globo solar y el cual sólo pueden
alcanzar los brahmacaris de primera clase.

Cuando Svayambhuva Manu, el abuelo de Dhruva, vio que él estaba matando tantos
Yaksas que en realidad no lo habían ofendido, se acercó a Dhruva para
instruirlo y pedirle que detuviera la matanza puesto que había sido solamente
un Yaksa quien había matado a su hermano. Después le pidió a Dhruva que
ofreciera oraciones al Señor Kuvera, el Señor de los Yaksas, para apaciguarlo.

En ese momento el Señor Kuvera se presento ante Dhruva y le ofreció cualquier


bendición que deseara. Entonces, Dhruva Maharaja, el más elevado de los
devotos, le pidió a Kuvera que él tuviera fe total y el recuerdo de la Suprema
Personalidad de Dios, por medio de los cuales pudiera cruzar fácilmente el
océano de la ignorancia. Kuvera concedió con gran felicidad esta bendición y
después Dhruva Maharaja regresó a su ciudad.

Dhruva gobernó exitosamente el reino durante 36.000 años y al final dejó el


trono real en manos de su hijo. Abandonó a sus esposas, sus hijos, sus amigos,
su ejército, su enorme tesoro, sus cómodos palacios y todos sus sitios de
esparcimiento, considerando que todo esto era creación de la energía ilusoria
del Señor. Así que en el momento apropiado se retiró al bosque de Badarikasrama
en los Himalayas para realizar austeridades. Tan pronto como los síntomas de su
liberación se manifestaron, Dhruva vió un hermoso avión que bajaba del cielo.
Dos sirvientes del Señor Supremo, conocidos como Nanda y Sunanda, salieron del
avión y le sonrieron felices a Dhruva. Los dos sirvientes dijeron: "Por orden
del Señor Supremo, el creador de todo el Universo, Quien lleva el arco Sarnga
en Su mano, hemos venido a llevarte al mundo espiritual. Visnuloka es muy
difícil de alcanzar, pero el Señor está muy satisfecho contigo, así que por
favor sube al avión y regresemos a Visnuloka."

Tan pronto como Dhruva Maharaja iba a subir a bordo del avión trascendental,
vio a la muerte personificada acercarse a él. Sin embargo, sin importarle la
muerte, aprovechó la oportunidad para colocar el pie sobre su cabeza y subir al
avión. En ese momento sonaron en el cielo tambores y timbales, los Gandharvas
comenzaron a cantar y otros semidioses derramaron flores como torrentes de
lluvia sobre Dhruva Maharaja.

Dhruva estaba sentado en el avión trascendental, que estaba a punto de partir,


cuando recordó a su pobre madre Suniti. Pensó: "¿Cómo puedo irme solo al
planeta Vaikuntha y dejar atrás a mi pobre madre?" Nanda y Sunanda pudieron
comprender el pensamiento de Dhruva Maharaja y le mostraron que su madre,
Suniti,iba adelante en otro avión. A medida que Dhruva avanzaba en el espacio,
pudo ver poco a poco todos los planetas del universo, así como a todos los
semidioses en sus aviones que le arrojaban una lluvia de flores. Finalmente,
llegó al mundo trascendental donde alcanzó la vida eterna en el planeta donde
vive el Señor Visnu.
Después de terminar la historia de Dhruva Maharaja, Maitreya Muni dijo:
Cualquiera que escuche la historia de Dhruva Maharaja llega a ser tan
cualificado como él. Cualquiera que trate de comprender el carácter puro de
Dhruva alcanzará el servicio devocional puro. Debemos cantar la historia de
Dhruva en la mañana y en la noche para alcanzar así la perfección.

Termina así el Resumen del Cuarto Canto, Capítulos 8 a 12 del Srimad


Bhagavatam, titulados "La historia de Dhruva Maharaja."

LA HISTORIA DEL REY VENA

Maitreya Muni dijo: Hace mucho tiempo vivió un gran rey llamado Anga. Su esposa
se llamaba Sunitha y era hija de la muerte personificada. El rey Anga deseaba
mucho tener un hijo pero no había podido, entonces decidió realizar el
sacrificio conocido con el nombre de Asvamedha.

Aunque los brahmanas cantaron perfectamente los mantras de los Vedas durante el
sacrificio, los semidioses no aparecieron. Los brahmanas dijeron: "¡Oh Rey! No
encontramos actividades pecaminosas en tu vida, ni siquiera en tu mente. Sin
embargo, en tu vida pasada sí cometiste acciones impías y, por lo tanto,no
puedes tener un hijo. Oh Rey, te deseamos toda buena fortuna. Si quieres tener
un hijo debes orarle inmediatamente a la Suprema Personalidad de Dios, el Señor
Visnu. El es el disfrutador de todos los sacrificios, y El satisfacerá tus
deseos." Luego los brahmanas ofrecieron su sacrificio al Señor Visnu, Quien
está situado en el corazón de las entidades vivientes.

En ese momento, del fuego del sacrificio salió una persona vestida con ropajes
blancos y una guirnalda de oro. Llevaba una olla de oro con arroz cocido en
leche. Los sacerdotes dieron permiso al Rey para que tomara un poco de la leche
hervida. El Rey era una persona muy generosa y después de recibir el permiso de
los sacerdotes, le dió una porción a su esposa. Esto fue un error, puesto que
ella era la hija de la muerte personificada, el hijo que tuvieron fue una
persona muy irreligiosa. Le llamaron Vena.

Este muchacho era muy cruel y acostumbraba ir al bosque a matar a los inocentes
venados. Tan pronto como se acercaba, la gente comenzaba a gritar: "Allí viene
el cruel Vena! Allí viene el cruel Vena!" Algunas veces mientras jugaba con
otros muchachos decidía matarlos como si fueran animales. El Rey Anga trató de
castigarlo de muchas formas, pero nunca pudo lograr que Vena fuera gentil.

El Rey pensaba: "Un mal hijo es mejor que un buen hijo. Un buen hijo crea apego
hacia el hogar, mientras que un mal hijo hace de su casa un infierno, y
entonces uno se puede desapegar de él." Pensando de esta manera, él abandonó
toda atracción por la vida de hogar. Cierta vez, antes del amanecer, se levantó
de su cama y abandonó su opulento reino. Sin ser visto por nadie se dirigió al
bosque. Cuando comprendieron que el Rey había abandonado su reino, todos los
ciudadanos se sintieron muy tristes y comenzaron a buscarlo por todo el mundo.
Al no poder encontrarlo, se dirigieron a los grandes sabios, y les contaron lo
que había sucedido. Los grandes sabios llamaron a la reina Sunitha y con su
permiso eligieron a Vena como el maestro del mundo. Algunos ministros y amigos
sabían que Vena seria un mal rey y se opusieron a su elección.

El Rey Vena se volvió todopoderoso, con ocho poderes místicos. Debido a su


falso orgullo pensaba que no había nadie tan grande como él. Así que hizo mal
uso de su poder y comenzó a insultar a las grandes personalidades. El Rey Vena
estaba muy envidioso de los brahmanas y dondequiera que iba prohibía que ellos
realizaran sacrificios, dieran caridad u ofrecieran mantequilla clarificada.
Trató de detener toda adoración al Señor Visnu.

Al ver el mal carácter de Vena, todos los sabios se reunieron y decidieron


pedirle que abandonara estas actividades impías. Si así no lo hiciera, ellos lo
convertirían en cenizas. Luego los sabios se dirigieron al Rey Vena y le
hablaron con suaves palabras. Los grandes sabios dijeron: "Querido Rey, hemos
venido a aconsejarte. Aquellos que obran de acuerdo con los principios
religiosos son elevados. Por lo tanto, debes ocupar a tus ciudadanos en la
realización de sacrificios al Señor Visnu. Si El está complacido contigo
entonces todos tus deseos serán satisfechos."

El Rey Vena contestó: "Ustedes no tienen ninguna experiencia. El Rey es


ciertamente la Suprema Personalidad de Dios. Si debido a su ignorancia ustedes
no adoran al Rey, no habrá felicidad para ustedes. El Señor Visnu, Brahma, Siva
y todos los semidioses están en el cuerpo del Rey. En consecuencia, el Rey es
la fuente de los semidioses. ¡Oh brahmanas! Ustedes deben abandonar su envidia
hacia mí. Deben adorarme porque no hay nadie que sea superior a mí."

Los grandes sabios se enfurecieron con Vena y comenzaron a gritar: "¡Mátenlo!


¡Mátenlo! El es la persona más pecaminosa. Si continúa vivo, convertirá la
tierra en cenizas." Entonces decidieron matar al Rey. El Rey Vena era ahora
como la muerte porque había blasfemado a la Suprema Personalidad de Dios. Sin
utilizar armas los sabios mataron al Rey Vena con himnos de sonidos muy altos.
Después, los sabios regresaron a sus ermitas. La reina Sunitha se sintió muy
desgraciada por la muerte de su hijo y conservó su cuerpo cantando mantras.

Termina así el Resumen del Cuarto Canto, Capítulo 14 del Srimad Bhagavatam,
titulado "La historia del Rey Vena"

LA HISTORIA DEL REY PRTHU

Maitreya Muni dijo: Después de la muerte del Rey Vena no había quien protegiera
el mundo. Cierta vez, los mismos sabios que habían matado a Vena estaban
sentados en la orilla del Río Sarasvati, realizando sus deberes diarios y
ofreciendo oblaciones en el fuego del sacrificio. Después de cumplir con sus
obligaciones comenzaron a hablar acerca de la Persona Suprema y de Sus
pasatiempos trascendentales. En aquellos días había muchos disturbios debido a
los rascaleros y los ladrones. Mientras los sabios hablaban, vieron que se
aproximaba una tormenta de polvo en todas las direcciones, que era causada por
los ladrones que estaban robando a los ciudadanos. Sin un Rey el mundo estaba
sin ley y sin orden y por esto los sabios sintieron compasión por los
atribulados ciudadanos. Aunque los brahmanas hubieran podido detener los
ladrones, ellos pensaban que no era su obligación, pero deseaban de todas
formas hacer algo para ayudar a los hombres. Los sabios decidieron que la línea
familiar del Rey Anga no debía terminarse. Ellos eran grandes devotos del Señor
y muy poderosos. Los sabios se dirigieron al lugar donde estaba el cadáver del
Rey Vena. Ellos agitaron con gran fuerza los muslos del cuerpo del Rey y como
resultado una persona pequeñita salió del cuerpo del Rey Vena. Le dieron por
nombre Bahuka y era tan negro como un cuervo. Sus brazos y piernas eran cortos
y su quijada grande. Sus ojos eran rojos y su cabello tenía el color del cobre.
Era muy humilde y pregunto: "¿Señores, qué debo hacer?" Los sabios le
contestaron: "Por favor siéntate." Este hombrecito negro aceptó todas las
reacciones de las actividades pecaminosas del Rey Vena y así la dinastía del
Rey Anga quedo purificada. Luego los sabios agitaron los brazos del cuerpo del
Rey Vena y nacieron un hombre y una mujer. Los grandes sabios dijeron: "Este
hombre es una expansión del poder del Señor
Visnu. La mujer es una expansión de la diosa de la fortuna. El se llamará Prthu
y ella Arci." Después los brahmanas glorificaron al Rey Prthu por sus futuras
actividades. Mientras todo esto sucedía una lluvia de flores caía del cielo y
las hermosas mujeres de los planetas celestiales bailaban con gran regocijo. Al
mismo tiempo se escuchaba el sonido de las caracolas, las trompetas y los
tambores y grandes personalidades de diferentes planetas vinieron a ver al Rey
Prthu. El Señor Brahma también se hizo presente. El vió en la palma de la mano
del Rey Prthu la señal de un disco y en su alma vió los símbolos de las flores
de loto. El Señor Brahma pudo comprender entonces que el Rey era una expansión
del Señor Visnu.

Entonces el Rey Prthu fue coronado como el Rey del mundo. Los semidioses
vinieron y se presentaron ante el Rey con regalos y oraciones. Kuvera le dió un
trono de oro. Varuna trajo una sombrilla, el Señor Visnu le entregó un disco
Sudarsana y el Señor Brahma, una camisa hecha de conocimiento espiritual. El
Señor Siva le ofreció una espada con su estuche marcado con diez lunas y la
diosa Durga, un escudo grabado con cien lunas. El dios de la luna le dio
caballos hechos de néctar, y el semidios Bhuloka, unas zapatillas llenas de
poder místico. Después que los semidioses ofrecieron sus regalos, los sutas,
magadhas y vandis comenzaron a glorificar las cualidades divinas de Prthu
Maharaja. Luego que finalizaron estas ceremonias Maharaja Prthu les dió a todos
sus agradecimientos y les ofreció sus respetos, haciéndolos sentir satisfechos.

Maitreya Muni continuó: Años más tarde, después que el Rey Prthu había sido
coronado, maestro del universo, sus súbditos se acercaron a él y le dijeron:
"Nos estamos secando debido al fuego del hambre que consume nuestros estómagos.
¡Oh Rey de todos los reyes! Por favor haz algo para satisfacer nuestra hambre o
moriremos de inanición."

Después de escuchar a los ciudadanos el Rey Prthu pensó por un rato. Luego tomó
su arco y flechas y los dirigió hacia la tierra. Cuando la tierra vió que el
Rey Prthu la iba a matar tomó la forma de una vaca. Sintiéndose aterrorizada,
huyó tratando de escapar del Rey. El Rey Prthu cazó la vaca por todo el
universo, pero dondequiera que ella corría, veía al rey con su arco y sus
flechas. Al ver que no podía escapar del hijo de Vena, se rindió al Rey y
cayendo a sus pies, le dijo: "Mi querido Rey, las semillas, raíces y granos
están siendo utilizados por los no devotos. Por lo tanto, yo he escondido todas
las semillas para realizar un sacrificio. ¡Oh gran héroe! Si deseas aliviar el
hambre de los ciudadanos, debes traer un ternero, una olla y un ordeñador.
Puesto que yo seré muy generosa con mi ternero, tu deseo de llevarte los granos
será satisfecho. mi querido Señor, debo informarte que tienes que limpiar toda
la superficie de la tierra. La lluvia permanecerá en ella si su superficie está
limpia. Esto será muy auspicioso para toda clase de productos."

El Rey aceptó las palabras del planeta tierra. Convirtió a Manu en un ternero y
extrajo todos los granos y hierbas de la tierra. En ese momento otros tomaron
lo que quisieron del planeta tierra.
Los grandes sabios convirtieron a Brhaspati en un ternero. Los sentidos los
volvieron una olla y sacaron toda clase de conocimiento védico para purificar
las palabras, la mente y el oído. Todos los semidioses transformaron a Indra en
otro ternero y absorbieron la bebida soma de la tierra. Los demonios también
transformaron a Prahlada Maharaja en un ternero y sacaron el licor y la
cerveza, y los colocaron en una olla de hierro. Los fantasmas y las brujas
convirtieron al Señor Siva en un ternero y extrajeron todas las bebidas hechas
de sangre y las pusieron en una olla hecha de calaveras. Los habitantes de
Siddhaloka convirtieron al gran sabio Kapila en un ternero y transformaron el
cielo en una inmensa olla y le sacaron los poderes místicos. Los pájaros
volvieron a Garuda un ternero y extrajeron leche en la forma de insectos y
plantas. De esta forma el planeta tierra proporcionó alimentos para todo el
mundo. El Rey Prthu estaba muy satisfecho con la tierra y la aceptó como su
propia hija. Así, todo el mundo se sintió muy feliz bajo el mandato de Maharaja
Prthu.

Maitreya Muni continuó hablando a Vidura: Algún tiempo después de todo esto,
Maharaja Prthu comenzó cien sacrificios de caballos para complacer al Señor
Visnu. Fueron realizados donde el Río Sarasvati fluye hacia el Este. La Suprema
Personalidad de Dios, el Señor Visnu está presente en el corazón de todo como
la superalma. El es el propietario de todos los planetas y el disfrutador de
todos los sacrificios. El Señor Visnu estuvo personalmente en los cien
sacrificios realizados por el Rey Prthu. Cuando el Señor Visnu apareció en la
arena del sacrificio, estaba acompañado por el Señor Brahma y el Señor Siva.
Los gandarvas cantaron y los Apsaras bailaron con gran felicidad. Kapila,
Narada y Saunaka Kumara también vinieron con el Señor Visnu. Debido a la
realización de sacrificios para el placer del Señor Visnu, la tierra satisfizo
todas las necesidades de los hombres. Sin embargo,Indra sintió mucha envidia
por la opulencia del Rey Prthu. Cuando el Rey estaba llevando a cabo su último
sacrificio el Rey Indra se hizo invisible y robó el caballo que estaba listo
para el sacrificio. Cuando el Rey Indra se llevaba el caballo estaba vestido
como un sannyasi, así que el Rey Indra fue el primero en utilizar las ropas de
un sannyasi con el fin de engañar. Mientras Indra escapaba, el gran sabio Atri
lo vió y comprendió toda la situación. Le avisó al hijo del Rey Prthu quien de
inmediato comenzó a perseguir a Indra, gritándole: "Espera! Espera!," pero
viendo que iba vestido de sannyasi pensó que se trataba de una persona piadosa
y, por lo tanto, no le disparó sus flechas. Sin embargo, Atri Muni le dio
instrucciones de matar al Rey Indra. Cuando el vió que el hijo del Rey Prthu lo
estaba persiguiendo, abandonó el caballo y se quitó el falso vestido. Luego el
hijo de Prthu le devolvió el caballo a su padre. Cuando los grandes sabios
vieron el poder del muchacho le dieron el nombre de Vijitasva. Después de este
incidente comenzó de nuevo el sacrificio. Sin embargo, Indra cubrió la arena
con una densa oscuridad y se robó de nuevo el caballo. El sabio Atri vió otra
vez a Indra que escapaba por el cielo. Indra tenía una vara en su mano y estaba
vestido de sannyasi. Vjitasva colocó una flecha en su arco para matar a Indra.
Al ver esto Indra abandonó su falso vestido y el caballo y se hizo invisible.
El gran héroe Vijitasva devolvió el caballo a su padre. Cuando el sacrificio
iba a comenzar por tercera vez, Indra se robó nuevamente el caballo y en ese
momento Maharaja Prthu tomó su arco y las flechas para matar a Indra. Cuando
los sacerdotes vieron esto dijeron: ¡Oh gran alma no lo mates! Sólo es
permitido matar animales en este sacrificio. Querido Rey, Indra ha disminuido
su prestigio con esta trampa. Para castigarlo lo llamaremos con mantras védicos
y lo lanzaremos al fuego."

Cuando los sacerdotes estaban listos para verter sus oblaciones en el fuego
apareció el Señor Brahma y los previno. El Señor Brahma dijo: "Ustedes no
pueden matar al Rey del cielo. El es tan bueno como la Suprema Personalidad de
Dios. Para detener este sacrificio el Rey Indra ha tomado ese vestido que
destruirá el sendero de la religión. Si ustedes continúan con el sacrificio, el
utilizará equivocadamente su poder para introducir otros sistemas irreligiosos.
Deben saber que entre los semidioses existen muchos deseos inconfesables. Si se
siguen oponiendo a Indra, el malgastará su poder implantando otros sistemas de
irreligión. Por lo tanto, permitan que se realicen solamente 99 sacrificios.

Cuando el Rey Prthu escuchó las palabras del Señor Brahma se reconcilió de
inmediato con Indra. Luego Maharaja Prthu tomó el baño que se acostumbra
después de todos los sacrificios. Los semidioses se sintieron muy satisfechos
con Maharaja Prthu y los brahmanas le dieron sus bendiciones sinceras al Rey.

La Suprema Personalidad de Dios se sentía satisfecha con la realización del


sacrificio. El personalmente apareció en la escena seguido del Señor Indra y de
otros semidioses. El Señor Visnu habló así a Maharaja Prthu: "Mi querido Señor,
me siento muy atraído por tus elevadas cualidades y tu comportamiento. Puedes
tomar lo que quieras de Mí. Aquel que no posee buenas cualidades no puede
alcanzar Mi favor. Indra, el Rey del cielo ha perturbado los cien sacrificios
de caballos que habías comenzado. Ahora él ha venido conmigo para conseguir tu
perdón. Por lo tanto, te pido que lo perdones."

El Rey Indra estaba parado cerca del Señor Visnu y se sintió muy avergonzado
por sus actividades. Se arrodilló frente al Rey Prthu para tocar sus pies de
loto. Prthu Maharaja lo abrazó con gran éxtasis y la envidia desapareció del
corazón del Rey Indra. En ese momento el Señor estaba apunto de partir, pero no
lo hacía por el amor del Rey. El Señor estaba parado frente al Rey con Sus pies
de loto casi tocando el piso y Su mano descansaba en el hombro de Garuda.

Entonces Maharaja Prthu ofreció sus oraciones, así: "Mi querido Señor, no
quiero que me des cosas materiales. Deseo tener el favor de tener por lo menos
un millón de oídos para poder escuchar acerca de Tus glorias, las cuales son
cantadas por Tus devotos. Al escuchar Tus glorias uno recuerda poco a poco que
es Tu sirviente eterno." Después de escuchar las oraciones que le ofreció el
Rey, el Señor Visnu partió para Su morada. Mientras se alejaba, el Rey le
ofrecía sus respetuosas reverencias.
Maharaja Prthu fue un gran rey. El enseñó a los ciudadanos acerca del servicio
devocional al Señor Visnu y cómo alcanzar la meta de la vida. En una de esas
ocasiones en las que hablaba a los ciudadanos los cuatro Kumaras descendieron
del cielo. Aparecieron tan brillantes como el Sol. Maharaja Prthu personalmente
les ofreció asiento y lavó sus pies. Tomó un poco de esa agua y la rocío sobre
su cabeza y luego se sentó para escuchar a estos grandes sabios que sólo tenían
cinco años de edad. Con enorme devoción los cuatro Kumaras instruyeron a
Maharaja Prthu sobre el servicio devocional. Porque él era muy humilde y
sumiso, todos lo amaban y llegó a ser conocido en todo el universo. Desde el
planeta más elevado hasta el más bajo, la gente cantaba sus glorias que
ciertamente eran tan dulces como las del Señor Ramachandra.

En la última etapa de su vida Maharaja Prthu abandonó su vida familiar


opulenta, su reino y sus amorosos súbditos. Fue al bosque junto con su esposa a
realizar austeridades. A su debido tiempo, esta gran alma abandonó su cuerpo
material y alcanzó la meta de la vida que sólo los grandes devotos logran. Fue
a aquel lugar donde no existen las ansiedades, es decir fue a Vaikuntha. Cuando
la reina Arci vió que su esposo había dejado de respirar, hizo un fuego y
coloco allí su cuerpo, luego dio vueltas alrededor de la pira y mientras
pensaba en los pies de loto de su esposo, entró en el fuego. En ese momento
cayó del cielo una lluvia de flores. La reina Arci siguió a su esposo de
regreso a casa, de regreso a Dios, y los semidioses sintiéndose complacidos
comenzaron a cantar las glorias del Rey Prthu y de su dedicada esposa la reina
Arci.

Este pasatiempo de Maharaja Prthu se lo contó Maitreya Muni a Vidura en la


orilla del Ganges en Hardwar. El lo concluyó diciendo: Cualquiera que lea,
escuche o cante con gran respeto la historia de Maharaja Prthu aumentará su fe
y atracción por los pies de loto del Señor. Cualquier persona que relate a
otros la historia del rey Prthu puede estar seguro de alcanzar el mismo planeta
al que llegó Maharaja Prthu, en otras palabras, tal persona regresará a casa,
de vuelta a Dios.

Termina así el Resumen del Cuarto Canto, Capítulos 15 al 23,del Srimad


Bhagavatam, titulados "La historia del Rey Prthu."

LA HISTORIA DE MAHARAJA PRIYAVRATA

Sukadeva Gosvami dijo: Hace muchos años existió un gran príncipe llamado
Priyavrata. Su padre fue Svayambhuva Manu y su hermano el Rey Uttanapada, el
padre de Dhruva Maharaja. Priyavrata no estaba interesado en ser el rey del
mundo, así que decidió irse al bosque y dedicar su vida a meditar en los pies
de loto del Señor. Aceptó a Narada Muni como su Maestro Espiritual y vivió en
un bosque situado en la colina de Gandamadana.

Después de que los Pracetas habían abandonado su reino opulento, no existían


más miembros de la familia real para que reinaran; por lo tanto, Svayambhuva
Manu fue a la colina de Gandamadana a pedirle a su hijo mayor que gobernara el
universo. Pero Priyavrata estaba absorto pensando en los pies de loto del Señor
y no quería gobernarlo.

Solamente para convencer a Maharaja Priyavrata, el Señor Brahma descendió en su


cisne transportador. Descendió de Brahmaloka y estaba acompañado de los Siddhas
y Gandharvas. Tan pronto como Narada vió que su padre había llegado se levantó
para saludarlo. Manu y Priyavrata también se pusieron de pie en señal de
respeto.

El señor Brahma dijo: "Nadie puede eludir una orden de la Suprema Personalidad
de Dios. Debemos cumplir con nuestros deberes como lo hacen los toros que son
halados por los anillos que tienen en la nariz. El Señor ha ordenado que
aceptes este reino. Aunque está lleno de opulencia debes aceptarlo. Yo te
aseguro que no serás afectado por Maya."

Maharaja Priyavrata aceptó el trono real siguiendo la orden del Señor Brahma.
Puesto que era un rey también aceptó una esposa muy hermosa. Su nombre era
Barhismati y procreó con ella diez hijos y una hija. Todos eran muy
cualificados.

Cierta vez, Maharaja Priyavrata estaba disgustado por la forma en que el dios
del Sol iluminaba al universo. Cuando el Sol estaba en el norte, el sur estaba
oscuro y cuando el Sol estaba en el sur, el norte estaba oscuro. Para corregir
esta situación Maharaja Priyavrata hizo una carroza tan brillante como el Sol.
Siguiendo el sendero del rey del Sol, él iluminaba aquella parte del universo
que estaba en la oscuridad. Las ruedas de la carroza de Priyavrata dejaron
surcos que luego se convirtieron en siete océanos, dividieron el sistema
planetario Bhu-mandala en siete islas. Los siete océanos contenían agua salada,
jugo de caña de azúcar, licor, ghee,leche, yogurt y agua dulce. Entregó estas
islas a siete de sus hijos.

Después de disfrutar algún tiempo de la vida material, el Rey comenzó a pensar:


"He caído en el disfrute material, el cual es exactamente como un pozo
cubierto. Ya he tenido suficiente. Me he convertido en un mono bailarín en las
manos de mi esposa." Por la gracia del Señor Supremo, Maharaja Priyavrata
despertó de nuevo a la vida espiritual. Dividió el universo entre sus hijos y
partió otra vez para el bosque. Su corazón, después de ser purificado, se
convirtió en un sitio de pasatiempos para la Suprema Personalidad de Dios. Por
lo tanto, pudo regresar al sendero de la conciencia de Krsna. El alcanzó la
perfección tal como lo habían hecho sus antepasados. Maharaja Priyavrata fue al
reino espiritual supremo de Vaikuntha.

Termina así el Resumen del Quinto Canto, Capítulo primero, del Srimad
Bhagavatam, titutlado "La historia de Maharaja Priyavrata."

LA HISTORIA DEL SEÑOR RSABHADEVA

Sukadeva Gosvami dijo: El hijo de Maharaja Priyavrata era Maharaja Agnidhra.


Maharaja Agnidhra daba protección a los ciudadanos de la tierra como si fueran
sus propios hijos. El hijo de Maharaja Agnidhra fue Maharaja Nabhi. Maharaja
Nabhi quería tener hijos y entonces comenzó a ofrecer oraciones y a adorar al
Señor Visnu, el maestro y disfrutador de todos los sacrificios. La esposa de
Maharaja Nabhi, Merudevi, no había tenido todavía niños. Ella también empezó a
adorar al Señor Visnu junto con su esposo.

En presencia de brahmanas cualificados, Maharaja Nabhi comenzó un gran


sacrificio para complacer al señor Visnu. Le ofreció muchas cosas con gran
afecto y con el corazón puro. El Supremo Señor no Se siente atraído por la
opulencia material pero lo es por el amor y la devoción de Su devoto. Por lo
tanto, El apareció en la arena de sacrificio en Su hermosa forma trascendental.
Esta forma fue placentera para todos aquellos que estaban presentes en el
sacrificio. Cuando vieron al Señor frente a ellos, el Rey Nabhi y sus
sacerdotes cayeron a Sus pies como si fueran personas pobres que de repente
alcanzaran grandes riquezas. Recibieron al Señor con gran respeto y le
ofrecieron muchas cosas en señal de adoración.

Cuando los sacerdotes vieron al Señor, empezaron a ofrecer oraciones: "Querido


Señor, aquí está el gran Rey Nabhi, cuya meta en la vida es tener un hijo como
Tú. El es exactamente como un pordiosero pidiendo al rey unos pocos granos de
arroz. El te está adorando para que le des un hijo, pero Tú puedes ofrecerle
cualquier cosa, incluso regresar a casa de vuelta a Dios. Al pedirte que
vinieras a este sacrificio para satisfacer un deseo material hemos cometido una
gran ofensa. Por favor perdónanos." La Suprema Personalidad de Dios dijo:
"Ustedes han orado para que Maharaja Nabhi pueda procrear un hijo como Yo, pero
eso es muy difícil de lograr. Puesto que Yo soy la Persona Suprema sin alguien
parecido y puesto que nadie puede ser parecido a Mí, alguien como Yo es
imposible de encontrar. Como no puedo encontrar a alguien igual a Mí, Yo
personalmente me expandiré en el vientre de Merudevi, la esposa de Maharaja
Nabhi." Después de decir esto el Señor desapareció. Al sentirse complacido con
Maharaja Nabhi y los sacerdotes, el Señor Supremo apareció sólo para mostrar el
sendero de los principios religiosos.

Sri Sukadeva Gosvami dijo: Tan pronto como el Señor apareció, El dejó ver todos
los signos de la Suprema Personalidad de Dios. Era igual a todo el mundo y muy
tranquilo. El tenía un completo control de los sentidos y la mente. Aunque
poseía todas las opulencias no deseaba el disfrute material. Debido a todas
estas magníficas cualidades, el Señor Rsabhadeva era más poderoso cada día, y
por esto los ciudadanos, los brahmanas eruditos, los semidioses y los ministros
querían que Rsabhadeva fuera el Rey de la tierra.
Cierta vez Indra sintió una gran envidia de todas las cualidades de Rsabhadeva,
y con su poder impidió que la lluvia cayera sobre la tierra. Cuando vió esto,
Rsabhadeva, el maestro de todos los poderes místicos, hizo llover sobre la
tierra con Su poder de Yogamaya demostrando a Su padre y a los ciudadanos que
El era el Señor de todas las entidades vivientes.

Sukaderva Gosvami continuó: Maharaja Nabhi coronó a Rsabhadeva como emperador


del mundo. Satisfecho porque su hijo era Rey, Maharaja Nabhi se fue a las
montañas a realizar austeridades. A su debido tiempo, él fue elevado al mundo
espiritual conocido como Vaikuntha.

Para dar ejemplos a todos, Maharaja Rsabhadeva vivió como un brahmacari con su
Maestro Espiritual. Después, el aceptó la vida familiar, casándose con Jayanti
y procreó en su vientre cien hijos. El hijo mayor se llamaba Bharata. En su
honor el planeta se conoce con el nombre de Bharata-varsa. Maharaja Rsabhadeva
instruyó a Sus cien hijos acerca del camino del servicio devocional. Estas
instrucciones son muy importantes y están dirigidas a todas las personas, aun a
las de esta era de Kali.

Maharaja Rsabhadeva instruyó a sus cien hijos para que no vivieran para la
gratificación de sus sentidos como los cerdos y los perros, sino para que se
dedicaran a la penitencia y a la austeridad para alcanzar la posición divina
del servicio devocional. Les enseñó la adoración a los grandes devotos, la cual
es la senda para regresar a casa, regresar a Dios. También les enseñó a no
sentirse atraídos por la forma femenina, ni la vida sexual, ya que ésto aumenta
la ilusión de "yo y mío." De esta manera, Maharaja Rsabhadeva guió a Sus hijos
por el sendero de regreso al mundo espiritual.

Después de algún tiempo el Señor Rsabhadeva coronó a su hijo mayor Bharata como
rey de la tierra. Luego Rsabhadeva dejó su hogar y vivió como un loco. Vagaba
desnudo y no hablaba con nadie. Dondequiera que viajaba era amenazado, golpeado
y escupido.Algunas veces la gente le lanzaba piedras, excrementos y polvo. La
gente le decía apodos groseros y le causaban problemas, pero a El nada de esto
le importaba. El vagaba por el mundo entero sin enojarse con nadie. Algunas
veces se quedaba en algún sitio y actuaba como una pitón. Mientras estaba
acostado orinaba y evacuaba el vientre y rodaba sobre sus excrementos o untaba
Su cuerpo con ellos, para que la gente no lo molestara, pero ningún mal olor
salía de El. Por el contrario, Su excremento y orina eran tan aromáticos que se
podía sentir una agradable fragancia a 80 millas a la redonda. El Señor
Rsabhadeva no tenía cuerpo material pero la gente sí pensaba que lo tenía. Una
vez mientras vagaba por un bosque al sur de la India, éste se incendió y en ese
fuego el cuerpo del Señor Rsabhadeva se convirtió en cenizas.

Sukadeva Gosvami dijo: Las actividades del Señor Rsabhadeva son todo gloriosas.
El Señor Rsabhadeva se encarnó para liberar de las garras de Maya a todas las
almas caídas, de esta era de Kali. Las actividades de Maharaja Rsabhadeva son
muy auspiciosas y están dirigidas al bienestar de todos. Cualquiera que escuche
o hable acerca de ellas, ciertamente alcanzará el servicio devocional puro a
los pies de loto del Señor.

Termina así el Resumen del Quinto Canto, Capítulos 3 al 6 del Srimad


Bhagavatam, titulados "La historia del Señor Rsabhadeva."

LA HISTORIA DEL REY BHARATA

Sukadeva Gosvami dijo: El Señor Rsabhadeva tuvo cien hijos, de los cuales el
mayor era Bharata. Siguiendo las instrucciones de su padre, comenzó a gobernar
el mundo. Se casó con la hija de Visvarupa llamada Pancajani y tuvo cinco hijos
con ella. Antes del mandato de Maharaja Bharata este planeta era conocido como
Ajanabha-varsa, pero como el fue un gran Rey en su honor se cambió este nombre
por el de Bharata-varsa.

Maharaja Bharata gobernó durante muchos miles de años. Al final de este tiempo,
Maharaja Bharata dividió su riqueza entre sus hijos y se retiró de la vida
familiar. Se dirigió al norte de la India, hacia Hardwar. Permaneció en el
asrama Pulaha situado a la orilla del Río Gandaki. En ese río sagrado se pueden
encontrar Salagram Silas. En todas y cada una de ellas uno puede ver círculos
como el ombligo del Señor Visnu.

Maharaja Bharata abandonó todos los deseos materiales y fijó su mente en la


Suprema Personalidad de Dios y su amor por el Señor aumentaba día por día.
Debido a su amor, su corazón se derritió, sus cabellos estaban de punta y las
lágrimas brotaban de sus ojos.

Sukadeva Gosvami continuó diciéndole a Maharaja Pariksit: Un día, mientras


Maharaja Bharata estaba sentado a la orilla del río, una cierva vino a beber
allí. Mientras ella bebía, un león rugió muy fuerte. La venada se asustó y miró
en todas las direcciones buscando al león y sintiendo miedo saltó tratando de
atravesar el río. Como estaba embarazada, cuando saltó el venadito se le salió
del vientre y cayó al río. Al sentirse separada de su cría, la venada cayó en
una cueva y murió de terror. Maharaja Bharata que estaba sentado a la orilla
del río vió al venadito flotando en las aguas río abajo. Como un amigo, sacó al
pequeño venado del río y lo llevó al asrama.

Maharaja Bharata comenzó a consentir al venado, lo alimentaba dándole pasto y


lo protegía de los tigres y los leones. Cuando algo lo picaba lo curaba
cuidadosamente y algunas veces lo besaba lleno de amor. Poco a poco se fue
absorbiendo en el venado y olvidó todo acerca de la Suprema Personalidad de
Dios.

El gran Rey Bharata comenzó a pensar: "He aquí que este pequeño venado ha
tomado refugio en mí. Aunque él esta perturbando mi vida espiritual, me doy
cuenta que una persona inútil no puede ser rechazada."

Debido a su apego por el venado, Maharaja Bharata se acostaba y se bañaba con


él. Algunas veces también lo cargaba sobre sus hombros o lo colocaba en su
regazo o en su pecho mientras dormía. El Rey sentía una gran ansiedad cuando el
venado desaparecía. Teniendo sentimientos de separación por él, recordaba las
cosas que el venado hacía. Recordaba así: "Si el venado me ve como si estuviera
meditando, jugará conmigo, me tocará con las puntas de sus cuernos. Mientras
recojo cosas para el sacrificio,el venado las tocará con sus dientes y las
contaminará." Hablando como un loco, Maharaja Bharata se levantó y fue a
buscarlo. Cuando vió las huellas del venado comenzó a alabarlas, diciendo: "El
planeta tierra ha debido soportar muchas penitencias y austeridades para tener
sobre su superficie las huellas del venado. Por ellas, esta tierra se ha
convertido en un lugar apropiado para que los brahmanas ejecuten sacrificios a
los semidioses." Sintiéndose separado del venado, hablaba como un loco.

Sukadeva Gosvami dijo: Maharaja Bharata llegó a estar tan apegado al venado que
al momento de su muerte lo vió sentado a su lado y absorto en pensamientos
acerca de él, tomó cuerpo de venado. Aunque había perdido su cuerpo humano y
recibido uno de venado, no olvidó su vida pasada. En este nuevo cuerpo Maharaja
Bharata comenzó a pensar: "He abandonado mi vida familiar y partido para el
bosque. Estaba absorto en escuchar, cantar y recordar a la Suprema Personalidad
de Dios. Sin embargo, debido a que soy un gran tonto me he apegado a un venado.
Ahora tengo el cuerpo de un venado y he caído de mi vida devocional." De esta
manera Maharaja Bharata empezó a arrepentirse de su vida pasada. El abandonó a
su madre venada y regresó al bosque de Salagram y al asrama de Pulaha. Aunque
podía hablar no lo hacía, pero no se sentía solo porque su querida amiga, la
superalma, estaba con él. Sin contarle su pasado a nadie, comía solamente hojas
secas y esperaba la muerte. Así que a su debido tiempo abandonó ese cuerpo.

Después de recibir su castigo tomando el cuerpo de un venado, Maharaja Bharata


tomó nacimiento en una familia de un brahmana santo que tenía dos esposas. Con
la primera tenía nueve hijos y con la segunda tenía gemelos, un niño y una
niña. El varón llegó a ser el devoto más elevado y el mejor de los reyes
santos: Maharaja Bharata. Por la gracia de Krsna, él pudo recordar todo acerca
de sus vidas pasadas. Estaba muy temeroso de volver a caer y aparecía ante los
demás como un tonto, ciego y sordo. Aunque aparecía de esta manera, siempre
estaba pensando en los pies de loto de Krsna.

Su padre lo llamó Jada Bharata. Como aparentaba ser sordomudo no podía vivir en
un asrama de grhasthas. Su padre sentía gran afecto por él, pero Jada Bharata
se comportaba delante de su padre como un tonto. Cuando su padre le daba
instrucciones el hacía exactamente lo contrario. Le enseñaba que se bañara las
manos después de evacuar el cuerpo pero él se las bañaba antes. El padre trató
de enseñar a su hijo lo mejor que pudo pero nada dió resultado y algunos años
después el brahmana murió.

Entonces Jada Bharata fue puesto al cuidado de sus hermanastros, quienes


también pensaban que él era un tonto y un lerdo. Como ellos no eran devotos no
podían entender que Jada Bharata era una gran personalidad. Lo trataban
cruelmente y lo hacían trabajar en el campo para que se ganara su alimento, y
acostumbraban darle cáscaras de arroz, bagazo y granos comidos por los gusanos.
Jada Bharata aceptaba todo como si fuera néctar y nunca se quejaba por el trato
que recibía.

Sukadeva Gosvami continuó: Cierta vez había un ladrón que quería adorar a la
diosa Kali para poder tener un hijo. Quería ofrecerle un hombre tonto como
sacrificio. Una noche mientras caminaba junto con unos amigos, se encontraron
con Jada Bhrarata que estaba cuidando un campo de arroz para que los animales
salvajes no entraran. Cuando lo vieron, sus caras se llenaron de alegría. Lo
amarraron y lo llevaron al templo de la diosa Kali. Los ladrones bañaron a Jada
Bharata, lo vistieron, lo decoraron con tilaka,guirnaldas y pulpa de sándalo y
lo hicieron sentar frente a la Deidad. Uno de los ladrones, actuando como un
sacerdote, tomó una espada amenazante y la levantó para matar a Jada Bharata.
Los ladrones, ciegos por el deseo de volverse ricos, estaban dispuestos a matar
a un gran devoto como Jada Bharata.

La diosa Kali, viendo que estos hombres pecaminosos iban a matar a este gran
devoto autorrealizado, se enfureció. La Deidad se rompió y la diosa Kali
apareció personalmente con los ojos rojos y los dientes torcidos. Después de
saltar fuera del altar les separó las manos, piernas y cabezas de sus cuerpos
con la misma espada con la que iban a matar a Jada Bharata. La diosa y sus
amigos comenzaron a beber la sangre caliente que brotaba de sus cuellos y al
mismo tiempo empezaron a jugar con las cabezas de los ladrones lanzándolas al
aire como si fueran pelotas.
El Señor no tolera ofensa alguna contra Su devoto. Si un devoto está en peligro
de ser asesinado, el Señor inmediatamente hace los arreglos para acabar con los
rascaleros.

Sukadeva Gosvami continuó: Mi querido Rey Pariksit, después de esto el rey


Rahugana, el gobernador de Sindhu, se dirigió a Kapilashrama. Cuando los
portadores del palanquín del rey llegaron a la orilla del Río Iksumati,
necesitaron otro ayudante. Comenzaron a buscar a alguien y de casualidad
encontraron a Jada Bharata, quien era muy fuerte y tenía los brazos como el
tronco de los árboles. Como las vacas y los asnos, él podía levantar cargas
pesadas. Pensando así lo obligaron a cargar el palanquín. Mientras llevaba el
palanquín, miraba si frente a él había hormigas y cuando las veía se detenía de
repente o brincaba rápidamente. Así que no podía llevar el palanquín de una
manera apropiada. Puesto que no podía seguir el paso de los demás cargadores el
palanquín comenzó a balancearse.

Maharaja Rahugana se sintió molesto y dijo: "¡Ustedes tontos, carguen bien el


palanquín!" Cuando los portadores escucharon las palabras del rey sintieron
temor y le contestaron: "¡Oh señor! Por favor dése cuenta que nosotros estamos
llevando bien el palanquín, pero este hombre nuevo no puede seguirnos." Viendo
cuál era la dificultad, el rey se dirigió al gran devoto autorrealizado con
palabras ásperas. El rey dijo: ¿Por qué no sigues mis instrucciones? Tú
rascalero, ¿qué estás haciendo? Por esto te castigaré de la misma forma que
Yamaraja castiga a los pecadores." Jada Bharata toleró las palabras del rey
porque sabía que éste no tenía conciencia espiritual. El gran brahmana Jada
Bharata dijo: "Mi querido rey, aquel que es erudito no piensa que el cuerpo es
el alma. Usted me ha dicho palabras poco amables, pero como yo soy un alma
espiritual soy trascendental al honor o al deshonor." Jada Bharata continuó
hablando al rey Rahugana y cuando acabó de hacerlo comenzó a cargar el
palanquín como antes.

Sukadeva Gosvami continuó: Maharaja Rahugana tenía gran fe en el conocimiento


del alma. Después de escuchar a Jada Bharata su conciencia material quedó
destruída. El se bajó del palanquín y cayó a los pies de loto de Jada Bharata.
El rey Rahugana dijo: "Oh brahmana, ¿quién eres? ¿Eres un sabio y una persona
santa? Mi querido señor, no temo al trueno de Indra o al castigo de Yamaraja.
Pero sí siento temor de ofender a un brahmana. A eso sí le tengo mucho miedo.
¡Oh mi señor! Tú eres un amigo de la Suprema Personalidad de Dios y eres igual
a todos los demás. Por favor perdona mi
ofensa."

Cuando escuchó la humilde solicitud del rey, Jada Bharata olvidó la ofensa. Porque él era un
vaisnava, él tenía un corazón compasivo y tolerante. De nuevo habló al rey Rahugana acerca
del conocimiento trascendental y él lo escuchó y lo aceptó como si fuera la esencia del
néctar. Después de este suceso Jada Bharata siguió viajando por toda la tierra como lo hacía
antes. Jada Bharata era una gran alma autorrealizada. En su vida anterior había caído por el
afecto que sintió por un venado. Como sentía tanto temor de caer nuevamente actuaba como un
sordomudo, y aunque se comportaba de esa forma en realidad era como una gema cubierta por el
polvo.

Sukadeva Gosvami dijo: Las actividades de Jada Bharata (Maharaja Bharata) son maravillosas.
Cualquiera que escuche o cante acerca de las cualidades de Jada Bharata verá todos sus
deseos satisfechos.

Termina así el Resumen del Quinto Canto, Capítulos 7 al 14 del Srimad Bhagavatam, titulados
"La historia del Rey Bharata."

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