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Eugenio Coseriu ¡
4.2.Í2. Dicho de otro modo, el lenguaje tiene como dimensión 4.3. En cuanto a la relación entre lenguaje y cultura, hay que
originaria, además de la dimensión "objetiva" (sujeto - objetó, advertir que se da fundamentalmente en tres sentidos diferentes.
aprehensión y expresión del "ser" de las cosas), la dimensión Por un lado, el lenguaje mismo es una forma primaria de la
intersubjetiva dada por la "alteridad" deJ sujeto, por el hecho de "cultura'', de la objetivación de la creatividad humana (o, como se
que el hombre en cuanto sujeto hablante y creador de lenguaje dice —pero que es lo mismo—, del "espíritu creador"). Por otro
presupone otros sujetos, o sea, por ser la conciencia creadora de lado, el lenguaje refleja la cultura no-lingüística, es la "actualidad de
lenguaje una conciervcia abierta hacia otras. Por tanto, el lenguaje • •la cultura" (Hegel), es decir que'- manifiesta los "saberes", las ideas,
es también expresión de la iñtersubjetividad, y, precisamente, en el • y creencias acerca de la "realidad" conocida (también acerca de
doble sentido de la solidaridad con una tradición histórica y de la las realidades "sociales" y del lenguaje mismo en cuanto sección
solidaridad "contemporánea" con una comunidad hablante, qué de la realidad). Además de esto, no se -habla sólo con el lenguaje -
también es histórica. qomo tal, con la "competencia lingüística", sino también con la
"competencia extralingüística", con el "conocimiento del mundo", o
sea, con los saberes, ideas y creencias acerca de las "cosas"; y jil
4.2.3. Jíi.„"aiteridad" puede ser pqs/f/va q negativa, es decir que, "conocimiento del mundo" influye sobre la expresión lingüística y la
por un lado, implica la cohesión, la solidaridad con otros, que se determina en alguna medida. Son estos dos últimos sentidos de la
reconocen como miembros de la misma comunidad, y, por otro relación lenguaje - cultura los que proporcionan la justificación
lado, implica ia separación de otros, que se reconocen como racional de la Qínolingui§.tj.Ga. pues el primero (si sólo se considera
miembros de otras comunidades. En otro sentido, puede ser "na- el lenguaje en sí, y no el lenguaje como forma de la cultura entre
tural" y primaria o "asumida" y secundaria (como cuándo se otras y en relación con otras) justifica simplemente la lingüística a
aprende y se había otra "lengua" que la propia); y ésta^^^a^su vez. secas.
g e n e ^ , por los saberes universales extraiingüísticos (incluyendo las
5.1.1. El objeto de la sociolingüística como gj»|¡plina descriptiva /-
norr^P generales del pensar humano). Así, se puede advertir que
en el plano universal debería ser el gradQ._^|5 conocimiento y
en todas las lenguas conocidas las palabras para "sol" y "luna"
utilización de las ncrmias generales del hablar (o sea, del dominio
sue'en presentarse sin ulteriores identificadores, precisamente por-
"Wei saber elocuciona!) erijelación, con la. estructura social (o
que en nuestro universo empírico —de la experiencia corriente—
socio-cultural) de las corfíunidades hablantes. Pero, puesto que lo
conocemos un solo sol y una soia luna (de aquí que esas palabras
que se habla^^'SS'^stempre una lengua y puesto que se habla
se consideren a veces como nombres propios, mientras que en
siempre en '"discursos", la correlación sólo peería establecerse para
realidad se trata de nombres comunes de ejemplares únicos, o sea,
exactamente el mismo saber idiomático y el mismo saber expresivo
de nombres de clases con un solo miembro conocido). Pero hay
(o, por lo menos, distinguiendo en cada caso lo elocucional de lo
mucho miás que esto. Así, por ejemplo, se ha hablado de una
idiomático y expresivo). En este sentido sería posible y razonable
"sintaxis de las partes dei cuerpo" porque se dice un niño da (con)
una sociolingüística de tipja.3emstein, sobre todo com.o sociolin-
ojos azules, una mujer con (de) piernas bonitas pero no se dice un
güística aplicada. Pero claro está que sólo sin las confusiones y
niño de (con) ojos, una mujer con (da) piernas. Paro en realidad
deficiencias de este tipo de sociolingüística; así, no cabría hacer
no hay una sintaxis idiomática de las partes del cuerpo (y ni
escribir sobre el tema "Mi familia" a quien no tenga familia, ni
sTquTe'ra de los nom.bres de las partes del cuerpo), sino que se trata
sobre el tema "Mis vacaciones" a quien no tome vacaciones.
de hechos debidos al conocim,iento del mundo (en esté caso: de la
Hay que señalar, sin embargo, que la elaboración de una socio- éstrcctara'norma! del cuerpo humanó). Del mismo modo,'no de-
lingüística correspondiente al piano universal del lenguaje presenta . cimos.ü/7 rio de (con) aguas, pues el Hevar aguaces fo- que cabe
todavía,grandes dificultades.Prímero, porque.hoy por.hoy sabemos esperar de.un río- pero .sí decimos un rio de aguas claras {verdes,
"Tfiúy.poco acerca del saber elocucional, no habiendo'aún una lin- calientes, etc.), ^porque no todos los ríos las ti'enén tales. En
güística del hablar como disciplina sólidamente constituida y confun- nuestro rr;undo no decimos una mujer sin barba, porque las mu-
diéndose muy a menudo las normas correspondientes a ese saber jeres no suelen tenerla (y menos aún llevada si la tienen), pero en
con las normas de las lenguas. Segundo, porque aún menos el mundo de las mujeres barbudas diríamos sin más hoy he visto
sabemos acerca, de. la porreiación. entre el saber elocucional y la una mujer sin barba, porque precisamente este hecho se saldría de
• estratificación sociocultural. Parece,,de todos modos, que al res-, lo normal y corriente. Y los hechos de este tipo son.muy nume-
pecto sólo podrían establecerse valores promedio. Es cierto que la rosos —mucho más numerosos de lo que a primera vista podría
cultura y la instrucción (más que la condición social) contribuyen parecer—, tanto en lo relativo a lo que "se dice" (o "no se dice")
también ai desarrollo del saber elocucional (o, por lo menos, a su como en lo que concierne a !a interpretación de lo que "se dice".
utilización más eficiente). Pero, por otra parte, este saber depende
también de un talento natural; hay hablantes incultos y de ínfima
extracción social que manifiestan gran habilidad en el. hablar y, ,;' :5.2-.2. En (correspondencia de esto, la . etnografía _ del lenguaje •
viceversa, personas cultas y 'de alta condición social que ma- relativa ai mismo plano debería" identificar "los^^Seres" universales
nifiestan un saber elocucional deficiente o limitado. acerca de las "cosas", las ideas y creencias universales que se
manifiestan en e! hablar en general (es dpcir, en cualquier lengua).
También sería un problema de esta disciplina el de la eventual
5.1,2. Por su parte, la sociología del lenguaje en el plano univer-
determinación de la cultura no-iingüística por el lenguaje. Se trata,
sal debería relacionar en sentido contrario los grados o tipos del cí3TríO'"¥slsaKdd; del problema planteado por la llamada "hipótesis
saber elocucional con las categorías sociales, considerándolos co- de Jafiic^^.,Whoít', mejor dicho, por la teoría de VVhorf. Pero tal
mo posibles atributos de las mismas. Y también para este estudio "teoría" tiene muy frágiles fundamentos teóricos y se sustenta con
se presentan en la actualidad las mismas dificultades que para la ejemplos lo más a menudo errónea o arbitrariamente interpelados.
sociolingüística del 'hablar en general'. Además, no tiene mucho sentido tratar de imaginar cómo serían la
física y la química que los hopis "podrían" desarrollar pero que
todavía no han desarrollado. Los chinos tienen una lengua aún más
5.2.1. La etnolingüística del hablar debería estudiar la determina-
diferente de las lenguas europeas que el hopi y a pesar de ello su
ción der lenguaje por el conocimiento universal del mundo y. en
física y su química no son, en el nivel científiq^fcdiferentes de las este JBptido: dialecto -^ nivel —* estilo de lengua; es decir que un
nuestras. Otra cosa es examinar la física y la química "populares" diale^D puede funcionar como nivel y como estilo de lengua, y un
(manifestadas ya por el lenguaje); mas esto pertenece a la etno- nivel también como estilo de lengua, pero no al revés. Lo mismo
grafía de las lenguas. ocurre con las lenguas históricas: una lengua histórica puede fun-
cionar como nivel y como estilo (o como varios estilos) de lengüM
IrTuñ'á' comunidad correspondiente a (o gobernada por) otra lengua
5.2.3. De todos modos, aun prescindiendo de este último pro- histórica. En este sentido (y en otros), el dialectq es, entre las
blema, las dos disciplinas se presentan como de difícil constitución, varias unidades idiomáticas, la más cercana a una lengua histórica
tanto por "eTeHaíJo incipiente de la lingüística del hablar como por (y, en efecto, puede independizarse y llegar a ser una lengua
la coincidencia total entre la realidad vital de ios eventuales investí-" histórica autónoma; no así, en cambio, un nivel o un estilo de
gadores y la realidad a la que se refieren los saberes universales y lengua). Los lenguajes de ios grupos (sociales u otros) así como
sus consecuencias lingüísticas. Para identificar los Hechos corres- los lenguajes de los sexos (o correspondientes a la edad de los
pondientes, en la cultura y en el lenguaje, habría que negar hablantes), distinguidos en el mismo nivel de lengua, son, de
constantemente esta misma realidad: habría que imaginar mundos acuerdo con nuestra definición, "estilos de lengua"
diferentes del nuestro y principios del pensar diferentes de los
En las comunidades lingüísticas europeas, las diferencias más
nuestros (lo cual, por otra parte, se hace a menudo, aunque no
marcadas son las diatópicas. Pero hay comunidades lingüísticas en
sistemáticamente y no con ese propósito, en las narcaciones fan-
las que las diferencias diastráticas o diafásicas son igualmente (o
tásticas o de "ciencia y, ficción'*).
aún más) .notables;, ío mismo ocurre, naturalmente,' en las CO'.
munrdades bilingües o plurilingües, en las ique lenguas diferentes
funcionan como niveles y/o como estilos de lengua.