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Aula

La piedra de
Armi

Miguel Argibay
Gema Celorio
Juanjo Celorio
Mario Unamuno
Equipo Hegoa

Con la colaboración de
Txabi Arnal, Pilar Sánchez

Autor del cuento «La piedra de Armi»


PD Educación infantil

Txabi Arnal Material


fotocopiable
Ilustraciones
Maria Tortajada, José Diana

Índice

Introducción
Objetivos didácticos
Contenidos
Metodología
Propuesta de actividades y orientaciones para la intervención pedagógica
Evaluación
Referencias bibliográficas
Material para el alumnado

83 | Aula de Innovación Educativa. Núm 69


Propuesta didáctica

PD

Esta guía ha sido elaborada por el equipo de educa- tirá enlazar con el tratamiento de aspectos impor-
ción para el desarrollo de Hegoa (Instituto de tantes en esta etapa: la colaboración, la coopera-
Estudios sobre el Desarrollo y la Economía Inter- ción, el compartir, justo en un momento en el que
nacional de la Universidad del País Vasco). Nuestro se está iniciando el descubrimiento del placer del
grupo empezó a trabajar en educación para el desa- juego en compañía de sus iguales y en el que a tra-
rrollo en el año 1989, con un objetivo prioritario: vés de los juegos simbólicos empiezan a manifestar
acercar la educación para el desarrollo al sector for- su propia visión y comprensión de la realidad más
mal mediante la utilización de distintas estrategias. cercana.
Entre ellas destacamos la investigación, la forma-
ción del profesorado, la relación con ONG y MRP, la Justificación
creación de un centro de recursos y la producción El período de tiempo y la franja de edades que
de material didáctico. Por último, hemos intentado abarca la educación infantil, nos parece especial-
también contribuir, en la medida de lo posible, al mente importante para iniciar un trabajo sobre re-
debate sobre la innovación educativa a través de la solución positiva de conflictos, que fortaleciera y se
celebración de congresos y jornadas y mediante la viera fortalecida por una perspectiva coeducadora
colaboración con revistas pedagógicas. orientada a desestructurar los estereotipos de gé-
Ésta es la primera de un grupo de tres unida- nero (femenino/masculino).
des didácticas, de las que las dos restantes estarán A estas edades tempranas es cuando, en el
dedicadas a las etapas de primaria y secundaria, res- marco familiar, los adultos prestan vicariamente a
pectivamente. En ellas abordaremos aspectos espe- los niños las primeras herramientas para la cons-
cíficos de cada etapa e intentaremos, además, que trucción de su identidad, para comunicarse, para
la trilogía constituya un conjunto coherente. dominar miedos y expresar afectos, además de ad-
quirir seguridad en su interacción con el medio. Pero
es en la escuela donde los niños y niñas se inician en
Introducción la socialización de actitudes, conocimientos y habi-
lidades con grupos de iguales y con el apoyo de
El trabajo que presentamos tiene como eje la adultos no familiares. Es en este universo familiar y
perspectiva de la educación para la paz y la coedu- escolar donde cada criatura irá construyendo su
cación. Está dirigido al segundo ciclo de educación personalidad, incorporando normas de conducta,
infantil (3-6 años). Para realizarlo, Hegoa ha con- aprendiendo a expresarse y a gestionar sus conflic-
tado con la colaboración y asesoría de docentes de- tos.
dicados a enseñar a niños y niñas de esta etapa. En este proceso, podemos observar cómo se
Un cuento es el eje de esta unidad didáctica. transmiten pautas socialmente dominantes, relacio-
Hemos elegido trabajar el conflicto y los estereoti- nadas con el comportamiento de género estereoti-
pos de género a través del cuento, porque es un ele- pado, en las que la agresividad desempeña un papel
mento familiar en la relación entre niñas y adultas, importante en las diferencias entre las chicas y los
y porque es atractivo, emocionante y entretenido. varones y en las formas como se dirimen los conflic-
Además, a través del lenguaje simbólico, los cuentos tos.
infantiles ofrecen muchas de las claves para cono- Estas características están muy generalizadas,
cer sentimientos, dominar los temores, poner límites pero no responden a un determinismo biológico del
al egoísmo, afrontar y superar obstáculos y apren- comportamiento de cada sexo, sino a los modelos
der pautas sociales importantes en esta etapa tales que cada cultura ofrece durante el proceso de so-
como: colaborar, compartir, descubrir el mundo y el cialización.
placer de jugar con otra gente de su misma edad La escuela ofrece un marco válido para propo-
(Propp, 1981; Bettelheim, 1977; Bortolussi, 1985). ner otras alternativas y por eso tienen interés pro-
Creemos que el texto que compone el cuento puestas específicamente encaminadas a favorecer el
La piedra de Armi puede ser sugerente para trabajar desarrollo integral de niños y niñas libres de estere-
en el aula. En primer lugar, porque invierte algunos otipos que limiten sus capacidades y orientadas a
de los tópicos más frecuentes en la caracterización promover un aprendizaje que les ayude a enfren-
de los personajes (aspecto físico, actividades, com- tarse al conflicto de forma creativa y positiva.
portamientos) y, además, porque el conflicto que se Tal como señala Bronwyn Davies (1994):
plantea nos dará posibilidad de abordar las actitu- Las relaciones entre los géneros, entre niños y
des de los protagonistas, imaginar otras soluciones adultos, entre pobres y ricos, configuran el men-
posibles, etc. saje político, el subtexto, el ordenado fundamento
También constituye un núcleo que nos permi- moral sobre el cual se construyen los cuentos y, por

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Propuesta didáctica

PD

tanto, el mundo social. Los textos que sirven a los tos mediante la cooperación, mostrando los
niños para aprender a leer se basan más en una aspectos negativos y la ineficacia de la vio-
versión «realista» que «fantástica» del mundo. lencia.
Dentro de este mundo realista, el hombre aparece
como el agente activo en el mundo exterior, mien- Objetivos específicos
tras que la mujer es presentada como el «otro» pa- Adquirir y desarrollar:
sivo, cuyas funciones son, fundamentalmente, de .
Capacidades de atención, comprensión, ex-
apoyo al elemento masculino. presión (afectiva, oral, plástica y corporal).
.
Capacidades cooperativas (juegos colectivos
Pese a la amplia literatura existente, es muy difícil y tareas compartidas).
encontrar cuentos clásicos o modernos que no re- .Capacidad creativa individual y colectiva
fuercen los estereotipos de género. Por eso, hemos (oral, plástica y corporal).
pensado que era necesario crear La piedra de Armi,
que es un cuento especialmente concebido para de-
sarrollar los objetivos que perseguimos con esta uni- Contenidos
dad didáctica.
Hemos resaltado los puntos más interesantes
de los contenidos del DCB, presentes en La piedra de
Objetivos didácticos Armi (cuadro 1), que se desarrollan en esta unidad
didáctica a través de las actividades y propuestas
Objetivos generales pedagógicas que realizamos. Por otro lado, esta uni-
.
Potenciar la igualdad de oportunidades en- dad cobra sentido en relación con el resto de activi-
tre los sexos e iniciar un trabajo para desar- dades del curso y en la medida en que los objetivos
ticular estereotipos de género. generales que proponemos se conviertan en un re-
.
Incentivar la resolución positiva de conflic- ferente para la globalidad de la vida escolar.

Cuadro 1. Contenidos

Área I. Identidad y autonomía personal Área II. Descubrimiento del medio físico y social Área III. Comunicación y representación

. Sentimientos y emociones (en relación . Conflictos: observación, identificación, . Textos orales de tradición cultural (cuen-
Conceptuales

con el relato y con su propia experiencia)) fórmulas de resolución positivas tos, canciones)
. Noción de identidad: conocimiento y . Los oficios y las profesiones. Diversidad, . Estructura básica de un cuento o relato
aceptacion de la imagen propia y de la características, funcionalidad para la vida (presentación del contexto y de los per-
ajena comunitaria sonajes, argumento o problema central,
resolución final)

. Utilización de las posibilidades expresivas . Identificación y observación de distintos . Producción de mensajes mediante cual-
Procedimentales

del cuerpo para comunicar sentimientos modelos de comportamiento (a través de quier sistema de expresión (corporal,
(alegría, enfado, tristeza) los personajes del cuento) y de los dife- plástica, gráfica y oral)
. Capacidad expresiva para caracterizar dis- rentes oficios y profesiones existentes en . Evocación y relato de hechos, cuentos, in-
tintos personajes (disfrazarse, maquillarse una comunidad (tanto en los pueblos que cidentes y acontecimientos de la vida coti-
aparecen en el cuento como en su propio diana debidamente ordenados en el tiempo
contexto, escuela, barrio...) . Atención y comprensión de la narración,
del cuento y otros mensajes
. Desarrollo de habilidades lingüísticas y
narrativas
. Imitación y representación de situaciones,
personajes e historias sencillas, reales y
evocados, individualmente y en pequeños
Actitudinales

grupos

. Aceptación de las diferencias evitando las . Actitud de resolución positiva ante situa- . Gusto y placer por escuchar y mirar el
discriminaciones por razón de sexo ciones de conflicto cuento
. Participación y colaboración en activida- . Apreciar que todos los trabajos y roles . Capacidad de escucha y atención ante las
des colectivas pueden ser asumidos por persona de uno opiniones o relatos de compañeros y
y otro sexo compañeras
. Interés por participar en diálogos y con-
versaciones respetando las normas que
rigen el intercambio lingüístico

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Propuesta didáctica

PD

Metodología no sexista del lenguaje, el compromiso de trabajar


en el aula los conflictos y su resolución positivas, el
Esta unidad didáctica se articula en torno a un análisis de los materiales didácticos desde una óp-
cuento: La Piedra de Armi. El cuento, núcleo de tra- tica coeducativa, el desarrollo de valores positivos
bajo en este caso, entra dentro de la categoría de en los niños y niñas independientemente de los es-
actividades colectivas y, como tal, nos ofrece un es- tereotipos de género, etc.
pacio ideal para desarrollar hábitos de participación Para hacer partícipes a las madres y los padres,
y colaboración. A través de las actividades que giran proponemos convocar una reunión con ellos antes
en torno al cuento, se puede promover la pertenen- de trabajar esta unidad didáctica, en las que se les
cia al grupo en condiciones de igualdad, en la me- da a conocer los objetivos que se pretende conse-
dida en que cada pequeño escolar debe cooperar en guir y alentar su participación. Para ello, les dare-
acciones conjuntas al tiempo que afirma su identi- mos una fotocopia del cuento y les propondremos
dad y enriquece sus habilidades individuales. Es im- que en algún momento se lo cuenten a sus hijos e
portante procurar que el grupo se implique en la ac- hijas. De esta manera, estaremos favoreciendo el
tividad y que la considere placentera. que se sientan partícipes de la vida escolar.
El tipo de actividades propuestas se orientan a
desarrollar igualmente los aspectos de comunica- Temporización
ción oral, de conocimiento de las pautas que rigen En tanto que esta propuesta se corresponde con
la lengua escrita, así como trabajos de plástica, de planteamientos transversales no tendría sentido ofre-
expresión corporal y de dramatización. cer una temporización rígida. Los objetivos generales
La actuación docente consistirá en: se conseguirán si esta unidad no es un acto aislado,
.Despertar el interés por el cuento prepa- sino una parte de un proceso, una orientación cons-
rando un ambiente adecuado, alegre y mo- tante de nuestra intervención educativa tanto en el
tivador que genere expectativas. centro como en cada aula. Es una actividad abierta
.
Narrar el cuento de forma teatral para man- que puede tomar más o menos tiempo según las ca-
tener la tensión. racterísticas o necesidades del grupo, y que incluso
.
Hacer ejercicios de memoria y de comunica- puede ser recurrente según el interés despertado por
ción evocando distintos momentos del la narración o por las actividades sugeridas.
cuento. Cada docente, individualmente y en colabora-
.
Ayudarles a expresar sus propias opiniones. ción con el resto de maestros y maestras del ciclo, es
.
Diversificar el tipo de actividades ofreciendo quien debe asignar las actividades a su momento
distintos canales de expresión: plástica, ver- temporal y acordes con la planificación del curso,
bal, corporal, evitando la monotonía o exi- en la que habremos contemplado espacios para: psi-
giendo un grado de concentración que no comotricidad, plástica, juegos, música, lectura, etc.
suelen tener a esas edades.
.
Ofrecer argumentos alternativos a aquellos El cuento: «La piedra de Armi»
en los que observemos reproducción de es- El cuento presenta a dos pueblos, Urdi y Larro,
tereotipos de género y/o actitudes negativas en los que la vida cotidiana es casi idéntica; sólo se
ante el conflicto. diferencian por el color: uno es rosa y otro azul.
.
Formular preguntas dirigidas a facilitar la in- Las acciones y los conflictos principales los de-
teracción entre el grupo, combinando mo- sarrollan dos personajes que tienen el mismo oficio:
mentos en los que nuestra intervención sea sastre y modista. Ambos son excelentes en su tra-
mayor con aquéllos en los que prime la es- bajo. El muchacho vive en el pueblo rosa y la chica
pontaneidad de niñas y niños. en el pueblo azul. Son ambiciosos y quieren acapa-
.
Establecer puentes entre las actitudes frente rar el trabajo de los dos pueblos.
a los conflictos que aparecen en el cuento La competencia los lleva a un conflicto que in-
con los que habitualmente se manifiestan volucra a las personas de Urdi y Larro. Se establece
en el aula. una lucha brutal por conseguir la mágica piedra de
afilar que posee Armi, que es la mejor tejedora del
En relación al centro, es conveniente que el claustro mundo: una araña. El enfrentamiento violento les
acuerde seguir pautas de transversalidad asumiendo lleva al caos. Afortunadamente, Armi es precavida y
orientaciones comunes en la resolución positiva de ecuánime y les da una lección a los dos ambiciosos
conflictos y en el tratamiento de género. Propo- que reconocen su error y se arrepienten. Se dan
nemos que el claustro debata y, en su caso, que cuenta de que compartir y colaborar es mucho más
adopte algunas medidas tales como: una utilización inteligente y beneficioso para todos.

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Propuesta didáctica

PD

LA PIEDRA DE ARMI

URDI es un pueblo normalito, ni grande ni pequeño, ni muy antiguo ni muy moderno, ni feo ni bonito. Nada destaca en Urdi y, sin embargo, es
un pueblo especial. ¿Por qué? Porque es totalmente AZUL.
LARRO también es un pueblo... ¿cómo expresarlo? Bueno, diremos que Larro es un pueblo pueblo con panadería, carnicería, zapatería y hasta una
parada de autobús. Nada fuera de lo común. Pero, de todos modos, Larro es diferente. ¿Por qué? Porque es completamente ROSA.
Bien pensado, observado y remirado, yo diría que Uurdi y Larro se parecen muchísimo, que son casi hermanos gemelos. Un único matiz los dife-
rencia, una características que ya conocéis y que disfraza y recubre todo su aspecto exterior: el COLOR. Ya os he dicho antes que Urdi es rosa y
Larro es azul. ¡Ah, no!, ¡perdón!, al revés: Larro es rosa y Urdi es azul. ¡Así está bien!
Al fin y al cabo, ¡que más da!; excepto ese detalle sin importancia, son idénticos; son iguales sus carnicerías y sus escuelas, y sus ayuntamientos,
y sus frontones, y también sus gentes. ¡Si es que parece que los hermanos y hermanas de los larrosanos y larrosanas viven en Uurdi! (y al con-
trario, ¡por supuesto!).
¿Entramos en una casa de Larro para ver cómo vive y trabaja alguno de sus habitantes? ¿Sí? !Vamos allá! Les espiaremos desde detrás de esta ventana.
Ese chico que está sentado frente a su mesa de trabajo, cosiendo, tejiendo y cortando, se llama Sastre. Sastre de nombre y Sastre de primero y
segundo apellido. ¡Eso es! SASTRE SASTRE SASTRE. ¿De profesión?: sastre, claro.
Sastre es realmente un joven muy trabajador. Desde que amanece, está dale que te dale a la aguja y al hilo, y para cuando anochece, todavía
continúa cose que te cose, corta que te corta.
¿Queréis saber algo más acerca de Sastre?
Pues os diré que también es un poco ambicioso, sueña con confeccionar trajes para yo que sé qué personas importantes de no sé que enorme
ciudad. ¡Cuánta ambición alberga el sastrecillo!, sin embargo, por ahora debe conformarse con coser sólo para los larrosanos y las larrosanas, ¡que
no es poco! Nunca ha recibido encargos procedentes de fuera del pueblo color rosa ¡ni falta que le hace para vivir desahogado!
Sastre también es TERCO, muy terco, y tal vez por ello llegue alguna vez a coser para esos grandes señores y señoras de la inmensa ciudad. ¿COTI-
LLA?, ¿que si es cotilla?, ¡mucho! Todo el pueblo le cuenta en secreto sus cosillas, asuntillos, problemillas y alegrías, y tan pronto como las escu-
cha, las reparte entre las orejas de los lugareños y lugareñas.
¡Ah!, físicamente, ¿queréis conocer el aspecto físico del joven SASTRE SASTRE SASTRE, de profesión sastre? Os complaceré. Es rubio, pelo largo,
delgado pero no débil, ni alto ni bajo, un pendiente en cada oreja, y varias pulseras en ambas muñecas y tobillos. Muy ordenado y cuidadoso.
Derrocha buen gusto cuando confecciona trajes y vestidos, pero sobre todo es una persona dulce como el chupachús, azucarado con los anima-
les que le proporcionan lana y cuero, y con las plantas que le dan hilo.
Bueno, menos rollo. Dejemos la casa de SASTRE SASTRE SASTRE, de profesión sastre, y caminemos por esta calle rosa en dirección a las afueras
de la ciudad. Pasemos bajo la arquería rosa y crucemos el puente rosa construido sobre el río rosa. !Ya hemos salido de Larro!
¿Que adónde vamos? ¡Adivinadlo! Claro que sí, ¡a Urdi, el pueblo azul!
El camino es sencillo, no tiene pérdida. Simplemente se trata de avanzar por el sendero rosa, y si, después de veinte minutos de marcha, se con-
vierte en azul, ¡premio!, habremos encontrado la ruta que nos lleve a Urdi.
Y la hemos encontrado, sin apenas cansarnos. Y ya estamos en el interior del pueblo, entre sus casas y calles de color azul. ¿Vemos cómo vive
una urdiarra? ¡Adelante!, la observaremos desde esta puerta entreabierta.
Esa chica que no deja de cortar y coser sentada sobre una cómoda silla azul se llama Modista. MODISTA MODISTA MODISTA, ése es su nombre
completo, el nombre y apellidos adecuados para una persona cuya profesión es... ¡modista!
Ya veis cómo es esta habitante de Urdi; trabajadora, muy buena trabajadora y, esto os lo diré yo, pues la conozco bien, también es impulsiva. Si
alguien le dice que debe descansar un poco más, ella se enfada y lo echa de su casa gritando que nadie se debe entrometer en su vida. ¡Sí seño-
ra, Modista tiene muy mal genio!
¿Ambiciosa? ¡Sí!, más que Sastre (al menos eso pienso yo). Ella no quiere ni desea confeccionar trajes y vestidos a las grandes señoras y señores
de la ciudad, ¡no, qué va! Ella quiere convertirse en la más grande señora, la más importante persona de la urbe. De momento tiene que confor-
marse con coser hermosos vestidos para sus paisanos y paisanas, ¡que son muchos y le ayudan a vivir bien!
MODISTA MODISTA MODISTA, de profesión modista, es una joven chica de aspecto sano, alta, robusta, pelirroja y facciones muy lindas. Tiene
también dos generosas orejas, a pesar de las cuales no es nada cotilla. Toda persona que le encarga un trabajo queda satisfecha, ¡y es que es muy
buena con el hilo, las agujas y las tijeras entre los dedos! Modista es habilidosa y ordenada, y, sobre todo, cariñosa; amante de los animales que
le regalan cuero y lana, y de las plantas de las cuales extrae el hilo.
Bueno, pero ¡qué raro! Son las once de la mañana y MODISTA MODISTA MODISTA, de profesión modista, ¿abandona el trabajo? Parece enfada-
da, muy enfadada. Pegaré el oído a la puerta para escuchar lo que grita:
«¡Maldita sea! ¡Mis agujas no pinchan, y mis tijeras no cortan!, y para colmo de males, ¡se me ha agotado la piedra de afilar! ¡Con el montón de
encargos que me resta por acabar!»
¿Os podéis imaginar unas tijeras que no cortan y una aguja que no pincha? ¿Y una modista con unas tijeras que no cortan y una aguja no pin-
cha? ¿Y una modista sin poder trabajar? ¿Y un pueblo sin modista? ¡Así, es normal que cualquiera de estar elegante desista! ¿Imagináis a todos
los habitantes de un pueblo sin un traje o vestido nuevo que ponerse en los días de fiesta? ¿Os lo imagináis, sí? Pues así es como estaba Urdi.
Las ferias estaban próximas y nadie quería vestir los desfasados atuendos del año anterior. Había que encontrar una solución y, mal que pesase
a todos y todas, ésta se hallaba en el desconocido, aunque cercano, pueblo de Larro.
Uno detrás de otro, todos los habitantes de Urdi caminaron, primero por el sendero azul y después por el rosa, en busca de un sastre que les con-
feccionase un elegante vestido para las fiestas.
Y se toparon con Sastre, y SASTRE SASTRE SASTRE, de profesión sastre, dijo a todos que sí, y les tomó medidas, y sacó las mejores telas de su

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catálogo, y cosió, cortó y tejió día y noche durante quince largos días.
Tal fue el uso que dio a sus instrumentos que, durante la tarde del decimosexto día, las tijeras perdieron su filo y
la aguja su punta. Sastre buscó una piedra con que poder afilarlas, pero no la encontró.
«¡Maldita sea!, las tijeras no cortan y la aguja no pincha. Y para mal de males, la piedra de afilar se ha desgasta-
do por completo. ¡Tengo el almacén lleno de telas y la oficina repleta de pedidos!, pero, sin embargo, no tengo
instrumentos para trabajar».
¿Y os podéis imaginar unas tijeras que no cortan y una aguja que no pincha? ¿Y un sastre sin poder trabajar? ¿Y
un pueblo sin sastre? ¡Qué desastre!
De este modo, los encargos llegados de Urdi no fueron satisfechos, y para colmo, también se acercaban las fiestas
de Larro, y sus habitantes, por supuesto, querían estrenar nuevos vestidos y trajes.
¿Solución? Me temo que ahora no vamos a encontrar ninguna solución.
¿Qué me dice, señor escritor, dejamos ambos pueblos desnudos y damos por terminado el cuento?
– ¡No!
– ¿Quien ha dicho ‘no’?
– He sido yo, SASTRE SASTRE SASTRE, de profesión sastre.
– ¡No!
– Sí, sí, ya le he escuchado señor Sastre.
– Perdone, señor Escritor, pero en esta ocasión he sido yo quien ha negado, MODISTA MODISTA MODISTA, de pro-
fesión modista.
– ¿Queréis decir que habéis encontrado la solución a este problema?
– Sí, afirmaron Sastre y Modista al unísono.
– Está bien. Contadme.
– Que hable primero ella, podría copiar mi idea, dijo Sastre.
– Lo mismo opino, replicó Modista.
– De acuerdo, hablaréis los dos a la vez.
– Le pediré a Armi, la araña, su piedra de afilar. Es mágica; nunca se acaba, crece cuando no se trabaja sobre ella,
aclararon Modista y Sastre a la vez.
Acordarse de Armi y correr en dirección a su cabaña fue todo uno. Sastre apretó los dientes y aceleró el paso cuan-
to pudo, ¡y hay que ver si pudo!; corría tan rápido que parecía no pisar el suelo. «¡Ajá! –pensó–. Esa modistilla no
llegará a tiempo. Para cuando pueda decirle a Armi la primera palabra, yo estaré trabajando en el taller con la pie-
dra de afilar en mi poder».
Pero, ¡oh sorpresa! MODISTA MODISTA MODISTA, de profesión modista, no era ni mucho menos coja, y si el sastre
era veloz, ella corría como una gacela. Así pues, agotados, llegaron juntos a casa de Armi. Ésta, sorprendida, les
preguntó sin darles tiempo a respirar:
– ¿A qué se debe vuestra visita? No acostumbráis los habitantes de Larro y Urdi acercaros por aquí.
– La piedra, dame la piedra de afilar. La necesito –respondieron Sastre y Modista todavía jadeando.
– Sólo tengo una piedra, pero, sin embargo, a gusto la compartiré con vosotros. Ya sabéis que se trata de una roca
de afilar mágica, crece por sí sola. Habrá suficiente para los tres, así que la repartiremos, y aunque en principio los
pedazos puedan parecer pequeños, si la dejáis descansar durante unos días aumentará su tamaño.
– ¡No, no, no!, ¡ni hablar! –repuso Sastre–; necesito la piedra entera y ¡ahora! No me basta con un pedazo. Tengo
mucho trabajo pendiente y, por lo tanto, no puedo dejar que repose.
– Lo mismo digo, añadió Modista. Me la darás a mí, y para que veas que no soy persona desagradecida, una vez
haya cosido todos los trajes y vestidos que me han sido encargados, y me hayan pagado por ello, te obsequiaré
con una gran bolsa de monedas de plata.
– ¡Menudo agradecimiento más rácano! –replicó Sastre. Yo, además de una bolsa llena de monedas de plata, te
confeccionaré la tela de araña más hermosa que jamás hallas soñado, ¡será para ti un palacio!
– Pero, decidme, contestó Armi, la araña. ¿Para qué necesito yo una bolsa de monedas de plata, si aquí en el campo
vivo feliz con lo que tengo, y nunca me falta de nada ¿Para qué necesito una hermosa tela? Yo soy una araña y
puedo fabricar la que más me convenga. Además, ya tengo una preciosa tela, y vivo encantada sobre ella.
Sastre y Modista, muy impacientes, no quisieron dedicar ni un segundo más a aquella charla y, sin pensarlo un ins-
tante, se abalanzaron sobre la piedra de afilar.
Fueron tantos los mamporros, codazos, puñetazos, patadas, rodillazos, bofetadas, !Huys! y !ayes!, que se repartie-
ron, que poniéndolos todos, uno encima de otro, se hubiese podido construir una columna más alta que la torre
de la iglesia de cualquiera de sus pueblos. Tras media hora de combate, Sastre y Modista cayeron extenuados al
suelo, de espaldas, mirando hacia el cielo, sin poder abrir los ojos, que tenían llenos de moratones.
El resultado de la pelea, técnicamente hablando, fue un EMPATE (aunque yo, más bien, diría que los dos salieron
perdiendo).
Entre quejidos y expresiones como «¡Huy, que mal me encuentro!», Sastre y Modista se levantaron y caminaron (yo
diría que se arrastraron) en dirección a sus respectivos pueblos, no sin antes prometer, de muy mal genio, que vol-
verían en busca de la piedra de afilar.
Una vez que los dos contrincantes desaparecieron por el horizonte, Armi, muy asustada, cargó sobre su espalda la
piedra de afilar y huyó hacia el monte, allí donde nadie la pudiera encontrar.

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Propuesta didáctica

PD
Cuando MODISTA MODISTA MODISTA, de profesión modista, llegó totalmente magullada a Urdi, los vecinos le pre-
guntaron qué le había sucedido. Y ella mintió. Dijo que Sastre había empleado malas artes, que la había atacado
con una gran jauría de perros, pero que, aun así, ella había podido defenderse y no había permitido que Sastre se
llevará la piedra de afilar. «¡Así se hace!», le animaron sus vecinos, y después se enfadaron, y se indignaron, y más
tarde se organizaron para ir en busca de la preciada piedra.
Y cuando SASTRE SASTRE SASTRE, de profesión sastre, llegó totalmente magullado a Larro, sucedió lo mismo que
en Urdi. Larrosanas y larrosanos le animaron diciendo «¡Así se hace!», y después también se enfadaron, y se eno-
jaron e indignaron muchísimo, y más tarde se organizaron para ir en busca de la codiciada piedra.
A la mañana siguiente, muy temprano, los habitantes de Larro y Urdi se encontraron frente a frente junto a la
cabaña de Armi. No faltaba nadie; jóvenes y adultos, niñas y niños, ancianos y ancianas. Estaban todos. Pero no
hallaron a Armi, ni tampoco la piedra de afilar. Y unos pensaron que se la habrían llevado los otros, y los otros
pensaron que se la habrían llevado los unos.
Todas las personas allí reunidas se pusieron rojas de ira. Se enfadaron aún más. Estaban indignadísimas, enojadísimas.
Y se pelearon, y fue tan enorme la cantidad de !ayes! y !huys!, mamporros, tortazos, patadas, puñetazos, codazos
y rodillazos que se repartieron, que si todos ellos se hubieran apilado, hubiesen construido una montaña tan alta
como el Gorbea.
La batalla terminó cuando a la última habitante de Urdi no le quedó ni un ápice de fuerza para propinar el últi-
mo castañazo.
Estaban todos tan mal, tan destrozados, tan cansados y abatidos, que tardaron varios meses en reponerse y curar-
se. Y abandonaron los campos, no recogieron las cosechas y pasaron hambre. Las vacas y las ovejas se escaparon
de los establos, se quedaron sin leche y no pudieron hacer queso. Y pasaron más hambre. Los maestros y maestras
no acudieron a la escuela, y los niños y niñas no aprendieron a leer ni a escribir. Y el médico estaba tan malito en
la cama que no curó a los enfermos. Y los albañiles, sin fuerza para coger un solo ladrillo, no pudieron impedir
que las casas se derrumbasen.
¿Y Armi? Armi salió de su escondite después de terminar la batalla. Observó el fatal estado en que habían queda-
do los peleones y peleonas, se puso muy roja y se indignó más que todos los habitantes de Lardo y Urdi juntos.
Tenía un enfado tan grande que no le cabía en su tela de araña, y con el peso del enfado la tela se rompió, y Armi
se fue. Se fue lejos, allá donde nadie conociese los pueblos de Urdi y Larro.
Pero les dejó un recuerdo. En aquel lugar donde el camino rosa se volvía azul, y el azul se tornaba rosa, pintó un
gran cuadrado de color verde y sobre él colocó la piedra.
Avergonzados y avergonzadas los vecinos y las vecinas de Larro y Urdi, lloraron por lo sucedido. Lloraron días y
noches enteros. Lloraron tanto que sus lágrimas se unieron dando vida a un caudaloso río que en su correr borró
el rosa y el azul de las casas, calles y plazas, dando un nuevo, brillante, desconocido e igual color a ambos pue-
blos. Alcanzó tal fuerza el discurrir de sus aguas que arrastró envidias, odios y rencores.
Todas y todos bebieron del río y recuperaron las fuerzas. Con sus aguas regaron los campos, los cuales, agradeci-
dos, les regalaron copiosas cosechas. Vacas y ovejas volvieron a dar leche. Maestros, maestras, niños y niñas regre-
saron a la escuela. Sanó el médico y curó a los enfermos. Sanaron los albañiles y reconstruyeron las casas.
Y Armi, contenta, regresó a su vieja guarida.
Sin embargo, nadie volvió a afilar sus agujas y tijeras sobre las paredes de la piedra, y creció tanto, tanto, que se
hizo visible, sin gafas, desde cualquier lugar de los alrededores, recordando a sus gentes la historia tan penosa y
triste que un día protagonizaron.

Propuesta de actividades y orientacio- hace al cuento emocionante y atractivo, además de


nes para la intervención pedagógica subrayar los aspectos más importantes para la com-
prensión y memorización de acciones o secuencias.
Las actividades que se proponen son algunas También es conveniente preparar una am-
entre otras muchas posibles. Para desarrollar esta bientación de aula creando decorados o paneles con
unidad no es necesario poner en práctica todas las motivos alusivos al cuento.
actividades ni seguir forzosamente el orden en que Los móviles de los que colguemos perfiles de
las presentamos, a excepción de la preparación, mo- cada pueblo, los personajes principales (modista-
tivación y el acto mismo de narrar la historia. sastre-Armi) u objetosm como tijeras, máquinas de
El tipo de trabajos que acompañan al cuento coser, la piedra mágica, etc., pueden ser objetos
La piedra de Armi se pueden aplicar a casi todos los muy atractivos para decorar y para trabajos poste-
cuentos infantiles, sean clásicos o actuales. riores.
Debe crearse un espacio cómodo y recogido
Preparación-motivación donde niñas y niños formen un corro alrededor del
La persona adulta deberá leerse el cuento y cuentacuentos.
conocerlo con todo detalle y ensayar su narración o Cantamos una canción, la conocida melodía de
lectura, sobre todo en los aspectos más teatrales, «¿Dónde están las llaves?», en la que aparecen algunos
como la modulación de la voz o la gesticulación que personajes del cuento (figura 1).

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Propuesta didáctica

PD
Figura 1. ¿dónde están las llaves?

el docente a partir de la observación que haya reali-


zado del trabajo individual anterior. Formando parte
de esta idea, se puede inducir la comparación con
sus referentes cotidianos reales: los habitantes y
personas del entorno cercano, las profesiones que
conocen...
Para movernos un poco antes del cuento, se Vamos a contar el cuento. Se trata de que
les puede proponer imitar el movimiento de la cada escolar reconstruya el contenido del cuento
araña. con sus propias palabras, atendiendo a sus aspectos
fundamentales: descripción de la situación inicial,
Actividad central. Narrar el cuento problema que se les plantea, búsqueda de solucio-
.Exponer un relato memorizado, acompañado nes, desenlace final.
de gestos teatrales y modulación de la voz Esta actividad puede ser realizarda individual-
para crear emociones diversas. mente o con pequeños grupos de cuatro o cinco ni-
.Leer un relato, que tendrá las mismas carac- ños y niñas, estableciendo turnos para que todos
terísticas del anterior, pero servirá para fa- tengan tiempo de contar su versión. Podemos dedi-
miliarizar el oído a las estructuras del len- car unos 20 minutos a esta actividad en algunas se-
guaje escrito. siones, mientras el resto del grupo se ocupa de otras
.Ambas formas de relatar pueden estar apo- tareas, hasta que finalmente toda la clase haya par-
yadas por la secuencia de ilustraciones que ticipado.
acompañan el cuento. Estas láminas tendrán Esta tarea nos permitirá conocer en qué media
que ser coloreadas por la profesora o el pro- han interiorizado los aspectos más relevantes de la
fesor (Urdi, azul; Larro, rosa; el cruce de ca- historia que se relata en el cuento al tiempo que ob-
minos, verde) (véanse las láminas 1-10 de las servar las destrezas adquiridas en cuanto a com-
páginas 94, 95,. Se puede hacer, también, prensión y exposición.
una serie de diapositivas que proyectamos Inventamos el final del cuento. Se trata de eli-
durante la narración. minar la última parte del relato, desde el momento
.Realizar títeres, que, además de cumplir una en que sastre y modista llegan donde está Armi, en
función narrativa, tienen una gran atracción busca de una solución para sus respectivos proble-
teatral y pueden apoyar otras actividades. mas. A partir de ahí, serán las niñas y los niños quie-
nes tengan que crear el final de la historia, lo que
Diálogo y expresión oral equivale a decir que serán ellos quienes buscarán
Evocar y recordar. Se trata de favorecer las in- una solución al conflicto planteado. En el caso de
tervenciones de niñas y niños, para lo cual se les los más pequeños (3-4 años), la actividad será oral;
puede pedir que recuerden partes de la historia, que sentados en corro, irán surgiendo ideas y propuestas
describan personajes o que evoquen los momentos para concluir el cuento con distintas alternativas.
más emocionantes. En ocasiones primará la espon- En el caso de los mayores (5-6 años), niñas y
taneidad en las intervenciones y, otras veces, habrá niños se reunirán en pequeños grupos para inventar
que incentivarles con preguntas. Para ello conviene el final. Todo el grupo tendrá que estar de acuerdo
crear un ambiente de libre participación; el docente con el tipo de solución que imaginen y tendrán que
iniciará la descripción, pero intencionadamente la repartirse entre ellos los papeles para hacer después
dejará incompleta para que sean los propios niños y una pequeña dramatización.
niñas quienes colaboren en la definición final de
cada personaje. Actividad de dramatización
Además de cuestiones como la capacidad de Actividad libre en su contenido. Nuestra inter-
expresión verbal, la riqueza de vocabulario, el orden vención se limitará a apoyarles a la hora de preparar
en la exposición de ideas, etc., a través de esta acti- la escenificación: orientaciones para los diálogos,
vidad podemos percibir si recurren a caracterizacio- elección de vestuario, montaje de un pequeño esce-
nes estereotipadas o si, por el contrario, representan nario. Con pinturas para maquillaje, trapos viejos y
modelos variados (mujeres albañiles, papás cui- cartulinas de colores pueden disfrazarse de modista,
dando niños...). de sastre, de Armi, de habitante de uno u otro pue-
Como complemento de esta actividad, el pro- blo, etc. Una vez disfrazados representarán una o
fesor o la profesora podrá dirigir una sesión de con- varias versiones del cuento.
traste entre las distintas versiones producidas por Cuando las dramatizaciones hayan terminado,
niños y niñas. Esta sesión será colectiva, dirigida por sería conveniente dedicar un espacio a hablar sobre

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Propuesta didáctica

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las escenas representadas, sobre los disfraces, sobre más material, justificaremos la escasez de éste.
lo que más les gustó, lo que les dio más miedo o más Durante el desarrollo de esta actividad observa-
alegría, etc. remos la forma como encaran el conflicto, prestando
Títeres. Ésta es otra actividad expresiva que atención a las posibles distintas formas de resolverlo:
pueden realizar con nuestra apoyo. Para ello tendre- acaparar/compartir, respetar turnos, recurso a la
mos que ayudarles a construir el guiñol. Nece- agresividad, un solo dibujo entre todos, etc.
sitamos una caja de cartón grande que recortare- En este caso, no sólo podemos ver qué grado
mos y pintaremos. En la decoración del escenario de creatividad e imaginación invierten en resolver el
podemos trabajar con telas para simular cortinas y pequeño problema planteado, sino que, además, nos
pedirles que hagan dibujos que aludan al cuento re- da la posibilidad de apreciar si se manifiestan algu-
cortados en papeles de colores. Para hacer los títeres nos de los comportamientos que señalan algunas
de los personajes principales (Armi, Sastre y investigaciones y que relacionan el género con las
Modista) podemos emplear papel, yeso, retales de actitudes ante el conflicto (conductas más agresivas
telas y lanas. Para representar a los ciudadanos y en los niños, recursos verbales y emocionales en las
ciudadanas de Larro y Urdi, podemos emplear dos niñas), etc.
guantes (uno rosa y otro azul) en cuyos dedos pin- Una vez finalizada esta actividad, sentados en
taremos rostros diferentes. corro evaluamos conjuntamente cómo ha transcu-
Una vez elaborado todo el material necesario, rrido. Por turnos, cada grupo expone qué solución
la representación del guiñol corre a cargo de los acordaron en cada caso y cómo llegaron hasta ella.
adultos (la maestra y el profesor de apoyo), quienes Por nuestra parte, haremos preguntas para que ex-
contarán el cuento tal como es o según las distintas presen cómo se sintieron, en qué medida encontra-
versiones que niños y niñas hayan elaborado. ron satisfactorio el resultado y (a la vista de lo ma-
A los escolares les puede resultar más difícil nifestado por todos los grupos) cuáles creen que
ser ellos quienes representen la narración mediante han sido las mejores soluciones.
títeres, pero siempre pueden utilizarlos como perso-
najes a quienes contar el cuento o protagonistas de Actividades complementarias
algunos diálogos. Sugerimos una serie de actividades posibles que
se pueden realizar con el apoyo de las ilustraciones
Actividades gráficas del cuento La Piedra de Armi que aparecen dentro del
Vamos a dibujar. Se trata de una actividad in- material del alumnado (láminas 1 a 10, pp. 94-96).
dividual que puede tener dos variantes. La primera
es pedirles que dibujen determinados elementos del Opción del maestro o de la maestra:
cuento (protagonistas, objetos, pueblos); la se- .Fotocopiar las ilustraciones en DIN A-3, co-
gunda, que dibujen aquello que más les ha llamado lorearlas y construir un libro gigante para
la atención. En esta última opción, pueden tener que, además de que sirva de apoyo a la na-
más dificultades expresivas, porque es más compli- rración del cuento, atraiga la curiosidad de
cado representar una situación que un personaje. los niños.
Sin embargo, independientemente de la calidad .Fotocopiar los dibujos sobre cartulinas DIN
plástica, lo más interesante es que verbalicen lo que A-4 y distribuir un paquete completo a cada
quieren representar. escolar para colorear.
La maestra o el maestro, en colaboración con .Pasar cada ilustración en orden para que ni-
el profesorado de apoyo, puede ir paseándose por ños y niñas narren la historia a su manera.
las mesas para observar el trabajo individual, aten- Podemos registrar en casete cada versión y,
der a sus explicaciones y a los requerimientos que posteriormente, transcribirla y devolvérsela
nos hagan. a todos los alumnos. De esta forma, uniendo
Una vez finalizado el trabajo, cada niño y niña el texto creado por ellos y los dibujos que
pegarán su dibujo en un mural, que habremos pre- han coloreado, tendrán su propio cuento
parado previamente, y explicará, por turnos, al resto contado con sus palabras.
del grupo el significado de su dibujo. .Pasar la secuencia en desorden para que la
El dibujo cooperativo. Para realizar esta activi- ordenen o para que estructuren una historia
dad reuniremos a niños y niñas en grupos pequeños diferente.
(de 3 ó 4), y tras pedirles que dibujen y pinten indi-
vidualmente lo que quieran en relación con el El dominó. En el material del alumnado (lámi-
cuento, les repartiremos una hoja de papel a cada nas 11 y 12, página 96), aparecen dos juegos de se-
uno, pero sólo dos pinturas por grupo. Si nos piden mifichas de dominó. Cada semificha presenta la cara

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de una persona (tres hombres y tres mujeres) y seis que al final valoren la importancia de colaborar en
objetos (máquina de escribir, fregona, pala, estetos- tareas comunes.
copio, destornillador y cazuela). El trabajo que niños Hemos ejemplificado esta actividad con la re-
y niñas tendrán que hacer será: alización de un mural, pero cabrían otras posibilida-
.
Recortar cada una de las fichas y colorearlas. des que cada docente puede valorar en función de
.
Pegar en cartulinas las fichas completas según su facilidad o pertinencia. Por ejemplo, construir
asociación libre: una persona y un objeto. una casa en la que combinemos trabajos en cartón
.
Explicar por qué han hecho esa asociación. piedra con otros en barro, plastilina, cartón, telas,
cartulinas, etc.
La idea de esta actividad es descubrir si las asocia- Compartimos nuestros juguetes. Cada dos se-
ciones persona-objeto que realicen responden o no manas, cinco niño y niñas llevarán a clase un ju-
a esquemas estereotipados. Nuestra intervención les guete suyo, de su propiedad, para compartirlo con
ayudará a expresar sus opiniones e irá dirigida a sus compañeros. Transcurrido ese tiempo, recuperan
ofrecer modelos de contraste, haciendo nuestras sus juguetes y se los llevan a su casa. Así, hasta que
propias asociaciones no estereotipadas y, al igual todo el grupo haya participado. Cada vez que lle-
que ellos, comentándolas. guen los nuevos juguetes dedicaremos un tiempo a
Siluetas. Para realizar esta actividad necesita- que cada protagonista explique qué juguete es, por
mos hacer fotocopias ampliadas de las fichas corres- qué es su preferido, si lo lleva consigo cuando va de
pondientes (lámina 13, página 97 ). En ellas apare- viaje, cómo juega con él, etc. Tras esta introducción
cen una serie de personajes (hombre, mujer, niño, lo pone a disposición de la clase.
niña), y objetos que pueden ser asociados bien con Para el desarrollo de esta actividad nos encar-
profesiones bien con juegos infantiles (camión, je- garemos de explicarles previamente en qué consiste
ringuilla, ordenador, pala, ...). Una vez que dispone- y de puntualizar que no vale cualquier juguete, sino
mos del material, le repartimos un juego completo a aquellos que sean sus preferidos.
cada grupo de niños y niñas para que recorten y co- También, mediante una carta en la que expli-
loreen cada dibujo. Terminadas estas tareas les pedi- quemos los objetivos de esta actividad, podemos re-
mos que asocien, como ellos quieran, cada perso- cabar la colaboración de padres y madres, quienes
naje con uno o varios objetos. Cuando hayan aca- pueden ayudar a sus hijos a seleccionar el juguete
bado, cada grupo tendrá que explicarle al resto qué que llevarán al aula, aun cuando intentemos que
asociación han hecho y por qué. Pueden seguir un prime la voluntad infantil a la hora de elegirlo.
esquema muy sencillo: quiénes son, dónde están y Con esta sencilla actividad intentamos seguir
qué hacen. profundizando en la idea de compartir. Los niños y
Al igual que en el caso anterior, queremos ob- niñas escolarizados están acostumbrados a que el
servar en qué medida realizan asociaciones condi- conjunto del material de que dispone el aula y el
cionadas o no por estereotipos de género. Tendre- centro sean de uso público. Por este motivo, y aun
mos que ayudarles en las argumentaciones que ex- cuando se puedan generar pequeños conflictos, en
pliquen cada asociación y contrastarlas con las que algunos momentos, por la posesión de un juguete,
hagamos nosotros, que responderán a modelos no los niños y niñas son conscientes de que todo el
estereotipados. grupo tiene el mismo derecho de usufructo. Sin em-
El mural compartido. Es una actividad colec- bargo, esto puede complicarse cuando, como en este
tiva cuyo objetivo prioritario es contribuir al apren- caso, la sensación de propiedad está más enraizada.
dizaje de la colaboración; el mural sólo se termina Puede ocurrir también que un determinado
en la medida en que cada niño y cada niña haya juguete sea más deseado que otros. En ese caso,
cumplido la tarea encomendada. nuestra intervención se orientará a hacerles ver que
Le presentamos al grupo la lista de las tareas todos ellos son atractivos; la mejor forma de conse-
que hay que realizar, de manera que cada escolar es- guirlo es nuestra participación activa jugando con
coja aquella que le pueda resultar más atractiva: di- ellos. También, para evitar la pérdida de interés por
bujar, colorear, recortar, pegar... Una vez selecciona- los juguetes, podemos ofrecerles la posibilidad de
das, distribuimos el material y nos ponemos a trabajar. que los vayan cambiando cada cierto tiempo.
El tema del mural es libre, y queda a elección
del maestro o la maestra o bien del propio grupo. Se
puede recurrir al relato que aparece en el cuento o a Evaluación
algunas de las cuestiones que se han trabajado en
las actividades anteriores (profesiones). Lo impor- El modelo de evaluación que proponemos en
tante en este caso no es tanto el contenido como el cuadro 2 intenta, sobre todo, ser un instrumento

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Cuadro 2. Evaluación

Evaluación del alumnado Evaluación del profesorado

. Se interesa por el cuento . Interés de la metodología propuesta


. Escucha con atención . Pertinencia de las actividades previstas

Evaluaciòn de diesño
. Comprende el relato . Viabilidad de aplicación de las actividades planteadas
. Identifica el conflicto . Grado de correspondencia entre objetivos y actividades
Individual

. Expresa sus sentimientos, emociones y afectos . Flexibilidad del diseño (facilidad/dificultad de introducir cambios)
. Representa modelos no estereotipados . Idoneidad de la propuesta para promover el interés del alumnado
. Se explica de forma ordenada
. Participa y colabora en las tareas de grupo
. Es imaginativo a la hora de buscar soluciones alternativas a los
conflictos
. Es capaz de compartir
. Se forman grupos mixtos chicos/chicas de manera espontánea . Cooperación entre el profesorado
. Colaboran por igual en las tareas colectivas . Grado de autoimplicación personal
. Muestran interés por las actividades . Capacidad de motivación del alumnado
Autoevaluación
. Se establecen relaciones positivas entre ellos . Dificultades que han aparecido
Grupo-Clase

. Resuelven los conflictos de forma positiva . Cambios efectuados durante el proceso


. Aportación de elementos conflictivos
. Presentación de modelos variados, no estereotipados
. Capacidad de coordinación entre los diferentes elementos aporta-
dos por cada grupo de trabajo
. Valoración explícita del esfuerzo individual y colectivo
. Grado de satisfacción con la unidad

útil para el profesorado en dos niveles. El primero . Vídeo para registrar el guiñol u otras activi-
nos permite valorar los cambios producidos en el dades.
alumnado, individualmente y como grupo clase. El . El diario de clase donde registraremos las
segundo, nos informa sobre aspectos referidos al evoluciones de cada uno y las del grupo.
ámbito de intervención docente: grado de consecu-
ción de los objetivos planteados, idoneidad de la Especialmente interesante será reseñar los posibles
metodología aplicada, pertinencia de las actividades cambios que se den entre las actitudes de coopera-
desarrolladas y autovaloración de nuestro trabajo. ción iniciales del alumnado y las manifestadas con
La observación directa constituye una de las posterioridad. Sin embargo, el grado de consecu-
herramientas fundamentales a la hora de evaluar. ción de los objetivos generales referidos a coeduca-
Otros instrumentos son: ción y educación en el conflicto tendrán que ser
.
Los dibujos, murales, títeres, disfraces o na- evaluados a largo plazo, ya que constituyen metas
rraciones realizadas por niños y niñas. educativas que sólo se conseguirán en concordan-
.
Casete para registrar el habla o la secuencia- cia con planteamientos globales para el conjunto
ción narrativa. de la etapa.

Referencias ABAD, M.L.; AGUILAR, M.I. (1996): Coeducar na educación infantil. Vigo. Edicións Xerais de Galicia.
bibliográficas BETTELHEIM, B. (1977): Psicoanálisis de los cuentos de hadas. Barcelona. Crítica.
BORTOLUSSI, M. (1985): Análisis histórico del cuento infantil. Madrid. Alhambra.
DAVIES, B. (1994): Sapos y culebras y cuentos feministas. Los niños de preescolar y el género. Madrid. Cátedra.
GIL GÓMEZ, A. (1995): «Racionalidad, feminismo, mundo y violencia» en Martínez Guzmán, V. (ed.): Teoría de la paz.
Valencia. Nau Llibres, pp. 185-193.
MIEDZIAN, M. (1996): Chicos son, hombres serán. Cómo romper los lazos entre masculinidad y violencia. Madrid.
Horas y Horas.
NICHOLSON, J. (1987): Hombres y mujeres. ¿Hasta qué puntos son diferentes? Barcelona. Ariel.
PROPP, V. (1981): Las raíces históricas del cuento. Madrid. Fundamentos.

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Lámina 1

Lámina 2

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Lámina 3 Lámina 4

Lámina 5 Lámina 6

Lámina 7 Lámina 8

Lámina 9 Lámina 10

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Lámina 11

Lámina 12

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