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Porque el proyecto de reforma

lleva a la “municipalización” y
“privatización” de la educación
pública.
Tuesday, 22 March 2011 13:03

Los funcionarios del régimen de Porfirio Lobo y Juan Orlando Hernández


han lanzado una campaña dirigida a negar que la mal llamada “Ley de
Incentivo a la Participación Comunitaria para el Mejoramiento de la
Calidad Educativa” vaya dirigida a municipalizar, como paso previo a la
privatización de la educación pública, al tiempo que la presentan como la
gran panacea que va a mejorar la calidad educativa.

Aquí nos proponemos a


demostrar lo contrario,
mediante el análisis del
referido Proyecto de Ley.

Que dice el proyecto

Dice el Proyecto que el


Propósito de la Ley es:

“Promover la participación
de los padres de familia y la comunidad local y contribuir al
mejoramiento de la calidad de la educación, reflejado en el cumplimiento
del calendario escolar, en el incremento del rendimiento académico de
los estudiantes, disminución de la deserción y repetición escolar”

Los objetivos específicos del Proyecto de Ley son;

1. “Promover la participación de los padres de familia y de otros


actores de la comunidad local en las actividades educativas en el marco
del Proyecto Educativo del Centro (PEC).
2. Instituir el Consejo Municipal de Desarrollo Educativo (COMDE)
como la instancia de veeduría social de la asistencia efectiva del docente
al aula de clases, el cumplimiento del calendario académico y el logro de
los indicadores educativos, establecidos en el municipio y conforme a los
lineamientos de la planificación educativa nacional.

3. Instituir el Consejo Escolar de Desarrollo (CED) como la instancia


de participación comunitaria integral e interactiva entre los diferentes
actores del entorno de cada centro educativo.

4. Incentivar a los municipios para el cumplimiento de indicadores de


mejorar a la calidad educativa velando por el uso racional de los recursos
humanos, financieros y materiales de su jurisdicción municipal.”

Nadie en su sano juicio puede negar el derecho a padres de familia y


estudiantes a procurar una participación real en la definición y
seguimiento de la política y estrategia educativa que el Estado está en la
obligación de atender. Pero lo que el proyecto de Ley fomenta no es
precisamente eso, sino el traslado de funciones y responsabilidades del
nivel central al municipal, y en particular a los padres, madres y
estudiantes.

De una Gestión desconcentrada a una Gestión municipalizada

En Honduras, el sistema educativo fue centralizado y concentrado hasta


el año 1996. Ese año una reforma traslado algunas funciones que antes
desempeñaba el Estado central en las Direcciones Departamentales y
Distritales, basado en la Ley de Modernización del Estado. En el caso de
las Direcciones Departamentales, son funciones sobre todo
administrativas y en el caso de las Distritales, son funciones de
ejecución operativa. Pero con esa reforma el Estado retuvo la definición
de los lineamientos estratégicos y de política educativa al nivel central,
es decir, en el Poder Ejecutivo a través de la Secretaria de Estado en el
Despacho de Educación.

El Estado ha desarrollado esta última función central auxiliado por dos


Sub Secretarias: Sub Secretaria Técnico Pedagógica, la cual es
responsable del diseño curricular, la tecnología educativa y la
capacitación docente, incluido el diseño y evaluación de la calidad del
servicio educativo; y la Sub Secretaria de Servicios Educativos
responsable de coordinar y apoyar la ejecución de los programas
educativos. Por tanto, la función de vigilar la calidad educativa ha sido
hasta ahora parte de las obligaciones del Poder Ejecutivo a través de la
Secretaria y Sub Secretaria del ramo, la cual debe ser ejercida por
personal calificado y especializado.

De aprobarse esa Ley que ha propuesto Juan Orlando Hernández se


crearían dos organismos: el Consejo Municipal de Desarrollo
Educativo (COMDE), integrado por 9 miembros de los cuales cinco son
del sector no gubernamental y cuatro por las autoridades municipales y
educativas, y el Consejo Escolar de Desarrollo (CED), integrado por
“ciudadanos, estudiantes y docentes”, sin número delimitado.

¿Cómo son definidos los COMDE? El Artículo 3 del Proyecto dice que los
COMDE:

“serán instancias de participación comunitaria para la gestión


educativa, concertada, permanente y responsable de la formulación y
coordinación de los planes estratégicos educativos del municipio,
para la toma de decisiones y su correspondiente rendición de cuentas
para la elevación de propuestas de política publicas educativas al
gobierno local, y la conformación de alianzas con los actores
incidentes en el logro de los objetivos educativos del municipio”
(subrayados son míos)

Como puede verse en esta cita, el Proyecto de Ley dice que los COMDE
son instancias de participación comunitaria “para la gestión
educativa”. Por tanto, los COMDE asumen la “formulación y
coordinación de los planes estratégicos educativos del municipio”. ¿Para
qué? Según el Proyecto “para la toma de decisiones y su
correspondiente rendición de cuentas”

Pero el Proyecto no delega en los COMDE la toma de esas decisiones ni


la rendición de cuentas, sino en la autoridad municipal. Veamos:
En cuanto a la toma de decisiones estratégicas, el Proyecto especifica en
el mismo artículo 3 que esas funciones servirán “para la elevación de
propuestas de política publicas educativas al gobierno local”, es decir
el Gobierno Municipal. Esto significa que la política publica en
educación, que hasta ahora ha sido definida en el nivel central,
pasaría a ser función de las corporaciones municipales. Por lógica
administrativa, la autoridad que define lo estratégico, la política
educativa, debe supervisar su administración y ejecución, que son
niveles auxiliares y operativos. Se infiere entonces que lo fundamental
del sistema educativo dependerá de la Corporación Municipal.

Y en cuanto a la rendición de cuentas, dice el artículo 13 del Proyecto de


Ley que:

“los municipios por medio de sus Consejos Municipales de


Desarrollo Educativo presentaran a la Secretaria de Educación, sus
logros en materia educativa y el listado de los centros educativos
que cumplen con el calendario académico, el mejoramiento del
rendimiento de los estudiantes y la disminución de la deserción y la
repetición escolar para optar a los siguientes incentivos…” y a
continuación menciona: incentivos Financieros, Recursos de
Aprendizaje y Reconocimientos públicos.

Es decir que también en el tema de la evaluación del desempeño, la


responsabilidad recaería en las Corporaciones Municipales y no en las
Direcciones Distritales y Departamentales como ha sido hasta ahora.

A esto hay que agregar lo que dicen las atribuciones de los COMDE, que
son las siguientes:

a) “Formular y coordinar la elaboración, ejecución y monitoreo del


Plan Estratégico educativo del municipio, orientando y a la vez tomando
en cuenta las planificaciones de los centros educativos (los Consejos
Escolares) y de los del nivel distrital.

b) Conocer de las iniciativas, programas y proyectos, y brindar apoyo


técnico en materia de educación, a las comunidades y al gobierno
municipal.

c) Contribuir a mantener el sistema de información educativa del


municipio, en coordinación con las direcciones distritales y
departamentales de educación.

d) Dar seguimiento a los resultados de evaluaciones, reportes y


estadística de las direcciones distritales.

e) Acompañar al alcalde municipal en la gestión de asuntos


educativos del municipio.

f) Solicitar a la Corporación Municipal el llamamiento como mínimo a


dos Cabildos Abiertos de Educación al año, para discutir los temas
educativos, en los términos que establece la Ley,

g) Proponer al alcalde Municipal la adopción de políticas públicas


municipales en materia de educación para elevarla a su aprobación en
Cabildo Abierto.

h) Presentar en Cabildo Abierto los resultados de la evaluación del


desempeño escolar de los educadores y educandos del municipio.

i) Verificar conforme a la planilla de cada centro educativo la


efectiva presencia del personal nombrado a efecto de asegurar el uso
racional de los recursos humanos, informando a las instancias locales de
participación y a las autoridades educativas departamentales y del nivel
central el resultado del proceso, para la toma de decisiones.

j) Promover la asamblea para la organización de los Consejos


Distritales de Desarrollo en aquellos municipios que lo requieran.

k) Velar por la obligatoria permanencia de las plazas en los centros


educativos y promover la redistr4inucion o creación de plazas según
incremento de la demanda, en la jurisdicción municipal.

l) Promover la creación y sostenibilidad de los Concejos Escolares


en los Centros Educativos.”

Estas atribuciones ameritan algunos comentarios:

1. Se ratifica en las mismas el carácter subsidiario de los COMDE


respecto a las corporaciones municipales que son las que tienen la última
palabra en materia de estrategia y política educativa pues los COMDE
solo pueden formular, proponer y coordinar su ejecución (incisos “a” y
“g”) y acompañar la gestión de recursos (inciso “e”).

2. Los COMDE tienen una fuerte dosis de administración de personal


pues informa y da seguimiento a la evaluación del desempeño (incisos
“d”, “h” e “i” y “k”) de los docentes, haciendo énfasis en la asistencia a
clases. Además desempeñan funciones de comunicación, información y
apoyo técnico (incisos “b”, “c” y “f”)

3. Los COMDE organizarían además sus órganos auxiliares por


Distrito Escolar (“Consejos Distrital de Desarrollo Educativo” o
simplemente “Consejos Distritales) y por centro educativo (“Consejos
Escolares de Desarrollo de los Centros Educativos” o simplemente
“Consejos Escolares”).

Se ve claro que quien rinde cuentas por el desempeño operativo de lo


educativo ante el Ministerio de Educación son los municipios, “por medio”
de los COMDE. En cambio, no tiene que rendir cuentas sobre la definición
de lo estratégico. En otras palabras, el sistema educativo central traslada
sus principales funciones (definiciones estratégicas, de política educativa,
administración y ejecución y evaluación) a los municipios, manteniendo a
nivel central una función evaluadora y administradora de “incentivos”.

En conclusión, no cabe duda que el proyecto no es una simple


descentralización, pues si lo fuera no trasladaría tanta potestad política-
administrativa a las Corporaciones Municipales y Cabildos Abiertos
Municipales. Se trata de un proceso de MUNICIPALIZACION del sistema
educativo del cual este proyecto es un primer paso.

El tema de la participación de madres y padres de familia


En si la participación de los diferentes actores comunitarios y edilicios no
es el problema. No puede negarse a los padres y madres el derecho a
opinar, a dar sugerencias y a reclamar sobre la correcta prestación de un
servicio público, tanto de parte del maestro o maestra como de los altos
funcionarios del Estado, que, por cierto, no aparecen “vigilados” en
ninguna parte del proyecto para determinar la calidad de su trabajo.
Tampoco es problema, sino al contrario es deseable, que la opinión de
padres, madres y estudiantes, así como de los maestros (as), sea
tomada en cuenta e incluso que tenga poder decisión en la definición de
las estrategias y políticas. Las organizaciones progresistas y
revolucionarias siempre hemos demandado eso.

Pero lo que no se puede establecer es que los padres y madres de


familia sean responsables del buen desempeño del servicio público,
obligándoles a hacer investigaciones, rendir informes, hacer evaluaciones
y dar “apoyo técnico”, para las que no están preparados ni gozan del
tiempo y recursos necesario y que además son funciones de la Secretaria
de Educación.

Tampoco es aceptable que los padres y madres deban correr con los
gastos operativos del funcionamiento escolar. De hecho, las escuelas y
colegios ya están recibiendo recibos de pago de servicios públicos
(electricidad, agua) y cobros por otros aspectos (licencias, etc.) que
antes pagaba el nivel central, como resultado de esta reforma, a pesar
que aun no ha sido aprobada.

Con ese método, toda comunidad educativa que no “participe” de esa


forma será castigada con una disminución de la asignación
presupuestaria y de materiales pedagógicos.

A eso se reduce la “participación” comunitaria según la visión del


régimen golpista.

En la doctrina de derechos humanos, el Estado es la entidad garante


ante el Pueblo de la prestación de un buen servicio público, y este de
exigir su prestancia y calidad. No al revés.
En lugar de ser un avance, la pretensión de responsabilizar a madres y
padres de familia de esas tareas se convertiría en un retroceso pues la
calidad educativa no se reduce a la asistencia a clases o a sumar y restar
notas académicas o cantidades de alumnos que asisten a clases. Implica
evaluar y responder a múltiples factores de orden pedagógico,
psicológico, social, económico, culturales, que los padres y madres ni
están obligados a saber ni es su rol resolver.

Los verdaderos objetivos

En el fondo, el régimen de Porfirio Lobo lo que buscan es utilizar a


madres y padres de familia, incluso estudiantes, como mano de obra
gratuita, para que sirvan de polizontes o capataces de los maestros y
maestras, para romper la solidaridad natural que debe existir entre estos
actores del proceso educativo y así evitar que una alianza entre ellos se
convierta en una demanda social de cumplimiento del derecho a una
educación accesible y de calidad que el Estado está en la obligación de
garantizar.

El mecanismo de presión que el régimen tiene para lograr su objetivo es


el chantaje presupuestario, ya que con escuelas tan necesitadas de
los más básicos requerimientos pedagógicos y de infraestructura,
pretende inducir una competencia entre las diferentes comunidades
educativas por los más mínimos recursos, caldo ideal para el clientelismo
político sectario que prevalece en la cultura política, y para contraponer
el Pueblo a los maestros y maestras.

Por otro lado, el objetivo también es económico. Pretende obligar a los


municipios a reducir la planilla de maestros y maestras contratadas, por
la vía de recortes presupuestarios que serán “justificados” por problemas
de incumplimiento de calidad educativa. Lo que conllevara a una
contradicción: Donde más problemas haya, menos apoyo habrá del
Estado, y por tanto, los niños(as) que estén mal, con esta política
estarán peor.

Además, esa ruta conduce al camino de la privatización, por dos


razones: Primero porque la pérdida del Estado como proveedor
desarrolla la necesidad de que actores económicos privados oferten el
servicio; y segundo, porque la mayoría de las municipalidades de
nuestro país no tienen la capacidad de dar abasto a la demanda
educativa.

Y finalmente tiene un objetivo político. Para nadie es un secreto que el


magisterio ha sido hasta ahora un sector estratégico de la Resistencia
Popular al Golpe de Estado. Es de interés del régimen golpista,
neutralizar esta poderosa fuerza social para salir avante con su objetivo
de consolidar su régimen y prevenir el desarrollo del Frente Nacional de
Resistencia Popular como una fuerza de masas con capacidad de
disputarle el poder a nivel nacional.

Los organismos financieros están detrás

Los organismos financieros internacionales en especial el Banco Mundial


(BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) desde hace más de
14 años están detrás de esta estrategia, la cual comenzó a ser
implementada desde el año 2000. Las Escuelas PROHECO, administradas
por las comunidades, son un modelo ensayo de esa política.

En 1997 el Banco Mundial emitió una serie de “recomendaciones” que


vienen siendo cumplidas al pie de la letra por los sucesivos gobiernos
hondureños, incluido el actual régimen sucedáneo del Golpe de Estado.
(Anexamos el documento del Banco Mundial en donde se encontraran
similitudes enormes con los COMDE y Consejos Escolares que pretende
el Proyecto de Decreto).

En el documento del Banco Mundial puede observarse que la idea de la


descentralización tiene el propósito de depositar cada vez más en manos
de los actores usuarios del derecho a la educación (organizados en
“Comités Escolares”) la garantía de su eficiente cumplimiento; como lo
propone el Proyecto de Ley.

Por otro lado, la intencionalidad política de estos organismos para hacer


estas reformas con vistas a destruir el movimiento magisterial se revela
en la siguiente cita de un documento del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID), en donde ven al magisterio organizado como un
“problema gremial” que hay que “desmantelar”.

“La cultura política de Honduras no ha podido mantener a los gremios


dentro de un marco de responsabilidad y rendición de cuentas,
generando estrategias de corto plazo que no reducen el poder de
convocatoria negativo de los gremios. Hay países en la región donde los
gremios fueron prácticamente desmantelados una vez que el Gobierno
entendió como montar alternativas abiertas a los maestros que eran más
atractivas que la oferta gremial.

Para poder mejorar esta situación el gobierno tiene que generar un


consenso con el Congreso para llevar las discusiones con los gremios
más allá de los salarios y comenzar a trabajar sobre la calidad de la
educación como punto de partida para las negociaciones, lo cual le daría
al gobierno una ventaja en el proceso de negociación. La experiencia en
Chile y Perú indica que, individualmente, los maestros no se oponen a la
idea de atar los salarios al desempeño en términos de calidad educativa,
mientras que los líderes gremiales prefieren separar el salario de
cualquier medición del desempeño, ya que así mantienen la dependencia
de la membrecía de la negociación colectiva en vez de la negociación
individual. Por lo tanto, si la Ley de Educación elimina la cuota de
poder automática que gozan los gremios y el Congreso apoya al
ejecutivo en la inclusión de la calidad educativa en las
negociaciones salariales, el problema gremial irá disminuyendo.”
(BID, “Análisis de la Fuerza Laboral en Educación en Honduras”, Marzo
2010, páginas 35 y 36)

Con todos estos elementos sobre la mesa, sería ocioso poner en duda las
intenciones nefastas del proyecto de municipalización del régimen de
Lobo y Hernández.

Por eso, la razón asiste al magisterio y a su lucha, que es también


nuestra lucha.

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