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PROLOGO El objeto de esta obra es Intentar un andlisis comparado de Ia naturaleza y desarrollo del Estado absolutista en Europa. Sus mites y su cardcter general como meditacién acerea del pasado se explican en el prologo del estudio que le preceds', Ahora silo f= preciso afladit algunas consideraciones especifias sobre la Felacion de la investigscién emprendida en este volumen con el materaliemo histrico, Este libro, concebido como tn estudio ‘marxista del absolutismo, se sits’ deliberadamente entre dos planos diferentes del diccurso marxista que, con frecuenc Permanecen a considerable distancia el uno del otro. Ha sido {in fendmeno general de las itimas décadas que lor historiado- Fes marnistas, autores de lo que es ya un impresionante corpus {Ge investigacién, no siempre se hayan interessdo por las cues tiones teéricas planteadas por los resultados de sus trabajos. Al mismo tiempo, lor flgsofos marxistas que han intentado Clarificar o resolver los problemas tedricos bisicos del materia lismo histrico se han stuado con frecuencia muy lejos de los temas emplricos concretos formulados por los historiadores AAqut se ha realizado un esfuer2o por explorar un alvel inter ‘medio entre esos dos. Es posible que tal intento solo sirva como fjemplo de lo que no debe hacerse. Pero, en cualquier e280, la Tinalidad de este estudio et examinar el absolutismo europee simultdneamente ven generale y wen particulars; es decir, tanto las estructuras spurase del Estado absoluto, que lo consttuyen ‘como una categoria histdrica fundamental, como las variantes Simpurass que presentan las especifcas y diversas monarqulas dels Europa posmedieval. En buena parte de los escritos mar Sistas de hoy, estos dos drdenes de realidad estan normalimente Scparados por uns gran lines divsoria. Por una parte, se cons trayen, o presuponen, modelos generaies «abstractose, no s6l0 ‘del Esiado absolutista, sino tambien de la revolucion burguesa © del Estado capitalista, sin ninguna preocupacion por sus Ve Flantes efectivas. Por otra, se exploran casos locales eeancre- toss, sin referencia a sus implicaciones ¢ Interconexiones rec procas. Indudablemente, la dicotomia convencional entre estos ‘Passages from Ansiguity to feudalism, Landes, 104, pp, 79. (ran sicione dete ede afd, Made. Sia XX 108, pp. 13) 2 Protogo procedimientos se deriva de ta extendida ereencla de que ta hecesidad inteligible solo radica en las tendencias més ampliat Yysencrales dela historia, que uperan, por, deco sa por “encimar de las mltipes circunstancias empirias Ge las inst isciones y hechor especifices,cuya curso 0 forma real es en beens medida y por comparacion, resultado de la casualigad {ss ley ciemificas en el caso em que tal concepto se ace. ton, ze manticnen sdlo. pars obfencr categorie: universal. los ‘bjetonsingulares se" consideran como pertenecientes al Smbito de lo fortuito, La consccuencinpractica de eta division qu los Conceptos gencrles tales como Estado absolitisa, ‘evcon burgess © Estado capitalista=- se sonvierten te Coentemente en algo tan lejano de In realidad historea que dejan de tenor toda fuereaexpicativa, mientras que los estadios Particalares —confinados @ periodos o Great dalimilades— no pueden desarrollar o clarifier ninguna teoria global. La pre. Iisa de este trabajo es que no enste en la explicnclon historca ‘inguna linea dvsora entre lo neeesario'y To contingents que Separe entre st dos pos de Investigacion: la slarga Guracion® frente a la wcorta dutucldns o lo sabstractor frente a lo scon- Crelon La division se da tan 26lo entre fo qoe se conoce ve. ‘icado por la investigacion histones y lo que x6 desconoce Pdienda sbarcar esto timo tanto lor mecsnismos de los he: hos singulares como Ins lever de fancionamiento de extras Sempletss. En principio, ambos son igualmente suscetibes de So adecundo’conocimiento de su causalidad. (En le prictca, los testimonios hetorcos que han lleado haste nosotros pue den ser tan nstfieentes © contradctorios que no permitan formar joicon defnitivos: pero esta es otra custién de do. tcunertacion y no de inteligibiidad) Uno de ls prinlpales pro. pésltos dl estudio age! emprendido es, por tanta ntestar chan. {ener simultancaments en tension doe Planos de reflexion que de forma injustifeable, han estado divoriados en lov escitos ‘haraistas, debiltando su eapacidad pars formular ‘na teora ‘clonal ¥ controlable en el campo de la historia. El verdadero sleance dl estudio que sigue se snanifiesta en trcs anomalia © dacrepanciasrexpocto a los tratamientos rte. Goxor del tema, La primera de llas ce que squl se. concede ‘richa mis sotigiedsd al absoltismo, como 9a estaba mpl. Sito en Ia naturaeza del estudio que ha serio de prologo & Este. En segundo lugar, y dentro de los limites del continents ‘xplorado en estas paginas ~-Eoropa, se ha realizado un si fematico esfuerzo para, dar un trato equivalente y complemen fario a sus zona occdentales y orentales, tal como se hacta Prétoge 3 también en Ja precedente discusién sobre el feudalismo. Esto fs algo que no’ puede darse sin mas por supuesto, ya que, si bien Ia division entre Europa oceldental y oriental es un ger Comin intelectual, rara ver ha sido objeto de una directa y Sostenida reflexion histories. La. produccidn més reciente de {rabajos serios sobre historia europea ha corregido hasta cierto ppunto el tradicional desequilirio geopolitico de Ia historiogra- fia occidental, con su earactevistico olvido de la mitad oriental {el continent, Pero todavia queda un largo carnino hasta alcan- {ar un razonable equilibria de interés, Con todo, lo urgente no & tanto una mere paridad en la cobertura de ambas regiones ‘cuanto una explicacion comparada de su division, un analisis Ge sus diferencias y una estigacion de la dindmica de sus inter- Conexiones. La historia. de. Europa oriental no es une mera y Inds pobre copia de la de Europa oecldental, que podria yuxta- ponerse ai lado de ésta sin afectar a su estudio; el desarrollo Relas regiones mas satrasadas» del eoatinente arroja una inso- lita Inz sobre las regiones més savanzadase, y con frecuencia Saca a la superficie nuevos problemas que permanecian ocultos dentro de ella por las limitaciones. dena’ introspection pura Iente occidental. As pues, yal contrario de la practica normal, iivision vertical del continente entre Occidente y Oriente se toma a 10 largo de todo el libro como un principio central que organiza Jos materiales de I discusion. Dentro de cada zona han existido siempre, por supuesto, grandes diferencias socia- Tes y politcas que aqui se contrastan e investigan en su espe- Cifice entidad. 1a finalidad de este procedimiento es sugerit tuna tipologla regional que pueda ayudar a clarificar las diver fentes tayectorias de los mis importantes estados absolutisas ‘de Europa oriental y oceidental. Tal Upologia podria servi pre Cisamente para indicat, aunque sea solo en forma de esbozo ‘se tipo plano conceptual intermedi que se pierde tantas ve es, y no slo en los estudios sobre el absolutismo, sino tamblér fn otros muchos temas, entre las genéricas construcciones te6 reas y lor particulares casos historicos. En tercer lugar, ¥ por ultimo, la seleccién del objeto de este estudio el Estado absolutista ha determinado ‘una articy faclon temporal diferente a la de los géneros ortodoxos de his torloprafia Los marcos tradicionales de la produccion hist6ric: Son paises singulares 0 perfodos cerrados. La gran mayorta di is Investigacion cualificada se lleva a cabo dentro de los confi znes nacionales; cuando un trabajo los sobrepasa para alcanza luna perspectiva internacional, normalmente toma como fronter: lune epoca delimitada, En ambos casos, el tempo histérico nc 4 Prbtogo parece presentar normalmente ningiin problema: tanto en los fanticuados» estudios narratives como en los «modernos» est dios socioldeicos, Ios hechos y las institueiones apareven bate ‘dos en una tcmporalidad mis o menos continaa y homogénea. ‘Aunque todos los historiadores son naturalmente conscientes de que el ritmo de cambio es distinto segsn los diversos niveles fo sectores de Ia sociedad, la conveniencla ya costumbre dictan Trecuentemente que la forma de un trabajo implica 0 conlleva ‘un monismo eronoldgico. Es deci, sus materiales ‘s¢ tratan como si compartieran un comin punto dé partida y una conch ‘Sion comin enlazados por un simple tramo de tiempo. En este «studio no hay tal medio temporal uniforme, precisamente po fue los tiempos de los principales absolutismes de Europa Sorietal y occidental fueron cnormemente diversos, Yet misma diversidad es constitutia de aus respectivas naturalezas como sistemas de Estado, El absolutisme espafol strié. st primera gran derrota u finales dl siglo x01 en los Paises Ba- ost el absolutism inglés fue derribado n medindos del st jlo. suit; el absolutisme francés urd. hasta el final dels flo xVM; el absolutismo prasiano sobrevivio hasta finales del Siglo xix; el absolutismo ruso solo fue derrocado en el siglo XX Las amplias diferencias en la cronologia de estas grandes estruc- ‘ras correspondicron Inevitablemente una profunda diversi dad en su composicion ¥ evoluclon. Y como el objeto especifen fe este estudio. es toda el espectro del absolutismo europeo, Dinguna temporelidad singular puede eubrirlo. La historia del absolutismo tiene muchos y yuxtapuestos comienzos, y finales fscalonados y dispares. Su unidad fundamental es real y Pro: funda, pero ro es la de un continuo lines!. La duracién. com pleja del absolutismo europeo, con sus miltiples rupturas Sesplazamientos de una region a otra, condiciona la presents ‘lon del material historico de este estudio, Por tanto, agut se ‘mite el ciclo completo de los procesos y sucesos que aseguraron cl triunfo det modo de produccion capitalista en Europa tras Tos comienzos de la époen moslerna. Cronologicamente, las pre zmeras revoluciones burguesas acaecieron mucho antes de las lilimas metamorfosis del absolutismo: sin embargo, para los propésitor de este libro, son categoriaimente posteriores, y Se Considersrdn en un estudio subsiguiente. Ast pues, aqui nO se Aliseuten ni exploran fendmenos fundsmentales como Ta acim lacion orleinaria de capital cl comienzo de ia reforma religiosa, Ia formacign de las naciones, la expansion del imperialism ul- tramarino 0 el advenimiento de la indusivalizacén, aunque todos ellos ‘se Ineluyen en el Ambito formal de los «periodos» Pritogo 5 ‘aqui considerados, como contemporineos de las diversas fases a1 sbsolutismo en Europa. Sus fechas son las mismas; sis tiempos estén separados. La desconocida y desconcertantehis- {ora de las sucesivas revoluciones burguesas no nos alate ahora; cl presente ensayo se lita a la naturaleza y desarrollo de los festados absolutistas que fueron sus antecedentes y sus adver. Sarios politicos, Dos estudlos posteriores tratarin especifica y Sucesivamente de la cadena de las grandes revoluciones burgue- Sas desde la rebelion de Tos Paisee Bajos hasta la unificacion ‘de Alemania y de la estructura de los estados capitalistas con- femporineos que finslmente, tras tn largo proceso de evolucion ‘terior, emergieron de ellas. Algunas de las implicaciones teo- ‘eas y politens ce los argumentos adelantados en el presente Yolumen! sparecerdn con toda claridad en esos estudios, ‘Quizd sea precisa una ultima palabra sobre la eleccién del Estado como tema central de reflex, En la actualidad, cuando Jn sbistoria desde abajo» se ha convertido en una consigna tanto en los cireulos marxistas como en los no marxistas, y ha producido coasiderables avances en muestra comprension del pasado, 5 necesario recordar, sin embargo, uno de los axiomas Dasicos del materialismo histdrico: la lucha secular entre las clases se resuelve en ultimo término en el nivel politico de la fociedad, y no en el economico o cultural. En otras palabras, ilentras las clases subsistan, la construccion y destruccion de lag estados es Io que cierra los cambios bisicos en las relacio- res de produccin. Una shistorla desde arriba» —una historia de Ia intrincada maquinaria de la dominacién de clase— es, por fanto, no menos esenclal que tna =Aistoria desde abajor- En fect, sin aquella sta acabaria teniendo una sola eara, aunque fuera ia cara mejor. Marx eseribio en su madurez: «La Ubertad consiste en convertir al Estado de Grgano que est4 por encima {ela sociedad en un drgano completamente subordinado a ell, Yylas formas de Estado siguen sieado hoy mas o menos Ibres fn la medida en que Timitan In “libertad” del Estado Cien ffios despucs, Ia abolicdn del Estado continua siendo uno de Tor objetivor del soclalismo revolucionario. Pero el. supremo significado que se concede su desaparicion final testimonia todo el peso de Su previa presencia en Ia historia. El absolutis tno, primer sistema estatal internacional en el mundo moderno, todavia no ha agotado en modo slguno sus secretos 0 sus lec tones para nosotros, El objeto de este trabajo es contsibuir a tina diseusign de algunos de ellos. Sus errores, equivocaciones, arencias, solecismos e ilusiones pueden dejarse con toda tran- ‘quilidad a la crflca de un debate colectivo.

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