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DESILUCIONES AMOROSA

Mira a tus amigos, amigas, parientes; analiza lo que sucede en varias personas
y veras: personas que maltratan a sus parejas, personas que engañan a sus
cónyugues, hombres y mujeres aferrados (como esclavos y necesitados
emocionales) a alguien que no se fija en ellos, personas que sufren porque no
son correspondidos. En resumen: personas que no saben amar ni valorar a sus
parejas y personas que no son correspondidas. Que triste. Como que faltan dos
cosas en este mundo:

1. Aprender a amar a tu pareja

2. Aprender a no sufrir por alguien que no te corresponde, sobre todo a no


aferrarse

Quiero enfocarme a lo segundo. Las desiluciones amorosas son un mal


mundial, ya sea porque fuera del noviazgo, en el noviazgo o en el matrimonio
suceda que:

* Te enamoras y no te corresponden

* Te corresponden pero la otra persona luego se desenamora

* O peor aún, te corresponden pero la otra persona luego se enamora de


otra

Y cuando tu valor y tu sistema emocional no son fuertes, te destrozan, caes en


depresión y te afecta en la mayoría de las áreas de tu vida.

Si un virus de gripe invade el cuerpo de una persona que tiene SIDA avanzada
(con su sistema inmunológico destruido) esa simple gripe puede ser mortal
para él, porque no tiene defensas suficientes para vencer el virus.

Si sufres una desilución amorosa y no tienes tu “sistema inmunológico


emocional” fuerte es como si un virus de gripe entre al cuerpo de una persona
con SIDA avanzada, simplemente estás indefenso para enfrentar el problema.
Si estás sano y te da gripe en unos días te recuperas, si tu “sistema
inmunológico emocional” está fuerte, una desilución amorosa la superas
rápido.

Pero dime, ¿cómo queremos que las personas sepan amar y cuidar a sus
parejas?, ¿cómo queremos que la gente tenga su “sistema inmunológico
emocional” fuerte si la mayoría ni siquiera sabe la diferencia entre amor y
enamoramiento?

Los desamores suceden por una deficiencia de neurotransmisores en el


cerebro debido a que no obtienes a la persona de la cual estás enamorado,
debido a que no estás resolviendo la necesidad que te genera ese
enamoramiento, y esta deficiencia en tu química cerebral te causa tristeza,
depresión, distorciona tu percepción, todo se vuelve “gris” y te afecta en tus
actividades.

Lo peor y lo más injusto es que sufrir por alguien que no te corresponde


perjudica tu vida, te estorba y te degrada por tres medios:

1.- NECESIDAD: Piensas que esa persona es insustituible y te genera una


necesidad poderosa que no puedes resolver, lo que se traduce en depresión

2.- BLOQUEO A OTRO ENAMORAMIENTO: Sufres y te aferras a alguien que no


está enamorada de ti y eso evita que tú te enamores de otra persona con la
cual sí podrías ser feliz

3.- MIEDO Y PREJUICIO: Después de que te recuperas, todavía así te sigue


afectando, porque ahora dudas de todos y tienes miedo a enamorarte otra vez,
te autolimitas en el amor. Definitvamente, las desiluciones estorban tu
felicidad

O sea, te causa sufrimiento y además te bloquea para no enamorarte de otra


persona, y encima te deja miedo a volverte a enamorar. Es estúpido sufrir por
alguien que no vale la pena, ¿no lo crees? Al bloquearte evitas que te
enamores de otra persona que tal vez también pueda enamorarse de ti y poder
entonces alcanzar la cima de las emociones, porque cuando te enamoras y
eres correspondido es maravilloso, llegas a niveles insondeables y
experimentas sentimientos elevados, pero desgraciadamente cuando te
aferras a alguien que no se fija en ti evitas tu felicidad con otra posible
persona, evitas que puedas disfrutar de lo maravilloso que es estar enamorado
y ser correspondido. Y por si fuera poca la afectación, ya que “sanas” te queda
un miedo a volver a enamorarte y hasta piensas que no naciste para el amor.

Es maravilloso y romántico estar enamorado de una persona que también está


enamorada de ti, querer y cuidar a alguien que te ha entregado su corazón,
algo casi “ceslestial”, una experiencia sublime; pero que triste y degradante es
hacer todo eso por alguien que no te ama (y que a veces hasta te desprecia y
maltrata) y que no siente nada por ti. Tú ya no estás para hacer esas cosas
cuando no eres corrrespondido, desde hoy puedes aprender cómo superar esas
debilidades amorosas.

Las vacunas adiestran tu sistema inmunológico para que produzca anticuerpos


específicos, para cuando cierto virus llegue ya tengas un ejército que te
defienda. ¿Te gustaría tener una vacuna emocional que adiestre tu mente para
que no te aferres o no sufras por desamor?

Es mejor protegerte de una enfermedad antes que venga (con una vacuna) que
sanarte cuando ya la tienes, así igual es mejor que aprendas a fortalecer tus
defensas emocionales para que no sufras como muchos por desamor, que
esperar que te dañen para aprender

¿Un clavo saca al otro?

Muchas personas sufren irremediablemente la ruptura con su pareja y, para


consolarse, buscan sustituirla de inmediato por una nueva. ¿Es normal este
comportamiento
Todo iba de maravilla entre ustedes salvo algunas discrepancias que a veces
subían de tono; pero en el fondo se amaban. Todo inclinaba hacia una relación
feliz cuando, de pronto, se cayó. Sabemos que te sentiste muy poca cosa y te
propusiste llenar tu hoja de servicios aunque tuvieras que cerrar los ojos para
tragar. “Cualquier cosa antes que me vean sufriendo”, fue tu justificación de
entonces. Pero lo que parecía comprensible al principio ahora se ha convertido
en vicio. Los dedos de la mano no te alcanzarán para contar cuántas relaciones
has tenido solamente en este curso, con la comida y el “postre” incluidos.

Por supuesto que lo anterior no te sucede solo a ti, ni tiene nada que ver con tu
sexo. Rachel, tu compañera de aula, atraviesa la misma experiencia.
¿Recuerdas cuando, por tu cabeza loca, perdió al buenazo de Alain y luego
quedó peor que un trapo? Después de aquello le pusieron El expreso, tal vez
porque al que se le ponía delante lo arrollaba como un tren. Creo que anda de
una relación a otra aspirando encontrar al sustituto ideal.

Y qué me dices de Adonis, que se cree muy listo porque ha conquistado a seis
chiquitas de septiembre para acá. Mucha gente lo aplaude, pero no engaña a
nadie. Su autoestima está por el piso y, aunque pretende hacerse “el duro”,
son ellas las que lo dejan la mayoría de las veces. ¡Averigua tú por qué! No
obstante, él sigue vendiendo una imagen de conquistador. “El que come bueno
y malo come dos veces”, suele decir, para que no se den cuenta de que está
hecho un “carroñero”. Lo cierto es que tiene tremendo miedo a estar solo.

Esto de que un clavo saca a otro debe ser un cuento que además, no
discrimina: lo mismo le sucede a mujeres que a hombres.

Estereotipos

Sin lugar a dudas, la sociedad es responsable de algunos comportamientos


inadecuados, en especial dentro de la adolescencia, cuyo patrón fundamental
son los mayores.

“El afán de ser como aquellos adultos que identifican en sus modelos ideales

—apunta la especialista Mariela Castro Espín, del Centro Nacional de Educación


Sexual (CENESEX)—, así como el deseo de comprobar si es verdad eso de
poder procrear (si son fértiles o no), a veces interpretado como virtud
indispensable para ostentar la nueva condición de ser mujer o hombre,
conduce a incursiones con descuidos en el ?paraíso mágico de la sexualidad’”.

Aunque mucho se ha avanzado, todavía subsisten estereotipos. La sociedad


impone modelos tipo: para la mujer, el de madre, esposa, amante (la destinada
a cuidar los hijos, la encargada de preservar una relación, la culpable de las
rupturas por dejar enfriar el matrimonio; la del eterno complejo de Cenicienta,
en espera del hombre que la redimirá); para el hombre, el de padre, sostén,
virilidad (el que mantiene a la familia, el que tiene que poder con todo, el que
no ha de negarse a nada, el del eterno complejo de marinero, en cada puerto
un amor). Y a partir de esos esquemas se estructura la familia cubana con más
o menos independencia.

“El concepto de género sexual es modular en esta perspectiva —señala la


doctora Patricia Ares en un artículo sobre la virilidad masculina—. Designa las
características, códigos e ideales a ajustarse para reconocerse y ser reconocido
como sujeto mujer o varón y modelar una tipificación más o menos rígida: el
estereotipo”.

Esto explica por qué Javier, un amigo mío, carece de estabilidad emocional.
Javier es una persona atractiva, inteligente y segur de sí, aunque pensándolo
bien me parece un poco raro, creo que porque centra mucho sus energías en
presumir de lo que no es. Jamás enfrenta su realidad traumática, porque se la
pasa demasiado ocupado en su relación momentánea.

Y como sucede con Javier, pocas personas admiten públicamente su temor a


quedarse solas; es más, ni siquiera se dan cuenta de ello. Por más que les
insistamos, su respuesta casi siempre oscila entre el clásico “mejor solo que
mal acompañado” y el “no necesito pareja para ser feliz”. En cambio, la
psicología colectiva les impulsa a concentrar gran parte de su energía en
buscar el alma gemela.

Muchos hemos caído en la trampa del desamparo amoroso, fracasamos en una


relación supuestamente ideal y recomenzamos otra para olvidar, con lo
primero que aparezca. A veces no tuvimos tiempo ni para recoger alguna
prenda que le dejamos al anterior; todavía está su nombre, como folio en cada
página de nuestra libreta, no hemos sacado su fotografía de la cartera y ya le
encontramos sustituto.

En algunas ocasiones sabemos que nuestra última conquista va a durar lo que


un merengue en la puerta de una escuela, pero tenemos que olvidar y los
demás nos entienden, porque saben que estamos al borde de la locura. Lo
preocupante es que hagamos de aquello un hábito, porque además nos puede
traer alguna infección de transmisión sexual, riesgos de infertilidad y hasta
poner en peligro nuestras vidas.

Ojo con la trampa

Existe un abismo entre compartir, incluso sexualmente, con la persona


inadecuada, por el simple hecho de “descargar”, como dicen los jóvenes, y
convertir esa acción en costumbre. Conozco personas que cambian de relación
casi más rápido que de ropa. Las hay quienes tienen ya una lista preparada de
posibles “sustitutos” por si acaso.

En la mayoría de los casos, “La gente que actúa así vive en estado de falsa
seguridad, y raras veces mantienen la relación más de unos meses”,
argumenta la consejera matrimonial española Cindy Marais. En el fondo, estas
personas anhelan una pareja estable y amorosa, de ahí la constante búsqueda.
De hecho, son felices cuando la encuentran, aunque suele durarles poco
porque necesitan ser el centro de atención, cosa que logran al principio pero
después la vida continúa y no son ellos o ellas los únicos en este mundo.

De todas formas, hoy por hoy, conservadores e inestables abogan por la


estabilidad. Al menos, así lo confirma la doctora Beatriz Torres, especialista en
temas sexuales:

“Se han hecho investigaciones de jóvenes y adolescentes cubanos, en cuyos


resultados todavía ponderan, promueven y plantean que es importante la
pareja monogámica, aunque admiten que deben tener relaciones inestables,
de descarga, o sea, relaciones de placer”.

Lo cual no quiere decir, agregamos nosotros, que haya que convertirse en


dependiente de una compañía por el solo hecho de cumplir con los demás, ni
mucho menos caer en el complejo de Bella Durmiente (esperar que venga
nuestra media naranja a rescatarnos). Piensa que en el horizonte, quizás más
cerca, hay alguien que se cruzará en tu camino y si es necesario tú le pondrás
el puente. Pero eso de coleccionar pareja no debe ir contigo, desdice mucho de
ti, no importa el sexo que tengas.

10 razones para no comprometerse

Inspirándonos en la historia de dos personas que tienen pánico al compromiso,


hemos realizado un pequeño decálogo sobre las relaciones y el compromismo.
O mejor dicho, sobre las razones que suelen hacer que cada vez nos
impliquemos en las relaciones y nos dejemos llevar más por la máxima de
"carpe diem". En la peli Amor y otras drogas, protagonizada por Anne
Hathaway y Jake Gyllenhaal la pareja protagonista busca divertirse sin
complicaciones. No piensan en el más allá... Tienen sus razones para no querer
comprometerse. ¿Y a ti? ¿Qué te lleva a no querer comprometerte?

1. Falta de tiempo

Es increíble el sacrificio que requiere mantener un trabajo, más hoy en día, con
los tiempos que corren. Las horas extra se multiplican, el estrés también. La
competencia puede llegar a ser feroz y emplearte a fondo es lo único que
puedes hacer para mantenerte a flote.

Añádele al agobio del trabajo las tareas de la casa, prepararte la cena o pasear
al perro... ¿Quién tiene tiempo para dedicárselo a otra persona? El poco que te
queda te apetece descansar, estar sola, ver tus series tranquilamente, hablar
con tus amigas...

Al final, tienes que buscar el hueco para ver a alguien entre la oficina y la
cocina... ¿Te apetece de verdad?
2. No hay nadie que me guste

Esto es algo que se hace más fuerte con los años... Porque vas subiendo el
listón hasta tal punto en que exiges mucho más las relaciones. Algo bueno,
algo profundo y con una persona interesante, que te aporte lo que necesitas. Y
ahora... ¡Necesitas mucho más que antes! Ya no te conformas con cualquier
cosa.

También hay rachas en que conoces a gente y siempre resulta que o tienen
novia o que son un absoluto fiasco... Así que ¿Para qué complicarse la vida?
¡No más busquedas! Esas cosas llegan solas... ¿no?

3. No confío en nadie

Es normal, sobre todo después de haber sufrido una decepción amorosa. Es


complicado volver a involucrarse en otra relación, porque ya no te fías. Cuando
nos han hecho daño queda una herida que es difícil cerrar. Y cuando llega una
nueva persona podemos hacerle responsable (aunque sea inconscientemente)
de los fallos que tenía la anterior... Y sin querer nos encontramos en una
situación de desconfianza debido a la inseguridad que nos ha provocado la
última ruptura. Algo que impide en gran medida que te comprometas.

4. Muros sólidos

Nadie quiere ser vulnerable... Hace falta energía, confianza y valor para invitar
a alguien entrar en tus emociones. El riesgo de dejarles conocer el verdadero
yo que hay en ti y luego que te dejen, es aterrador. Muy probablemente los
muros que has creado alrededor de tu corazón te mantengan centrada en
disfrutar de otras cosas de la vida, como el trabajo, las salidas con las amigas,
hobbies... y así no resultar herida.

5. Amor y carrera
Has trabajado duro para llegar adonde has llegado y sabes hasta donde puedes
llegar. ¿Quién quiere que una relación se inmiscuya en el camino? Ya tendrás
tiempo para eso más adelante. Y seamos sinceras, un buen trabajo, y unos
cuantos ligoteos para entretenerte de vez en cuanto es más que suficiente
para ti. Vamos, que todo lo que necesitas es sexo.

6. Disfrutar del juego

Ser soltero ya no es la experiencia nefasta que solía ser. Ahora puede significar
amigos, libertad, y grandes historias de salidas que compartir en una cena en
la que todas las parejas aburridas prestarán atención para poder seguir
viviendo santamente. ¡No es tan malo!

7. No estoy preparado

Tener aventuras antes de casarse tiene sentido si has visto a tus padres (e
incluso a algunos de tus amigos) divorciarse. Averiguar quién eres y lo que
quieres, a veces es una cuestión que es mejor hacer solo. Y si vienes de un
pasado borrascoso es posible que estés aun más tentado a salir y ver qué hay
por ahí fuera...

8. Un gran secreto

Tienes un secreto y piensas que nadie podría tolerarlo y mucho menos amarte
por ello. ¿Una enfermedad de transmisión sexual? ¿Alguna discapacidad
familiar? ¿Miles de deudas? ¿Todas las anteriores?

9. TTPC: Trastorno traumático post cita

¿Pasar por otra separación? No, gracias. Algunas mujeres sufren porque les han
roto el corazón y nunca dejan que se recupere. Otras conocen a un tío
decepcionante tras otro y se sienten quemadas. ¿Quién puede culparlas? Y si,
además, ha pasado cierto tiempo desde la última vez que tuviste una cita,
aparecen la soledad y la desesperanza. Es en ese momento cuando parece que
la relación no va a aparecer nunca de todos modos, así que ¿por qué no
quedarse tranquilo y despejar la incógnita de la posibilidad de decepción de la
ecuación?

10. ¿Habrá algo mejor ahí fuera?

Nadie quiere perderse algo mejor. ¿Pero, es esta preocupación un sentimiento


en el estómago en el que debes confiar diciéndote que, efectivamente, existe
la persona adecuada ahí fuera? ¿O es una esperanza ilusoria e irónicamente
podrías perderte a alguien que no sabías que es lo mejor que puedes
encontrar?

Cambio de roles

Esta inversión de roles en la fobia al compromiso podría ser una señal de una
tendencia anteriormente masculina y a la que actualmente optan las mujeres a
medida que tienen más éxito y prefieren no sentirse atadas.

O podría ser un enmascaramiento de una batalla interior entre el deseo del


éxito y la profunda necesidad de encontrar el amor.

Sin embargo, independientemente de la razón para rechazar un compromiso a


largo plazo, el truco consiste en que cuando estés preparada, elijas a alguien
que te haga feliz y que te quiera.

En esencia, alguien que te de más inspiración. Alguien que deseas que entre
en tu vida durante un período prolongado de tiempo. Puede que te sorprendas
y te enamores de manera inesperada. Tal vez la persona que menos te esperas
se convierta en la persona que más necesites. Si no, ¡pregunta a Maggie!

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