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TEMA 30.

EL SISTEMA ESPAÑOL DE LA SEGURIDAD SOCIAL:


EVOLUCION. LA LEY GENERAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL.
NORMATIVA

El SISTEMA ESPAÑOL DE LA SEGURIDAD SOCIAL: EVOLUCION.

1.- Concepto y principios de la Seguridad Social.

La Seguridad Social es un sistema técnico-jurídico destinado a proteger a las


personas frente a determinados riesgos o contingencias que provocan en ellas
situaciones de necesidad, sea por defectos de rentas o exceso de gastos.

Los principios básicos en que se inspira nuestro sistema de Seguridad Social son
los siguientes:

a) Por lo pronto, la Constitución configura a la Seguridad Social como un


“régimen público”, que ha de ser mantenido precisamente por los poderes públicos.
Dicho régimen público ha de garantizar a todos los ciudadanos la asistencia y
prestaciones suficientes ante situaciones de necesidad, “especialmente en caso de
desempleo”. Al margen de la Seguridad Social estricta quedan las prestaciones
“complementarias” que el art. 41 de la Constitución configura como “libres”, esto es,
como susceptibles de aseguramiento voluntario.

Es de advertir que la Constitución no reconoce de modo directo un derecho del


ciudadano a la Seguridad Social, sino que prefiere la vía indirecta al disponer que “los
poderes públicos mantendrán un régimen de Seguridad Social para todos los
ciudadanos”. No existe, pues, en la Constitución un derecho de protección máxima, ni
siquiera media, a la Seguridad Social puesto que su regulación se encuentra situada
dentro de los “principios rectores de la política social y económica”, dotados de una
protección mínima.

b) El régimen público de Seguridad Social que deriva de los artículos 41 y


149.1.17ª de la Constitución se fundamenta en los principios de universalidad, unidad,
solidaridad e igualdad.

c) A estos principios constitucionales se superponen, coincidiendo sólo en parte


con ello, los principios de la legislación ordinaria, entre los que podemos encontrar los
siguientes, a juicio de MELGAR MONTOYA:

1’.- Consideración conjunta de las contingencias o situaciones que motivan la


acción protectora de la Seguridad Social. El sistema de Seguridad Social tiende a la
reparación de las situaciones protegibles atendiendo a su realidad objetiva con
independencia de cual sea su causa.

2’.- Uniformidad de las prestaciones de la Seguridad Social. Corolario lógico del


principio anterior es éste que obedece al propósito de prestar más atención al infortunio
que a las causas que lo hayan producido.

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3’.- Racionalización y simplificación de la gestión de la Seguridad Social
mediante la creación de unas Entidades Gestoras y unos Servicios Comunes.

4’.- Saneamiento financiero, para lo cual se han articulado las siguientes


medidas a través de la Ley 24/1997, de 15 de julio, de Consolidación y Racionalización
del Sistema de la Seguridad Social, modificada por sendos Reales Decretos Legislativos
1/2000, de 9 de junio y 4/2000, de 23 de junio:

a’.- Separación financiera de la Seguridad Social, adecuando las fuentes de


financiación de sus obligaciones a su naturaleza. En este sentido, las prestaciones de
naturaleza no contributiva y de extensión universal pasan ser financiadas a través de
aportaciones del Estado, mientras que las prestaciones netamente contributivas se
financian por las cotizaciones de las empresas y de los trabajadores.

b’.- Constitución de un fondo de reserva. A estos efectos, el art. 91 de la Ley


General de la Seguridad Social dice que en la Tesorería General de la Seguridad Social
se constituirá un Fondo de Reserva de la Seguridad Social con la finalidad de atender a
las necesidades futuras del sistema de la Seguridad Social en materia de prestaciones
contributivas, en la forma y demás condiciones que determine la Ley reguladora del
mismo. Este Fondo se encuentra regulado en la Ley 28/2003, de 29 de septiembre, y el
mismo se data con los excedentes de ingresos que tengan carácter contributivo y que
resulten de la liquidación de los presupuestos de la Seguridad Social de cada ejercicio

c’.- Establecimiento gradual de un único tope de cotización para todas las


categorías profesionales.

5’.- Revalorización automática de las pensiones contributivas, mediante el


establecimiento en la propia Ley General de Seguridad Social de una cláusula de
estabilización. A tal efecto, en el art. 48.1 de la misma dice que “las pensiones de la
Seguridad Social en su modalidad contributiva, incluido el importe de la pensión
mínima, serán revalorizadas al comienzo de cada año, en función del correspondiente
índice de precios al consumo previsto para dicho año”.

2.- Evolución.

a) Evolución general.

Las primeras técnicas de lucha contra los riesgos o infortunios capaces de


provocar situaciones individuales de necesidad económica se deben a la solidaridad de
los propios interesados.

Tales técnicas son el ahorro individual voluntario, la previsión mutualista


facultativa y los seguros voluntarios. Su insuficiencia fue notoria: primeramente, por su
carácter voluntario; en segundo lugar, por la escasa dispersión o reparto de los riesgos,
al ser muy reducidos los colectivos protegidos; en fin, por las graves consecuencias de
las tensiones inflacionistas sobre el ahorro individual y colectivo.

Un paso importante en la socialización de las técnicas de previsión es el dado


por los Estados al establecer sistemas de asistencia pública que generalizan las formas
de asistencia privada a indigentes y enfermos.

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La moderna Seguridad Social se inicia con el sistema del seguro obligatorio, que
aparece en la Alemania de Bismarck, al instituirse los seguros de enfermedad (1883),
accidentes de trabajo (1884) y vejez-invalidez (1889).

El régimen de la “previsión social” o “Seguros Sociales” comienza a ser un


sistema de Seguridad Social al promulgarse en 1935 la “Social Security Act” de
Roosevelt, luego al establecerse en 1938 el plan neozelandés, inspirado en la máxima
extensión del ámbito protector de la Seguridad Social y en su financiación a través del
impuesto y, más tarde, al elaborarse el importantísimo plan de Sir William Beveridge,
cuyo propósito fundamental fue la cobertura de las necesidades sociales a través de la
redistribución de la renta, extendiendo tanto el número de riesgos cubiertos como el de
personas protegidas, y simplificando y unificando la gestión del sistema.

b) Evolución en España.

Prescindiendo de antecedentes remotos, la evolución de la Seguridad Social se


inicia con la Ley de Accidentes de Trabajo de 30 de enero de 1900, cuya influencia
había de irradiar a toda la ulterior legislación sobre la materia, en la que se abraza la
teoría de la responsabilidad objetiva.

En esa misma época se da un paso decisivo para el establecimiento de un


régimen de seguros sociales con la fundación, en 1908, del Instituto Nacional de
Previsión, cuyas primeras operaciones se rigieron por el principio de la “libertad
subsidiada” (aseguramiento voluntario con bonificación a cargo del Estado).

En el período 1917-1923, se sientan las bases del régimen de Seguros Sociales,


regulándose en 1919 el aseguramiento de la jubilación (denominado “retiro obrero”),
con el trascendental paso de la libertad subsidiada a la obligatoriedad típica del seguro
social.

El período de la Dictadura de Primo de Rivera no supuso muchas innovaciones


en la materia.

Durante la II República, la Seguridad Social asciende al reconocimiento


constitucional; se promulgan las Leyes de Accidentes del Trabajo en la Agricultura y en
la Industria y se intentan tímidas medidas contra el paro forzoso.

En plena Guerra Civil, el Fuero del Trabajo anuncia la protección del trabajador,
la cual desarrolla, en una línea de seguros sociales diversificados, la protección de la
vejez, invalidez y muerte, los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales, el
seguro obligatorio de enfermedad, la protección de la familia, así como el peculiar
sistema de previsión social complementaria y la obligatoria establecido a través del
Mutualismo Laboral.

El paso de los seguros sociales a un sistema de Seguridad Social se produce con


la aprobación de la Ley de Bases de 28 de diciembre de 1963 y su Texto Articulado de
21 de abril de 1966. Nuestro vigente sistema de Seguridad Social arranca de esos textos
legales en los que se introdujeron importantes modificaciones que dieron lugar a la
aprobación del Texto Refundido de la Ley General de Seguridad Social de 30 de mayo

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de 1974, el cual, a su vez, fue objeto de importantes modificaciones, especialmente en
materia de pensiones, desempleo, entre las que ocupó un lugar destacado la Ley
26/1990, de 20 de diciembre, por la que se crearon las prestaciones no contributivas,
ampliando de esta forma la acción protectora a la totalidad de los españoles, aún cuando
no hubieran cotizado, siempre y cuando reúnan las condiciones requeridas para acceder
a esta prestación.

NORMATIVA VIGENTE.

1.- Introducción.

La dispersión normativa existente en materia de Seguridad Social condujo a que


el legislador incluyera en la Ley 26/1990, de 20 de diciembre, una disposición final por
la que se autorizaba al Gobierno a elaborar, en el plazo de dos años, un texto refundido.
Posteriormente, en la Ley 22/1992, de 30 de julio, de medidas urgentes sobre el fomento
del empleo y protección por desempleo se otorga una doble autorización al Gobierno:
por una parte, para regular, sistematizar y armonizar las disposiciones que en materia de
protección de desempleo se contienen en ella con las que de los textos legales que
expresamente se mencionaban y, por otra parte, para que el producto así obtenido se
integre en el texto refundido previsto en la Ley 26/1990, de 26 de diciembre,
prorrogando a tal efecto el plazo conferido en esta última disposición. Finalmente, en la
Ley 22/1993, de 29 de diciembre, de medidas fiscales, de reforma del régimen jurídico
de la función pública y de la protección por desempleo (ley de acompañamiento a los
Presupuestos para 1994), se autoriza al Gobierno para que la aludida refundición se
extienda a las normas contenidas en la misma en materia de Seguridad Social y
desempleo.

En uso de las anteriores autorizaciones, el Gobierno aprobó el vigente Texto


Refundido de la Ley General de la Seguridad Social mediante el Real Decreto-
Legislativo 1/1994, de 20 de junio, en el cual ya se han operado numerosas e
importantes modificaciones.

2.- Estructura y caracteres del Texto Refundido de la Ley General de la


Seguridad Social (LGSS).

La Ley General de la Seguridad Social consta de 234 artículos y varias


disposiciones adicionales, transitorias y finales, más una derogatoria de las anteriores
normas legales de Seguridad Social que quedan integradas en el texto refundido. El
articulado se divide en tres títulos, diversos capítulos y secciones.

El Título Primero, que contiene nueve capítulos, está dedicado a regular las
normas generales del sistema de la Seguridad Social, incluyéndose en el mismo las
características del mismo, su campo de aplicación, las normas generales sobre la
afiliación, cotización, recaudación y acción protectora, la regulación de los servicios
sociales y de asistencia social y las normas referentes a la gestión de la Seguridad Social
y a su régimen económico y las infracciones y sanciones en materia de Seguridad
Social.

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En el Título Segundo, que consta de trece capítulos, se regula el Régimen
General de la Seguridad Social y en el mismo se contienen las normas referentes a su
campo de aplicación, inscripción de empresas y normas sobre afiliación, cotización y
recaudación, acción protectora del Régimen General, incapacidad temporal, maternidad,
invalidez en sus diversos grados, recuperación, jubilación tanto en su modalidad
contributiva como no contributiva, muerte y supervivencia, prestaciones familiares por
hijo a cargo, así como una serie de disposiciones comunes del mismo y otras sobre su
gestión y régimen económico.

Finalmente, en el Título Tercero, que consta de siete capítulos, se regula la


protección por desempleo, tanto de nivel contributivo como asistencial, incluyendo en el
mismo las normas sobre el régimen de estas prestaciones, régimen financiero y de
gestión, así como el régimen de obligaciones de los empresarios y trabajadores,
infracciones en materia de Seguridad Social, sanciones y recursos.

Entre las características del sistema General de Seguridad Social español


destacan las siguientes:

l’.- La fijación del derecho de los españoles a la Seguridad Social como un


derecho público subjetivo fundamental, de alcance constitucional, el cual ha de
ejercerse de acuerdo con lo dispuesto en dicha Ley.

2’.- El Estado garantiza, por medio de la Seguridad Social, que las personas
comprendidas en su campo de aplicación por realizar una actividad profesional o por
cumplir los requisitos exigidos en la modalidad no contributiva, así como a los
familiares que tengan a su cargo, la protección adecuada frente a las contingencias y en
las situaciones que en la Ley se contemplan.

3’.- Los derechos de la Seguridad Social tienen el carácter de irrenunciables,


disponiéndose expresamente en el art. 3 de la Ley la nulidad de cualquier pacto,
individual o colectivo, por el cual el trabajador renuncie a los derechos que la misma le
confiere.

4’.- Se excluye el ánimo de lucro en la ordenación de la Seguridad Social,


cualquiera que sea el sistema de gestión.

5’.- Se establece la separación financiara de las obligaciones de la Seguridad


Social en función a su naturaleza, y así, como ya se ha dicho, las prestaciones
contributivas se financian con cargo a las cotizaciones de los empresarios y de los
trabajadores y las no contributivas se financian con cargo al Estado.

6’.- El sistema de la Seguridad Social se estructura en un Régimen General en el


que se incluyen los trabajadores por cuenta ajena o asimilados y diversos Regímenes
Especiales para las actividades profesiones en las que, por su naturaleza, sus peculiares
condiciones de tiempo y lugar o por la índole de sus procesos productivos, se hiciere
preciso tal establecimiento.

7’.- La ordenación, jurisdicción e inspección de la Seguridad Social se atribuye


al Estado.

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