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Análisis y recuento de la campaña electoral y

resultados de cara a la presidencia del Perú 2011-2016.


A las ocho de la noche del 10 de abril, la ONPE presentó resultados a un
18,2% de las actas contabilizadas, los cuales posicionaban a Ollanta como
candidato a la segunda vuelta con el 26,5% y a PPK con un equivalente de
24%. Horas antes, las encuestadoras Ipsos APOYO y CPI coincidían en sus
conteos muestrales, que colocaban a Ollanta con un 31% de los votos; a Keiko,
con un 23%; y a PPK, con un 19%. Independientemente de cómo han variado
los resultados en estos días, algo se deja entrever: con la opción Humala en el
primer lugar, la situación socioeconómica en el Perú no parece haber cambiado
en lo sustancial desde el segundo arribo de García a la presidencia.

El Perú del último quinquenio ha estado definido por una política económica
generosa a las inversiones privadas (tratados de libre comercio, exoneración
tributaria a las mineras, fomento de la exportación, decretos legislativos para el
uso de recursos naturales sin consulta popular previa) y huraña a las
demandas de los sectores más pobres; en otras palabras, por una
desarticulación entre el crecimiento económico y el bienestar de vida de miles
de peruanos, siendo transversales los casos de corrupción y la aparición de
acaloradas movilizaciones campesinas e indígenas. Hemos sido testigos de
unos conflictos sociales que según información de la Defensoría del Pueblo,
han provocado la suma de 80 muertos y 1200 heridos en los últimos tres años 1.
Entre ellos, el “Baguazo” (5 de junio del 2009) fue el que más alarma suscitó en
la opinión pública, no solo por la muerte de 24 policías y 11 nativos, sino por la
sorpresiva aparición de los grupos amazónicos a que obligaron los desaciertos
de la política económica peruana.

El período 2006-2011 ha tenido en la minería a su sector predilecto, que no


sorprende si consideramos que la actividad extractiva ocupa el primer lugar en
el PBI nacional. Ello, sin embargo, ha conllevado a que una gran parte de los
conflictos sociales en el Perú tengan una estrecha relación con demandas
socioambientales, que representan más o menos del 50% de los conflictos
desde el 20082.

La misma Defensoría informa que Ancash, Puno, Cajamarca, Cusco, Junín,


Lima, Piura y Ayacucho son los departamentos con mayor incidencia de
conflictos sociales de los últimos tres años. De acuerdo a ello, cabe precisar
que según datos de la ONPE, algunas de estas regiones sobrepasaron el 50%
en sus votos concedidos a Humala3.

1
De acuerdo al testimonio de Rolando Luque, responsable del área de conflictos sociales de la
Defensoría del Pueblo, en una entrevista de Enlace Nacional. Puede consultarse en
http://derechoshumanos.pe/2011/01/25/defensoria-hubo-80-muertos-y-1200-heridos-por-
conflictos-sociales-en-ultimos-3-anos/
2
Según informes de la Defensoría, el promedio mensual para el 2010 fue de 252, con una
representatividad del 49,2% de los conflictos socioambientales; durante el 2009 se tiene 261
conflictos por mes, con un 47,5% debido a factores socioambientales; para el año 2008, 140
fueron los conflictos por mes, 76 (54,3%) de los cuales se debieron al factor socioambiental.
3
Al 98% de las actas contabilizadas, Humala alcanza el 62,6% de los votos en Puno; en
Cusco, el 61,5% al 84% de las actas; en Ayacucho, el 57,7% al 87%.
Según la misma institución al 95,5% de actas contabilizadas, en Lima
Metropolitana el líder de Gana Perú obtiene el tercer lugar con 20,4% de votos
válidos, antecedido por Keiko Fujimori, quien acumula un reñido 21,5%. Los
datos son novedosos si tenemos en cuenta que en la capital de Lima las
preferencias acostumbran a orientarse por candidatos de derecha 4. En la tabla
siguiente, se muestra el mapa electoral por departamentos.

Tabla 1:
Perú: resultados electorales 2011 por departamento (solo dos candidatos en
punta).

Ollant
Departamentos Keiko PPK Toledo % a.c.*
a
Amazonas 40,2 32,4 96
Ancash 31,3 28,1 92
Apurimac 51,3 26,4 95
Arequipa 47,8 25,9 98
Ayacucho 57,7 23,5 87
Cajamarca 31,4 34,2 93
Callao 21,4 28,6 93
Cusco 61,5 13,1 84
Huancavelica 55,4 18,6 97
Huánuco 44,0 20,9 90
Ica 31,0 27,7 96
Junín 38,1 26,7 97
La Libertad 24,7 28,6 93
Lambayeque 26,9 27,8 97
Lima 22,7 26,8 95
Loreto 28,5 34,5 73
Madre de Dios 51,3 18,7 96
Moquegua 47,8 20,4 98
Pasco 30,4 30,8 98
Piura 31,1 32,0 95
Puno 62,6 15,6 98
San Martín 35,1 34,9 90
Tacna 57,1 18,2 98
Tumbes 27,8 35,7 95
Ucayali 39,6 29,9 87
Total 31,9 23,4 18,5 15,4 94

Fuente: ONPE, 2011.


* a.c.: actas contabilizadas

Es interesante observar, además, que tres de los ocho departamentos más


pobres (FONCODES, 2006) otorgan una fuerte aprobación electoral a Humala,
como son Apurimac (51,3%), Huancavelica (55,4%) y Huánuco (44,0%). En el
segundo quintil de pobreza, dos de los cinco departamentos más pobres
votaron por Humala, a saber: Cusco (61,5%) y Puno (62,6%) 5. A estos altos
4
De hecho, el voto obtenido por Luis Castañeda, ex alcalde de Lima, totalizó un 13,3% al
95,5% de a.c.
5
Los indicadores de pobreza que usa FONCODES son: a) gente que no cuenta con servicios
de agua, luz y desagüe; b) analfabetismo en mujeres de 15 años a más; c) porcentaje de niños
menores de 12 años; d) desnutrición crónica en niños de 6 a 9. Se sugiere consultar el portal
porcentajes, que no han registrado los demás candidatos incluso en los
departamentos donde alcanzan ventaja, se suman los correspondientes a
Ayacucho (57,7%), Tacna (57,1%), Madre de Dios (51,3%), Arequipa (47,8%) y
Moquegua (47,8%).

Si bien queda procesar una gran parte de los votos emitidos desde el exterior,
son claras las diferencias con los anteriores resultados. De esta manera, en el
continente americano, al 83,7 de a.c., Keiko se encuentra en el primer lugar
con un 30,8% de votos válidos; 30,3% corresponde a PPK; y 14,4% a Humala.
En el continente europeo, al 84,2% de a.c., PPK lidera con un 25,3% de votos
válidos; Keiko, con un 21,7%; y Ollanta, con un 13,4%. En Asía, al 91,2% de
a.c., Keiko, PPK y Humala obtienen un 54,6%, 30,3% y 4,5%, respectivamente.

De la crisálida radical al lepidóptero moderado.

Es evidente que el manejo de imagen y discurso que ha tenido Humala –frutos,


seguramente, de la asesoría que ha recibido de sus dos asesores brasileños,
Luis Favre y Vladimir Garreta– le ha servido a sus propósitos de captar un
abanico más amplio del electorado nacional. Humala inició su campaña con un
spot navideno que no dejó de llamar la atención por el inédito cuadro que
mostraba a un Humala más familiar y armonioso. Semanas después, posó ante
las cámaras con rosario en mano y solicitó a Chávez no entrometerce en la
jornana electoral.

Humala, sin embargo, no ha logrado hacerse con algunas limitaciones que han
acompañado a su campaña, como el escueto honor que le hace al prototipo de
un verdadero líder. Si bien Ollanta representa para muchos el símbolo del
cambio en el Perú, no irradía un carisma que corresponde al tipo de candidato
con una real convicción de lo que afirma; aparenta, en ocasiones, ser el
portavoz de un equipo de asesores y ex funcionarios que piensan por él pero
que lo entienden imprescindible como pieza para llegar al poder, dado el sólido
apoyo popular con que cuenta en las regiones del centro y sur.

Por otro lado, el “maquillaje” de Humala –como lo calificó Fernando Rospigliosi


en una entrevista a CNN– le ha llevado a trastabillar en la aclaración de
aquellos puntos de su plan que abren sospechas, acertada o erradamente, de
jaque a la inversión privada –por ejemplo, cuando se discute el tema de la
nacionalización de la economía peruana y la creación de una compañía de
telefonía pública.

A pesar de ello, Humala ha colgado la camiseta roja y se ha puesto el terno de


la moderación, ha dialogado alturadamente con el cardenal Cipriani y evitar
relaciones con un Hugo Chávez; ha sabido, en definitiva, hacer amagues de
marketing político sin haber comprometido la preferencia del amplio grupo
poblacional que le otorga fuerte apoyo.

Pero el “nuevo” rostro de Humala, como era de esperar, no convence a sus


opositores directos, a una parte de la sociedad civil ni a la prensa. Esta última,

wev http://blog.pucp.edu.pe/item/5651/ubicando-a-la-pobreza-el-nuevo-mapa-de-foncodes.
premeditada o automatamente, ha difundido un contenido antihumalista que
sienta las bases para orientar el voto a un solo camino, más o menos dirigido a
un candidato que parecía reunir la promesa del crecimiento económico: Pedro
Pablo Kuczynski. Ciertamente, los medios no han querido poner las manos al
fuego por una candidata que no escatimado esfuerzos en defender a capa y
espada el nombre de su padre, sentenciado a 25 años de prisión por autoría
mediata en cuatro casos de violación a los derechos humanos durante su
mandato (1990-2000).

La mediatización de los candidatos: extravagancias y esferas privadas.

Ha sido interesante notar cómo, a la par de los ridículos mediáticos de


Kuczynski, su ranking electoral sacaba ventajas a los restantes contendores,
en especial Lucho Castañeda y Alejandro Toledo. PPK visitó las instalaciones
de “Lima Limón” de América Televisión, programa televisivo a cargo de la
conductora Johanna San Miguel que es transmitido en un horario peculiar de
audiencia: la hora del almuerzo familiar. PPK gastó bromas y respondió a las
pícaras preguntas de Johanna; afirmó dormir “calato” e hizo una serie de
alusiones con marcado sabor erótico.

Por su parte, Magaly Medina asistió al domicilio de PPK para seguir con una
línea de entrevistas a los candidatos presidenciales más populares. En esta
oportunidad, PPK se mostró inéditamente jovial emulando el cacareo de una
gallina en su cocina, entre otros ademanes y muecas que llegaron al nivel de lo
absurdo. “Oye, ¿te vas a comer mi huevo o no?”, fue una de las atrevidas
preguntas que le hizo a la conductora al terminar de preparar un par de huevos
revueltos.

PPK también fue invitado al programa “La noche es mía” de Carlos Carlín, en
cuyo sketch “El confesionario de Carlín” arremetió diciendo: “Me quiero
confesar, pero no me jodas”. La entrevista con Carlín fue una de las más
dinámicas que pudiera hacerse a un candidato de la actual campaña, y
palabras como “mierda”, “huevón” y, obviamente, “huevos”, no estuvieron
ausentes.

El carisma del candidato de Alianza por el Gran Cambio, no obstante, comenzó


a tomar impulso gracias a la popularidad que le dio una entusiasmada señora
del Callao al tocarle orondamente los genitales y que fue una anécdota
recurrente en los medios de entretenimiento y prensa donde era llamado.

Con menos extravagancias, Magaly Medina charló con Lucho Castañeda,


Alejandro Toledo, Keiko Fujimori y Ollanta Humala en sus respectivas
residencias. Aunque en las cincos entrevistas la conductora evitó dar pie al
proselitismo político directo, la sutil diferencia con PPK es que en las restantes
se proyectó la imagen sobria de los candidatos, dando posibilidad a que el
público televidente confunda la esfera privada (asociada a lo humano, puro y
sensible) con la pública (asociada al poder en el sentido más peyorativo del
término); y concluya reforzando o redefiniendo sus intenciones de voto.
Kuczynski, por su lado, ha llamado la atención por su manera de vanalizar a su
ser extraordinario. Primo hermano del director de cine francés Jean-Luc
Goddard y pariente de un Nobel de Medicina, PPK descendió del Valhalla para
darnos una muestra de su procaz y embarazoso sentido del humor, ganar
adeptos y dar un salto con garrocha en las encuestas.

Ollanta, Keiko y PPK: conociendo la configuración de las preferencias


electorales.

El crecimiento de la última década ha generado en la población la fijación por la


seguridad del desarrollo económico, a pesar de que la riqueza no se ha
refractado en mejoras inmediatas. La propaganda aprista ha sido
indiscutiblemente clara: el Perú atraviesa uno de sus mejores episodios
económicos, o sea el “banco de oro” ha comenzado a ser oportunamente
aprovechado. Aunque es indiscutible que el cambio no solo viene del uso de
recursos y materia prima, sino de la transformación del “mendigo” (capital
humano), el gobierno de García ha sacado provecho de los índices
macroeconómicos en la gestión de publicidades que difunden en boca de
campesinos las bondades de la exportación y la minería. “El Perú avanza”, reza
el slogan oficial que ha pretendido silenciar arteramente el hocico del rabioso
“perro del hortelano”.

En pocas líneas, la influencia de toda esta propaganda ha sabido hacerse de la


conciencia de los grupos de prensa y la sociedad civil para sembrar un rechazo
a todo lo que se oponga o parezca oponerse al modelo de estabilidad
económica nacional. Kuczynski, el superhombre que por sus extravagancias no
fulminó su aura de profesional economista, se aperturó como el mejor
representante de este continuismo6.

Pero PPK tenía que competir con los efectos colaterales que el huraño modelo
económico habría de generar. Desde un lado, un sector simpatizante a la
prédica naionalista; desde el otro, una parte de la población cautivada por el
populismo y la lucha contrasubversiva de Alberto Fujimori. Esta última
comparte con el bloque nacionalista el hecho de reunir una población adulta y
rural. Aun así, el fujimorismo no parece tener una lectura actual de la realidad
peruana desde el momento en que sus representantes partidarios y
simpatizantes se aferran en el Edén de la estabilidad social y antisubversiva de
los años noventa, que no fue sino de antimovilización y compra de conciencias.

De cara a los comicios del 5 de junio, la disconformidad con los resultados ha


exhibido el defecto de no tolerar aquello que confronta los intereses del propio
votante, quien se ha visto tentado a arribaciones floclóricas. Se teme, así, el
retorno de un gobierno velasquista o el entreguismo ideológico al chavismo por
el tema de las estatizaciones, cierre de canales y permanencia en el gobierno
por años. Se piensa, desde otro lado, que la década del noventa, similiar a la
chavista por el control de canales y el legislativo, así como por el
entornillamiento de su mandatario en el poder, tendrá en Keiko al ave fénix del
fujimorismo. Sin embargo, estos temores nos hacen olvidar la experiencia de
un ejemplar proceso de sentencia y judicialización del 2009 y que, de

6
El merchandise de pulseras y peluches, como la comunidad del PPKuy, los PPKausas y los
PPKids, debieron haber tenido un impacto en la orientación del voto en ls personas al sintonizar
con un tipo lúdico, fresco y amigable de propaganda.
antemano, advierte a todo mandatario estar expuesto a la justicia en caso de
haber cometido excesos en el ejercicio de su funciones.

Por otro lado, la presión de la ciudadanía en las calles, con el “Baguazo” aún
como una herida abierta, serán acaloradas y darán un mensaje directo a aquel
gobierno que se zurré en los intereses de los grupos. Deberá, así, reajustar
políticas que afecten a los sectores en conflicto, como se logró hacer en el caso
de los decretos legislativos 1015 y 1073.

Steep Romaní Zamudio

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