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Productos de aseo personal

Para empezar hay que hacer una diferencia entre jabón y detergente. El jabón de tocador
se fabrica a partir de sustancias naturales (aceites de animal o vegetal) mientras los
detergentes usan materias sintéticas.
En general, un jabón es la sal sódica o potásica de un ácido graso. Los ácidos grasos son
productos que se encuentran formando parte de las grasas animales, de los aceites
vegetales y de las ceras, pero en todos ellos se encuentran unidos a la glicerina, por lo
que para que podamos formar un jabón es preciso romper esa unión.
A la operación de romper esa unión se llama saponificación del aceite o de la grasa, y
como productos saponificantes se emplean el hidróxido de sodio o el de potasio.

Para elaborar jabones podemos utilizar:


A. Aceites de basé para obtener la pastilla a los que más tarde añaden:
B. Exfoliantes: jabones a los que se incluye además de ingredientes, copos de avena,
almendras, café y flores en función de la dureza deseada.
C. Infusiones o leche, como sustitutas del agua que pueden ser infusiones: de ortiga,
verbenas, té negro, té verde, manzanilla, leche de cabra….
D. Aceites extras: Para enriquecer la pastilla de jabón. Aceites de caléndula, rosa,
yoyoba, aguacate, zanahoria, almendras, germen de trigo….
E. Otros añadidos: Como la miel, gel de Aloe-Vera, sal marina, chocolate….

Fabricación del jabón:


1º Se añade la sosa al agua (en frío) y se va revolviendo con un palo (nunca con nada
metálico). Advertir que hay que añadir la sosa al agua y jamás el agua a la sosa.
La sosa cáustica es un material que daña la piel y es muy peligrosa para los ojos, por lo
que esta operación hay que hacerla con guantes, mandil grueso que proteja la ropa y el
cuerpo, gafas y mascarilla y en zona aireada.
Dado que se produce una reacción “exotérmica” (esto es que esta mezcla va a
desprender calor, es necesario dejarla reposar unas horas antes de seguir mezclando
otros elementos
2º Se calienta aparte los aceites ya citados que van a servir de base.
Lo que ocurre en la masa es una reacción química en la cual el sodio de la lejía (un
álcali) se combina con los ácidos grasos provenientes de los aceites, para dar lugar a una
“sal orgánica soluble” al que nosotros llamamos jabón. Este proceso se llama
“saponificación”.
3º A una temperatura determinada se mezclan los aceites y la sosa (con mucho cuidado
de que no salpique) revolviendo hasta lograr una mezcla uniforme y espesa, una especia
de besamel.
4º Se van añadiendo los ingredientes complementarios, para darles color, propiedades,
etc.
5º Se deposita el producto en moldes y se tapa con una tela tupida.
6º Se espera unas horas para que se enfríe, tras lo que se procede al corte o a su
modelado.
7º Se dejan durante varias semanas para que se “cure” el jabón, esto es seque y
endurezca.
Se suele añadir a todos un poco de aceite de coco, ya que da espuma. La gente
erróneamente piensa que la espuma es la que limpia, lo cual no es cierto, pero a la gente
le gusta que sus jabones desprendan un poco de espuma. Además el coco proporciona
“solidez” a la pastilla, por eso en muchos casos se usa como aceite de base.
Ello no quiere decir que la base de los jabones sea siempre el aceite de coco, ya que
como hemos dicho se usan otros tipos de aceite, como el de oliva, palma, girasol, etc.
aunque resulten menos espumosos.
Para dar aroma en lugar de utilizar perfumes usan esencias que dan mayor suavidad al
jabón.
Para el color usan pigmentos cosméticos, o productos naturales como el aloe para el
rosa, infusiones para el marrón, hiervas para el color verde, etc. La intensidad del color o
los matices se logran mediante el mezclado. Aquí interviene la experiencia del artesano.
En algún caso incluso han usado la tinta de calamar para el negro.
Normalmente la mezcla de los productos se hace en caliente, pero estos en concreto se
pueden hacer en frio. El fabricar los jabones en frio es para que el producto final
mantenga toda la glicerina que se desprende del proceso de saponificación, de ahí que
los aceites y la sosa se mezclen a una temperatura, llamemos templada.

Fórmula para hacer jabón de glicerina más duro

¿Cómo hacer un jabón de glicerina que no se desintegre?


La crítica más frecuente que se les hace a los jabones artesanales de glicerina es su
falta de dureza y la rapidez con que se desintegran. Sin embargo, esto puede ser
controlado con algunos aditivos, que prolongan su durabilidad. Con el agregado a
la fórmula de alguno de ellos, podrás fabricar un jabón más duro y que no se
desintegre tan fácilmente.

Hay varias alternativas para lograr que tu jabón artesanal de glicerina, sea más duro y no
se desintegre tan rápido, ni se deshaga tan fácilmente en el agua. Sólo tendrás que
agregar a la fórmula del jabón de glicerina, alguno de estos aditivos:
• Una cucharadita de lanolina por cada medio kilo de jabón, te permitirá
endurecerlo ligeramente, además de aportarle sus propiedades emolientes.
• Una cucharada de sal disuelta en un poco de agua por cada medio kilo de jabón,
agregada al jabón caliente, para que se disuelva con más facilidad.
• La cera de abeja es la mejor forma para endurecer el jabón de glicerina. Añade
28 gramos de cera de abeja derretida, por cada 500 gramos de jabón derretido.
Otros artículos que te pueden interesar:
• ¿A qué se debe la transparencia del jabón transparente?
• La temperatura: la clave del éxito
• Control de la humedad: la otra clave

5 recetas para hacer jabones caseros

Fórmula para hacer jabón casero


A partir de una sencilla fórmula para hacer jabón casero puedes obtener infinitas
versiones. Tal es así, que las recetas para hacer jabones caseros pueden llegar a
brindarte una amplia variedad de ellos, tanto para disfrutar y regalar, como para
hacer realidad tu proyecto de microemprendimiento.

Jabón casero de romero

Receta casera de jabón de romero


Los jabones caseros son geniales para tener en casa y para poner en práctica
nuestras habilidades como elaboradores artesanales. Esta receta es bien sencilla.
Siguiendo la base de glicerina habitual, simplemente el añadido de esta hierba le
dará un aroma esplendoroso, además de sus propiedades.
El romero es una de las hierbas aromáticas que mejor resulta para asuntos
relacionados con la confección de cosméticos y productos caseros. Al menos, cuaja
perfectamente con los jabones. Su gran capacidad aromática, además de sus
propiedades para la piel (es bueno para la circulación) pueden andar de maravillas.
Aquí tienes una receta partiendo de la clásica base de glicerina.

Ingredientes:
• Una barra de jabón de glicerina
• Algunas gotas de esencia o aceite esencial de romero
• Algunas ramitas de romero para decorar
Preparación:

Debes comenzar, como de costumbre, rallando la barra de jabón de glicerina. El


resultante deberá ser colocado en una cacerola a baño maría, dejando que se derrita a
fuego lento y revolviendo para que sea más parejo. Cuando vaya adquiriendo
consistencia líquida, apaga la hornalla y directo al segundo paso.

Éste, precisamente, será el de colocar las gotas de esencia o aceite esencial de romero
para darle aroma. Mezcla a medida que vas colocando y luego enmolda. Como de
costumbre, las ramitas de romero se añade cuando los jabones todavía no hayan
terminado de tomar su consistencia final. El resto no será más que dejar enfriar,
quitar de los moldes y comenzar con su uso.

Jabón casero de jazmín

Receta casera de jabón de jazmín


El olor de la flor de jazmín debe ser uno de los más atrayentes que existe. Entonces
piensa en el excelente aroma que puede quedarte en la piel al usar un jabón hecho
con dicha esencia. Con esta sencilla receta podrás prepararlo en tu propio hogar.

Pocos aromas tan cautivantes deben existir en la naturaleza como el del jazmín.
Esta flor tiene un olor más que atrayente y que puede resultar magnífico en la
preparación de un jabón casero. Aquí te ofrecemos una sencilla receta partiendo de
una barra de glicerina.

Ingredientes:
• Una barra de jabón de glicerina
• Esencia aromatizante de jazmín
• Pétalos pequeños de jazmín para decorar
Preparación:

Como de costumbre cuando se pone en práctica la preparación de jabones con base


de glicerina, comienza rallando el jabón. Colócalo en una cacerola a baño maría y
déjalo que se funda a fuego lento. Cuando comienza a ponerse líquido, apaga el fuego.

Luego no tendrás más que añadir algunas gotas de esencia aromatizante de jazmín.
Fíjate agregar la suficiente cantidad como para que tome dicho aroma de buena forma.
Remueve y enmolda la preparación, colocando los pétalos de jazmín sobre la base
para que queden visibles una vez que el jabón solidifique.

Cómo hacer jabón líquido casero

La elaboración de jabones líquidos caseros es una forma de contribuir con la


ecología y al mismo tiempo, con la higiene y salud de tu piel, ahorrando el dinero
que gastarías en comprar jabones y geles comerciales. Con muy pocos y
económicos ingredientes, puedes aprender cómo hacer jabón líquido casero, tanto
para tu uso personal como para la higiene de tu ropa, a partir de estas sencillas
fórmulas y recetas.

Si aprendes cómo hacer jabón líquido casero, podrás ir adaptando la fórmula a tus
gustos personales, hasta obtener tu propia receta, que te permitirá obtener un
jabón líquido útil, tanto para la higiene personal como para el lavado de tu ropa.

A continuación encontrarás un par de recetas para la elaboración de jabones


líquidos caseros.

Fórmula con soda caústica para fabricar jabón líquido casero

Ingredientes:
• agua, 1 litro
• soda caústica en escamas, 25 grs.
• aceite de oliva, 125 cm³
• sal, 1 pizca
Preparación:
• Coloca el agua en un recipiente apropiado para guardar, puede ser una botella.
• Agrega, poco a poco y con mucho cuidado, la soda caústica. Revuelve para
asegurar que se disuelva completamente.
• Luego añade el aceite y la sal
• Cierra la botella y agita para mezclar.
• Mezcla dos veces al día, durante alrededor de 15 días.
• Mantén la botella en lugar fresco y oscuro, destapada, hasta que transcurra ese
tiempo.
Una vez elaborado, puedes aromatizar el jabon líquido, a tu gusto con los aceites
esenciales que más te gusten, puede ser con infusiones de plantas aromáticas o con
zumos de frutas como limón o naranja, muy bien filtrado.

Receta para jabón líquido casero con reciclaje de jabón

Ingredientes:
• agua destilada, 1 litro
• sobrantes de jabón de tocador rallado, 1 taza
• glicerina pura, 1 cda
• fragancia y colorante, unas gotas a elección.
Preparación:
• Vierte el agua en un recipiente apropiado, en lo posible de acero inoxidable o
enlozado.
• Añade el jabón rallado y lleva a baño maría revolviendo constantemente, con
cuchara de madera, para que se diluya.
• Una vez disuelto, retira del fuego y agrega la glicerina y el colorante.
• Retira del baño maría y añade la fragancia.
• Mezcla y deja enfriar, antes de embotellar.
• Conserva en lugar fresco.

Receta casera de pasta dental


¿Sabías que es mucho más fácil de lo que pensabas elaborar tu propia pasta de
dientes? Pues así es. Con algunos ingredientes totalmente naturales y fáciles de
conseguir, puedes obtener una pasta dental fabricada por tí mismo y totalmente
efectiva para el cepillado. Aquí tienes la receta

No siempre tienes que comprar pasta de dientes. Claro está, no estamos pidiéndote
que no la uses. Sino que la puedes fabricar en tu casa sin ningún problema y
usando elementos totalmente naturales. Esta receta te servirá para tener tus dientes
limpios de una manera sencilla y con ingredientes que siempre tienes a mano.

Ingredientes:
• Dos cucharadas de piel de limón finamente rallada
• Un cuarto de taza de levadura de cerveza
• Dos cucharaditas de sal
Preparación:

Coloca en una batidora o procesador todos los ingredientes juntos, moliéndolos


fuertemente hasta que queden bien integrados y formen un pasta.

El paso siguiente será el del guardado. Debes emplear un frasco hermético y reservar en
un lugar fresco y seco para que la levadura no se ponga fea. Cuando la emplees,
cerciórate de usar el cepillo bien húmedo, ya que será el medio líquido que activará
la preparación.

Blanqueador natural de dientes

Receta casera para blanquear dientes


Tener los dientes blancos es el anhelo de cualquier persona, que sufre la tendencia
a tener sus dientes amarillentos. Muchos no pueden recurrir a los tratamientos
blanqueadores odontológicos, a veces por temas económicos y otras por la
fragilidad de las piezas dentales. Pero sí puedes intentar este remedio casero para
tener los dientes blancos.
Los dientes son una de las partes del rostro que más expuesta está, hacia las personas
con las que tratamos a diario. Es lo más natural del mundo, ya que cada vez que
hablamos tenemos que abrir nuestra boca y, por ende, enseñar nuestros dientes.
Por eso mismo, no es lo más agradable tener que verlos amarillentos. Así es como te
proponemos una interesante receta para tratar este problema.

Ingredientes:

• Pulpa de aloe vera (sábila)


• Gotas de agua oxigenada
• Una cucharadita de bicarbonato de sodio
Preparación:

Los ingredientes que componen este preparado son todos ideales e indicados como
naturales para blanquear los dientes. Por eso mismo, la combinatoria entre ellos
puede resultar maravillosa. Simplemente debes extraer la pulpa del aloe vera y
colocarlo en un recipiente, triturándolo bien con un tenedor y añadiendo algunas gotas
de agua oxigenada y una cucharadita de bicarbonato de sodio, mezclando todo hasta que
quede perfectamente amalgamado.

Luego simplemente tienes que cepillar tus dientes empleando esta pasta. Lo ideal es que
lo hagas al menos una vez al día para que tenga mayor efectividad. Tampoco esperes
que de un día para el otro tus dientes luzcan blancos, pero sí con el uso continuado.
Tan sólo es cuestión de intentarlo en tu propio hogar.
Enjuague bucal de salvia
Receta casera de enjuague bucal de salvia
La halitosis o mal aliento bien puede combatirse empleando un enjuague bucal casero hecho a
partir de salvia, una hierba que suele resultar bien para esos menesteres. La combinación con el
aceite de árbol de té (un poderoso desinfectante) puede resultar de maravillas para mantener tu
salud bucal en condiciones.
Noelia, una de las usuarias de nuestro foro, nos acercó una interesante receta que puede servir
perfectamente como enjuague bucal casero de empleo diario. No solamente es fácil de preparar, sino
que también no demanda demasiados ingredientes.

Ingredientes:

• Un litro de agua
• Cuatro cucharadas de salvia
• 25 gotas de aceite de árbol de té
Preparación:

Para preparar este enjuague bucal debes comenzar por la infusión de salvia. Simplemente debes
colocar a hervir las cuatro cucharadas de salvia en el litro de agua. Deja que entren en ebullición por
unos 10 minutos y deja enfriar antes de colar.

Sobre el final, cuando la preparación esté fría, simplemente debes añadir el aceite de árbol de té gota a
gota. Es un antiséptico natural maravilloso, que puede llegar a tener un gran efecto para limpiar
la placa bacteriana de tu dentadura. Luego no tendrás más que usarlo a diario.

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