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1. ¿ "REVOLUCION DEMOCRATICA"
O REVOLUCION PERMANENTE ?
Antes que nada, debemos aclarar lo que, verdaderamente, "la revolución española
demostró". Está claro que Moreno deja entrever que "el factor determinante" en
España era el antagonismo entre el régimen democrático-burgués y el fascismo.
Para Trotsky, ¿"hasta que grado el régimen democrático burgués era antagónico con
el fascismo..." en la España del ‘36?
Dice en el ‘37: "Según la concepción de los socialistas y stalinistas, mencheviques de
la primera y segunda camada, la revolución española no debía resolver mas que
tareas democráticas, para lo cuál había que hacer frente con la burguesía
‘democrática’. Toda tentativa del proletariado para salir de los límites de la
democracia burguesa era, desde este punto de vista, no sólamente prematura, sino
también funesta.
"Además , lo que estaba a la orden del día no era la revolución sino la lucha contra
Franco. El fascismo, es una reacción burguesa, no feudal y el menchevismo, rama del
pensamiento burgués, no quiere ni puede hacer suya la noción de que contra esa
reacción burguesa no se puede luchar con éxito más que con la fuerza y los métodos
de la revolución proletaria". (12)
En primer lugar, en relación a la revolución española, Trotsky sostuvo la misma lógica
que veíamos anteriormente para Italia: combate contra la concepción de revolución
por etapas, contra la idea de una revolución que no supere los límites democrático-
burgueses.
Pero, ¿cuál era el "factor determinante" en España? ¿Acaso no era la lucha armada
entre la república y el fascismo?
Según Trotsky, "... en el territorio de España se enfrentaron dos programas
irreductibles. Por una parte el programa de la salvación a cualquier precio de
la propiedad privada contra el proletariado, y en la medida de lo posible de la
salvación de la democracia contra Franco. Por otra parte el programa del
aniquilamiento de la propiedad privada por medio de la conquista del poder
por el proletariado. El primero expresaba el programa del capital y por intermedio
de la aristocracia obrera, de sectores superiores de la pequeñoburguesía y sobre
todo de la burocracia soviética. El segundo programa traducía en lenguaje marxista
las tendencias, no plenamente concientes, pero pujantes, del movimiento
revolucionario de las masas. Para desgracia de la revolución, había entre el puñado
de bolcheviques y el proletariado revolucionario, el tabique contrarrevolucionario del
Frente Popular". (13).
Pero, ¿cómo entender entonces el enfrentamiento entre el régimen fascista de Franco
con el régimen de la república?
"El fondo social de ésta (revolución) había sido, en el curso de los últimos seis años,
la ofensiva creciente de las masas contra la propiedad semi-feudal y burguesa. Es
precisamente la necesidad de defender esta propiedad la que arrojó a la
burguesía a los brazos de Franco. El gobierno republicano había prometido a la
burguesía defender la propiedad por medidas ‘democráticas’, pero cayó, sobre todo
en Julio de 1936, en una completa quiebra" (14).
En conclusión ¿que demostró la revolución española?
"La revolución española muestra una vez más que es imposible defender la
democracia contra las masas revolucionarias de otro modo que no sea por métodos
de reacción fascista e inversamente, es imposible llevar una verdadera lucha contra
el fascismo de otro modo que no sea por los métodos de la revolución proletaria"
(15).
La particularidad de la revolución española es que hubo dos campos, republicano y
fascista, militarmente enfrentados mediante una guerra civil. Esto es un "factor
determinante" de la táctica de los revolucionarios. Obviamente la política
trostskista fue la de estar en primera fila en el campo militar republicano contra el
campo militar fascista de Franco. Pero está claro que para Trotsky, en
contraposición a socialdemocrátas y stalinistas, y de lo que opina Moreno,
en España el antagonismo entre el régimen democrático burgués y el
fascismo estaba subordinado al antagonismo entre la contrarrevolución
burguesa y la revolución proletaria. Esto es "el factor determinante" de la
estrategia revolucionaria.
Por ello, aún participando en él, la política de Trotsky no tuvo un ápice de confusión
en cuál debía ser, para la clase obrera y los que combatían en el campo militar
republicano, el objetivo de esa guerra civil: "Las condiciones de la victoria de las
masas en la guerra civil contra los opresores, en el fondos son muy simples".
¿Cuál era la primera condición para Trotsky?
"Los combatientes del ejército revolucionario deben tener plena conciencia de que
luchan por su completa emancipación social y no por el restablecimiento de la
antigua forma (democrática) de explotación".
Es decir, participar en el campo militar republicano con una estrategia independiente
por la revolución obrera y socialista.
Aún más, "La estrategia de la guerra civil debe combinar las reglas del arte militar
con las tareas de la revolución social".
¿Qué significaba ésto para Trotsky?
"El ejército revolucionario debe, no sólamente proclamar, sino llevar a término
inmediatamente en las provincias conquistadas, las medidas más urgentes de la
revolución social: expropiación y reintegro a los necesitados de las reservas
existentes de productos alimenticios,..., redistribución de las viviendas en beneficio
de los trabajadores y sobre todo de las familias de los combatientes, expropiación
de la tierra y de los instrumentos agrícolas en provecho de los campesinos,
establecimiento del control obrero de la producción y el poder soviético en el
lugar de la antigua burocracia" (16).
Como vemos, para nada una estrategia de una "revolución democrática" limitada en
los márgenes "del régimen político de la burguesía, del estado burgués".
¿Qué posición tienen las distintas corrientes de la LIT?
¿Están o no con Trotsky en definir que, aunque haya campos enfrentados
militarmente y participemos en el campo militar republicano, el
antagonismo principal es entre la contrarrevolución burguesa y la
revolución proletaria? ¿O están con Moreno en que el "factor determinante"
es el antagonismo entre el régimen fascista y el democrático-burgués?
¿UNA GUERRA MUNDIAL DE REGIMENES?
El libro Escuela de Cuadros-Argentina 1984, fue editado por la dirección del MAS en
1992, después de la muerte de Nahuel Moreno. Es presentado por el dirigente
nacional del MAS, Eugenio Greco. En dicha presentación este dice: "... reafirmamos
que estos trabajos, que deben ser tomados como parte de un conjunto del cual lo
decisivo son las obras escritas por el autor, son lo más avanzado que produjo Moreno
en cuanto a teoría de la revolución y, por eso, son punto fundamental de referencia
para seguir avanzando en nuevos y superiores desarrollos teóricos".
En él se sostienen una cantidad innumerable de dislates antitrotskistas que abarcan
un amplio abanico de temas, incluso hasta una posición favorable a la participación
de los revolucionarios en el "bando democrático" de una eventual guerra entre la
Argentina de Alfonsín y el Chile de Pinochet. No vamos a polemizar con todas esas
posiciones. Nosotros también consideramos como "lo decisivo las obras escritas del
autor". De todas maneras, si como dice Greco, "estos trabajos (...) son lo más
avanzado que produjo Moreno en cuanto a teoría de la revolución", nosotros
polemizaremos con esta publicación, ya que con este veneno revisionista se ha
educado, y se los sigue haciendo, a camadas de cuadros trotskistas.
Queremos citar, en particular, una afirmación verdaderamente escandalosa que
se hace en ese libro.
"Acá hay un problema político grave, tremendo (...) Pareciera que el hecho de la
contrarrevolución capitalista ha replanteado la necesidad de que tiene que haber una
revolución democrática. Y que ignorar que lo que se plantea en los paises
adelantados donde hay regímenes contrarrevolucionarios también es una revolución
democrática, es maximalismo, es tan grave como ignorar la revolución democrático-
burguesa en los países atrasados. (...) Si es correcto, hay que cambiar toda la
formulación de las Tesis de la Revolución Permanente. Me da la impresión de que es
correcto y de que Trotsky apuntaba para allá.
"Si es correcto cambia toda nuestra estrategia con respecto a los partidos
oportunistas y, en buena medida, respecto a los partidos burgueses que se
oponen al régimen contrarrevolucionario. Como un paso hacia la revolución
socialista, nosotros estamos a favor de que venga un régimen burgués totalmente
distinto al régimen contrarrevolucionario. Así como estábamos a favor de la
revolución democrático-burguesa, y decíamos que era distinta a la otra, a la
revolución socialista, que había que hacerla, que había que voltear al Zar, que era
una tarea democrático-burguesa específica, hay que discutir si no hay ahora también
una tarea democrático-burguesa específica, que es tirar al régimen
contrarrevolucionario para que venga, aunque sea, un régimen burgués" (17).
Aquí la ruptura con el trotskismo es evidente.
Se plantea que "si es correcto (la teoría de la revolución democrática) cambia toda
nuestra estrategia con respecto a los partidos oportunistas y, en gran medida,
respecto a los partidos burgueses que se oponen al régimen contrarrevolucionario".
Esto es un ataque en regla a la estrategia, al programa y - de llevarlo a la práctica - al
partido trotskista como partido independiente del proletariado. Se propone
directamente una actitud conciliatoria de los revolucionarios con los partidos
"oportunistas"... y "burgueses"!!!
De la carta a los oposicionistas de izquierda italianos, comentada anteriormente,
citamos (si hiciera falta una cita por el estilo en una discusión entre trotskistas) lo
siguiente: "¿Cuál es el objetivo a largo plazo de Concentración Antifascista?" Esta
prevé la caída del estado fascista ante una insurrección del proletariado y las masas
oprimidas en general y se prepara a frenar esa movilización, a paralizarla y desviarla
para que el triunfo de la contrarrevolución renovada aparezca como una
supuesta victoria de la revolución democrático-burguesa. Si se pierde de vista
un sólo instante esta dialéctica de las fuerzas sociales vivas, se corre el riesgo de
embrollarse irremediablemente y desviarse del camino recto. Creo que entre
nosotros no debe existir el menor malentendido" (18).
Trotsky no deja lugar a dudas sobre cuál debe ser nuestra actitud frente a la
burguesía "antifascista".
¿Qué estrategia tienen las tendencias de la LIT ante la burguesía
"antifascista"? ¿La de Trotsky o la de Moreno?
¿Y en cuanto a los "partidos oportunistas... que se oponen al régimen
contrarrevolucionario"? Trotsky define claramente el peligro del rol del partido
oportunista por excelencia en la Italia fascista, la socialdemocracia, en momentos en
que la dirección oficial del Partido Comunista (stalinista) afirmaba que esta había
desaparecido.
"El fascismo no liquida a la socialdemocracia; por el contrario, la preserva. Ante los
ojos de las masas, la socialdemocracia, en parte víctima del régimen, no es
responsable de que el fascismo se haya impuesto. Así ganan nuevos adeptos y se
fortalecen los antiguos".Y más adelante: "Sólo un imbécil total o un traidor buscaría
convencer a la vanguardia proletaria de Italia de que la socialdemocracia italiana ya
no puede desempeñar el mismo papel que cumplió la socialdemocracia alemana en
la revolución de 1918". Es decir, para Trotsky el partido oportunista cumpliría el
mismo papel en Italia fascista que en Alemania del ‘18. Recordemos: "... una
revolución proletaria decapitada por la socialdemocracia".
Y remata: "Más importante aún, no podemos olvidar que desde 1920 han
transcurrido diez años, y desde el advenimiento del fascismo ocho. Los niños que
tenían diez y doce años en 1920-1922 y que presenciaron los actos del fascismo son
hoy la nueva generación de obreros y campesinos que combatirá heróicamente al
fascismo, pero que carece de experiencia política. Los comunistas sólo entrarán
plenamente en contacto con el movimiento de masas durante la revolución y, en
circunstancias más favorables, necesitarán meses para desenmascarar y demoler
a la socialdemocracia, la que - repito - no fue liquidada sino preservada por el
fascismo" (19).
No entendemos, sinceramente, qué base real tenía la suposición de Moreno de que
"Trotsky apuntaba para allá" e iba en el mismo sentido de sus conclusiones de que
"cambia toda nuestra estrategia con respecto a los partidos oportunistas...". La
política de Trotsky apuntaba a la estrategia de "desenmascarar y demoler a la
socialdemocracia", lo que incluía, por supuesto, la táctica del frente único obrero
para enfrentar en las calles y con las armas al fascismo.
En Argentina pudimos comprobar que Trotsky apuntaba bien. En este caso no fue un
partido oportunista sino directamente burgués, el partido radical, el verdaderamente
preservado y no liquidado por la dictadura militar. Las nuevas generaciones que
despertaron a la vida política luchando contra la dictadura no conocían las denuncias
antiobreras de Balbín en 1976 sobre "la guerrilla fabril" y su llamado público al golpe.
Tenían entonces 10 o 12 años. La UCR de Alfonsín se convirtió en 1982, a la caída de
la dictadura, y después de la derrota de Malvinas, en el principal instrumento de la
"reacción democrática", recompuso el estado burgués, desvió hacia el pacifismo a
esas nuevas generaciones y, más tarde, le retribuyó el favor a las fuerzas armadas
"preservándolas" con las leyes que impidieron juzgar a los genocidas. Esas
generaciones, esta vez, deberían recordar esa experiencia.
¿Están o no, las corrientes de la LIT, de acuerdo con Trotsky en la estrategia
de "desenmascarar y demoler" a los partidos oportunistas bajo el fascismo
y las dictaduras militares? ¿O están con Moreno en "cambiar toda nuestra
estrategia con respecto a los partidos oportunistas y burgueses"?
Una crítica metodológica similar a la de Moreno -aunque para decir en 1928 que en
China la revolución debía ser democrático-burguesa- tiene el oposicionista ruso
Preobrajenski cuando le señala a Trotsky que "su error fundamental yace en el
hecho de que usted determina el carácter de una revolución sobre la base de
‘quién la hace’, cuál clase, es decir, por el sujeto efectivo, mientras que le asigna
sólo importancia secundaria al contenido social objetivo del proceso" (26).
Moreno, repetidas veces, le dio la razón a Preobrajhenski "en este nudo central" de su
crítica a Trotsky.
León Trotsky polemiza con Preobrajhenski, alrededor de las tareas de la revolución
china y, a nuestro entender, responde a esa lógica. "¿Cómo caracterizar una
revolución? ¿Por la clase que la dirige o por su contenido social? Hay una trampa
teórica subyacente al contraponer la primera a la última en una forma tan general"
(...) "La revolución de noviembre en Alemania fue el comienzo de la revolución
proletaria pero fue detenida en sus primeros pasos por la dirección
pequeñoburguesa, y sólo logró algunas pocas cuestiones que no fueron cumplidas
por la revolución burguesa. ¿Cómo llamamos a la revolución de noviembre: burguesa
o proletaria? Ambas respuestas son incorrectas. El lugar de la revolución de octubre
será restablecido cuando establezcamos la mecánica de esta revolución y
determinemos sus resultados. No habrá contradicción en este caso entre la mecánica
(poniendo bajo este nombre, por supuesto, no sólo la fuerza motriz sino también la
dirección) y los resultados: ambos poseen un carácter ‘sociológicamente’
indeterminado" (...) "El quid de la cuestión yace precisamente en el hecho de que
aunque la mecánica política de la revolución depende en última instancia de una
base económica (no sólo nacional sino internacional), no puede, sin embargo,
deducirse con una lógica abstracta de esta base económica. En primer lugar,
la base misma es muy contradictoria y su ‘madurez’ no permite la determinación
estadística por sí sola; en segundo lugar, la base económica y la situación política
deben enfocarse no en el marco nacional sino en el internacional (...); tercero, la
lucha de clases y su expresión política, desarrollándose sobre bases
económicas, también tiene su lógica imperiosa del desarrollo que no puede
saltearse "(27).
Detengámonos en esta cita. ¿Cómo debe caracterizarse una revolución, según
Trotsky?
El "contenido social" de la revolución sólo puede definirse una vez que
"establezcamos la mecánica de esta revolución y determinemos sus resultados". Es
decir, no puede deducirse de antemano partiendo de una "lógica abstracta de la base
económica"; por tanto su "carácter es sociológicamente indeterminado". Es decir:
tareas democrático-burguesas no determinan una revolución burguesa con una
dirección burguesa (ahí estaba la Revolución de Octubre para demostrarlo), sino que
dependerá de la lucha de clases y partidos: de los resultados de la lucha
entre las fuerzas vivas de la revolución y la contrarrevolución, nacional e
internacional, y su "expresión política", es decir, sus direcciones.
Por ello dice en esa carta a Preobrajenski: "Me tomo la libertad de plantearle la
cuestión: ¿Cómo llamaría usted a la revolución húngara de 1919? Usted dirá:
proletaria. ¿Por qué? ¿Acaso el ‘contenido social’ de la revolución húngara no resultó
ser capitalista? Usted contestará: ese es el contenido social de la contrarrevolución.
Correcto. Aplique ahora esto a China. El ‘contenido social’ bajo la dictadura del
proletariado (basado en una alianza con el campesinado) puede permanecer durante
un período como no socialista ‘todavía’, pero el camino al desarrollo burgués desde la
dictadura del proletariado sólo puede producirse a través de la contrarrevolución. Por
esta razón, en la medida en que concierne al contenido social, es necesario decir:
‘esperar y ver’ " (28).
De esta manera, Trotsky contesta a Preobrajenski que le daba a la futura revolución
china un carácter democrático-burgués deduciéndolo de su base económica
atrasada. Es decir, partía de una "lógica abstracta de la base económica" para
determinar el "contenido social" de la revolución. Al igual que los mencheviques en
Rusia de principios de siglo o, más precisamente, que los "viejos bolcheviques" en
abril del ‘17, veía necesaria una etapa de "dictadura democrática de obreros y
campesinos" cuyo contenido social no sobrepasara las tareas democráticas, es decir,
intermedia a la dictadura del proletariado. Trotsky le responde que ya no podía
sostenerse esta posición no sólo después de la prueba de verdad que había
significado la revolución rusa, sino también por las distintas experiencias que llevaron
al fracaso a la segunda revolución china del ‘27.
Continúa Trotsky:
"... ¿qué debe decirse a sí mismo un comunista chino bajo estas condiciones? Puede
razonar de la siguiente manera" el contenido social de la revolución china sólo puede
ser burgués (como demuestran tales y tales tablas estadísticas), por ende, no
debemos plantearnos la tarea de la dictadura del proletariado; el ‘contenido social’
prescribe, en el caso más extremo, una dictadura de coalición del proletariado y los
campesinos. Pero para una coalición (lo que está en cuestión aquí, por supuesto es
una coalición política y no una alianza ‘sociológica’ de clases) se necesita un
compañero. Moscú me enseñó que el Kuomintang es un compañero. Sin embargo, no
se ha materializado ningún Kuomintang de izquierda. ¿Qué hacer? Obviamente, sólo
me queda a mí, comunista chino, consolarme con la idea de que ‘es imposible decir
hoy si la pequeñoburguesía china podrá crear cualquier clase de partido’... o si no lo
hará. ¿Y si de repente lo hace?
Un comunista chino que razonara según semejante esquema degollaría la revolución"
(29).
Para Trotsky de lo que se trataba era que el Partido Comunista tuviera la convicción
de que "la tercera revolución china puede llegar a un fin triunfante sólo mediante la
dictadura del proletariado bajo la dirección del Partido Comunista... Y en lo que hace
al ritmo con que construiremos el socialismo en China, esto ...‘es cuestión de esperar
y ver’...".
Moreno parte también, de una "lógica abstracta de la base económica de la
revolución", al igual que Preobrajenski, sólo que dada vuelta: Preobrajenski, por
la base económica atrasada nacional de China, dice que a tareas democrático-
burguesas corresponde una revolución inevitablemente democrático-burguesa;
Moreno, por la base económica madura internacional para la revolución
socialista, y como toda revolución democrática va contra el capitalismo, es
inevitablemente socialista. Para el primero, la revolución es sociológicamente
determinada nacionalmente; para el segundo, se determina internacionalmente.
Tanto Moreno como Preobrajenski, al deducir en forma directa el contenido social de
la revolución de la base económica, cometen un error análogo. Ambos degradan la
necesidad del partido revolucionario para dirigir la alianza obrero-campesina contra
las direcciones burguesas y pequeñoburguesas que llevan a la revolución a la
derrota. Esta es la base común del ataque de Preobrajenski y Moreno al presunto
"subjetivismo de Trotsky".
Las consecuencias políticas también son análogas.
Preobrajenski cae en la política de la Comintern para China: como la revolución era
democrático-burguesa el proletariado chino debía buscar un aliado en el "ala
izquierda" del Kuomintang o esperar el surgimiento de un partido campesino
independiente.
Moreno, al actuar con el mismo método de contraponer falsamente el contenido
social de la revolución con la clase que la dirige -"una trampa teórica", según Trotsky-
la convierte de una revolución objetivamente socialista en automáticamente
socialista. Con ello, se transforma en objetivista, separando las tareas de una
revolución de la clase y dirección que las lleva a cabo. Como le dijera Trotsky a
Radek, su contradictor, en el libro de "La Revolución Permanente": "... se ha
abstraído tan considerablemente de las ‘instituciones políticas’ que ha olvidado lo
‘fundamental’ de toda revolución: quién la dirige y quién toma el poder" (30).
Moreno, al afirmar que "... no es obligatorio que sea la clase obrera y un partido
marxista revolucionario el que dirija el proceso de la revolución democrática hacia la
revolución socialista..." le asigna un carácter revolucionario independiente de la clase
obrera a los campesinos y embellece el rol de los partidos contrarrevolucionarios,
como el stalinismo.
De ahí a la teoría de que la revolución la pueden hacer un "grupo de hombres
decididos" había un solo paso que la dirección del MAS en el ‘90 dio con toda
personalidad (ver Correo Internacional Nº 40 sobre China). Todo objetivista termina
capitulando a un sujeto cualquiera.
Moreno afirma que lo que Trotsky previó como excepción se dio como
norma en la posguerra. Los hechos demuestran que esto es totalmante falso.
Donde se generalizó la posibilidad teórica del Programa de Transición fue
en el período ‘43/’48 y no en toda la posguerra. Ese período fue
verdaderamente excepcional porque combinó un enorme ascenso de masas por la
resistencia al fascismo con la extrema debilidad en que habían quedado los
principales imperialismos, producto de la guerra en un marco de profunda
crisis económica (hiperinflación) y penurias sin límites para las masas (hambre y
racionamiento de alimentos en el proletariado y en las clases medias). A las
anteriores condiciones contempladas dentro de la hipótesis de Trotsky ("guerras,
derrota, crack financiero, presión revolucionaria de las masas") se agregó el
elemento paradójico e imprevisible de que el stalinismo que había firmado el pacto
Molotov-Ribenttrop y a pesar de la desastrosa política militar de Stalin que costó 20
millones de muertos a la URSS, quedó ubicado como el verdugo del nazismo,
prestigiado y fortalecido frente al movimiento de masas y con el Ejército Rojo
ocupando Europa del Este.
Esta, como toda excepcionalidad, como vemos no fue producto de un solo elemento,
sino un conjunto de condiciones combinadas, es decir, no un hecho sino una
estructura como bien define Trotsky.
Los principales imperialismos europeos quedaron destruidos en la guerra y las
fuerzas de las burguesías debilitadas. Se llega a esta situación porque son derrotados
en la guerra los imperialismos que tenían zonas de influencia en Europa Oriental y
parte de Europa Occidental (el sur de Europa): el imperialismo alemán, en primer
lugar y el italiano, en segundo término. A pesar de estar en el campo vencedor,
Francia e Inglaterra quedan muy debilitadas por el excesivo esfuerzo bélico, que es lo
que explica, en el caso de la última, la apertura de condiciones excepcionales para
que el Mahatma Ghandi se convierta en el liberador de la principal colonia inglesia, la
India.
Italia, Francia y Grecia combinaban esa debilidad con la existencia de resistencia
armada dirigida por los PCs de masas. En el Este, los países de desarrollo burgués
atrasado combinaban la destrucción de sus estados por la invasión nazi con la
ocupación del Ejército Rojo y aún así, los stalinistas se niegan a expropiar hasta el
‘48. En el caso de Yugoslavia, donde se conquistó un estado obrero contra la voluntad
de Moscú, había guerra civil contra los "ustachi" colaboracionistas y resistencia
insurreccional al ocupante nazi. En la revolución china del ‘48-’49, la derrota de su
principal imperialismo opresor en la guerra, Japón, con la existencia de una guerrilla
campesina de masas dirigida por Mao, aliada a Moscú, y la imposibilidad de EE.UU de
intervenir, por su crisis de la inmediata posguerra producto de un ascenso obrero en
su propio país y el levantamiento de las tropas norteamericanas en todo el mundo
contra la continuidad de la guerra. Además porque, EEUU, se centró en la
reconstrucción de Europa.
Indochina, Corea del Norte, Vietnam del Norte, fueron la onda expansiva de la
revolución china.
Este período ‘43/’48 como -someramente y, sin duda, insuficientemente- describimos,
abrió condiciones excepcionales producto de la más grande guerra mundial que
padeció la humanidad y fue cuando los stalinistas se vieron obligados a ir "más lejos
de lo que ellos mismos querían en su vía de ruptura con la burguersía". En él, lo que
Trotsky no descartó como excepcionalidad en determinados países, se dio como
situación excepcional a nivel mundial, generalizada, y se consiguieron
grandes conquistas para el proletariado y las masas del mundo: los nuevos
"estados obreros deformados" de China, el Este de Europa y Corea.
Fue así porque nunca hubo condiciones objetivas tan favorables para la derrota del
imperialismo que, utilizando la expresión de las Tesis del ‘85 de la LIT, era lo más
parecido a un "tigre de papel".
Pero, al mismo tiempo, es en esta situación donde el stalinismo muestra su rol
contrarrevolucionario más pérfido, liquidando la revolución europea, desarmando las
resistencias maquis y partisana en Francia e Italia, la guerrilla en Grecia; y
utilizando todo el peso y prestigio de los PCs de masas para poner al
movimiento obrero a trabajar por la reconstrucción capitalista de los países
centrales, condición escencial que hizo posible que los capitales provenientes del
Plan Marshall permitieran la estabilización del capitalismo en Europa y se abriera la
etapa del "boom" económico. Por otra parte, en los países en los que expropiaba,
imponía estados obreros deformados que ahogaban todo intento de organización
independiente del proletariado y las masas.
En síntesis, en esa situación objetiva excepcional a la salida de la guerra o,
en otras palabras, en donde se dio la posibilidad histórica más grande,
hasta nuestros días, del movimiento obrero y los pueblos oprimidos del
mundo de dar jaque mate al imperialismo, este puede sobrevivir porque se
apoya en la dirección contrarrevolucionaria más fuerte que se haya
conocido.
Es decir que la traición del stalinismo en el período ‘43/’48 tiene un efecto mil veces
superior a la de la socialdemocracia en el ‘14 cuando arrastro al proletariado a la Ira.
guerra mundial, o la de ésta junto al stalinismo en las derrotas previas de las
revoluciones en Francia y España que podrían haber parado la IIda Guerra, ya que se
da en una situación de ofensiva y no defensiva del movimiento de masas.
Por ello decimos que es en esta situación, justamente en el período ‘43/’48, por lo
excepcional de las condiciones objetivas para la revolución mundial, donde cobra
mayor fuerza, y no menor, la premisa básica del Programa de Transición, de que "la
crisis de la humanidad es la crisis de su dirección revolucionaria".
¿”TRIUNFOS COLOSALES”?
La base del error de Moreno está en la total incompresión de los acuerdos entre el
imperialismo y la burocracia, que dieron lugar a ese orden mundial tal como lo
describimos anteriormente. Esto fue propio de la mayoría del movimiento trotskista
en la posguerra.
Es conocida en el movimiento trotskista la discusión de Moreno con el dirigente
lambertista Stephan Just. En ella puede sintetizarse la unilateralidad de que fue
víctima el movimiento trotskista. Para Just, desde la derrota de Hitler hasta el ‘53
había avanzado cada vez más la contrarrevolución porque se fortalecía el stalinismo,
la dirección contrarrevolucionaria, y recién la situación cambiaba a revolucionaria en
el ‘53 porque entonces se dio el levantamiento de los obreros de Berlín contra la
burocracia de Alemania del Este. Evidentemente era una posición subjetivista y
sectaria: Just no tenía en cuenta nada menos que la revolución en China, que había
conseguido el estado obrero en el país más grande del planeta, y las conquistas que
significaban los nuevos estados obreros del Este de Europa. Era, además, una
posición que no interpretaba la realidad: en el ‘53 ya se había estabilizado Europa,
producto del elemento que él mismo tomaba, el fortalecimiento del stalinismo que
permite los acuerdos de Yalta en el ‘48.
Nosotros estamos con Moreno y los que en aquel momento, correctamente,
polemizaron con Just, determinando la periodización de la situación mundial,
escencialmente por los factores objetivos. Pero opinamos que, después, Moreno cae
en una unilateralidad cuando abstrae el factor objetivo y le da un valor sin límites, sin
ver cómo influía el factor subjetivo, la dirección contrarrevolucionaria, sobre las
propias conquistas: hoy se puede ver hasta qué punto influyó la burocracia
hundiendo a los estados obreros.
"La manera de pensar oportunista, así como la sectaria, tienen un rasgo en común:
que extraen de la complejidad de las circunstancias y de las fuerzas en presencia uno
o dos factores que les parecen los más importantes -y que a veces lo son realmente-,
los aíslan de la realidad compleja y les atribuyen una fuerza sin límite ni
restricciones" (32).
Todos los ataques a la teoría de la Revolución Permanente, no ya del stalinismo sino
los que provienen del revisionismo del movimiento trotskista, se basan en el
surgimiento de nuevos estados obreros en la posguerra bajo la dirección stalinista o
de ejércitos guerrilleros, los estados obreros deformados.
Desde entonces surgieron quienes, por un lado, se adaptaron a esos hechos negando
la necesidad de la IVª y los partidos trotskistas, corriente de la cual el "pablismo" fue
su ala más consecuente, liquidacionista. Por otro lado, quienes negaron las
revoluciones de la posguerra por atenerse normativamente a los sujetos de la teoría
de la Revolución Permanente. Unos, objetivistas, resaltando esas conquistas de la
clase obrera mundial, minimizando el carácter "deformado" de esos nuevos estados
obreros; los otros, subjetivistas, negaron su carácter "obrero". Ambas concepciones
antidialécticas impidieron comprender la realidad concreta y a partir de ella dotarse
de una política y programa para construir la IVª y los partidos trotskistas. Unos,
porque cedieron al stalinismo o a direcciones no proletarias que dirigieron
revoluciones; los otros, porque liquidaron parte escencial del programa: la defensa
incondicional de esas conquistas del proletariado mundial.
La consecuencia de esta falsa interpretación de la historia de las "revoluciones y
contrarrevoluciones del siglo XX" es que, como vimos, vulnera aspectos escenciales
de la teoría de Revolución Permanente.
Teoría que, como condición necesaria, debe servir para explicar los hechos, pero que
es, además, una teoría-programa.
Es en este sentido que, también, deben analizarse las excepciones, allí donde los
stalinistas y pequeñoburgueses fueron "más lejos de lo que querían en su vía de
ruptura con la burguesía", y las consecuencias políticas de esas revoluciones para el
proletariado mundial.
Los triunfos conseguidos con los estados obreros de posguerra, lejos de ser
"colosales" fueron tan contradictorios, tan poco "económicos" para la clase obrera,
que profundizaron la crisis de dirección mundial del proletariado, al
fortalecer al stalinismo como aparato contrarrevolucionario mundial,
ayudaron a consolidar la "pax americana", denigraron frente a la conciencia
del proletariado los ideales socialistas y terminaron cayendo de la forma
tan contradictoria que vemos hoy donde la burocracia juega el papel
determinante para descomponer las bases sociales de esos estados obreros
(ver tesis internacionales).
Porque las revoluciones, excepcionales, que no se hicieron bajo las condiciones de la
vanguardia del proletariado organizada en un partido trotskista, se hicieron bajo las
condiciones de la casta burocrática y sus partidos stalinistas. Lo que "no se dio"
según la teoría-programa de la Revolución Permanente, se hizo bajo las
condiciones de la teoría del "socialismo en un solo país" aplicada a esos
estados.
Hay que decir claramente que las burocracias contrarrevolucionarias en los estados
obreros deformados de posguerra, dirigieron "a su manera" el "proceso de la
revolución democrática a la revolución socialista".
Uno: aunque concentraron y aumentaron numéricamente al proletariado en países de
desarrollo atrasado, pero lo hicieron asegurándose su fragmentación política,
separándolo de la clase obrera de occidente y mundial, y liquidando el rol de la
vanguardia conciente. Dos: dieron la tierra a los campesinos, pero destruyendo la
alianza estratégica entre el campesinado y el proletariado, como se pudo ver en
China. Tres: obtuvieron con la expropiación de la burguesía grandes éxitos
económicos para "la nación" pero debilitando desde el primer día el monopolio del
comercio exterior. Cuatro: desarmaron a la población y en lugar de milicias obreras
creó un ejército de parásitos profesionales que debilitan la defensa del estado obrero
succionando gran parte de sus riquezas. Cinco: en lugar del internacionalismo
proletario y la necesidad de convertir al estado obrero en trinchera de la revolución
mundial, organizaron los objetivos del estado para defender los intereses de la casta
burocrática negociando con el imperialismo como monedas de cambio los procesos
revolucionarios, aislando y preparando la derrota del propio estado obrero.
Tales fueron las condiciones impuestas al proletariado mundial con los "triunfos
colosales" de la posguerra como los llamó Moreno, y aún los llama la corriente
dirigida por el Partido colombiano de la LIT.
Por todo ello, desde la Fracción Internacionalista - FI, siempre sostuvimos que la
revolución política en esos estados era ‘algo más’ que conseguir en ellos "la
democracia" y nos opusimos en 1988 a la fórmula de "socialismo mas democracia"
acuñada por la LIT.
Y no era solo "democracia obrera" debido a que el rol de la burocracia había hecho
retroceder las conquistas de las masas en los estados obreros. Por ello el pronóstico
del Programa de Transición es que "un nuevo ascenso en la URSS empezará
fundamentalmente bajo la bandera de la lucha contra la desigualdad social y la
opresión política".
Ese y no otro es el sentido de la consigna del mismo Programa para la revolución
política: "revisión, de pies a cabeza, de la economía planificada en interés de los
productores y consumidores".
Con un programa solo de democracia política, en última instancia, se limitaba al rol
del trotskismo a ser el partido de una "revolución democrática" en el régimen de
los estados obreros deformados que ya han conquistado, como en las revoluciones de
posguerra, los stalinistas o los ejércitos guerrilleros apoyándose en los campesinos u
otros sectores populares.
En lugar de decir que fracasó la Teoría de la Revolución Permanente, como hace la
LIT, hay que pronunciarse sobre el veredicto histórico de la discusión que dividió a
bolchevismo y stalinismo, desde el ‘24 en la URSS. Con un costo de miles de muertos
y el retraso de la revolución proletaria, la burocracia stalinista confirmó "a su
manera" la Teoría de la Revolución Permanente.
¿Qué dicen las distintas tendencias de la LIT? ¿Teoría de la Revolución
Permanente o Teoría del Socialismo en un solo país?
En última instancia, si la "revolución democrática" en los países fascistas es una
concesión a la burguesía "democrática" y su régimen, la "Teoría de la Revolución
Democrática" aplicada a los estados obreros, y enfrentada a la concepción de
revolución política, parte integral de la revolución permanente, es una concesión a la
"teoría del socialismo en un solo país" y, fundamentalmente, a la práctica de la
burocracia stalinista. La teoría de "revolución democrática" no sobrevivió a la prueba
de los hechos en 1989.
PRONOSTICO Y PROGRAMA
En primer lugar, gran parte de ese pronóstico estaba liquidado de antemano por un
problema de método: esa etapa de "democracia en general" no podía surgir
porque ese tipo de democracia no existe ni existió nunca en la realidad y de haber
ocurrido, los hechos hubieran negado al marxismo, ya que éste define a la
democracia, como a toda superestructura, por su carácter de clase, como obrera o
burguesa. Como vimos anteriormente, la sociología burguesa inficionaba la definición
marxista del estado en el "Trotskismo de Moreno"; aquí se traslada esto a los
regímenes políticos.
En segundo lugar, hay que decir categóricamente que los hechos no tuvieron nada
que ver con el pronóstico con que estaba orientada la LIT en los ‘80.
Los nuevos regímenes que surgieron en el Este en el ‘89, así como el de la ex-URSS
después de Agosto del ‘91, aunque surgieron después que las masas tiraron abajo el
régimen de partido único stalinista, no fueron el resultado de la liquidación de la
burocracia en su conjunto, y en este sentido no fueron "triunfantes". Los nuevos
gobiernos del Este, para no hablar de Rusia ni de las repúblicas de la ex-URSS, están
llenos de viejos nomenklaturistas transvestidos.
La perspectiva de "todos unidos contra la burocracia", se mostró totalmente
falsa. El pronóstico de Moreno de un "movimiento obrero y popular por la
democracia" suponía la existencia de dos campos en "la primera revolución de
febrero": uno en el que participábamos los trotskistas junto a las "corrientes
pequeño-burguesas restauracionistas", y el otro el campo del "gobierno bonapartista
y la burocracia".
El escenario real que vimos fue, a partir del surgimiento de Gorbachov, que la
burocracia no se presentó ante los ojos de las masas como un solo bloque. Un sector
de ella se montó y desvió el "movimiento obrero y popular por la democracia" y fue la
burocracia, al mismo tiempo, la principal fuerza restauracionista y no,
escencialmente, las "corrientes pequeño-burguesas" . Esas alas de la burocracia
encabezaron, junto a las corrientes pequeño-burguesas, "el frente restauracionista"
que se hizo del poder expropiando el triunfo de las masas contra el régimen de
partido único.
Además, ese "frente restauracionista" actuó desde el primer momento, antes del
febrero, y no en el "interregno entre febrero y octubre", "oponiéndose ferozmente a
que se imponga una dictadura revolucionaria del proletariado" e impidiendo que
surjan "organos de poder obrero".
En última instancia, el pronóstico de la LIT suponía que volverían a repetirse las
condiciones de la revolución polaca del ‘80, donde la burocracia actuó
homogéneamente alrededor de la salida del golpe contrarrevolucionario de
Jaruzelsky, el cual fue apoyado por el Kremlin y el imperialismo, y donde el
movimiento de masas en torno a Solidaridad era dirigido por Walessa como agente
de la Iglesia y por corrientes pequeño-burguesas. La LIT no vió que el ala mas lúcida
de la burocracia soviética sacó las lecciones de Polonia y se preparó para el recambio
ante el temor de ser barridos por el ascenso de masas: surgió así el intento
bismarkista de Gorbachov.
La LIT no incluyó en su pronóstico este hecho monumental de la política
internacional de mediados de la década del ‘80: la glasnot y la perestroika.
Partiendo de esto hubiera quedado claro que la burocracia, al mismo tiempo que
desprendía un ala que se embanderaba con la democracia, era la principal fuerza
restauracionista en los estados obreros y no "las corrientes pequeño-burguesas" en
general, según el esquema de Moreno. Sin esto, el supuesto bloque de "todos por la
democracia" estaba destinado a capitular al ala "democrática" de la burocracia y con
ello a uno de los intentos de la restauración capitalista.
Gorbachov primero y después Yeltsin le arrebataron a la LIT las banderas de la
"democracia en general". Por ello el problema más importante no se reduce a un
pronóstico equivocado sino a un programa enteramente etapista para la
revolución política. Con la teoría-programa de la "revolución democrática"
se liquida también la revolución política, como tipo específico de revolución
que, siendo parte de la revolución permanente y socialista mundial,
combina la tarea del derrocamiento revolucionario de la burocracia
simultáneamente con la defensa de las bases sociales del estado obrero. Y
esto es verdaderamente grave. Si contra una dictadura militar en un estado burgués,
la política de ser parte del campo democrático con corrientes burguesas o pequeño-
burguesas lleva a la capitulación a la ‘reacción democrática’ con que la burguesía y
sus partidos, desvía la revolución y preserva los intereses del estado capitalista, por
encima de las formas que adquiere la dictadura del capital, sus regímenes; en un
estado obrero significa capitular a los que, como la burocracia, el
imperialismo y todas las fuerzas restauracionistas, quieren hacer retroceder
las conquistas del proletariado que significa la expropiación de la
burguesía, las bases sociales del estado obrero, ya que allí la reacción
democrática viene acompañada de una contrarrevolución social y
económica.
¿Qué diferencia hay, en principio, entre este gobierno de Lula que propone
la Convergencia y el de Mitterrand en Francia, Felipe González en España o
los tradicionales gobiernos socialdemócratas de Suecia.?
Segundo, con la excusa de "personificar" al gobierno obrero y campesino para
"hacerlo más concreto ante las masas", se llama al gobierno de los dirigentes
traidores y no de las organizaciones obreras y campesinas de masas, partidos
o sindicatos que ellos dirigen, el PT y la CUT en este caso.
Nosotros reivindicamos la tradición de haber levantado en Bolivia la consigna "Todo
el poder a la COB!" en el ‘52 y en el ‘85, contra los que como Lora agitaban la
fórmula abstracta de "dictadura del proletariado" y llamaban a construir "soviets",
desconociendo la forma real que había asumido el organismo de las masas obreras
en lucha que arrastraba a los campesinos, y había transformado el carácter rutinario
de las organizaciones sindicales, a pesar y contra Lechín. Reivindicamos la consigna
"Todo el poder a Solidaridad!" en Polonia del ‘80 (que no era un "gobierno de
Walesa", variante que se diera mas tarde poniéndose éste a la cabeza de los planes
restauracionistas en el estado obrero polaco), ya que esa consigna expresaba la
lucha porque ese organismo, que unificaba a las masas en lucha superando los
estrechos límites de un sindicato, se extendiera a los soldados y se armara, a pesar y
contra Walesa.
Rechazamos la posición de los sectarios que se negaban a levantar estas consignas
aduciendo el carácter contrarrevolucionario de las direcciones de la COB y de
Solidaridad, justamente porque "Todo el poder a la COB" y "Todo el poder a
Solidaridad" era la mejor política para que los obreros rompan con Lechín y Walesa, y
nunca para alimentar ilusiones de las masas en ellos.
De la misma manera, Lenín les exigió a los mencheviques y los socialistas
revolucionarios, entre Febrero y Octubre del ‘17, "Romped con la burguesía, fuera los
10 ministros capitalistas", como táctica circunstancial, cuando estos eran la dirección
de los soviets y los llevaban a la conciliación con la burguesía participando en el
gobierno burgués de frente popular de Kerensky. Lo planteó como posibilidad de un
gobierno de esos organismos de obreros, campesinos y soldados que rompiera con
los capitalistas, y no como un "gobierno de Tseretelli". Aun peor, la CS está
embarcada en la lucha por que la fórmula del PT para las elecciones del ‘94 sea Lula-
Osmarino (este último un importante dirigente campesino integrante del PSTU).
"Nuestra propuesta es que Osmarino sea el candidato a Vice presidente, al lado de
Lula, en el sentido de personificar la alianza entre los trabajadores de la ciudad y el
campo, entre el proletariado y el campesinado, contra el conjunto de la burguesía"
(38)
No nos negamos a levantar una táctica electoral que exprese una alternativa de
clase, pero con esto la consigna de ‘gobierno obrero y campesino’ fue simplificada
(despojada de todo su contenido revolucionario) por la CS hasta ser, convertida en
una fórmula presidencial,... y ni siquiera levantando la mínima exigencia de que sea
la CUT, en congreso de delegados de base, la que vote esa candidatura y su
programa!
EL FUR
Todas las tendencias de la LIT adoptan como suya la política votada en su congreso
del ‘85: el FUR, Frente Unico Revolucionario.
Tal orientación fue presentada en ese congreso, como una "táctica para construír
partidos revolucionarios". Curiosamente, casi una década después se la sigue
presentando como una táctica con lo que estaríamos en presencia: o de una
estrategia o de una táctica para toda una etapa, es decir de la negación de una
táctica.
Un revolucionario honesto puede ver en la política del FUR una vía parta dar pasos en
la superación de la crisis de dirección revolucionaria del proletariado.
Lo cierto es que cada sección de la LIT, reivindica para sí esta "táctica" para hacer
con ella lo que quiera. Hace unos años en México y Colombia , se las utilizó para
capitularle a una corriente populista de la barrialista mexicana América Baroa, y a las
corrientes pequeño-burguesas guerrilleristas colombianas en ‘A Luchar’, tan es así
que esas corrientes terminaron arrastrando al guerrillerismo a un sector de la
dirección del PST colombiano.
Esta política no sirvió para construir partidos revolucionarios, porque sencillamente
se capitulaba a esas organizaciones. Según lo definió Moreno en el "Informe al I
Congreso" de la LIT: "El Frente Unico Revolucionario es la unidad de todos aquellos
que levantan la revolución contra el régimen capitalista".
A ellos se les proponía "un programa mínimo revolucionario". Es decir, a
organizaciones guerrilleras, maoístas o filo-stalinistas, que tienen el método
acostumbrado en la guerrilla de liquidar físicamente a los opositores internos, se les
proponía un programa "mínimo" de definiciones generales "contra el régimen
capitalista", ¿y què definción se les exigía en relación al stalinismo y al castrismo que
estaban liquidando la revolución centroamericana? Por más que a esto se le agregue
mucha "propaganda socialista", es una claudicación. El programa del FUR es
"mínimo" pero no es revolucionario. El programa "mínimo" se delimita de la
burguesía y sus partidos pero no es revolucionario porque no se separa de los
agentes de la burguesía en el movimiento obrero.
Para ver hasta dónde puede llevar esta política queremos detenernos en el caso de
la sección de la LIT en Brasil. Convergencia Socialista ha iniciado, desde las
movilizaciones del ‘92, un acelerado curso hacia la derecha. Hoy, dice "la utilización
de la táctica del FUR puede tener más posibilidades de concretarse en este proceso
que estamos viviendo hoy, que antes. Estamos caracterizando una recomposición del
movimiento de masas en sus inicios, desde el derrocamiento de las dictaduras en el
Este. Es probable que ahora vayamos a encontrar más sectores de vanguardia en
ruptura con los aparatos y viniendo a posiciones revolucionarias que antes"(42). Y se
lanza a la constitución del FUR hecho partido, el PSTU brasilero (Partido Socialista de
los Trabajadores Unificado).
En síntesis, CS dice algo así como "antes, cuando existía el stalinismo, era más dificil
concretar el FUR" , lo que ya es todo un balance de la claudicación del FUR que
"concretaron" entonces. Luego afirma que ahora, "desde la caída de las dictaduras
del Este (hay) más sectores de vanguardia en ruptura con los aparatos y viniendo a
posiciones revolucionarias...".
Convergencia transforma la tendencia general al debilitamiento de las mediaciones,
por la caída del stalinismo como aparato mundial, en una ley absoluta. Recaen así en
la concepción de "vacío de dirección". ¡¡¡Dicen esto mientras construyen un partido
único con burócratas sindicales de la CUT!!!
La Convergencia ha firmado una Carta de "principios" con las corrientes componentes
del FUR-PSTU. No hay en ella una sola mención a la lucha contra los aparatos
contrarrevolucionarios concretos que actúan en Brasil. No existe un pronunciamiento
alrededor de la burocracia del estado obrero cubano, ni de su rol
contrarrevolucionario en el continente. No se nombra al Foro de San Pablo, donde
participa no sólo el PT, sino todos los stalinistas "aggiornados", castristas y
socialdemócratas de Latinoamérica. La Carta de "Principios" no se define alrededor
de nada de esto, en realidad para dejar la puerta abierta a todos esos sectores.
Toda la cháchara sobre la política del FUR para construir un partido revolucionario se
demuestra como lo que es. El PSTU es el puente que lleva de la Convergencia a un
partido de tipo "poumista" con los restos del stalinismo "aggiornado" como el PLP, filo
castristas como la Liga y sindicalistas de todo pelaje.
En España en 1931, el POUM de Andrés Nin, firmó con la Federación Catalana, la
Declaración del llamado "Bloque obrero y campesino". El parecido entre el accionar
del POUM y el de la Convergencia es asombroso. Aquella declaración del POUM, igual
que la carta de "principios" del PSTU , no se delimitaba de los aparatos reformistas.
La crítica de Trotsky entonces, fue: "El Partido Socialista no ha sido mencionado en la
declaración. No se dice, tampoco, ni una palabra sobre los anarcos sindicalistas,y el
partido comunista oficial ni se lo nombra, se diría que el ‘bloque obrero y campesino’,
se apresta a actuar en el vacío"(43).
Como sabemos el POUM terminó apoyando al Frente Popular. Esto no lo inhibió de los
ataques de la GPU stalinista. En el ‘37 Trotsky dice: "Si el POUM cayó víctima de una
represión engañosa y sangrienta, es porque el Frente Popular no podía cumplir con
su misión de sofocar la revolución socialista, como no fuera abatiendo a su propio
flanco izquierdo" (44).
En otro capítulo de este trabajo vimos como la CS, que tiene hegemonía en el PSTU,
se inclina peligrosamente a una política de capitulación a un probable gobierno de
Frente Popular, encabezado por Lula en Brasil. ¿tendrá la CS-PSTU el mismo trágico
destino del POUM de Nin? ¿Habrá iniciado la CS con el PSTU un curso a seguir por la
LIT en la construcción de partidos de tipo poumista?
Sólo la lucha resuelta de una fracción por el trotskismo en la LIT, puede frenar el
curso de Convergencia, hoy la máxima expresión de una política que le cede a las
direcciones reformistas.
Nuestra Fracción Internacionalista, considera imprescindible en el camino de la
reconstrucción de la IV, tener políticas de bloques con agrupamientos centristas que
evolucionen hacia la izquierda, que puedan llevar a posteriores fusiones principistas.
Trotsky y la Oposición de Izquierda Internacional, en el año 1933, junto a tres
partidos obreros centristas, firmó lo que se llamó "la Declaración de los Cuatro" y
constituyó el "Bloque de los Cuatro".
¿Cómo fue esa política de los fundadores de la IV Internacional?
El método de Trotsky no tenía nada que ver con el de la LIT y su FUR. Por empezar la
Oposición de Izquierda no firmó ningún programa "mínimo" sino que firmó sólo una
declaración que se comprometía a "elaborar un manifiesto programático que sea la
base principista de la nueva Internacional". En segundo lugar, la declaración llamaba
a la formación de una nueva Internacional, sobre bases principistas y no a un
agrupamiento centrista con esas organizaciones. Y por último lo más importante,
nada de declaraciones generales sobre el régimen capitalista y la revolución en el
sentido de la LIT, la propia declaración incluía definiciones contundentes en relación a
los aparatos contrarrevolucionarios: la II Internacional Socialdemócrata y la
Comintern Stalinista. ¿Qué tiene que ver esto con el frente sin principios del FUR de la
LIT?
¿Cuál es la posición de las corrientes de la LIT?¿Están con el método que
Trotsky aplicó en el "bloque de los cuatro" como política para reconstruir la
IV Internacional o con el FUR de Moreno que no se delimita de los aparatos
contrarrevolucionarios y lleva a la licuación del trotskismo en
agrupamientos centristas?
Finalmente para tal teoría y programa, tales partidos y política de construcción
internacional. La de la LIT es una política centrista que no combate
consecuentemente a los aparatos contrarrevolucionarios en el seno del movimiento
obrero, con una estrategia de reconstrucción de la IV Internacional.
En el llamado que hacemos al Comité Ejecutivo Internacional de la LIT ,
pedimos la admisión de nuestra corriente, la Fracción Internacionalista (FI),
en las discusiones pre-Congreso y en el Congreso de la LIT. Nuestra
intención: reagrupar a los que quieran luchar porque ésta se transforme en
una tendencia internacional al servicio de la reconstrucción de la IV sobre
bases principistas. Nuestro objetivo: unir a las alas izquierdas del
movimiento trotskista en un Movimiento por la Reconstrucción de la IV
Internacional expurgada de revisionistas. En este trabajo, hemos intentado
fundamentar teórica y políticamente, lo que para nuestra corriente serían
las bases principistas para ese agrupamiento dentro de la LIT.
NOTAS:
(1) "Tesis sobre la nueva época", Socialismo Revolucionario.
(2) Nahuel Moreno, "Escuela de cuadros" - Argentina, 1984. Crítica a las Tesis de la
Revolución Permanente de Trotsky, pág. 39.
(3) Nahuel Moreno, "Revoluciones del siglo XX", pág. 53.
(4) Idem 1
(5) Idem 1
(6) Idem 3
(7) León Trotsky, "Problemas de la revolución italiana", Escritos, 1930.
(8) León Trotsky, "La revolución permanente", Edit. Yunque, pág. 29.
(9) León Trotsky, "A dónde va Francia", Edit. JP Editor, pág. 11.
(10) Idem 3, pág. 51.
(11) Idem 3, pág. 56.
(12) León Trotsky, "España, última advertencia" - La lección de España.
(13) Idem 12
(14) Idem 12
(15) Idem 12
(16) Idem 12
(17) Idem 2, págs. 107-108.
(18) Idem 7
(19) Idem 7
(20) León Trotsky, Tesis 5ta. de la Teoría de la Revolución Permanente.
(21) Idem 20, Tesis 8va.
(22) Idem 8, pág. 25
(23) Idem 8, pág. 25
(24) Idem 20, Tesis 11va.
(25) Idem 2
(26) Extraído de la correspondencia entre Trotsky y Preobrajenski de "La era de la revolución
permanente", recopilación de Ernest Mandel.
(27) Idem 26
(28) Idem 26
(29) Idem 26
(30) Idem 26
(31) Idem 3, pág. 28
(32) León Trotsky, "La revolución española".
(33) Correo Internacional de la LIT, Nro. 44, pág. 17.
(34) León Trotsky, "La independencia de Ucrania y el confusionismo sectario", Escritos, 1939.
(35) Programa de Transición de la IVª Internacional, Ediciones Crux, pág. 63.
(36) Idem 35
(37) Idem 35, pág. 59
(38) "Ante el proyecto de tesis sobre el Frente Popular", Convergencia Socialista, Boletín
Internacional de la LIT.
(39) Idem 35, pág. 62
(40) Idem 1
(41) Idem 12
(42) "Sobre el PSTU", Convergencia Socialista, Boletín Internacional de la LIT
(43) Idem 12
(44) Idem 12