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a. Fase de Evaluación: corresponde a las primeras sesiones (tres a cinco). Tiene por
objetivo iniciar el proceso de “alianza terapéutica” con el paciente y conocer la
problemática del paciente. Culmina con la “devolución”, instancia en que el
terapeuta expone sus impresiones y llega a un acuerdo con el paciente acerca de
las problemáticas que serán objeto de trabajo en el proceso psicoterapéutico.
4. 1. Concepto de Psicoterapia.
Los cambios superficiales implican abordar aspectos operativos del vivir que se ven
alterados o perturbados, que constituyen lo que se llamaría síntomas y que son el motivo
principal de las señales de cambio y mejoría para el paciente.
4. 2. 1. Psicopatología.
a) Concreción Abstracción
b) Rigidez Flexibilidad
c) Exclusión Inclusión
d) No Generatividad __ Generatividad
Mientras más abstracta, flexible, inclusiva y generativa sea la O.S.P., el sujeto podrá
incorporar mayor cantidad de elementos en el proceso de construcción de la realidad y
de sí mismo, una construcción más compleja, que le permite funcionar de una manera
viable y con más recursos para elaborar las distintas perturbaciones y demandas que se
le presenten en su accionar ante el mundo.
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Por ejemplo un cuadro psicopatológico de un desbalanceo fóbico. Estas personas
son muy sensibles a las situaciones de constricción o de ausencia de protección,
pero lo más característico es su secuencialización muy rígida y poco articulada, lo
cual desemboca en que el sujeto pasa a referirse del medio ambiente y no desde lo
emocional, en otras palabras, es el cuerpo el que se enferma, no el sí mismo
(Vergara y Gaete, 1999).
4. 2. 3. Cambio (Ibidem, 1999).
4. 3. 1. Encuadre.
Es uno de los factores técnicos más importantes de la clínica psicológica cognitiva. Una
de las razones de su importancia radica en que como factor se encuentra presente o
influye en todas las variables tanto específicas como inespecíficas de la situación
terapéutica, y está asociado estrechamente al progreso de la psicoterapia, en otras
palabras, un encuadre bien instalado puede constituirse en herramienta fundamental en
el proceso de cambio en el paciente. (Yáñez, 1999b).
Este aspecto del encuadre está cercano a la noción de contrato terapéutico, en el cual se
fijan las metas y objetivos, además de los medios para alcanzarlos. Se refiere también a
cierto estilo terapéutico que se propone o que caracteriza el quehacer de un determinado
psicoterapeuta.
Otra fuente de encuadre implícito son las costumbres y usos sociales de una particular
cultura o subcultura, que define las condiciones y las características interaccionales que
se deben tener en determinadas circunstancias sociales. De este modo, el
comportamiento de un paciente, de una determinada cultura, tenderá a prevalecer y a
instalarse de una manera “natural”, pero que puede interferir con los propósitos de la
psicoterapia cognitiva; es el terapeuta como modelo de rol, apoyado en la intención de
neutralidad y abstinencia, el que puede atenuar o neutralizar el impacto que pueden
tener las costumbres en el proceso psicoterapéutico (Ibidem 1999b).
El método esencial para llevar a cabo las principales tareas de evaluación e intervención
en la psicoterapia que tiene como base la metateoría cognitiva, es la autoexploración,
entendida según Greenberg como un proceso de búsqueda vivencial, que consiste en
llegar a darse cuenta de una complicada serie de datos del proceso interno, que de otro
modo hubieran sido inaccesibles a la conciencia. Este proceso no es solamente un
análisis racional, sino que implica contactarse con el modo de operar del sujeto tanto de
su particular manera de asignar significado a lo que le rodea, como de su
funcionamiento afectivo. Es así como, a través de la exploración experiencial, le es
posible la autoexploración (Greenberg y cols., 1996).
Se utiliza para trabajar contenidos de la historia del paciente (Eje Diacrónico), y que
surgen fuera de la sesión. Se despliega a partir de la discordancia o desborde
experiencial del paciente y que es percibida por el terapeuta a partir de una falta de
claridad conceptual en los hechos narrados, por compromiso o turbulencia emocional
del paciente o por un marcador interpersonal.
Para llevar a cabo esta técnica, el terapeuta debe asumir la posición de observador;
punto de vista objetivo, orientado hacia el paciente; participante; punto de vista
subjetivo, orientado hacia sí mismo. Esta posición le permite observar la interacción en
que participa con el paciente y al mismo tiempo sentir el influjo interpersonal de éste.
Las personas a menudo no se dan cuenta a qué están respondiendo, cuando alguien las
incita a actuar de un modo complementario. Del terapeuta entrenado se espera que
posea la habilidad técnica de reconocer marcadores interpersonales2 de su paciente. El
proceso de metacomunicación terapéutica comprende tres etapas:
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Marcadores Interpersonales: Acciones o expresiones verbales de un individuo,
incluyendo conductas manifiestas, sutiles comunicaciones y posturas corporales
paralingüísticas y no verbales. Los marcadores interpersonales inician el ciclo
interpersonal disfuncional porque son típicamente las conductas y comunicaciones
a las que otras personas responden de manera complementaria negativa.
a. Etapa de Enganche
El terapeuta en esta etapa se siente impactado con la conducta del paciente. Esta
conducta lo fuerza a responder en forma restringida, tiende a dar una respuesta
complementaria. El terapeuta se ve impelido, arrastrado, a actuar confirmando y no
cuestionando el ciclo cognitivo interpersonal3 del paciente.
b. Etapa de Desenganche
En esta etapa el terapeuta debe advertir, atender y tratar de catalogar lo que le suscita el
paciente, para luego interrumpir las respuestas complementarias.
c. Etapa de Intervención
La manera en que se transmite esta retroalimentación tiene vital importancia. Debe ser
tentativa y exploratoria, hecha en lenguaje proposicional, habiendo una alianza fuerte o
establecida entre ambos, de forma tal que el paciente comprenda que el terapeuta está
tratando honestamente de dilucidar sus propios sentimientos y transmitirlos de un modo
que invite a seguir explorándolos.
En la práctica puede ser que estas fases se den en forma simultánea, secuencial o
aislada. Una vez que el terapeuta ha iniciado el proceso de metacomunicación con el
paciente, es importante que continúe manteniendo la disciplina de un observador
participante. El terapeuta debe aprender a desengancharse del influjo que le produce el
paciente para posibilitar el proceso terapéutico.
¿Cuándo debe el terapeuta hablar de sus sentimientos con el paciente y cuándo debe
abstenerse de entregar dicha información? En el momento que los terapeutas ofrecen a
sus pacientes información sobre sus propios sentimientos deben sentirse bastante
equilibrados como para que sus motivaciones sean claras y fundamentalmente
orientadas al paciente. Esta técnica no tiene como fin aliviar al terapeuta de una
situación incómoda para él, sino informar al paciente sobre los sentimientos que puede
generar en otro para que pueda explorarlos y, a través de esta exploración, adquirir un
mayor conocimiento de sí mismo y de sus esquemas cognitivos interpersonales.4
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Esquemas Cognitivos Interpersonales: Estructuras cognitivas-afectivas que
procesan información relativa a las relaciones con los otros.
4. 5. Intervenciones (Yáñez, 1999a; 1999b; 2000b; 2000c; com. pers., 2002a; Kühne y
Leiva, 2002).
Son estrategias terapéuticas relacionales dentro del despliegue discursivo del terapeuta.
Son inmediatas y tienen que ver con las habilidades personales y técnicas del terapeuta,
cuyo objetivo es articular y rearticular el discurso del paciente, es decir, hacer
significativo el discurso del paciente para darle significación a sus contenidos. Se
expresan como actos de habla y pueden distinguirse jerárquicamente, teniendo en
consideración el grado o nivel de participación del terapeuta. Se reconoce como
intervenciones a: Escucha Terapéutica, Información, Exploración, Aclaración (del uso
de categorías empleadas por el paciente), Reflejo, Señalamiento, Confrontación,
Paradoja, Bisociación e Interpretación.
b) Información: Acto terapéutico por medio del cual se obtiene información respecto de
la problemática del paciente por medio de preguntas abiertas.
I) Interpretación: Dice relación con presentar una hipótesis tentativa acerca del
funcionamiento profundo del paciente, específicamente relaciones o significados acerca
de su funcionamiento, con el objeto de conducir al paciente hacia la introspección.
4. 6. Herramientas (Yáñez, 1999a; 2000c; com. pers. 2002a; Safran y Muran, 2000).
Son estrategias terapéuticas adjuntas al proceso terapéutico para crear condiciones que
faciliten el proceso terapéutico. Entre ellas se distingue a la psicofarmacología, el
psicodiagnóstico, la supervisión, y, según sea el caso, las técnicas operativas, por
ejemplo, cuando se solicita a otro terapeuta que aplique una técnica de relajación como
anexo al proceso.