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Del Libro "El adolescente infractor y la

ley penal"
El 20 de noviembre de 1989, la Asamblea General de las Naciones Unidas
proclamó la Convención sobre los Derechos del Niño la que tiene gran
importancia en la legislación de los países que la ratificaron, debido a que
reconoció al niño como "sujeto de derechos" relevándolo de la situación de
casi un objeto digno de la compasión y caridad de quienes deseaban
protegerlo. Consideró así mismo al nino como un ser humano en desarrollo,
por lo que se convierte en un sujeto prevalente de derechos que debe concitar
el interés de los Estados y elaborar y ejecutar políticas para que, tratándolos
como ? Presente", le reconozcan los derechos que les correspondan, para
lograr en el futuro ciudadanos útiles a cada nación.

El 14 de agosto de 1990 el Perú ratificó la Convención y se obligó a cumplir


con prioridad las normas que ella contiene. Digo prioridad porque según la
Constitución Política de 1979, vigente en esa fecha, "en caso de conflicto
entre el Tratado y la Ley prevalece el primero", según el artículo 101º de
dicha carta magna. En consecuencia, en la parte referente a la legislación
atinente a los menores llamados "antisociales" y para los que en forma
genérica se les aplicaba la Doctrina de la Situación Irregular y, a los que
cometían actos que se consideraban lesivos a la sociedad se les denominaban
"estado peligroso". Para estos, que hipócritamente se decía que no cometían ni
falta ni delitos, el Juez de Menores les aplicaba medidas correctivas sin
ninguna denominación y eufemísticamente calificadas de "medidas
protectoras" las mismas que no tenían plazo de duración para el
cumplimiento, salvo el de la mayoría de edad alcanzada durante la ejecución "
correccional".

El Perú, después de nombrar varias comisiones para adecuar la legislación de


menores, enjulio de 1993 puso en vigencia el Código de los Niños y
Adolescentes (D.L. Nº 26102) en el que trató sobre el Niño y el Adolescente
Infractores de la Ley Penal. El 7 de agosto promulgó el actual "Código de los
Niños y Adolescentes" (Ley N' 27337) el que se puso en vigor al día
siguiente. En ese Código se agregó lo referente al pandillaje pernicioso y
finalmente enjulio de este año, mediante el Decreto Legislativo N" 990 que
modifica el artículo IV del título preliminar y los artículos 1842, 1932, 1942,
1952, 1962 y 2352 e incorpora los artículos 194º?A y 206º?A de la Ley N'
27337 Código de los Niños y Adolescentes, señaló imperativamente la medida
socioeducativa al adolescente infractor penal partícipe de una pandilla
perniciosa.
En el artículo 402 de la Convención se refiere al infractor penal compromete a
los Estados Parte a reconocer el derecho de todo niño0) que sea considerado,
acusado o declarado culpable de infringir las leyes penales, a ser tratado de
manera acorde con el fomento de su sentido de la dignidad y el valor, que
fortalezca el respeto del niño por los Derechos Humanos y las libertades
fundamentales de terceros y en la que se tenga en cuenta la edad del niño y la
importancia de promover la reintegración del niño y de que este asuma una
función constructiva en la sociedad.

El mencionado artículo señala la observancia del principio de legalidad, la


presunción de inocencia, el derecho a la información, la celeridad procesal, al
no declararse culpable ni obligado a prestar testimonio, la doble instancia, a
ser juzgado con el idioma que habla, al respeto de su vida privada en toda la
fase del procedimiento y a su juez natural.

Asimismo, recomienda a los Estados Parte una edad mínima antes de la cual
se supondrá que los niños no tienen capacidad para infringir las leyes penales,
dispensando a estos un tratamiento sin recurrir a procedimientos judiciales,
pero sí respetando plenamente los derechos humanos y la salvaguarda
jurídica.

En cuanto a la edad se refiere el Código peruano señala como niño al ser


humano desde su concepción hasta los 12 años y adolescente desde los 12
hasta los 18 años. Para los primeros que hayan cometido un alto tipificado
como delito o falta se le somete a una investigación tutelar, siguiéndose las
pautas de la doctrina de la situación irregular; a los segundos se le somete a
una investigación de carácter penal (doctrina de la protección integral). En
ambos casos deben observarse los derechos, principios y garantías referidos a
la persona humana.

Si bien es cierto que la legislación actual referida a los menores, señalada en


la ley, no es la óptima, si se aplicase, el panorama no sería tan desolador como
lo es actualmente. Cabe señalar que se trata de abordar una reforma del
Código de los Niños y Adolescentes, entiendo en profundidad. Sin embargo,
según mi opinión considero que es necesario recrear los juzgados de Menores
establecidos a partir de 1924 y eliminados en la práctica al titularse, según la
legislación vi~ gente juzgados de Familia donde los jueces que tratan al niño y
al adolescente infractores de la ley penal son muy pocos y la mayoría no
especializados.

De lo expuesto anteriormente y partiendo de la premisa de que el niño no tiene


la madurez mental para considerarlo con capacidad de discernimiento pleno la
Convención lo excluye de cualquier procedimiento o investigación de tipo
penal, sin perjuicio de los derechos y garantías que se le reconoce a todo ser
humano. Para el efecto pide que cada Estado parte señale una edad
determinada mínima.

Hay que aclarar que la Convención utiliza el término niño para todo el
segmento minoril cuando enfatiza, "para los efectos de la presente
Convención, se entiende por niño a todo ser humano menor de 18 años de
edad, salvo que en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes
la mayoría de edad". En el Perú, reitero, se considera "niño al ser humano
desde la concepción hasta los 12 años y adolescentes hasta los 18 años de
edad".

Sin embargo en todos los países latinoamericanos se hace una división etárea.
En unos se señala niño hasta los 12 años de edad incumplidos y en otros
cumplidos; y en otros hasta los 13 años los cuales no están sujetos a
investigación de carácter penal. En el Perú a partir del 24 de julio de 2007, se
excluye de la Investigación penal al menor de 14 años de edad incumplidos
(Decreto Legislativo N' 990). Al adolescente entre 14 y 18 años se le somete,
en caso de ser sujeto activo de delito o falta previstos en el ordenamiento
penal de cada país, a un procedimiento especial de investigación y
juzgamiento. Es decir un derecho penal y procesal garantista.

Los Estados que ratificaron la Convención vienen tomando conciencia del


aumento de la delincuencia juvenil porque "cuando un adolescente infringe la
ley penal se debe asumir que toda la sociedad tiene una corresponsabilidad en
ese hecho delictivo, pues esto implica que la sociedad, la familia y el Estado
han fracasado en el proyecto social".

En casi todos los países de la región los factores son múltiples. Muchos niños
y adolescentes viven en familias incompletas o desintegradas sujetos a la
explotación, a la violencia, a la miseria, a la falta de educación, etc., lo que
genera en esas mentes jóvenes un resentimiento contra el sistema imperante
que alienta la comisión de delitos.

En nuestra Patria según la Dirección Nacional de justicia, el año 2005, cinco


mil seiscientos noventa y un adolescentes cometieron delitos, este número con
seguridad no recoge la verdadera dimensión que viene alcanzando el
quebrantamiento de la ley penal por adolescentes, algunos inclusive captados
por el narcotráfico.

Considero que para una verdadera resocialización del adolescente, del


infractor penal, debe crearse un sistema que permita que la medida
socioeducativa aplicada se ejecute a plenitud y logre los fines que se señala en
el Código Penal. Esto es la prevención antes y después, la protección de la
sociedad y la resocialización, lográndose así la ansiada prevención objeto
mismo del Código Penal de 1991.
Tal vez sea lo expuesto anteriormente la respuesta al porqué presento a la
consideración de los que tienen interés en conocer la norma jurídica referente
al adolescente infractor penal, ya que solo conociéndola con sus virtudes y
defectos se podrá lograr leyes, policías, magistrados y personal auxiliar que
comprendan el <<gran problema>> y la "responsabilidad" que tiene la
comunidad y el Estado en constituye el más valioso recurso de nuestra
sociedad: el menor de edad que es un "Presente" y no un "futuro" porque en
esta ultima etapa será el adulto bueno o malo que nos merecemos.

Bueno es recordar que la conducta es, principalmente repertor de reacciones


aprendidas que evolucionan. Su carácter definitorio es psicosocial.

Creo que la protección que debe la comunidad y el Estado al menor de edad


en situación de abandono, conforme establece la Constitución Política del
Perú artículo 4º deben tener preferente atención mediante una política
coherente y realizable a través de un organismo rector, técnico que coordine la
acción del Estado y los particulares oriente en un plano científico y asista
técnicamente en la solución de la "problemática del menor peruano".

El libro comprende 5 partes tituladas: I. Breve reseña sobre el tratamiento del


menor en el campo penal a través de la Historia; II. Niños y adolescentes
infractores de la ley penal; III. Teoría del proceso penal del adolescente; IV.
Tratamiento del niño, niña y adolescente infractor penal en el ordenamiento
jurídico del Perú; V. Visión del tratamiento del menor infractor penal en los
Países Latinoamericanos. Conclusiones y un anexo con los instrumentos
internacionales atinentes a los menores de edad y el Decreto Legislativo N'
990.

Ojalá sea de utilidad el libro, escrito con la esperanza de que el menor de edad
goce en el futuro de un mundo mejor donde la colectividad no los considere
como "los niños invisibles" y las leyes sean ejecutadas en función del Interés
Superior del Niño.

http://iejs.net/Expo/del%20libroel%20aadolescente%20inractor%20y%20la
%20ley%20penal.htm

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