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La Revolución Industrial (I)

El gran cambio económico conocido como Revolución Industrial fue un hecho


trascendental en el mundo contemporáneo. Supuso el tránsito de una sociedad agraria a
otra industrial y urbana, consolidó el capitalismo y el poder de la burguesía y dio lugar a la
aparición del proletariado.

Factores desencadenantes
La Revolución Industrial nació en Inglaterra en el último tercio del siglo XVIII y a lo largo
del siglo XIX se extendió al resto de Europa, Estados Unidos y Japón.

Los factores que desencadenaron el cambio económico fueron:

 La revolución agrícola que se había iniciado en el siglo XVIII (ver t36).


 La disponibilidad de capitales provenientes del comercio y del campo, que se
aplicaron al desarrollo del maquinismo, o producción fabril mediante máquinas.
 La revolución demográfica iniciada en la segunda mitad del siglo XVIII, como
consecuencia de la mejor alimentación y los avances de la medicina. Originó
importantes movimientos migratorios, del campo a la ciudad y de Europa hacia
América y las distintas colonias ultramarinas. Además, tuvo dos consecuencias
importantes:
o El aumento del número de consumidores para los productos
industriales (crecimiento de la demanda), lo que estimuló la producción.
o La aparición de una mano de obra abundante y barata para la
industria: el proletariado.

Innovaciones técnicas
Con la Revolución Industrial el taller artesanal desapareció para dar lugar a la fábrica,
gran centro de trabajo en donde la producción en serie se llevaba a cabo
mediante máquinas manejadas por obreros.

 La máquina de vapor permitió utilizar una nueva fuente de energía para mover


los engranajes de las máquinas en las fábricas. Su inventor fue James
Watt (1736-1819), quien la patentó en 1769.
 En el sector textil (ver t36), pionero de la Revolución Industrial, la capacidad
productiva se multiplicó gracias a las nuevas máquinas, entre las que destacaron:
o La lanzadera volante de Kay, que multiplicó el rendimiento de las
máquinas manuales en la industria del algodón.
o La hiladora Mule-jenny de Cropmton, que hilaba con energía
hidráulica.
o El telar mecánico de Cartwright, movido por vapor.
 En la agricultura, una de las principales innovaciones fue la segadora
mecánica, con la que dos hombres podían realizar el trabajo de veinte segadores,
incrementando la productividad del trabajo agrícola.
 En la metalurgia, Darby introdujo el empleo del carbón de coque; Cort inventó
el sistema de laminación del hierro y Bessemer el convertidor de hierro en acero.

La revolución de los transportes


El invento de la locomotora de vapor por el inglés George Stephenson (1815) vino a
incrementar la importancia del proceso industrial en marcha.

La revolución de los transportes fue consecuencia de la aplicación de la máquina de vapor


al ferrocarril y a la navegación, junto con las nuevas posibilidades técnicas de la
metalurgia en la fabricación de rieles para las líneas férreas y cascos de acero para los
barcos.

Locomotora de George Stephenson (modelo de 1825).

El uso del ferrocarril y del barco de vapor tuvo consecuencias importantes:

 Permitió intercambios comerciales con mercados cada vez más lejanos y


extensos.
 Facilitó los grandes movimientos de población entre el campo y las ciudades y
entre las metrópolis y las colonias ultramarinas.
 Impulsó la minería y la industria y alentó la inversión de capital gracias al
enorme incremento de la capacidad de carga.

La máquina de vapor de Watt.

La Revolución Industrial (II)


Desde Inglaterra, la Revolución Industrial se extendió a los países más avanzados, dando
lugar a grandes cambios demográficos y sociales. Junto al enriquecimiento de la
burguesía, grandes masas de trabajadores asalariados se concentraron en los barrios
industriales, frecuentemente en condiciones infrahumanas.

La expansión de la Revolución Industrial


Inglaterra se convirtió en el modelo de desarrollo industrial para los demás países,
primero las potencias europeas y Estados Unidos, y luego el resto del mundo. Cada país
realizó la Revolución Industrial de acuerdo con sus propias circunstancias. A principios del
siglo XIX iniciaron la industrialización:

 Bélgica, cuyo desarrollo se vio favorecido por la legislación liberal introducida


tras la ocupación francesa (1792).
 Francia, donde el poder de la burguesía se consolidó durante la monarquía de
Luis Felipe de Orleans (1830-1848) y el Segundo Imperio (1852-1870).
 Alemania, gracias al Zollverein o unión aduanera entre los distintos estados,
promovida por Prusia (1834).
 Los Países Bajos, importante centro de la industria textil, el comercio y las
finanzas desde siglos atrás.
 Suiza, con una larga tradición en la industria textil, la fabricación de relojes y la
banca.
En la Europa mediterránea y en Rusia la industrialización se inició con retraso y con
mayores limitaciones.

Huelguistas en el centro hullero y metalúrgico de Le Creusot (Francia).

Cambios demográficos
A lo largo de todo el siglo XIX, el crecimiento económico se vio acompañado de otro
fenómeno, no menos espectacular, que le sirvió de base: el constante aumento de la
población europea, continuación de la revolución demográfica iniciada en el siglo anterior.

 En Inglaterra, cuna de los cambios económicos, la población pasó de seis


millones y medio de personas en 1750 a catorce millones en 1831.
 En el resto de Europa, el crecimiento demográfico fue del 50 % entre 1730 y
finales del siglo XVIII, y a lo largo del siglo siguiente se aceleró, pasando de cerca
de 187 millones de habitantes en 1800, a 266 en 1850, y a 400 millones en 1900.
Las causas fundamentales de este incremento de la población fueron:

 El fuerte aumento de la producción agrícola, que mitigó la amenaza del hambre.


 La mejora de las condiciones de vida, con la introducción de nuevos
hábitos higiénicos.
 Los grandes avances de la medicina, que redujeron drásticamente la incidencia
de las enfermedades y, con ello, la tasa de mortalidad.
La explosión demográfica dio lugar a un enorme crecimiento de las ciudades, donde se
concentraban las actividades industriales, comerciales y crediticias.

Capitalismo y sociedad
La Revolución Industrial representó el triunfo del capitalismo como sistema económico
sobre la economía tradicional del Antiguo Régimen, heredada del feudalismo.

Las sociedades anónimas y los bancos fueron las instituciones encargadas de


proporcionar el capital que necesitaban las empresas para comprar materias primas y
máquinas, construir instalaciones fabriles y pagar los salarios de numerosos obreros.

El desarrollo del capitalismo originó varios procesos:

 La producción en cadena, fruto de la racionalización industrial, para aumentar la


rapidez y el volumen de la producción en las fábricas.
 La concentración industrial, en zonas geográficas situadas en torno a minas de
carbón o a centros productores de materias primas.
 La concentración económica, a partir de 1870, mediante la agrupación de todas
las industrias dedicadas a productos similares. Así nacieron los trusts o cárteles.
El capitalismo configuró una división de la sociedad en dos clases principales:

 Los capitalistas o burgueses, dedicados a dirigir las empresas o a invertir su


dinero en ellas a cambio de un beneficio.
 Los obreros o proletarios, hacinados en los barrios surgidos junto a las fábricas
y obligados a trabajar durante larguísimas jornadas a cambio de salarios escasos.

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