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El Poder de la Lengua
Santiago 3:4 Mirad también las naves; aunque son tan grandes e impulsadas por fuertes vientos, son, sin embargo,
dirigidas mediante un timón muy pequeño por donde la voluntad del piloto quiere. 5 Así también la lengua es un miembro
pequeño, y sin embargo, se jacta de grandes cosas. Mirad, ¡qué gran bosque se incendia con tan pequeño fuego! 6 Y la
lengua es un fuego, un mundo de iniquidad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, la cual contamina todo
el cuerpo, es encendida por el infierno e inflama el curso de nuestra vida. 7 Porque todo género de fieras y de aves, de
reptiles y de animales marinos, se puede domar y ha sido domado por el género humano, 8 pero ningún hombre puede
domar la lengua; es un mal turbulento y lleno de veneno mortal. 9 Con ella bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con
ella maldecimos a los hombres, que han sido hechos a la imagen de Dios; 10 de la misma boca proceden bendición y
maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
Hay tres cosas malas que son sinónimas y que son originadas por la lengua:
1. Difamar: Desacreditar a alguien, de palabra o por escrito, publicando algo contra su buena opinión y fama.
2. Calumniar: Decir que alguien dijo algo que realmente no dijo.
3. Chismear: Comentario con que generalmente se pretende indisponer a unas personas con otras, es decir
poner contienda.
La Biblia nos declara que no debemos hacer casos de las malas lenguas, es decir de los que difaman,
calumnian, o chismean:
DHH Pro 17:4 El malvado y el mentiroso hacen caso de las malas lenguas.
La realidad es que en nosotros hay maldad por causa de la naturaleza caída, por eso somos
fácilmente atraídos a hablar y escuchar malas cosas.
Amado, no hay uno que alguna vez no haya participado en un chisme, la escritura nos dice que es “un deleite”
el chismear, y como dicen algunos “No me gusta el chisme pero me entretiene”:
Los programas sensacionalistas, los programas de chismes son los de mayor audiencia en la televisión
mundial, el mundo corre tras la calumnia, la difamación y el chisme, es algo normal el hablar mal de los
demás, eso es noticia para ellos.
La primera parte del verso anterior nos dice que es como una golosina es algo sabroso de “comer”, miremos
algunos ejemplos:
Los programas sensacionalistas, los programas de chismes son los de mayor audiencia en la televisión
mundial, el mundo corre tras la calumnia, la difamación y el chisme, es algo normal el hablar mal de los
demás, eso es noticia para ellos. A algún hermano le aconteció algún problema, uno quiere saber que
paso, o cuando no vemos algún hermano aparecen las malas lenguas diciendo que anda en el mundo,
que cayó en pecado, que esta amargado, etc.
El pastor no va a estar unos días y ya todos queremos saber que pasa, para donde va, y empiezan a
chismear y a decir “mira como sale, a saber cuanto gastara en cada viaje”.
En las empresas cuando se escucha que van a ascender o que van a despedir gente, todos se vuelcan
al chisme, y algunas veces a la difamación con tal de obtener beneficios.
En el mundo todos quieren saber lo que pasa para poder alimentar sus malos deseos de hablar mal, de
chismear, de participar de las calumnias, esto es la golosina de ellos.
Pero tristemente no solo en el mundo, todos hemos participado de esta golosina más de alguna vez, la Biblia
nos lo dice claramente:
Eclesiastés 7:20 “Sin embargo, no hay nadie en la tierra tan perfecto que haga siempre el bien y nunca
peque. 21 No hagas caso de todo lo que se dice, y así no oirás cuando tu siervo hable mal de ti. 22 Aunque
también tú, y lo sabes muy bien, muchas veces has hablado mal de otros”.
Pero el que todos lo hayamos hecho solamente refleja la facilidad con que podemos caer en ese pecado, pero
no debemos seguir así, lo que uno siembre eso cosechará.
La segunda parte del verso de Prov. 26:22 nos dice que “el chisme cala a lo mas profundo, trae graves
consecuencias (contiendas, divisiones, contaminaciones, etc.) algunos que cuentan sus cosas personales a
personas chismosas, pero la Biblia nos advierte “DHH Pro 20:19 El chismoso no sabe guardar un secreto, así
que no te juntes con gente chismosa.”.
Es orden del Señor que no seamos difamadores: Lev 19:16 “No andes difamando entre los tuyos…”, y también
nos advierte las consecuencias de ser malas lenguas: Salmo 50:19 “Das rienda suelta a tu boca para el mal, y
tu lengua trama engaño. 20 Te sientas y hablas contra tu hermano; al hijo de tu propia madre calumnias. 21
Estas cosas has hecho, y yo he guardado silencio; pensaste que yo era tal como tú; pero te reprenderé, y
delante de tus ojos expondré tus delitos”.
1. La incredulidad
Recuerda a los 10 espías que hablaron mal de las promesas de Dios, así como la serpiente difamaron a Dios
pues dieron mal informe al pueblo:
Números 13:30 “Entonces Caleb calmó al pueblo delante de Moisés, y dijo: Debemos ciertamente subir y
tomar posesión de ella, porque sin duda la conquistaremos. 31 Pero los hombres que habían subido con él
dijeron: No podemos subir contra ese pueblo, porque es más fuerte que nosotros. 32 Y dieron un mal
Las malas lenguas no verán la vida en abundancia, morirán postrados en el desierto, y también los que los
escuchan.
Recuerde que las malas lenguas causan división y separan aun a los mejores amigos, y hasta los hermanos,
pues los hermanos de José hablaron mal de él, dijeron que era un esclavo y lo vendieron como tal. El querer
tener lo que otro tiene nos puede hacer calumniar para obtenerlo.
“La mala lengua de la cabeza llega hasta el borde de las vestiduras”, y no solo la mala lengua sino el hecho de
Pastor: Gilberto Hernandez Ch. 8 Las Malas Lenguas
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Jezabel La Calumniadora
1 Reyes 21:5 Pero Jezabel su mujer se acercó a él, y le dijo: ¿Por qué está tu espíritu tan decaído que no
comes? 6 Entonces él le respondió: Porque le hablé a Nabot de Jezreel, y le dije: "Dame tu viña por dinero; o,
si prefieres, te daré una viña en su lugar." Pero él dijo: "No te daré mi viña." 7 Su mujer Jezabel le dijo: ¿No
reinas ahora sobre Israel? Levántate, come, y alégrese tu corazón. Yo te daré la viña de Nabot de Jezreel. 8 Y
ella escribió cartas en nombre de Acab, las selló con su sello y envió las cartas a los ancianos y a
los nobles que vivían en la ciudad con Nabot. 9 Y escribió en las cartas, diciendo: Proclamad ayuno
y sentad a Nabot a la cabeza del pueblo. 10 Sentad a dos hombres malvados delante de él que
testifiquen contra él, diciendo: "Tú has blasfemado a Dios y al rey". Entonces sacadlo y apedreadlo
para que muera. 11 Los hombres de su ciudad, los ancianos y los nobles que vivían en su ciudad, hicieron como
Jezabel les había mandado, tal como estaba escrito en las cartas que ella les había enviado. 12 Proclamaron
ayuno y sentaron a Nabot a la cabeza del pueblo. 13 Entonces entraron los dos hombres malvados y se
sentaron delante de él; y los dos hombres malvados testificaron contra él, es decir, contra Nabot
delante del pueblo, diciendo: Nabot ha blasfemado a Dios y al rey. Y lo llevaron fuera de la ciudad,
lo apedrearon y murió. 14 Después enviaron un mensaje a Jezabel, diciendo: Nabot ha sido
apedreado y ha muerto.
Nabot fue muerto por la calumnia de los hombres malvados que contrato Jezabel, pero igualmente ella fue
muerta después, lo que uno siembre eso cosecha. La escritura declara en Éxodo 23:1 “No propagarás falso
rumor; no te concertarás con el impío para ser testigo falso”.
2 Reyes 9:36 “Entonces, volvieron y se lo hicieron saber. Y él dijo: Ésta es la palabra que el SEÑOR había
hablado por medio de su siervo Elías tisbita, diciendo: "En la parcela de Jezreel los perros comerán la carne de
Jezabel; 37 y el cadáver de Jezabel será como estiércol sobre la superficie del campo en la parcela de Jezreel,
para que no puedan decir: 'Ésta es Jezabel.'"
Hay personas que difaman y calumnian para obtener lo que otro tiene, en los trabajos (puestos), en la Iglesia
(privilegio s), etc.
Otros se prestan a ser falsos testigos porque les pagan, es decir se venden para dar palabras falsas como el
caso de los que habían ido a hablarle al pueblo en tiempos de la restauración Nehemías 6:12 “Entonces me di
cuenta de que ciertamente Dios no lo había enviado, sino que había dicho su profecía contra mí porque Tobías
y Sanbalat le habían pagado. 13 Le pagaron por esta razón, para que yo me atemorizara y obrara de esa
manera y pecara, y ellos tuvieran un mal informe de mí y pudieran reprocharme.”
Ellos buscan lo mismo que todos los malas lenguas, ponernos en problemas.
Salmo 15:3 “nos dice que para habitar en la presencia de Dios no debemos ser calumniadores, sino hablar
verdad en nuestro corazón.
3. El egoísmo
(Ester 3:8) Aman fue egoísta pues no quería que viviera el pueblo de Israel, lo odiaba y lo difamó delante del
Rey Asuero diciendo que no respetaban las leyes y que mejor se decretara su muerte, pero finalmente el
muerto fue él y en la misma horca que había hecho allí lo colgaron.
4. El rencor
Cuando no podemos perdonar completamente a alguien somos fácilmente movidos a hablar mal de él, ya sea
porque no recibimos lo que queríamos o porque nos hicieron algo malo, el rencor nos hace actuar en venganza
y nos mueve a difamar, calumniar o chismear de alguien como lo hizo la esposa de Potifar con José, como él no
quiso acostarse con ella, ella habló mal de él, en otros casos el rencor, el odio nos hace ver las acciones de los
demás como malas intencionadas como el caso que nos narra 2 Samuel 10:1: veamos:
5. La Altivez
Salmos 101:5 “Destruiré al que en secreto calumnia a su prójimo; no toleraré al de ojos altaneros y de
corazón arrogante”.
La altivez va muy relacionada a las malas lenguas, el orgullo y la altivez del hombre son un combustible potente
que impulsa estas malas actitudes, cuando uno no quiere reconocer sus errores, cuando uno no quiere
reconocer las virtudes de otro, cuando no queremos aceptar lo que otro nos dice teniendo la razón, buscamos
respuestas para difamar a fin de que no mostremos nuestra debilidad, como lo hacían los fariseos de Juan el
Bautista y del Señor Jesús:
Lucas 7:30 “Pero los fariseos y los intérpretes de la ley rechazaron los propósitos de Dios para con ellos,
al no ser bautizados por Juan. 31 ¿A qué, entonces, compararé los hombres de esta generación, y a qué son
semejantes? 32 Son semejantes a los muchachos que se sientan en la plaza y se llaman unos a otros, y dicen:
“Os tocamos la flauta, y no bailasteis; entonamos endechas, y no llorasteis.” 33 Porque ha venido Juan el
Bautista, que no come pan, ni bebe vino, y vosotros decís: “Tiene un demonio”.
Del Señor decían que por Belcebú echaba fuera los demonios, que era hijo de fornicacion, que extraviaba a la
gente, en fin lo difamaban, y también lo calumniaban diciendo que el hablaba cosas malas de Dios, que
blasfemaba, todo por no reconocer su condición de pecadores, así encontramos a muchos judíos que en su
soberbia de no reconocer que estaban mal difamaban a los Apóstoles y agitaban las multitudes para que los
persiguieran y mataran como le paso al Apóstol Pablo en Listra que fue apedreado, hay un punto importante en
esto, muchos difamaban porque eso hacia la mayoría, así nosotros a veces porque escuchamos algo malo de
alguien lo creemos y nos unimos a los difamadores, pero la palabra nos dice que no debe ser así:
Éxodo 23:2 “No seguirás a la multitud para hacer el mal, ni testificarás en un pleito inclinándote a la multitud
para pervertir la justicia”.
Cuantos se unieron a la multitud en el juicio contra el Señor Jesús, cuantos lo difamaron, cuantos fueron
testigos falsos, cuantos arrastrados hablaron mal de él y finalmente recibieron su merecido, años y años de
persecución, cuidado! No repitamos lo que otro habla mal aunque nos conste, la altivez es un
combustible potente para hablar mal, el caso de Diotrefes que no quería recibir a los “enviados” en cambio
hablaba mal de ellos, pero vemos que había altivez en él, pues quería los primeros lugares:
3 Juan 1:9 “Escribí algo a la iglesia, pero Diótrefes, a quien le gusta ser el primero entre ellos, no acepta
lo que decimos. 10 Por esta razón, si voy, llamaré la atención a las obras que hace, acusándonos injustamente
con palabras maliciosas; y no satisfecho con esto, él mismo no recibe a los hermanos, se lo prohíbe a los que
quieren hacerlo y los expulsa de la iglesia”.
Resumen
La lengua es un fuego, un mundo de iniquidad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, la
Pastor: Gilberto Hernandez Ch. 8 Las Malas Lenguas
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cual contamina todo el cuerpo, es encendida por el infierno e inflama el curso de nuestra
vida
Para nuestra carne es sabroso el hablar mal de los demás, “DHH Pro 26:22 Los chismes son como
golosinas, pero calan hasta lo más profundo.”
Las malas lenguas ocasionan contiendas que destruyen las familias, las congregaciones, los trabajos,
todo donde se les da lugar “El hombre perverso provoca contiendas, y el chismoso separa a los mejores
amigos”
El Espíritu de Serpiente es andar difamando a otros, andar hablando mal de otros, andar poniendo en mal a
los demás, los Mala Lengua no verán días buenos.
1 Pedro 3:10 “Pues EL QUE QUIERE AMAR LA VIDA Y VER DÍAS BUENOS, REFRENE SU LENGUA DEL MAL
Y SUS LABIOS NO HABLEN ENGAÑO”.
Proverbios 26:20 “donde no hay chismoso, se calma la contienda”.
Debemos enfrentar a los malas lenguas, y luego de dos o tres amonestaciones, desecharlo sabiendo que anda
contaminando a toda la congregación.
Los combustibles de las malas lenguas:
1. La incredulidad
2. Las envidias
3. El egoísmo
4. El rencor
5. La altivez
Ningún hombre puede domar la lengua, pero Dios si, pidámosle un guarda en nuestra boca para
no pecar con nuestra lengua.