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Suárez-Pajares, Javier: “Quintín Esquembre (1885-1965). Vida y obra de un maestro independiente” (Roseta, n.º 2
de mayo de 2009. Pags. 54-99)
“Una de mis primeras salidas fue para ir al taller del constructor de guitarras Manuel
Ramírez, a quien se había conferido, no hacía mucho, el pomposo título de Luthier del Real
Conservatorio de Música y Declamación de Madrid [...] La guitarra que aún usaba en aquellos días
era la adquirida, años atrás, en el taller de Benito Ferrer, de Granada. Había sido construida con
mano experta y cuidadosa, pero empleando maderas pobres y poco curadas y sus voces “aniñadas”,
confidenciales, no la hacían apta sino para el estudio solitario; todo lo más, para el coloquio musical
con pocos oyentes, en la intimidad de un recinto pequeño. Yo anhelaba poseer otra de sonoridad
más “adulta”, potente y sostenida, que cuadrase mejor a mi presente artístico y al porvenir que ya
vislumbraba. Solamente conocía de fama las que llevaban la etiqueta de don Antonio Torres. Hasta
qué punto me parecía que Tárrega y Llobet habían exagerado el mérito de estas guitarras es cosa que
aclararé más tarde. Sobre todo tratándose de Miguel Llobet, que captó, andando el tiempo, la
ingenua admiración de un norteamericano por tales instrumentos y le vendió ocho o diez, con
pingües beneficios. Ni qué decir tiene que la parquedad de mis recursos no me permitían aspirar a
ninguna de estas Torres-Stradivarius. Me contentaba con volver los ojos a las de Manuel Ramírez,
que ya gozaba de excelente renombre. Con tales pensamiento, encaminé mis pasos hacia la estrecha
y corta calle de Arlabán.”
2
Para detalles de este concierto de Manjón, ver nuestro artículo “Antonio Jiménez Manjón en Madrid (1913)”,
disponible también en la web Crónicas de la guitarra clásica (www.siganmelosbuenos.wordpress.com)
de Madrid, organizado por la sección de Música de esta institución, que tuvo lugar el
martes 6 de mayo, a las diez de la noche, con el siguiente programa:3
PARTE PRIMERA
Capricho árabe – Tárrega
Minuetto – Tárrega
Mazurka – Chopin
Nocturno - Chopin
PARTE SEGUNDA
Au soir – Schumann
Dos bourrées – Bach
Andante en Re menor – Haydn
Sonata op.13, adagio - Beethoven
PARTE TERCERA
Deuxième arabesque – Débussy
Serenata – Malats
Granada – Albéniz
Sevilla – Segovia
Aunque el recital debió sin duda gustar al público asistente, entre los que se
encontraban reputados colegas como Emilio Pujol y Quintín Esquembre, según referencia
de Juan Riera en su biografía de Pujol,4 la prensa madrileña pasó por alto el evento y no
hemos encontrado hasta ahora ninguna reseña de esta histórica actuación en los diarios de
días siguientes.
Del resto del mes de mayo, poco o nada se conoce de la actividad de Segovia, que no
volvería a actuar en la ciudad hasta un mes después. Mientras tanto, el 16 de mayo Manjón
se despedía del público madrileño con un último concierto celebrado en el Conservatorio de
Música, y pocos días después, el 20, actuaba también el guitarrista catalán Emilio Pujol en el
Círculo de Bellas Artes.
Por fin, el 5 de junio el diario Heraldo de Madrid ofrece una información sobre
Andrés Segovia, después del recital privado que ofreció en la sede de este rotativo, ilustrada
3
Según aparece en la reproducción del programa de mano en la página 66 del artículo de Suárez-Pajares (ibid)
4
Juan Riera: Emilio Pujol (CSIC, Instituto de Estudios Ilerdenses, 1974). Mencionado por Suárez-Pajares en su
artículo sobre Esquembre (pág.65, art.cit.)
con la primera fotografía del artista en la prensa madrileña y con el título de “Un gran
artista”. En un breve al pie de la fotografía, Heraldo de Madrid elogia al artista andaluz con
estas palabras: “Para no agraviar a nadie y dar medida justa de la impresión que nos ha
producido escucharle, diremos que como concertista de guitarra, jamás oímos otros que le
superen en mecanismo, buen gusto, expresión y repertorio. Pronto, para confirmar nuestra
aseveración, dará en varios Círculos conciertos públicos”.
Segovia y los artistas del concierto del Palacio de Cristal del Retiro
(Heraldo de Madrid, 8-06-1913)
“Andrés Segovia, guitarrista de mérito y gran artista, dió anoche una sesión de guitarra en el
Ateneo, que resultó admirable. Interpretó prodigiosamente varias obras de Tárrega, Bach, Schubert
y Albéniz. También se dió a conocer como compositor con su Sevilla y Jota, que se aplaudieron
mucho. Repitió algunas obras que figuraban en el programa y tocó de gracia una “Romanza sin
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Según las crónicas periodísticas (ver el Heraldo de Madrid del 8 de junio y ABC del 9 de junio) el concierto se
celebró en esta fecha, aunque en la Memoria de Actividades del Ateneo madrileño del año 1913, presentada por su
secretario primero Manuel Azaña, se dice que el concierto tuvo lugar el 6 de junio.
palabras”, de Mendelshon, y un minueto. El público no se cansaba de admirar la labor de Andrés
Segovia como ejecutante y como artista, digno sucesor de los Tárregas, Sor, Aguado y otros
célebres maestros de la guitarra, como Manjón, Llobet y Fortea. Fue aplaudido el esclarecido
concertista de guitarra y muy felicitado.” 6
Tras este segundo concierto como solista, y durante el resto del mes de junio que
permaneció el guitarrista en Madrid, la actuación de Segovia se producirá en diferentes
veladas musicales colectivas a las que fue invitado, compartiendo escenario con reconocidos
cantantes y músicos clásicos.
Así por ejemplo, el 14 de junio ABC informa de las nuevas veladas musicales que se
iban a celebrar en el Palacio de Cristal del Parque del Retiro, y entre las actuaciones
previstas se citan el concierto del cuarteto Español ese mismo día 14, un concierto de canto
de la señorita Velarde y los señores Velo y Gaztambide, “..con la participación de
instrumentistas tan prestigiosos como la señorita Crehuet, los maestros Alonso y Segovia y
alguno más” el día 15, y un concierto de la Orquesta Sinfónica en el acto de clausura del día
16. Imaginamos que el concierto en el que participó de nuevo Segovia tuvo las mismas
características que el anterior del día 7 de junio, con una selección de piezas de óperas y
zarzuelas acompañadas al piano y la actuación en algún entreacto del guitarrista andaluz.
El 25 de junio, Segovia participa en un nuevo concierto vocal e instrumental, en esta
ocasión en la sala madrileña Casa Navas, con la actuación de las señoritas Crehuet,
Campiña, Velarde y de los señores Vidal, Gaztambide, Velo, Segovia y Santamaría,
acompañados al piano por el prestigioso director y compositor Arturo Saco del Valle. Al
día siguiente del concierto, ABC ofrece una fotografía a media página en la que aparecen
todos los artistas del concierto de la Sala Navas (excepto el señor Santamaría), que es la que
ofrecemos en la primera página de este artículo. De pie, el tercero por la izquierda, se
encuentra Andrés Segovia. El diario El Liberal sería el único que ofrecería una crónica del
concierto,7 aunque cita brevemente a Segovia, del que dice “fue ovacionado en un Capricho
de Tárrega y en un buen nocturno de Chopin”, que son por lo que parece las mismas piezas
que interpretó en sus intervenciones en el Palacio de Cristal del Retiro.
Por fin, el 29 de junio se produce la última aparición pública conocida de Segovia en
Madrid, según la información recientemente obtenida en los archivos de la Hemeroteca
Digital, interviniendo el guitarrista andaluz en un concierto musical celebrado en el Gran
6
El País, 12 de junio de 1913
7
El Liberal, 26 de junio de 1913
Teatro en honor de la aplaudida soprano Fidela Campiña. Además de la propia Campiña y
de Segovia, actuaron la soprano Rodríguez Jaén y los músicos Terán, Urio y Gaztambide. En
la reseña del diario El País, encontramos el 30 de junio esta referencia a Segovia: “El
público salió muy complacido del concierto y haciendo elogios justísimos de todos los
artistas que tomaron parte, y muy especialmente del pianista Terán, del violinista Urio y del
guitarrista Segovia, tres concertistas notabilísimos”. 8
“Un concierto de guitarra, cosa es que, por lo general, no inspira gran simpatía y hasta se
mira con cierta prevención, no injustificada. Pero oyendo tocar la guitarra al joven concertista
Andrés Segovia tales prejuicios desaparecen rápidamente y el más aficionado al arte lírico, en sus
puras manifestaciones, experimenta extraordinario deleite. Es porque Segovia es un artista
extraordinario, en cuyas manos desaparece por completo lo que la guitarra puede tener de poco
8
El País, 30 de junio de 1913
grato, para convertirse en instrumento agradabilísimo, en el que los compositores clásicos y de más
difícil interpretación la obtienen perfecta. En obras de Tárrega, Schumann, Coste, Albéniz, Malats,
Chopin, Bach y Mendelsshon, Andrés Segovia estuvo realmente maravilloso. No solamente su
maestría es enorme, sino que, además, el joven concertista posee un temperamento artístico
excepcional. Sabe sentir hondamente, ser delicado y dar a cada obra el carácter y el claro obscuro
adecuados. ¡Qué modo delicioso de matizar y de expresar algunas frases con ternura que conmueve,
con intensidad emotiva extraordinaria, sin recurrir jamás a latiguillos ni efectos de mal gusto! El
triunfo de Segovia fue ayer colosal, y para corresponder a los aplausos entusiastas que se le
otorgaron, interpretó varias piezas fuera de programa, y dará pronto otro concierto” 9
9
El Liberal, 30 de mayo de 1915