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Resumen: Harold Blakemore, Gobierno chileno y salitre inglés 1886-1896:

Balmaceda y Noth.

-El gobierno dependía de la habilidad y capacidad del presidente para obtener amplio
apoyo, por lo que la personalidad era fundamental.
-El Congreso era propiedad exclusiva de la clase alta.
-El problema clave entre el gobierno y el Congreso fue la designación de los
ministerios. El presidente al escoger los gabinetes debía estar atento a los intereses
políticos que los ministros individualmente representaban y debía medir la fuerza de
los partidos en el Congreso para no perder el apoyo mayoritario. De éste problema
nacen prácticas como el voto de censura del Congreso contra los ministros.
-Blakemore considera que el error fundamental de Balmaceda fue aparecer
favoreciendo a Enrique Salvador Sanfuentes como candidato para la
elección de 1891, por lo que perdió el favor de los liberales. Blakemore
también dice que la falta de apoyo se debe a las actitudes de Balmaceda
que carecían de juicio, era obstinado y creía que todos sus opositores tenían
intereses personales o falta de patriotismo.
- La expansión de obras públicas iba creando adherentes personales al presidente
Balmaceda y que dependían de él, es decir, se estaba creando un partido
Balmacedista.
- Las figuras políticas de oposición veían en Balmaceda una amenaza, ya que
no les permitía ejercer todos los derechos que esperaban e iba influenciando la
opinión pública que éstas figuras políticas creían representar.

El salitre británico y el gobierno chileno.

- Existía una gran participación de capital británico en la industria salitrera chilena.


Las compañías extranjeras contrataban abogados chilenos como asesores. En el caso
de la compañía salitrera de North, la Nitrate Railways, tenía más asesores que las
otras salitreras ya que mantenía concesiones con Perú, lo que le trajo problemas con
el gobierno chileno. El asesor de la compañía de North en Santiago era Julio
Zegers, que llegó a ser asesor jurídico jefe. Zegers también era miembro del Consejo
de Estado por lo que cuando se pidió que fallara en el conflicto por la cancelación de
la Nitrate Railways renunció al consejo.
Zegers mantenía dentro de los liberales el liderazgo de la facción Convencionalista
que apoyaban al presidente, pero Zegers llevó a este grupo a ser de oposición.
- Blakemore dice que varios autores consideran que Zegers se guió por sus intereses
particulares, que prácticamente fue comprado por extranjeros, por lo que la ideas de
Balmaceda al perseguir una política económica enemiga de los intereses foráneos,
especialmente salitreros, encontró la oposición dentro de Chile por razones
netamente políticas.
- En 1890 el Ministerio de Relaciones Exteriores británico trató de obtener información
completa sobre la Nitrate Railways para enviarla a la Corona para inducir al gobierno
británico a apoyar su causa en Chile, es decir, apoyar el monopolio de North.
Esta intervención fue probablemente mal recibida por Balmaceda, ya que estaba en
curso el proyecto de la línea férrea de Agua Santa que se quedaría idealmente en
manos de chilenos y podría destruir el monopolio de la Nitrate Railways. Muchos
productores de salitre apoyaban al gobierno chileno para destruir el
monopolio.
- En 1890, Anthony Gibas e Hijos, la casa comercial más importante que
operaba en Chile, intervino en el problema de la Nitrate Railways, que tuvo
un importante efecto, ya que el Ministro de Relaciones Exteriores británico
Kennedy rechazó en un memorándum la intervención diplomática en el asunto de la
Nitrate, ya que este asunto estaba ligado con la situación política chilena.
- El gobierno chileno aceptó la propuesta de la Compañía Agua Santa para
construir el ferrocarril desde esa oficina hasta el puerto de Caleta Buena. La
Concesión fue otorgada a la Compañía Campbell Outram, y fue transferida a
dos chilenos, uno de ellos Lauro Barros, Ministro de Hacienda.
- El conflicto entre el Congreso y Balmaceda continuaba. Se hacían sesiones
ordinarias en el Congreso para que se cambiara el gabinete y que éste representara a
la mayoría de las Cámaras, y no que representaran la voluntad personal de
presidente. El ministro Kennedy consideraba que un cambio en el ministerio por uno
con apoyo parlamentario sería ventajoso para la Nitrate.
- El gobierno chileno llamó a propuestas para la construcción de líneas de ferrocarril
del puerto de Junín a la salitrera Carolina y de la oficina de San Pablo a Buena
Aventura y Lagunas. La línea de Junín sería la segunda violación, después de
la línea de Agua Santa, al monopolio de North, por lo que se entabla en
juicio contra la Compañía Agua Santa por infringir sus concesiones.
- Por otro lado la casa de Anthony Gibas e Hijos buscaba beneficiarse de la violación
al monopolio de North, ya que deseaba construir líneas férreas en Alianza y Pan de
Azúcar con salida al mar, y no explotaría estas salitreras mientras siguiera el
monopolio de North, puesto que sólo la Nitrate tenía derecho a construir líneas
hasta la costa. Gibbs de Valparaíso contrato un asesor, Eulogio Altamirano, un
conocido político y abogado que favorecía a la Nitrate Railways.
- Balmaceda llamó a propuestas para adjudicarse la Compañía Agua Santa
de manera que ninguna otra compañía era capaz de competir. Según
Blakemore fue la maniobra más hábil de Balmaceda. Campbell Outram y
Compañía fue la única en hacer una propuesta, la cual el gobierno aceptó y llamó a
más propuestas para líneas férreas en Tarapacá, por lo que era el momento de Gibbs
de hacer su petición. Para esto Miller, un funcionario de la Casa Gibbs de
Londres conversó con Balmaceda. El presidente mostró oposición al proyecto, pero
al referirse Miller al monopolio de North, Balmaceda se mostró favorable al proyecto
de Alianza de Gibbs siempre y cuando se comprometiera a embarcar una
cantidad anual mínima de salitre desde Chucumata.
- Existían contradicciones. Balmaceda y sus seguidores se decían asiduos opositores
del monopolio salitrero de North, pero a la vez North se adjudicaba nuevas salitreras,
como la de Lagunas, que aumentaría su monopolio.
Balmaceda haría todo lo que pudiera para impedir la formación de otra asociación de
productores salitreros para restringir la producción, ya que los ingresos del gobierno y
su propio programa interno demandaban embarques del fertilizante cada vez
mayores.
Balmaceda había logrado que el Congreso accediera un presupuesto para
promocionar salitre en el extranjero y a la vez en 1889 deseaba aumentar la
proporción de propietarios chilenos en la industria salitrera, y las salitreras propiedad
del Estado podrían ser divididas sólo entre chilenos. El propósito de esto era estimular
a los chilenos para que invirtieran en salitre, así se crearía una barrera contra la
posibilidad de monopolio foráneo. Los aliados de Balmaceda contra el monopolio del
salitre de North eran extranjeros, principalmente británicos que no estaban
relacionados a él.
- La propiedad personal de North era la Nitrate Railways donde le pertenecía la mitad,
además de ser presidente de muchas otras compañías que le permitía manipular los
negocios a su favor.
- Siempre existió la posibilidad de crear un trust, esto era un pacto voluntario
entre los productores para reducir su producción, según cuotas
establecidas, hasta que estuvieran de acuerdo en que las condiciones del
mercado mundial nuevamente habían mejorado lo suficiente como para
prescindir del trust. La posibilidad de un trust se daba por la baja de los precios
mundiales resultantes de la superproducción y de una demanda floja, lo que afectaba
al salitre. Se comienza a plantear un trust en 1890. La respuesta de North al inicio fue
a favor de un trust, pero luego planteó la posibilidad de formar un consorcio o
compañía para acaparar toda la producción de salitre y contribuir a un alza en los
precios de venta. Pero esta acción propuesta por North requería el acuerdo no solo de
los principales productores de salitre, si no también de las casas comerciales, como la
casa Gibbs de Londres. La casa Gibbs estaba sujeta a presiones para unirse a
éste proyecto ya que se formaría solo si Gibbs aceptaba formar parte de él. La casa
Gibbs consideró conveniente incorporarse al proyecto de North y así unir sus
intereses de Alianza con los de Lagunas de North y la Nitrate Railways.
- Por otro lado, Miller se reunía con Balmaceda por el proyecto de Alianza. Balmaceda
dijo que le proyecto de Alianza solo sería factible si la casa Gibbs no se incorporara a
un trust. El contexto político chileno ya era de gran incertidumbre y fuerte tensión
entre Balmaceda y el Congreso, lo que afectó en las decisiones de la casa Gibbs.

Preludio a la revolución.

La repentina clausura de las Sesiones Extraordinarias del Congreso efectuada


por Balmaceda en enero de 1890 anunció un año de crisis política en Chile. El nuevo
Ministerio fue nombrado sin considerar partidos políticos.
La oposición hacía campaña contra Balmaceda principalmente a través de la prensa.
La prensa fue un factor poderoso en el deterioro de las relaciones entre
ambos bandos, prácticas como el insulto personal se hicieron comunes.
Se creyó que el problema se solucionaría cuando Enrique Sanfuentes anunció su
retiro como candidato a la próxima elección presidencial, pero casi
simultáneamente fue nombrado Ministro del Interior.
La oposición, congresistas en su mayoría, presionaron constitucionalmente a
Balmaceda convocando una Comisión Conservadora para instar al presidente a
convocar al Congreso; propuesta a la que Balmaceda se negó.
La apertura del Congreso el 1º de junio de 1890 tuvo presencia militar y policial.
Balmaceda propuso reformar la Constitución de 1833 aboliendo el Consejo de Estado
y la Comisión Conservadora; creando una Vicepresidencia y eligiendo al Presidente y
al Vicepresidente por voto directo por un período de 6 años. El Vicepresidente sería
además presidente del Senado. El país sería dividido en 8 provincias. Balmaceda se
inspiró principalmente en la Constitución de Estados Unidos. Según Blakemore esta
propuesta de Balmaceda consistía en una maniobra de salvamento para
preservar la estructura antigua y autocrática, o si no una falta total de
comprensión de la situación política en Chile.
El Congreso tomó la decisión de censurar el ministerio de Sanfuentes que fue
aprobada por ambas cámaras. Finalmente el Ministerio presentó su renuncia
colectiva, la que Balmaceda se negó a aceptar. Por otra parte Julio Zegers
propuso en la cámara de diputados que se postergaran las discusiones sobre la ley
que autorizaba el cobro de contribuciones hasta que el presidente designara un
ministerio de confianza del Congreso. Su moción fue aprobada y ratificada por el
Senado y se estableció una comisión para investigar el manejo de finanzas del
Estado.
El 2 de julio de 1890 comenzaron las huelgas en la zona salitrera y los
disturbios callejeros, donde hubo muertes. Los disturbios se expandieron llegando
incluso a Valparaíso. En las huelgas se pedían salarios más altos principalmente. Pero
con fuerte represión el orden se reestableció. Las huelgas representaban las
ramificaciones de la crisis política interna.
Balmaceda, en su actuar obstinado, se opuso a cambiar el ministerio a pesar de que
esta acción fue aprobada por un mitin público de 8.000 personas. La fría recepción
de Balmaceda a todas las proposiciones parlamentarias hizo que el país se
fuera poniendo gradualmente en su contra.
Julio Zegers abogaba en el Congreso para que se declarara a Balmaceda
imposibilitado para desempeñar los deberes de su cargo, mientras Balmaceda se
decidía a disolver el Congreso y asegurar el apoyo del ejército.
Balmaceda conversó con el arzobispo de Santiago, Mariano Casanova, lo que dio
como resultado la renuncia de Sanfuentes y el nombramiento de Belisario Prats como
ministro. Fue ahí en que el Congreso votó la ley de contribuciones. Los ministros
anteriores eran servidores de Balmaceda, pero los ministros nuevos podían estar a
favor de la Nitrate Railways, que se mantenía en tribunales.
La disminución del apoyo a Balmaceda se dio porque existía desconfianza
de su palabra, ya que había negado tener un candidato para la presidencia de 1891
y al declarar que el gobierno se abstendría de intervenir en las elecciones.
En octubre de 1890 el ministerio Prats renunció. El problema fundamental fue el
control de la maquinaria electoral. Balmaceda clausuró el Congreso y anunció la
designación de un ministerio de adherentes personales, por lo que situación política
volvió a ser de tensión y desconfianza hacia Balmaceda.
Muchos de los amigos íntimos de Balmaceda se apartaron de él durante
1890 por sus conductas. Consideraban un error sus constantes peleas con el
Congreso y un acto de vanidad personal y orgullo. Uno de sus partidarios
desilusionados era Sanfuentes, quien se retiró completamente de la vida política.
También está el caso del hermano de Balmaceda, José Vicente. Ambos eran figuras
políticas que no estaban influenciadas por North, si no que se alejaron de
Balmaceda porque él estaba decidido a usar todo el poder de la maquinaria
gubernamental para controlar las elecciones de 1891. Se intentó aprobar una
nueva ley electoral, la cual no cambiaba en nada el poder que poseía el Presidente
para designar cargos públicos, que era el arma electoral más poderosa. Esto
presentaba una seria amenaza para la clase social dominante, la oligarquía,
además del creciente aparato burocrático estatal.
La concesión de favores políticos se producía en todos los niveles de la
sociedad chilena. Mucha gente solicitaba empleos al presidente para sus parientes
y amistades. Pero esto no significaba que la gente que ocupaba los cargos fuera
adherente al presidente. Esto presentó una amenaza para el gobierno, por lo que se
sintió obligado a deshacerse de los partidarios del Congreso en los servicios públicos.
Balmaceda intentaría usar sus máximos poderes para ganar las elecciones de 1891 y
los de oposición y sus adherentes trabajaban intensamente a fin de obtener votos
para sus candidatos. La oposición se veía notablemente unida, al contrario de los
liberales que se veían cada vez más divididos, sobre todo a nivel local, donde
existían discrepancias sobre los Intendentes principalmente.
El conflicto político de Santiago se había extendido a lo largo de todo el
país, aunque era una lucha aristocrática en que las masas no tomaban
parte.
La política de formar un partido personal, que eran las aspiraciones de Balmaceda en
1890, fue una razón por qué los anteriores partidarios, como Sanfuentes, se
distanciaron de él y también fue un arma para la oposición en su denuncia de que
Balmaceda deseaba transformarse en dictador.
El conflicto entre el Congreso y Balmaceda era, por lo tanto, acerca de quien
tendría el control de la maquinaria electoral.
Los intereses salitreros no tenían una postura fija, pero se inclinaban al lado de
Balmaceda, ya que a los productores de salitre no les convenía que continuara el
monopolio de North. El nacionalismo económico de Balmaceda estaba limitado
al estrecho objetivo de impedir un monopolio de control en la industria del
salitre.
Con respecto a las clases populares y obreras de Tarapacá Blakemore muestra el
testimonio de Billinghurst, una autoridad en temas salitreros, que se refiere a que las
familias chilenas en Tarapacá, que eran entre 10 a 12.000 personas, adherentes a
Balmaceda, el cual consideraban como el representante del verdadero carácter
chileno y veían en el gobierno el real reflejo del país mismo.
En Santiago la oposición contra Balmaceda aumentaba. La renuncia de Prats y la
designación de un nuevo gabinete nombrado por Balmaceda fue la prueba final de la
insinceridad del presidente. Este hecho permitía a la oposición sacar ventaja política,
por lo que se convocó la Comisión Conservadora, donde se aprobó la moción de abrir
las reuniones del Congreso.
Pero los adherentes a Balmaceda se referían a que el Congreso no había autorizado
los presupuestos ni las fuerzas armadas, por lo que presidente debería actuar
inconstitucionalmente hasta que éstas leyes fueran aprobadas.

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