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La Machaca no iba a dejar huérfana la lucha a favor del Colectivo de Abogados y


demás secuaces profarianos desde el interior de las Fuerzas Militares; así que ni
siquiera me tomé la molestia de sorprenderme cuando me informaron que ya se había
manifestado el primer huevito que Suárez Bustamante puso en la institución militar.

Se trata del general Ricardo Antonio Vargas Briceño, quien gracias a los buenos
oficios de su nodriza no salió en la infame expulsión del 29 de octubre de 2008 cuando
el ministro camarada Juan Manuel, los generales Fredy Padilla de León y Suárez
Bustamante, junto al guerrillero Carlos Franco (quien actuaba como Director de
Derechos Humanos), empezaron a hacer rodar el maquiavélico plan comunista para
desmoralizar las tropas que, para entonces, asestaban duros golpes a la
narcoguerrilla.

Ese 29 de octubre, gracias al montaje de estos personajes, Álvaro Uribe destituyó a


27 miembros del ejército, incluso algunos generales. Curiosamente, Vargas Briceño
no salió a pesar de encontrarse en la línea de responsabilidad ³mediata´ promulgada
por el grupillo de conspiradores. Esta es la
hora en que nadie se explica por qué a Vargas
Briceño no lo tocaron. Bueno« yo sí sé:
porque es el huevito de La Machaca.

General Ricardo Antonio Vargas Briceño, segundo


comandante del ejército

Refresquemos la memoria a quienes no sepan


lo sucedido ese 29 de octubre.

La idea original era expulsar 29 oficiales el día 29 de octubre. Por alguna extraña
superstición numerológica, la orden era hacer coincidir el número de destituidos con la
fecha de la destitución. Así que repartieron la tarea entre algunos oficiales afines a
Padilla y La Machaca, diciéndoles que escogieran a los sacrificados, o que miraran ³a
dedo´, entre los oficiales con más resultados para darlos de baja.

El procedimiento fue bien rudimentario. Llamaban a las brigadas seleccionadas y


pedían el nombre del comandante, y de los comandantes de batallones,
preferiblemente con número de cédula. Sabemos que pidieron los nombres de dos
coroneles que, para la fecha de la llamada, no se encontraron y nadie dio información
suya. Por eso se salvaron.. Por eso no fueron 29 los expulsados, sino 27.

Si no ando mal de informes y de recuerdos, el 28 de octubre del 2008 Fredy Padilla de


León llega de pasear por la China junto con una numerosa parentela a quienes
nosotros los contribuyentes les pagamos su fanfarria por Asia. Tan pronto baja del
avión, Suárez Bustamente le informa que ya tiene la lista y le avisa sobre los casos de
Soacha y Ocaña. De inmediato, Padilla de León llama a su amigo, el ministro Juan
Manuel Santos, y éste pide audiencia urgente con el presidente Uribe.

Uribe lo recibe ignorando que para la fecha el ministro Santos ya ha enviado a la


embajada norteamericana a sus dos emisarios, Sergio Jaramillo y el general Suárez
Bustamante, para que hagan saber al gobierno gringo que Uribe es patrocinador de
los mal llamados Falsos Positivos. Uribe también desconoce que aquel a quien cree
leal ±Santos- le está ya haciendo el cajón mortuorio al mismo tiempo que quiere
aparecer ante los norteamericanos como el gran defensor de los Derechos Humanos
en Colombia.
Así que Uribe convoca una rueda de prensa y, después de advertirle a Santos y a
Padilla que ³espero que ustedes no me estén haciendo cometer un error´, destituye a
los 27 oficiales desencadenando un tsunami de desprestigio y deshonor para la
institución que le dio a la era Uribe tanta gloria.

Para quienes conocen el mecanismo de ascensos y bajas del servicio, es muy extraño
±por no decir ilegal- el procedimiento con el que se actuó. Cualquier ascenso y baja
necesita, como requisito insustituible, ser discutido en una ³Junta Asesora de
Generales y almirantes´ compuesta por todos los generales y almirantes que se
encuentren en Bogotá para el momento de ser convocada la Junta. Y ésta debía ser
presidida por el Comandante general Fredy Padilla de León.

Pero nada de eso sucede.

El 29 de octubre echan a los 27 oficiales; sin junta ni nada. El 31 de octubre de ese


mismo año ±es decir, dos días después de la rueda de prensa- legalizan la Junta (¡ese
sí fue un falso positivo..!) y en el documento aseguran
que asistieron 43 generales. Pero solamente firman 6,
entre ellos Padilla de León.

El 29 de octubre de 2008, entonces, ya estaban listos los


nombres de los dados de baja, así como su reemplazo.

General (r) Carlos A. Suárez Bustamente, La Machaca. Se fue pero


dejó su huevito
Mientras el presidente Uribe daba la rueda de prensa, la Machaca destapó una botella
de Whisky y, rodeado de sus áulicos, los hizo brindar para celebrar que él, Carlos
Suárez Bustamante, sería el comandante del ejército en reemplazo del general
Montoya. Ese había sido el acuerdo y la Machaca estaba seguro de que sería
cumplido.

Pero no fue así. A las pretensiones del combito de Santos, Padilla, Carlos Franco, la
Machaca y Sergio Jaramillo, les salió al paso el nombramiento del general Oscar
González como reemplazo del general Montoya. Luego vino la historia que todos
conocen: los esfuerzos vergonzosos de Suárez Bustamante para aferrarse a la línea
de mando, y su posterior baja forzada.

Pero dejó su huevito. Y ese es, lo repetimos- el general Ricardo Antonio Vargas
Briceño, segundo comandante del ejército.

Y Vargas Briceño ha hecho honor a su mentor y empollador. No solamente desactivó


los batallones de frontera, sino también lo hizo con los batallones de Sismica,
Desastres, y el del Vichada, creado para cuidar la inversión extranjera en petróleo.
Precisamente, debido a que Vargas desactivó ese batallón, pudo ser posible que la
guerrilla secuestrara a los 22 empleados de la petrolera. Y Dios sabe qué sucederá
por haber terminado los batallones que cuidaban nuestra frontera con Venezuela.

Vargas Briceño, el huevito de la Machaca, también le metió mano a DEMIL, la


Defensoría Militar. Como Directivo de la Junta, Vargas Briceño le exige la renuncia al
coronel Robayo, director de DEMIL, luego de manifestar que la guerra jurídica contra
el ejército no existe y que todo eso es solamente un invento de criminales con
uniforme que ±según dijo- quieren manipular la opinión pública para salvar el pellejo.

El huevito de la Machaca, pues, empieza a hacer muy bien su trabajo. Siendo ±


también según sus propias palabras- ³el general más joven, apuesto e inteligente´ del
país, no dudamos de que hará sus entuertos mientras encanta a los medios, tal y
como lo hace el ³mejor policía del mundo´, general Oscar Naranjo.

Yo no sé si el general más joven, apuesto e inteligente recuerde que, siendo Jefe


logístico del ejército, sucedió el ³Contrato de los Sables de la Escuela Militar´; o el
proceso de ³machete, pala y serrucho´. ¿Recuerda usted, general Vargas, al que
llamaban ³el pecoso´..?

Es una percepción personal, pero tengo para mí que la Machaca dejó un huevo que
hará muchos más estragos y considerablemente más fétidos que el exhosto de quien
lo puso.

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