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Apéndice

Batallando la incredulidad del pecado de la Lujuria


Por: John Piper

I Tesalonicenses 4:1-8
Por lo demás hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor
Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os
conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más.
Porque ya sabéis qué instrucciones os dimos por el Señor Jesús;
pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis
de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia
esposa en santidad y honor; no en pasión de concupiscencia,
como los gentiles que no conocen a Dios; que ninguno agravie ni
engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de
todo esto, como ya os hemos dicho y testificado. Pues no nos ha
llamado Dios a inmundicia, sino a santificación. Así que, el que
desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos
dio su Espíritu Santo.

Una definición bíblica de la Lujuria.

Comencemos con una definición bíblica de la Lujuria.

“La lujuria es un deseo sexual que deshonra su objetivo y No


toma en cuenta a Dios.”

Permítame mostrarle como llegué a esta definición del texto que


está mas arriba.

Comparemos las diferentes traducciones:

Verso 4 en la versión RSV


Pablo se dirige a los hombres de Tesalónica y dice:

“Cada uno de ustedes sepan como tener una esposa para ustedes
mismos en santidad y honor, no en las pasiones de lujuria como
se encienden aquellos que no conocen a Dios.”

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Traducido por: Deisy X. Rodríguez/ Iglesia Bautista del Nuevo Pacto, Santo
Domingo, República Dominicana.
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La NIV dice,
“Que cada uno de ustedes aprendan a controlar sus propios
cuerpos en una manera que sea santa y honorable, no en
pasiones lujuriosos como los que se encienden aquellos que no
conocen a Dios.”

La NASB dice
“Que cada uno de ustedes sepan como poseer su propio vaso en
santificación y honor, no en pasiones lujuriosas, como los
gentiles quienes no conocen a Dios.”

Yo pienso que la RSV captura el significado más claramente.


“Cada uno de ustedes sepan como tener una esposa para ustedes
mismos en santidad y honor, no en las pasiones de lujuria como
se encienden aquellos que no conocen a Dios.”

Razón no. 1
El pasaje paralelo en 1 corintios 7:2
Pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer,
y cada una tenga su propio marido.

Razón no. 2
El significado de “Ktasthai” es sobrecogedor “tomar” o “adquirir”
no controlar o poseer.

Razón no. 3
La palabra “Vaso” está en conexión con la palabra “honor” en 1
Pedro 3:7 y se refiere a la esposa.

Razón no. 4
La palabra “Heautou” significa “Su propio” parece ser enfática y
encaja con la prometida o espesa más que con el cuerpo.

Razón no. 5

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La versión NIV y NASB no hacen sentido, porque ellas dicen en


efecto, “aprendan a controlar sus cuerpos…. No en pasiones
lujuriosas” tu puedes tomar una mujer en pasiones lujuriosas,
pero no puedes controlar tu cuerpo en pasiones de lujuria.

Pero en vez de sumergirnos en argumentos detallados sobre esto,


pienso que puedo mostrarles el significado de la lujuria aquí y en
todos las demás traducciones.

Lo opuesto a la Santidad y al honor


Note que los versos 4 y 5 dicen que hagamos algo de una manera
pero que no hagamos alo de otra manera. Que cada uno tome a
una esposa (controle su cuerpo/vaso) “En santidad y honor” NO
en “la pasión de la Lujuria” Puedes ver el contraste: “En santidad
y honor NO en pasiones de lujuria” así que la pasión de lujuria es
el opuesto a la santidad y al honor. De ahí es que yo obtengo la
definición de Lujuria.

El deseo sexual por si mismo es bueno. Dios lo hizo en el


principio. Tiene su lugar apropiado. Pero fue hecho para ser
gobernado y regulado o guiado por dos aspectos: honor hacia la
otra persona y santidad hacia Dios. La lujuria se produce cuando
el deseo sexual convierte ese honor y esa santidad en inexistentes.

La Lujuria deshonra a su Objetivo.


Veamos el honor, como ejemplo: Dios estableció una relación
llamada Matrimonio. En ella un hombre y una mujer hacen un
pacto para toda la vida para honrarse uno al otro con fidelidad y
amor. El deseo sexual se convierte en un esclavo y en la sazón
de la unión que produce honra mutua.

Por consiguiente, decirle a la otra persona, yo deseo que tu


satisfagas mi deseo sexual, pero yo no quiero que tu seas mi
compañera dentro del pacto del matrimonio, básicamente
significa. Yo quiero usar tu cuerpo para mi placer, pero como
persona total yo no quiero tener nada que ver contigo. Y eso es
deshonrar y por consiguiente un acto lujurioso. En esto se
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convierte un lícito deseo sexual en el gran pecado de la Lujuria


sin un compromiso de honor hacia la otra persona.

La lujuria No toma en cuenta a Dios.

Pero esto no es todo. El texto dice, que tome a una esposa (o


controle su cuerpo/Vaso) “En santidad…no en las pasiones de
lujuria. “ La santidad tiene que ver con Dios…apartado para
Dios. Así que el verso 4 dice así: “No en las pasiones de lujuria
como los que se encienden los que no conocen a Dios”.

Conociendo a Dios y actuando como el que mantiene el deseo


sexual de convertirse en lujuria. Mire al verso 8 “Por
consiguiente quienquiera que pasa por alto esto (El llamamiento a
la santidad), deshonra no al hombre sino a Dios, quien te da Su
Espíritu Santo”. El tema principal en la lujuria es que se trata de
Dios. La santidad es vivir en suprema consideración por un Dios
Santo.

La Lujuria es lo opuesto. La Lujuria es un deseo sexual que no


está regulado o gobernado o guiado por una suprema
consideración por un Dios Santo.

Dios creo la sexualidad. El la creó como buena y hermosa. El la


creo para el bien de sus criaturas. El solo tiene la sabiduría y el
derecho a mostrarnos como usarla para su gloria y para nuestro
bien. La lujuria es lo que el deseo sexual se convierte cuando le
damos poder para reinar en nuestras vidas y no tomamos en
cuenta a Dios.

En resumen entonces, la lujuria es un deseo sexual que deshonra a


su objetivo y no toma en cuenta a Dios. Es la corrupción de una
cosa buena por la ausencia de un compromiso honorable y por la
ausencia de tener una suprema consideración por Dios. Si tu
deseo sexual no está guiado por respeto por el honor de otros y
cuidado por la santidad de Dios, esto es lujuria.

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Ponderando el peligro de la Lujuria:

Esa fue la definición. Ahora el próximo tema es ¿Y qué? ¿Por


qué es esto un tan gran problema? ¿Tener deseos No es un
pecado sexual, especialmente cuando es solo un deseo y no lo
realizas o lo conviertes en un acto, se peca con pequeñeces? ¿No
deberíamos mejor discutir los grandes temas como armamentos
nucleares y justicia social? ¿Conoces personas como esas? yo
supongo que si. Ellos dicen, que las actitudes y las conductas
sexuales son un problema comparativamente insignificante y
relativo a la piedad personal. Lo que verdaderamente cuenta es si
tú boicoteas las compañías en Sur África y te opones a los
sistemas de defensas interestelares. Meditar sobre esto
simplemente no es la gran cosa, si estas en una línea de huelga
en Honeywell; y además hojear unas revistas de playboys
comparado con esto, es ulteriormente insignificante si estas en tu
camino a tener conversaciones sobre la paz en Geneva.

Esta es la manera en que la mente humana religiosa razona


cuando una suprema consideración por Dios ha sido dejada a un
lado. Pero esto no es lo que Dios ha dicho. ¿Cuán importante es
tu vida sexual para Dios? ¿Es esto una gran cosa para Él?

El verso 6 dice “Que ninguno agravie ni engañe en nada a su


hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os
hemos dicho y testificado”

Esto significa que las consecuencias de la lujuria son de mayores


proporciones que las consecuencias de una guerra nuclear. Todas
esas guerras nucleares pueden solo matar el cuerpo. Y Jesús
dijo” (Lucas 12:4-5) Mas os digo, amigos míos: no temáis a los
que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer. Pero os
enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de
haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os
digo, a éste temed.

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En otras palabras la venganza de Dios es mucho mas digna de ser


temida que la aniquilación humana. Y en conformidad a 1 De
Tesalonicenses 4:6 la venganza de Dios vendrá sobre todos
aquellos que deshonran la advertencia en contra de la Lujuria.

La Lujuria y la seguridad eternal

El pasado mes de septiembre hable al cuerpo de estudiantes de


Wheaton Christian High School. Tomé como tema “10 lecciones
para batallar contra la Lujuria” la lección número 6 la titulé
“Ponderando el peligro eternal de la Lujuria”.

El texto que escogí fue el de Mateo 5:28-29 donde Jesús dice,


“Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para
codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. Por tanto, si tu
ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues
mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu
cuerpo sea echado al infierno.”

Puntualicé que Jesús dijo que el cielo y el infierno son los límites
en lo que haces con tus ojos y con los pensamientos de tu
imaginación.

Después del mensaje uno de los estudiantes vino a mi y me


pregunto, ¿Esta usted diciéndome, que una persona puede perder
su salvación?

Esta es exactamente la misma reacción que obtuve unos años


atrás cuando confronté a un hombre sobre el adulterio en el cual
el estaba involucrado en ese momento.

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Traté de entender su situación y rogué con él para que regresara


con su esposa, entonces yo le dije “Sabías que Jesús dijo que si
tu no luchas contra este pecado con la clase de seriedad que el
esta esperando que tu te saques un ojo, irás al infierno y sufrirás
allí, por siempre”. El me miró con una gran incredulidad,
porque nunca había escuchado nada como esto en su vida, y dijo,
¿Usted quieres decir que una persona puede llegar a perder su
salvación?

Así que he aprendido de manera experimental una y otra vez, de


primera mano, que hay muchos cristianos profesantes que tienen
una visión de la salvación que está desconectada de la vida real y
eso nulifica las advertencias de la Biblia y pone a la personas
pecadoras quienes claman ser cristianos mas allá del alcance de
las amenazas Bíblicas. Y esta doctrina ha consolado a miles en
su camino al infierno.

Jesús dijo, si no luchas en contra de la Lujuria, tu no irás al cielo.


Los límites son muchos más altos que si el mundo es explotado
con miles de bombas atómicas. Si no luchas en contra de la
lujuria, no irás al cielo. (1 Pedro 2:11; Colosenses 3:6; Galatas
5:21; 1 Corintios 6:10; Hebreos 12:14)

Ser justificados por la fe es lo mismo que luchar la batalla de


la fe en contra de la Lujuria.

¿No somos entonces salvos por la fe, por creer en Jesucristo


solamente?
Si, de hecho así es. Aquellos quienes perseveren en fe serán
salvos. (Mateo 24:13; 10:22; 1 Corintios 15:3; Colosenses 1:23;
2 Tesalonicenses 2:13).

¿Cómo puedes retener la vida eterna? El Apóstol Pablo da la


respuesta en 1 Timoteo 6:12 “Batalla la buena batalla de la fe:
retengan la vida eterna.

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Esto nos lleva a nuestro punto principal de esta mañana. Mostrar


que la lucha en contra la lujuria es una batalla en contra de la
incredulidad. Y la batalla por la pureza sexual es la batalla de la
fe.

El gran error que debe ser desacreditado


El gran error que estoy tratando de desacreditar en este mensaje es
el error que dice que la fe en Dios es una cosa y que la batalla por
la Santidad es otra cosa. En otras palabras muchos creen que la
fe es la que te lleva al cielo y la Santidad es la que te da las
recompensas.
Adquieres tu justificación por la fe, y tu santificación por las
obras. Empiezas la vida cristiana en el poder del Espíritu, pero te
esfuerzas en la carne.
Este es el gran error evangélico de nuestros días. La batalla por
la obediencia se considera opcional, ellos dicen esto porque solo
la fe es necesaria para la salvación.

Nuestra respuesta.
La batalla por la obediencia es absolutamente necesaria para la
salvación porque de esto es que se trata la batalla de la fe. La
batalla contra la lujuria es absolutamente necesaria para la
salvación porque es una batalla en contra de la incredulidad.
La fe sola nos libra del infierno y la fe que nos libra del infierno
es también la misma fe que nos libra de la lujuria.

Un evangelio mayor

Espero que puedas ver que esto es un evangelio mucho mas


elevado. Es el evangelio de la victoria de Dios sobre el pecado,
no solo su tolerancia sobre el pecado. Es el evangelio de
Romanos 6:14 “Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros;
pues no estáis bajo la ley sino bajo la gracia”.

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“Sublime gracia, Gracia Soberana”


El rompió el poder del pecado cancelado
El liberto al prisionero
Su sangre puede hacer limpio al más vil
Su sangre es provechosa para mí.

Benditos son los puros de corazón, porque ellos verán a Dios.


Estas son las demandas de Dios y esto es un regalo de Dios. Esto
es todo Gracia. Por eso es que solo luchando con lo que
luchamos es que luchamos por la fe. La batalla de descansar
plenamente en la gracia de Dios. De estar tan satisfecho con la
gloria de Dios. Que la tentación por el pecado pierde su poder
sobre nosotros.

La batalla en contra de la lujuria es la batalla en contra de la


incredulidad. Los versículos más cruciales aquí son los versos 5
y 8. Solo tenemos tiempo para ver el verso 5.

El conocimiento de Dios
En el verso 5 Pablo nos dice “No en pasiones de lujuria como los
que se encienden (I.e., los gentiles)…los que no conocen a Dios.

Puedes ver que esto implica cual es la raíz de la lujuria, la falta


de conocimiento verdadero de Dios.. “que sepa tomar una esposa
(o controle su cuerpo) no en las pasiones de lujuria porque así se
conducen las personas que no conocen a Dios.”

Pablo no quiere decir que un mero conocimiento de Dios es


suficiente para contrarrestar la lujuria. En Marcos 1:24 Jesús
esta a punto de expulsar un demonio de una persona cuando el
espíritu inmundo grita “Yo conozco quien eres, el Santo de
Dios” en otras palabras, Satanás y sus huestes tienen un
conocimiento muy preciso de Dios y de Jesús, pero ese
conocimiento no es la clase de conocimiento que Pablo intenta
comunicarnos aquí.

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El conocimiento que el tiene en mente aquí es un conocimiento de


Dios como está descrito en 2 corintios 4:6 “Porque Dios, que
mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que
resplandeció en nuestros corazones, parra iluminación del
conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.” Vea
Galatas 4:8; 1 Corintios 2:14; 2 Pedro 1:3-4).

Es el conocimiento de Dios algo grandioso, valioso, glorioso y


lleno de gracia y poder. Es este conocimiento que te atropella,
que te humilla, que te gana y te sostiene en tus luchas.

Es la clase de conocimiento que tu no tienes cuando dices ah!


Mientras escuchas el coro cantar Aleluya o el gruñido prolongado
que se produce cuando estás en el borde del Gran cañón.

Escuchando no oyen y viendo no ven. No es esta la clase de


conocimiento. Este conocimiento viene al igual que lo hizo
como con Lidia cuando el Señor abrió los ojos de su corazón. En
un instante piensas que te vas a desmayar con su llenura, y de
repente hay una sensación de hambruna por más. Es el
conocimiento que llama por fe. La certeza de las cosas que se
esperan y la convicción por las cosas que no se ven.

Este cocimiento es tan real, tan precioso, tan satisfactorio a tu


alma, que cualquier pensamiento, cualquier actitud, emoción,
adicción que amenace con herir este conocimiento será atacado
con todas las fibras espirituales de tu vida amenazada. Esta es la
batalla por la fe que aparece en el alma santa cuando la lujuria
asalta la mente y la aparta de Dios.

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Los puros verán a Dios

Cerraré con esta ilustración de un articulo sobre liderazgo (Otoño


1982) no tenia firma, pero estaba escrito por un predicador quien
por 10 años estuvo atrapado en la esclavitud de la lujuria.

El cuenta la historia de lo que finalmente lo llevó a ser liberado.


La confirmación resonada de que estaba tratando de decir lo que
quiero citar en el párrafo siguiente.

El se apresuró a leer un libro de Francois Mauriac sobre Lo que


yo creo. En el. Mauriac admitía que, como la plaga de la culpa
no lo había podido libertar de la esclavitud de la lujuria. El
concluye que hay una poderosa razón para buscar la pureza. La
única que Cristo dio en las bienaventuranzas: “Bienaventurados
los puros de corazón, porque ellos verán a Dios.

El pensamiento me golpeo al igual que cuando una campana


suena en medio de un pasillo oscuro y silencioso. Allí lejos,
ningún de los pensamientos de temor y argumentos negativos en
contra de la lujuria habían tenido éxito en mantenerme alejado de
ella….pero aquí estaba una descripción de lo que me estaba
perdiendo por continuar en mi lujuria: Yo estaba limitando mi
propia intimidad con Dios. El amor que el me ofrecía es tan
trascendente y posesivo que requería que nuestras facultades sean
purificadas y limpiadas antes de que podamos posiblemente
contenerlas. ¿Puede Él, de hecho, sustituir esta sed y esta hambre
por una con la cual nunca habías sido lleno? ¿Podría el agua
viviente de alguna manera satisfacer tu sed y quitar la lujuria en
tu vida? ¿Cual es la apuesta por la fe? (pp. 43-44)

No había ninguna apuesta. No puedes perder nada cuando te


vuelves a Dios. El descubrió esto en su propia vida, y la lección
que el escucho es absolutamente correcta:

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La manera en que luchamos contra la lujuria es alimentando la fe


con el conocimiento de un Dios glorioso e irresistible.

¿Conoces a Dios? ¿Estas creciendo semana tras semana en el


conocimiento de la grandeza de Dios? ¿Meditas en su Palabra día
y noche? ¿Ponderas las imágenes de su hijo en el evangelio?
¿Lees libros sólidos sobre el carácter de Dios y sus caminos?
¿Miras todo en través de sus ojos en tu día a día y en su
creación? ¿Oras por un corazón sensible que pueda ser satisfecho
por la revelación de su gloria?

Yo te exhorto a hacer compromisos y resoluciones ahora mismo


por el bien de tu propia alma y por la gloria de Dios.

Noviembre 13, 1988 por John Piper


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Tu Puedes y te estimulamos a reproducir y distribuir este material
en cualquier formato provisto siempre y cuando no alteres las
palabras en ninguna manera y no cobres mas allá del costo de
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