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Asignatura:
Práctica Profesional I
Introducción……………………………………………………………………2
Enunciados…………………………………………………………………….3
Respuestas…………………………………………………………………….4
Conclusión……………………………………………………………………..10
Bibliografía……………………………………………………………………..11
Integrantes…………………………………………………………………......11
Anexo……………………………………………………………………………12
Introducción
Conclusión:
Se puede ver la forma de aplicación de estos códigos y que se pueden
utilizar para describir casos de enfermedad o discapacidad, como
también, casos de salud y actividades cotidianas que puede realizar
cualquier persona.
Bibliografía
CIF (Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad
y de la Salud).
Integrantes:
Zaira Godoy legajo: 21.412
Daiana Salguero legajo: 22.357
Patricia Medina legajo: 22.109
Lucio Martini legajo: 22.293
Sofía Marroquín legajo: 21.456
ANEXO
La vejez cómo modo de vida
Con mis 48 años tuve la suerte de atender a una Sra. con 99 años de edad. Se
llamaba Blanca dP |...| Padecía ataques de pánico, tenía en su pierna una
herida muy importante, que no le permitía caminar .Además no escuchaba bien
de un oído, también usaba pañales y por si eso fuera todo, y estaba muy triste.
Los primeros cuatro meses fueron terribles, Blanca, sostenía que se moriría en
cualquier instante. Con toda mi paciencia y amor, traté de convencerla con mi
infaltable palabra, diciéndole permanentemente:”Blanca la muerte llegará de
todos modos”… y se lo dije con exclamación: ¡pero no sí uno quiere! Y así,
durante mucho tiempo, le repetía lo mismo por cuatro meses.
Trascurrido el tiempo, Blanca confió en mi palabra y se olvidó de la muerte que
la asechaba, fue al baño sin ayuda, es decir:”controló su esfínter“. Contaba
cómo había sido su vida desde 1900... Hasta su vejez. Y comprendió que
necesitaba de todo mi afecto y ayuda para seguir viviendo.
Un buen día llego un pariente, y le comentó que había conocido un excelente
flebólogo, que podía curar su pierna, ya que, nunca se cerraba la herida de su
pierna claro.
Pedimos turno y nos atendió el médico muy cortésmente. Él se sorprendió de
la lucidez de la abuela, le explicó que su problema tenía solución. Y así como el
médico dijo la atención de blanca se personalizó. Atenta al problema recibió
estricta su medicación y aseo personal. Blanca padecía de una enfermedad
que se da en personas mayores “Erisipela”.
Además de tener toda mi atención y el amor de toda su familia y el mío, como
ella se merecía y cuidado adecuado al cabo de ocho meses... la herida sanó.
La vida Blanca, cambió repentinamente, había quedado archivado en el
pasado, el deseo de morir.
Hacía unas comidas exquisitas, que ella solo conocía. Todas las mañanas
hacía unos ejercicios para mejorar la movilidad de sus piernas. Se puso muy
coqueta y lucía rozagante.
Mi pulsión sexual, era que viviera sus últimos días de calidad. Y Dios me
escucho. Mi deseo fue cumplido.
Después de un tiempo, ella decidió operarse de sus ojos, porque se sentía
mejor. Y así fue. Veía bien. Caminaba con dificultad, pero lo hacía. Estaba muy
bien, recordando aquél día que la conocí. Todo parecía como si, el cielo habría
iluminado a Blanca, hasta que un día tuvo un inconveniente con un
medicamento y se descompensó.
La internaron ,la hija le puso una enfermera al cuidado de Blanca,
atendiéndola las veinticuatro horas .Me comento la hija que yo, no podía
atender más a Blanca porque estudiaba, lo correcto y mejor era así .Salió del
sanatorio y regresó a su casa, después de unos días …yo iba a visitarla cada
tanto.
Y después de tres meses, un 24 de diciembre del 2009 falleció. Yo me
pregunto: ¿por qué cambiaron de personal para cuidar a Blanca?, ¿la hija le
habrá molestado que cuide, a su mamá?, ¿no le importaba a nadie que Blanca
me nombraba todo el tiempo que vivió? O ¿será que ser viejo no cuenta para
muchas personas? Y ¿qué me diría Sigmund Freud con respecto a la pulsión
de vida mía? Y ¿la pulsión de muerte de su hija?, ¿qué habrá pensado?
Gracias a blanca, estudio Terapia Ocupacional, la gente no piensa que algún
día puede envejecer…
Mi querida Señora Blanca, falleció después de haber cumplido sus cien años.
Cariñosamente y afectuosamente me despido de un ser maravilloso.
Patricia V. Medina