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Estoy comenzando un nuevo momento dentro de mi producción creativa.

Me siento
tan llena de información de ganas de producir que siento a veces que la cabeza me va a
estallar de tantas ideas que me van pasando de aquí para allá. Por ejemplo, hoy no
puedo dormir, y es que empecé a recordar y remover todos los temas que al psicodrama
y a mi vida implican que creo y siento que es el principio de algo lindo. De una nueva
etapa. El tema es como comenzar esa nueva etapa. Sin lugar a dudas es desde mí, desde
lo que sé, lo que tengo y lo que creo que puedo aportar.

Primero que nada una de las ideas que me mueven para empezar con este proyecto es
ayudar a los demás a que se conecten con su capacidad de crear, que es una de las
más importantes que tenemos los seres humanos y muchas veces por todas las cosas que
se nos van poniendo en frente en la vida cotidiana nos olvidamos de que la creatividad
es lo que finalmente a hecho evolucionar a los seres humanos: al intentar no sólo
encontrar una explicación a determinada acción, sino a su vez, crear un movimiento,
una secuencia, entender la danza del viento desde nuestro propio cuerpo, experimentar
los estados por los que pasan otros seres con otras esencias, calidades, experiencias y
movimientos.

Cuando traducimos nuestra experiencia a imágenes, palabras, acciones, susurros,


danzas… creamos. Ese es el objetivo de lo que me mueve, lo que quiero ayudar a
despertar en otros seres, recordar esa capacidad que tenemos desde que somos niños y
que poco a poco vamos perdiendo conforme van pasando los años, debido a que se nos
enseña a que no es bueno hacer eso en público, o esto o aquello no es real, o quizá no
sirve para nada. Si que sirve, sirve como inspiración para otros seres humanos, como
recordatorio de que somos todo y nada, de que somos el reflejo del universo
intentando entenderse a sí mismo…

Por estas cosas vale la pena mi lucha, vale la pena el esfuerzo. Mi interés si que puede
llegar a ser mejorar la salud mental de las personas que decidan ir a bailar mi baile, pero
más que nada es despertar el espíritu, volver a encender esa llamita que puede estar
apagada, escondida, sin luz… darles las herramientas para que la lleven encendida y con
honor al frente de sus vidas, junto a sus corazones. Se trata de iluminar, de jugar y
entender de qué va este juego que llamamos vida, romper con las ilusiones, jugar a crear
nuevos mundos y a explorar a diferentes niveles los que ya existen.

El arte es el camino de la co-creación… juguemos a ser Dioses decía Moreno, pero


después cuando maduró más sus ideas ya no decía eso, sino que decía: Tengamos el
valor de “convertirnos en protagonistas de nuestras propias vidas”, de co-crearnos y
re-crearnos, de transformarnos al trabajar en entenderlas y aprender de cada error y
acierto. Y la primera regla que hay que tener en cuenta es la de la ilusión: todo en esta
vida es una ilusión y casi lo que creemos saber de cada cosa es apenas un 10% de lo que
esa cosa realmente es… entonces… hay tanto que descubrir ya que somos y no somos a
la vez… complejo.
El arte durante todos los tiempos a servido para intentar mostrar a todos los que quieren
acercarse y verlo y/o experimentarlo, la manera en como traducen algunos seres
sensibles sus experiencias humanas, llámese eso: sociedad, pareja, amigos, el propio
yo, naturaleza, emociones, sensaciones, olores, colores, sonidos, silencios… al hacer esa
traducción nos hace experimentarlo y aprehender esa idea, ya sea de una manera
empática, caótica, reaccionaria, eufórica, contemplativa, sensitiva, evocativa… sea
como sea que nos llegue o nos impacte de acuerdo a nuestras propias experiencias, se
impregna en nuestro ser y nos habla de cosas adentro y cosas afuera… nos atraviesa…

La fusión del jugar explorando el ser desde el arte, desde un acercamiento a nuestra
propia capacidad creativa se convierte para mí en la mejor manera de hacer un mix entre
mis experiencias de vida, resolver algunas que no tengo tan elaboradas, atreverme a
compartirme y expresarme con los demás y por consiguiente a poner de manifiesto
mediante mi expresión la traducción de mi propia experiencia de vida… eso ya es
arte.

Hacer arte, traducir mi experiencia en actos creativos.

Eso quiero ayudar a hacer a las personas.

Abrir caminos y posibilidades.

Conectar el teatro con la psicología aún más.

Establecer el psicodrama como una herramienta en la investigación social, no sólo en


psicología sino también en las ciencias sociales.

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