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LA NATURALEZA DE LA OBRA DE ARTE

Por Ricardo F. Nieto P.

Empezaremos analizando las posturas de Martin Heidegger en su ensayo “El

Origen de la Obra de Arte, esto en cuanto al carácter de obra de la obra, es decir,

cual es la esencia de la obra de arte, lo cual nos aclarará conceptos utilizados por

Gadamer en cuanto al sentido de Arte y verdad. Más adelante analizaremos la

postura de Gadamer en cuanto a la naturaleza de la obra de arte, teniendo en

cuan lo expuesto por el en su obra “La Actualidad de lo Bello”.

LA ESENCIA DE LA OBRA DE ARTE

En el ensayo intitulado “la esencia de la obra de arte” Martin Heidegger comienza

planteando el problema de que es la cosa y cual es el carácter de cosa de la obra

de arte. Ahora, lo primero hay que entender qué se quiere decir con Origen y

citando a Heidegger “Origen significa aquí aquello a partir de donde y por lo que

un cosa es lo que es tal como es”1 es decir lo que Heidegger entiende como su

esencia, donde el arte es el origen del artista y de la obra “lo cierto es que el arte

es al mismo tiempo el origen del artista y de la obra todavía de otro modo

diferente”2 lo que no conlleva cuando preguntarnos por el origen de la obra nos

adentramos en la pregunta por la esencia del arte.

1
HEIDEGGER, Martin. El Origen de la Obre de Arte. Alianza. Madrid. 1996 Pág. 9.
2
Ibíd. Pág. 9.
En este momento, no pasemos a analizar un aspecto muy importante el cual

menciona Heidegger y es el carácter de cosa de la obra y cito.

“Todo el mundo conoce obras de arte. En las plazas


públicas, en las iglesias y en las casas pueden verse obras
arquitectónicas, esculturas y pinturas. En las colecciones y
exposiciones se exhiben obras de arte de las épocas y
pueblos más diversos. Si contemplamos las obras desde
el punto de vista de su pura realidad, sin aferrarnos a
ideas preconcebidas, comprobaremos que la obra se
presenta de manera tan natural como el resto de las
cosas. El cuadro cuelga de la pared como arma de caza o
un sombrero. Una pintura, por ejemplo esa tela de Van
Gogh que muestra un par de botas de campesino,
peregrina de exposición en exposición […]”3

A partir de aquí, pasamos a analizar una parte importante en nuestro estudio

acerca del arte y es la coseidad de las obra de arte.

LA COSEIDAD DE LA OBRA DE ARTE

En es te punto pasamos a preguntarnos ¿qué es lo que a la cosa lo hace cosa?

Es decir ¿Cuál es la esencia de la cosa? O en otras palabras ¿Cuál es la coseidad

de la cosa? Citando a Heidegger tenemos.

“La piedra del camino es una cosa y también el terreno del


campo. El cántaro y la fuente del camino son cosas. Perro
¿y la leche del cántaro y el agua de la fuente? También
son cosas, si es que las nubes del cielo, lo cardos del
campo, las hojas que levan el viento otoñal y el azor que
planea sobre el bosque pueden con todo derecho llamarse

3
Ibíd. Pág. 10.
cosas […] una «cosa en sí», es por ejemplo, según Kant,
el conjunto del mundo hasta el propio Dios. Las cosas en
sí y las cosas que aparecen, todo ente que es de alguna
manera, se nombre en filosofía como cosa.”4

Donde Heidegger afirma que esta definición de cosa se hace incompleta al tratar

de captar la esencia de cosa de la obra, porque todo lo que nombramos como

cosa al parecer no podría ser tal, como al llamar a otro ser humano cosa donde

“son las cosas de la naturaleza y del uso las que habitualmente reciben el nombre

de cosas”5.

También nos interesa lo que enuncia Heidegger acerca de la materia de la cosa,

esto es, su forma, color etc. donde la cosa se convierte en una síntesis de materia

y forma y, lo cual nos puede ser de mucha ayuda al entender el carácter de cosa

de la obra de arte, citamos.

“Este modo de cosa nos capacita para responder a la


pregunta por el carácter de cosa de la obra de arte. El
carácter de cosa de la obra es manifestante la materia de
la que se compone. La materia es el sustrato y el campo
que permite la configuración artística”6

En este momento entra en juego la utilidad, la cual está determinada por la

materia y la forma, donde son considerados los entes de este dominio, productos

elaborados que están determinados a su ser utensilio. Hasta aquí, tenemos tres

características: la cosa “o mera cosa” el utensilio y la obra.

4
Ibíd. Pág. 10.
5
Ibíd. Pág. 11.
6
Ibíd. Pág. 13.
“Los tres modos citados de determinación de la coseidad
conciben la cosa como portadora de características, como
unidad una multiplicidad de sensaciones, como materia
conformada.[…] Dicha comprensión anticipada impide la
meditación sobre el ser de todo ente. Y, de este modo,
ocurre que los conceptos dominantes de cosa nos cierran
el camino hacia el carácter de cosa de la cosa, así como el
carácter de utensilio del utensilio y sobre todo el carácter
de obra de la obra”7

teniendo en cuanta lo antes mencionado, pasemos a ¿qué ocurre dentro de la

obra de arte? Se tiene en sí que hay un des-ocultamiento de la cosa una verdad

en el sentido griego es decir, . Donde la obra produce una apertura del

ente, Heidegger pone como ejemplo el cuadro de Van Gogh de las botas viejas

“¿Qué ocurre aquí?¿Qué obra dentro de la obra? El


cuadro de Van Gogh es la apertura por la que atisba lo
que es de verdad el utensilio, el par de botas de labranza.
Este ente sale a la luz en el desocultamiento de su ser. El
desocultamiento de lo ente fue llamado por los griegos
.”8

Distinguiendo también el tratar de reproducir lo ente, sino, la develación de la

esencia general de la cosa, apartándonos de la descripción de cosa, nos damos

cuenta que en la coseidad de la obra reina es desocultamiento de lo ente pero a

su vez no podemos separar el carácter de cosa de obra que hace parte del ser-

obra de la obra.

LA VERDAD COMO DESOCULTAMIENTO DE LA OBRA DE ARTE

7
Ibíd. Pág. 15.
8
Ibíd. Pág. 17
Empecemos por enunciar los siguientes interrogantes que se plante Heidegger en

“El Origen de la Obra de Arte” ¿Cuál es el lugar de una obra? Después de analizar

este cuestionamiento el afirma que el lugar de la obra es la apertura que se da en

ella misma.

“¿Cuál es el lugar propio de una obra? El único ámbito de


la obra, en tanto que obra, es aquel que se abre gracias
ella misma, porque el ser-obra de la obra se hace presente
en dicha apertura y sólo allí. Decimos que la obra está
obra al acontecimiento de la verdad. Al poner como
ejemplo el cuadro Van Gogh intentamos darle nombre a
ese acontecimiento. A ese fin se planteó la pregunta sobre
qué es la verdad y cómo puede acontecer la verdad”9

Esta, está fundada en la tierra, pero no hay que entender tierra solamente en

términos de la física o geografía, sino, como aquello que acoge lo que de ella a

brotado, tenemos pues, que la obra brinda la apertura de un mundo que se sitúa

en la tierra.

Para comprender más lo que es mundo en Heidegger, hay que tener en cuenta

mundo como mera agrupación no es la definición más apropiada, podría decirse

mejor, que es donde se encuentra la apertura, de la obra “mundo no es una mera

agrupación de cosas presentes y contables o incontables, […] Un mundo hace

mundo y tiene más ser que todo lo aprensible”10.

9
Ibíd. Pág. 20
10
Ibíd. Pág. 21
La esencia de la obra o el ser-obra de la obra muestran como fundamento el

mundo y la tierra en el sentido afirmado por Heidegger, es aquí donde se puede

apreciar el combate entre mundo y tierra y se posibilita la apertura del ser-obra de

la obra.

Pasemos analizar lo siguiente ¿Cuál es el sentido, o qué queremos decir con

verdad? Heidegger aduce que esta palabra ha tenido un uso muy arbitrario y que

se presta para malas interpretaciones “la negligencia con que usamos esta

palabra fundamental nos indica lo pequeño e imperfecto que es nuestro

conocimiento sobre la esencia de la verdad”11.

Heidegger afirma que verdad es la esencia de lo verdadero, es cuando lo ente es

verdadero, es decir como en los griegos el desocultamiento de lo ente12.

Teniendo en cuenta que el origen de la obra de arte y del artista es el arte

entonces nos preguntamos ¿Qué es el arte? Ahora, para esclarecer esto, en

primer lugar la verdad de la obra se da en una lucha entre tierra y mundo, entre lo

oscuro y lo claro, para que se de el desocultamiento, es aquí donde aparece lo

que es arte “La verdad como claro y encubrimiento de lo ente acontece desde el

momento en que se poetiza. Todo arte es en esencia poema en tanto que un dejar

11
Ibíd. Pág. 24
12
Ibíd. Pág. 24
acontecer la llegada de la verdad de lo ente como tal. La esencia del arte, en la

que reside al tiempo la obra de arte y el artista”13.

El sentido histórico es lo que nos da el carácter de arte en cuanto arte, que

permite la apertura a su misma forma de verdad en la obra “El arte es historia en

el esencial sentido de que funda historia”14 porque el arte en esencia es un origen.

EL ARTE COMO JUEGO, SÍMBOLO Y FIESTA

Una obra de arte es un rincón de la creación


visto a través de un temperamento
Émile Zola (1840-1902)

En este momento, nos dedicaremos a analizar los planteamientos de Hans-Georg

Gadamer en su obra “La Actualidad de lo Bello”. Esto con el fin de comprender a

fondo cuál es la experiencia del arte y sus implicaciones antropológicas, para que

a su vez podamos entender qué es arte y cual es su verdad.

También, ¿Qué nos deja dicha experiencia?¿Qué relación hay con el arte del

pasado? y evaluar lo que suceda con el arte actual. Así, desde una visión más

amplia analizar ¿Qué es arte? Teniendo en cuanta los elementos lúdicos,

simbólicos y antropológicos.

13
Ibíd. Pág. 34
14
Ibíd. Pág. 36
DESPUÉS DE LA MUERTE DEL ARTE

Al principio de “La Actualidad de lo Bello”, Gadamer comienza analizando los

problemas planteados por Hegel en cuanto a la muerte del arte y con ¿Qué se

quiere decir con el carácter de pasado del arte? Donde Gadamer menciona “el

«carácter del pasado del arte» es una expresión de Hegel en la que éste formuló,

agudizándola radicalmente, esa exigencia de la filosofía que pretende hacer de

nuestro conocimiento mismo de la verdad un objeto de nuestro conocimiento

saber nuestro saber mismo de lo verdadero”15

Esta exigencia sólo es cumplida en los términos de Hegel, cuando se comprende y

se reúne a la verdad en sí misma y como se manifiesta en el despliegue histórico.

Cuando se habla del carácter de pasado del arte ya no es entendido del modo

espontáneo que es visto en el mundo griego.

Y aquellas expresiones hacia lo divino en el mundo g riego ya era natural

entendido desde las formas artísticas del cristianismo, se podía observar que la

verdadera expresión artística se diluía, y también, es evidente cual es el fin del

arte, en consideración con su función artística.

De esta forma, teniendo en cuenta el pluralismo del arte moderno, donde el objeto

no es el mismo que, por ejemplo, en la pintura de la alta edad media, ahora, los

15
Gadamer, Hans-Georg. La Actualidad de lo Bello. Paidós. Barcelona, 1996,Pág. 33.
objetos obvios no son tal. En consecuencia hay que interpolar la actitud del

pasado y las nuevas formas que se dilucidan en el presente.

“Por consiguiente, la conciencia histórica no es una


postura metodológica especial, erudita o condicionada por
una concepción del mundo, sino una especie de
instrumentación de la espiritualidad de nuestros sentidos
que determina de antemano nuestra visión y nuestra
experiencia del arte”16

Por ejemplo, cuando en el siglo XVII se referían al arte, se decía bellas artes,

porque arte encontraba englobada en el quehacer y saber en el sentido de los

griegos. Lo que Aristóteles llamaba el saber y la capacidad de

producir, donde arte como lo entendemos ahora es bellas artes, y nos adviene lo

inevitable ¿Qué es bello?

Esto nos remite a un consenso universal, es decir, bello es lo que todos

reconocemos como bello, es lo que goza del reconocimiento global. En el sentido

griego bello es en donde podemos por un instante alcanzar esa bóveda

inalcanzable de lo divino en el que por un instante se tiene el recuerdo del mundo

verdadero.

Lo antes mencionado, nos lleva a la aparición de la estética “Baumgarten definió

una vez la estética como el «ars pulchri cogitandi» el arte de pensar bellamente”17

es decir, la capacidad de captar lo bello a través de tal modo que nuestro

pensamiento se capas de comprender aquello que sobrepasa el simple gusto.

16
Ibíd. Pág. 44.
17
Ibíd. Pág. 55.
Donde el goce deja de ser la búsqueda de un fin práctico y pasa a ser como Kant

afirma «satisfacción desinteresada» “«Desinteresado» significa aquí tan sólo lo

que caracteriza al comportamiento estético, por lo cual nadie haría con sentido la

pregunta por el para qué, por la utilidad: «¿Para qué sirve sentir goce en aquello

en lo que se siente goce»”18

¿Qué papel tiene el artista, como genio creador? Es aquí donde el arte como

expresión del genio llega a ser lo que deja ver en sí la genialidad lo que favorece a

una justa entre la obra y su creador.

“De hecho, también Kant entiende el genio como una


fuerza de la naturaleza; «el favorito de la naturaleza», le
llama él, es decir, el que ha sido favorecido hasta tal punto
por la naturaleza que, como ella, crea algo que parecería
hecho según reglas, pero sin adaptarse conscientemente a
ellas; más aún: algo que sería totalmente nuevo, creado
según reglas no concebidas todavía. Eso es el arte: crear
algo ejemplar sin producirlo meramente por reglas. Y en
ello, desde luego, no hay que separar nunca realmente la
determinación del arte como creación del genio y la
cogenialidad del receptor. En ambos se da un juego
libre”19

En la comprensión antropológica de lo conformado en la obra, y su correlación con

lo expresado misteriosamente es lo que Gadamer quiere enunciar en cuanto a lo

que Hegel quiere decir con la muerte del arte, no es la muerte literal, sino

enunciando la caída de la verdadera creación artística en el sentido griego; y como

Kant afirma con satisfacción desinteresada nos muestra el nuevo camino a seguir,

18
Ibíd. Pág. 60.
19
Ibíd. Pág. 63.
teniendo en cuanta las nuevas facetas (el arte no objetual) del arte moderno y

como se desarrolla en los conceptos de juego, símbolo y fiesta.

EL CONCEPTO DE JUEGO EN EL ARTE

Primero, desarrollaremos que se entiende por juego, en esto nos referimos

principalmente a el juego de los niños, en el cual hay un vaivén, es decir, un

movimiento repetido “¿Cuándo hablamos de juego, y que implica ello? En primer

término, sin duda, un movimiento de vaivén que se repite continuamente” 20 en el

cual no hay fin alguno.

En este momento, pasamos a introducir la razón, es decir, que es un juego sin fin

alguno que a su vez está comprometido con algunas reglas, o reglas de juego. Lo

cual nos permite en gran medida adentrarnos en el juego, como cuando una niña

salta a la cuerda, y la razón entra cuando por ejemplo ella dice que tiene que

saltar la mayor cantidad de veces posible, ella empieza a saltar y si nada más

logra saltar 5 veces, ella se siente frustrada, pero si salta más de 20 veces, ella

siente una satisfacción y un goce.

Teniendo en cuenta lo anterior, podemos encontrar otra característica, esta es,

que el jugar implica a su vez un jugar-con es decir como jugadores y espectadores

nos adentramos de tal manera que nos introducimos de tal manera y hacemos

parte del juego, de esta manera, en el juego del arte somos todos cojugadores.

20
Ibíd. Pág. 66.
Donde estamos en un vaivén frente a la obra de arte, para alcanzar la percepción

de la obra misma citamos “Percibir no es recolectar puramente diversas

impresiones sensoriales, sino que percibir significa, como ya lo dice muy

bellamente la palabra alemana, wahrnehmen, «tomar (nehmen) algo como

verdadero (wahr)»”21.

SÍMBOLO Y ARTE

Al principio de esta parte, Gadamer empieza por retomar el sentido griego de

símbolo y citamos “¿Qué quiere decir símbolo? Es, en principio, una palabra

técnica de la lengua griega y significa «tablilla de recuerdo»”22, dicha tablilla servía

como objeto en el que se reconoce aquello que no era visto en mucho tiempo, en

este caso la amistad entre el anfitrión y el invitado.

En cuanto a lo bello del arte es aquello nos remite a lo que en sí no se nos

presenta de modo obvio, en otras palabras, que no está ante nuestros ojos, en

este sentido símbolo es alegoría.

En un sentido clásico, nos hace ver el carácter referencial lo cual nos lleva a

adentrarnos y ampliar más acerca del concepto de símbolo que nos brinda la

experiencia de lo simbólico, donde lo particular es representado en el ser íntegro.

21
Ibíd. Pág. 78.
22
Ibíd. Pág. 83.
En cuanto a lo simbólico del arte que entra en un juego de ocultamiento y

desocultamiento un juego de contrarios en el cual en la apreciación de lo simbólico

se muestra la o desocultamiento.

“Acaso le debemos a Heidegger el paso que dio al


pensamiento de nuestro siglo la posibilidad de sustraerse
al concepto idealista de sentido y de percibir, por así
decirlo, la plenitud ontológica o la verdad que nos habla
desde el arte en el doble movimiento de descubrir,
desocultar y revelar, por un lado, y del ocultamiento y el
retiro, por otro. Heidegger ha mostrado que el concepto
griego de desvelamiento, , es sólo una cara de la
experiencia fundamental del hombre en el mundo. Pues
junto al desocultar, e inseparables de él, están el
ocultamiento y el encubrimiento, que son parte de la finitud
humana” 23

Pensemos un momento en lo objetos cotidianos, por ejemplo un aparato

domestico: una licuadora, está ahí por su funcionalidad, la vemos todos los días

no en un sentido simbólico, sólo está ahí por su utilidad, en el momento en que

deja de funcionar es remplazada por una nueva. Esto es imposible con una obra

de arte y su carácter simbólico, es irremplazable.

Otro aspecto importante es la lo que no quiere decir imitar, sino llegar a

su representación en su plenitud. Donde la mediación de lo bello del arte es

inalcanzable así sin más, Aquí el significado no es alcanzado meramente en un

acto intelectual, y es aquí donde entra la correlación de juego y símbolo en el cual

el significado se detenta así mismo.

23
Ibíd. Pág. 89.
Para aclarar, el arte no es simple alegoría, o simple referencia a algo, más bien el

arte contiene en sí lo que quiere decir. Para aspirar a el hay que abrirse al

lenguaje del arte tenerlo como suyo aprendiendo de nuevo el alfabeto para lograr

aspirar a él.

LA IMPLICACIÓN DE FIESTA EN EL ARTE

Adentrémonos ahora en el término de fiesta en la obra de Hans-Georg Gadamer.

Aquí la fiesta es donde no hay el rechazo del otro, donde la fiesta es comunitaria y

para todos. En la fiesta alguien que se excluye es alguien que no toma parte en

donde se celebra, y celebramos cuando nos congregamos por algo.

En el momento que celebramos una fiesta el momento es continuo y es donde

entra el carácter temporal de la fiesta “Al celebrar una fiesta, la fiesta está siempre

y en todo momento ahí. Y en esto consiste precisamente el carácter temporal de

una fiesta: se la «celebra», y no se distingue de una sucesión de momentos

sucesivos”24.

Tenemos pues dos experiencias de tiempo, el considerado tiempo normal, o

tiempo vació o tiempo para algo donde entra en juego el aburrimiento, es decir

tiempo vacío que hay que llenar con algo. Y el tiempo que no se experimenta

como tiempo sucesivo, que es el que nos interesa y que se presenta en la fiesta y

24
Ibíd. Pág. 102
el arte, el que se puede considerar como tiempo propio, donde el tiempo se vuelve

festivo.

Se comprende también, el tiempo como el de un organismo vivo donde el tiempo

la obra de arte no se calcula el tiempo como una sucesión de momentos

determinados, sino que está dado por el propio organismo; no se entiende

tampoco que la obra tenga niñez, juventud y vejez exactamente como un

organismo vivo, pero esto nos da la relación de tiempo en el arte, también, se

comprende el tiempo que nos impone el arte, por así decirlo, por ejemplo, uno no

dice que una persona hoy es joven y mañana es vieja, solamente se dice; la

persona se mira al espejo y dice “como estoy de viejo”.

Pasemos pues a algunas consideraciones en cuanto a juego, símbolo y fiesta en

el arte; empecemos por decir que el juego que además de su carácter como juego

nos ha mostrado la faceta antropológica y es como dice Gadamer “reconocer cual

es motivo antropológico más profundo que hay detrás y que da al juego humano, y

en particular al juego artístico, un carácter único frente a todas las formas de juego

de la naturaleza: otorga la permanencia”25.

Donde un símbolo es lo que se reconoce de algo, en el sentido griego, pero

también como el re-conocer, como conocer lo que ya se conoce y se alcanza a

captar la permanencia de lo fugitivo.

25
Ibíd. Pág. 113.
Y por último la fiesta es el lugar común que no lleva en su propio tiempo y

celebramos la experiencia del arte, que no es sino para quien participa.

Todo esto por salirnos al encuentro del arte con lo que enuncia y nos dice “va a la

ópera porque canta la Callas, no porque se representa esa ópera en concreto.

Comprendo que eso sea así. Pero afirmo que eso no le va a proporcionar ninguna

experiencia del arte”26.

26
Ibíd. Pág. 122.

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