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EL CICLO HIDROLOGICO 1
PRECIPITACIÓN 10
EVAPOTRANSPIRACIÓN 19
FPL/2008 - BOGOTA
El Ciclo Hidrológico
Historia
La idea del Ciclo Hidrológico, que hoy nos parece tan intuitiva, durante siglos no fue
comprendida por filósofos y “científicos”, creyendo que el ciclo se realizaba al revés: el agua
penetraba en la corteza desde el fondo de los océanos, se almacenaba en la profundidad,
probablemente en grandes cavernas, y ascendía después por el calor de la Tierra hasta las
partes altas de las montañas,
surgiendo en las zonas de
nacimiento de los ríos. No creían
posible que el caudal de un gran
río fuera producido
exclusivamente por las lluvias y
les maravillaba la existencia de
manantiales en lugares
topográficamente elevados y con
caudales relativamente constantes. Tales, Platón, Aristóteles,... hasta Kepler (1571-1630) y
Descartes (“Principios de la Filosofía”, 1644) no se limitaban con esbozar la idea del Ciclo al
revés, sino que dedicaban largos textos a pormenorizar las diversas etapas del proceso. Lo
más complicado era la pérdida de la sal marina, pero para ello invocaban procesos similares
a la destilación.
También hubo excepciones, como el arquitecto romano Vitrubio o Leonardo da Vinci que
hablaron del ciclo tal como es.
La Hidrología moderna nace con las experiencias de Perrault, Mariotte y Halley. Fueron
los primeros hidrólogos empíricos que basaron sus ideas en medidas y no en la especulación.
En 1674 Pierre Perrault publica “De l’origine des fontaines”. Había medido las
precipitaciones de la cuenca alta del Sena y los aforos del río, concluyendo que el volumen
de las precipitaciones era seis veces superior a las aportaciones del río. Mariotte,
contemporáneo de Perrault, repitió estos experimentos en un punto distinto de la cuenca del
Sena, estudiando además la infiltración profunda del agua, y comprobando que el caudal de
ciertos manantiales variaba de acuerdo con la oscilación de las precipitaciones.
Faltaba por cuantificar la otra mitad del Ciclo: cómo era posible que del cielo cayera tanta
agua. El astrónomo Halley se interesó por el fenómeno de la evaporación porque se
empañaban las lentes de sus telescopios. Realizó medidas y cálculos concluyendo que el
volumen de agua evaporado un día de verano del Mediterráneo era superior al volumen de
agua que recibe de todos los ríos que llegan él1.
1
Este es un balance verdaderamente impreciso, hay que considerar las entradas desde el Atlántico. Al menos
dejó constancia de que el volumen de agua evaporada de los mares era suficiente para explicar las lluvias.
Como se trata de un ciclo podríamos considerar todas sus fases comenzando desde
cualquier punto, pero lo más intuitivo puede ser comenzar en la Precipitación y considerar
qué caminos puede seguir el agua que cae sobre los continentes en las precipitaciones:
2
En zonas de bosque se ha medido que la interceptación habitualmente varía del 20 al 30%. En cuencas en
las que ha aumentado la superficie de bosque, se aprecia claramente una disminución en la escorrentía
(Martínez, J., 2006 en http://www.unizar.es/fnca/duero/docu/c11.pdf)
3
Proporcionalmente pequeña, si consideramos el total de una gran cuenca, pero puede ser muy importante en
lugares áridos que se abastecen con un embalse
Tomado de http://water.usgs.gov/pubs/circ/circ1139/
Tomado de http://water.usgs.gov/pubs/circ/circ1186
ganadores y perdedores.
4
También podemos decir "cuenca hidrológica" si queda claro en el contexto que nos estamos refiriendo a
todas las aguas (superficiales y subterráneas).
"Cuenca hidrográfica" o "cuenca topográfica" se refiere a la escorrentía superficial.
Para simplificar, pensemos en una cuenca sin las dos primeras causas, representada en la
figura adjunta. Antes de producirse las precipitaciones, el caudal se iba agotando
paulatinamente hasta que, al comenzar las precipitaciones, el caudal comienza a aumentar.
En el instante t1 todo el caudal es debido a escorrentía básica (en este caso, escorrentía
subterránea). En el instante t2, parte del caudal (líneas contínuas) será debido a la escorrentía
básica, y otra parte (área de trazos) será debida a la escorrentía directa.
Con las mismas precipitaciones, el hidrograma resultante será distinto según se trate de una
cuenca permeable con importantes acuíferos, o de una cuenca impermeable, sin acuíferos.
Vemos, por tanto, que el conjunto de acuíferos de una cuenca se comportan realmente
como un “embalse subterráneo”, ya que guardan el agua cuando hay exceso y la sueltan
lentamente cuando no hay precipitaciones.
5
A veces se considera del 1 Septiembre al 31 de Agosto, lo que es más lógico, puesto que en Septiembre
comienzan las precipitaciones.
6
Lecturas imprescindibles sobre estos aspectos:
Llamas, M. R.; N. Hernández y Luís Martínez (2000).- El uso sostenible de las aguas subterráneas
Custodio, E. (2000).- The complex concept of overexploited aquifer
Pueden encontrarse (junto con otros interesantes trabajos) en:
http://www.fundacionmbotin.com/CTAguas.htm
Balance en condiciones
naturales:
De los 100 que se reciben
10 10 por precipitaciones, 84 se
pierden como ET, 16 salen de
4 la cuenca (Escorrentía total).
6 16 (=10+6)
Precipitaciones (100) = ETR (84) + Escorr Sup (10) + Escorr Subt (6)
Precipitaciones (100) = ETR (84) + Escorr Total (16)
ETR = 78 P = 100
Bombeos más intensos,
el río se hace influente:
Suponemos que la ET no
ha disminuído, pero el río
ahora no se alimenta con
Bombeos= 16 10 parte de la escorrentía
12 subterránea, sino que él
mismo pierde alimentando los
acuíferos
6 (El volumen de los bombeos se
9 3 4 (=10-4) reincorporará posteriormente al ciclo:
si son para uso agrícola acabará, en
su mayor parte, como ET. Si el uso
es urbano, pasará a la escorrentía
superficiall)
Precipitaciones (100) = ETR (78) + Escorr Sup (10) + Escorr Subt (-4)+ Bombeos
(16)
Precipitaciones (100) = ETR (78) + Escorr Total (6) + Bombeos (16)
Hidrología Superficial
Aparicio, F.J. (1997).- Fundamentos de Hidrología de Superficie. Limusa, 303 pp.
Chow, V.T.; D.R. Maidment & L.W. Mays (1993).- Hidrología Aplicada. McGraw-Hill, 580 pp.
Hornberger, G. (1998).- Elements of Physical Hydrology. Johns Hopkins Universtiy Press
Singh, V.P (1992).- Elementary Hydrology. Prentice Hall, 973 pp.
Viessman, W. & G. L. Lewis (2003).- Introduction to Hydrology. Pearson Education, 5ª ed., 612 pp.
Wanielista, M. (1997).- Hydrology and Water Quality Control 2ª edición. Ed. Wiley
Ward, A.D. & S.W. Trimble (2004).- Environmental Hydrology. CRC Lewis, 2ª ed., 475 pp.
Hidrología Subterránea
Custodio, E. y M. R. Llamas (Eds.) (1983) .- Hidrología Subterránea. (2 tomos). Omega, 2350 pp.
Domenico, P. A. & Schwartz, F. W. (1998).- Physical and chemical hydrogeology. Wiley, 502 pp.
Fetter, C. W. (2001).- Applied Hydrogeology. Prentice-Hall, 4ª ed., 598 pp.
Freeze, R. A.y J. A. Cherry (1979).- Groundwater. Prentice-Hall, 604 pp.
Hiscock, H. (2005).- Hydrogeology. Principles and practice.Blackwell, 389 pp.
Price, M.(2003).- Agua Subterránea. Limusa, 341 pp.
Schwartz, F. W. & H. Zhang (2003).- Fundamentals of Groundwater. Wiley, 592 pp.
Watson, I. & Burnett (1995).- Hydrology. An environmental approach. CRC Lewis, 702 pp.
En Internet
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http://water.usgs.gov/pubs/circ/circ1186/
Ralph C. Heath, R.C. (1983) Basic Ground-water Hydrology, (88 p., 10 Mb)
http://water.usgs.gov/pubs/wsp/wsp2220/
Winter, T.C. et al..- Ground Water and Surface Water A Single Resource (87 pp. 12 Mb)
http://water.usgs.gov/pubs/circ/circ1139/
Precipitaciones
Concepto. Tipos
Precipitación es cualquier agua meteórica recogida sobre la superficie terrestre. Esto
incluye básicamente: lluvia, nieve y granizo. (También rocío y escarcha que en algunas
regiones constituyen una parte pequeña pero apreciable de la precipitación total)
En relación a su origen, pueden distinguirse los siguientes tipos:
Las ciclónicas son las provocadas por los frentes asociados a una borrasca o ciclón. La mayor
parte del volumen de precipitación recogido en una cuenca se debe a este tipo de
precipitaciones .
Las de convección se producen por el ascenso de bolsas de aire caliente; son las tormentas de
verano.
Las precipitaciones orográficas se presentan cuando masas de aire húmedo son obligadas a
ascender al encontrar una barrera montañosa.
El estudio de las precipitaciones es básico dentro de cualquier estudio hidrológico
regional, para cuantificar los recursos hídricos, puesto que constituyen la principal (en
general la única) entrada de agua a una cuenca. También es fundamental en la previsión de
avenidas, diseño de obras públicas, estudios de erosión, etc.
Intensidad de precipitación es igual a precipitación/tiempo.
Medida. Unidades
Podemos cuantificar las precipitaciones caídas en un punto mediante
cualquier recipiente de paredes rectas, midiendo después la lámina de
agua recogida. La unidad de medida es el milímetro1. Es obvio que el tamaño
del recipiente de medida no influye en el espesor de la lámina de agua
recogida.
La intensidad de precipitación, aunque conceptualmente se refiere a una
instante, suele expresarse en mm/hora.
Pluviómetros: Para poder leer con más precisión el agua recogida (± 0,1
mm) un pluviómetro recoge el agua en una bureta de sección menor a la
de la boca del pluviómetro. La lectura del agua recogida se efectúa una
vez al día2.
En realidad, sí se aprecian pequeñísimas variaciones dependiendo del tamaño
del recipiente, y también de la altura desde el suelo, por lo que cada país fija estos
1 La unidad de litros / m2 es equivalente al mm.:Un litro repartido por una superficie de 1 m2 origina una
lámina de agua de 1 mm.
2 En zonas difícilmente accesibles, a veces se instalan pluviómetros totalizadores, de mayor tamaño y con una
sustancia oleosa recubriendo el agua para evitar la evaporación.
Elaboración de los datos pluviométricos de un punto
Depende de los objetivos del trabajo. Para el estudio de los recursos hídricos de una
región, trabajaremos con datos de precipitaciones mensuales y anuales. En cambio, si nos
interesan las precipitaciones como generadoras de caudales excepcionales (avenidas),
comenzaremos por precipitaciones
45
máximas diarias (el día más lluvioso de
Precipitación (mm)
40
cada año), para aumentar el detalle hasta 35
las horas o minutos más lluviosos. 30
25
En cualquier caso, a partir de las 20
medidas realizadas en una estación 15
pluviométrica, se computan básicamente: 10
5
P diaria, P mensual y P anual (“Módulo 0
pluviométrico”), obtenidas simplemente sep oct nov dic ene feb mar abr may jun jul ago sep
El paso siguiente es calcular los valores medios para una serie de años: P mensual
media y P anual media. Para esto necesitamos disponer de series climáticas largas, en
general más de 20 años. Así podemos decir que la P anual media en un punto de 1972‐73 a
2003‐04 (32 años hidrológicos) es de 485 mm. Si decimos que la P media de Octubre para el
mismo periodo es de 63 mm., nos estamos refiriendo a la media aritmética de las
precipitaciones de los 32 Octubres de ese periodo.
3 O bien del 1 de Septiembre al 31 de Agosto. En España el año hidrológico comienza en 1 de Octubre
(Confederaciones Hidrográficas, INM (Inst. Nac. Meteorología); el año agrícola (a veces referido como
hidrometeorológico) comienza el 1 de Septiembre. No obstante, cuando el INM presenta un balance hídrico
lo hace comenzando en Septiembre, con lo que la confusión está asegurada.
En otras partes del mundo esto es variable según el régimen climático.
Curva Intensidad‐Duración
Esto es fundamental en cualquier problema que se necesite datos de precipitación de
intervalos cortos (por ej.: la precipitación caída en los 30 minutos más lluviosos del día).
Concretamente, lo utilizaremos para calcular, a partir de las precipitaciones, los caudales
generados en los cauces superficiales, por ejemplo para el diseño de obras públicas
relacionadas con la escorrentía superficial.
La curva Intensidad‐Duración expresa la máxima intensidad de precipitación para
diversos intervalos de tiempo. Por ejemplo, en la figura adjunta podemos leer (líneas de
puntos) que en los 5 minutos más
30 Curva Intensidad-Duración
lluviosos la intensidad era de 30
Intensidad (mm/h)
mm/hora, en los 10 minutos más
lluviosos (que incluirían a los 5
20
anteriores) la intensidad es de 23
mm/hora y a los 30 minutos más
lluviosos corresponden 12 mm/hora.
10
Si se trata de un aguacero real, para
realizar la curva, se buscan en los datos
pluviográficos los 5 minutos de máxima
0
precipitación, los 10 minutos, etc... y se 0 5 10 20 30 60 90
calcula la intensidad (en mm/hora) para minutos
cada uno de esos intervalos.
Curvas Intensidad‐Duración‐Frecuencia (IDF)
Una curva Intensidad‐
200 Curvas IDF para Matacán (Salamanca)
Duración como la precedente
puede referirse a un aguacero Intensidad (mm/h)
real que se ha producido, o bien Periodo de retorno (años)
150
puede proceder de un proceso
de cálculo y referirse a las
200 Ejemplo marcado con las
precipitaciones que podemos 100 flechas punteadas:
100 En los 30 minutos de máxima
esperar en un determinado 50 precipitación, con un periodo
de retorno de 50 años, la
periodo de retorno, por 25 intensidad es de 60 mm/hora
ejemplo: 200 años. En este caso, 10
50
5
la curva representa los 10 2
minutos (20, 30, etc) más
0
lluviosos que esperamos que se
0 30 60 90 120
produzcan en este punto cada minutos
200 años.
Es usual representar conjuntamente varias 300
Periodo de retorno (años)
curvas Intensidad‐Duración para diversos
Intensidad (mm/h)
periodos de retorno, dando lugar a una 200
100
familia de curvas denominadas Intensidad‐ 100 50
Duración‐Frecuencia4 (ʺCurvas IDFʺ). En 25
10
este tipo de gráficos aparecen varias curvas 5
intensidad‐duración correspondientes a 2
diversos periodos de retorno, por ejemplo:
10, 25, ... años. (Ver Apéndice 2, en el que se
esboza la metodología a seguir para la
elaboración de una curva IDF). 5 10
Para una mejor lectura, puede preferirse
representar las curvas IDF en escalas 5 10 100 200
minutos
logarítmicas. En la figura inferior aparecen
4 La frecuencia es el inverso del periodo de retorno: Si algo sucede cada 50 años, su frecuencia es de 0,02
(=1/50). Esto se trata en el tema Distribuciones Estadísticas (Sección Complementos)
5 En Environmental Hdrology (Ward y Trimble, 2004, pp. 45‐47) se denominan curvas IDF al gráfico de
probabilidades: en el que se representa en un eje precipitaciones anuales ordenadas de mayor a menor, en el
otro la frecuencia o porcentaje de casos que superan cada valor. ¡Eso no son las curvas IDF!
Estudio estadístico
Cuando disponemos de series pluviométricas largas (en general, de más de 20 años)
podemos calcular qué probabilidad existe de que las precipitaciones del año próximo
superen un determinado valor, o, al revés, que precipitación se supera (por ejemplo) un
10% de años.
Este cálculo puede realizarse con series de precipitaciones anuales, mensuales o diarias
máximas. Por ejemplo, calcularíamos, respectivamente, qué probabilidad existe de que se
produzca una precipitación anual mayor de 950 mm/año, que el próximo mes de Abril se
superen los 140 mm o bien que el día más lluvioso del próximo año se recojan más de 65
mm/día ( O inversamente: qué precipitación anual, mensual o diaria máxima se alcanzará o
superará con un probabilidad del 2%)
En cualquiera de los casos, debe ajustarse la serie de datos a una ley estadística (Gauss,
Gumbel,..)
Ordenes de magnitud
En España, la precipitación anual media oscila en la mayoría de las regiones entre 400 y 1000 mm.,
aunque en el SE las medias anuales son inferiores a 300 mm. y en algunos puntos de Galicia y en
zonas de montaña presentan valores muy superiores a 1000 mm.
En el mundo encontramos precipitaciones desde 20‐30 mm/año (por ejemplo, El Cairo), hasta
valores superiores a 5000 mm./año en áreas sujetas a climas monzónicos.
En cuanto a las intensidades, una lluvia ligera oscila entre 0,25 a 1 mm/hora, y una lluvia intensa o
torrencial sobrepasa los 20 mm./hora. Las precipitaciones que originan avenidas catastróficas son
excepcionalmente intensas, por ejemplo 210 mm. en 90 minutos (Valencia, 1957) o 300 mm. en 4
horas (Cataluña, 1971).
Elaboración de los datos de una zona. Cálculo de la P media
Normalmente la unidad de trabajo será una cuenca hidrológica, y los objetivos serán
básicamente el cálculo de la precipitación media caída sobre la cuenca (o su equivalente: el
volumen total de agua recogido en la cuenca) y, eventualmente, la distribución espacial del
fenómeno, su variación en relación con alguna variable física de la cuenca.
Vamos a centrarnos en el cálculo de la P media caída sobre una cuenca en un periodo
determinado ( un día, un año,...). Una vez conocido este valor, se obtiene fácilmente el
volumen de agua caído multiplicando por la superficie total de la cuenca.
Si las estaciones pluviométricas estuvieran repartidas homogéneamente, bastaría con
calcular la media aritmética, pero como en las zonas de montaña la densidad de puntos es
mayor que en la llanura, este procedimiento genera un error grande. Se utilizan dos
procedimientos: el mapa de isoyetas y los polígonos de Thiessen. Previamente conviene
considerar la variación de la precipitación con la altitud.
Mapa de isoyetas
Se trazan isolíneas que engloben puntos comprendidos en los intervalos elegidos. El
valor de las isolíneas depende del periodo
considerado y de la extensión de la zona de estudio;
por ejemplo, para un mapa de isoyetas anuales
podrían representarse isoyetas de 100 en 100 mm.,
aunque si se trata de un área sin grandes
variaciones en la pluviometría, el intervalo debería
ser menor.
Al trazar las isolíneas, sin en alguna zona no
disponemos de suficientes puntos, las curvas de nivel
del mapa pueden servir de ayuda si previamente hemos
considerado la relación entre P y la altitud.
También se puede confeccionar un mapa de isoyetas para un día, con el fin de estudiar un
aguacero determinado. En ese caso, la equidistancia entre isoyetas sería menor, por ejemplo de 10
mm.
Para calcular la P media (Pm), basta calcular la media ponderada:
Los valores Si son las superficies obtenidas planimetrando las franjas que quedan entre
isoyetas, y Pi las precipitaciones asignadas a
P +P P +P
cada isoyeta (ver la Figura). Las S1 P '1 + S 2 1 2 + S3 2 3 + ... + Sn P 'n
Pm = 2 2
precipitaciones correspondientes a las dos Stotal
franjas extremas (P’1 y P’n) se asignan a
estima:
Un mapa de isoyetas es un documento básico dentro del estudio hidrológico de una
cuenca: no solamente nos permite cuantificar el valor medio, como hemos indicado, sino
que presenta gráficamente la distribución espacial de la precipitación para el periodo
considerado
Polígonos de Thiessen
Mientras que el procedimiento anterior
conlleva un cierto grado de subjetividad, el
trazado de polígonos es absolutamente
objetivo. Cada estación pluviométrica se rodea
de un polígono y se supone que todo el
polígono recibe la misma precipitación que el
punto central.
Homogeneización de las series pluviométricas6
Esta es una fase de trabajo previa a la elaboración de isoyetas o cálculo de la P media. Si
todo lo anterior se refiere a la P media de una serie de años, debe realizarse sobre series de
datos análogas para todos los puntos. Sería incorrecto realizar, por ejemplo, un mapa de
isoyetas de una cuenca y que los datos de un punto fueran la media de 25 años y los de
otro de 13 años. Para que todos los valores de P media se refieran al mismo periodo es
preciso homogeneizar las series pluviométricas.
1º. Se elige un intervalo de años para el que la mayoría de las estaciones dispongan de
1980 1990
series completas. Se desprecian 1960 1970
las estaciones con pocos datos Salamanca
en el intervalo elegido. Se Peñaranda
elabora un esquema con los Macotera
datos disponibles (dibujo
adjunto)
2º. Si faltan algunos datos, se pueden estimar, estableciendo una correlación entre una
estación incompleta y otra estación completa próxima. Se establece la correlación
utilizando los años comunes entre dos estaciones, y con la ecuación obtenida se estiman los
datos que faltan a partir de los datos de la estación que sí los tiene. Con el esquema de
ejemplo adjunto, los datos inexistentes de Macotera se estimarían a partir de los de
Peñaranda, si previamente hemos establecido una buena correlación entre ambas, que
podría ser:
PMacotera = PPeñaranda ∙ 1,083 + 23,61
6 Sobre este aspecto, ver en la sección de “Prácticas” : Homogeneización de series pluviométricas.
1º. Cálculo de la intensidad media diaria ( Id ) a partir de la precipitación diaria:
Id = P día /24
2º. Obtención de la intensidad máxima para cualquier intervalo t.
Del mapa adjunto (MOPU, 1990), leemos el coeficiente I1 / Id (I1= Intensidad en una
hora; Id = Intensidad diaria)
Si leemos, por ejemplo, 9, quiere decir que en la hora más lluviosa la intensidad es 9 veces mayor que la
intensidad media de todo el día
Con estos datos ya podemos
calcular la intensidad para
cualquier intervalo, t, aplicando la
fórmula:
280 ,1 −t 0 ,1
⎛ I ⎞ 280.1 −1
I t = I d ⎜⎜ 1 ⎟⎟
⎝ Id ⎠
donde:
Id = intensidad media diaria = P
diaria /24
I1 = Intensidad media en la hora
más lluviosa de ese día. En la
fórmula introducimos el valor
de I1/Id leído directamente del
mapa
t = periodo de tiempo (horas) para el que se quiere evaluar la intensidad
It = Intensidad media en el periodo t
La fórmula original la hemos simplificado de este otro modo, más rápido para el
cálculo:
3,5287 − 2,5287.t 0,1
⎛I ⎞
It = I d ⎜ 1 ⎟
⎝ Id ⎠
Apéndice 2 : Elaboración de curvas IDF
Solamente apuntamos un esbozo de los pasos a seguir. Ver, por ejemplo, Aparicio (1997),
Chow et al. (1993)
1. Los datos necesarios para la
A-1: Precipitaciones máximas (mm) recogidas en los intervalos indicados
elaboración de las curvas Intensidad‐
Duración ‐Frecuencia para una estación año 5 min. 15 min. 30 min. 1 hora 2 horas
1980-81 8,5 14,3 24,9 38,5 67,4
pluviométrica aparecen en A‐1 (ejemplo 1981-82 12,1 21,9 35,2 57,7 101,3
ficticio). Estos datos se obtienen 1982-83 7,1 11,5 20,1 etc... etc...
1983-84 10,4 16,8 29,1
buscando, para cada año hidrológico, etc... etc... etc... etc...
los 5 minutos mas lluviosos del año, los I
A-2: Intensidad de precipitación (mm / hora)
15 minutos más lluviosos, etc... (por año 5 min. 15 min. 30 min. 1 hora 2 horas
supuesto, pueden elegirse otros valores: 1980-81 102,0 57,2 49,8 38,5 33,7
1981-82 145,2 87,6 70,4 57,7 50,7
10 min, 20 min, etc) 1982-83 85,2 46,0 40,2 etc... etc...
2. Calcular la intensidad en cada 1983-84 124,8 67,2 58,2
etc... etc... etc... etc...
intervalo.
A-3: Intensidad de precipitación (mm / hora) calculada para
Por ejemplo, si en los 15 minutos mas diversos periodos de retorno
lluviosos del año 1980‐81 se recogieron p. retorno 5 min. 15 min. 30 min. 1 hora 2 horas
2 años 75,0 51,3 36,8 22,5 12,9
14,3 mm., la intensidad será la
5 años 92,2 67,6 46,4 27,7 16,7
correspondiente a 60 minutos será: 10 años 125,2 86,0 63,2 etc... etc...
I(mm/h)= 14,3/15 x 60 = 57,2 mm/hora. 25 años 154,8 109,2 81,5
etc... etc... etc... etc...
Si en las 2 horas mas lluviosas del año
se recogieron 67,4 mm., la intensidad
será 67,4/2= 33,7 mm/hora.
Obtenemos una tabla del mismo tamaño que la inicial, pero todo expresado en mm/hora
(A‐2).
3. En la nueva tabla (todo expresado en intensidades en mm/hora), trabajaremos con cada
una de las columnas separadamente; realizamos el ajuste a una ley de distribución, por
ejemplo Gumbel, y calculamos las intensidades correspondientes a los periodos de retorno
deseados para dibujar las curvas IDF, por ejemplo: 10, 25, 50 y 100 años. Obtendremos una
tabla como la indicada en A.3.
4. Se representan gráficamente los valores de A‐3: los minutos de duración en abcisas, cada
una de las filas son los valores en ordenadas: una curva para 2 años, otra para 5 años, etc.
(ver las figuras análogas de la página 4).
Evapotranspiración
1
Más genéricamente, este término (en inglés, consumption, consumptive use) se refiere a cualquier agua utilizada
que no se devuelve; por ejemplo en una industria, gran parte del agua (limpieza, refrigeración,...) vuelve al ciclo; la
que no vuelve constituye el uso consuntivo de esa industria. En un cultivo, la única agua recuperada son los
excedentes de riego, mientras que lo realmente perdido es la ET y la tomada por la planta.
F. Javier Sánchez San Román---- Dpto. Geología Univ. Salamanca http://web.usal.es/javisan/hidro Pág. 1
agua de 3 ó 4 mm.. A veces también se utiliza el m3/Ha. Es fácil comprobar que 1 mm. = 10
m3/Ha.
El agua en el suelo
F. Javier Sánchez San Román---- Dpto. Geología Univ. Salamanca http://web.usal.es/javisan/hidro Pág. 2
Evapotranspiración Real y Potencial. ET de referencia
En agricultura, hay que intentar que la diferencia ETP-ETR sea 0, o lo que es lo mismo, que las
plantas siempre dispongan del agua suficiente para evapotranspirar lo que necesiten en cada
momento. Se denomina demanda de agua para riego a dicha diferencia por un coeficiente de
eficiencia de la aplicación (aspersión, goteo, etc.)
2
Thornwaite, C. W. (1948).- An approach towards a rational classification of climate. Geogr. Rev., 38: 55-89
En algunos textos se cita que el concepto se debe a Penman (¿?):
Penman, H. L. (1948).- Natural evaporation from open water, bare soil and grass. Proc. Roy. Soc. London A, 193:
120-45.
3
En inglés se habla de grass; este término se puede traducir por hierba, pero también se refiere a la familia de las
Gramíneas en general. Esta familia consta de casi 700 géneros y unas 12.000 especies. Se calcula que las Gramíneas
suponen un 20% de la superficie vegetal del mundo. Los pastos y los cereales son gramíneas.
Otros autores han tomado como cultivo de referencia la alfalfa.
F. Javier Sánchez San Román---- Dpto. Geología Univ. Salamanca http://web.usal.es/javisan/hidro Pág. 3
Factores que influyen en la Evapotranspiración
La evaporación depende del poder evaporante de la atmósfera, que a su vez depende de los
siguientes factores:
• Radiación solar
• Temperatura (en relación estrecha con la anterior, pero mas sencilla de medir)
• Humedad: menos humedad => más evaporación
• Presión atmosférica (y la altitud en relación con ella): A menor presión (y/o mayor altitud)
=> mas evaporación
• Viento : mas viento => más evaporación
En la evaporación desde lámina de agua libre influye:
• El poder evaporante de la atmósfera
• La salinidad del agua (inversamente)
• La temperatura del agua
La evaporación desde un suelo desnudo depende de:
• El poder evaporante de la atmósfera
• El tipo de suelo (textura, estructura, etc.)
• El grado de humedad del suelo
Finalmente la transpiración está en función de:
• El poder evaporante de la atmósfera
• El grado de humedad del suelo
• El tipo de planta
• Variaciones estacionales: en un cultivo, del desarrollo de las plantas, en zonas de bosque de
hoja caduca, la caída de la hoja paraliza la transpiración
• Variaciones interanuales: En áreas de bosque la ET aumenta con el desarrollo de los árboles.
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ETo (mm/dia) = Evaporacion en tanque (mm/día) x coeficiente del tanque
Este coeficiente del tanque varía mucho, pero generalmente oscila entre 0,6 y 0,85 (Allen et al. 1998)
También se establece un coeficiente del tanque para comparar las lecturas del tanque con la evaporación en
grandes masas de agua, por ejemplo: lagos o embalses . En este caso para el coeficiente corrector suele adoptarse
0,70; es decir, la evaporación de un lago será igua a la del tanque multiplicada por
0,70.
Estos aparatos a veces se instalan flotantes sobre balsas en embalses,
donde el estudio de la evaporación tiene un gran interés, o
semienterrados, de modo que la superficie del agua quede próxima a la
altura del suelo.
Aunque el tanque es un equipo sencillo, se utilizan con más frecuencia
los evaporímetros de papel poroso o Piche. Dan un error por exceso.
Aproximadamente, la equivalencia sería la siguiente:
Evaporación tanque = Evaporación Piche x 0,8.
Medida de la Evapotranspiración
Precipitaciones
La evapotranspiración se mide mediante
ET lisímetros. Consiste en un recipiente
Pluviòmetro
enterrado y cerrado lateralmente, de modo
que el agua drenada por gravedad (la que se
hubiera infiltrado hasta el acuífero) es
recogida por un drenaje. En su construcción
hay que ser muy cuidadoso de restituir el
suelo que se excavó en unas condiciones lo
mas similares posible a las que se
encontraba. Próximo a él debe existir un
pluviómetro.
Infiltración
Se despeja ETR de la siguiente ecuación
que expresa el balance hídrico en el
lisímetro:
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Cálculo de la Evapotranspiración
Numerosas fórmulas nos permiten evaluar la ETP con una aproximación suficiente para muchos
estudios hidrológicos. Normalmente con estas fórmulas se calcula la ETP mes a mes para datos
medios de una serie de años. Después, con la ETP mensual y las Precipitaciones mensuales, se
realiza un balance mes a mes del agua en el suelo con lo que se obtiene la ETR, el déficit (=ETP-
ETR) y los excedentes (agua que no puede ser retenida en el suelo y escapa a la escorrentía
superficial o subterránea) para cada mes del año.
Algunas de estas fórmulas son:
APÉNDICE 1
Cálculo de la ETP diaria: Fórmulas de Hargreaves
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APÉNDICE 2
Cálculo de la ETP mediante la fórmula de Thornthwaite
1º) Se calcula un “índice de calor mensual” (i) a partir de la temperatura media mensual (t):
1, 514
⎛t⎞
i=⎜ ⎟
⎝5⎠
2º) Se calcula el “índice de calor anual (I ) sumando los 12 valores de i:
I=Σi
3º) Se calcula la ETP mensual “sin corregir” mediante la fórmula:
a
⎛ 10.t ⎞
ETPsin corr . = 16 ⎜ ⎟
⎝ I ⎠
Donde:
ETPsin corr = ETP mensual en mm/mes para meses de 30 días y 12 horas de sol
(teóricas)
t = temperatura media mensual, ºC
I = índice de calor anual, obtenido en el punto 2º
a = 675 . 10-9 I3 - 771 . 10-7 I2 + 1792 . 10-5 I + 0,49239
4º) Corrección para el nº de días del mes y el nº de horas de sol:
N d
ETP = ETPsin corr .
12 30
Donde: ETP = Evapotranspiración potencial corregida
N = número máximo de horas de sol, dependiendo del mes y de la latitud (Tabla Ap. 4)
d = número de días del mes
APÉNDICE 3
Cálculo de la ETR anual: Fórmulas de Turc y Coutagne
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Fórmula de COUTAGNE:
ETR = P - χ P2
Donde:
ETR = evapotranspiración real en metros/año
P = Precipitación en metros/año (Atención: ¡unidades : metros/año!)
χ= 1
0,8 + 0,14 t
t = temperatura media anual en ºC
La fórmula solo es válida para valores de P (en metros/año) comprendidos entre 1/8χ y 1/2χ
APÉNDICE 4
Número máximo de horas de sol (Doorenbos y Pruit, 1977)
Lat. Norte En Feb Mar Abr May Jn Jul Ag Sep Oc Nov Dic
Lat Sur Jul Ag Sep Oct Nov Dic Ene Feb Mar Abr May Jun
50 8,5 10, 1 11,8 13,8 15,4 16.3 15,9 14,5 12,7 10,8 9,1 8,1
48 8,8 10,2 11,8 13,6 15,2 16,0 15,6 14,3 12,6 10,9 9,3 8,3
46 9,1 10,4 11,9 13,5 14,9 15,7 15,4 14,2 12,6 10,9 9,5 8,7
44 9,3 10,5 11,9 13,4 14,7 15,4 15,2 14,0 12,6 11,0 9,7 8,9
42 9,4 10,6 11,9 13,4 14,6 15,2 14,9 13,9 12,9 11,1 9,8 9,1
40 9,6 10,7 11,9 13,3 14,4 15,0 14,7 13,7 12,5 11,2 10,0 9,3
35 10,1 11,0 11,9 13,1 14,0 14,5 14,3 13,5 12,4 11,3 10,3 9,8
30 10,4 11,1 12,0 12,9 13,6 14,0 13,9 13,2 12,4 11,5 10,6 10,2
25 10,7 11,3 12,0 12,7 13,3 13,7 13,5 13,0 12,3 11,6 10,9 10,6
20 11,0 11,5 12,0 12,6 13,1 13,3 13,2 12,8 12,3 11,7 11,2 10,9
15 11,3 11, 6 12,0 12,5 12,8 13 12,9 12,6 12,2 11,8 11,4 11,2
10 11,6 11,8 12,0 12,3 12,6 12,7 12,6 12,4 12,1 11,8 11,6 11,5
5 11,8 11, 9 12,0 12,2 12,3 12,4 12,3 12,3 12,1 12,0 11,9 11,8
0º Ecuador 12,1 12,1 12,1 12,1 12,1 12,1 12,1 12,1 12,1 12,1 12,1 12,1
Una versión más moderna y más detallada de esta tabla se encuentra en Allen et al. (1988)
http://www.fao.org/docrep/X0490E/x0490e0j.htm#annex%202.%20meteorological%20tables
Bibliografía
Allen, R.G.; L. S. Pereira; D. Raes y Smith, M. (1998).- Crop evapotranspiration - Guidelines for
computing crop water requirements - FAO Irrigation and drainage paper 56
Disponible en Internet en :http://www.fao.org/docrep/X0490E/X0490E00.htm#Contents
Doreenbos, J. y W.O. Pruitt (1977).- Las necesidades de agua de los cultivos. Riego y Drenaje,
24. FAO. 195 pp. (Este trabajo ha sido actualizado por la FAO mediante el de Allen et al. 1998)
Martín, M. (1983).- Componentes primarios de Ciclo Hidrológico. En: Hidrología Subterránea,
(E. Custodio & M.R. Llamas, eds.). Omega: 281-350.
Sánchez, M.I. (1992).- Métodos para el estudio de la evaporación y evapotranspiración.
Cuadernos Técnicos Sociedad Española de Geomorfología, nº 3, 36 pp.
Shuttleworth, W. J. (1992).- Evaporation. En: Handbook of Hydrology, (Maidment, D. R., editor).
McGraw-Hill: 4.1- 4.53
F. Javier Sánchez San Román---- Dpto. Geología Univ. Salamanca http://web.usal.es/javisan/hidro Pág. 8
Cálculo de la Evapotranspiración Potencial1 mediante la
fórmula de Hargreaves
La radiación solar incidente, Rs, se evalúa a partir de la radiación solar extraterrestre (la
que llega a la parte exterior de la atmósfera, que sería la que llegaría al suelo si no existiera
atmósfera); ésta última aparece según los autores como R0 ó Ra, y la leemos en tablas en
función de la latitud del lugar y del mes. En este documento nos referiremos a ella como R0
1
En realidad es para calcular la “Evapotranspiración de Referencia”. Para las diferencias entre ambos
conceptos, ver Tema T040, pág 3
2
Para mayor exactitud, multiplicar por: 238,85 / (597,3 -0,57 T) ; donde T= temperatura media del periodo
elegido
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Ejemplo 1: Mediante las ecuaciones (1) y (2).
Calcular la ET0 diaria en Costa Rica para el mes de Octubre sabiendo que se encuentra a 10º
de latitud norte, y que las temperaturas representativas de eses mes son:
t media=26,8 ºC
t max diaria = 31,6 ºC.
t min diaria = 23,0 ºC
Valor de la Radiación extraterrestre (Tabla, para Octubre y 10º latitud Norte):
R0 = 35,1 MJulios/m2/día
Para pasarlo a su equivalente en mm/día:
R0 = 35,1 * 0,408 = 14,3 mm/día
Suponiendo que la constante KT fuera 0,20, el valor de Rs sería [ecuación (2)] :
Fórmula simplificada
Sustituyendo del valor de Rs de (2) en la expresión inicial (1), y tomando para el coeficiente
KT el valor medio de 0,17, resulta la expresión citada con más frecuencia en la bibliografía:
Calcular la ET0 diaria en Salamanca para un día del mes de Julio sabiendo que se encuentra
a 40º de latitud norte, y que las temperaturas de ese día son:
t media=24,2 ºC
t max diaria = 29,8 ºC.
t min diaria = 18,3 ºC
F. Javier Sánchez San Román---- Dpto. Geología Univ. Salamanca http://web.usal.es/~javisan/hidro Pág. 2
Bibliografía
Allen, R.G.; L. S. Pereira y D. Raes (1998).- Crop evapotranspiration - Guidelines for
computing crop water requirements - FAO Irrigation and drainage paper 56 Disponible en
Internet en: http://www.fao.org/docrep/X0490E/X0490E00.htm#Contents
Doreenbos, J. y W.O. Pruitt (1977).- Las necesidades de agua de los cultivos. Riego y Drenaje,
24. FAO. 195 pp. (Este trabajo ha sido actualizado por la FAO mediante el de Allen et al.
1998)
Hargreaves, G.H., Samani, Z.A., 1985. Reference crop evapotranspiration from temperature.
Applied Eng. in Agric., 1(2): 96-99.
Samani , Z. (2000).- Estimating Solar Radiation and Evapotranspiration Using Minimum
Climatological Data . Journal of Irrigation and Drainage Engineering, Vol. 126, No. 4, pp.
265-267
Latitud
Ene Feb Mar Abril Mayo Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
Norte
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Cálculo de la ETP mediante la fórmula de Jensen-Heise
En los recuadros está un caso práctico resuelto
1
CT = = 0,0213
790 380
38 − +
152,5 41,95 − 17,88
790
Tx = −2,5 − 0,14(41,95 − 17,88) − = −7,726
550
1
exp (x) quiere decir ex. Surge una confusión con la letra e: aquí nos estamos refiriendo al número e
(2,718...) mientras que en la fórmula, e se refiere a la presión de vapor. (Es usual utilizar la e para esta
variable)
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3º) Cálculo de Rs (Radiación solar incidente sobre la superficie)
Si disponemos de medidas de Rs en otrras unidades, podemos convertirlas a su
equivalente en mm/día:
• Para pasar de KJulio/m2/día a cal /cm2 /día, multiplicar por 0,023885
• Para pasar de cal /cm2 /día a mm./día (de agua evaporada) multiplicar por :
10 / (597,3 -0,57 T) ; donde T= temperatura media del periodo elegido.
Con un mínimo error, basta multiplicar por 0,017.
Si tampoco disponemos de medidas de horas de sol reales (n), se puede estimar n/N
aproximadamente, para la zona estudiada, por ejemplo: 0,8 para los meses de verano,
0,6 para primavera y otoño, 0,4 para invierno.
Leemos en las tablas, al final de este documento, (para 41º de latitud y para Junio) la
radiación solar que llegaría si no hubiera atmósfera (17,3 mm/día) y el máximo teórico
de horas de sol (15,1 horas). Datos medidos: 10,4 horas de sol diarias
⎛ 10,4 ⎞
Rs = 17,3⎜ 0,18 + 0,55 ⎟ = 9,67mm / día
⎝ 15,1 ⎠
Se adjunta un documento Excel para realizar los cálculos (pero, al menos una vez,
conviene hacer los cálculos manualmente)
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APÉNDICE
Radiación extraterrestre para el hemisferio Norte expresada en evaporación
equivalente (mm/día) (Doorenbos y Pruit, 1977)
Latitud Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
50 3,8 6,1 9,4 12,7 15,8 17,1 16,4 14,1 10,9 7,4 4,5 3,2
48 4,3 6,6 9,8 13,0 15,9 17,2 16,5 14,3 11,2 7,8 5,0 3,7
46 4,9 7,1 10,2 13,3 16,0 17,2 16,6 14,5 11,5 8,3 5,5 4,3
44 5,3 7,6 10,6 13,7 16,1 17,2 16,6 14,7 11,9 8,7 6,0 4,7
42 5,9 8,1 11,0 14,0 16,2 17,3 16,7 15,0 12,2 9,1 6,5 5,2
40 6,4 8,6 11,4 14,3 16,4 17,3 16,7 15,2 12,5 9,6 7,0 5,7
38 6,9 9,0 11,8 14,5 16,4 17,2 16,7 15,3 12,8 10,0 7,5 6,1
36 7,4 9,4 12,1 14,7 16,4 17,2 16,7 15,4 13,1 10,6 8,0 6,6
34 7,9 9,8 12,4 14,8 16,5 17,1 16,8 15,5 13,4 10,8 8,5 7,2
32 8,3 10,2 12,8 15,0 16,5 17,0 16,8 15,6 13,6 11,2 9,0 7,8
30 8,8 10,7 13,1 15,2 16,5 17,0 16,8 15,7 13,9 11,6 9,5 8,3
28 9,3 11,1 13,4 15,3 16,5 16,8 16,7 15,7 14,1 12,0 9,9 8,8
26 9,8 11,5 13,7 15,3 16,4 16,7 16,6 15,7 14,3 12,3 10,3 9,3
24 10,2 11,9 13,9 15,4 16,4 16,6 16,5 15,8 14,5 12,6 10,7 9,7
22 10,7 12,3 14,2 15,5 16,3 16,4 16,4 15,8 14,6 13,0 11,1 10,2
20 11,2 12,7 14,4 15,6 16,3 16,4 16,3 15,9 14,8 13,3 11,6 10,7
18 11,6 13,0 14,6 15,6 16,1 16,1 16,1 15,8 14,9 13,6 12,0 11,1
16 12,0 13,3 14,7 15,6 16,0 15,9 15,9 15,7 15,0 13,9 12,4 11,6
14 12,4 13,6 14,9 15,7 15,8 15,7 15,7 15,7 15,1 14,1 12,8 12,0
12 12,8 13,9 15,1 15,7 15,7 15,5 15,5 15,6 15,2 14,4 13,3 12,5
10 13,2 14,2 15,3 15,7 15,5 15,3 15,3 15,5 15,3 14,7 13,6 12,9
8 13,6 14,5 15,3 15,6 15,3 15,0 15,1 15,4 15,3 14,8 13,9 13,3
6 13,9 14,8 15,4 15,4 15,1 14,7 14,9 15,2 15,3 15,0 14,2 13,7
4 14,3 15,0 15,5 15,5 14,9 14,4 14,6 15,1 15,3 15,1 14,5 14,1
2 14,7 15,3 15,6 15,3 14,6 14,2 14,3 14,9 15,3 15,3 14,8 14,4
0 15,0 15,5 15,7 15,3 14,4 13,9 14,1 14,8 15,3 15,4 15,1 14,8
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Bibliografía
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Hidrología Superficial (I):
Medidas y Tratamiento de los datos
Medidas de los caudales: Tipos de aforos
Aforos Directos
Molinete
Aforos químicos
Aforos de vertido constante
Aforos de vertido único o de integración
Aforos indirectos
Escalas limnimétricas
Limnígrafos
Presentación de los datos de aforos
Tratamiento estadístico de los datos de aforos
Apéndice Elaboración de los datos en un aforo con molinete
Aforar es medir un caudal. En Hidrología superficial puede ser necesario medir desde
pequeños caudales (unos pocos litros /seg.) hasta ríos de muchos m3/seg. Distinguimos dos
tipos:
Aforos directos. Con algún aparato o procedimiento medimos directamente el caudal
Aforos indirectos o continuos. Medimos el nivel del agua en el cauce, y a partir del nivel
estimamos el caudal.
Para medir el caudal diariamente o de un modo continuo en diversos puntos de una cuenca
se utilizan los aforos indirectos, por eso también se les denomina continuos.
Aforos Directos
Molinete
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miden las velocidades se mide la anchura exacta del cauce y la
profundidad en cada vertical, lo que nos permite establecer la sección con
bastante precisión.
Aforos químicos
(*) C1
Es fácil comprobar que si la concentración que trae el río no es despreciable, resulta: Q = q
(C 2 - C 0 )
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toma de muestras con un colorante. Las concentraciones en las n muestras tomadas serían C1 ,
C2 , ... Cn . El cálculo sería así:
Peso vertido= Peso que pasa en el 1er ∆t + Peso en el 2º ∆t + ......+Peso en el último ∆t =
= C1. Vol que pasa en el 1er ∆t + C2 . Vol en el 2º ∆t + ......+ Cn . Vol en el último ∆t =
= C1. Q . ∆t + C2 . Q . ∆t + ...... + Cn . Q . ∆t =
=Q . ∆t . ( C1 + C2 + ... +Cn)
Por tanto el caudal Q que queremos medir será igual a:
Peso vertido
Q=
∆t .(C1 + C2 + ... + Cn)
(Debemos suponer que la concentración que traía el río era 0)
Aforos indirectos
Escalas limnimétricas
Limnígrafos
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Si se requiere más precisión en la estimación del caudal a partir de la altura del agua, se instala, si es
posible, un vertedero en V
Supongamos que disponemos de n datos de caudales. Es deseable que sean más de 20, y es
frecuente disponer de series históricas correspondientes a 30 ó 40 años.
El tratamiento estadístico más común está encaminado a evaluar la probabilidad de que se
presente en el futuro un caudal mayor o menor que un determinado valor, o (la operación
inversa) evaluar qué caudal se superará un determinado % de los años, para tener presente la
F. Javier Sánchez San Román---- Dpto. Geología Univ. Salamanca http://web.usal.es/~javisan/hidro Pág. 4
probabilidad de que se produzcan crecidas o estiajes de efectos no deseados. Por ejemplo:
¿Qué probabilidad hay de que la aportación anual del Tormes en Salamanca supere los 900
Hm3? ¿Qué aportación se superará el 10% de los años? ¿Qué caudal medio mensual se
superará el 75% de los meses de Octubre?
Hay que ordenar los datos disponibles (42 aportaciones
anuales, 36 caudales mensuales de 36 meses de Octubre, etc..) de
menor a mayor, olvidando su orden cronológico, y calcular para
cada uno de ellos la probabilidad de que el caudal o aportación
alcance ese valor. Asi, si son 42 datos, la probabilidad de que se
alcance el mayor será 1/42, la probabilidad de que se alcance o
supere el 2º será de 2/42, y así sucesivamente.(*)
Si representamos en un gráfico en un eje los datos de menor a
mayor, y en el otro las probabilidades así calculadas
obtendremos una curva que nos permitirá inferir gráficamente las
cuestiones planteadas más arriba.
Esto es sólo aproximado, para más exactitud hay que realizar el
mismo proceso, pero ajustando los datos a una ley estadística.
Los datos anuales suelen ajustarse a la ley normal o de Gauss,
mientras que los datos extremos (los caudales máximos o
mínimos de una serie de años) suelen ajustarse a la ley de
Gumbel.
Realizando un ajuste de este tipo para los
datos de Octubre, los de Noviembre, etc. y
calculando qué caudales pueden ser superados
el 10%, 25%,... de los años podemos
representar un gráfico como éste1:
(*)
En realidad se divide _por (n+1), ya que dividiendo por n, al llegar al último, serían, por ejemplo 42/42 lo
que hace que la probabilidad de que se alcance el caudal más pequeño es 1 (certeza absoluta). Eso es cierto para
la muesra de 42 datos, pero en los años futuros puede presentarse uno menor.
Por otra parte, el cálculo 1/42, 2/42, etc... en realidad son las frecuencias, no probabilidades.Hablamos de
frecuencias si nos refierimos a la muestra (en este ejemplo, 42 años), y de probabilidad si nos referimos a la
población (en este caso: todos los años pasados y futuros)
1
Estas dos figuras pertenecen a los antiguos "Anuarios de Aforos" que editaba anualmente el Ministerio de
Obras Públicas
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Apéndice
Elaboración de los datos en un aforo con molinete
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Aforo con molinete
En el Apéndice del Tema T050 se indica el procedimiento para calcular el caudal de un
cauce a partir de los datos tomados con un molinete. Vamos a ver aquí un ejemplo resuelto
paso a paso.
Datos de campo:
En el cuadro aparecen las medidas realizadas en el campo:
Distancia a Distancia
Profundidad Velocidad
Vertical la margen Medida desde el
total (cm) (m/s)
izda (m) fondo (cm)
1 1,50 23 1A 14 0,21
2 2,80 36 2A 10 0,30
” ” ” 2B 26 0,36
3 4,20 54 3A 12 0,32
” ” ” 3B 24 0,40
” ” ” 3C 43 0,50
4 5,70 63 4A 10 0,42
” ” ” 4B 31 0,56
” ” ” 4C 54 0,64
5 7,10 31 5A 17 0,30
margen derecha 8,10 0
Perfiles de flujo:
Con los datos anteriores dibujamos los perfiles de flujo sobre papel milimetrado:
profundidad en vertical y velocidad de la corriente en horizontal.
Podemos considerar que se trata de una visiòn en planta del cauce, en horizontal figura
la anchura del mismo y la situación exacta de cada perfil. En vertical figura la magnitud
obtenida de cada perfil de flujo. Unimos los extremos de los vectores con una envolvente
de formas suaves. Planimetrando este gráfico y multiplicandolo por la escala elegida,
tendremos el caudal:
Superficie en el papel: 46,58 cm2
Valor de cada cm2 =0,5 m · 0,05 m2/s =0,025 m3/s
Caudal = 46,58 · 0,025 = 1,16 m3/s
t0 tiempo
Hidrograma
Q
Figura 2
Q
t0 t1 t2 t3
de intensidad constante.
Figura 3
tiempo
Q tconc
tconc tiempo
Las líneas de trazos que aparecen en la “cuenca” de la Figura 3 representan las zonas de igual tiempo
de llegada a la salida, es decir: tras el comienzo de la precipitación, en el primer Δt llegaría el agua caída
en la primera banda, en el 2º Δt llegaría el agua caída en las bandas 1ª y 2ª, etc. En el 9º Δt y sucesivos
llegaría el agua caída en toda la cuenca. Al cesar la precipitación, en el primer Δt ya faltaría el agua que
no había caído en la 1ª banda, y sí se aforarían las caídas en las bandas 2ª y siguientes en los Δt
anteriores. En el 2º Δt faltarían la de la 1ª y la 2ª,... y al final del hidrograma se aforaría solamente el
agua caída en la 9ª banda 9 Δt antes del fin de la precipitación.
En ambos casos, Figura 2 y Figura 3, el hidrograma tiene una meseta horizontal debido a
que el tiempo de precipitación es mayor que el tiempo de concentración de la cuenca. Si no es
así, es decir, que la duración de las precipitaciones es menor que el tiempo de concentración,
no se llega a alcanzar la meseta de caudal constante, comenzando a bajar antes de alcanzar ese
caudal constante. Para la cuenca de la
Q
figura 3 se generarían los Figura 4
hidrogramas indicados a trazos
(Figura 4)
tiempo
ns
o
X rva
Cu
de a 3.
g o ta
m ie n
to
Z El punto marcado en la Figura 5
t base como X es el momento en que toda la
escorrentía directa provocada por
tiempo esas precipitaciones ya ha pasado. El
agua aforada desde ese momento es
escorrentía básica, que, si se trata de una cuenca sin almacenamiento superficial, corresponde a
escorrentía subterránea. Es importante notar que la nueva curva de agotamiento comienza más
alto que el punto Z, en que se encontraba el agotamiento antes de la crecida. Eso es debido a
que parte de la precipitación que se infiltró está ahora alimentando al cauce.
En un hidrograma real las precipitaciones son intermitentes en el tiempo y dispersas e
irregulares en el espacio de la cuenca receptora que está siendo aforada, por lo que el
hidrograma aparecerá con un trazado irregular.
El punto X veremos que se aprecia mejor si representamos log Q en función del tiempo.
Separación de componentes
Consiste en distinguir qué parte del caudal es debido a escorrentía básica y qué parte a
escorrentía directa (o simplificando: a escorrentía superficial y a escorrentía subterránea).
Puede realizarse de una manera sencilla gráficamente, prolongando la curva de agotamiento
previa a la crecida hasta la vertical de la punta del hidrograma (Figura 6, trazo Z-Y), y luego
unir ese punto con el comienzo de la curva de agotamiento que sigue a la crecida (Figura 6,
trazo Y-X).
Para comprender el fundamento de este procedimiento gráfico consideremos el instante t1: la
parte del caudal A-B sería debida a la escorrentía subterránea y B-C correspondería a la
escorrentía directa. Repitiendo ésa operación para todos los puntos desde el punto Z hasta el X,
podemos suponer que la parte del caudal debida a la escorrentía básica (lo equivalente al
segmento AB según nos movemos hacia la derecha) continúa disminuyendo aunque en
1
Algunos autores la denominan también Precipitación en exceso, haciendo una traducción al pié de la letra del
término inglés rainfall excess.
Z
B
Y
Escorrentía Básica
A
t1 tiempo tiempo
∞
⎡ eα t ⎤ ⎛ eα ∞ ⎛ eα 0 ⎞⎞
⎟ ⎟ = Q0 ⋅ ⎛⎜ + ⎞⎟ = 0
∞ 0 1 Q
V= ∫ Q0 ⋅ e −αt ⋅ dt = Q0 ⋅ ⎢− ⎥ = Q0 ⋅ ⎜⎜ − − ⎜⎜ −
2
⎟⎟
0
⎣ α ⎦0 ⎝ α ⎝ α ⎠⎠ ⎝ α α ⎠ α
1 2 3 4 5 6 7
SOLUCION: días
Durante el primer día habrá pasado un volumen de : 2,0
m3/seg x86400 seg =172.8000 m3.
Sería necesario repetir el cálculo para los días siguientes y sumar, lo que podemos hacer rápidamente
con la hoja de cálculo, confeccionando un cuadro
como el siguiente: tiempo Caudal Volumen
En cada celda de la 3ª columna se multiplica por 3 3
(días) (m /seg) (m )
86400 (seg que tiene un día) para calcular el volumen 1 2,0 172.800
que ha pasado cada día
2 2,1 181.440
3 4,8 414.720
Del modo más simple, sacando factor común el
incremento de tiempo, el cálculo sería: 4 7,4 639.360
5 4,1 354.240
Vol=(Q1+Q2+...) ∆ t 6 2,8 241.920
7 2,5 216.000
3
donde ∆ t = nº segundos en cada intervalo (en este Suma...... 2.220.480 m
ejemplo: nº seg en una día).
Hemos planteado el cálculo en forma de tabla solamente para comprender que también aquí estamos
calculando el área comprendida bajo el hidrograma: el cálculo del volumen para cada ∆t corresponde al
área de cada una de las barras del hidrograma de la figura anterior.
Ejercicio :
Calcular el volumen de agua que ha pasado en una semana, cuyos caudales medios diarios son los siguientes:
tiempo Caudal
(días) (m3/seg)
17-oct 13,2
18-oct 11,8
19-oct 9,4
20-oct 12,5
21-oct 15,5
22-oct 19,1
23-oct 23,2
(Solución= 9,05 hm3)
Ejercicio :
Los caudales siguientes se han recogido en un pequeño arroyo. Calcular el volumen total de agua que ha pasado por
el punto de aforo (fíjate que los caudales están medidos cada 30 minutos):
tiempo Caudal
(litros/seg)
4.30 PM 2,35
5.00 PM 3,89
5.30 PM 5,12
6.00 PM 11,1
6.30 PM 15,9
7.00 PM 9,07
7.30 PM 3,96
8.00 PM 1,04
En este tema vamos a abordar de modo simplificado el punto 3, e sdecir: suponiendo que
tenemos datos de precipitación neta, calcular el hidrograma que se genera; aunque en uno de los
procedimientos (el “Método Racional”) se incluye la apreciación del punto 1: evauar qué parte
de la precipitación genera escorrentía directa.
tiempo
4 5 Le añadimos el caudal básico si
existía previamente
Q + Caudal
base
Hidrogramas sintéticos
Para tener una idea aproximada de la respuesta de una cuenca pequeña a unas precipitaciones
cortas y homogéneas, podemos utilizar algunas fórmulas empíricas que, basándose en
características físicas de la cuenca (superficie, pendiente media, longitud del cauce,...)
proporcionan una idea del hidrograma resultante. Entre las numerosas aproximaciones que
encontramos en la bibliografía, vamos a referir resumidamente la del S.C.S. (Soil Conservation
Service) 1 que forma parte de la normativa del Ministerio de Obras Públicas (1990) en España
para los estudios previos a la construcción de carreteras.
El paso previo es calcular el tiempo de concentración. Esto puede hacerse por otros
procedimientos, pero lo más sencillo es la utilización de fórmulas que proporcionan una
aproximación2, por ejemplo, la del Ministerio de Obras Públicas (1990):
1
Aparece en todos los textos de Hidrología Superficial. Por ejemplo: Wanielista (1997), pág 216; Pilgrim y
Cordery (1993), pág 9.21. El antiguo S.C.S. corresponde al actual National Resources Conservation Service.
2
Ver Apéndice 2.
tp t
tb
3
Esta expresión es totalmente empírica, no comparar con la relación teórica de tbase=D+tconc , válida para una
cuenca teórica e impermeable.
4
Esta expresión del caudal de la punta (Qp) se obtiene igualando el volumen de agua precipitado (altura de
precipitación x superficie de la cuenca) al área que se encuentra bajo el hidrograma (área de un triángulo = base x
altura /2; es decir: tb . Qp /2). Igualando: P . A = tb . Qp /2, y se despeja Qp. Sustituyendo tb = 2,67 . tp , y operando
con 3600 seg./día, se obtiene la fórmula de Qp
t / tp Q / Qp t / tp Q / Qp 1
0,0 0 1,4 0,75
0,1 0,015 1,5 0,65 0.8 Figura 3
0,2 0,075 1,6 0,57
0,3 0,16 1,8 0,43
0.6
0,4 0,28 2,0 0,32
Q/Qp
0,5 0,43 2,2 0,24
0.4
0,6 0,60 2,4 0,18
0,7 0,77 2,6 0,13
0,8 0,89 2,8 0,098 0.2
0,9 0,97 3,0 0,075
1,0 1,00 3,5 0,036 0
1,1 0,98 4,0 0,018 0.0 1.0 2.0 3.0 4.0 5.0
1,2 0,92 4,5 0,009 t/tp
1,3 0,84 5,0 0,004
Estas técnicas solamente son válidas para considerar los hidrogramas producidos por
precipitaciones cortas y homogéneas. Para precipitaciones cuya intensidad varía a lo largo del
hietograma considerado, es necesario utlizar el hidrograma unitario.
Cálculos en Excel en Práctica P070 (http://web.usal.es/javisan/hidro)
Hidrograma Unitario
1 mm. 1 mm.
1 hora t 2 horas t
Q
Q AD=AB+AC
D
x
C
2
m
x
m
mm
.
1
. A
t t
Ambas propiedades pueden utilizarse combinadas. Por tanto, en un caso real, y si conocemos el
hidrograma unitario de nuestra cuenca, podríamos dibujar fácilmente el hidrograma que se
produciría con cualesquiera precipitaciones, por ejemplo: 1 hora llovió 2.5 mm.; las siguientes 3
horas, 4.2 mm./hora; finalmente, durante 2 horas, 1.8 mm/hora (Hietograma de la Figura 7.a).
P
4.2
t
En primer lugar, se construirían los hidrogramas
1 hora t proporcionales para 1 hora y 2.5 mm., para 1 hora
Q y 4.2 mm. y para 1 hora y 1.8 mm. (Figura 7.b).
c Finalmente, colocando estos hidrogramas
desplazados en intervalos de 1 hora (Figura 7-c),
se construiría en hidrograma resultante.
Para aplicar este procedimiento a un caso real,
en una cuenca concreta, es necesario solucionar
previamente dos cuestiones: 1. Construir el
hidrograma unitario para esa cuenca. 2. Calcular
t las precipitaciones efectivas a partir de los datos
de precipitación total proporcionados por los pluviógrafos, pues los hietogramas de las figuras
7 anteriores se refieren exclusivamente a Precipitación efectiva o neta.
14
12
Hidrograma en S 10
0
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Tiempo (horas)
5
Los gráficos de estas figuras han sido dibujados a partir de un supuesto Hidrograma Unitario cuyas ordenadas
fueran 0,1,3,4,3,2,1,0 (a Δtiempo de 1 hora).
En los diversos procedimientos que hemos esbozado para evaluar el hidrograma que producirá
una precipitación determinada, debemos conocer la precipitación neta, la que produce
escorrentía directa. Por tanto, previamente debemos separar qué parte de la precipitación total
va a generar escorrentía directa . El resto de la precipitación se ha infiltrado o una pequeña parte
puede haber quedado retenida en depresiones superficiales.
El cálculo de la P neta puede abordarse a partir del estudio de la infiltración: medidas,
ecuaciones y modelos que reflejan la capacidad de infiltración y su evolución con el tiempo.
Más sencilla es la evaluación del S.C.S., que, mediante tablas y ecuaciones sencillas, evalúa el
porcentaje de precipitaciones que produce escorrentía directa, en función delos siguientes
factores: (1) Tipo de suelo; distingue sólo 4 tipos. (2). Utilización de la tierra: pastizal, cultivo,
bosque, urbanizado,...(3) Pendiente (4) Humedad previa del suelo, basada en las precipitaciones
producidas durante los 5 días anteriores.
(Ver "Cálculo de la Precipitación Neta con el método del S.C.S." en la sección "Prácticas").
Modelos
Cambio en la P neta
Por el principio de afinidad del HU, basta con multiplicar las ordenadas del hidrograma por el factor de
conversión entre las P consideradas. Por ejemplo, si disponemos del HU para 1 pulgada en 1 hora y
quisiéramos obtener el de 1 mm. en 1 hora, bastaría con dividir las ordenadas (caudales) por 25,4
(mm./pulgada)
12 12
10 10
3 mm 3 horas 3 mm 3 horas
8 8
6 6
1 mm 1 hora
1 mm 3 horas
4 4
2 2
0 0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 1 2 3 4 5 6 7 8 9
tiempo (horas) tiempo (horas)
t (horas) H.U. H.U. H.U. H.U. Hidr. S 2º. Restar dos hidrogramas S desfasadosdos
horas
3º. Multiplicar por Δ tiempo
0 0 0
original/Δ tiempo deseado
1 1 1
2 4 4 SOLUCIÓN
3 8 0 8 t (horas) Hidr S Hidr S dif. dif x3/2
4 10 1 11 0 0 0 0
5 9 4 13 1 1 1 1.5
6 6 8 0 14 2 4 0 4 6
7 3 10 1 14 3 8 1 7 10.5
8 1 9 4 14 4 11 4 7 10.5
9 0 6 8 0 14 5 13 8 5 7.5
10 3 10 1 etc... 14 6 14 11 3 4.5
11 1 9 4 14 7 14 13 1 1.5
12 0 6 8 14 8 14 14 0 0
13 3 10 14 9 14 14 0 0
14 1 9 14 10 14 14 0 0
15 0 6 14 11 14 14
16 3 14 12 14 14
17 1 etc... 13 etc... 14
18 0 14 etc...
Bibliografía
CHOW, V.; D.R. MAIDMENT y L.W. MAYS (1994).- Hidrología Aplicada. Mc Graw Hill,
580 pp.
FERRER, F.J. (1993).- Recomendaciones para el Cálculo Hidrometeorológico de Avenidas.
CEDEX, Ministerio de Obras Públicas, Madrid, 75 pp.
M.O.P.U. (1990).- Instrucción de Carreteras 5.2-IC "Drenaje superficial" . Ministerio de Obras
Públicas y Urbanismo (Boletín Oficial del Estado, 123, 23-5-1990)
PILGRIM, D. H. y I. CORDERY (1993).- “Flood Runoff”. In: Handbook of Hydrology. D. R.
Maidment (Ed.), pp. 9.1- 9.42. McGrawHill.
WANIELISTA, M. P. (1997).- Hydrology and Water Quality Control. Wiley, 567 pp. 2ª
edición.
6
Aunque funciona también con unidades del Sistema Métrico, las fórmulas que aparecen en pantalla (sólo como
ilustración) se refieren a pies y millas.
I (mm/hora)
80
Para esto existen diversos
procedimientos, varios de ellos se basan en 70
las curvas Intensidad-Duración- Fig. 1
60
Frecuencia. Vamos a ver el método de
bloques alternos (alternating block 50
method, Chow et al. 1994) 40
Elegimos la curva Intensidad- 30
Duración correspondiente al periodo de
retorno deseado, o una ecuación que 20
refleje dicha curva . En cualquiera de los 10
casos, podremos leer gráficamente u
0
obtener de la ecuación la intensidad de 0 30 60 90 120 150 180 210 minutos
precipitación para diversos incrementos de
tiempo.
Supongamos que deseamos confeccionar un hietograma de un aguacero de 3 horas y
media, con incrementos de tiempo de 30 minutos. Se trata por tanto de 210 minutos repartidos
en 7 intervalos de 30 minutos
La figura 1 representa una curva Intensidad-Duración para un retorno de 100 años. En ella
hemos leído los valores de intensidad
(mm/h) que aparecen en las dos t(min) I (mm/h) P (mm) ΔP
primeras columnas de esta tabla: 30 37,2 37,2*0,5= 18,60 18,60
En la 3ª columna calculamos la 60 24,5 24,5*1= 24,50 24,50-18,60= 5,90
precipitación caída en cada 90 19,5 19,5*1,5= 29,25 29,25-24,50= 4,75
intervalo. Para 30 minutos: si en 0,5 120 16,0 16,0*2= 32,00 32,00-29,25= 2,75
horas llovió con una intensidad de 150 13,5 13,5*2,5= 33,75 33,75-32,00= 1,75
37,2 mm/hora, en media hora se 180 11,7 11,7*3= 35,10 35,10-33,75= 1,35
recogió 0,5 · 37,2. Análogamente para 210 10,4 10,4*3,5= 36,40 36,40-35,10= 1,30
todos los intervalos, hasta 210
minutos (3,5 horas).
Para calcular la última columna (Δ P) a partir de la anterior, debemos suponer que dentro
de los 60 min. más lluviosos se encuentran los 30 min. más lluviosos y razonamos así:
1
La precipìtación máxima diaria se consigue mediante métodos estadísticos (p.ej., Gumbel) o consultando
mapas elaborados con ellos.
2
La precipìtación máxima para un tiempo más reducido, normalmente el tiempo de concentración de la
cuenca, puede hacerse mediante una curva Intensidad-Duración o mediante una fórmula equivalente a dicha curva.
F. Javier Sánchez San Román---- Dpto. Geología Univ. Salamanca http://web.usal.es/javisan/hidro Pág. 1
→ En los 60 min más lluviosos cayeron 24,5 mm 20
P (mm)
restantes 30 min: 24,5–18,6=5,9 mm 14 Fig. 2
12
Análogamente, calculamos el resto de la
10
última columna, obteniendo la precipitación caída
8
en incrementos de 30 minutos (es el intervalo
6
elegido en este ejemplo), en orden decreciente.
4
Para construir el hietograma (Figura 2) con los
2
valores de la última columna se procede así:
0
En el centro se coloca la precipitación 30 60 90 120 150 180 210
tiempo (min)
registrada en los 30 min más lluviosos.A su
derecha, se coloca la precipitación registrada en el 30 min más lluviosos
2º intervalo más lluvioso. A la izquierda, la 60 min más lluviosos
registrada en el 3er intervalo más lluvioso, a la 90 min más lluviosos
derecha el 4º, etc
120 min más lluviosos
Si se dispone de hietogramas reales de la
región, será aconsejable redistribuir los bloques, si observamos, por ejemplo, que el máximo
suele producirse en el primer tercio de la tormenta.
Si deseamos un hietograma expresado en Intensidades (mm/h) y los intervalos utilizados son de m minutos,
habría que multiplicar la altura de cada bloque por 60/m
Se puede realizar ligeramente simplificado (Ferrer, 1993), consiguiendo un hietograma
simétrico, operando del siguiente modo:
A partir de la curva
t(min) I (mm/h) P (mm) Altura de cada bloque
Intensidad-Duración (Fig 1) leemos
30 37,2 37,2*0,5= 18,60 18,60
los valores que aparecen anotados
en las dos primeras columnas de 90 19,5 19,5*1,5= 29,25 (29,25-18,60)/2= 5,32
esta tabla: 150 13,5 13,5*2,5= 33,75 (33,75-29,25)/2= 2,25
210 10,4 10,4*3,5= 36,40 (36,40-33,75)/2= 1,32
Suponemos que los 30
minutos más lluviosos están englobados y en el 20
centro de los 90 minutos más lluviosos; por tanto, a 18
P (mm)
Bibliografía
CHOW, V.; D.R. MAIDMENT y L.W. MAYS (1994).- Hidrología Aplicada. Mc Graw Hill, 580 pp.
FERRER, F.J. (1993).- Recomendaciones para el Cálculo Hidrometeorológico de Avenidas. CEDEX, Ministerio
de Obras Públicas, Madrid, 75 pp.
F. Javier Sánchez San Román---- Dpto. Geología Univ. Salamanca http://web.usal.es/javisan/hidro Pág. 2
marzo-08
Distribuciones Estadísticas
Introducción. ¿Para qué sirve esto?
Con frecuencia nos planteamos dos tipos de cuestiones relacionadas con la probabilidad de que
se presente un cierto caudal o de que se produzca cierta precipitación:
1. ¿Cuál es la probabilidad de que el caudal supere 40 m3/seg?
2. ¿Qué caudal será superado un 2% de los años?
Vemos que una es la inversa de la otra: A patir del valor calcular la probabilidad o al revés.
Y a veces en lugar de hablar de probabilidad se habla de periodo de retorno y la pregunta 2 se
plantea como: “¿Cuál es el caudal con un periodo de retorno de 50 años?”
Primero veremos conceptos básicos, necesarios: muestra y población, media aritmética y
desviación típica, etc. Después abordaremos la manera de responder a cuestiones como las
planteadas más arriba con ejemplos concretos.
Población y muestra
Población es el conjunto total de individuos o sucesos que queremos estudiar.
A veces disponemos de medidas de toda la población estudiada, pero generalmente, esto sería
muy difícil (medir la estatura de todos los españoles) o imposible (estudiando el caudal de un río
tendríamos que medir los caudales de todos los años pasados y futuros). En estos casos debemos
conformarnos con medir una parte de la población (una muestra). En cualquier caso,
consideramos los datos disponibles y con ellos intentamos extraer estimaciones válidas para toda
la población.
Muestra es una pequeña parte de la población elegida adecuadamente para que sea
representativa del total de la población.
Si yo midiera la estatura de mis alumnos para conocer la estatura media del curso, ellos serían
toda la población estudiada. Pero si, a partir de ellos, yo quiero extraer conclusiones sobre la
estatura de toda la juventud española, mis alumnos serían solamente una muestra representativa de
la población estudiada.
30
Estatura Nº % casos
(cm) casos 25 Figura 1
145-150 3 1,23 20
150-155 8 3,29
155-160 20 8,23 15
casos
160-165 39 16,05
10
%
165-170 63 25,93
170-175 58 23,87 5
175-180 31 12,76
0
180-185 13 5,35
14
15
15
16
16
17
17
18
18
19
5-
0-
5-
0-
5-
0-
5-
0-
5-
0-
185-190 6 2,47
15
15
16
16
17
17
18
18
19
19
0
190-195 2 0,82
Totales.... 243 100
% casos acumulado
(cm) casos casos acumulado acumulado 80
En este gráfico podemos leer qué porcentaje de la muestra es inferior p.ej. a 175 cm, o qué
estatura deja por debajo, p.ej., al 80% de los casos.
Trabajando con caudales o precipitaciones el número de datos puede ser de 30 ó 40, o a veces
menos, y no son suficientes para agruparlos en intervalos (caudales entre 5 y 10, entre 10 y 15,
etc.). Pero sí podemos realizar un gráfico acumulado como el anterior con los datos individuales.
Veamos como ejemplo 21 precipitaciones anuales en Central Park, New York . A la izquierda de
la tabla aparecen en orden cronológico. A la derecha se han clasificado de mayor a menor, y en la
última columna se refleja el porcentaje de datos que supera ese valor. Por ejemplo, para n=4,
n/N=4/21*100=19 %. Quiere decir que el 19% de los datos es igual o menor que 896 mm.1
Representando gráficamente las dos últimas columnas, obtenemos un gráfico equivalente a la
Figura 2, que habíamos preparado con las
Año P (mm) n P (mm) n/N *100
estaturas acumuladas; no tiene la misma suavidad,
1962 944 1 663 4,8
1963 871 2 838 9,5
al tratarse de un número reducido de datos reales,
1964 838 3 871 14,3 pero la lectura de ambos gráficos ha de ser la
1965 663 4 896 19,0 misma: En este último podríamos leer
1966 1013 5 944 23,8 directamente la probabilidad de que la
1967 1248 6 968 28,6 precipitación sea <1300 mm, o, a la inversa, qué
1968 1107 7 1013 33,3 valor de precipitación no se supera el 30% de los
1969 1233 8 1049 38,1 años.
1970 896 9 1052 42,9
100
1971 1442 10 1107 47,6
% casos que son menores que esa P
90
1972 1703 11 1132 52,4
80
1973 1454 12 1211 57,1
70
1974 1211 13 1233 61,9 Figura 3
60
1975 1555 14 1248 66,7
50
1976 1049 15 1265 71,4
40
1977 1390 16 1324 76,2
30
1978 1265 17 1390 81,0 20
1979 1324 18 1442 85,7 10
1980 1132 19 1454 90,5 0
1981 968 20 1555 95,2 600 800 1000 1200 1400 1600 1800
1
En realidad se divide por n/(N+1) o por (n–0,5)/N, para evitar que al llegar al mayor salga el 100%. La última
columna de la tabla es correcta para esta muestra: el 100% son iguales o menores que 1703 mm., el año más lluvioso
registrado; pero no podemos suponer que nunca en el futuro se vaya a presentar un año mayor que 1703 mm.
Coeficiente de Variación
Si ambas series tienen la misma media, su desviación típica nos indica el grado de dispersión
de los valores a los lados de la media. Pero si las medias son distintas, la simple comparación de
las desviaciones típicas no sirve de nada. Supongamos ahora que queremos comparar la primera
de las series anteriores con otra nueva serie cuyos valores están en un rango distinto, y deseamos
saber cual está mas dispersa a ambos lados de su media:
Así vemos que la segunda serie parece que presenta una mayor dispersión (s = 64,8 parece muy
alta comparada con s = 3,0 de la primera). Pero s=3,0 en valores que rondan la media de 23 es
mayor que s = 64,8 en una población de media 1365. Esta idea se cuantifica mediante el
Coeficiente de Variación (C.V.) :
Desviación Típica
C.V . =
Media aritmética
Puntuaciones tipificadas
Cuando abordamos el problema de “¿qué probabilidad existe de que tal variable supere tal
valor?”, las puntuaciones (valores) brutas están medidas en cm, mm, pulgadas o m3/seg,
dependiendo de la variable estudiada, del rango de valores en que ésta se mueve y de las unidades
utilizadas. Se hace necesario homogeneizar la unidad de medida. Veámoslo con un ejemplo:
Deseamos comparar un pequeño arroyo (caudal medio=6,3 litros/seg; desviación típica= 0,9
litros/seg.) con un gran río (caudal medio= 97 m3/seg; desviación típica 13,4 m3/seg). En un año
húmedo ambos superaron la media: en el primero el caudal fue de 7,9 litros/seg, y en el segundo
de 112 m3/seg. ¿Cuál de los dos datos fue mas excepcional (comparado con los datos de su propia
historia, claro), cuál se apartó más de su media? .
El arroyo superó a su media en 7,9-6,3= 1,6 l/s. El caudal del gran río estuvo 112-97= 15
m3/seg sobre su media. Pero en lugar de expresarlo en litros/seg o en m3/seg, vamos a expresarlo
en desviaciones típicas:
7,9 − 6,3
El caudal del arroyo superó a su media en =1,78 desviaciones típicas.
0,9
112 − 97
El caudal del gran río superó a su media en =1,12 desviaciones típicas .
13, 4
Por tanto, el caudal del arroyo era más excepcional (estaba más alejado de su media) que el del
gran río.
Puntuación bruta-Media
Generalizando: Puntuación tipificada =
Desviación típica
2º) Calculamos a qué puntuación bruta corresponde una puntuación tipificada de –1,28:
x − 29,8
−1, 28 = ; x = 19,4
8,1
Por tanto, el valor que no se alcanza el 10% de los años (probabilidad 0,90 de ser superado) es 19,4
m3/seg.
Esta ley de distribución de frecuencias se utiliza para el estudio de los valores extremos. Por
ejemplo, si hemos elegido el día mas caudaloso o de mayor precipitación de cada año de una serie
de años.
La probabilidad de que se presente un valor inferior a x es:
b=α (x – u)
−b
F ( x) = e − e (1) siendo: (2)
α = σ y / sx (3)
u = x - μy / α (4)
e = base de los logaritmos neperianos
x = media aritmética de la muestra
sx = desviación típica de la muestra
σy , μy = consultar en la tabla adjunta, según el número de datos de la muestra2]
(Ver nota3 )
Mediante las expresión anteriores podremos calcular la nº datos μy σy
frecuencia a partir del valor x, es decir: calcularcon qué 10 0,4952 0,9496
frecuencia (o periodo de retorno) se presentará un cierto 15 0,5128 1,0206
caudal o precipitación. 20 0,5236 1,0628
25 0,5309 1,0914
Para solucionar el caso inverso (qué caudal o 30 0,5362 1,1124
precipitación se producirán cada n años) debemos 35 0,5403 1,1285
despejar b en la expresión (1), obteniendo: 40 0,5436 1,1413
45 0,5463 1,1518
b = –ln (–ln (F(x))) (3) 50 0,5485 1,1607
55 0,5504 1,1682
Y, finalmente, despejando x en (2): 60 0,5521 1,1747
x =b/ α + u (4) 65
70
0,5535
0,5548
1,1803
1,1854
75 0,5559 1,1898
Ejemplo.- De una serie de 55 caudales extremos (el 80 0,5569 1,1938
caudal diario máximo de cada año)4, hemos calculado: 85 0,5578 1,1974
Media= 21,97 m3/seg 90 0,5586 1,2007
95 0,5593 1,2037
Desv típica=13,22 m3/seg 100 0,5600 1,2065
-->infinito 0,5772 1,2825
2
σy , μy son, respectivamente, la media y la desviación típica de una serie de valores yi
(i = 1 a N ; N = nº de datos de la muestra) que dependen solamente del número de datos, y ⎛ ⎛ N + 1) ⎞ ⎞
que corresponden a la siguiente expresión: y i = − ln⎜⎜ ln⎜ ⎟ ⎟⎟
(Cálculo de estos parámetros en un documento Excel, en la web, sección “Complementos”) ⎝ ⎝ i ⎠⎠
3
En Chow et al. (1984) el valor de α es el inverso del presentado aquí (y en muchos textos, como Aparicio, 1997),
pero el resultado final es el mismo, ya que en la expresión (2) de Chow et al. (op.cit.) α está en el denominador
4
Datos de Hoyos del Espino, en la cabecera del río Tormes, cuanca receptora 88 km2
a) ¿Cual será la probabilidad de que (el día más caudaloso del año) el caudal supere el valor
de 60 m3/seg?
1º) De acuerdo con la tabla adjunta, para 55 datos, tomamos los valores:
μy = 0,5504 σy = 1,1682
2º) Calculamos α y u:
α = σ y / sx = 1,1682 / 13,22 = 0,0884
u = x - μy / α = 21,97 – 0,5504 / 0,0884 = 15,741
4º) Aplicamos la ecuación de Gumbel (1) para el caudal del problema (60 m3/s). La probabilidad
de que se presente un caso menor que x será:
−3 , 917
F ( x)= e −e = 0,9803 ≈ 98,03%
Por tanto, la probabilidad de que se presente un caso mayor que x será:
1- F (x) = 1 -0,9803 = 0,0197 (= 1,97%)
Finalmente, el periodo de retorno es el inverso de la probabilidad:
Periodo de retorno= 1/0,0197 = 50,8 años
Si un caudal se superará el 1% de los años, será inferior el 99%, es decir: F(x) =0,99.
La simplificación mostrada a lo largo de todas estas páginas (indicando que los valores medios se ajustan
a Gauss, y los valores extremos se ajustan a Gumbel) es solamente válida con fines didácticos, para una
primera aproximación al tema.
Existen muchas otras distribuciones, entre las que destacan, como más utilizadas, la lognormal (los
logaritmos de los valores son los que se ajustan a la ley de Gauss) o la ley Pearson III, adoptada por las
agencias federales en USA. Ver, por ejemplo en Viessman, 2003, capítulo 3.
En España los organismos oficiales para precipitaciones máximas aplican la distribución SQRT-max5
5
Ver en http://web.usal.es/javisan/hidro (Seción “Complementos”)
Vamos a denominar a la última expresión obtenida arriba es el riesgo de fallo (R), es decir: la
probabilidad de que sí se produzca alguna vez un suceso de periodo de retorno T a lo largo de un
periodo de n años:
n
⎛ 1⎞
R = 1 − ⎜1 − ⎟
⎝ T⎠
Ejemplo: Se va a construir un canal cuya vida útil es de 75 años. Si el caudal supera el valor
correspondiente al periodo de retorno de 100 años, se desbordará. Calcular la probabilidad de que
se produzca un desbordamiento en alguno de los próximos 75 años
75
⎛ 1 ⎞
R = 1 − ⎜1 − ⎟ = 0,529 = 52,9%
⎝ 100 ⎠
Por tanto, existe un 52,9% de probabilidad de que el caudal de retorno 100 años se alcance en
alguno de los próximos 75 años.
Se produce la siguiente paradoja: si consideramos un caudal con retorno de 100 años, parece
seguro que se presente en alguno de los próximos 100 años. Pero si aplicamos la fórmula anterior,
haciendo T= 100 y n=100, y obtenemos 0,633 , es decir solamente un 63,3 %
(*)
Las probabilidades de dos sucesos complementarios (debe suceder uno u otro) suman 1. Por ejemplo: probabilidad
de obtener un 3 en un dado= 1/6. Probabilidad de obtener un valor distinto de 3= 1-1/6 = 5/6
(**)
La probabilidad de que se produzcan dos sucesos independientes es el producto de sus probabilidades; por ejemplo:
probabilidad de obtener un 3 en un dado= 1/6. Probabilidad de obtener dos 3 seguidos = 1/6.1/6 =1/36
Bibliografía
Aparicio, F.J. (1997).- Fundamentos de Hidrología de Superficie. Limusa, 303 pp
Chow, V.T.; D.R. Maidment & L.W. Mays (1993).- Hidrología Aplicada. McGraw-Hill, 580 pp.
Viessman, W. & G. L. Lewis (2003).- Introduction to Hydrology. Pearson Education Inc., 5ª ed.,
612 pp.
Wanielista, M. (1997).- Hydrology and Water Quality Control 2ª edición. Ed. Wiley
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9
0,0 0,50000 0,49601 0,49202 0,48803 0,48405 0,48006 0,47608 0,47210 0,46812 0,46414
0,1 0,46017 0,45620 0,45224 0,44828 0,44433 0,44038 0,43644 0,43251 0,42858 0,42465
0,2 0,42074 0,41683 0,41294 0,40905 0,40517 0,40129 0,39743 0,39358 0,38974 0,38591
0,3 0,38209 0,37828 0,37448 0,37070 0,36693 0,36317 0,35942 0,35569 0,35197 0,34827
0,4 0,34458 0,34090 0,33724 0,33360 0,32997 0,32636 0,32276 0,31918 0,31561 0,31207
0,5 0,30854 0,30503 0,30153 0,29806 0,29460 0,29116 0,28774 0,28434 0,28096 0,27760
0,6 0,27425 0,27093 0,26763 0,26435 0,26109 0,25785 0,25463 0,25143 0,24825 0,24510
0,7 0,24196 0,23885 0,23576 0,23270 0,22965 0,22663 0,22363 0,22065 0,21770 0,21476
0,8 0,21186 0,20897 0,20611 0,20327 0,20045 0,19766 0,19489 0,19215 0,18943 0,18673
0,9 0,18406 0,18141 0,17879 0,17619 0,17361 0,17106 0,16853 0,16602 0,16354 0,16109
1,0 0,15866 0,15625 0,15386 0,15151 0,14917 0,14686 0,14457 0,14231 0,14007 0,13786
1,1 0,13567 0,13350 0,13136 0,12924 0,12714 0,12507 0,12302 0,12100 0,11900 0,11702
1,2 0,11507 0,11314 0,11123 0,10935 0,10749 0,10565 0,10383 0,10204 0,10027 0,09853
1,3 0,09680 0,09510 0,09342 0,09176 0,09012 0,08851 0,08692 0,08534 0,08379 0,08226
1,4 0,08076 0,07927 0,07780 0,07636 0,07493 0,07353 0,07215 0,07078 0,06944 0,06811
1,5 0,06681 0,06552 0,06426 0,06301 0,06178 0,06057 0,05938 0,05821 0,05705 0,05592
1,6 0,05480 0,05370 0,05262 0,05155 0,05050 0,04947 0,04846 0,04746 0,04648 0,04551
1,7 0,04457 0,04363 0,04272 0,04182 0,04093 0,04006 0,03920 0,03836 0,03754 0,03673
1,8 0,03593 0,03515 0,03438 0,03362 0,03288 0,03216 0,03144 0,03074 0,03005 0,02938
1,9 0,02872 0,02807 0,02743 0,02680 0,02619 0,02559 0,02500 0,02442 0,02385 0,02330
2,0 0,02275 0,02222 0,02169 0,02118 0,02068 0,02018 0,01970 0,01923 0,01876 0,01831
2,1 0,01786 0,01743 0,01700 0,01659 0,01618 0,01578 0,01539 0,01500 0,01463 0,01426
2,2 0,01390 0,01355 0,01321 0,01287 0,01255 0,01222 0,01191 0,01160 0,01130 0,01101
2,3 0,01072 0,01044 0,01017 0,00990 0,00964 0,00939 0,00914 0,00889 0,00866 0,00842
2,4 0,00820 0,00798 0,00776 0,00755 0,00734 0,00714 0,00695 0,00676 0,00657 0,00639
2,5 0,00621 0,00604 0,00587 0,00570 0,00554 0,00539 0,00523 0,00508 0,00494 0,00480
2,6 0,00466 0,00453 0,00440 0,00427 0,00415 0,00402 0,00391 0,00379 0,00368 0,00357
2,7 0,00347 0,00336 0,00326 0,00317 0,00307 0,00298 0,00289 0,00280 0,00272 0,00264
2,8 0,00256 0,00248 0,00240 0,00233 0,00226 0,00219 0,00212 0,00205 0,00199 0,00193
2,9 0,00187 0,00181 0,00175 0,00169 0,00164 0,00159 0,00154 0,00149 0,00144 0,00139
3,0 0,00135 0,00131 0,00126 0,00122 0,00118 0,00114 0,00111 0,00107 0,00104 0,00100
Superficie de la Cuenca
Este es el factor más sencillo: lo medimos con un planímetro, con un ordenador o contando
mm2 en un papel milimetrado. Sin duda, esta última opción es la mas utilizada por su inmediatez.
La aplicación de este método debería limitarse a cuencas lo suficientemente pequeñas para
que podamos suponer una precipitación homogénea en el espacio y el el tiempo; algunos autores
hablan de 30 ó 40 hectáreas (menos de 1 km2), aunque habitualmente se aplica a cuencas de
muy pocos km2. Ferrer (1993) habla de cuencas de hasta 3000 km2, con una metodología más
elaborada.
Intensidad de Precipitación
Es necesario conocer (o evaluar) la Intensidad de Precipitación para el tiempo de
concentración de la cuenca. Si utilizamos un tiempo menor, no permitimos que toda la cuenca
contribuya al caudal, y si utilizamos un tiempo mayor, la intensidad máxima será menor (es
evidente: la intensidad, en mm/hora, de las dos horas más lluviosas siempre es menor que la
intensidad de la hora más lluviosa).
Q Curvas IDF
Intensidad (mm/h)
100
50
50
25
25 10
tconc tiempo
El compromiso entre estas dos circunstancias nos indica que debemos trabajar con la
Intensidad de Precipitación producida en un tiempo igual al tiempo de concentración
F. Javier Sánchez San Román---- Dpto. Geología Univ. Salamanca http://web.usal.es/javisan/hidro Pág. 1
Esta intensidad de precipitación para aplicar la fórmula debería corresponder a una
precipitación uniforme por toda la extensión de la cuenca durante el tiempo considerado. La
limitación en la superficie a la que nos referíamos arriba se debe principalmente a esto.
En cualquier caso, lo ideal sería disponer de unas curvas IDF bien elaboradas. En ellas
buscamos la Intensidad de Precipitación para el periodo de retorno elegido y para un tiempo
igual al tiempo de concentracion, tc (por ejemplo, vemos en la figura la lectura de la intensidad
para 35 minutos y un retorno de 50 años).
Si no disponemos de curvas IDF, existen diversas soluciones "locales": se nos proporcionan
fórmulas válidas para un territorio determinado.
Por ejemplo, el Hydraulic Design Manual del Estado de Texas1 (USA), ofrece la siguiente fórmula para
b
calcular la intensidad de precipitación: I= (2)
(t c + d ) e
donde : I = intensidad de la precipitación (mm/h)
tc = tiempo de concentración (minutos) , tiempo para el que se desea conocer la intensidad
b, d, e = coeficientes que han calculado para 254 condados del Estado y para diferentes periodos de
retorno (100, 50, 25 años,...), y que se consultan en Internet.
Para España (MOPU, 1990; Ferrer, 1993), en los casos en que no dispongamos de curvas
IDF, lo hacemos en dos pasos:
1
ftp://ftp.dot.state.tx.us/pub/txdot-info/gsd/manuals/hyd.pdf,
Capítulo 5. 6, se trata de un manual de 496 pp.
2
La precipitación diaria máxima para cualquier punto de España puede obtenerse fácilmente de MINISTERIO DE
FOMENTO (1999). Se trata de un libro con mapas y un CD (que incluye los mismos mapas y además un programa
que lo hace automáticamente). Buscando en el mapa el punto de estudio (cualquier punto deEspaña), mediante unas
isolíneas y una tabla, se calcula fácilmente la P diaria máxima para el periodo de retorno deseado .
En MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE (2000 a 2002) se recogen estaciones meteorológicas concretas, y para
cada una de ellas está hecho el ajuste estadístico y aparecen Precipitaciones máximas diarias para distintos periodos
de retorno. (Parece que solo se encuentran disponibles para 6 comunidades)
Ambos pueden adquirirse en: https://www.fomento.es/cpmf/
F. Javier Sánchez San Román---- Dpto. Geología Univ. Salamanca http://web.usal.es/javisan/hidro Pág. 2
280 ,1 −t 0 ,1
⎛I ⎞ 280.1 −1
I t = I d ⎜⎜ 1 ⎟⎟ (3)
⎝ Id ⎠
donde:
Id = intensidad media diaria = P diaria /24
I1 = Intensidad media en la hora más lluviosa de ese día. En la fórmula introducimos el valor de
I1/Id leído directamente del mapa
t = periodo de tiempo (horas) para el que se quiere evaluar la intensidad
It = Intensidad media en el periodo t
La fórmula original (3) la hemos simplificado de este otro modo, más rápido para el cálculo:
3,5287 − 2,5287.t 0,1
⎛I ⎞
It = I d ⎜ 1 ⎟ (4)
⎝ Id ⎠
Coeficiente de Escorrentía
Casi todos los libros ofrecen tablas orientativas con los valores probables del coeficiente de
escorrentía. MOPU (1990) y Ferrer (1993) proporcionan la siguiente fórmula3:
( x − 1)( x + 23) P
C= donde: x = d (5)
( x + 11) 2
P0
siendo:
C = Coeficiente de Escorrentía
Pd = Precipitación diaria (mm.)
P0 = Umbral de escorrentía (mm.),
obtenido de tablas (MOPU, 1990), que
son una adaptación de las de SCS4
Si se tratara de un chubasco real, y según la
idea original del SCS, el umbral de escorrentía de
las tablas debe corregirse dependiendo de si los 5
días anteriores hubieran sido lluviosos o secos.
Pero si se trata de precipitaciones de proyecto, la
precipitación tratada no se ha producido, sino que
procede de un tratamiento estadístico; en este
caso, no pueden considerarse los días anteriores, y
según la instrucción del MOPU (1990, fig. 2-5)
para España, siempre corrige al alza (como si el
estado previo del suelo fuera seco), multiplicando
P0 por un factor corrector que va de 2, en el
Norte de la península, a 3 en el SE.
(Ver mapa adjunto: )
En la bibliografía encontramos diversas tablas con estimaciones para el coeficiente de
escorrentía C dependiendo del tipo de suelo, urbanización, pendiente,... 5
3
También puede expresarse así: C = (Pd–Po)(Pd+23Po) / (Pd+11Po)2
4
El documento original se encuentra en :
ftp://ftp.wcc.nrcs.usda.gov/downloads/hydrology_hydraulics/neh630/630ch10.pdf
aunque aparece referido en todos los textos de Hidrología, por ejemplo en Chow et al., 1994.
Ver en este sitio web (http://web.usal.es/javisan/hidro), sección "Prácticas", el documento "Cálculo de la
Precipitación Neta con el método del S.C.S."
5
Por ejemplo en : http://manuals.dot.state.tx.us/dynaweb/colbridg/hyd, (pp. 93-94 )
F. Javier Sánchez San Román---- Dpto. Geología Univ. Salamanca http://web.usal.es/javisan/hidro Pág. 3
Ejemplo de cálculo del caudal con la Instrucción 5.2-IC (MOPU, 1990)
Calcular el caudal de proyecto para un periodo de retorno de 50 años en una cuenca situada
en León y con los datos siguientes:
- Datos necesarios para calcular el tiempo de concentración : Longitud del cauce= 5,1 km.;
Cota máxima= 956 m. ; Cota mínima = 889 m. Superficie = 12,1 km2
- Precipitación diaria, Pd = 71 mm. (Obtenida estadísticamente para el periodo de retorno
considerado, en este ejemplo, 50 años. Para España puede obtenerse de la publicación del
Ministerio de Fomento (1999))
- Umbral de escorrentía Po = 27 mm. en tablas que se encuentran en MOPU (1990) y
después de aplicar el coeficiente corrector.
Aquí se incluye enmascarado un factor de corrección de 1,2 (aumento del 20%) : Si el área
está en km2 y la Intensidad en mm/hora , para que el Q se obtenga en m3/seg deberíamos dividir
por 3,6 (por los 3600 segundos que tiene una hora), pero en la instrucción 5.2-IC (MOPU, 1990)
se indica que se divida por 3, lo que supone el factor de aumento de 1,2 citado.
F. Javier Sánchez San Román---- Dpto. Geología Univ. Salamanca http://web.usal.es/javisan/hidro Pág. 4
Ejemplo de cálculo del caudal según FERRER (1993)
Con los mismos datos del ejemplo anterior.
Q = C . I . A . K / 3,6= 0,20 .15,0 mm/hora . 12,1 km2 . 1,17 / 3,6 = 11,80 m3/s
La división por 3,6 es para obtener el resultado en m3/seg: se obtiene de multiplicar por 106 para pasar de km2 a
m , dividir por 103 para pasar de mm/hora a m/hora y dividir después por 3600 para pasar de m/hora a m/s .
2
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Sobre la corrección del valor de P0 obtenido de tablas
En los datos de este ejemplo (se encuentran al principio del ejemplo anterior) indicamos que el valor de Po se ha
obtenido de las tablas y ya se le ha aplicado el coeficiente corrector. Pero ese coeficiente se indica en MOPU (1990)
en forma de un mapita que incluimos en la pag 3, mientras que Ferrer (1993) no habla de tal coeficiente. Ferrer
(op.cit., p. 31) sí utiliza los coeficientes correctores de Po del trabajo original americano del SCS, que se aplican
dependiendo de si los 5 días anteriores han sido secos, húmedos o medios.
El problema es que el método original es directamente aplicable a precipitaciones reales. ¿Pero qué corrección
introducimos si estamos tratando (como es usual) con precipitaciones de diseño, valores supuestos
estadísticamente? En ese caso no se pueden considerar los 5 días anteriores. Para este caso, parece que los autores de
la norma 5.2I-C supusieron que lo más indicado es imaginar que los días anteriores han sido secos (¿porque España
es un país seco?)
En resumen: con el método de Ferrer, si no sabemos cómo fueron los 5 días anteriores se puede suponer un
suelo previo seco, y usar los coeficientes de la Condición I en la tabla 3.3 (Ferrer, 1993, p.31)6, lo que equivale a
usar los valores del mapita de la página 3 de este documento
Bibliografía
CHOW, V.; D.R. MAIDMENT y L.W. MAYS (1994).- Hidrología Aplicada. Mc Graw Hill,
580 pp.
FERRER, F.J. (1993).- Recomendaciones para el Cálculo Hidrometeorológico de Avenidas.
CEDEX, Ministerio de Obras Públicas, Madrid, 75 pp.
M.O.P.U. (1990).- Instrucción de Carreteras 5.2-IC "Drenaje superficial" . Ministerio de Obras
Públicas y Urbanismo (Boletín Oficial del Estado, 123, 23-5-1990). Puede verse en:
http://web.usal.es/javisan/hidro, (Sección "Complementos")
MINISTERIO DE FOMENTO (1999) .- Máximas Lluvias diarias en la España Peninsular.
(Incluye CD). 1ª reimpresión 2001
MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE (2000 a 2002) .-Las precipitaciones máximas en 24
horas y sus periodos de retorno en España. 14 volúmenes, uno por Comunidad autónoma.
PILGRIM, D. H. y I. CORDERY (1993).- “Flood Runoff”. In: Handbook of Hydrology, D. R.
Maidment (Ed.), pp. 9.1- 9.42. McGrawHill.
VIESSMAN, W. & G. L. LEWIS (1995).- Introduction to Hydrology. Harper Collins, 4ª ed., 760
pp.
WANIELISTA, M. P. (1997).- Hydrology and Water Quality Control. Wiley, 567 pp. 2ª
edición.
6
Esa corrección de los 5 días anteriores también se encuenta en nuestra práctica P110,
http://web.usal.es/javisan/hidro/practicas/Pneta_SCS_fundam.pdf
F. Javier Sánchez San Román---- Dpto. Geología Univ. Salamanca http://web.usal.es/javisan/hidro Pág. 6
Calculo de la Precipitación Neta mediante el
método del S.C.S.1
Introducción. Objetivos
Sabemos que la capacidad de infiltración del suelo va disminuyendo con el tiempo. Por
esta razón, cuando separamos la parte de un hietograma que constituye P neta, lo hacemos
siguiendo una curva descendente que debería reflejar la natural disminución de la capacidad de
infiltración del suelo (fig 1.a).
El método práctico que vamos a exponer aquí supone que el suelo retiene una cierta
cantidad caída al principio (por ej., los primeros 23 mm), y después de eso, el porcentaje que
genera escorrentía va aumentando con el tiempo (fig 1.b). Al igual que en el caso anterior se
tiene en cuenta que la capacidad de abstracción del suelo disminuye con el tiempo, pero en esta
hipótesis (fig 1.b) en todos los incrementos de tiempo se genera escorrentía, y en proporción
creciente .
1
Soil Conservation Service, actualmente NRCS (National Resources Conservation Service)
2
P en exceso se refiere a la precipitación que excede a la capacidad de infiltración, evaporación y retención ;
no me gusta el término, creo que en español suena mal, pero quizá sea el más extendido.
Precipitación efectiva es un término ambiguo: en este campo es sinónimo del anterior, pero en agricultura se
refiere a la parte de la precipitación que contribuye al crecimiento de la planta.
Precipitación neta generalmente se utiliza para la precipitación que produce escorrentía directa, aunque en otros
estudios se refiere a la diferencia precipitación –evaporación.
Inglés: excess rainfall, effective rainfall, net rainfall (o excess precipitation, etc)
Francés: pluie excedentaire, pluie utile, pluie efficace, pluie nette.
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Procedimiento de Cálculo
El procedimiento que estableció empíricamente el Servicio de Conservación de Suelos
USA (1964) y se ajusta a la idea esbozada en el apartado (b) anterior. Este organismo ha
mantenido vigente el procedimiento (NRCS, 1986, 2004) y lo implementa en la última versión
de 2005 del modelo TR-55 3 . El cálculo que explicamos aquí debajo corresponde a la versión
adaptada en España (MOPU, 1990; FERRER, 1993). Al final de este documento se expone la
versión original.
Cálculo para un único dato de pluviometría
Los pasos a seguir son los siguientes:
1º) Cálculo del umbral de escorrentía, Po. ( o “abstracción inicial”). Es un dato que
aparece tabulado en función del uso de la superficie (bosque, cultivo, etc.), de la pendiente y
del tipo de suelo (A, B, C ó D, de más arenoso y permeable a más arcilloso e impermeable).
Finalmente hay que modificarlo si los días anteriores han sido muy secos o muy húmedos.
Vemos esto con detalle más adelante.
2º) Cálculo de la P neta4. Se utiliza la expresión siguiente:
( P − Po ) 2
Pn = (1)
P + 4 Po
donde: P = precipitación total registrada
Pn = precipitación neta
Po = abstracción inicial o umbral de escorrentía
Ejemplo: Calcular la precipitación neta de una precipitación diaria total de 31 mm.
Supongamos que hemos consultado las tablas y hemos obtenido un valor de Po de 12 mm.
La P neta sería igual a :
(31 − 12) 2
Pn = = 4, 6 mm
31 + 4 ⋅12
Cálculo para un hietograma completo
El proceso es el mismo, pero trabajando con las precipitaciones acumuladas (En este
ejercicio se utilizan los datos con los que se ha dibujado la figura 1.b) :
3
Puede descargarse de : http://www.wcc.nrcs.usda.gov/hydro/hydro-tools-models-wintr55.html
4
En este punto, todos los autores explican que lo que se calcula es la escorrentía directa. Es la misma cosa,
ya que definimos P neta como la que produce escorrentía directa. Pero me parece más adecuado referirme a Pneta,
puesto que estoy separando una parte de toda la precipitación caída.
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3º) Si ΣPt es menor que la abstracción
inicial (que suponemos que hemos evaluado en
43 mm) la Precipitación neta (Pn) es 0 (caso horas P ΣP Σ Pn Pn
de las dos primeras horas). Si precipitación 1 11 11 0,00
total caída hasta el momento (ΣPt) supera la 2 8 19 0,00
abstracción inicial, aplicaremos la fórmula (1) a 3 40 59 1,1
la precipitación acumulada, de modo que
4 34 93 9,4
reescribimos la fórmula así:
5 13 106 14,3
(ΣP − Po ) 2
ΣPn = (2) 6 27 133 26,6
ΣP + 4 Po
7 3 136 28,1
En este ejemplo, para la hora 3, la 8 6 142 31,2
aplicación de la fórmula sería:
(59 − 43) 2
ΣPn = = 1,11
59 + 4 ⋅ 43
4º) Calculada la precipitación neta acumulada (ΣPn), hay que desacumular esos datos en
la última columna, simplemente restando cada horas P ΣP Σ Pn Pn
valor de la columna ΣPn del anterior (9,43-
1 11 11 0,00 0,00
1,11=8,43; etc):
2 8 19 0,00 0,00
Como resultado final, obtenemos que han 3 40 59 1,1 1,1
generado escorrentía superficial 31,7 mm de
4 34 93 9,4 8,3
un total de 143 mm precipitados, y esos 31,7
mm se han distribuido como se refleja en la 5 13 106 14,3 4,9
última columna. La representación gráfica de 6 27 133 26,6 12,3
este ejemplo corresponde a la figura (b) de la 7 3 136 28,1 1,5
primera página
8 6 142 31,2 3,1
Si hubiéramos registrado solamente el
total de la precipitación (142 mm) aplicando la fórmula (1) se obtiene igualmente el dato de
P neta= 31,2 mm
Evaluación de Po
Como hemos podido ver, el único escollo del cálculo es la obtención del umbral de
escorrentía Po. Este valor se consulta en tablas que con diversas variaciones aparecen en
manuales y documentación técnica. En la Tabla 1 (página siguiente) reproducimos la que
aparece en la Instrucción 5.2-IC (MOPU, 1990). Estas tablas utilizan el tipo y utilización de la
superficie (área pavimentada, cultivos densos, bosques,...) la pendiente, y el tipo de suelo mas o
menos permeable (dividido en cuatro categorías: A, B, C, D). (Para la descripción de los
términos utilizados en la tabla 1, ver Anexo)
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Corrección según el grado de humedad previa del suelo
Las tablas que proporcionan el valor de Po suponen un grado de humedad del suelo medio.
Si los días anteriores a la precipitación estudiada se produjeron precipitaciones abundantes, las
abstracciones (retenciones superficiales, infiltración,...) serán menores, por lo que el valor real
de Po será menor al proporcionado por la tabla. Análogamente, y en sentido contrario, si los
días anteriores no ha llovido nada, el suelo estará seco, y todas las abstracciones serán mayores:
hay que corregir el valor de Po, aumentándolo.
El criterio se indica en la Tabla 2 (Singh,
Tabla 1 1992, p. 477):
Tabla 2
II (normal) De 13 a 32 mm De 35 a 52 mm
III
Más de 32 mm Más de 52 mm
(húmedo)
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A partir de la Tabla 3 he elaborado las siguientes relaciones, que proporcionan unos resultados muy
similares a los de dicha tabla:
Días previos Po (I) = Po (II) . 2,31
secos
Días previos Po (III) = Po (II) . 0,43 para Po (II) >35
húmedos P (III) = P (II)2 . 0,0072 P (II) . 0,167 para Po (II) <35
o o o
En la bibliografía se refiere este método como “el método del número de curva” (“The Runoff Curve
Number method”). El umbral de escorrentía que hemos llamado Po, originalmente se denomina Ia (abstracción
inicial), y lo que aquí he llamado ΣPn (“precipitación neta acumulada”) , a veces aparece como caudal Q, o como
Escorrentía. Todo ello es equivalente, ya que el volumen acumulado de P neta será igual al volumen de
escorrentía directa producida; en cambio, entiendo que el término Q (caudal) es inadecuado, ya que el caudal es
un valor instantáneo, no un volumen.
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Para representar gráficamente la ecuación (6): P neta en función de P total, para distintos valores de S se
consideró conveniente el siguiente cambio de variable:
1000
CN = (7)
10 + S
Obteniéndose el gráfico siguiente:
Gráfico original con las curvas numeradas (CN) , tomado de NRSC (1986) .
Se indica un ejemplo: 10 pulgadas de precipitación, sobre una cuenca a la que corresponda la curva
número 60, generaría una escorrentía equivalente a 4,8 pulgadas
Para su aplicación necesitamos una tabla que facilite los distintos valores del número de curva
correspondiente a cada tipo de terreno (cultivo, pendiente, etc)
Obsérvese en el gráfico que para un terreno al que corresponda la curva número 100 toda la precipitación
genera escorrentía (100%), pero los otros números (95, 90, etc) no equivalen a porcentajes.
Si la máxima abstracción (S) no está expresada en pulgadas sino en mm , la expresión (7) se convierte en la
siguiente:
25400
CN = (8)
254 + S
Las fórmulas (1) o (2) que hemos utilizado para los cálculos al principio de este documento son equivalentes
a la fórmula fundamental (6) que hemos obtenido más arriba. Efectivamente, ya vimos en la primera hipótesis del
método que Ia = 0,2·S. Si hacemos este cambio de variable en (6), resulta:
2
( ΣP − I a )
ΣPn = (9)
ΣP + 4 I a
que es exactamente la fórmula (1) o la (2), con la única diferencia de que a la abstracción inicial ( Ia) allí la
denominábamos Po
Por tanto, todo depende de que dispongamos de tablas que nos indiquen los valores de la abstracción inicial
(umbral de escorrentía), Po, o tablas que nos proporcionen en numero de curva (CN). Mientras que las tablas
españolas facilitan Po, las tablas americanas proporcionan los valores de CN.
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Cálculo con tablas españolas de valores de Po:
Consultar en una Tabla el valor de Po ––> Aplicación de las fórmulas (1) ó (2)
Consultar en una Tabla el ––> Calcular S mediante la fórmula ––> Aplicación de la fórmula
valor de CN (8) (7)
––> Con el valor de CN convertir P en Escorrentía Directa
(=P neta) en la tabla de la página siguiente
Para usar unas u otras tablas, la relación entre ambos (Po en mm y CN) es inmediata:
25400 ⎛ 25400 ⎞
CN = ; Po = 0,2 ⋅ ⎜ − 254 ⎟ (10) (11)
254 + Po / 0,2 ⎝ CN ⎠
Las tablas de valores de CN son, como sucede con la tabla de la página 4, para valores medios de humedad de
los días anteriores. Para obtener los valores CN si los días anteriores han sido secos o húmedos, Chow et al. (1992,
p. 152) proponen las siguientes relaciones :
4,2 ⋅ CN ( II ) 423 ⋅ CN ( II )
CN ( I ) = ; CN ( III ) = (12) (13)
10 − 0,058 ⋅ CN ( II ) 10 + 0,13 ⋅ CN ( II )
Si en las expresiones (12) y (13) convertimos los valores CN en Po utilizando las equivalencias (10) y (11),
ofrecen un aspecto mucho más sencillo (casi iguales a las que presentábamos en la pág 4):
Po (I) = Po (II) . 2,38 Po (III) = Po (II) . 0,43 (14) (15)
Bibliografía
CHOW, V.; D.R. MAIDMENT y L.W. MAYS (1994).- “Hidrología Aplicada”. Mc Graw
Hill, 580 pp.
FERRER, F.J. (1993).- “Recomendaciones para el cálculo hidrometeorológico de avenidas”.
CEDEX, Centro de Estudios Hidrográficos, 75 pp.
NRCS (2004).- “National Enginering Handbook. Part 630: Hydrology”, chapter 10. National
Resources Conservation Service. Se encuentra en :
http://policy.nrcs.usda.gov/scripts/lpsiis.dll/H/H_210_630_10.pdf
MOPU (1990).- Instrucción de carreteras 5.2-IC “Drenaje superficial” (BOE núm. 123, de 23
de mayo de 1990).
NRCS (1986).- Urban Hydrology for Small Watersheds. TR-55. Disponible en:
ftp://ftp.wcc.nrcs.usda.gov/downloads/hydrology_hydraulics/tr55/tr55.pdf
PILGRIM, D. H. y I. CORDERY (1993).- “Flood Runoff”. In: “Handbook of Hydrology”. D.
R. Maidment (Ed.), pp. 9.1- 9.42. McGrawHill.
SINGH, V.P (1992).- “Elementary Hydrology”. Prentice Hall, 973 pp.
WANIELISTA, M. P. (1997).- “Hydrology and Water Quality Control”. Wiley, 567 pp. 2ª
edición.
F. Javier Sánchez San Román - Dpto. Geología - Univ. Salamanca (España) http://web.usal.es/javisan/hidro Pág 7
ANEXO: Uso del terreno (*)
Explicación de los términos que aparecen en la Tabla de valores del umbral de
escorrentía Po, Instrucción 5.2-I.C.
_________________________________
(*) Ferrer, F.J. (1991) .- Obtención de la lluvia neta según la metodología del Soil Conservation Service. Apuntes del
Curso de Hidrología General y Aplicada. Cedex, Madrid
Uso del terreno (*)
(Explicación de los términos que aparecen en la Tabla de valores del umbral de escorrentía Po,
Instrucción 5.2-I.C.)
_________________________________
(*) Ferrer, F.J. (1991) .- Obtención de la lluvia neta según la metodología del Soil Conservation Service. Apuntes del
Curso de Hidrología General y Aplicada. Cedex, Madrid
Tránsito de Hidrogramas
Conceptos básicos
Se trata de conocer cómo evoluciona un hidrograma a medida que discurre a lo largo de un
cauce o a través de un depósito o embalse.
También se habla de tránsito de avenidas, o se utiliza la expresión transitar una avenida.(En
inglés Hydrograph Routing, Flood Routing o Flow Routing)
Supongamos que en el extremo de un canal seco arrojamos un volumen de agua (Figura 1). El
pequeño hidrograma generado será inicialmente más alto y de menor duración (posición A del
dibujo) y, a medida que avanza, el mismo volumen pasará por los puntos B y C cada vez con un
hidrograma más aplanado. Suponemos que no existe pérdida de volumen (por infiltración o
evaporación), de modo que el área comprendida bajo los tres hidrogramas será idéntica.
Fig. 1
caudal de salida, pero amortiguado por el depósito. Si en el caudal de entrada (I) se produjera un
hidrograma similar al de la Figura 1-A, en el caudal de salida (O) se produciría un hidrograma
similar a la Figura 1-B ó 1-C
Existen diversos procedimientos para efectuar estos cálculos, que se agrupan en dos
categorías:
Métodos Hidrológicos. Se basan en la ecuación de la continuidad, que para un tramo de un
cauce (o para un embalse) establece que:
Volumen de entrada en un ∆t - Volumen de salida en ese ∆t= ∆almacenamiento
F. Javier Sánchez San Román---- Dpto. Geología Univ. Salamanca http://web.usal.es/~javisan/hidro Pág. 1
dividiendo por ∆t:
Q entrada - Q salida = ∆almacenamiento/ ∆t (1)
O, lo que es lo mismo (figura 2-B):
I - O = ∆S / ∆t (2a)
I - O = ( S2 – S1 ) / ∆t (2b)
Siendo:
I = Caudal de entrada medio (durante el tiempo ∆t)
O = Caudal de salida medio (durante el tiempo ∆t)
∆S = S2 – S1 = incremento del almacenamiento en el tiempo ∆t.
Para calcular con exactitud los caudales medios de cada ∆t deberíamos disponer de un
hidrograma continuo, pero si conocemos solamente un dato de caudal para cada ∆t, los caudales
medios podemos evaluarlos haciendo la media de los caudales de dos ∆t consecutivos. Así, la
expresión (2b) resultaría:
I1 + I 2 O1 + O2 S 2 − S1
− = (3)
2 2 ∆t
Métodos hidráulicos1. Además de la ecuación de la continuidad, utilizan las ecuaciones del
movimiento del fluido, de modo que para cauces o canales en régimen no permanente se utilizan
ecuaciones diferenciales.
Método de Muskingum
Entre los métodos hidrológicos, posiblemente el más utilizado en cálculos manuales por su
sencillez sea el de Muskingum2 (Chow et al., 1994, p.264; Singh, V.P, 1992, p.680; Wanielista,
1997, p.323; Viessman, 1995, p. 235).
El almacenamiento (S) en un tramo del cauce puede descomponerse en dos partes:
almacenamiento en prisma, que
sería proporcional al caudal de
salida ( O ) y almacenamiento en
cuña, que sería función de la
diferencia entre el caudal de
entrada y el de salida (I-O), ya
que cuanto mayor sea esa
diferencia, más pronunciada será
la cuña:
S prisma= K . O (4a)
S cuña= K . X . (I-O) (4b)
Sumando las dos expresiones anteriores, se obtiene:
S = K [X I + (1-X) O] (5)
1
Según Chow et al. (1993) Métodos hidrológicos ="Transito agregado de crecientes". Métodos hidráulicos =
"Tránsito distribuído de crecientes"
2
Muskingum no es el nombre de su autor, sino que el método fue desarrollado en los años 30 por el Servicio de
Conservación del distrito de Muskingum (Ohio, USA) para prevención de avenidas.
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donde:
S = almacenamiento en el tramo considerado de un cauce
I = caudal de entrada en ese tramo
O = caudal de salida de ese tramo
K, X = constantes para ese tramo de cauce
Aplicamos (5) a dos incrementos de tiempo consecutivos:
S1 = K [X I1 + (1-X) O1] (6a)
S2 = K [X I2 + (1-X) O2] (6b)
Sustituímos las dos expresiones (6) en la ecuación (3) y despejando O2, resulta la expresión
utilizada para el cálculo:
O2 = C0 I2 + C1 I1 + C2 O1 (7)
donde: I1 , I2 = Caudales de entrada en dos incrementos de tiempo sucesivos
O1 , O2 = Caudales de salida en los mismos incrementos de tiempo
C0 = (-KX + 0,5 ∆t) / (K - KX + 0,5 ∆t) (8a)
C1 = ( KX + 0,5 ∆t) / (K - KX + 0,5 ∆t) (8b)
C2 = (K - KX - 0,5 ∆t) / (K - KX + 0,5 ∆t) (8c)
K, X = constantes que dependen de cada tramo de cauce
Puede comprobarse fácilmente (sumando 8a+8b+8c) que C0 + C1+ C2 = 1. Esto es útil como
comprobación de los cálculos realizados a mano.
K puede asimilarse al tiempo de recorrido de la onda de un extremo a otro del tramo
estudiado. Debemos utilizar las mismas unidades que para ∆t (horas o días). El ∆t elegido debe
estar entre K y 2KX (Wanielista, Sing) o entre K y K/3 (Viessman). Dentro de estos márgenes,
cuanto menor sea el ∆t , mayor es la precisión del método.
X es una constante que en teoría puede estar entre 0 y 0,5, pero normalmente vale 0,2 - 0,3. En
primera aproximación suele tomarse 0,2. Junto con el valor de K, de ella va a depender la mayor o
menor amortiguación del hidrograma a lo largo del tramo del cauce. Si K= ∆t y X = 0,5, el
hidrograma de salida es idéntico al de entrada pero desplazado a la derecha un tiempo igual a K
Si conocemos estas dos constantes, K
y X, podemos calcular los caudales de Q de
salida a partir de los caudales de entrada. Entrada Cálculo de Q de salida (I)
(O)
Inversamente, si disponemos de los
3 3,00
caudales de entrada y salida para el mismo
3 0,0780*3+0,6312*3+0,2908*3 = 3,00
hidrograma, podremos calcular las
5 0,0780*5+0,6312*3+0,2908*3 = 3,16
constantes K y X para ese tramo de cauce.
15 0,0780*15+0,6312*5+0,2908*3,16 = 5,24
Ejemplo. Cálculo de caudales de
41 0,0780*41+0,6312*15+0,2908*5,24 = 14,19
salida, conocidos K y X.
32 0,0780*32+0,6312*41+0,2908*14,19 = 32,50
Disponemos de los caudales diarios 19 0,0780*19+0,6312*32+0,2908*32,50 = 31,13
de entrada en un tramo de un cauce, que
6 0,0780*6+0,6312*19+0,2908*31,13 = 21,51
aparecen en la primera columna de la tabla
3 0,0780*3+0,6312*6+0,2908*21,51 = 10,28
adjunta. Deseamos calcular los
3 0,0780*3+0,6312*3+0,2908*10,28 = 5,12
correspondientes caudales a la salida de ese
tramo sabiendo que K=1,3 días y X=0,3 3 0,0780*3+0,6312*3+0,2908*5,12= 3,62
3 0,0780*3+0,6312*3+0,2908*3,62 = 3,18
Solución:
3 0,0780*3+0,6312*3+0,2908*3,18 = 3,05
Calculamos C0, C1 y C2 mediante las 3 0,0780*3+0,6312*3+0,2908*3,05 = 3,02
expresiones (8): 3 0,0780*3+0,6312*3+0,2908*3,02 = 3,00
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C0 = 0,0780
C1 = 0,6312
C2 = 0,2908
Aplicamos la fórmula (7) para cada uno de los caudales de entrada, obteniendo los caudales
que aparecen a la derecha.
Representamos gráficamente el hidrograma de entrada y el de salida, apreciándose las dos
características del tránsito: el
retardo (desviado hacia la 50
derecha) y la atenuación (el 40
caudal máximo o punta del
Caudal
30
Q entrada ( I )
hidrograma ha disminuído):
20 Q salida (O)
10
Cálculo de K y X 0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Si conocemos los caudales tiempo (días)
de entrada y salida simultáneos
para un tramo de un cauce,
podemos evaluar las constantes K y X.
Si despejamos K en la expresión (5) resulta:
S
K= (9)
XI + (1 − X )O
Por tanto, si representamos gráficamente en el eje horizontal el almacenamiento S y en el eje
vertical el denominador XI+(1-X)O debería obtenerse una recta cuya pendiente sería 1/K .
El procedimiento consistirá en elaborar dicho gráfico para diversos valores de X (típicamente:
0,1; 0,2; 0,3; 0,4) y con el que se obtenga lo más parecido a una recta se tomará como valor de X.
Después, la pendiente de dicha recta nos proporcionará 1/K. (Ver un ejemplo en Viessman, 1995, p.
238)
F. Javier Sánchez San Román---- Dpto. Geología Univ. Salamanca http://web.usal.es/~javisan/hidro Pág. 4
Bibliografía
Chow, V.T.; D.R. Maidment & L.W. Mays (1993).- Hidrología Aplicada. McGraw-Hill, 580 pp.
Singh, V.P (1992).- Elementary Hydrology. Prentice Hall, 973 pp.
Viessman, W. & G. L. Lewis (1995).- Introduction to Hydrology. Harper Collins, 4ª ed., 760 pp.
Wanielista, M. (1997).- Hydrology and Water Quality Control 2ª edición. Ed. Wiley
En Internet:
Mockus, V. & W. Styner (1972).- National Engineering Handbook Part 630, Chapter 17, 100 pp.
National Resources Conservation Service,
http://www.wcc.nrcs.usda.gov/hydro/hydro-techref-neh-630.html
US Army Corps of Engineers (1994).- Flood Runoff Analisys, Chapter 9, 24 pp.
http://www.usace.army.mil/usace-docs/eng-manuals/em1110-2-1417/toc.htm
F. Javier Sánchez San Román---- Dpto. Geología Univ. Salamanca http://web.usal.es/~javisan/hidro Pág. 5
Ene‐2008
Flujo en medios porosos: Ley de Darcy
Experiencia de Darcy
En 1856, en la ciudad francesa de Dijon, el ingeniero Henry Darcy fue encargado del
estudio de la red de abastecimiento a la ciudad. Parece que también debía diseñar filtros de
arena para purificar el agua, así que se interesó por los factores que influían en el flujo del
agua a través de los materiales arenosos, y presentó el resultado de sus trabajos como un
apéndice a su informe de la red de distribución. Ese pequeño apéndice ha sido la base de
todos los estudios físico‐matemáticos posteriores sobre el flujo del agua subterránea.
En los laboratorios actuales disponemos de aparatos muy similares al que utilizó Darcy, y
que se denominan permeámetros de carga constante1 (Figura 1)
Nivel
cte.
Q = Caudal
Δh = Diferencia de Potencial entre A y B
Δl = Distancia entre A y B
Dl
Δh
Gradiente hidráulico=
Δl
Q
Sección
Básicamente un permeámetro es un recipiente de sección constante por el que se hace
circular agua conectando a uno de sus extremos un depósito elevado de nivel constante. En el
otro extremo se regula el caudal de salida mediante un grifo que en cada experimento
mantiene el caudal también constante. Finalmente, se mide la altura de la columna de agua
en varios puntos (como mínimo en dos, como en la Figura 1).
Darcy encontró que el caudal que atravesaba el permeámetro era linealmente proporcional a la
sección y al gradiente hidráulico
Gradiente es el incremento de una variable entre dos puntos del espacio, en relación con la
distancia entre esos dos puntos. Si la variable considerada fuera la altitud de cada punto, el
gradiente sería la pendiente entre los dos puntos considerados.
Si entre dos puntos situados a 2 metros de distancia existe una diferencia de temperatura de
8ºC, diremos que hay entre ellos un gradiente térmico de 4ºC/metro. Cuanto mayor sea ese
gradiente térmico, mayor será el flujo de calorías de un punto a otro. Análogamente la
diferencia de potencial eléctrico entre dos puntos se puede expresar como un gradiente que
produce el flujo eléctrico entre esos puntos, etc..
1
En laboratorio, el permeámetro se sitúa verticalmente y con el flujo ascendente para facilitar la evacuación
del aire contenido inicialmente en el material poroso
Velocidad real y velocidad de Darcy
Sabemos que en cualquier conducto por el que circula un fluido se cumple que:
Caudal = Sección x Velocidad (3)
L3/T = L2 x L/T
Si aplicamos esta consideración al cilindro del permeámetro de Darcy, y calculamos la
velocidad a partir del caudal y de la sección, que son conocidos, obtendremos una velocidad
falsa, puesto que el agua no circula por toda la sección del permeámetro, sino solamente por
una pequeña parte de ella. A esa velocidad falsa (la que llevaría el agua si circulara por toda
la sección del medio poroso) se denomina “velocidad Darcy” o “velocidad de flujo”:
Velocidad Darcy = Caudal / Sección total (4)
Limitaciones de la Ley de Darcy
La Ley de Darcy puede no cumplirse por las siguientes razones:
1ª). La constante de proporcionalidad K no es propia y característica del medio poroso,
sino que también depende del fluido
γ
El factor K puede descomponerse así: K = k (6)
μ
donde: K = permeabilidad de Darcy o conductividad hidráulica
k = Permeabilidad intrínseca (depende sólo del medio poroso)
γ = peso específico del fluido
μ = viscosidad dinámica del fluido
Esta cuestión es fundamental en geología del petróleo o en el flujo de contaminantes, donde
se estudian fluidos de diferentes características. En el caso del agua, la salinidad apenas hace
2 Efectivamente, como explicábamos en el tema anterior, el agua no puede fluir por toda la porosidad, ya que
el agua adherida a los granos es relativametne inmóvil. Reproducimos una figura del tema anterior.
Podemos modificar la expresión (6), teniendo en cuenta que:
Viscosidad dinámica (μ) = viscosidad cinemática (ν) . densidad (ρ)
Peso específico (γ) = densidad (ρ) . gravedad (g)
g
Resultando: K = k . (7)
ν
donde: K = permeabilidad de Darcy o conductividad hidráulica
k = permeabilidad intrínseca (depende sólo del medio poroso)
g = aceleración de la gravedad
ν = viscosidad cinemática del fluido
Aplicando la fórmula (7) a dos fluidos de viscosidades cinemáticas ν1 y ν 2 respectivamente, y
dividiendo miembro a miembro, obtenemos:
K1 ν 2 siendo: K1 = conductividad hidráulica circulando el fluido de viscosidad ν1
= ;
K 2 ν1 K2, = conductividad hidráulica circulando el fluido de viscosidad ν2
Si en ambos casos el fluido es el agua, la viscosidad varía con la temperatura, de modo que los
valores de pueden obtenerse de la tabla siguiente:
Viscosidad Viscosidad
Viscosidad cinematica Viscosidad cinematica
temp Densidad dinámica (centistokes temp Densidad dinámica (centistokes
3 3 –3 –6 2 3 3 –3 –6 2
(ºC) (10 Kg/m ) (10 .kg/(m.s)) =10 m /s) (ºC) (10 Kg/m ) (10 .kg/(m.s)) =10 m /s)
0 0,99982 1,792 1,792 20 0,99829 1,003 1,005
1 0,99989 1,731 1,731 21 0,99808 0,979 0,981
2 0,99994 1,674 1,674 22 0,99786 0,955 0,957
3 0,99998 1,620 1,620 23 0,99762 0,933 0,935
4 1,00000 1,569 1,569 24 0,99738 0,911 0,913
5 1,00000 1,520 1,520 25 0,99713 0,891 0,894
6 0,99999 1,473 1,473 26 0,99686 0,871 0,874
7 0,99996 1,429 1,429 27 0,99659 0,852 0,855
8 0,99991 1,386 1,386 28 0,99631 0,833 0,836
9 0,99985 1,346 1,346 29 0,99602 0,815 0,818
10 0,99977 1,308 1,308 30 0,99571 0,798 0,801
11 0,99968 1,271 1,271 31 0,99541 0,781 0,785
12 0,99958 1,236 1,237 32 0,99509 0,765 0,769
13 0,99946 1,202 1,203 33 0,99476 0,749 0,753
14 0,99933 1,170 1,171 34 0,99443 0,734 0,738
15 0,99919 1,139 1,140 35 0,99408 0,720 0,724
16 0,99903 1,109 1,110 36 0,99373 0,705 0,709
17 0,99886 1,081 1,082 37 0,99337 0,692 0,697
18 0,99868 1,054 1,055 38 0,99300 0,678 0,683
19 0,99849 1,028 1,030 39 0,99263 0,666 0,671
–3 –6 2
Por ejemplo: para 19ºC: visc dinámica= 1,028.10 kg/(m.s) ; visc cinemática= 1,030.10 m /s
Ejemplo: Hemos medido la K de unas arenas circulando agua a 24ºC= 13,8 m/día. Calcular la K
con agua a 5ºC.
K 5º ν 24º 0,913
= ; K 5º = 13,8 m/día . = 8, 29 m/día
K 24º ν 5º 1,520
Lógicamente, los caudales calculados al aplicar la Ley de Darcy variarán en la misma
proporción en que varía la K.
Hidráulica Subterránea: Principios Básicos
Introducción
Intuitivamente, pensamos que el agua circula de los puntos donde está más alta hacia los
puntos en los que está más baja, ya que así lo vemos en las aguas superficiales y muchas
veces esta aproximación intuitiva es cierta (Figura 1a). Por el contrario, es frecuente que el
agua subterránea circule hacia arriba, como en la figura 1b, o incluso verticalmente hacia
arriba, como en la 1c.
Figura 1.- El agua subterránea no siempre circula de los puntos más altos hacia los más bajos.
Si realizamos unas perforaciones en el corte de la figura 1b veremos que la columna de
agua a la izquierda es más alta que a la derecha (Figura 2), y análogamente, si disponemos
de dos sondeos (abiertos solamente en sus extremos) arriba y abajo del acuitardo de la
figura 1c, observamos que en el acuífero inferior el nivel del agua es más alto que en el
acuífero superior. En ambos casos, el agua circula de los puntos en los que la columna de
agua es más alta hacia aquellos en los que es más baja.
Figura 2.- El agua circula de los puntos en que la columna de agua es más
alta hacia los que la columna es más baja.
Potencial Hidráulico
En realidad, el agua se mueve de los puntos en los que tiene más energía hacia aquellos en
los que tiene menor energía. Esa energía se denomina potencial hidráulico y veremos que
queda reflejada precisamente por la altura de la columna de agua en ese punto.
La presión que soporta ese volumen unitario sería el peso de la columna de
agua dividido por la superficie.
Peso= masa .g = volumen δ . g =base . altura .δ .g = 1 .w .δ . g
Plano de referencia
Peso w .δ .g
Figura 3 Energía de presión = =
Superficie 1
Energía total por unidad de volumen = δ . g . z + w . δ . g
Dividiendo por la densidad (δ), quedaría la energía total por unidad de masa:
Energía total por unidad de masa = g . z + w . g = (z + w) . g = h . g
Φ = h . g
La energía total por unidad de masa se denomina potencial hidráulico, y es igual a la
altura de la columna de agua (respecto del nivel de referencia considerado) multiplicada
por la aceleración de la gravedad.
Como g es prácticamente constante, h refleja exactamente el potencial hidráulico Φ.
Para una deducción más rigurosa del potencial hidráulico, ver Freeze y Cherry (1979, p.18).
Régimen Permanente y Régimen Variable
Cuando un sistema de flujo no varía con el tiempo se dice que está en régimen
permanente, estacionario o en equilibrio. Cuando el flujo varía con el tiempo, estamos en
régimen no permanente o variable.
Por ejemplo, en los alrededores de un sondeo y en las primeras horas tras el comienzo del
bombeo, el flujo varía constantemente: estamos en régimen variable. Puede ser que
transcurrido un tiempo se alcance el régimen permanente; ésto se aprecia cuando los niveles
en el pozo que bombea y en puntos próximos no bajan más aunque el bombeo continúe.
Una línea de flujo es la envolvente de los vectores vA
velocidad en un instante determinado (Figura 4).
Trayectorias son los caminos seguidos por las
A
B vB
partículas de agua en su recorrido. En régimen
permanente las trayectorias coinciden con las líneas C
de flujo, en régimen variable pueden no coincidir. vC
Una superficie
equipotencial es el
Fig 4.- ABC es una línea de flujo
lugar geométrico de los
puntos del espacio que tienen un mismo potencial hidráulico.
Por tanto, el flujo se producirá perpendicularmente a las
superficies equipotenciales, buscando el máximo gradiente
(Figura 5), igual que una pelota rueda por una ladera
perpendicularmente a las curvas de nivel buscando la máxima
Figura 5.- Las superfices pendiente.
equipotenciales pueden Por supuesto que todo ésto no son conceptos exclusivos de la
presentar cualquier forma y
disposición, y la dirección Hidráulica Subterránea, sino que son análogos a otros campos de la
del flujo será perpendicular a Física: flujo eléctrico, térmico, etc. Por ejemplo, en el flujo eléctrico las
estas superficies. superficies equipotenciales contienen los puntos con el mismo
potencial eléctrico, y el flujo de electrones se produce perpendicularmente a las superficies
equipotenciales.
Redes de flujo
En la Figura 6 vemos (a la izquierda) las superficies equipotenciales que podrían existir
debajo de una ladera, suponiendo que la distribución de la permeabilidad en el subsuelo
fuera isótropa y homogénea.
Río
Figura 6.- Superficies equipotenciales bajo una ladera y el correspondiente perfil con red de flujo
Este tipo de representaciones en tres dimensiones pueden ser didácticas pero imposibles
de manejar en casos reales. Se hace necesario utilizar representaciones en dos dimensiones:
redes de flujo, frecuentemente en perfiles verticales y mapas de isopiezas.
Una red de flujo (figura 6, derecha) es una representación esquemática del flujo en un
plano mediante líneas de flujo y líneas equipotenciales. Las líneas equipotenciales son la
traza de las superficies equipotenciales al ser cortadas por el plano en que se dibuja la red
K1 K1
K2 K3
K1< K2 K1> K3
El trazado de redes de flujo con distintas permeabilidades debe hacerse con ordenador.
Flujo descendente y ascendente: áreas de recarga y descarga
A r e a
Volvamos a considerar una red d e
R e
similar al caso presentedo en la c a
r g
Figura 6, con dos piezómetros a
abiertos en dos superficies
piezométricas distintas. El nivel Area de
del tubo A sube más arriba que el A descarga
nivel de B: A está abierto en una
superficie de mayor potencial
que el tubo B. La altura a la que
subiría en cada uno de ellos B
puede deducirse gráficamente
(ver líneas de puntos).
En un caso real, lo normal es
que no dispongamos del
esquema de la red de flujo que existe bajo nuestros pies. Para saber si nos encontramos en
una zona de recarga (flujo con componente vertical descendente), de descarga (flujo
a b c
50 mts. X
Flujo
descendente
No flujo
Flujo vertical
ascendente
120 mts. Z
Figura 9.- Observación de la componente vertical del flujo medianto dos sondeos próximos
En la figura 9‐a apreciamos que el potencial hidráulico en Z es mayor que en X, por lo
que el flujo será ascendente, en alguna de las direcciones indicadas en las flechas.
En la figura 9‐b sucede lo contrario: el pozo menos profundo tiene más potencial que el
profundo, el flujo tendrá una componente vertical descendente. (Los dos piezómetros de la
Figura 7 serían un caso equivalente a éste).
Finalmente, en la figura 9‐c, no existiría flujo vertical, ya que los potenciales en el pozo
somero y en el profundo son similares.
Estas parejas de piezómetros nos indican la componente vertical del flujo. Para conocer la
componente horizontal lógicamente hay que comparar varios niveles en sondeos de
profundidad similar y distantes. Esto nos lleva a los mapas de isopiezas.
Flujo horizontal : Mapas de isopiezas
Un mapa de isopiezas refleja la forma de la superficie freática o de la superficie
piezométrica, según se trate de un acuífero libre o confinado, igual que un mapa toográfico
refleja la forma de la superficie del terreno.
Mapa de Isopiezas
(b)
(a)
Superficie
F reática
Acuífero
Libre
(c)
Superficie
Piezom Figura 10.- El mapa de isopiezas (a)
é trica
puede representar la forma de la superficie
freática de un acuífero libre (b) o la forma de
Acuífero
Confinad la superficie piezométrica de un acuífero
o
confinado (c)
Mapa de
Isopiezas
Confinado
Libre
Superficie
piezométrica
Superficie
freática
Espesor Espesor
saturado del del acuífero
acuífero
Superficies equipotenciales
Superficies equipotenciales
Figura 11.- Superficies equipotenciales con y sin componente vertical de flujo
En ambos casos de este ejemplo esquemático se generan idénticos mapas de isopiezas. El
mapa es la representación del flujo tridimensional sobre un plano horizontal. En el acuífero
confinado, las superficies equipotenciales son verticales, por lo que el flujo es horizontal; la
representación de la realidad tridimensional sobre dos dimensiones (el mapa de isopiezas)
no implica pérdida de información acerca del flujo en el acuífero.
En cambio, en el acuífero libre de este ejemplo, a la izquierda, las superficies
equipotenciales no son verticales, por lo que el flujo no es horizontal. El mapa de isopiezas
refleja solamente una parte de la información: la componente horizontal del flujo. Sería
necesario complementarlo con una red de de flujo en un corte vertical.
Las fases para la realización de un mapa de isopiezas serían:
• Medida del nivel piezométrico en diversos puntos (los más posibles). Hay que obtener la
cota del nivel del agua, que es igual a la cota del terreno menos la profundidad del agua.
Esta última se mide con un hidronivel, con precisión de 1 cm. La cota del terreno con
mapas o altímetros, que generalmente tendrán un error mínimo de 1 metro. En estudios
de detalle, un topógrafo marca la cota del terreno en cada pozo con precisión de
milímetros.
• Situación sobre el mapa de todas las medidas y trazado de las isolíneas
• Dibujo de las líneas de flujo perpendiculares a las líneas isopiezométricas. En un mapa
de isopiezas a veces no se dibujan líneas de flujo. Lo habitual es trazar algunas para
indicar las direcciones del flujo, pero no tantas para que formen una malla de cuadrados.
Flujo regional
Mediante mapas de isopiezas y perfiles de flujo intentaremos representar el flujo del agua
subterránea en una región. Si la geología es compleja, nuestra representación será solamente
una simplificación de la realidad.
En la figura 12 esquematizamos el flujo subterráneo suponiendo el subsuelo homogéneo e
isótropo, señalando dos aspectos fundamentales: áreas de recarga y de descarga, y flujos
locales y regionales
Áreas de descarga
ca
áti
fr e
ie
r fi c
pe
Fl Su
uj
o L
oca l
Fl
uj
o L
F l uj o R eg i o n a ocal
l
El cauce menor genera un área de descarga con el correspondiente flujo local. El cauce
principal recibe flujos locales y regionales. Puede observarse que la divisoria subterránea
entre ambos cauces no coincide con la divisoria topográfica, ni tampoco con el punto más
alto de la superficie freática.
Tipos de captaciones
Para extraer agua del terreno se utilizan diversos tipos de captaciones, reseñamos brevemente
los más utilizados:
Pozos excavados
Es el tipo de captación más
1 a 6 metros Bomba de aspiración antiguo y más elemental. En la
(<10 m) actualidad se excava con
máquinas y en rocas duras con
explosivos, aunque .en muchos
países continúan realizándose
manualmente. Generalmente, el
ática agua entra en el pozo por el fondo
. fre
S up y las paredes, a través de los
huecos que se dejan entre las
piedras o ladrillos.
Sigue siendo la elección más
adecuada para explotar acuíferos
superficiales, pues su rendimiento
es superior al de un sondeo de la misma profundidad. Otra ventaja en los acuíferos pobres es el
volumen de agua almacenado en el propio pozo.
Diámetro= 1 a 6 metros o más. Profundidad= generalmente
5 a 20 metros.
Sondeos
Son las captaciones más utilizadas en la actualidad. Los
diámetros oscilan entre 20 y 60 cm. y la profundidad en la Nivel del
mayoría de los casos entre 30 m y 300 o más. Se instala tubería agua dentro
del sondeo
ranurada (“rejilla” o “filtro”) sólo frente a los niveles acuíferos,
el resto, tubería ciega.
Las técnicas de perforación son variadas: Entubación
La percusión es la má sencilla (cable y
trépano que golpea) y es lenta pero efectiva
Bomba
para profundidades moderadas (<150 m) y en sumergida
ciertas rocas. En la rotación un tricono (en la
imagen) tritura la roca, extrayéndose los Filtro o rejilla
detritus mediante la circulación de agua. La
adición de lodos a este agua puede taponar los
niveles acuíferos atravesados. Acuífero
La rotopercusión puede avanzar en rocas muy Relleno o
empaque de
duras a gran velocidad. grava
Se denomina desarrollo a los trabajos posteriores a la
perforación para aumentar el rendimiento de la captación:
extrayendo la fracción más fina en materiales detríticos, limpiando restos de lodos de perforaciión
o disolviendo la roca con ácido en calizas.
F. Javier Sánchez San Román---- Dpto. Geología Univ. Salamanca http://web.usal.es/javisan/hidro Pág. 1
Galerías
Ya existían galerías para agua en Mesopotamia
en el siglo IV a. C. Con una ligera pendiente, el
agua sale al exterior por gravedad, sin bombeo.
Se excavan igual que en minería. En Canarias es
la captación más frecuente, generalmente con
varios km de longitud.
Drenes
Similares a las galerías, pero son tubos de
pequeño diámetro, perforados con máquina,
normalmente hasta unas decenas de metros.
Son más utilizados para estabilidad de laderas
que para la utilización del agua.
re = 0,8 Lm (0,25)1 / n
re = Radio equivalente
Lm = Longitud media de los drenes
n = Número de drenes
Zanjas de drenaje
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Cono de descensos
(A) (B)
ero
uíf
a ble Ac re
rme il b
pe
Im
h
íf ero
A cu
ble ble
b erm
ea
rm
ea
Im
p pe
Im
1
Margat, J. (1964).- Notions générales sur l’hydraulique des puits. Bureau de Recherches Geologiques et Minieres,
Paris.
F. Javier Sánchez San Román---- Dpto. Geología Univ. Salamanca http://web.usal.es/javisan/hidro Pág. 3
secciones de menor radio y también de menor altura. Además, las superficies equipotenciales no
son exactamente cilindros, ya que el flujo no es perfectamente horizontal.
A medida que pasa el tiempo, el cono de descensos va aumentando tanto en profundidad como
en extensión. Estamos en régimen variable. Si en un sondeo de observación próximo al que
bombea hemos medido los descensos en varios tiempos sucesivos, observamos que la variación
del nivel en ese punto (figura 4a) es más rápida en los primeros momentos, y progresivamente la
velocidad del descenso se va ralentizando.
Q
t2 t1
t4 t3
a
b
tiempo
Figura 4. (a) Descenso en un sondeo de observación en función del tiempo. (b) Las franjas
entre t1 - t2 y t3 –t4 han sido producidas en idénticos incrementos de tiempo y presentan en
el dibujo la misma superficie (en la realidad, el mismo volumen). Por éso los descensos son
cada vez menores.
Esto es debido a que cuando el cono es mayor, para liberar el mismo volumen de agua necesita
un descenso menor: en la fiugra 4b, entre t1 y t2 ha transcurrido el mismo tiempo que entre t3 y t4;
si el caudal de bombeo es constante, el volumen de agua liberado en ambos incrementos de tiempo
es el mismo, pero el descenso entre t3 y t4 es menor. En otras palabras: el área rayada comprendida
entre t1 y t2 es la misma que entre t3 y t4. Sin embargo, el espesor de la franja entre t3 y t4 (descenso
generado) es mucho menor.
Las franjas marcadas en la fig 4b en un acuífero libre se han vaciado de agua, mientras que si se
trata del cono de un confinado reflejan una disminución del potencial hidráulico, que multiplicada
por el coeficiente de almacenamiento indica el volumen de agua liberado.
Si el acuífero no recibe alimentación, el descenso continuaría y el cono aumentaría sin detenerse.
En condiciones naturales, el cono de descensos puede
tomar agua de un río, un lago o de otro acuífero. Si
esto sucede, los descensos se estabilizan, Descenso indefinido
alcanzándose el régimen permanente o de equilibrio
(Figura 5). En estas condiciones, la forma y tamaño
del cono se mantienen aunque el sondeo siga
bombeando ininterumpidamente.
En la realidad, en muchas ocasiones se produce un
régimen quasi-permanente, en el que aparentemente Estabilización
Régimen permanente
no hay variación con el tiempo, pero en un intervalo
de tiempo largo, de varios días, puede llegar a
apreciarse un descenso de unos pocos centímetros. tiempo
Figura 5.- Estabilización de los descensos
después de un cierto tiempo de bombeo.
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Fórmulas que expresan la forma del cono de descensos
Desde mediados del siglo XIX se intentó encontrar expresiones matemáticas que reflejaran la
forma y evolución del cono de descensos. Es evidente la utilidad de estas expresiones en la
práctica: podremos evaluar la influencia que tendrá un bombeo en puntos vecinos; si el radio de
nuestro bombeo podría llegar a una zona determinada en la que se infiltra agua contaminada, o
calcular si será preferible extraer el caudal necesario mediante un solo sondeo de mayor caudal o
con varios de menor caudal, etc.
Sondeo de observación
Observamos en la figura 6 Q
que la ecuación del cono ha
de ser del tipo s=f(1/r) R
[s=descenso, r=distancia], ya r1
que a mayor distancia, menor r s1
descenso. Será función del s=f
(r)
caudal (Q): si bombeamos un
mayor caudal generaremos
un cono mayor. Y en régimen Nivel del agua en el Nivel del
variable, será además sondeo de observación agua en el
sondeo
función del tiempo.
R = radio del cono (distancia a la Eje del
En ambos casos, variable o que el descenso es 0) sondeo
s1 = descenso a una distancia r1
permanente, será función del del eje del pozo de bombeo
acuífero: mejor acuífero, s
menores descensos. Pero Figura 6.- Corte del cono de descensos. La generatriz del cono
existe una diferencia corresponde a la ecuación s=f(r)
fundamental: en régimen
permanente, el acuífero ya no aporta agua por vaciado de poros (libre) o por descompresión
(confinado), sino que solamente transmite el agua radialmente hacia el sondeo que bombea. Por
tanto, si se trata o no de un “buen acuífero” en régimen permanente dependerá de la
transmisividad (T), mientras que en régimen variable dependerá de la transmisividad y del
Coeficiente de Almacenamiento (S), que en un acuífero libre corresponde a la porosidad eficaz
(me).
En resumen, las fórmulas que reflejen la forma del cono han de depender de las siguientes
variables:
⎛1 1⎞ ⎛1 1 1⎞
Régimen permanente: s = f ⎜ , Q, ⎟ ; Régimen variable: s = f ⎜ , t, Q, , ⎟
⎝r T⎠ ⎝r T S⎠
Alto S Alta T
Baja T
Bajo S
a b
Figura 7.- (a) A igual Transmisividad, el cono es mayor cuanto más bajo es el Coeficiente de
Almacenamiento (o me). (b) A igual Coeficiente de Almacenamiento (o me), la pendiente del cono
aumenta cuanto más baja es la Transmisividad
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la pendiente necesaria para que el agua circule será mayor (de nuevo recordamos Darcy: si
disminuye la K y/o la sección de paso, para que el caudal circulante sea el mismo debe aumentar
el otro factor: el gradiente hidráulico) (Figura 7.b)
Supuestos Básicos
Las fórmulas más sencillas que nos expresan la forma del cono de descensos se refieren al caso
más simple posible que reúne las siguientes características:
- Acuífero confinado perfecto
- Acuífero de espesor constante, isótropo y homogéneo
- Acuífero infinito
- Superficie piezomètrica inicial horizontal (=sin flujo natural)
- Caudal de bombeo constante
- Sondeo vertical, con diámetro infinitamente pequeño (=agua almacenada en su interior
despreciable)
- Captación “completa” (= que atraviese el acuífero en todo su espesor)
Posteriormente, las formulaciones básicas, válidas para esas condiciones ideales, se van
complicando para adaptarse al incumplimiento de una u otra de las condiciones referidas:
acuífero semiconfinado o libre, acuífero que se termina lateralmente por un plano impermeable,
bombeo variable, etc.
Régimen permanente
Vamos a deducir la ecuación que expresa la forma del cono de descensos en régimen
permanente y en un acuífero confinado.
En la Figura 8 se representa el
cono de descensos generado por el
flujo radial del agua hacia un
sondeo, a través de un acuífero Q
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Q
dh
Q = (2. π . r .b) . K
dr r2 r1
dr 2 π b K s2
= dh s1
r Q
Integrando entre r1 y r2 (Figura 8):
r2 dr 2πbK h1
∫r1 r
=
Q ∫h1
dh h2
h1
Bombeos de ensayo
En general un bombeo de ensayo 3 es un bombeo realizado para medir los parámetros hidráulicos
del acuífero, en el caso del régimen
permanente, sólo la Transmisividad . log r
2
El francés Dupuit (1863) la desarrolló inicialmente (curiosa coincidencia, Dupuit significa del pozo), mientras que
el alemán A. Thiem (1870, 1887) la aplicó para el cálculo de la Transmisividad del acuífero: los “bombeos de
ensayo” que veremos en el apartado siguiente. También se cita con frecuencia el trabajo posterior de G. Thiem (1906)
3
Quizá está más generalizada la denominación de “ensayo de bombeo”, pero ¡parece significar que estamos
ensayando o intentando la realización de un bombeo!.
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observación, como en la figura 10, el trazado de la recta será más fiable. Se obtiene una recta, ya
que en la fórmula de Dupuit los descensos son una función lineal de los logaritmos de las
distancias. El radio del cono se lee directamente, y de la pendiente de la recta se calcula la T. A
mayor T, menor pendiente: pensemos que ese gráfico es una imagen deformada del cono de
descensos, y habíamos visto que al aumentar la transmisividad, disminuía la pendiente del cono.
Aplicación de la fórmula Dupuit-Thiem a acuíferos libres
En principio, la fórmula no es válida para acuíferos libres, ya que a medida que el agua se
acerca radialmente al sondeo no sólo disminuye el radio del cilindro imaginario que atraviesa el
agua, sino también disminuye la altura de dicho cilindro (Figura 3, a). Además, el flujo ya no es
horizontal como en el caso expuesto del confinado. No obstante, el error es aceptable si los
descensos producidos son despreciables frente al espesor saturado del acuífero; habitualmente se
acepta si los descensos no superan el 10% de dicho espesor, aunque esta condición en acuíferos
libres de poco espesor (por ejemplo, aluviales) no se cumple.
Incluímos en un Anexo lo referente al régimen permanente en acuíferos libres.
Fórmula de Theis
La primera expresión matemática que refleja la forma del cono de descenso en régimen variable
se debe a Theis, que en 1935 la elaboró a partir de la similitud entre el flujo del agua y el flujo de
calor, estudiando el flujo radial del calor en una placa metálica. La expresión es:
Q r 2S
s= W (u ) donde: u=
4πT 4Tt
Q= Caudal de bombeo constante
T, S = Transmisividad y coeficiente de almacenamiento del acuífero
t = tiempo transcurrido desde el comienzo del bombeo
s = descenso
r = distancia a la que se produce el descenso s
u no es una variable que tenga significado físico, sólo se trata de una abreviatura en la
formulación.
W(u) es una función compleja de u bien conocida en Matemáticas, que en Hidráulica se
denomina “función de pozo” (la W es porque pozo en inglés es Well):
∞ −u
e
W (u ) = ∫ du
u
u
La solución de esta integral para los distintos valores de u aparece tabulada en todos los textos
de Hidrogeología (por ejemplo, en Watson (1995), pág.351). En un Anexo incluímos una versión
simplificada de dicha tabla, suficiente para un cálculo aproximado.
Esta integral puede expresarse en forma de serie (suma de infinitos sumandos), así:
u2 u3
W (u ) = −0,5772 − ln u + u − + − ...
2.2! 3.3!
Fórmula de Jacob
Cooper y Jacob, en 1946, apreciaron que en la serie que expresa W(u), si u tiene un valor
pequeño, la suma del tercer sumando y sucesivos es despreciable frente a los dos primeros.
Sustituyendo W(u) por estos dos primeros sumandos (-0.5772 –ln u), y sustituyendo u por su
valor, se obtiene la expresión:
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Q 2,25.T .t
s = 0,183 log 2
T r .S
Suele adpoptarse el valor de u<0,03 para que esta simplificación sea aceptable. Estos valores
pequeños de u se dan con valores grandes de t y pequeños de r: en general, no es aplicable en los
primeros momentos del bombeo.
Tanto con la fórmula de Theis como con la simplificción de Jacob podremos calcular el
descenso s que se producirá a una distancia r de un sondeo que bombea un caudal Q, transcurrido
un tiempo t, conociendo los parámetros hidráulicos del acuífero, T y S. Si repetimos el cálculo
para varias distancias, podremos dibujar el cono de descensos.
Bombeos de ensayo
Un bombeo de ensayo en régimen variable nos permitirá conocer los parámetros hidráulicos del
acuífero, T y S. Necesitamos, además
del sondeo que bombea, un sondeo de Sondeo de observación
Q
r
observación abierto en el mismo
acuífero (Figura 11) . En él
mediremos la evolución del descenso
con el tiempo. s
Resumen
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Ref. permanente Reg. variable
Conocidos los Datos: Q, T; s2, r2 Datos: Q, T, S
parámetros del en un pozo de observación
acuífero, calcular Calculamos: Calculamos:
los descensos El descenso a cualquier otra El descenso a cualquier distancia r y
distancia transcurrido un tiempo t.
Bombeo de ensayo: Datos: Q. Datos: Q.
Queremos medir Al menos dos sondeos de En un sondeo de obsevación, a una
los parámetros del observación ( s1, r1; s2, r2) distancia r:
acuífero Calculamos: t 1 , s1 t 2 , s2 t 3 , s3 etc...
La Transmisividad Calculamos:
T y S del acuífero
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dh dr 2π hK
Q = (2. π . r .h) . K . ; = dh
dr r Q
Recordemos que en confinados simplificábamos haciendo espesor.K= T, pero aquí el espesor h no es constante.
Allí integrábamos entre dos distancias cualesquiera, r1 y r2 , aquí tomaremos r1 y R (radio del cono); para estas
distancias, los potenciales (altura del agua) serán, respectivamente h1 y h0.
Q Integrando entre r1 y R :
2π K ⎡ h ⎤
h0
R 2π K
2
r1 dr
∫ ∫ [ ln r ]r
R h0
= =
R
Q ⎢⎣ 2 ⎥⎦ h
s=f
h dh ;
(r) s1 r1
r Q h1 1
1
h0 R π K 2 2
ln = ( h0 − h1 ) (A.1)
h1 r1 Q
Ya que si el descenso es pequeño en comparación con el espesor saturado, aproximadamente: (h0+ h1) ~ (2h0 ).
Sustituyendo (A.2) en (A.1) resulta:
R π K R 2π K h0 Q R
ln = ( s.2 h0 ) ; ln = s ; s= ln (A.3)
r 1 Q r 1 Q 2π T r 1
Que es la misma fórmula que habíamos obtenido para acuíferos confinados (haciendo r2 =R, y s2=0). Esta
simplificación será válida si s1 es menor del 10% de h0 (ver figura).
Ahora veremos la llamada corrección de Jacob (1969, en Custodio, 1983, p. 644):
2 2
( h0 − h1 ) = (h0 - h1) . (h0 + h1) = (h0 - h1) . (2h0 -h0+ h1) = (h0 - h1) . (2h0 -(h0- h1))
Operando, se obtiene:
R 2π K.h0 ⎛ s2 ⎞ s
2
Q R
ln = . ⎜s - ⎟ ; s− = ln (A.5)
r1 Q ⎝ 2h0 ⎠ 2h0 2π K.h0 r 1
2
s
Si llamamos descenso corregido a: sc = s − (A.6)
2h0
Q R
la ecuación (A.5) queda: sc = ln (A.7)
2π K.h0 r 1
Que es la misma ecuación (A.3), equivalente a la de acuíferos confinados, pero utilizando los descensos corregidos
mediante la expresión (A.6), en lugar de los descensos reales. Es decir: que podemos utilizar las fórmulas
correspondientes a confinados para libres a condición de que trabajemos con descensos corregidos (A.6) Para ello
tenemos que conocer el espesor saturado inicial del acuífero libre: h0.
Si se realiza un bombeo de ensayo , los descensos medidos en el campo habría que corregirlos mediante la
expresión (A.6) antes de realizar los correspondientes cálculos.
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Hidroquímica. Conceptos Fundamentales
Este tema se refiere a la química de las aguas subterráneas, aunque, lógicamente, los conceptos
básicos son válidos para aguas superficiales.
Las sustancias disueltas en un agua pueden sumar de unos pocos mg/L en un manantial de
montaña hasta más de 100.000. Las aguas potables
(agua dulce, fresh water) tienen menos de 1000,
hasta 5000 se denominan salobres, el agua del mar Aniones Cationes No iones
35000 mg/L. Un litro de agua puede llegar a contener – + +
Cl Na (K ) SiO2
más de 300 gramos de sales. (salmueras, brines). = ++
SO4 Mg CO2
Más del 99% de estas sustancias disueltas en un – +
agua no contaminada corresponde a las siguientes: CO3H Ca + (O2)
Concentración en Moles: 60/40 = 1,5 mmol/L (milimoles /litro) o bien: 1,5 . 10–3 moles/L
Concentración en Equivalentes: 1,5 x 2 = 3 meq/L (miliequivalentes /litro) o bien: 3 . 10–3 meq/L
Condición de electroneutralidad
La suma de aniones ha de ser igual a la suma de
cationes (expresados en meq/L). Lógicamente siempre Error =
∑ aniones − ∑ cationes × 100
hay un cierto error que se calcula con la esta fórmula: ∑ aniones + ∑ cationes
Suelen admitirse errores <10% en aguas poco salinas y <1 ó 2% en aguas con más de 1000
mg/L.
Si el error es mayor, puede ser debido a errores analíticos o a la presencia excepcional de alguna
sustancia no analizada (Por ejemplo, hay aguas con >20 mg/L de F–, y este anión muchas veces no se
analiza).
Parámetros fisico-químicos
Temperatura
Es importante tomarla en el campo para interpretaciones detalladas de la composición química
del agua. En las aguas subterráneas es aproximadamente la temperatura media anual más el
1
Actividad=concentración x coeficiente de actividad. Este coeficiente es igual a 1 en las disoluciones muy diluídas,
y va descendiendo (0,9 → 0,8 → 0,7 ...) a medida que aumenta la salinidad del agua. Es menor para iones
divalentes que para monovalentes.
Si sabemos interpretar los análisis químicos de las aguas subterráneas, nos aportarán mucha
información de la historia de esas aguas. Si consideramos conjuntamente muchos análisis de una
zona, podremos extraer conclusiones acerca del flujor regional . Para ello hay que tener una idea
de los procesos que inciden en la evolución química del agua. El tema es muy complejo, vamos a
reseñar los aspectos más fundamentales
Precipitaciones
El agua de la lluvia, incluso en zonas libres de contaminación, tiene pequeñas cantidades de
sustancias disueltas (cantidades del orden de 0,2-0,4 mg/L en cada ión, en ocasiones mayores); en
areas costeras el Na+ puede llegar a unos pocos mg/L por el aerosol de agua marina. Estas
pequeñísimas concentraciones se concentran por destilación (Si se evapora el 90% de la
precipitación, las concentraciones se multiplicarán por 10).
Evolución en el suelo
La etapa de infiltración a través del suelo es muy importante para la composición química de un
agua subterránea. Esto es debido principalmente a que el agua en el suelo es ácida por la reacción
del CO2 con el agua (los poros del suelo presentan una elevada concentración en este gas):
CO2 + H2O = CO3H– + H+
Esta acidez hace que el agua sea muy agresiva con los silicatos y carbonatos. En las reacciones
de disolución de estos minerales intervienen los H+, y la acidez disminuye. Por ejemplo:
Anortita + H2O + H+ → Arcilla + Ca++ + Sílice
Bibliografía
APPELO, C. Y POSTMA, D. (1993).- Geochemistry, groundwater and pollution. Balkema, 536 pp.
CUSTODIO, E. & LLAMAS, M. R. (1983) .- Hidrología Subterránea. (2 tomos). Omega, 2350 pp.
DREVER, J.I. (1997).- The geochemistry of Natural Waters. Prentice Hall, 3ª ed. 436 pp.
LANGMUIR, D. (1997).- Aqueous Environmental Geochemistry. Prentice-Hall, 600 pp.
LLOYD, J.W. Y HEATHCOTE, J.A. (1985).- Natural Inorganic Hydrochemistry in relation to
groundwater. Claredon Press, 296 pp.
DOMENICO, P.A. Y SCHWARTZ, F. W. (1998).- Physical and chemical hydrogeology. Wiley, 502
pp.