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PROYECTO NACIONAL

En esta época de inicio de campaña las diferentes opciones políticas inician sus
actividades y entre ellas se destaca lo referente a la forma en que se pretende
solucionar los problemas nacionales siendo característica la presentación de los planes
de gobierno donde se plantean sus mágicas soluciones a la problemática actual.

Este es el momento propicio para iniciar una serie de documentos donde se


pretende analizar y discutir diferentes aspectos de la vida política nacional y para ello
iniciaremos con un acercamiento teórico al tema del proyecto nacional que enmarcado
dentro de una estrategia nacional que permita hacer posible el logro de los objetivos
nacionales, a fin de alcanzar el bienestar general y la seguridad integral como
expresión del desarrollo nacional.

El Proyecto Nacional es el paso fundamental para la concepción multidimensional


del futuro, presenta y desarrolla la visión de la nación que proyectamos; fundamenta y
formaliza las leyes primordiales que necesitamos y básicamente es un plan de
desarrollo para el país, tiene sustento político, económico, social, militar y de todos
aquellos aspectos que influyan en el mismo; sin embargo, la adecuación a la realidad
es esencialmente lo que determinará el éxito o el fracaso del mismo.

El Proyecto Nacional, debe surgir del consenso y consentimiento de los diversos


grupos sociales, acerca de cómo solucionarán los conflictos, de los valores que definen
a una nación y de los objetivos comunes que en un plazo generacional busca alcanzar,
como tarea común de todos los que viven en un territorio.

La aceptación y ejecución de un Proyecto Nacional, no implica que haya


unanimidad, porque ello no es democrático; sí implica que haya consenso como
primera condición y consentimiento como condición secundaria. Indesligablemente la
política gira en un continuo conflicto-consenso, por lo cual el consenso implica acuerdo
y el consentimiento en permitir que ese consenso sea hecho efectivo en la acción de
gobierno que incluye a la oposición.

La Política Nacional señala las tareas por realizar, en tanto que la Estrategia
Nacional nos señala cómo, quien y con qué medios se van a realizar las tareas que la
política señala y que son consecuencia de los objetivos nacionales.

En Guatemala sostenemos un sistema político donde los valores democráticos son


los que mueven la acción política y por ello el poder está disperso en una serie de
actores que lo conforman.

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De allí, se desprende que un Proyecto Nacional, para ser tal, debe conciliar tres
ejes: la representación electoral, el proceso público de decisión y la opinión
pública.

La característica principal de un sistema electoral es convertir votos en escaños, y


sobre todo, convertir los votos en decisión. Los votos se convierten en decisión
indirectamente, ya que el elector al escoger a un candidato, no escoge como la doctrina
tradicional jurídica argumenta a un representante de éste; sino que escoge a una
persona que tomará decisiones por el elector. La categoría empírica de la elección,
implica pues decidir quién va decidir por uno, y no quien me va representar.

Al comprender lo anterior sabemos que todo proyecto nacional debe responder a


una decisión política por excelencia, y que esta debe ser respaldada por la legitimación
que le otorga la opinión pública.

Pero esta decisión política, implica insertarla en la estructura administrativa del


Estado, como parte del proceso público de decisión y en las dos estructuras de la
misma. La primera estructura formal de decisión es el continuo debate Gubernamental
mayoría-oposición en búsqueda de un acuerdo que permita la decisión política con
legitimación.

La segunda estructura, se refiere a la estructura informal de decisión; aquí es donde


se integra al gobierno con las demandas sociales surgidas de los diversos grupos de
presión que en una sociedad pugnan por mantener o incrementar sus privilegios. Allí,
está la tarea del gobernante, conciliar y equilibrar lo mejor posible, tantas demandas
sociales y darles la mejor respuesta de acuerdo a la capacidad del país.

Y siempre debe considerarse a la opinión pública, este es un concepto


eminentemente político, ya que se refiere a los acontecimientos en torno a la política.
Allí, está en principio y el fin del círculo, ya que en un proceso de retroalimentación sólo
una decisión política será efectiva si la opinión pública (que no significa
unanimidad) tiene una actitud-opinión favorable o por lo menos neutra.

Otro aspecto importante del proyecto nacional es que debe establecer la estrategia
para alcanzar los objetivos planteados es decir el cómo lograr alcanzar los mismos y
los medios con que se cuenta y para ello es importante determinar el poder y el
potencial de un país para que este proyecto sea congruente con los recursos
disponibles o que se puedan obtener en un margen razonable de tiempo y no quede
únicamente como un sueño repleto de buenas intenciones.

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De ello surge pues, la extensión, alcance y las cuestiones de decisión
gubernamental y representación electoral. Guatemala no necesita el plan de gobierno
de “X” o de “Y” si no más que eso necesita de un Proyecto Nacional que permita
solucionar los diferentes problemas del País que reconozca y promueva que el recurso
mayor de la nación procede de sus recursos humanos y de la energía que difunden así
como exaltando las virtudes de nuestra heterogeneidad nacional y promoviendo los
propósitos comunes de seguridad y desarrollo y este será tal, no sólo porque exprese
la consecución de objetivos nacionales (consenso), sino porque se articulen
operativamente, decisión, opinión y consentimiento de todos los guatemaltecos para
alcanzar la Guatemala que todos anhelamos.

Jorge Maynor Lainfiesta

BIBLIOGRAFIA

CASTAÑEDA CASTRO (2005), Apuntes sobre Teoría de la Estrategia, Publicación


Electrónica, disponible http://www.politikaperu.org/articulos/doc.asp?id=15, consulta
Febrero 2011.

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