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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE ICA

SALA MIXTA DESCENTRALIZADA DE CHINCHA

EXPEDIENTE : N° 2009-402
DEMANDANTE : MANUEL JUAN ROBLES ZAPATA
DEMANDADO : MARÌA DEL PILAR HUERTAS ALZAMORA Y EL
MINISTERIO PÙBLICO
MATERIA : DIVORCIO POR CAUSAL.
PROCEDENCIA : SEGUNDO JUZGADO ESPECIALIZADO DE FAMILIA.
JUEZ : DR. LUIS IGNACIO MENDOZA SALVATIERRA-

RESOLUCIÓN Nº 14.-
Chincha, catorce de marzo
Del dos mil once.-

VISTOS; Observándose las formalidades previstas


por el artículo ciento treinta y ocho de la Ley Orgánica del Poder Judicial;
interviene en calidad de ponente el señor Juez Superior Gonzalo Meza
Mauricio; y,

CONSIDERANDO:
PRIMERO.- DE LA RESOLUCIÓN EN CONSULTA.
Viene en consulta la Sentencia contenida en la Resolución numero once de
fecha diecinueve de octubre del año dos mil diez, obrante a fojas
cincuenta y seis a sesenta y uno que declara FUNDADA la demanda de
fojas quince a dieciocho subsanada con recurso de fojas veintitrés
interpuesta por don Manuel Juan Robles Zapata en contra de doña María
Del Pilar Huertas Alzamora y el Representante del Ministerio Público sobre
divorcio absoluto por la causal de separación de hecho de los cónyuges
por un período ininterrumpido de cuatro años interrumpido por existir una
menor de edad; con lo demás que contiene y es materia de consulta.

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SEGUNDO.- DE LA CONSULTA.
2.1. Conforme lo previsto por el artículo cuatrocientos ocho del Código
Procesal Civil, la consulta es aquel mecanismo legal mediante el cual se
dispone la revisión de oficio, por el Órgano Jurisdiccional Superior, de
determinadas resoluciones judiciales con el fin de prevenir que se
cometan malas prácticas legales, erróneas interpretaciones jurídicas o
irregularidades y, en tal sentido, se puede aprobar o desaprobar su
contenido.
2.2. Cuando el superior conoce en grado de consulta de una decisión
determinada, está facultado para examinar en forma íntegra el fallo del
inferior, bien puede el juez de segunda instancia modificar la decisión
consultada a favor o en contra del procesado, sin violar por ello norma
constitucional alguna. La autorización que se otorga en el precepto
demandado al superior para que al decidir la consulta se pronuncie "sin
limitación" alguna sobre la providencia dictada por el inferior, no lesiona la
Ley Suprema, siendo el propósito de la consulta lograr que se dicten
decisiones justas.
2.3. En ese contexto, para efectos de aprobar la sentencia que viene en
consulta, es necesario que ésta se haya expedido con arreglo a las
disposiciones legales sustantivas que regulan la institución del divorcio
(artículo 332º y siguientes y artículos 348° y siguientes del Código Civil,
además de los conexos) y con arreglo a las disposiciones legales adjetivas
que permiten la existencia de un debido proceso.

TERCERO: DE LA CAUSAL DE SEPARACION DE HECHO


3.1. La separación de hecho se encuentra contemplada como causal de
separación de cuerpos o divorcio en el inciso doce del artículo
trescientos treinta y tres del Código Civil, el cual señala: “Que, se
configurará la separación de hecho, si ha transcurrido un
periodo ininterrumpido de dos años y será de cuatro años si los
cónyuges tuviesen hijos menores de edad”. Ello concordante con
el articulo trescientos cuarenta y cinco-A del citado cuerpo sustantivo, el

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cual dispone que para invocar dicho supuesto (consistente en la
interrupción del deber de hacer vida en común sin previa decisión
judicial ni propósito de reiniciar la vida conyugal), el demandante
deberá acreditar que se encuentra al día en el pago de sus obligaciones
alimentarias u otras que hayan sido pactadas por los cónyuges de
mutuo acuerdo.
3.2. La causal de separación de hecho está inmersa en el modelo del
divorcio remedio, el cual se basa en el rompimiento del matrimonio
como realidad social y en la irremediable ruptura de la convivencia o
comunidad matrimonial entre los cónyuges. Se sustenta en la
frustración del vínculo conyugal que trasciende negativamente sobre los
fines del matrimonio y su consolidación, con prescindencia de si uno o
ambos cónyuges son responsables y se plantea como una solución a
matrimonios que de antemano están rotos por la separación espiritual y
sentimental, y, principalmente, por la separación material u objetiva de
los cónyuges. En este tipo de situaciones es necesario constatar el
fracturamiento irreversible del matrimonio como realidad socio-
personal. La prueba en estos casos es la ruptura de la convivencia que
se produce por la separación de mutuo acuerdo, por culpa, o de de
hecho.

CUARTO: DE LA CONSULTADA
Examinada entonces la consultada conforme a lo antes referido, este
Órgano Colegiado llega a la conclusión que debe aprobarse por los
siguientes fundamentos:
4.1. Está probado, con el acta de matrimonio de fojas dos que don
Manuel Juan Robles Zapata y doña María Del Pilar Huertas Alzamora
contrajeron matrimonio ante la Municipalidad Distrital de El Carmen,
Provincia de Chincha, Departamento de Ica, el once de junio del año mil
novecientos noveintiuno.
4.2. Con las partidas de nacimiento corriente a fojas tres, cuatro, cinco
y seis expedidas por la Municipalidad Provincial de Chincha y la

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Municipalidad Distrital de El Carmen respectivamente se acredita que
dentro de su matrimonio procrearon cuatro hijos, de nombres Juan
Enrique, Evelio Mercedes, Carmen Sarita y Marìa Alejandra Robles
Huertas, siendo los tres primeros mayores de edad y la cuarta hija aún
menor de edad, se requiere acreditar una separación mínima de cuatro
años para que se constituya la causal invocada.
4.3. La separación de hecho consta con la copia certificada de la
denuncia policial por abandono de hogar que corre a fojas veintiuno y
veintidós formulada por el accionante don Manuel Juan Robles Zapata
contra su cónyuge, en la cual indica: “…que con fecha dos de
setiembre del año dos mil dos su esposa doña María Del Pilar
Huertas Alzamora hizo abandono del hogar conyugal la misma
que se fuera en compañía de sus menores hijas María Alejandra
y Carmen Sarita Robles Huertas de nueve y doce años de edad
respectivamente asi mismo se llevo consigo sus prendas de
vestir dejando a sus hijos Evelio y Juan Enrique Robles Huertas
bajo su tutela…”. Ante lo expuesto el PNP Alejandro Gereda Ormeño
de la comisaría del distrito de El Carmen se constituyo al domicilio
conyugal de los antes mencionados; donde al entrevistar a los menores
de edad Evelio y Juan Enrique Robles Huertas, estos refieren: “..que
efectivamente su madre había abandonado su hogar a la hora y
fecha indicada por su padre..”
4.4. Corroborándose lo expuesto con el escrito de apersonamiento
presentada por la demandada corriente a fojas treinta y uno; al señalar
textualmente en el considerando primero que: “... el accionante no
señala que la separación fue por maltratos en agravio de la
cónyuge por lo que existió motivo justificable para la separación
de hecho…”; quedando confirmado explícitamente por la propia
emplazada que efectivamente existió la separación de hecho referido en
el párrafo anterior.
4.5. Aunado a ello corre a fojas siete el mérito de la copia del acta de
audiencia de pruebas expedida por el Primer Juzgado de Familia de

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Chincha el doce de julio del año dos mil seis; mediante la cual la
demandada declara que “..no hizo abandono de hogar voluntario
pero que tuvo que irse de su casa por motivos de
maltratos…”(separarse); “…viviendo a la fecha antes
mencionada en la ciudad de Lima…”; coligiéndole con lo expuesto
que los cónyuges continuaban separados de hecho al no realizar vida en
común en su hogar conyugal.
4.6. Habiendo quedado debidamente probado y corroborado la
separación de hecho entre los cónyuges como consta del material
probatorio corriente en autos, se considera como fecha cierta de la
separación el DOS DE SETIEMBRE DEL AÑO DOS MIL DOS y estando
a la fecha de interposición de la presente demanda, TRES DE
SETIEMBRE DEL DOS MIL NUEVE, ha transcurrido en exceso el plazo
de cuatro años que la norma prevé como separación de hecho cuando
existen hijos menores de edad, como es el caso de autos.

QUINTO.- DEL CUMPLIMIENTO DE LA OBLIGACIÓN ALIMENTARIA.


5.1.- Como elemento esencial en este tipo de pretensiones debemos
precisar que para invocar el supuesto del inciso doce del artículo
trescientos treinta y tres del Código Civil, el demandante deberá
acreditar que se encuentra al día en el pago de sus obligaciones
alimentarias u otras que hayan sido pactadas por los cónyuges de
mutuo acuerdo, tal como se estipula en el primer párrafo del artículo
trescientos cuarenta y cinco-A de la citada norma sustantiva.
5.2. En el presente caso, la emplazada doña María Del Pilar Huertas
Alzamora no ha interpuesto acción judicial reclamando alimentos en su
condición de esposa; y es de advertirse que sus hijos Juan Enrique,
Evelio Mercedes y Carmen Sarita Robles Huertas cuentan con la mayoría
de edad; y Marìa Alejandra Robles Huertas es la ùnica hija menor de los
cónyuges quien actualmente se encuentra bajo tutela y cuidado de su
señor padre don Manuel Juan Robles Zapata(accionante); quièn se
encarga de proveerle educación, alimentos, vivienda y todo por cuanto

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es necesario para su buen desarrollo. Por ende, no es aplicable el
requisito exigido por la norma citada líneas antes, no habiendo omisión
en el cumplimiento de la obligación alimentaria por parte del
demandante.

SEXTO: DE LA PATRIA POTESTAD Y RÈGIMEN DE VISITAS


6.1. Respecto a la patria potestad de la menor será ejercida conforme lo
prescriben los artículos 340º y 420º del Código Civil “En caso de
separación de cuerpos, de divorcio o de invalidación del
matrimonio, la patria potestad se ejerce por el cónyuge a quien
se confían los hijos. El otro queda, mientras tanto, suspendido
en su ejercicio”; actualmente la menor María Alejandra Robles
Huertas de dieciséis años de edad se encuentra en poder de su señor
padre; sin que se haya mostrado observación alguna al respecto, ésta
será ejercida por el demandante, ello al margen que ambos padres
están en la obligación de velar por el desarrollo integral de sus hijos.

6.2.- Por lo que resulta necesario fijar un régimen de visitas a favor de la


emplazada en su calidad de madre (progenitora) de la menor. Por tanto
velando por el Interés Superior del Niño y estando ante el objetivo que
persigue todo régimen de visitas de estrechar las relaciones familiares y
proteger los legítimos afectos que derivan de ese orden de relaciones,
debe ser establecido de modo que contemple tanto el interés de los
padres como el de los hijos menores, y aun cuando es el de estos últimos
a los que hay que dar preeminencia, debe advertirse que el interés del
menor, rectamente entendido, requiere de modo principalísimo que no se
desnaturalice la relación con sus padres.

6.3.- El Colegiado considera que la comunicación entre madre e hija


puede realizarse tanto en el domicilio de la menor como en el de la madre
no conviviente o en otro lugar que resulte propuesto conforme a las
circunstancias. Para facilitar el correcto entendimiento de esta situación
hay que tener en cuenta que su fundamento echa raíces en la necesidad

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de cultivar el afecto, de estabilizar los vínculos familiares y propender a su
subsistencia real, efectiva y eficaz.
6.4.- En el caso de autos se ha fijado en la sentencia que el Régimen de
Visitas a favor de doña María Del Pilar Huerta Alzamora sea los días
sábados y domingos en el horario de nueve a doce del día sin embargo no
explica el Juzgador los motivos por los cuales dispone el régimen de visitas
SIN EXTERNACIÒN, máxime que no hay denuncias de violencia familiar
contra la demandada por maltratos o intento de rapto de su menor hija;
quién además actualmente es una señorita de dieciséis años de edad; por
celeridad procesal y el interés superior del niño se desaprobará la
sentencia sólo en este extremo; no siendo necesario anular toda la
sentencia.

SEPTIMO.- DE LA INDEMNIZACION:
En la sentencia consultada, no se ha fijado una indemnización por daños
y perjuicios a favor de ninguno de los cónyuges, al advertirse en los
justiciables el quebrantamiento definitivo de la convivencia sin ánimo
conciliatorio alguno; además de las pruebas actuadas no se ha
establecido al cónyuge culpable de la separación y tampoco ha sido
reclamado como pretensión acumulada por ninguna de las partes
procesales.

OCTAVO.- RECURSO IMPUGNATORIO


Cabe resaltar que ninguna de las partes ha formulado recurso de
apelación contra la sentencia materia de consulta, por lo que se
interpreta que están conformes con los derechos declarados en la
sentencia; habiéndose verificado que la sentencia cumple los requisitos
establecidos en el artículo 122º del Código Procesal Civil, y el deber de
motivación que asegura el derecho fundamental al debido proceso
regulado en nuestra Carta Magna, artículo ciento treinta y nueve, inciso
tercero.

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POR TALES CONSIDERACIONES:

a) APROBARON la sentencia consultada contenida en la Resolución


número once de fecha diecinueve de octubre del año dos mil diez, obrante
a fojas cincuenta y seis a sesenta y uno que declara FUNDADA la
demanda de fojas quince a dieciocho subsanada con recurso de fojas
veintitrés interpuesta por don Manuel Juan Robles Zapata en contra de
doña María Del Pilar Huertas Alzamora y el Representante del Ministerio
Público sobre divorcio absoluto por la causal de separación de hecho de
los cónyuges por un período ininterrumpido de cuatro años interrumpido
por existir una menor de edad; en consecuencia se DECLARA: Primero.-
La disolución del vínculo matrimonial contraído por los referidos cónyuges
por ante el Registro del Estado Civil de la municipalidad distrital de el
Carmen, provincia de Chincha, departamento de Ica con fecha once de
Junio del año mil novecientos noventa y uno y a cuyos efectos deberá de
cursarse el Oficio a la municipalidad respectiva para la anotación a que
haya lugar y los partes pertinentes al Registro Personal de los Registros
Públicos de esta ciudad y por fenecido el régimen de sociedad de
gananciales; Segundo.- El cese de la obligación alimentaria entre los
cónyuges; Tercero.- La inexistencia de un cónyuge perjudicado por la
separación de hecho, por lo que no se fija indemnización por daños;
Cuarto.- Ordenaron que la Tenencia y la Patria Potestad de la menor María
Alejandra Robles Huertas continúe siendo ejercida por el demandante en
su calidad de padre biológico mientras tanto la madre queda suspendida
en su ejercicio y b) DESAPROBARON la sentencia en el extremo del
Régimen de Visitas fijado a favor de la demandada, los días sábados y
domingos de cada semana de nueve a doce del día sin externaciòn y
REFORMÀNDOLA fijaron un Régimen de visitas a favor de la madre
demandada los días sábados y domingos de cada semana de nueve de la
mañana a seis de la tarde con externaciòn del domicilio del demandante
y; los devolvieron.
S.S.

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MEZA MAURICIO.
ZÀRATE ZÙÑIGA.
LENG DE WONG.

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