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Es fundamental realizar radiografías en los niños que vemos con problemas odontológicos y más
si sospechamos la posibilidad de patologías muy frecuentes como son las agenesias dentarias,
las ectopias, los supernumerarios y la policaries.
Es fundamental conservar las piezas temporales hasta que se produzca la exfoliación de ellas por
parte de las permanentes, por ello deben ser tratadas en todos los casos sin excepción y si
perdemos alguna pieza, por muy temporal que sea, debemos tomar medidas para evitar
desplazamientos de las demás piezas.
Algunos de los apartados que vamos a diferenciar en Odontopediatria ya han sido descritos en
otros apartados (ver erupción dentaria, flúor sistémico y tópico, sellado de fisuras, patología
dentaria y traumatismos).
Los niños en general son muy perezosos para realizar la higiene diaria dental e incluso muchos
para la higiene general, por ello es deber de los padres intentar que consigan el hábito de
cepillarse los dientes cada día. Está más que demostrado que la higiene diaria contribuye a una
gran disminución de padecimiento de enfermedades bucodentarias. Si el niño no tiene el hábito
de cepillarse los dientes, debemos estudiar a los padres, en muchos casos resulta que los padres
tampoco lo poseen y entonces nuestra misión y tarea se vuelve ardua y difícil.
Debemos teñir los dientes en la consulta para demostrar la existencia de placa bacteriana, hoy
hay muchos folletos explicativos infantiles que hace que los pacientes pediátricos entiendan que
hay "Bichitos" que les pueden destruir los dientes.
Muchos especialistas prefieren tratar los pacientes infantiles sin la presencia de los padres, pero
en el caso que nos ocupa, es importante que los padres estén presentes en el momento de
explicarles la placa bacteriana y en el momento de teñirles los dientes (muchas veces podríamos
ponerlos en un compromiso si en aquel momento pretendiéramos teñir los dientes de los papás,
nos ha ocurrido varias veces que el niño ha dicho: "ahora se lo haces a mi mamá y veremos sus
"Bichitos", lógicamente aplazamos la tinción de los padres para otra cita).
Aunque el tema fue tratado en odontología conservadora, haremos referencia a puntos muy
específicos en referencia a los niños.
Nuestra misión es realizar tratamientos preventivos y curativos, debemos evitar las
policaries destructivas como vemos en la fotos superiores y sobretodo la pérdida
de las piezas permanentes.
Las piezas dentarias están en contacto entre ellas por un punto de máxima convexidad que es el
llamado punto de contacto. Cuando perdemos el contacto dentario, o sea hay pérdida del punto
de contacto, las piezas dentarias tienden a desplazarse hacia mesial (hacia adelante) y ello
puede acarrear el desplazamiento dentario de todo un grupo dentario, incluso de piezas
permanentes si las hay ya erupcionadas. Esta alteración en la posición de las piezas dentarias se
transmite cuando el paciente cambia las piezas temporales por las permanentes, llegando en la
mayoría de los casos a una posición anómala de las piezas dentarias y la instauración de una
maloclusión dentaria.
Las caries deben ser tratadas lo más precoz posible, sobre todo las proximales, ya que perdemos
punto de contacto.
Caries proximal y varias caries con pérdida de longitud de arcada
Clásicamente se han obturado las piezas temporales con amalgama, pero hoy hay países que
han prohibido su uso en niños. No es un problema debido a los magníficos productos de
obturación que disponemos. La elección del material de obturación va de acuerdo con la edad
del niño, su colaboración en la clínica y su riesgo de caries. En general debemos usar materiales
que liberen iones de flúor, son muy usados los ionómeros de vidrio, aunque su longevidad es
moderada, duran por término medio unos 33 meses, son de fácil colocación y en la mayoría de
los casos no se precisa anestesia. No se pueden usar en grandes restauraciones debido a la falta
de resistencia, están indicados en cavidades clases 1 y algunas clases 2.
Las resinas composites modificadas con poliácido (Dyract®), tiene un resultado muy
prometedor, pero liberan menos iones de fluoruro, son de fácil manipulación y son radioópacas.
Hay muchos especialistas que usan composites en las clases 2 de molares primarios, su uso está
indicado, aunque la manipulación de estos es más compleja que la de los ionómeros de vidrio y
los modificados.
En grandes destrucciones dentarias que comportan una gran reconstrucción, debemos usar las
coronas de acero inoxidable, son muy duraderas, protegen a toda la pieza dentaria,mantienen
perfectamente la longitud de arcada, pero son de laboriosa preparación y es imprescindible la
colaboración del paciente.
Cuando una caries no puede ser tratada y la única solución es la extracción de la pieza, debemos
colocar algún sistema para mantener el espacio y evitar el desplazamiento dentario como
veremos más adelante.
Mantenedor de espacio colocado boca
Para realizar la extración de la pieza dentaria es imprescindible tener una radiografía de la pieza.
En general son extracciones muy fáciles, las piezas temporales salen sin raíces debido a que ha
habido una reabsorción fisiológica de ellas por parte de la pieza permanente (rizolisis fisiológica),
pero es muy frecuente que la pieza temporal tenga raíces o alguna de ellas que no haya sido
reabsorbida, son raíces en general, largas, con dilaceración marcada y muy quebradizas, al
realizar fuerza para luxar la pieza se pueden fracturar con gran facilidad.
TRATAMIENTO PULPAR
Las caries sino son tratadas van avanzando y llegan a afectar la pulpa dentaria, está afectación
pulpar hace que se presenta a veces con dolor y otras veces son indoloras y aparecen los
abscesos por necrosis pulpar.
• Tamaño de la raíz remanente para ver si el diente va a ser exfoliado de forma rápida o
aún va a tardar. Si vemos que la raíz no existe, el diente presenta movilidad y el
permanente está a punto de erupcionar, es mejor realizar la extracción del diente,
siempre y cuando esté dando problemas.
• Presencia de los dientes permanentes. Si vemos agenesias, debemos intentar conservar
la pieza temporal.
• Afectación de la furca en caso de molares temporales, hay peligro de fractura y a veces
es mejor realizar la extracción.
• Grandes infecciones causadas por la necrosis y gangrena pulpares, es difícil drenar el
pus en los dientes primarios.
• En otros casos es mejor siempre intentar conservar la pieza dentaria
El tratamiento pulpar de elección es la PULPOTOMIA. Se basa en extirpar la pulpa vital inflamada
de la cámara pulpar y aplicación de medicamentos en ella con el objetivo de fijar o momificar la
pulpa vital radicular. Se usa formocresol o hidróxido cálcico y más actual el glutaraldehído. Se
obtienen mayores éxitos con el formocresol que con el hidróxido de calcio.
La pulpotomía está indicada cuando la pulpa presenta una inflamación mínima y reversible,
cuando hay bastante destrucción coronaria y cuando estimamos que podemos provocar una
exposición pulpar al remover la dentina careada.
Otro tratamiento pulpar que podemos realizar es la PULPECTOMIA. Se basa en eliminar toda la
pulpa cameral y de los conductos radiculares y obturar con hidróxido cálcico u óxido de zinc-
eugenol. La pulpectomía está indicada en los casos de pulpitis irreversibles y en las necrosis
pulpares.
Se inicia como la pulpotomia, y entramos en los conductos radiculares, solo se instrumentan dos
tercios de la longitud de la raíz,se irriga con suero salino y se usan limas, hasta 2 o 3 números
del incial. En los molares temporales es difícil entrar en los conductos radiculares.
Secamos los conductos con puntas de papel y se rellenan con oxido de zinc-eugenol (IRM®), se
reconstruye la pieza dentaria y se suele colocar una corona de acero. Si fracasa la pulpectomía
se debe realizar la exodoncia de la pieza dentaria.
Es importante hacer mención de los casos en que se debe tratar molares permanentes jóvenes:
• Si la pieza dentaria tiene vitalidad pero la raíz está inmadura, se harán recubrimientos
indirectos o bien directos con hidróxido de calcio en caso que la lesión haya llegado a la
pulpa. Los recubrimientos directos en piezas temporales son ineficaces, pero son muy
eficaces en dientes permanentes jóvenes.
• Si la pieza no tiene vitalidad y el ápice es inmaduro se debe realizar la técnica de la
apicoformación (apexificación) para intentar conseguir el cierre apical. Se hace la
limpieza del conducto radicular de restos pulpares necróticos, se irriga con solución
acuosa de hipoclorito sódico y se introduce en el conducto hidróxido cálcico, se va
cambiando cada 2-3 meses y aproximadamente a los 18 meses se consigue el cierre
apical y puede ya obturarse el conducto con gutapercha.
La pérdida de piezas dentarias temporales antes de tiempo, sea por extracción o por
traumatismos, produce unos desplazamientos dentarios de forma que las piezas ocupan espacios
que corresponden a otras piezas dentarias y cuando por cronología les corresponde erupcionar,
al tener su espacio ocupado, lo hacen por donde realmente pueden y en la mayoría de los casos
se producen apiñamientos dentarios, o bien erupciones ectópicas.
Para evitar estos desplazamientos dentarios, si la pieza que tiene que substituir a la perdida
tarda en erupcionar, debemos mantener el espacio y evitar los desplazamientos dentarios, para
ello colocaremos unos aparatos llamados mantenedores de espacio.
Los removibles son placas pasivas de acrílico que se sujetan en la boca con retenedores (Adams,
ganchos de bola o circunferenciales), se suele colocar un arco vestibular y es el propio acrílico el
que apoyándose en las piezas contiguas a la perdida, evita el desplazamiento de ellas. Los
mantenedores removibles son más molestos que los fijos y además los pacientes se los pueden
sacar cuando quieran y por tanto pueden perder efectividad.
Mantenedor removible
Podemos colocar en el mantenedor removible un diente o dientes que faltan con lo cual aparte
de mantener el espacio solucionamos de forma momentánea el aspecto estético.
Falta de incisivos laterales y mantenedor colocado con dos dientes acrílicos que
evitan el desplazamiento de los incisivos centrales y de los caninos.
Mantenedores removibles con piezas dentarias protésicas
Los mantenedores fijos son aparatos que constan de una corona o una banda de acero y un
alambre que va soldado a ella, de forma que es el alambre el que se apoya en la pieza anterior.
La banda o corona va cementada en la pieza posterior y se evita el movimiento dentario de
ambas piezas.
Mantenedore fijos
Mantenedores cementados en boca.
Radiografía en la que vemos como el
mantenedor deja espacio para el premolar
que va a erupcionar
Se pueden usar como mantenedores de espacio aparatos más complejos y que además tienen
otras funciones, que serán descritas en el apartado de ortodoncia fija. Nos referimos entre otros
a las barras linguales, llevan bandas en los primeros molares permanentes y un alambre entre
ellos que va por lingual de la piezas dentarias y por tanto inmoviliza dichos molares con la
imposibilidad de desplazarse hacia mesial en el caso que falten los segundos molares
temporales.
Barra lingual
La malposición del germen dentario intraóseo y por consiguientela formación de la pieza dentaria
fuera de su lugar, puede dar una erupción ectópica de ésta y por ello la falta de exfoliación de la
pieza temporal.
Cuando hay falta de espacio, debido en general a la falta de crecimiento de los maxilares, la
erupción de las piezas dentarias al no tener espacio sufren una desviación y hacen una erupción
ectópica, de manera que se conservan las piezas temporales.