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UNIVERSIDAD PRIVADA CESAR VALLEJO
Escuela de Ingeniería de Sistemas
INTRODUCCIÓN
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OBJETIVOS
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ANÁLISIS CRÍTICO
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CONCLUSIONES
Primer punto:
Cuando nos encontramos en una situación difícil afloran nuestras
conductas más internas que están almacenadas en nuestro
subconsciente. Estas emociones destructivas que manifestamos sin
darnos cuenta, pueden herir tanto física como emocionalmente a los
demás. Si nos conocemos más a nosotros mismos tendremos más
libertad y seremos capaces de ser felices, pacientemente claro está.
Segundo punto:
La meditación es una disciplina que muy pocas personas logran
desarrollar pues necesita disciplina, y sobre todo mucha dedicación.
Dejar los pensamientos de lado no es algo que se logre fácilmente, pero
una vez que lo logramos se abre un mundo de cosas nuevas y
maravillosas.
Tercer punto:
Al autoconocernos nos damos cuenta como es que realmente hemos
vivido, y como es que nuestra memoria subconsciente influye en nuestra
vida presente. Con la meditación descubrimos que todos tenemos una
energía vital con la que debemos estar en contacto, descubriendo el
amor que llevamos dentro. De hecho, todos tenemos ego por el cual
muchas veces nos dejamos controlar, siendo soberbios y mostrando
arrogantemente que somos mejores que los demás, pero por dejarnos
dominar por el ego no nos damos cuenta de la infinita cantidad de
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Cuarto punto:
El servicio es amor y entrega desinteresada, opuesto al ego exacerbado
que es obsesión por objetivos personales. En cambio, el servicio es dar y
hacer lo mejor que se pueda para el crecimiento y desarrollo de otras
personas sin esperar nada a cambio.
Quinto punto:
Muchas veces estamos en busca de cosas materiales y de la realización
de metas, las cuales creemos que nos darán la felicidad, así que no nos
importa hacer lo que sea para lograrlo. Pero no debemos ver los
resultados inmediatos, sino verlos a largo plazo, orientar nuestras
acciones hacia la luz del bien para los demás y Dios nos recompensará
con creces, pues solo actuando de acuerdo a nuestros principios y
valores podemos crecer como personas.
Sexto punto:
El mundo en que vivimos está en constante cambio. No obstante,
debemos darnos tiempo para todo, dando prioridad a las actividades que
realmente importan pues si tratamos de hacer todo a la vez al final
terminaremos sin concluir con nada. También es importante cuidar
nuestro cuerpo mediante una buena alimentación, tanto física como
mental.
Séptimo punto:
Los seres humanos debemos estar preparados para los cambios y ser
flexibles en nuestras vidas, para esto tenemos que aprender a controlar
nuestro ego; atrevámonos a retar lo establecido; debemos ser libres. No
debemos aferrarnos a los bienes materiales, sino solamente a nuestro
espíritu que es el único que se unirá con Dios. Aprendamos a sentir a
Dios en cada respiración y meditación, ayudémonos unos a otros ya que
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MENSAJES
Primera semilla:
El autoconocimiento. Los seres humanos que han sido golpeados de
niños sí pueden crecer, desarrollarse y ser felices. Pero para lograrlo
necesitan conocerse a sí mismos, tomar conciencia de su pasado y de
cómo los afecta en el presente. Mientras más conciencia y conocimiento
tome uno de su subconsciente, más libertad y capacidad se tendrá para
ser feliz. A medida que se tome más conciencia de las propias
conductas, se tendrá una mayor capacidad de mejorar y transformar la
propia existencia.
Segunda semilla:
La meditación. Nos ayuda a encontrar la paz interior y ponernos en
contacto con nuestra energía interior. El ser humano debe ponerse en
contacto periódico con su energía vital y recuperar así sus cualidades
innatas. Aprender a meditar significa desconectarse de las
preocupaciones y respirar, a fin de encontrar a Dios dentro de sí.
Tercera semilla:
El control del ego. Muchas veces pensamos que nosotros somos los
únicos que sabemos, que somos más inteligentes y que tenemos la
razón más que los demás, razón por la cual no queremos escuchar; es el
ego que actúa por nosotros y nos impide ver la realidad. Una forma de
reducir el ego es tomando conciencia de nuestro actos y meditando.
Cuarta semilla:
El servicio desinteresado. Viene como una consecuencia natural de
haber conseguido la tercera semilla. En el servicio el hombre crece y se
desarrolla más en armonía con los otros y consigo mismo. Implica dejar
de pensar solamente en uno mismo y pensar en los demás,
preocupándose en el crecimiento y desarrollo de otras personas.
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Quinta semilla:
El apego a la luz. Debemos ser fieles a nuestros principios, valores y
virtudes morales, practicando siempre la ética profesional. Tenemos que
dedicar nuestro tiempo a lo importante, no sólo a lo urgente. Para lograr
esto debemos aprender a delegar, a confiar más en los otros. Si los que
nos rodean crecen integralmente y se superan, lo haremos nosotros
también. Usando la regla de oro: "No le hagas a otros lo que no quieres
que te hicieran a ti" podremos llevar luz por todo nuestro camino en la
vida, asegurando que el sendero esté iluminado. Disfrutaremos la paz y
la tranquilidad, y cosecharemos los frutos producidos por vivir
éticamente.
Sexta semilla:
El equilibrio. Nos muestra la importancia de alcanzar la armonía en los
diferentes papeles que jugamos en la vida. En vez de angustiarnos con
los problemas, debemos permanecer siempre ligeros. Por ejemplo, si
tenemos familia, no descuidarla y tomarnos un tiempo para estar con
ella; no descuidemos nuestra alimentación, pues los alimentos sanos y
equilibrados nos van a proporcionar tranquilidad y paz e incrementarán
nuestra vitalidad y fuerza (vegetales, verduras, productos lácteos y
comida fresca). Planificando cada semana, podremos darle tiempo a los
diversos roles de nuestra vida en forma pareja, sin descuidar ninguno.
Séptima semilla:
La libertad. Si bien todo cambia en el mundo material, lo único que no
cambia es el espíritu. De allí que el cultivo de nuestro espíritu, que será
lo único que nos trascienda, tiene que ser uno de los objetivos más
importantes de nuestra vida.
Debemos estar dispuestos a cambiar y ser flexibles. El reto del ser
humano es tener el valor de crear nuevos caminos y dejar las rutas
conocidas, para mejorar y crecer. Eso implica asumir el riesgo de
equivocarse y esto nos hace vulnerables, que es exactamente lo que el
ego no quiere.
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