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CICLO KAFKA: VISIONES Y SUEÑOS

SALA VALLE-INCLÁN
02.06.08 > 05.06.08

Considerado como uno de los escritores más


influyentes en la literatura universal
contemporánea, Franz Kafka, autor, entre otras
novelas, de El proceso, La metamorfosis y
América, protagoniza estas jornadas que se
desarrollarán entre el 2 y el 5 de junio en el CBA.

PROGRAMA
2.06.08
Josef Cermak: Praga en la época y en la obra de
Franz Kafka

3.06.08
Niels Bokhove: Kafka y las artes visuales
Lectura de poemas de Kafka a cargo de Marijke
van Dorst

4.06.08
Jorge Alemán: Kafka ante la ley

5.06.08
Jordi LLovet: Don Quijote, Kafka y el futuro de
la novela
MINERVA 09
GELMAN, PINTER,
GAMONEDA, GOETHE,
LUKÁCS, KAFKA,
DALTON TRUMBO,
CHEMA MADOZ,
ROSSANDA, AMOS
GITAI, JACCOTTET,
GLORIA MOURE,
VILARIÑO, MALCOLM
LE GRICE, CRAIGIE
HORSFIELD, MICHEL
BAUWENS, GEERT
LOVINK, CORY
DOCTOROW, MUSSAPI,
JÚDICE, NORBRANDT

SUMARIO

Arte y narrativa

• Un nuevo espacio narrativo


Gloria Moure

Kafka en imágenes. Entrevista con


Niels Bokhove
Pilar García Velasco Kafka en imágenes
Entrevista con Niels Bokhove
• Dibujos y fragmentos Pilar García Velasco
Franz Kafka

El futuro Madrid
Silvia Perea

El mejor homenaje que un cineasta


puede hacer a su país es criticarlo.
Entrevista con Amos Gitai
Alberto Chessa
Kafka en imágenes
Entrevista con Niels Bokhove
Pilar García Velasco

Cuando se habla de Kafka, generalmente se alude a su universo literario; su vocación temprana


por el dibujo –en realidad, el joven Kafka deseaba ser dibujante, no escritor– es poco conocida.
¿Cuál es el origen de esa vocación?

Su interés por las artes visuales fue muy temprano, y surgió al contemplar en el escaparate de una
tienda dos cuadros que le resultaron fascinantes. En uno aparecía una pareja, un hombre y una
mujer, a punto de suicidarse juntos; en el otro, unos cazadores sorprendidos por un jabalí. Kafka
recordó estos dos cuadros durante toda su vida. Con quince o veinte años se interesó por el arte,
como muchos otros chicos de su edad, y cursó estudios de arte en la universidad, pero después
decidió seguir la carrera de derecho pensando, como muchos otros chicos de su edad, que así
mejorarían sus expectativas de conseguir un empleo.

Max Brod afirmaba en su biografía de Kafka: «Su pensamiento […] se construía en forma de
imágenes». ¿Qué vinculaciones concretas entre imagen y palabra podemos rastrear en su obra?

Un bonito y significativo ejemplo de la función de las artes plásticas en la prosa de Kafka es la


figura del pintor Titorelli en El proceso. Titorelli es un pintor de paisajes y también hace retratos de
jueces. Gracias a esa actividad tiene buenos contactos con la judicatura, un contacto que ansía
Josef K., protagonista de la novela. El pintor Titorelli aparece, pues, como figura de un hombre de
éxito, tanto a ojos de K. como del propio Kafka. En efecto, los estudiosos de la obra de Kafka
coinciden en que proyectaba en Titorelli su ideal de convertirse en un escritor exitoso y aceptado
socialmente.

En el libro Einmal ein grosser Zeichner se incluyen alrededor de cuarenta dibujos de Kafka que
usted y Marijke van Dorst han vinculado con un fragmento de texto específico del autor. ¿Cómo
fue el proceso de asignar un texto de la obra de Kafka a cada uno de los dibujos?

En el libro hay que diferenciar dos tipos de textos: por un lado están los que acompañaban
originalmente a los dibujos, y que no supusieron ningún problema, y por otro lado, y esta parte sí
entrañó algunas dificultades, están aquéllos que tuvimos que seleccionar a partir de la obra
completa de Kafka, procurando que el texto elegido sirviera para intensificar el dibujo y a la
inversa.

¿Se podrían considerar expresionistas los dibujos de Kafka?

Muchos de sus dibujos son simplemente bocetos que realizó en sus días de estudiante
universitario. Max Brod los recopiló y hoy no sabemos exactamente dónde están, quizás en Tel
Aviv, donde ha vivido la heredera de Max Brod, su última secretaria, que nunca permitió el acceso
a los dibujos. Pero volviendo a su pregunta, podemos decir que algunos son expresionistas, otros
se aproximan al absurdo… En cualquier caso, sería complicado calificar sus dibujos como
expresionistas. Lo mismo sucede con sus textos, difíciles de encuadrar, y con los que se produce la
misma discusión acerca de si cabe o no considerar a Kafka un escritor expresionista.

¿Mantuvo Kafka contactos con los artistas de su época?

Sí, alrededor de 1905, Max Brod facilitó a Kafka el contacto con el grupo Osma («Los Ocho») un
grupo de artistas plásticos de Praga al que pertenecía Emil Filla, entre otros. Brod mostró a los
miembros de este grupo varios dibujos de Kafka y les habló de su talento como dibujante: «Puedo
deciros el nombre de un gran artista, Franz Kafka». Fue en esos mismos años cuando Kafka
tomaría la decisión de dedicarse a la escritura, aunque siguió dibujando durante toda su vida.

Es curioso cómo las narraciones de Kafka han dado lugar a la imagen de un hombre
permanentemente triste y atormentado, algo que no parece corresponder con la alegría de vivir
que descubrimos en sus cartas y diarios: su interés por la natación, el remo, la gimnasia, el
nudismo etc. ¿Hasta qué punto cree usted que los personajes de Kafka han logrado reemplazar a
su propio creador en el imaginario colectivo?

No sabría decirlo; lo cierto es que hay dos caras en el carácter de Kafka: una es la alegre y
optimista, la que mostraba cuando se encontraba en público; pero hay otra cara, la interna, llena
de problemas y duras elecciones vitales, por ejemplo, entre la escritura y el matrimonio. Cuando
Kafka decide ser escritor y no seguir el negocio familiar, renuncia a tener una «vida normal», con
mujer e hijos.

También se ha generalizado la idea de que Kafka apenas salió de Praga; tendemos a imaginarlo
encerrado en su habitación, como si fuera Gregor Samsa, cuando lo cierto es que Kafka viajó
bastante. ¿Cree que sus viajes influyeron en su vida y en su obra?

Diría que no demasiado, al menos en su obra. Es cierto que en sus viajes visitó museos y pudo
observar de cerca la obra de numerosos artistas, pero apenas encontramos referencias a estos
viajes en su obra literaria. Y aunque visitó buena parte de Europa, Kafka siempre volvía a Praga.
Solamente al final de su vida, en 1923, decide ir a Berlín, donde vivirá con su última novia, Dora
Diamant.

Otro tema poco tratado en la obra de Kafka es el humor, la ironía, ese humour noir de Breton
como «revuelta superior del espíritu». ¿Tal vez también podemos encontrar ese humor en sus
dibujos?

La verdad es que nunca había pensado acerca del humor en sus dibujos. Hablar del humor en
Kafka es algo muy reciente, algo de lo que nadie había escrito hasta hace diez o quince años.
Siempre se hablaba del Kafka oscuro y pesimista, de lo absurdo, de la dificultad de su obra, pero
nunca del humor.

En estos momentos trabaja usted en un ensayo acerca de las mujeres en la vida y en la obra de
Kafka. ¿Cree que el «matrimonio con la literatura» de Kafka le impidió tener relaciones
duraderas con las mujeres?

Sí, lo creo. Kafka se enfrentó al dilema de seguir el negocio de su padre y fundar una familia o
convertirse en escritor, dos alternativas que consideraba excluyentes. En sus años de universidad
decidió tomar el camino de la escritura y se mantuvo fiel a esa elección durante toda su vida. Llegó
a comprometerse con Felice Bauer en dos ocasiones, y las dos veces rompió con ella con
argumentos poco sólidos.

Precisamente me gustaría preguntarle por Felice Bauer. Al leer los diarios de Kafka, nos
encontramos con instantes de gran ternura, seguidos por una terrible frialdad. Por ejemplo, en
la forma en que Kafka narra su primer encuentro con Felice para luego describirla, de manera
despectiva, como «una criada». Después de cinco años de correspondencia y tras romper su
relación, ¿qué huella cree usted que dejó Felice Bauer en él?

¡Debía de estar exhausto tras intercambiarse quinientas cartas! No, en serio: el crítico literario
alemán Marcel Reich-Ranicki dijo en una ocasión que Felice Bauer era una especie de buzón de
correos donde Kafka echaba las cartas. Puede sonar cínico, pero creo que también es realista.
Felice era sólo una persona a la que Kafka dirigía unas cartas con las que conseguía sacar las ideas
de su cabeza y de su casa: las ponía por escrito y las enviaba. Podríamos considerarlo una especie
de terapia. Por otro lado, las cartas son muy hermosas, son pura literatura. Y en cuanto a la huella
de Felice Bauer en la obra de Kafka, el personaje de Fräulein Bürstner de El proceso está inspirado
en ella.
La correspondencia de Kafka con Milena Jesenska parece, sin embargo, menos forzada, más
espontánea. ¿Estaba Jesenska más próxima a la sensibilidad del escritor?

Sí, ambos eran escritores. Su relación empezó cuando ella quiso traducir una de sus obras. Sin
duda Milena estaba más próxima al Kafka escritor que Felice Bauer. Pero, en cambio, había otros
impedimentos en su relación: Milena ya estaba casada. Además, tenían un carácter casi opuesto,
frente a la introversión de Kafka, Milena era una persona muy extrovertida. Rompieron tras dos o
tres años de relación

Tras visitar una exposición de Picasso, Kafka pronunció la famosa frase: «El arte es un espejo,
que se adelanta como un reloj –a veces–». ¿Cree que Kafka también se adelanta?, ¿tiene sentido
considerarlo una especie visionario?

Muchos ven en Kafka un profeta, alguien que anticipó la Segunda Guerra Mundial. Yo no lo veo
así. Daría la vuelta a la pregunta: afirmamos que el siglo XX es el siglo de Kafka pero, ¿cómo habría
sido el siglo XX si Kafka no hubiera existido?

CICLO KAFKA: VISIONES Y SUEÑOS


02.06.08 > 05.06.08
PARTICIPANTES JORGE ALEMÁN • NIELS BOKHOVE • JOSEF CERMÁK • MARIJKE VAN DORST •
JORDI LLOVET
ORGANIZA CBA
COLABORA CENTRO CHECO DE MADRID
Dibujos y fragmentos
Franz Kafka

En el sol vespertino
nos sentamos con la espalda doblada
sobre los bancos en los prados.
Cuelgan cansados nuestros brazos,
parpadean tristes nuestros ojos.

Y los hombres se pasean en traje


balanceándose en la grava
bajo este cielo inmenso
que desde las colinas a lo lejos
se extiende hacia lejanas colinas1.

In der abendlichen Sonne


sitzen wir gebeugten Rückens
auf den Bänken in dem Grünen.
Unsere Ärme hängen nieder,
unsere Augen blinzeln traurig.

Und die Menschen gehn in Kleidern


schwankend auf dem Kies spazieren
unter diesem grossen Himmel
der von Hügeln in der Ferne
sich zu fernen Hügeln breitet

Los dibujos, así como la selección de los textos de Kafka que los acompañan –con excepción del poema–, proceden del libro de Niels Bokhove y
Marijke van Dorst (eds.), Einmal ein grosser Zeichner. Franz Kafka als bildender Künstler [Utrecht, Vitalis, 2006], de próxima publicación en
castellano en la editorial Abada.
1
Traducción de Rafael-José Díaz.
Encerrado en el rectángulo de un vallado de estacas que no
ofrecía más espacio que un paso de ancho y otro de largo, me
desperté. Hay rediles parecidos en los que se mete por la
noche a las ovejas, pero no son tan estrechos. El sol caía a
plomo sobre mí, para proteger mi cabeza la apreté contra mi
pecho y me acurruqué allí, con la espalda encorvada.
[Diarios, 4 de julio de 1916]2

Eingesperrt in das Viereck eines Lattenzaunes, der nicht mehr Raum liess, als einen Schritt
der Länge und Breite nach, erwachte ich. Es gibt ähnliche Hürden, in die Schafe des
Nachts gepfercht werden, aber so eng sind sie nicht. Die Sonne schien in geradem Strahl
auf mich, um den Kopf zu schützen, drückte ich ihn an die Brust und hockte mit
gekrümmten Rücken da.
[Tagebuch, 4. Juli 1916]

2
Traducción de Andrés Sánchez Pascual y Joan Parra Contreras para el volumen Franz Kafka.
Diarios. Carta al padre. Obras completas II (edición dirigida por Jordi Llovet, Barcelona, Galaxia
Gutenberg-Círculo de Lectores, 2000).
Apenas has descrito nuestro encuentro en Berlín y ya he soñado con él […] Paseábamos
por la callejuela […] No íbamos del brazo pero estábamos incluso más cerca el uno del otro
que cuando se va del brazo. Dios mío, es difícil poner por escrito lo que se me ha ocurrido
para no ir del brazo, para no llamar la atención y sin embargo ir totalmente pegado a ti. […]
¡Cómo podría describirte la manera en la que paseábamos en mi sueño! Cuando uno va
simplemente del brazo, las extremidades se tocan sólo en dos puntos y cada uno mantiene
su independencia, sin embargo nuestros hombros se tocaban y nuestros brazos estaban
unidos en toda su longitud. Pero espera, lo voy a dibujar. Ir del brazo es así: [Dibujo 1] En
cambio nosotros íbamos así: [Dibujo 2]
[Carta a Felice Bauer, 11/12 de febrero de 1913]3

Kaum hast Du unsere Zusammenkunft in Berlin beschrieben, habe ich schon von ihr
geträumt. […] Wir giengen auch auf der Gasse spazieren […], wir giengen zwar nicht
eingehängt, aber wir waren einander noch näher, als wenn man
eingehängt ist. Ach Gott, es ist schwer, auf dem Papier die Erfindung zu
beschreiben, die ich gemacht hatte, um nicht eingehängt, nicht auffällig
und doch ganz nahe bei Dir zu gehn […]. Wie soll ich es also nur
beschreiben, wie wir im Traum gegangen sind! Während beim blossen
Einhängen sich die Arme nur an zwei Stellen berühren und jeder einzelne
seine Selbständigkeit behält, berührten sich unsere Schultern und die
Arme lagen der ganzen Länge nach aneinander. Aber warte, ich zeichne
es auf. Eingehängstein ist so: [Zeichnung 1]. Wir aber giengen so:
[Zeichnung 2].
[Aus einem Brief an Felice Bauer, 11./12.
Februar 1913]

3
Traducción de Pilar García Velasco.
Desfile patriótico. Discurso del alcalde. Luego desaparece, aparece de nuevo y grita en
alemán: «¡Viva nuestro querido rey! ¡Viva!». Asisto a ello con expresión torva. Estos
desfiles son uno de los más repugnantes fenómenos que acompañan a la guerra. Son
promovidos por comerciantes judíos, que un día son alemanes y otros checos, lo cual
reconocen, ciertamente, pero nunca como ahora podían gritar tan alto. Naturalmente,
arrastran consigo a muchos. Estuvo bien organizado. Parece que se repetirá cada atardecer,
mañana domingo dos veces.
[Diarios, 6 de agosto de 1914]4

Patriotischer Umzug. Rede des Bürgermeisters. Dann Verschwinden,


dann Hervorkommen und der deutsche Ausruf: «Es lebe unser geliebter
Monarch, hoch». Ich stehe dabei mit meinem bösen Blick. Diese Umzüge
sind eine der widerlichsten Begleiterscheinungen des Krieges. Ausgehend von jüdischen
Handelsleuten, die einmal deutsch, einmal tschechisch sind, es sich zwar eingestehen,
niemals aber es so laut herausschreien dürfen wie jetzt. Natürlich reiben sie manchen mit.
Organisiert war es gut. Es soll sich jeden Abend wiederholen, morgen Sonntag zweimal.
[Tagebuch, 6. August 1914]

4
Traducción de Andrés Sánchez Pascual y Joan Parra Contreras para el volumen Franz Kafka.
Diarios. Carta al padre. Obras completas II (ed. cit.).

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