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LA PREEXISTENCIA DEL MESÍAS

EN EL JUDAÍSMO
¿Existe en el judaísmo tradicional el concepto de un Mesías preexistente?
¿O tal concepto es una creación cristiana?

Dadas las serias implicaciones de esta pregunta, voy a dejar que contesten los sabios
judíos Ortodoxos. Traducimos lo siguiente de JewishEnciclopedia.com:

Preexistencia celestial.

El concepto de un Mesías preexistente se trata en Pesij. R. 33, 36.


(pp. 152b, 162, ed. Friedmann; comp. Yalj. i. 339). De acuerdo con la
sección Mesiológica de Enok el primero de estos dos pasajes dice: "Al
principio de la creación del mundo nació el Rey Mesías, quien se
montó en los pensamientos de Dios antes que el mundo fuera hecho;"
y en el último pasaje se relata que Dios contempló al Mesías y sus
obras antes de la creación del mundo y lo escondió debajo de su trono;
que a Satán, habiéndole preguntado a Dios quién era la Luz que estaba
debajo de Su trono, se le dijo que era el que lo avergonzaría a él en el
futuro, y, permitiéndosele entonces, a pedido suyo, ver al Mesías,
tembló y se tiró al suelo, gritando: "Verdaderamente este es el Mesías
quien me entregará a mí y a todos los reyes paganos al infierno." Dios
llama al Mesías "Efraím, mi Mesías justo."

El Mesías preexistente se presenta también en la Hagadáh (Pés. 54a;


Ned. 39a; Yalj. i. 20; et al.), donde el nombre del Mesías se incluye
entre las siete cosas que fueron creadas antes de que fuera hecho el
mundo, y donde se le llama "Yinón," haciendo referencia a Sal. 72:17
(pasaje que probablemente estuvo en la mente del autor de la sección
Mesiológica de Enok cuando escribió 48:3). Que eso, contrario al punto
de vista de Weber ("Jüdische Theologie," 2da ed., p. 355) y otros, es
verdadera preexistencia lo que se quiere decir aquí, y no
predestinación, es evidente por la nota adicional —"Según otro punto
de vista, solamente la Torah y el Trono of Gloria fueron [en realidad]
creados; en cuanto a las otras [cinco] cosas se formó la intención de
crearlas" (Yalj., l.c.; en relación con "el nombre del Mesías" compare
el comentario de arriba con Enok, 48:3). Finalmente, la preexistencia
del Mesías en el paraíso se describe minuciosamente en "La
Revelación de R. Joshua b. Leví" (véase Jew. Encyc. i. 680), en Midrash
Konen (Jellinek, "B. H." 2:29), y en "Seder Gan Eden" (ib. iii. 132 et
seq., 195). En las primeras dos, independientemente de la aparente
anomalía, al Mesías preexistente se le llama "Mesías ben David."
Preexistencia Terrenal.

El concepto tratado en la literatura rabínica de una preexistencia


terrenal del Mesías debe distinguirse del de la preexistencia celestial.
Ocurre en varias formas, que representan, probablemente, diferentes
etapas de desarrollo. Primero, se esperaba que él llevara una vida
oculta y luego apareciera súbitamente. (Sobre este concepto de una
aparición súbita e inesperada del Mesías compare Mateo 24:27, 43-
44, donde se dice que el Mesías vendrá como un ladrón en la noche o
como un destello de relámpago.) Este es concepto de él en Ex. R. i.
and in Tan., Shemot, ambos de los cuales dicen que Moisés, el primer
libertador, fue criado en la corte del Faraón, de modo que el futuro
libertador se criaría en la capital romana; en acuerdo con esto, en la
Agadat ha-Mashiaj (Jellinek, l.c. iii. 142) se dice que el Mesías se
revelaría súbitamente a Israel en Roma. Luego, de Nuevo, el Mesías
se representa como nacido pero no revelado aún. Este concepto
aparece tan temprano como en el siglo segundo en los “Diálogos
contra Trifón” de Justino Mártir (cap. 8), y de acuerdo con eso está el
pasaje Sanh. 98b, donde se cita a R. Joshua ben Leví como diciendo
que el Mesías ha nacido ya y vive oculto a las puertas de Roma. En
Targ. Yer. sobre Micah 4:8 el Mesías está en la tierra, pero por causa
de los pecados del pueblo se mantiene aún oculto. Finalmente, se
piensa del Mesías como nacido en cierto momento en el pasado. Este
es el caso en Yer. Ber. ii., que afirma que el Mesías nació en Betlehem
el día en que el Templo fue destruido, y en el Apocalipsis de Zerubabel
(véase Jew. Encyc. i. 682), que declara que nació en los días del Rey
David y que mora en Roma.

La noción, trazable a Ezek. 34:23 et al., de que David mismo es el


Mesías, es otra variación del concepto de la preexistencia terrenal.
Ocurre en el fragmento apocalíptico del "Siddur" de R. Amram (véase
Jew. Encyc. i. 678, s.v. Apocalyptic Literature, 2) y en Yer. Ber. ii. Este
ultimo afirma que sea que el Rey Mesías pertenezca a los vivos o a
los muertos, su nombre es David.

Después de esta cita de una fuente Ortodoxa, no cabe la menor duda de que el concepto
de un Mesías que preexistió antes de aparecer en este mundo es un concepto puramente
judío. Y el mismo concepto se refleja en los Evangelios y otros escritos apostólicos de la
Comunidad Nazarena primitiva. Por lo tanto, en armonía con la más ortodoxa fe judía,
nosotros los Judíos Nazarenos creemos en la preexistencia del Mesías, y que este Mesías
preexistente encarnó, o se hizo hombre, en la persona de Yahshúa, tal como lo expuso él
mismo en los Evangelios.

—Yosef Aharoni

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