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1 RIVEROS Juanita, testimonio al recordar la toma de casa de la Población “Aníbal Pinto” encabezada por
el Diputado Mario Palestro en 1954. Citada en Aquí Hacemos Historia: Crónicas y relatos de San Joaquín,
Santiago de Chile, 1995, pág. 9
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POLITICA HABITACIONAL CHILENA: ASÍ SE CONSTRUYÓ LA HISTORIA
Estado, aún cuando ella se gesta a partir de demandas y conflictos en un proceso que va
De todas las demandas, pareciera ser que la vivienda es la que ha levantado más bande-
ras, y aún cuando su actual definición apunta a señalarla como un bien, transable en el
asumir su fuerte cariz movilizador podría acercarnos a identificar esas formas visibles e
invisibles que hacen que la solución al problema habitacional trascienda la expresión ma-
Teniendo en cuenta que el tiempo que nos toca vivir e interpretar es un tiempo de seres
cambio un residuo deseado pero imperceptible, revisar el camino recorrido con la mirada
...el punto de partida de este trabajo se infiere con simpleza: no es en el discurso sino en
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1. Orígenes, acentos, y definiciones:
La ley 1.838 de Habitaciones Obreras (20.02.1906) aparece como la normativa que dio
Nace e
Las formas de acceso a la vivienda de los sectores pobres de la época se restringían fun-
los cuales eran expulsados progresivamente conforme la extensión del área céntrica, y un
sistema (carente de regulación) de arriendo por piso (sitio). El enfoque del problema era
higienista: “buscaba eliminar los tugurios para seguridad de los vecindarios que podrían
da con la necesidad de garantizar una estabilidad social señalando que “no hay medio
más eficaz para desarrollar en el pueblo el espíritu conservador, para hacerlo partidario
del orden y estabilidades sociales, que hacerlo propietario”4, la Ley de Habitaciones
oferta) por sobre la acción del Estado en la resolución de las apremiantes condiciones de
A pesar de sus franquicias y la generación de una cierta oferta habitacional estatal para
arriendo o venta, el volúmen de soluciones materializadas al amparo de esta Ley fue insu-
2 Cf.; ESPINOZA, Vicente, Para una Historia de los Pobres de la Ciudad, Chile, Ediciones Sur, 1988.
3 MAC DONALD, Joan y otros, Vivienda Social: Reflexiones y experiencias, Chile, Corporación de Promoción
Universitaria, 1983, pág.5
4
ficiente para atender la falta de vivienda y en consecuencia frenar el movimiento social.
tada en la explotación del salitre; busca protestar contra la carestía de los arriendos y es-
pecialmente generar una cierta negociación con los arrendadores y con el gobierno. Los
dades de pago a los morosos y la suspensión de los lanzamientos por parte de sus opo-
fin del uso de la fuerza pública en los lanzamientos. Sus primeras actividades se redujeron
dad de que se aprobara una ley de impuestos a la renta y figura como detonante del
constituir una forma de presión mayor que el de los mítines, el pliego de peticiones de
ma del conventillo, determinando que las características y resultados del movimiento fue-
“El año 1925, los arrendatarios a lo largo del país dejaron de pagar sus arriendos durante
seis meses, en protesta por el alza de los cánones. El gobierno intentó encauzar el conflic-
4 ARAGON E. “Las Habitaciones de los Obreros”, Memoria de Prueba, Universidad de Chile, Facultad de
5
to a través de los Tribunales de la Vivienda, mientras algunos sectores políticos buscaban
ciudadano. Su presencia a la vez que asalto al orden, tenía rasgos de reivindicación más
En efecto, el movimiento generado ya en 1924 tenía como punto de partida el alza del
alquiler, pero sus objetivos apuntaban a ligar el problema puntual al deterioro de todos
de los arriendos, lo que trasciende la definición impuesta al problema desde fines del siglo
aceleró la promulgación del D.L Nº 261 del 19 de Febrero de 1925 sobre arrendamientos
conocida como Ley de la Vivienda. Esta Ley establecía la creación de los Tribunales de la
rebaja de arriendos para cierto tipo de habitaciones, lo que no expresaba los intereses ni
de los arrendatarios que pedían una rebaja general de los arriendos, ni de los propietarios
que no querían ningún tipo de rebajas. Los arrendatarios, estaban decididos a llevar a la
habitaciones, en tanto los propietarios al ver amenazados sus intereses decidieron organi-
marcos preestablecidos.
Derecho, Santiago, Imprenta Cervantes Año 1900, citado por Vicente Espinoza, Ob. cit. pág. 36
5 ESPINOZA, Vicente; ob cit. pág. 80
6
En particular, la Dictadura de Carlos Ibáñez del Campo que gobernó al país entre el año
1927 a 1931 marcó las actuaciones que se venían desarrollando, generando una gran
desmovilización.
Don Carlos Ibáñez del Campo emergió a la vida pública y política el año 1924, a partir
del movimiento militar de esa fecha conocido como el incidente del “ruido de sables”7.
través de las leyes”8 A modo de ejemplo, se incluye el siguiente texto que da cuenta de las
“solicitar de V.E. que os dignéis , si lo tenéis a bien, decretar una ley de emergencia
que declare la moratoria en los cánones de arriendo (inferiores a 250 pesos) mien-
tras dure la crisis, si el empleado u obrero justifica fehacientemente que está cesan-
te”9.
En este período se promulga la Ley Nº 308 del 17 de Marzo de 1925 que crea el Consejo
la Ley 1.838; este D.L tomó medidas para incentivar la construcción en sitios eriazos de
radios urbanos, reedificación de las viviendas demolidas por insalubres y declaró de utili-
dad pública los terrenos necesarios para la edificación, higienización o ensanche de las
poblaciones que se acogieran a ella; el D.F.L Nº 1.340 del 10 de Octubre de 1930 que au-
Particulares, la Ley Nº 4.931 (06.02.1931) que crea la Junta de Habitación Popular, el D.F.L
Nº 33 del 08 de Abril de 1931 que crea la Junta Central de Habitación Popular y establece
zada por Marmaduque Grove y el gobierno de Carlos Dávila, los cuales buscaban mayor
zado a los arrendatarios del conflicto inmediato mediante el establecimiento de una mo-
ratoria de pagos por parte del gobierno, aparecieron en el escenario las organizaciones
principal reivindicación era la puesta en vigencia del D.L. 33 que los llevó a constituir el
Frente Nacional de afectos a la Ley 33, que en estricto rigor eran un grupo de personas
sitio a plazo, dejando el predio hipotecado como garantía: “En su conjunto dicha legisla-
ción pueden catalogarse como las leyes de Fomento de Edificación Obrera y se insertarían
Durante la década del 40 el esquema económico asumido por el país tendió a aumentar
Reconstrucción y Auxilio, esta última a fin de auxiliar en forma inmediata las provincias
tuciones de ahorro del país, préstamos destinados a construir viviendas populares, de pre-
Hacia 1940 el problema de la vivienda continuaba presentado en relación con los pro-
8
ciones insalubres correspondientes a viviendas colectivas de tipo conventillo, a las conse-
llampas.
datarios a través de los precios; el control institucional de los cánones de arriendo residía
del 31.08.32) por el Presidente Carlos Dávila. Su mayor auge y operatividad se lograría con
el ascenso del Frente Popular actuando como defensor de los derechos de los sectores
te). Las actuaciones de este Organismo se transformaba en una amenaza para los propie-
tarios ligada a la imposibilidad de cobrar precios más altos que los fijados, generando
Emergencia y la Ley 9.135 (30.10.1948) Ley Pereira. Esta Ley constituía un fuerte estímulo
exenciones para la edificación de viviendas que cumplieran con ciertas condiciones má-
los sectores más populares que continuarían engrosando los cordones de miseria en po-
10 HIDALGO, Rodrigo, “El papel de las leyes de Fomento de la edificación obrera y la caja de la habitación
en la política de vivienda social en Chile, 1931-1952”, en Boletín INVI Nº39, Volumen 15:92 a 120. Mayo Año
2000, pág. 94
9
El Período 1952 a 1964 se caracteriza por la formación de la Corporación de la Vivienda
(CORVI) y la formulación de los primeros planes de largo plazo para la solución del pro-
blema habitacional desde una perspectiva centralizada y planificada que sitúa al Estado
ciones construidas por el sector público, una revisión retrospectiva de la época da cuen-
fuera de ella. En el primer caso figuran empresas que actuaron como agentes productores
vecinos; como ejemplos del movimiento social ubicadas fuera del sistema de acceso es-
tablecido figuran la toma de casas vacías organizada por Mario Palestro en la Población
Aníbal Pinto y las tomas organizadas de terrenos que dieron origen a la construcción de
diversas poblaciones del gran Santiago, se menciona aquí la toma de la Victoria, todos
con nombre y todo. Para los empresarios construir una población cerca era una
blación que lleva aún conserva su nombre. Testimonios de sus pobladores señalan
que “ La población empezó con unas cuarenta (casas) que estaban destinadas
para obreros y empleados competentes, con antigüedad y con hijos, pues así se les
subía el puntaje. Las empresas estaban cerca de las casas”13. La población se con-
solidó con el esfuerzo de sus pobladores y el apoyo de la empresa que le dio ori-
gen.
11 ALLENDE, Salvador, La realidad médico social chilena, Santiago, Imprenta Lautaro, 1939, citado en Espi-
noza Vicente, pág 197, Obr. cit.
12 Testimonio de Isabel Figueroa, Población Madeco - Mademsa, Aquí Hacemos Historia, pág. 53 Ob. cit.
13 Testimonio de Dumilda y Soila Herrera F, 73 y 75 años, en Aquí hacemos Historia pág. 63. Ob. cit
10
2.2.- La Cooperativa ejemplo de organización:
terrenos y organizaron una cooperativa que llegó a tener 400 socios . Por Decreto
rectorio provisorio que dio paso a una estructura definitiva en la forma de un Di-
ción de organización (40 años) dentro de los cuales figuran la adquisición de terre-
venta de los sitios y casas construidas, así como la realización de “todas las opera-
ridad Social.
El resultado del impulso dado por Dávila y Vega se materializó en una población
varios años en terminar nuestra vivienda que consiste de un piso y medio bastante
sólida, todo esto con nuestros propios esfuerzos. Esto que cuento yo se repite en
todos los vecinos que construyeron por cuenta propia, con muchas privaciones
porque en ese tiempo no había ayuda de ninguna parte. En ese entonces éramos
das”14.
14 Testimonio de Hernán Silva en Aquí Hacemos Historia: Crónicas y relatos de San Joaquín, pág. 75 Ob. cit
11
“La población Aníbal Pinto es una clara muestra que para la gente pobre se pue-
de dar lo mínimo, casi cualquier cosa. Se parte de la base que antes de ofrecerles
casas mejores, ellos vivían peor en las llamadas poblaciones “Callampas”, así ellos
debieran contentarse con las nuevas viviendas ... Las casas entregadas eran pe-
queñas de 3*3 cada pieza y un baño de 1*1. No había agua ni luz, ni piso, ni cielo
ni estuco ni cierre de calles. Era una casa denominada mínimo ampliable. Lo cierto
que todo era muy mínimo, demasiado diríamos, para una familia con hijos. Cuan-
paredes y un techo”15
Eran 360 casas las que conformaban la población Aníbal Pinto, cincuenta de ellas
fueron tomadas por un grupo de pobladores que, apoyados por el Diputado Mario
ra las casas pero eran insuficientes y eran repartidas entre ciertas personas, al pare-
cer con criterios no muy democráticos. Por eso el combativo diputado socialista
Las familias que dieron origen a esta población provenían de un asentamiento ca-
nas17 que permanecieron en el lugar entre los años 1947 y 1957, en condiciones de
tor La Feria que le habían sido prometidos por el gobierno. A dicha ocupación se
15 Testimonio de Luis Quezada, en “Aquí Hacemos Historia: Crónicas y relatos de San Joaquín”, pág. 38
Ob. cit
16 Testimonio J. Riveros, en Aquí Hacemos Historia: Crónicas y relatos de San Joaquín, pág. 40 Ob. cit
17 Estadísticas del Servicio de Auxilio Social publicadas en el Diario La Voz del 10.11.1957, citado por Espinoza
Vicente, pág. 248 ob.cit.
12
acuerdo a periódicos de la época, unas dos mil familias acompañadas por par-
lamentarios de izquierda.
La preocupación por el inminente desalojo y una petición expresa del gobierno por
queños policlínicos para atención médica. Aunque el desalojo era la medida legal
“Lo que diferenciará a las tomas de terreno, de otras iniciativas y que las constitu-
yen como movimiento social es que éstas son producto de una acción organizada
otros”18.
Los objetivos de los habitantes del Zanjón estaban referidos básicamente al mejo-
producirse los dos últimos incendios estos objetivos se hicieron presentes con mayor
identificación de los actores de esa toma. El “nosotros” si bien puede referirse a una
unidad restringida como la familia, en este caso aludía más bien a la calidad de
que imponía condiciones y circunstancias que le eran comunes y que los llevaron
18 SEPÚLVEDA SWATSON, Daniela, “De tomas de terreno a campamentos: movimiento social y político de los
pobladores sin casa, durante las décadas del 60 y 70 en la periferia urbana de Santiago de Chile” en Boletín
INVI N°35, Chile Noviembre de 1998, Volumen 13 pág. 103 a 115.
13
a movilizarse más allá de la solución individual buscando la autoconstrucción de
una población19.
las condiciones de vida de las capas populares que incluía el desarrollo de una amplia red
es cierto que durante el gobierno anterior se observó un fuerte auge de la actividad cons-
tructora, ésta respondió a una política claramente definida que permitió la construcción
de viviendas para sectores medios, en tanto que la construcción para los sectores de in-
gresos bajos, resultó como un subproducto de lo anterior. La política del actual Gobierno
una “participación activa”. En este sentido el Gobierno de Frei buscó darle un impulso
más fuerte a la solución del problema habitacional a través de la “Operación Sitio” (cons-
entrega de un sitio) que tenían por objetivo masificar el acceso a la vivienda a través de
una agencia estatal llamada “Consejería Nacional de Promoción Popular”, que funcionó
ba en cerca de 1.500 familias compuestas por 4.700 adultos y 3.655 niños23. Testimonios
incluidos en entrevistas periodísticas del El Siglo dan cuenta de las motivaciones que lleva-
“ Yo sé que tengo que luchar de esta manera para tener un terreno, porque no
tengo dónde vivir; arriendo y mi marido está muy enfermo” (Lavandera, 60 años, el
“Soy padre de nueve cabros, tengo 60 cuotas CORVI y no tengo pa’ cuando me
A diferencia de la Toma de la Victoria24 en que los testimonios muestran una clara inten-
ción de apropiación del espacio urbano mediante la radicación en el lugar, y cuyas de-
insensibilidad del gobierno, un mecanismo de presión que buscaba negociar una solución
23 Diario El Siglo del 23/03/1967, citado por Espinoza Vicente pág. 282 Ob. cit.
24 Cf. ESPINOZA, Vicente; Ob. cit.
15
definitiva que debería ser provista por el gobierno (casa o sitio); un recurso extremo que
“El gobierno se ha ido en promesas(...) y hasta la fecha no han cumplido los ofre-
cimientos (...) tendrán que sacarnos, algo tendrán que hacer” (El Siglo, 18 de marzo
de 1967)
Las tomas de terreno comenzaron a fines de los 50, como movimiento social pero sólo a
partir de 1970 varía de una reivindicación habitacional a una fuerte arma de lucha de
político; tal era su grado de intensificación que en 1971 hubo en promedio una toma dia-
dad de respuesta estatal, llevando al Estado a adoptar la opción de otorgar más solucio-
tuido una mercancía y su financiamiento, ejecución y uso están estructurados sobre este
sión del subdesarrollo de los países, expresión que lleva implícito el espíritu que cruza su
ricos y pobres.
trucción directa por parte de CORVI y CORHABIT motivando al MINVU la dictación del DS
Nº 549 (Mayo de1971), que creó departamentos de ejecución directa en ambas corpora-
El período correspondiente a los años 1973 a 1989 se divide desde el punto de vista del
bierno militar las acciones populares se vieron fuertemente repelidas y cortadas, de modo
coherente con una declaración de principios que ponía el énfasis en el rechazo de toda
ción portaliana que lo guiare, promete “ejercer con energía el principio de autoridad,
ca general, planteándose como criterio para toda la economía que fuera el mercado el
nes que las sociedades intermedias y particulares no están en condiciones de cumplir ade-
cuadamente; respecto al resto de las funciones sociales se señala que “sólo corresponde
asumirlas cuando las sociedades intermedias por negligencia o fallas no lo hacen, después
29“Declaración de principios del Gobierno de Chile”, Junta Militar de Gobierno, Santiago Marzo 11 de 1974,
citado por Lucio Vieyra Walter, ex profesor de Sociología Policial del Mando del Instituto Superior de Carabi-
neros, en Ensayos Cult urales y Profesionales , Tomo 1, Chile, Editorial Zig Zag, 1982, pág. 273 a 285.
17
que el Estado haya adoptado las medidas para colaborar a que esas deficiencias sean
superadas. En este caso, el Estado actúa en subsidio, por razón de bien común30”.
En rigor en este primer momento no se definió un plan habitacional propiamente tal, pri-
coherente con los procesos de descentralización y regionalización del país31, sólo a me-
diados de 1975 se definió el “Plan de Vivienda Social” que buscaba atender a sectores
cuyo ingreso familiar no les permitiera financiar la adquisición de una vivienda en el mer-
de “bien”: “la vivienda es un bien que se adquiere con el esfuerzo; familia y estado com-
Los programas habitacionales del período fueron: Programa de labor directa (desarrolla-
de mandatos y convenios (ejecutados por MINVU con cuenta y cargo de otras institucio-
nes, Sistema “llave en mano” (que permitía al Estado adquirir viviendas terminadas, de-
Durante la segunda fase del período, se crean una serie de programas habitacionales en-
tre los que figuran: Programa de Viviendas Básicas (1981), Programa de Cooperativas
ayuda estatal otorgada por una sola vez a jefes de familia (subsidio a la demanda), sin
30“Declaración de principios del Gobierno de Chile”, Junta Militar de Gobierno, Santiago Marzo 11 de 1974,
citado por Lucio Vieyra Walter, en Ensayos Culturales y Profesionales Tomo 1, Chile, Editorial Zig Zag, 1982,
pág. 276
31 Se dictan los Decretos: DL Nº 44 (12.10.1973) Reorganiza el Ministerio de Vivienda y Urbanismo y sus Serv i-
cios dependientes, el DL Nº 575 (13.07.1974) que establece la desconcentración territorial de los Ministerios,
mediante Secretarías Regionales Ministeriales (SEREMI) a las que les corresponderá ejecutar las políticas re-
gionales y coordinar la labor de los servicios de su sector, el DL Nº 1.305 (04.03.1976) que reestructura el Minis-
terio de Vivienda y Urbanismo (MINVU), desconcentrándose territorialmente a través de una Secretaría Mi-
nisterial Metropolitana y Secretarías Regionales Ministeriales. fijándose las funciones y atribuciones que corres-
ponden a esta Secretaría de Estado y a los nuevos servicios que se relacionan con el Supremo Gobierno a
través del MINVU (SERVIU)
32 RUGIERO PEREZ Ana María, “Experiencia Chilena en Vivienda Social 1980- 1995 en Boletín INVI N°35, Chile
Noviembre de 1998, Volumen 13 pág. 3 a 85
18
obligación de reembolso, el Subsidio Habitacional para la atención del sector rural, y en
1982 se facultó a las municipalidades para que construyeran viviendas económicas y case-
tas sanitarias.
Hasta 1983, las viviendas se asignaban a personas que vivían en poblaciones marginales y
campamentos que se identificaban en los mapas del MINVU y municipalidades. Los SERVIU
Indice CAS. Además de este índice, el sistema de puntaje para las postulaciones incorporó
tante la presión de los nuevos habitantes sin casa continuó manifestándose, esta vez a
través del aumento de la densidad de ocupación del stock de viviendas existentes, multi-
plicando las familias al interior de una misma vivienda: a este fenómeno se le llamó alle-
gamiento.
concepto de Integración activa y real de las personas a los frutos del desarrollo, marco
global del nuevo gobierno. Dentro de las tareas, se establecen con prioridad “democrati-
zar las instituciones y promover la justicia social, corrigiendo las graves desigualdades e
junto de servicios y atributos que pueden lograrse a través del tiempo según las posibilida-
des de la familia”34.
33 AYLWIN AZOCAR, Patricio, Primer mensaje del Presidente Patricio Aylwin Azócar al comenzar el período
ordinario de sesiones del Congreso Nacional, 21 de Mayo de 1990, pág. IV.
34 RUGIERO PEREZ, Ana María, Ob. cit. pág. 75
35 RUGIERO PEREZ, Ana María, Ob.cit. pág. 41
19
gran explosión de las reivindicaciones contenidas, el tema de la participación aparece
como de gran interés para el gobierno; el MINVU abrió canales de comunicación con los
comités de allegados bajo una política permanente de información y diálogo con las
llo de nuevos programas que buscaban incluir contenidos altamente participativos como
pativos. La participación se vincula a la inclusión de las familias en alguna parte del pro-
ceso de solución problema, de modo muy similar a lo señalado por el Presidente Frei Mon-
existe participación consciente de los que requieren una solución. La participación a que
el rol protagónico de buscar la solución que se requiere. Desterrar el “me salió la casa” o
me dieron una vivienda” por adquirí una casa” u obtuve una vivienda” 36
nes para que el sector privado, los gobiernos locales, los técnicos y profesionales, y muy
plementación de ella”37
cuantitativo de soluciones para los más pobres, bajo la meta de producción de 90.000
36 ETCHEGARAY A. Alberto, Ex ministro de Vivienda y Urbanismo, Huella y Visión de una gestión Ministerial,
Compendio de discursos pronunciados durante su gestión Ministerial 1990-1994, Comunicaciones Despertar,
1994, pág. 22-23
37 ETCHEGARAY A. Alberto, Seminario “Hacia un Desarrollo Solidario para Superar la Pobreza en Chile”, Parti-
do Demócrata Cristiano. Santiago Agosto 21 de 1992 en Ob. Citada, pág. 25.
20
unidades habitacionales como promedio anual en los cuatro años de gobierno38.“En Chile
en el año 90 se edificaban 79.311, el año 99 esta cifra llegó a 104.735 viviendas, llegando a
su punto más alto el año 96 en el que se llegó a construir en el país 143.823 viviendas”39.
“Naturalmente fue esta carrera por la producción la que llevó a la crisis del 97, cuando un
gran número de viviendas sociales acusaron una serie de desperfectos y problemas de
calidad que pusieron al descubierto las debilidades de una política que hasta la hora se
piensa que la alta la productividad aludida en el párrafo anterior se hizo con un aparato
38 MIDEPLAN, Citado por RUGIERO PEREZ, Ana María, Ob. cit. pág. 42
39 HEVIA DIAZ, Solange, “Política Social de Vivienda y Participación: Idea de Programa para enmarcar pro-
yectos de investigación”, Asistente social SERVIU Región Metropolitana, Documento en elaboración para
presentar Universidad Arcis en el año 2001, cifras correspondientes a Informativo Estadístico MINVU diciembre
de 1999
40 HEVIA DIAZ, Solange, Ob. cit.
21
3.- PARA LEER ENTRE LÍNEAS, DILEMAS Y REFLEXIONES POSIBLES
to, las primeras actuaciones del Estado chileno en materia habitacional, partiendo por la
blemas habitacionales no queda claramente dicho en la época. Por ende, las realizacio-
Con el tiempo, el negocio de la habitación para arriendo dio lugar a la producción masi-
tanto la creación del MINVU (1964) responde a la lógica de Estado de Bienestar que se
así como el poblador constituía un actor clave para el Presidente Frei Montalva, hoy día la
relación sector público y privado ha evolucionado a tal punto que las empresas aparecen
como el actor más relevante: entre “fomentar la iniciativa privada” y “asegurar mecanis-
22
Por eso revisar la política habitacional chilena de comienzo a fin, y de fin a comienzo,
supone leer entre líneas. En lo particular, la interpretación del análisis precedente ilumina
cuatro ejes centrales de diálogo que constituyen ciertos rasgos de condicionamiento que
una nueva definición que la sitúe ya no como un derecho sino un bien, por cuanto
sectores más necesitados, abordando soluciones para los grupos de más bajos in-
riqueza en que el “bien” vivienda parece no tener otro límite que lo imaginable. En
efecto, para quienes tienen carencias urgentes las soluciones mínimas constituyen
vida.
Sin pretender con ello cuestionar el éxito reconocido que la política habitacional
23
tado organizada en el marco de estructuras que comprenden derechos de ciuda-
copillano (de los que vivió por años en Suecia) me comentó que al margen de las
existe. En este sentido se observa que los limites de lo posible están también fuer-
permitan conocer y hacer valer los derechos a sus consumidores, lo que supone de-
41 CF; RAPOSO ALFONSO, “Notas sobre Estado, Vivienda y Población” en Boletín INVI N°39, Chile Mayo de
2000, Volúmen 15 pág. 31 a 67.
24
los “participados”. Actualmente no se discute respecto de las formas en que la
mano de obra42; dichas formas de representación bajo una mirada con proyección
pre escrita y fatalista del futuro, contrariamente me lleva a pensar en un final abier-
en el escenario social, que revela que por medio de la organización una carencia
fuerza.
1995.
Este fue el primer texto que leí, son historias locales de la constitución de cinco
poblaciones del sector sur de Santiago y sus ocupantes, historias bellísimas con-
1948), a la Población Aníbal Pinto (viviendas en obra gruesa del año 47), la po-
2. ESPINOZA, Vicente, “Para una Historia de los Pobres de la Ciudad”, Chile, Edi-
có en lo uno ni en lo otro. Resultó ser el más leído y el más citado; refuerza con
creces la idea de que las leyes habitacionales dictadas en Chile no son fruto de
nomía, sino también fruto de los sueños, de las utopías, de las ideologías, de las
en Boletín INVI Nº39, Volumen 15, Mayo Año 2000. Este artículo contiene un análi-
ción urbana en los años 30, las leyes de la Edificación Obrera, la reforma de la
26
5. SEPÚLVEDA SWATSON, Daniela, “De tomas de terreno a campamentos: movi-
miento social y político de los pobladores sin casa, durante las décadas del 60 y
cialmente técnica que distingue períodos presidenciales. Trabajo que mis com-
todo un logro porque no teníamos nada parecido, muy útil si se precisa idear un
nuevo programa, vale la pena empezar por allí, es posible descubrir lo difícil
La biblioteca del MINVU es toda una joya, un lugar donde han podido perma-
8. Allende, Salvador, “Primer mensaje del Presidente Allende ante el Congreso Ple-
nación”
Allende, Salvador, “Primer mensaje del Presidente Allende ante el Congreso Pleno”, Chile, 1971, pág. XVII
27
De un total de cuatro discursos que leí, correspondientes a cuatro presidentes
distintos éste fue el que más me impresionó: es simple, pero cada cosa dicha
aquí tiene un contenido valórico que estremece. Además no pensé que existía.
Me hubiese gustado citarlo más pero caer en esa seducción tenía implícito el
riesgo de abandonar este trabajo que me salió con porfía, y dedicarme solo al
los sueños y eso que dice: ser más que parecer. Fundamentalmente distintos a
Santiago Marzo 11 de 1974, citado por Lucio Vieyra Walter, ex profesor de So-
ciología Policial del Mando del Instituto Superior de Carabineros, en Ensayos Cul-
nacimiento, y poemas (Neruda aparece sólo porque fue Premio Nobel). Está
claro que no es toda la historia, sino sólo la versión oficial, la historia que se con-
taba, la doctrina de una Dictadura. Estos textos son de lo más exótico que exis-
11. RUGIERO PEREZ Ana María, “Experiencia Chilena en Vivienda Social 1980- 1995
28
Este es un artículo que figura en una publicación del Instituto de la Vivienda y
Saca de apuro.
12. RAPOSO ALFONSO, “Notas sobre Estado, Vivienda y Población” en Boletín INVI
ción apunta, entre otros, a mostrar preocupación del Estado por las condicio-
nes básicas de las clases proletarias y por otra a crear cauces a la inversión pri-
rido, fue capaz de plasmar sus sueños, transmitirlos y contagiárselos a parte im-
29