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Tugurios del rock VI: The Masque, Los Ángeles

En nuestras dos últimas entregas de la serie de artículos de Tugurios del Rock hemos
estado viendo los dos principales antros de la Gran Manzana en la década de los años
70. Dos establecimientos, el Max's Kansas City y el CBGB, que fueron muy importantes,
incluso determinantes, en el renacer del rock and roll ante la hegemonía de la música
disco o del virtuosismo barroco del aburrido y decadente rock de los años 70.

Si en Nueva York el punk tuvo el Max's Kansas City y el CBGB, en Londres el 100 Club o
en Sidney, The Funhouse, en la otra costa de los Estados Unidos también hubo un tugurio
digno de mención: The Masque.

The Masque fue un club de corta duración. Sus puertas estuvieron abiertas entre 1977 y
1978. Su ubicación: 1655 North Cherokee Avenue, entre Hollywood Boulevard y Selma
Avenue, en Central Hollywood.

Su propietario, Brendan Mullen, contó en las páginas de Tenemos la Bomba de Neutrones


que “me mudé de forma más o menos oficial a un sótano de casi mil metros cuadrados a
mediados de junio del 77, en el Hollywood Center Building, en el 1655 de North Cherokee
Avenue... Habían construido este edificio, hacia 1923, por encargo del primer gran
magnate importante de Hollywood, Cecil B. DeMille... Yo había estado buscando un sitio
dónde tocar la batería y la percusión a la hora que fuera... El punk rock, ya fuera inglés,
americano o de cualquier otro lugar, no entraba realmente en mis planes”.

“Recluté a varios chicos que habían ido de casa, a músicos, a personas que vivían de la
asistencia pública, a artistas y a otra gente... para ayudarme a abrir un negocio de alquiler
de locales de ensayo, que rápidamente se convirtió en lo que probablemente fue le primer
club social ilegal desde la ley seca, exceptuando los garitos 'étnicos'”.

De local de ensayo a club


“El espacio del Masque empezó literalmente como un lugar para que yo y mis colegas
pudiéramos experimentar con la batería las veinticuatro horas del día, los sietes días de la
semana, sin que los vecinos ni la policía nos molestaran”, explica Mullen. Sin embargo,
Bibbe Hansen, madre de Beck, señala que “empezamos a ir todos al Masque casi de
inmediato. Una tarde llevé a Beck. The Masque, en una noche salvaje de fin de semana,
probablemente no fuera el lugar más adecuado para un niño de siete años, pero un sitio
muy agradable para pasar la tarde de domingo. Íbamos allí para ver ensayar a los
Controlers”.

Precisamente, The Controlers fue la primera formación en ocupar uno de los locales de
ensayo del The Masque. Y, precisamente, gracias a estos locales de ensayo, la
popularidad del sitio aumentó ya que “los precios estaban tirados, de modo que varias
bandas locales underground que no tenían un duro ni contrato discográfico tuvieron la
posibilidad de instalarse allí. El Masque sirvió de catalizador para que el punk rock de L.A.
Rompiera con el pasado y explotara a través de una música y de una identidad social
propias”, cuenta Geza X, productor de Dead Kennedys, The Germs, Black Flag, The
Avengers o The Weirdos.

Mulle comenzó a publicitar a The Masque. Los primeros en instalarse allí, además de The
Controlers, fueron Berlin Brats, Backstage Pass y The Motels. Según cuenta la leyenda
fue Al Hansen el que le dio la idea a Mullen a pesar de que “siempre pensaba que el
nombre del Masque sonaba un poco maricón, lo odiaba porque no sonaba punk”. De
hecho, Mullen no quería ponerle este nombre al establecimiento hasta que “Al empezó a
decir lo malo que era, y como la autoridad, cualquier tipo de autoridad, me hace
reaccionar a la contra, que Al dijera que no le molaba hizo que saltaran mis alarmas.
Según el diccionario, era una forma de “entretenimiento medieval, amateur y barato””.

Conciertos
Una vez que las bandas comenzaron a instalarse, y ante la imposibilidad de encontrar
otros clubes donde actuar, The Masque también se convirtió en una sala de conciertos.
Los primeros tuvieron entrada gratuita y los asistentes eran los que traían la priva a la sala
hasta que “los Weirdos me exigieron. “¿Por qué tenemos que tocar gratis?””.

A partir de ese momento, la entrada a los conciertos de The Masque empezó a tener un
precio de 2 dólares y medio por ver a cuatro grupos, pero “casi nadie pagaba porque todo
el mundo era músico, o tenía una banda, o hacía un fanzine... total, que acabaron siendo
conciertos gratuitos igualmente...” Por curiosidad diremos que el portero del Maque era, ni
más ni menos, Paul Collins, en aquel momento en The Nerves y también conocido por su
carrera con The Beat.

Pero los conciertos en The Masque fueron fundamentales para que el resto de clubes de
la ciudad abrieran sus puertas a las nuevas bandas que estaban surgiendo en el
underground angelino. “A finales de 1977, cuando había diez personas en el Whisky y
doscientas en el Masque, empezaron a llamar a nuestras bandas para tocar en el Whisky.
Y después el L.A. Times comenzó a apoyarnos”, recuerda John Doe, guitarrista de X.

El epicentro punk
The Masque se convirtió en el epicentro del nuevo movimiento musical que se estaba
cociendo en Los Ángeles. “Todo el mundo que yo conocía empezó a ir allí los fines de
semana, toda la gente se emborrachaba y se colocaba y follaba en los servicios y en los
locales de ensayo. Bailaban pogo dándose contra las paredes, era simplemente
demencial. Los maderos no se enteraron durante mucho tiempo, era muy underground”.
Sin embargo, la policía terminó enterándose de la actividad que se realizaba en ese local
de North Cherokee Avenue.

“Los maderos cerraron el Masque de forma temporal porque al principio no teníamos


licencia para montar espectáculos. Me atraparon gracias a un desliz lingüístico: había
tenido una serie de encontronazos con el casero, con los del ayuntamiento y los maderos
con los que yo conscientemente había evitado usar la palabra club porque temía que me
denegaran el permiso, ya que cambiar el uso legal a que estaba destinado un sitio salía
carísimo y era muy complicado burocráticamente. Al hablar con la policía y al tramitar el
papeleo siempre me refería al Masque llamándolo un “cabaret” o un “teatro”, con intención
de no levantar la liebre”, recuerda Mullen.

Las triquiñuelas de Mullen sirvieron para evadir el fatal desenlace que sucedió a finales de
1978, cuando la policía clausuró el Masque, aunque volvería a abrir sus puertas hasta
1976. Posteriormente, nacería The Other Masque o Club Lingerie, donde empezarían a
actuar grupos como Red Hot Chilli Peppers o donde se produjeron las primeras
actuaciones en L.A. de The Cramps... Pero esto es otra historia, ¿tal vez la próxima?

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