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PALABRAS CLAVE
JUSTIFICACIÓN
Desde hace varias décadas, pero con especial fuerza a partir de los años 60, las
mujeres inician una revolución que busca cambiar el estatus de las mujeres en las
sociedades occidentales, permitiendo su inserción en roles considerados hasta entonces
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impiden el acceso de otras mujeres a posiciones similares, aun cuando puedan tener la
posibilidad de cambiar esta situación dada su ubicación privilegiada.
La discusión que plantea el movimiento feminista en torno al fenómeno,
consiste en poner de presente que la Abeja Reina adjudica solo a sus propios méritos el
éxito alcanzado, desconociendo que el sexo es un determinante social cuando se busca
acceder a posiciones de poder. En contravía del movimiento feminista, estas mujeres
insisten en que el problema es de naturaleza interna y no externa, oponiéndose así a
todo movimiento que busque el cambio social. Por esto, no están dispuestas a ahorrar a
otras mujeres los esfuerzos que ellas han tenido que hacer para alcanzar la posición que
ostentan y tratarán de garantizar su posición exclusiva dentro del medio, para mantener
los privilegios y el reconocimiento que de allí derivan (Hyde, 1995)..
Desde una concepción sociológica la Abeja Reina es vista como elegida por el
sistema para garantizar su supervivencia. En efecto, dado que el discurso feminista ha
permeado la sociedad occidental moderna y que sería insostenible mantener grupos
exclusivamente masculinos, pues incluso a nivel legal se han introducido normas que
exigen el reconocimiento de la igualdad a nivel de sexos y la necesidad y obligación de
garantizar la participación de las mujeres en el poder, los hombres se han visto
compelidos a incluir unas pocas mujeres para mostrar su “disposición al cambio”. Lo
importante es que las escogidas no representen una verdadera amenaza para el sistema
androcéntrico y patriarcal, y para ello buscan a mujeres que no estén interesadas en
permitir el ingreso de otras mujeres. Se dimensionan así como las mejores aliadas,
pues son la cuota que calma las exigencias que demanda el movimiento de género, pero
no menoscaban el orden establecido.
Según Moscovici, las Representaciones Sociales dan cuenta de una forma de
conocimiento específico, cuyos contenidos manifiestan una forma de pensamiento
social; de igual manera las representaciones sociales condensan un conjunto de
significados que permiten interpretar lo que sucede, los fenómenos e incluso a las
personas que nos rodean (Jodelet, 1984); Así mismo el conocimiento que poseemos del
mundo y que da elementos para interpretarlo, se construye a través de la experiencia
pero también de la información y tradición que es elaborada y transmitida socialmente
(Jodelet, 1984); resulta entonces de gran utilidad e interés para la psicología social
comprender las elaboraciones sociales que le han permitido a la Abeja Reina justificar
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sus acciones frente a las otras mujeres, lo cual se concreta en dichas representaciones
sociales frente a las mujeres en general.
Estas representaciones le permiten leer a las mujeres en un contexto
determinado y proyectarse a ella misma en ese contexto, con lo cual se podrá entender
que elementos tomó y cuales rechazó del discurso social, que le impide ser solidaria
con su propio género. Se pregunta entonces: ¿La abeja reina es conciente de ser
utilizada por el sistema androcéntrico para perpetuarse? ¿A que adjudica el éxito
propio y el fracaso de las otras mujeres? ¿Qué pasos tuvo que seguir para llegar a su
posición actual? ¿Qué cree ella que la diferencia de las demás mujeres? ¿Cómo ve a los
hombres? ¿Cómo entiende el poder? ¿Qué entiende por igualdad de géneros? ¿Qué
piensa del movimiento feminista? ¿Cómo evalúa los roles típicamente femeninos?
¿Cómo evalúan su desempeño en el hogar como madre y esposa?
¿Que representaciones sociales sobre las mujeres tiene la abeja reina, que le
permite entender el sistema como equilibrado y justo?
El interés por el tema de género ha llevado pues a la exploración del mismo
desde diferentes focos de estudio, teniendo la oportunidad de profundizar en temas
como la manifestación de las emociones, diferencias a nivel biológico y
comportamental, el manejo del lenguaje, la literatura femenina, pautas relacionales
entre hombres y mujeres (León, Barreto, Monroy, Murillo y Camargo, 2003). En una
revisión bibliográfica en que buscábamos acercarnos al fenómeno de la mujer y el
poder, específicamente a través del denominado techo de cristal, que impone a las
mujeres una barrera invisible para su ascenso laboral, encontramos el planteamiento de
un fenómeno que hasta el momento desconocíamos como tal, pero que en nuestra
cotidianidad habíamos identificado en personas cercanas.
Aunado a una sensibilidad especial por la causa femenina y evidenciado el alto
contenido manipulador del sistema patriarcal que escogía formas sutiles de
mantenimiento, surgió la necesidad imperiosa de entender que le permitía a estas
mujeres involucrarse en ese juego de intereses, y mantenerse indiferentes frente a las
necesidades de género. Así pues, desde nuestra subjetividad y con el interés concreto de
evitar en nuestra vida una compresión de la realidad en esos términos y de permear en
lo posible a quienes así lo permitan, buscamos entender en que punto las
representaciones sociales siguen perpetuando los esquemas patriarcales y cuales serían
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los nodos esenciales a intervenir para generar una dinámica de cambio real, que le
permita a la sociedad reformar y reconstruir los imaginarios que le sirven para leer y
dimensionar a las mujeres.
OBJETIVOS
GENERAL
Comprender las representaciones sociales que sobre las mujeres tiene la abeja
reina, que le permiten entender el sistema androcéntrico como equilibrado y justo.
ESPECÍFICOS
1. Entender las representaciones sociales de la Abeja Reina sobre el papel
que desempeñan las mujeres y los hombres en la sociedad.
2. Comprender la forma en que dimensiona el poder en hombres y mujeres,
y la utilidad que le atribuyen a este en el medio social.
3. Advertir la forma como concibe el éxito la Abeja Reina, y los medios
para llegar a él.
4. Evidenciar el valor que la Abeja Reina da a la familia y la forma en que
se dimensiona dentro de esta como esposa y madre.
5. Comprender los alcances que la Abeja Reina da a la Revolución
Feminista.
6. Entender la forma en que evalúa el sistema Androcéntrico.
MARCO CONCEPTUAL
sus conexiones. Ello hace que se presente una fluctuación constante en el sistema que
lo mantiene lejos del equilibrio, lo que a su vez facilita su transformación, de manera
que es el desequilibrio lo que le da coherencia al sistema. Si las fluctuaciones alcanzan
un nivel crítico, generan tal perturbación en el sistema que aumentan el número de sus
interacciones, lo cual a su vez demanda más energía. En este proceso, las partes
constituyentes del sistema se reorganizan y generan una estructura de orden superior
(Martinez Frío, 1997).
Así, podemos entender que el movimiento feminista introdujo una fluctuación
crítica, una entropía dentro del sistema androcéntrico, que lo obligó a generar nuevas
conexiones que permitieran su mantenimiento y consolidación, a través de la creación
de figuras sutiles como el de la Abeja Reina, que al permitir la entrada de unas pocas
mujeres a cargos de poder, dinamizo y reorganizo el orden social antes establecido,
pero sin afectarlo en su esencia.
La caracterización que los estudios existentes han hecho de la Abeja Reina,
demuestran que su comportamiento, contrario a lo que podría pensarse, es típicamente
femenino en su prosodia, cuidado y presentación personal, en su forma de interactuar
con los demás y por su puesto, en la gramática que utiliza. Se muestra como una madre
y esposa ejemplar, defendiendo ampliamente la institución familiar tradicional, a punto
de privilegiar el trabajo de su esposo sobre el suyo, y afirma que los hijos que no están
al cuidado de sus madres son inadaptados (Hyde, 1995).
El sistema androcéntrico escoge este tipo de mujer porque necesita dejar en
claro que ha permitido la entrada de una mujer -no de un pseudomacho- y la Abeja
Reina cumple su misión exagerando las características típicamente femeninas. En
este contexto la metacomunicación se postula como una herramienta indispensable para
comprender el valor de los mensajes que envía el sistema y la elegida. “La
metacomunicación generalmente es no verbal (como la que proviene de la expresión
facial, gestual, mímica, de la entonación, del contexto, etc.). Esta comunicación altera,
precisa, complementa y, sobre todo, ofrece el sentido o significado del mensaje”
(Martinez, 1997, Pag 149).
Por su parte, las antinomias del paradigma emergente, específicamente las de
Lenguaje-Realidad y Partes-todo, ponen de presente las limitantes que encontraremos
en el acercamiento a la compresión del fenómeno como sujetos de conocimiento. En
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Al respecto vale la pena destacar que existe un sinnúmero de estudios que buscan
establecer las diferencias reales entre hombres y mujeres, y que muchos ellos resultan
francamente contradictorios. Con el fin de hacer un análisis en conjunto de los
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Las investigaciones referenciadas en verdad dejan ver que, sin desconocer que
existen diferencias de tipo biológico y que no se pretende el reconocimiento de una
igualdad material, no existen razones para pensar que el desempeño en cualquier área,
difiera sustancialmente en uno y otro sexo. Cualquiera, dependiendo de sus
inclinaciones individuales, podría desempeñarse de manera satisfactoria en cualquier
campo. Es más una elección de tipo personal y en tal punto, lo que se evidencia, es la
necesidad de resignificar los roles considerados tradicionalmente femeninos, para que,
quien decida ejercerlos, no sea subvalorado socialmente.
obstáculo para que otras mujeres ocupen cargos de poder similares a los que ellas
ocupan. Son las denominadas Abejas Reina (Staines, 1974) (Hyde, 1995).
Estas mujeres no están dispuestas a ahorrar a las otras mujeres el camino que
ellas han tenido que recorrer para llegar a su posición. Desean conservar su posición de
exclusividad por los privilegios que de allí se derivan, lo cual las lleva a no ser
solidarias con el género. (García de León . 1999).
La Abeja Reina se caracteriza por desempeñar con especial esmero el papel que
socialmente le ha sido asignado a la mujer a nivel familiar, mostrándose incluso
defensiva y conservadora. Resalta la importancia del papel materno en el cuidado de
los hijos y privilegia las necesidades y la figuración de su esposo sobre ella misma
(Hyde, 1995). Adicionalmente, son mujeres que se muestran físicamente muy
femeninas, son atractivas, se esmeran en el cuidado de su apariencia (Staines, 1974) y
manejan un lenguaje verbal y no verbal típicamente femenino.
En cuanto al lenguaje verbal se ha dicho que para las mujeres hablar es como
pensar en común. “Se apoyan, se comprenden, aportan ideas, afirman la autoestima de
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por eso con facilidad interpretan el silencio masculino como una forma de agresión
(García, 2003).
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La información relativa a la comunicación verbal y no verbal en mujeres y hombres fue tomada
integralmente del artículo “La expresión Emocional. La conducta iracunda en hombres y mujeres”, de
autoría de León, Barreto, Monroy, Murillo, Camargo, 2003.
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Abeja Reina no es una figura que logre colarse en el sistema androcéntrico; es una
figura elegida por el sistema para permitir su subsistencia. En efecto, en una sociedad
permeada por el discurso feminista resulta prácticamente imposible el desconocimiento
de la mujer en el ámbito laboral, pues una exclusión radical pondría en evidencia los
mecanismos de dominación masculinos y soportaría una presión social que terminaría
por reventarlo. Así las cosas, es necesario dejar entrar unos pocos elementos que
neutralicen la presión, pero dichos elementos no deben representar un peligro real para
el sistema. Si así fuera no obtendría el respaldo, la solidaridad y aceptación del grupo
al que ingresa. De hecho, si en algún momento la solidaridad de la escogida dejara de
ser con los hombres y pasara a ser con sus congéneres, sería inmediatamente
reemplazada por otro elemento distractor que sí cumpla con sus exigencias.
Así, el pensamiento constituido acerca de las mujeres es anclado por estas y por
los hombres, de manera que pasa a ser un elemento constitutivo de su psique que se ve
reflejado en su actuación, y que termina volviéndose un verdadero constituyente o
reforzador del sistema que determinó esa distribución de roles.
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METÓDICA
DISCUSION DE RESULTADOS
Afirma también que las mujeres manejan un alto grado de dependencia, sobre
todo a nivel económico, dependencia producto de su inseguridad y falta de autonomía,
“El último obstáculo pero el más importante: la mujer es la peor enemiga de ella
misma, porque siempre piensa que no es capaz, piensa que el marido o el novio
tienen que apoyarla, sino está acompañada no puede”. Para la Abeja Reina las
mujeres se preocupan demasiado por aspectos irrelevantes, que no le permiten
centrarse en asuntos realmente importantes; esto hace que trabajar con las mujeres sea
muy difícil, pues no alcanzan a prever los problemas que se pueden presentar,
problemas además típicamente femeninos “Una mujer ejecutiva, citarla a junta a las
siete de la mañana en las regionales, no se puede, no llega, que dejo los zapatos
que le combinan con el bolso, que no abrieron el salón de belleza”.
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La Abeja Reina, no puede irse contra el sistema que le ofrece tantos privilegios y
por ello debe respaldarlo y procurar su mantenimiento. La entrada de nuevas mujeres
la despojaría de su lugar preferencial. “Por eso es que yo digo, niñas, el peor enemigo
de ustedes son ustedes mismas, no le echen la culpa al sistema, ni a sus papás. El
que quiere ser es, por encima de todas las circunstancias”. El problema por lo tanto
no es del sistema, es de carencia de condiciones individuales, condiciones que ella si
posee.
Todo esto que parece contradictorio en verdad no lo es, pues la Abeja Reina
debe ser una representante de las mujeres para que cumpla su objetivo de reorganizar el
sistema abierto, calmando las demandas que impone el movimiento feminista. Ella
debe por tanto realzar lo femenino que en ella se destaca y que además la convierte en
objeto de halagos permanentes. Si fuera una mujer que pareciera un hombre no tendría
el impacto reorganizador que se le atribuye. Pero cuando la Abeja Reina se ve
enfrentada a una disonancia, para resolverla, acudirá a privilegiar sobre la familia, el
campo laboral, “Si una hija mía tuviera que escoger, entre quedarse con los hijos, y
salir a trabajar, yo le diría que saliera, es mucho mejor legado para los hijos y no
quedarse embruteciéndose en el lavadero”.
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CONCLUSIONES
cambio real si la mujer quiere hacerlo y es claro, para la Abeja Reina, que las mujeres
no han hecho nada al respecto, pues no cuentan ni con la seguridad en si mismas, ni con
la independencia económica que se requiere para generar tal cambio.
Solo unas pocas mujeres, como la Abeja Reina, que han contado con una
formación privilegiada, que poseen características individuales superiores y que tienen
una gran seguridad en si mismas, según ella, pueden aspirar y acceder al poder; sin
embargo, no por ello dejan de mostrarse como mujeres muy femeninas, excelentes
esposas y madres. Al ser pocas las mujeres que llegan a estos cargos de poder a los
que solo los hombres tenían acceso, el reconocimiento que por ello reciben es alto.
Dadas estas condiciones la Abeja Reina percibe el sistema androcéntrico como justo,
abierto y equilibrado y a los hombres como facilitadores en el proceso de ascenso
hacia el poder.
Por otra parte, la Abeja Reina desconoce los cambios que a través de la
revolución feminista se han gestado, y por el contrario la entiende como una revolución
sin objetivos claros, que no comprende el verdadero valor de la feminidad, feminidad
que la ha ayudado a permanecer en el lugar de privilegio en el que se encuentra.
APORTES Y RECOMENDACIONES
Reina frente a su rol, las disonancias que se pueden presentar en ella a nivel emocional,
las representaciones sociales que tienen otras mujeres y hombres sobre ella y las
incidencias en campos laborales específicos por su presencia. Toda vez que la
entrevista fue la técnica utilizada dentro de la investigación para obtener información,
es importante tener en cuenta que desde la antinomia del paradigma emergente
Lenguaje-Realidad, se hace evidente que, al comprender la realidad de la Abeja Reina
desde sus discursos, existe una limitación mediada por el lenguaje y realidades ya
existentes, no solo para quien dio a conocer su vivencia, sino para el investigador, que
haciendo uso de el mismo lenguaje interpreto las narrativas. Por tanto, estrategias de la
investigación cualitativa como la observación participante, permitiría en próximas
investigaciones un mayor acercamiento al sujeto, desde donde se pueda observar no
solo la narrativa de la persona, sino su interacción con el entorno, la forma en que
soluciona los problemas cotidianos y como se relaciona con otras mujeres y hombres.
CITAS
(2) Tavriz Staines fue quien introdujo en 1974 el término de Abeja Reina y
quien lo planteó como un síndrome.
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REFERENCIAS DOCUMENTALES
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dilema de los métodos. Editorial Norma. Bogotá. Pags 69-81
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VALCARCEL, Amelia, (1991) Sexo Y Filosofia. Sobre "Mujer" Y "Poder" (p. 47-52)
Editorial Anthropos, España.