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INFORME SOBRE LA SITUACIÓN DE LOS

JÓVENES INVESTIGADORES EN LA
UNIVERSIDAD DE SALAMANCA.

AJIUSAL: STOP RECORTES


AJIUSAL: STOP RECORTES

En este informe se exponen algunos de los problemas fundamentales que aquejan al


colectivo de jóvenes investigadores de la Universidad de Salamanca. Se incluyen tanto
aquellos que afectan al ámbito normativo propio de la Universidad como los
relacionados propiamente con los aspectos laborales.

Los problemas principales son los siguientes:

1) Reconocimiento de la figura del Personal Investigador en Formación como


parte del PDI de la USAL en los Estatutos de la Universidad, mejorando las
condiciones de su representación en los distintos órganos de gobierno.

La última reforma de los estatutos, recientemente aprobada, ha incluido el


reconocimiento del derecho de representación del Personal Investigador en Formación
(PIF) 1 en el Claustro (art. 41), las Juntas de Facultad (art. 52) y las elecciones a Rector
(art. 97.2). No se incluye específicamente esta figura entre las que tienen representación
en los Consejos de Departamento ni de Instituto (arts. 57 y 61). De hecho, no se
reconoce la categoría de PIF en la relación de miembros de un Departamento (art. 11.2),
en la que sólo se contempla la figura del becario de investigación. Lo mismo ocurre en
la definición del Personal Docente e Investigador de la USAL (art. 119). Por otro lado,
sólo la Disposición Adicional Novena establece que el Consejo de Investigación
definirá, a efectos electorales, los requisitos para ser reconocido como Personal
Investigador en Formación. Sin embargo, no se explicitan los criterios de definición, por
lo que ésta queda enteramente al arbitrio de dicho Consejo.
La figura del becario de investigación viene definida por el art. 124:
“1. Los Becarios de Investigación y el personal en formación contratado colaborarán en
los proyectos de investigación.
2. Los becarios de investigación y el personal investigador en formación podrán
colaborar en tareas docentes dentro de los límites previstos por la legislación que les sea
aplicable. La Comisión de Docencia de cada Centro velará por el cumplimiento de tales
límites.”

1
De acuerdo con lo dispuesto en el Estatuto del Personal Investigador en Formación (EPIF: RD 63/2006,
de 27 de enero de 2006).
AJIUSAL: STOP RECORTES

Esta definición es inadecuada por los siguientes motivos:


- Menoscaba el derecho democrático de representación.
- No reconoce ni define la figura del PIF, a la que sin embargo hacen
referencia otros artículos.
- Mantiene la figura del becario cuando, en base al EPIF, incluso aquellos
investigadores en formación en periodo de beca deben ser reconocidos como
Personal Investigador en Formación.
- Es una puerta abierta al mantenimiento de convocatorias no ajustadas al
EPIF y, por lo tanto, perpetúa la precariedad de los jóvenes investigadores.
Por lo tanto, es necesario un artículo que reconozca específicamente la figura del
PIF.

2) Renovación del Estatuto del Becario y su transformación en un Estatuto del


Personal Investigador en Formación de la USAL, de manera que pueda servir
de marco de derechos para el PIF en fase de beca y de contrato hasta que sea
reconocido íntegramente como personal laboral.

La referencia normativa fundamental es el Estatuto del Personal Investigador en


Formación (EPIF, RD 63/2006 de 27 de enero). Otras referencias son:

- Carta Europea del Investigador.


- Estatuto del PIF de la Universidad de Valencia.
- Estatuto del PIF de la Universidad Autónoma de Madrid.
- La nueva Ley de Ciencia. El borrador, cuya aprobación se espera inmediata,
dispone la necesidad de redactar un nuevo estatuto del investigador en
formación, pero dispone un plazo de dos años para su aprobación, por lo que
ahora mismo no constituye solución alguna a los problemas a los que se
enfrenta el PIF.

3) Plena inclusión en el Convenio Colectivo y en el modelo de relaciones


laborales establecido en el marco de la USAL.

Conforme al EPIF (Art. 5.3): “El personal investigador en formación de contrato


disfruta de los derechos de carácter laboral, así como los relativos a los de seguridad
social, que se derivan del contrato que formalicen con el organismo, centro o
universidad de adscripción”. Las convocatorias FPU, FPI y USAL se acogen al EPIF y
establecen explícitamente que los beneficiarios tendrán todos los derechos laborales
asociados a la formalización del contrato de trabajo. Incluso, en el caso de la
convocatoria FPU 2010 (Art. 8.2) se especifica que los investigadores en formación
tendrán los derechos que hayan fijado las entidades de adscripción de los beneficiarios,
estableciendo, por tanto, la necesidad de una regulación específica en el marco de la
Universidad que, por extensión, debería ser aplicable al resto de convocatorias
predoctorales bajo el criterio de no discriminación. La convocatoria PIRTU 2010 no
recoge regulación alguna en materia de derechos laborales, por lo que, en ausencia de
disposiciones específicas en el Convenio, este colectivo carece virtualmente de derechos
laborales reconocidos.
AJIUSAL: STOP RECORTES

Además, amparándose en la obligatoriedad del pago de tasas de tutela, el


Rectorado y las disposiciones normativas propias de la Universidad priman nuestra
condición de alumnos de Tercer Ciclo frente a la condición laboral del PIF. Esto
supone, en la práctica, se le excluye del ámbito laboral de la Universidad. El Convenio
Colectivo vigente señala que las condiciones que se regulan serán de aplicación a las
distintas convocatorias (entre las que se incluyen las de personal en fase postdoctoral),
pero introduce, en el Artículo 11 su exclusión de todo cuanto esté regulado en la
convocatoria de ayuda que motive el contrato, señalando explícitamente que no serán de
aplicación el sistema selectivo, la carrera profesional, la jornada laboral, el régimen de
vacaciones ni el régimen de retribuciones.
Si bien el aspecto retributivo no forma parte de nuestras preocupaciones
inmediatas, sí consideramos fundamental que el Convenio recoja específicamente todos
los aspectos relacionados con nuestra situación laboral, ya que es la única forma de
incluirnos plenamente como personal laboral. El modelo actual prima nuestra relación
con la entidad convocante del programa de ayudas, pero las condiciones de trabajo las
establece, en la práctica, la Universidad. La USAL se escuda en las convocatorias y
disposiciones de las entidades convocantes para eludir compromiso alguno con el
personal recogido en el punto 4.2 del Convenio, al tiempo que se beneficia de su
trabajo. Frente a ello, consideramos que las condiciones laborales básicas de estos
colectivos deberían ser uniformizadas por la Universidad, sin perjuicio de las
particularidades que establezca cada convocatoria, ya que, como luego se detalla, afecta
algunos derechos laborales básicos.
Además, la inminente aprobación de la ley de Ciencia establecerá un régimen de
contratos predoctorales para las ayudas subvencionadas con fondos públicos, por lo que
se hará necesario incluir al nuevo PIF en el marco de relaciones laborales de la USAL.
Las reivindicaciones inmediatas son las siguientes:

- La Universidad de Salamanca debería comprometerse a garantizar que los


periodos de interrupción temporal del contrato por incapacidad temporal
(enfermedad o accidente), riesgo durante el embarazo y descansos por
maternidad o paternidad se pudieran recuperar. En la actualidad, las
convocatorias establecen que el organismo convocante complementa la
prestación económica de la Seguridad Social hasta alcanzar el 100% de la
cuantía mensual de la ayuda, pero el tiempo de baja sólo se puede recuperar
por periodos de 30 días y siempre que las disponibilidades presupuestarias lo
permitan (FPU 2010, Art. 15.2; FPI, Art. 31.2; USAL 2010, Art. 12). Dado
que las situaciones descritas alteran gravemente la capacidad de trabajo y,
por lo tanto, la posibilidad de finalizar a tiempo la tesis doctoral (con el
consiguiente menoscabo del compromiso inicial en cuanto al tiempo
acordado para llevar a cabo la investigación y perjuicio para la carrera
investigadora), la Universidad debería comprometerse a que los periodos de
baja por incapacidad temporal fueran recuperables en todo caso (habilitando
las medidas presupuestarias necesarias) e independientemente de la duración
del periodo de la baja.

- En términos generales, consideramos que los colectivos incluidos en el


Convenio Colectivo en el Art. 4.2 debería poder acogerse a las disposiciones
en materia de régimen de vacaciones y de jornada laboral (además de lo que
se especifica en el siguiente punto). La no regulación deja la situación de los
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beneficiarios predoctorales al arbitrio de los directores de tesis y de


laboratorio.

- El EPIF (Art. 7.c), al que se acogen las convocatorias FPU, FPI, PIRTU y
USAL, dispone la posibilidad de llevar a cabo tareas docentes, dentro de los
límites establecidos por cada convocatoria, estableciendo un máximo de 60
horas anuales de docencia. En los mismos términos, el Convenio Colectivo
vigente establece que los Ayudantes no doctores, como “personal en
formación docente e investigadora”, podrán impartir hasta 60 horas de
docencia. Dicho artículo, debería hacerse extensivo a los investigadores
predoctorales del Art. 4.2 del Convenio Colectivo para homogeneizar las
condiciones de colaboración docente del PIF y garantizar así, por un lado,
que no se cometan abusos y, por otro, que todos ellos puedan disfrutar, en
igualdad de condiciones, de los beneficios curriculares que implica la
impartición de docencia.

- Específicamente, en el caso de las ayudas PIRTU 2010 de Castilla y León, la


convocatoria, ajustada el nuevo RD de Doctorado, establece una duración
para el contrato de tres años, aunque dispone la posibilidad de obtener una
prórroga de un año si esta condición está recogida en el Convenio Colectivo,
por lo que es imprescindible que se incluya (Art. 4.1, en referencia al artículo
1 del Real Decreto-Ley 10/2010, de 16 de junio, de Medidas Urgentes para
la Reforma del Mercado de Trabajo).

- El Convenio debería recoger explícitamente la posibilidad de que el personal


laboral regido en el Art. 4.2 del actual Convenio Colectivo tenga derecho a
disfrutar, como el resto de trabajadores, del plan de Acción Social, así como
del reconocimiento médico y de los cursos de formación específica y cursos
de riesgos laborales.

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