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LECTURA DE AMPLIACION 5. EpisteMOLoGias FEMINISTAS {Es el sexo del sujeto cognoscente enistemolégicamiente significative?” Esta pregunta con la que Lorraine Code abre What Can She Know? (1991) es tan ajena a la epistemologia tradicional come central para las feministas involucradas en la reflexion epistemologica. El términa ‘epis- ‘efhologia feminista’ se aplica a un heterogéneo conjunto de trabajos que abarcan una gran diversidad de posturas, tanto en lo que concierne a la epistemologia como al feminismo. Lo ue todos ellos tienen en comiin, sin embargo, radica en su puesta en tela de juicio de ciertas presuposiciones basicas de la epistemologia tradicional, y se podria resumir en la defensa de ue no es posible una teoria general del conacimiento que ignore el contexto social del sujeto Cognoscente (véase, en general, Adén, 2006; Alcott y Potter,1993; Anderson, 2003; Code 1991; Longino, 1998). De este cardcter situado del conocimiento y de la relevancia del sujeto Cognoscente se deriva la conexién entre conocimiento y poder. El eompromiso politico con el cambio social es uno de los principales rasgos constitutivos de las epistemologias feministas, y también una de las caracteristicas principales que las distinguen de otros tipos de teorias del conocimiento. A continuacién describiremos algunas de las posturas que se pueden encontrar bajo el rétulo de ‘epistemologta feminista’ (Harding, 1986, 1991). 5.1. Enpinismo REFORMISTA Se trata de la postura que defiende que los sesgos androcéntricos en ciencia son ejemplos de ‘mala ciencia’ que se pueden corregir con una aplicacién mas rigurosa del métedo cientifico. E1 empirismo feminista reformista asume una distincién clara entre ‘buena ciencia 'y ‘mala cien- cia’, siendo la ‘mala’ aquélla contarinada de prejuicios androcéntricos o sexistas eliminables para su reconversién en ‘buena ciencia’. Esta Giltima, por definicién, ha de estar libre de carga ideolégica, de valores. Ciertamente, es posible encontrar episodios cientificos en los que este tipo de empirismo fun- ciona a la perfeccién y la critica feminista consiste en un trabajo de deteccidn de errores meto- dol6gices. Incluso estas, se podria argumentar, son criticas peculiares en el sentido de que la visibilidad del error suele coincidir con la entrada de mujeres en las disciplinas cientificas en cuestién. Sin embargo, la mayor parte de las criticas feministas consisten en un sutil rechazo de presuposiciones implicitas o de estrategias metodolégicas basado en fines y valores. Se trata de criticas a teorias que dificilmente pueden ser calificadas de ‘mala ciencia’; combinadas con la propuesta de alternativas que, a menudo, sélo pueden considerarse ‘mejor ciencia’ a la luz de un conjunto distinto de intereses, aquellos relacionados con los abjetivos feministas. 5.2. Enrogue Psicooinamico Intenta explorar las consecuencias de que la ciencia haya sido llevada a cabo mayoritariamente por hombres. Basandose en estudios sobre las diferencias en razonamiento 0 moralidad en- ‘re hombres y mujeres (Gilligan, 1982), y la teoria psicoanalitica de las relaciones objetales (Chodorow, 1878) autoras como Evelyn Fox Keller (1985), defienden que las diferencias entre hombres y mujeres son consecuencia de los distintos procesos de aprendizaje emocional a los que son sometidos en la nifiez. Mientras los nifios aprenden a dominar, las nifias aprenden a integrar. Dado que la investigacién cientifica habitual la realizan esos nifios hechos hombres, SU producto es una ciencia sometida a una objetividad estética cuyo fin es el control de la natu- raleza. Por el contrario, una ciencia practicada por aquellas nifias hechas mujeres descansaria sobre una nocién dinémica de la objetividad y proporcionarfa una imagen mas compleja e inte- ractiva del mundo, en definitiva, mas adecuada, 44/47 El tipo de investigacion cientifica llevada a cabo por la genstista Barbara McClintock, Premio Nobel en 1983 por su descubrimiento de la transposicién genética, ejemplificaria esta habili- dad para la conexién intima con el mundo propia de la objetividad dinémica. Frente a las me- t&foras del dominio y la violacién, de descubrir secretos ocultos y descorrer velos, McClintock habla de “escuchar la materia", de una relacién de cercania con el objeto de estudio que difu- mina las fronteras mismas entre sujeto y objeto, de la “sintonia con el organismo". La meta de \a ciencia no es para McClintock la prediccién, el control y la manipulacion del mundo natural, sino e! entendimiento y la conexién. Aunque la principal critica recibida por este tipo de enfo- ques es su riesgo de caer en el esencialismo, esto es, de suponer la existencia de una naturaleza fija e inmutable distinta y diferenciada para hombres y mujeres, el énfasis de McClintock en la intuici6n, el sentimiento y la relacién no caracteriza, segiin la propia Keller, una hipotética ‘ciencia feminista’, sino mas bien la potencialidad de una ciencia reconstruide “en términos procedentes del espectro diverso de la experiencia humana en lugar del espectro estrecho que nuestra cultura ha etiquetade como mesculino” (1988: 187) 5.3. TEORIA FEMINISTA DEL PUNTO DE VISTA (FEMINIST STANDPOINT THEORY) Su proponente mas conocida es Sandra Harding (1985, 1991), aunque ha sido desarrollado por ‘otras autoras, sobre todo en el ambito de las ciencias sociales (antropologia y sociclogia), como Nancy Hartsock (1983), Hilary Rose (1983) y Dorothy Smith (e.g., 1974). De origen marxista, la teoria feminista del punto de vista parte del reconocimiento del caracter socialmente situa do de las creencias. La situacién de las mujeres les ctorga el privilegio epistemolégico en un mundo dominado por los hombres, un privilegio derivado de que desde su posicién marginal, tas mujeres pueden ver lo que a los hombres se les escapa desde sus posiciones de poder. La ‘objetividad fuerte’ proporcionada por el punto de vista feminista se opone a la nocién tradicio- nal de ‘objetividad’, iremediablemente débil por la parcialidad inconsciente de su perspectiva. El problema planteado por este tipo de posturas epistemoldgicas es la pregunta por cual serta el punto de vista privilegiado, dado que existen muchas formas de opresin (clase, raza, sexo...) ¥¥ muchos tipos de experiencias femeninas a menudo incomparables e incompatibles. Como en {os enfoques psicodinamicos existe la dificultad de justficar que unas posiciones son mejores que otras y el peligro del esencialismo. ‘5.4. EmpirismOos FEMINISTAS CONTEXTUALES La defensa de una epistemologia feminista por autoras como Helen Longino (1993) 0 Lynn Hankinson Nelson (1990), que se definen a si mismas como empiristes (entendiendo el empi- rismo de una forma muy bésica: lo que nuestros sentidos nos ofrecen es la base més fiable que ‘tenemos para el conocimiento), tiene una especial peculiaridad. Estas autoras consideran que {a principal limitacién de los enfoques mencionados hasta el momento reside en que se asume ue el sujeto del conocimiento es el individuo. Mientras que la estrategia general de aquellos era la de ‘cambiar el sujeto’, Io que hacen los enfoques que consideramos bajo este apartado 5 ‘multiplicar los sujetos’ (Longino, 1993). £1 movimiento mediante el cual estas autoras socializan la epistemologia haciendo que el sujeto de le epistemologia sea, no el individuo, sino la comunidad, evita algunos de los problemas a los que se enfrentan otras epistemologias ferninistas. Al asumir que las mujeres constituyen un grupo epistemologicamente privilegiado, Por su posicién marginal o su peculiar desarrollo emocional, les propuestas citadas anterior mente estaban recutriendo a una petitio principii tan injustificada coma aquella en la que se basa la epistemologia tradicional (el sujeto incondicionado del cogito cartesiana); implicando al mismo tiempo, lo mismo que aquella, que la naturaleza posee una determinada estructura cognoscible par un nico camino 0 con un Unico método. Por el contrario, las defensoras de una epistemalogia social, asumiendo coma presupuesto epistemolégico bésico que la adquisicion 45/47 de conocimiento es una tarea esencialmente social, evitan asumir que haya algin tipo de sujeto que ocupe una posicién que le permita un mejor acceso 2 alguna verdad dada de antemano, Tampoco esta posture esté exenta de problemas, como los planteados por la necesidad de unas rociones mas rigurosas de comunidad y de consenso, 3. Episte Basada: en el pestestructuralismo, las teorias de le construccién social y ei deconstruccionismo de os afios 80, suponen que hacer ciencia es ‘narrar historias’ y que la ciencia es una empresa de negociacién entre intereses més bien que de descubrimiento de verdades. El problemas que enfrenta o! pasmodernismo feminista derivan de las tensiones entre el relativismo que parece implicar y et compromiso polttico feminista, que parecerfa requerir mas bien un realismo social critico. Donna Haraway (1989, 1991) es una de as autoras en las que se ve de un medo mas descernado esa lucha interna entre la construccién y el compromise con determinadas ‘ver- dades’ irenunciables, entre documentar ia contingencia social del eanocimiento cientifico y comprometerse profundamente ron la comprensién del mundo, Adan, C. (2006). Feminisima y Conociviriento. De la experiencia de fas mujeres al ciborg. La Corufia: Edicisns Espira Maio Alcoit, L. y E, Potter (ads.) (1993) Feminist Spistemologies, Nueva York: Routledge. Anderson, £., ‘Feminist Epistemology end Philosophy of Science’, en: E. N. Zalta (ed.), The Stanford Encyclopecia of Philosophy ‘Fel! 2003 Edition), litto-l/plato. stanford, edu/archives! fall a Chodorow, N. (1978), The Repraduction of Mathering, Berkeley, CA: University of California Press. Code, '. (2991), What Can She Know? Feminist Theory and the Construction of Knowledge, Ithaca, H'¥ Cornell University Press. Gilligan, ©. (1982), Ina Different Voice: Psychological Theory and Women's Development, Cam= bridge MA: Harvard University Press. Haraway, D.J. (1989), Primate Visions: Gender, Race, and Nature in the World of Modern Scien ce, Nueva York: Routledge. Haraway, D.J. (1991), Ciencia, cyborgs y mujeres, Madrid: Cétedra, 1996. Harding, S. (1986), Feminismo y ciencia, Barcelona: Morata, 1995. Harding, S. (1991), Whose Science? Whose Knowledge?, Ithaca, NY: Cornell University Press. Hartsack, N. (1983), “The Feminist Standpoint: Developing the Ground for a Specifically Femi- nist Historical Materialism”, en: Harding y Hintikka (1983). Keller, E.F. (1983), A Feeling for the Organism, Nueva York: W.H. Freeman. 46/47

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