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cuaderno

Capacitación para el diálogo cívico-militar


1
Política de seguridad y defensa en Guatemala

Seguridad
ciudadana
3

SEGURIDAD CIUDADANA
PATRICIA GONZÁLEZ

Capacitación para el diálogo cívico-militar


cuaderno
2

Cuadernos de seguridad y defensa

2
363
.32
C83 González, Patricia
No. 2 Seguridad ciudadana / Patricia González. -- Guatemala: FLACSO,
2003 2003.

40 p.; 27 cm.-- (Serie: Cuadernos ; 2)


ISBN Colección: 99922-66-66-X
ISBN 99922-66-68-6

1. Seguridad ciudadana--aspectos conceptuales


2. Políticas públicas
3. Seguridad ciudadana--aspectos sociales
4. Guatemala--política y gobierno

La investigación presentada en esta publicación se desarrolló gracias al apoyo financiero del


Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo, CIID, de Canadá (International
Development Research Centre, IDRC).

4 Publicación de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO Sede Guatemala.


Política de seguridad y defensa en Guatemala

Diseño de Portada:
Juan Carlos Aguilar y Hugo de León.

Mediación: Magna Terra editores.

ISBN Colección: 99922-66-66-X


ISBN: 99922-66-68-6

Seguridad
ciudadana Editorial de Ciencias Sociales
8a calle 7-38 zona 9,
ciudad de Guatemala
Tel.: 339-3873
Correo electrónico: libcienciassociales@yahoo.com
ÍNDICE 5

Presentación 7

Capacitación para el diálogo cívico-militar


Capítulo I
Consideraciones preliminares 9
1.1 Introducción 9
1.2 Propósitos 10
1.3 Preguntas claves 11

Capítulo II
Reflexiones conceptuales y definición de seguridad ciudadana 12
2.1 Exploración conceptual sobre la seguridad ciudadana
y contenidos realcionados 12 cuaderno
2
2.2 Estado actual del debate: seguridad interior, pública y ciudadana 14

Capítulo III
La política de seguridad y la seguridad ciudadana 19
3.1 La seguridad ciudadana como política pública 19

Capítulo IV
Sociedad y seguridad ciudadana: subjetividad y formas de expresión 26
1.1 La percepción subjetiva de la seguridad 26

Conclusiones 34

Bibliografía 36
Política de seguridad y defensa en Guatemala

Seguridad
ciudadana
PRESENTACIÓN:

L os Cuadernos de seguridad y defensa que se ofrecen a la atención del público a través de esta
colección, son el producto final del Proyecto: “Política de seguridad y defensa en Guatemala”,
apoyado por el International Development Research Centre, IDRC. Uno de los objetivos centrales
7

de dicho Proyecto consiste en trasladar a quienes no son especialistas en tales temas y los perciben
como campos rodeados aún de complejidad y misterio, la información y los conocimientos básicos
para su comprensión, a través de un formato más sencillo y accesible que aquél en el que

Capacitación para el diálogo cívico-militar


tradicionalmente tales temas circulan y se debaten (bibliografía, revistas, cursos o conferencias
especializadas).
Los temas de seguridad, defensa e inteligencia han cobrado importancia en Guatemala con ocasión
del inicio de la transición a la democracia, pero especialmente a raíz de la suscripción de la paz
firme y duradera. Una de las premisas para el desarrollo de una sociedad democrática, es la
información y el conocimiento para que el ciudadano participe. En este sentido mientras más per-
sonas conozcan los temas que tradicionalmente estuvieron reservados a especialistas, a miembros
del ejército y a las fuerzas de seguridad, mejores y mayores opciones existirán de control demo-
crático y de legitimidad del sistema político.
Como parte de las consideraciones indicadas, el Proyecto consideró la elaboración de una serie de
Cuadernos Pedagógicos que cubrieran algunos de los temas más importantes vinculados con la
temática en cuestión. Se estimó que los cuadernos podrían ser el medio para compartir conoci-
mientos de forma accesible. Por otra parte, como se trata de una problemática común a una diversidad
de países, la idea era que los cuadernos tuvieran alcance regional, pudiendo ser utilizados en procesos
de discusión en torno a estos asuntos. cuaderno
2
Como segunda fase del proceso de elaboración de los cuadernos, los informes de investigación
resultantes serían sometidos a un proceso de mediación pedagógica, a efecto de asegurar una
diagramación y un lenguaje apropiados para los destinatarios.
El 10 de enero de 2003 se realizó el taller de discusión de los borradores iniciales para elaborar
la versión final de los cuadernos. Tales borradores se distribuyeron previamente entre lectores
organizados en cinco grupos, como se indica a continuación. Los lectores se escogieron entre
miembros de la Red Guatemalteca para la Seguridad Democrática, estudiantes de ciencia política
de las universidades de San Carlos de Guatemala, USAC, y Rafael Landívar, URL. Los grupos de
discusión que se organizaron fueron los siguientes:

La seguridad en el marco de la democracia: marco conceptual


Lectores:
• Julio Balconi (Red Guatemalteca para la Seguridad Democrática)
• Manuel Pinzón (Escuela de Ciencia Política, USAC)

• Alma Maldonado (Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, URL)

Política de seguridad
Lectores:
• Iduvina Hernández (Red Guatemalteca para la Seguridad Democrática)
• Carlos Padilla (Escuela de Ciencia Política, USAC)

• Carlos Arrazola (Escuela de Ciencias de la Comunicación, USAC)


Seguridad ciudadana
Lectores:
• Sandino Asturias (Red Guatemalteca para la Seguridad Democrática)
• Allan Martínez (Escuela de Ciencia Política, USAC)

• Ricardo Sáenz de Tejada (Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, URL)

Seguridad, defensa y política de defensa


Lectores:
• Enrique Álvarez (Red Guatemalteca para la Seguridad Democrática)
• Denis Martínez (Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, URL)

La labor de inteligencia
Lectores:
• Arnoldo Villagrán (Red Guatemalteca para la Seguridad Democrática)
• Mario Mérida (Red Guatemalteca para la Seguridad Democrática)
• César del Valle (Escuela de Ciencia Política, USAC)

Los cuadernos que integran la colección Cuadernos de seguridad y defensa, en su orden, son

8 los siguientes:

Cuaderno # 1 Política de seguridad, Patricia González


Política de seguridad y defensa en Guatemala

Cuaderno # 2 Seguridad ciudadana, Patricia González


Cuaderno # 3 La labor de inteligencia para principiantes, Manolo Vela
Cuaderno # 4 Seguridad, defensa y política de defensa: alcances, límites y
relaciones, Manolo Vela y Aracely Lazo
Cuaderno # 5 El marco conceptual de la seguridad, Bernardo Arévalo

Al agradecer a los lectores que participaron en el taller de discusión de los cuadernos y al IDRC su
decidido y entusiasta apoyo a este Proyecto, FLACSO-Guatemala espera que esta colección sea útil
para el mejor conocimiento y debate de los temas de seguridad, defensa e inteligencia que el
ciudadano de una sociedad democrática requiere.

Víctor Gálvez Borrell


Director
Seguridad FLACSO-Sede Académica Guatemala

ciudadana
CAPÍTULO I
CONSIDERACIONES PRELIMINARES
9

11
. Introducción

L lamamos “seguridad ciudadana” al conjunto de temas relacionados con la forma en que las
sociedades perciben y enfrentan los riesgos y amenazas en su entorno más inmediato. Dos

Capacitación para el diálogo cívico-militar


características la hacen muy específica: la primera se relaciona con el fenómeno de la seguridad
dentro de las comunidades, es decir, en el espacio local, interno, de un país. La segunda forma
parte del sistema de seguridad del Estado, o sea, un subsistema del mismo y, por lo tanto, se rige
o debería hacerlo, sobre la base de los principios que sustentan dicho sistema en su conjunto. La
seguridad ciudadana es una política sectorial que responde al régimen político donde surge y se
desarrolla.
La importancia de este tema está relacionada con la forma subjetiva y objetiva con que las
sociedades identifican, controlan y enfrentan las amenazas reales o potenciales que atentan contra
el estado de tranquilidad y libre de riesgos, que es uno de los más importantes objetivos del sistema
político. La seguridad ciudadana tiene una vinculación muy cercana con la forma que tienen las
sociedades para incidir en el régimen político. Al convertirse en una necesidad primordial, se le
identifica como una de las demandas principales de las comunidades urbanas o rurales, y el grado
en que ésta sea satisfecha tendrá relevancia en la discusión política de los distintos sectores que
conforman la sociedad.
En el tema de la seguridad ciudadana existen dos campos de estudio: las causas de los problemas cuaderno
de la seguridad ciudadana; y las estructuras que la previenen, controlan y enfrentan. Respecto a 2
lo primero, los especialistas en el tema han explorado aspectos históricos, antropológicos,
económicos, sicológicos, y políticos, para identificar algunos parámetros que permitan tener una
comprensión más objetiva del fenómeno, y de esta manera encontrar las posibles soluciones.
Respecto al segundo, los contenidos se centran en los sistemas policiales, jurídicos y penitenciales.
El problema de la seguridad ciudadana siempre ha existido a lo largo de la historia. Su relevancia
radica en varias razones, entre las que destacan la complejidad y el dinámico desarrollo de los
procesos sociales. Los fenómenos que modifican y han cambiado la percepción sobre ésta son:
los procesos de transición de regímenes políticos autoritarios a la democracia, la creciente
urbanización, el aumento de los flujos migratorios en todos las zonas geográficas, la globalización,
el incremento del crimen organizado y el acelerado desarrollo tecnológico.
Lo anterior ha tenido dos importantes consecuencias: el aparecimiento de nuevas amenazas y /
o el resurgimiento de otras que están modificando las agendas de seguridad internas y externas
que tienen que atender los Estados; y con ello, la necesidad de repensar y reformular las concep-
ciones de seguridad para que estén acordes con los nuevos contextos.
La dificultad surge al encontrar que existen numerosas experiencias históricas, políticas y culturales
que se encaminan hacia distintas soluciones, y es en este punto donde se centra el debate. Las
concepciones doctrinarias de la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN) que dominaron las agendas
en nuestros países, particularmente para Guatemala, persisten como una inercia inevitable, al existir
fenómenos que ayudan a que se continúen utilizando, pero que se enfrentan a la nueva concepción
que explora alternativas dentro de una concepción democrática.
La idea de una seguridad en y para la democracia surge desde la perspectiva de la seguridad
humana, que significa retomar a la persona, en lo individual y lo colectivo, como el eje principal
del objetivo de la seguridad. Esto ayuda a superar la visión que colocaba al Estado bajo una doble
dimensión, como objetivo en sí mismo y como ejecutor de la misma, simultaneamente. Esto llevó,
peligrosamente, a situaciones en que la sociedad se podía percibir como una amenaza para el
Estado, cuando las capacidades de regulación social, a través de un sistema político establecido,
no existían ni había condiciones para su desarrollo.
La necesidad de participar desde cualquier sector al que uno pertenezca en esta temática, será
considerable en la medida en que se formen y fortalezcan las capacidades de incidencia en la
política de seguridad de nuestros países, que garantice que la democracia se consolide, ya que es
un proceso de doble vía: al fortalecer la democracia establecemos parámetros que se acercan más
a una seguridad humana, y al hacerlo se amplían las posibilidades de vivir en un régimen político
que busque la práctica de los principios generales de un sistema democrático.

1.2 Propósitos
Las consideraciones señaladas respecto a la importancia de la seguridad humana nos llevaron a
elaborar este material, con el que pretendemos profundizar en el conocimiento y debate sobre la
seguridad ciudadana, estableciendo como propósitos específicos:

● Conocer los principales aportes teóricos respecto al tema, así como los ámbitos con los que se
relaciona. La intención aquí es enfatizar en los principales aspectos para apropiarnos de un
conocimiento básico que a su vez, nos facilite la intervención en el debate sobre el mismo.
● Explorar el debate conceptual actual. Los procesos de transición política, los cambios en el
mundo y el desarrollo tecnológico, en un marco de profunda preocupación por los temas
que están directamente vinculados con la supervivencia de la población en su aspecto más
cotidiano, están generando un dinámico examen teórico respecto al cual surgen distintas
formas de acercamiento.
10 ● Definir una concepción o paradigma de seguridad acorde con la democracia. En esa labor,
la revisión del tema de la seguridad ciudadana pasa por el análisis del diseño y operativización
de las políticas sectoriales, la transición del régimen político del autoritarismo a la democracia
Política de seguridad y defensa en Guatemala

y, también, por el carácter político del Estado. La seguridad en la democracia se basa en


parámetros, actores, normativas y funcionamiento radicalmente distintos a los viejos esquemas,
por lo cual será necesario repensar y reformular la seguridad en su conjunto, y de ella derivar
los componentes específicos de la seguridad ciudadana.
● Guatemala experimenta la transición del régimen político de un pasado autoritario a la conso-
lidación democrática. Las viejas concepciones han tenido que ser modificadas; al menos
hacia ello se han concentrado numerosos esfuerzos. Como todo proceso social en transfor-
mación, los cambios dependen tanto de las condiciones reales como de las intenciones
humanas involucradas. Así, los terribles antecedentes sobre el tema afectan los ritmos y las
vías del cambio se vuelven ambiguas e inestables. El reto implica una tarea colectiva y multi-
sectorial en el ámbito de la seguridad.
● Fortalecer capacidades de incidencia desde la sociedad y el Estado como corresponsabilidad.
Uno de los aspectos más valiosos que surgen con las intenciones democráticas es la necesidad
de incorporar las tareas de un Estado en corresponsabilidad con la ciudadanía; es decir, interio-
rizar en lo individual y en lo colectivo que el funcionamiento de la nación es un esfuerzo de
conjunto. Delegar responsabilidades en un organismo estatal es una parte del funcionamiento
democrático; su formulación y sus respectivos controles son una labor colectiva. Esto se aplica
Seguridad
a la seguridad con un énfasis muy importante, pues es uno de los espacios donde particular-
ciudadana
mente la ciudadanía estaba fuera de todo alcance en el pasado autoritario, convirtiéndose
frecuentemente en la víctima de una política de seguridad estatocéntrica. Así, el tránsito
hacia una seguridad democrática, dependerá en gran medida de la corresponsabilidad que
tengan los distintos sectores sociales a través de la formación de capacidades y de incidencia
en los espacios correspondientes.
1.3 Preguntas claves

El desarrollo de los contenidos anteriores nos aporta las principales temáticas necesarias para abordar 11
en el tema de la seguridad ciudadana, así como los contenidos relacionados con los mismos.
La transición a la democracia plantea aspectos inmediatos a resolver, que comienzan con encontrar
respuestas a la cada vez más comprometedora situación de inseguridad que se tiene en el país.

Capacitación para el diálogo cívico-militar


Establecer las principales preguntas presupone un primer nivel de aproximación al conocimiento
básico del tema. Por otra parte, es útil identificar los principales retos teóricos que fortalecen la
participación en el debate conceptual. Es necesario destacar que el conocimiento actual en este
ámbito se está construyendo, por lo cual no existen modelos estáticos que se intenten aprehender
pasivamente, sino son un cúmulo de información que pueden significar un punto de partida y una
guía útil para la exposición, análisis y discusión.

● ¿Qué se entiende por seguridad ciudadana?


● ¿Cuál es su relación con la política de seguridad del Estado?
● ¿Cómo se inscribe y articula con el Sistema de Seguridad en su conjunto?
● ¿Qué experiencias y modalidades existen de seguridad ciudadana?
● ¿Cómo se formula y operativiza la seguridad ciudadana en un marco cuaderno
democrático? 2
CAPÍTULO II
REFLEXIONES CONCEPTUALES Y DEFINICIÓN DE
SEGURIDAD CIUDADANA

2.1 Exploración conceptual sobre la seguridad


ciudadana y contenidos relacionados

E n la bibliografía relacionada con esta temática existen diferentes conceptos que se usan indis-
tintamente y que sus significados son muy parecidos, lo cual genera cierta confusión y ambi-
güedad. Por otra parte, los procesos sociales que han generado esta dinámica teórica están vivos, in-
fluyendo y modificando permanentemente la discusión conceptual.
La relación que existe entre los sucesos y su identificación con términos específicos siempre refleja
una forma de apreciar las cosas; o sea, una expresión filosófica que se representa en grupos
organizados de ideas como paradigmas, doctrinas o movimientos. Actualmente, el tema de la
seguridad ciudadana ha cobrado fuerza porque en la dinámica social han aparecido fenómenos que
es necesario nombrar, analizar e identificar.

La expresión de la seguridad como un ‘bien’, o una ‘aspiración’, una ‘condición’


a alcanzar en el marco analítico que ahora lo utilizamos, es producto del
desarrollo de los Estados-nación que surgieron con la era moderna. Su evolución
trajo consigo la necesidad de crear las instancias necesarias que asumieran la
responsabilidad de la seguridad de los principales componentes del Estado:
territorio, población y gobierno. Minimizar o tener bajo control los estados de
incertidumbre, se convirtieron en uno de los aspectos centrales no sólo del
12 desarrollo del Estado, sino del propio sistema político.
POLSEDE, Concepto y agenda de seguridad, 2002
Política de seguridad y defensa en Guatemala

Destacamos del párrafo anterior dos ideas:


✓ La de seguridad como condición, es decir, visualizarla como un estado o situación, más que
un fin en sí mismo; y
✓ la idea de estar libre de incertidumbres, que nos remite a la noción común de la prevención
y control de amenazas y riesgos como función del Estado.

Revisando la literatura sobre el tema se aprecian de manera general dos grandes esferas de cono-
cimiento: la que se ocupa de los orígenes y consecuencias del fenómeno delincuencial, entendida
como amenaza a los individuos, sus bienes y su estabilidad; y la relacionada con las fuerzas y estruc-
turas que son las responsables de enfrentar dichas amenazas, como los sistemas policíacos, las fuerzas
armadas y, más recientemente, modalidades diversas de seguridad ciudadana: comunitaria y privada.
En lo que se refiere al origen de la delincuencia, existen numerosos estudios que identifican al menos
Seguridad tres variables: factores socioeconómicos, sicosociales, y de la historia política del país.
ciudadana
los factores socioeconómicos. Existe un argumento común al señalar que la pobreza, la inequidad
y la polarización en la estructura social, y la insuficiente distribución de la riquezas, constituyen
una de las principales causas de la delincuencia. Desde esa realidad, la sociedad sobrevive en
condiciones muy precarias en todos los ámbitos de la vida, que significan un estado permanente
de exclusión objetiva y subjetiva de acceso a medios de supervivencia y desarrollo integrales. Ello
genera inquietud y disconformidad con variabilidad de intensidad en diferentes sectores sociales,
que favorecen, a su vez, el aparecimiento de actitudes delincuenciales ante los sentimientos y nece-
sidades que su condición de vida les impone. 13
Los factores sicosociales. En el marco de una historia proclive a la violación de las garantías y
derechos individuales, agudizados en una situación posconflicto, se convierten en fuente perma-
nente de una doble condición: amplias posibilidades de acciones delincuenciales que indican el

Capacitación para el diálogo cívico-militar


profundo rechazo al respeto elemental entre los individuos de una colectividad, y una percepción
permanente de inseguridad.
Podríamos añadir una cuestión más: el rápido desarrollo del crimen organizado. Es frecuente encontrar
análisis que establecen una estrecha relación entre este fenómeno y la delincuencia. Sin embargo, debe
considerarse esta apreciación con mucho cuidado, para no arriesgarse a genera-lizaciones que más
que ilustren el estudio del tema aumenten su confusión e imprecisión. En este sentido, también debe
tenerse mucho cuidado con la llamada criminalización de la pobreza, ya que si bien pueden existir
suficientes indicios de las vinculaciones entre delincuencia y pobreza, tampoco en este caso se puede
arriesgar una generalización superficial. Estas apreciaciones son parte de los debates conceptuales
respecto a la seguridad interior, sus implicaciones y aspectos relacionados.
El factor de la historia política. Dos argumentos se manejan en torno al tema de la delincuencia.
El primero involucra aspectos de la cultura política del país, desde la creación de la nación,
caracterizado por el autoritarismo y la exclusión en diversas formas de expresión. El segundo se
refiere al recién concluido conflicto armado interno de 36 años, que dejó huellas imborrables en
la estructura del entramado social, tanto desde el punto de vista estructural como sicológico. Las
cuaderno
precarias condiciones de seguridad en las que sobrevivió la población durante este período, la
2
descomposición de algunas ramas del sistema de seguridad y la ausencia de una política de
seguridad que responda a las necesidades del tránsito del autoritarismo a la democracia, son las
variables que se identifican como otro componente del origen de la delincuencia.

Los responsables de la seguridad


El otro gran ámbito de estudio es el relacionado con los responsables de enfrentar las amenazas.
Esto requiere un profundo análisis del sistema político que rige en determinado momento en una
sociedad.
El sistema de seguridad en su conjunto es asumido por las estructuras que se enmarcan en la
concepción de Estado al que pertenecen y sirven. En un régimen político autoritario, cuya
concepción es estatocéntrica, el responsable de atender la seguridad son las fuerzas armadas.
Por otra parte, en uno democrático, las ideas cambian profundamente y se dividirán las funciones
entre la seguridad que tiene que atender esta institución y la que no le corresponde atender, que
en este caso será la seguridad pública o ciudadana. Es decir, que existe una total relación entre la
concepción del Estado y el carácter de las estructuras que atienden la seguridad; y más allá, su
mismo diseño y formulación. En los procesos de transición se tendrá que desplazar de una a otra
con todas las implicaciones conceptuales y organizacionales que esto conlleva.
Por lo anterior, el desarrollo y debate conceptual respecto a la seguridad ciudadana tiene severas
implicaciones, tanto para el sistema de seguridad en sí mismo como para el régimen político en
su conjunto, porque el paso a la democracia exige el cambio de concepción, de normas, de actores
y de estructura respecto a todo lo concerniente a la seguridad. De aquí se desprende el último
subtema, el relacionado con las estructuras policiales. El desarrollo temático sobre la prevención
y control de las amenazas se centra en el tema del sistema policial: concepción, normas, funciones,
estructuras, actores y articulación con el sistema de seguridad en general.
Históricamente, las funciones entre fuerzas armadas y sistemas policíacos o similares tuvieron
fronteras no claramente delimitadas, dado el carácter estatocéntrico del Estado. Con el avance de
los procesos democráticos, hay esfuerzos y valiosos intentos por reestructurar el sistema de
seguridad sobre la base de una nueva concepción, interesantes reformulaciones. Para el caso de
Guatemala, la reforma del sistema policíaco es una tarea urgente e impostergable.
Un tema que se desprende del anterior, y que se desarrolla en el contexto del impulso de la seguridad
desde una nueva perspectiva, sobre todo pensando en la participación de la población, es el llamado
vigilantismo y, más recientemente, neovigilantismo. Esta palabra agrupa las diferentes formas que
adoptan los servicios y actividades en las cuales la comunidad se organiza para su propia seguridad.
Existen actualmente numerosas y valiosas experiencias en este sentido, así como profundos debates
en torno a distintos aspectos, tales como, si es acertado y funcional que se delegen en la población
tareas que son del gobierno y del Estado; si debe existir –y cómo– relación entre estos grupos
ciudadanos y la policía u otra institución de seguridad; si esta modalidad favorece que la población
intente hacer justicia por su propia cuenta al margen de la ley. Es decir, que ante los retos de seguridad
se han abierto numerosas concepciones y prácticas que exploran distintas posibilidades de actuación,
implicando cambios que van desde los actores hasta las mismas instituciones.
En este marco ha aparecido también una expresión comercial de la seguridad que está teniendo
un acelerado crecimiento e importancia, y que es conocida como «privatización de la seguridad».
Esta situación tiene numerosos aspectos a ser investigados y analizados con profundidad, ya que
puede estar modificando sensiblemente los ámbitos de la seguridad del país. Ésta ha implicado
también una seria confrontación con relación a deslindar responsabilidades que pertenecen al
Estado, en cuanto al aspecto comercial y, sobre todo, al carácter elitista de este servicio, ya que
las grandes mayorías empobrecidas del país no tienen acceso al mismo.
Finalmente, un ámbito que ha cobrado fuerza, vinculado estrechamente con la experiencia demo-
crática, es el tema de los controles. La importancia que la sociedad sea auditora del sistema de
14 seguridad tiene un profundo valor, ya que implica una corresponsabilidad en tareas del Estado
en las que la ciudadanía no debe seguir al margen. Es un ejercicio básico en un régimen democrá-
tico y, por lo tanto, también se convierte en garantía del mismo. El desarrollo de esta temática está
Política de seguridad y defensa en Guatemala

teniendo especial énfasis en lo que atañe a las instituciones policiales y a los servicios de
inteligencia. La necesidad de la consolidación democrática obliga a desarrollar y fortalecer todo
el sistema de controles del sistema de seguridad de un Estado.

2.2 Estado actual del debate: seguridad interior,


pública, ciudadana
El origen de las discusiones filosóficas, políticas e ideológicas en torno al tema de la seguridad
ciudadana, se da a partir del cambio del sistema político del Estado. El debate surge precisamente
con el cambio del contexto sociopolítico pues, al modificarse éste, cambia desde el fondo el sus-
tento teórico sobre el cual se basa el sistema de seguridad del Estado. Y al modifacarse éste,
inevitablemente debe transformarse todo lo que depende de él. Sin embargo, la evolución
conceptual y su aplicación en los hechos prácticos no se presenta de forma continua y lineal, sino
que están sujetas y abiertas a diferentes ritmos y direcciones, que para el tema de la seguridad
ciudadana aún no están del todo resueltos.

Seguridad Formas de acercarse al tema de la seguridad


ciudadana
En el tema de la seguridad existen varias formas de acercamiento. Así, respecto a la seguridad
ciudadana, podemos destacar dos dinámicas conceptuales importantes:
Uso casi indistinto de los conceptos seguridad ciudadana y pública. Las definiciones, contexto,
funciones y referencias, nos señalan muchos puntos convergentes, y diversos autores utilizan prefe-
rentemente uno de los dos. Pero, por otra parte, se advierte una profunda dislocación entre con-
ceptos, como el que existe entre seguridad ciudadana y seguridad interior, ya que sus percepciones,
contexto y funciones tienen orígenes y racionalidad no sólo diferentes, sino profundamente
contradictorias. 15
Si bien entre seguridad ciudadana y pública existen aspectos convergentes, sus especificidades
son diferentes. Los aspectos comunes se sintetizarían en que ambas implican una seguridad de
los ciudadanos; están claramente definidas al interior de los márgenes de la soberanía de un Estado;

Capacitación para el diálogo cívico-militar


pretenden crear las condiciones en que los individuos que interactúan en una sociedad se encuen-
tren libres de riesgo y daño; proveen el respeto y resguardo de los derechos y garantías individuales,
así como el pleno funcionamiento de los poderes y órganos del Estado democrático; y la percepción
de estar muy vinculadas a la vida cotidiana.
Las especificidades y diferencias que podemos encontrar son relativas al discurso y al contexto
en que son utilizadas:
La palabra pública se utiliza preferentemente para el ámbito de las políticas sectoriales, haciendo
énfasis en el carácter de la responsabilidad del Estado en la relación gobernantes-gobernados, y
en una clara delimitación respecto a “lo privado”.
La palabra ciudadana hace énfasis en el carácter de corresponsabilidad de la seguridad entre
ciudadanos y Estado, específicamente en el aspecto de la participación, en el marco de la con-
cepción de ciudadanía en que los miembros de una comunidad se constituyen en sujetos de la
acción política, y se rigen por los valores y principios de la democracia.
Una diferencia más de fondo se refiere a la definición de la seguridad pública sólo desde el
cuaderno
ordenamiento jurídico, que responde a la necesidad de idealizar una condición social de tran-
2
quilidad y paz como un fin inmutable, sin importar necesariamente que se dé en un régimen
democrático o autoritario.

✓ La seguridad ciudadana responde siempre a la existencia del libre ejercicio del juego
democrático, y responde a la idea de canalizar el conflicto.
✓ Las ideas convencionales de seguridad pública responden a la búsqueda de eliminación del
conflicto.

El caso de las diferencias o posible confusión entre seguridad ciudadana e interior, sí nos remite
a una profunda contradicción que tiene como fondo una explicación y apreciación políticas
totalmente diferentes. Lo anterior es consecuencia de que ambas palabras se refieren a orígenes,
realidades y contextos sociales de muy distinta índole. El término interior , tiene un referente muy
ligado a la concepción de la “Doctrina de Seguridad Nacional ( DSN)”, que entiende la seguridad
como un todo global que responde a las mismas dinámicas, sólo con diferencias espaciales hacia
dentro del Estado y hacia fuera: la seguridad exterior y la seguridad interior. Las principales
consecuencias e implicaciones de esta visión donde dicha doctrina fue implementada, fueron:

1. Equipara las amenazas al Estado con un enemigo que podía ser interno y externo sin mayor
diferencia entre ambos.
2. De lo anterior, se deduce que la tarea de defensa del Estado requería un tratamiento global
indiferenciado hacia ese enemigo interno-externo.
3. Por lo tanto, era necesario contar con una sola estructura institucional para enfrentarlo, que
fueron las fuerzas armadas.
4. Al hacer indiferenciadas las tareas que en los Estados modernos corresponden a las fuerzas
armadas con las que serían responsabilidad de estructuras que deberían atender los problemas
de seguridad de la población, se mezclaron peligrosamente el ámbito de la seguridad y el
de la defensa.
5. Consecuentemente, se desnaturalizaron tanto las instituciones armadas como las policíacas; es
decir, perdieron su propia razón de ser, las funciones que les son encomendadas y la delimi-
tación entre ambas.

De esta forma, en países como Guatemala, donde existió un Estado autoritario, la defensa y la
seguridad interior tuvieron una misma racionalidad, una misma forma de ser atendidas, una
institución que se absorbió ambas funciones, –las Fuerzas Armadas–, dándole prioridad sobre otros
importantes componentes del Estado. Esto nos sitúa ante el problema de fondo, la llamada
seguridad interior –a pesar de ser utilizada ambigua o equivocadamente por algunos autores casi
como seguridad pública o ciudadana– tiene un trasfondo ideológico opuesto al que dio origen al
de seguridad ciudadana que nos coloca en el discurso y en el contexto de un régimen democrático.

Definición de seguridad ciudadana

Para la definición del concepto vamos a establecer dos niveles. El primero es encontrar los signi-
ficados de las palabras que utiliza, y después, entenderla en el contexto de su uso y desarrollo.

Para el primer nivel, podemos partir de la siguiente reflexión:


16 En términos generales, se entiende por seguridad la capacidad de dar respuesta
efectiva a toda clase de riesgos, amenazas y vulnerabilidades, incluyendo la
preparación necesaria para prevenirlos y enfrentarlos adecuadamente. De manera
Política de seguridad y defensa en Guatemala

que la seguridad se identifica con el conjunto de acciones orientadas a lograr una


situación de ausencia o disminución de riesgos y amenazas.
En el mismo sentido, la seguridad ciudadana se define como el derecho de los
integrantes de la sociedad de desenvolverse cotidianamente con el menor nivel
posible de amenazas a su integridad personal, sus derechos y el goce de sus bienes.
Se asienta en la obligación del Estado de satisfacer las necesidades del ciudadano,
a cambio de la delegación de poder que éste ha hecho en los responsables de
conducir el aparato estatal.
POLSEDE, Subsistema de inteligencia civil del Ministerio de Gobernación, 2002

Analizando la cita anterior, podemos destacar que en el concepto de seguridad ciudadana unimos
la noción de la seguridad en su significado más general, con la idea de ciudadana que nos coloca
en la percepción de un grupo de población que comparte un espacio común, es sujeto político de
su comunidad y, por lo tanto, tiene deberes y responsabilidades desde y ante la misma. Se hace énfasis
Seguridad en la protección del individuo y sus bienes, de donde viene la idea de estar muy relacionado con
ciudadana la vida cotidiana. Y todo esto enmarcado en un régimen social y político común, el Estado.
Para el segundo nivel del análisis, comprenderemos a la seguridad ciudadana como parte o
subcomponente de un todo:
También se le concibe como una rama específica de la seguridad, encaminada a
contrarrestar o prevenir las acciones atentatorias contra el orden público, entre las
cuales se encuentra el crimen organizado y la delincuencia común. De manera que 17
la seguridad ciudadana incluye tanto los derechos de la población, como las
acciones necesarias realizadas por el Estado para contrarrestar o prevenir hechos
delictivos que atentan contra la integridad de las personas, el ejercicio de sus
derechos y el goce de sus bienes.

Capacitación para el diálogo cívico-militar


POLSEDE, Subsistema de inteligencia civil del Ministerio de Gobernación, 2002

En este recuadro se hace énfasis en que le corresponde al sistema global de seguridad de un Estado
atender a la seguridad ciudadana, ligada fundamentalmente al fenómeno criminal y delincuencial.

Una idea equívoca: el «orden público»


Señalado frecuentemente en los textos normativos de la seguridad como un objetivo a perseguir,
tiene un profundo contenido implícito que es necesario analizar. Un significativo aporte es la
corriente de análisis que hace una intensa crítica a la concepción tradicional de dicho concepto,
la cual lo identifica como un valor o una situación estática, como un fin en sí mismo, y es colocado
como premisa fundamental de los regímenes que ven todo tipo de cuestionamiento al mismo como
una amenaza, y generan un marco de ambigüedad teórica que permite todo tipo de interpretación cuaderno
sobre la amenaza y, por lo tanto, de las formas de enfrentarla: 2

Pero –orden público– no es un concepto pacífico, ya que éste, al igual que el de


bien común, no es inmutable y atemporal, sino inestable y mutable conforme
las variaciones de tipo político y jurídico de las sociedades el concepto ha ido
variando. En una sociedad democrática no se podrá dar una definición del
contenido concreto y preciso del término, ya que ésta variará conforme el tipo
de sociedad y sus valores, pues cada Estado organiza su vida política y social de
conformidad con los fines que en un momento dado se ha impuesto y de los
ideales y valores que se pretenden promover.
De la Colina, 1999

El sentido de esta aclaración es para entender que la idea de orden lleva implícita la de desorden,
lo cual fortalece la noción de un estado permanente de búsqueda de una tranquilidad o paz social,
que en la realidad no se corresponde con la dinámica de los procesos sociales, sujetos siempre
a una evolución compleja y cambiante, de acuerdo con los contextos y períodos históricos en que
éstos se encuentren. Por ello, es más realista pensar la idea de una sociedad en la cual necesa-
riamente surgen conflictos, lo que favorece la cultura de la solución consensuada de los mismos.
Esto contribuye enormemente a fortalecer las percepciones que acompañan a la seguridad ciudadana,
en la cual, el énfasis principal está en la concepción del ser humano con conciencia y voluntad que
puede y debe incidir en su entorno social y político. Es decir, que tenga y promueva todo tipo de
espacios de expresión y participación en torno a sus necesidades compartidas, y en este caso concreto,
a la construcción de la seguridad. Esta visión tiene un carácter profundamente humano, pues
considera que todos los individuos se encuentran en un estado permanente de corresponsabilidad
entre ellos y con el Estado. Recapitulando lo expuesto, tenemos las siguientes precisiones:
En un sentido más analítico, la seguridad ciudadana significa adicionar la participación de la
comunidad organizada a la manifestación cotidiana del ciclo de la seguridad compuesto por
la prevención, la sanción y la rehabilitación (rol y función de policías, rol y estructura del
sistema judicial, y características y objetivos del sistema penitenciario. En un sentido amplio,
entonces, la seguridad ciudadana es: “El conjunto de condiciones sociales, políticas, eco-
nómicas, culturales e institucio-nales que garantizan el adecuado y normal funcionamiento
de la comunidad y la convivencia ciudadana. Se trata en síntesis, de garantizar una vida digna
a todo ciudadano”.(Holzman)
De La Colina

Finalmente, existen dos aspectos puntuales y muy importantes que hay que considerar con relación
al concepto de ciudadanía. El primero se imbrica con el carácter básicamente formal del referente
jurídico-político el cual, como señala Arévalo, no tiene en la región el correspondiente desarrollo
práctico en la vida política y las condiciones en que crecen las jóvenes democracias, que tienen
un trasfondo problemático para el perfeccionamiento de una ciudadanía activa, en la que los
miembros de la comunidad se constituyan en sujetos de la acción política (Arévalo, 2000).
El segundo aspecto es más una apreciación analítica del contexto de uso del término. Si bien en
el material bibliográfico que trabaja temas de la seguridad ciudadana se da por hecho que el
término se refiere al contexto señalado en el párrafo anterior, el jurídico-político, en numerosos
textos existe énfasis en la seguridad de las ciudades; es decir, una representación más de carácter
urbanístico que se separa del ámbito rural. Esta aclaración es necesaria para precisar el término
en los diferentes contextos en que es utilizado.

18
Política de seguridad y defensa en Guatemala

Seguridad
ciudadana
CAPÍTULO III
LA POLÍTICA DE SEGURIDAD Y LA SEGURIDAD
CIUDADANA 19

3.1 La seguridad ciudadana


como política pública

Capacitación para el diálogo cívico-militar


E l concepto de política de seguridad se utiliza para designar al conjunto de componentes que
formula y operativiza un Estado para atender las amenazas y los riesgos que pudieran afectar
a la sociedad, al territorio y sus instituciones.
En ella se definen:
● el concepto de seguridad,
● el tipo de amenazas –contenidos en la Agenda de Seguridad–,
● los actores involucrados, y
● las estructuras que deben atenderla.

La evolución del concepto ha variado de acuerdo con los diferentes contextos históricos, sociales,
culturales, políticos y económicos. Cada sociedad ha estructurado sus sistemas de seguridad res-
pondiendo a un conjunto de preceptos y valores, muy particulares y, por lo tanto, específicos de cuaderno
donde surgen y se desarrollan. 2
En la historia reciente de los sistemas políticos, la seguridad conforma una de las principales estruc-
turas de las cuales depende el mismo régimen. El Estado, como organización estructural y racional,
al atender la seguridad está obligado a tener una visión global y articular directrices entre todos los
componentes del mismo para lograr prever, disminuir o enfrentar, la condición de incertidumbre.

El referente de la seguridad
El punto central en la definición de la política de seguridad es el referente de la seguridad. Este
término trata de ejemplificar cuál es el sujeto-objetivo o finalidad de la misma. De manera muy
general se puede hacer una gran división, según cómo se ha venido formulando la seguridad en
los países de la región en la etapa histórica reciente.
Por un lado, están los regímenes políticos que se enmarcan en el autoritarismo y donde se implantó
la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN). Por otro, los procesos de transición que viven varios países,
de autoritarismo a la democracia. En la concepción de la DSN, el referente es el Estado mismo, por
lo cual se denomina estatocéntrica; y en la transición democrática, la seguridad se ha abierto a nuevas
concepciones cuyo referente es el ser humano, en lo individual y colectivo. El paradigma que agrupa
estas nuevas formas de formular la seguridad se denomina seguridad humana y/o seguridad integral;
y en el ámbito de las políticas públicas, seguridad democrática.
Los Estados que viven la transición desde el autoritarismo han modificado el conjunto de los
contenidos y estructuras del sistema de seguridad, tratando de ser coherentes con el paradigma
de la seguridad democrática.
La forma en que la nueva política de seguridad debe articularse con la concepción y operati-
vización de la seguridad ciudadana, implica profundas modificaciones. Es necesario partir del
hecho de que lo general es la política de seguridad del Estado, y la seguridad ciudadana se colocaría
en un subnivel, atendiendo las tareas específicas que le son encomendadas. Con esto, se reformu-
larán necesariamente los componentes de todo el sistema de seguridad: Referentes, amenazas-
agenda, actores y estructuras. Pero el trabajo más importante de esta transformación es haber
desarrollado toda una nueva concepción, una nueva estrategia para el ámbito de la vida cotidiana
y de los habitantes, diferenciación que no era clara en los Estados autoritarios.
La seguridad ciudadana adquiere de esa manera un lugar importante, como una política pública
específica en sí misma, con su propia racionalidad, y se coloca como un tema de primera impor-
tancia al interior del régimen, ya que incidirá de forma muy particular en la relación entre los go-
bernantes y los gobernados. Particularmente en el proceso dinámico de la legitimidad de las acciones
del Estado.
Con la evolución de las dinámicas poblacionales, el desarrollo de los fenómenos relacionados
con la criminalidad y la delincuencia ha tenido un significativo auge, que incide en que las masas
urbanas y rurales estén demandando del Estado y de los gobiernos en turno, medidas que resuelvan
dicha problemática. Una forma de apreciar esto es observar cómo en los procesos electorales una
de las principales promesas de los candidatos de elección popular en cualquier nivel de la
administración, local, municipal o nacional, es la atención y resolución de dichas amenazas. Y
de la misma manera, una de las principales causas de descontento deviene de la falta de soluciones
para dichos problemas, que genera desconfianza hacia el régimen político.
La concreción de la seguridad ciudadana como política pública, a partir de la adopción del concepto
de seguridad humana, lleva también a que el objetivo del Estado y los gobiernos correspondientes
generen una óptica para la atención de la seguridad de una manera integral. Será necesario también
delimitar cuáles aspectos responden a tareas de seguridad y cuáles a temas del desarrollo, porque
es frecuente que en las aproximaciones al tema de la delincuencia y del crimen en general, se
establezcan como causas de su origen problemas relacionados con la estructura socioeconómica,
tales como la pobreza y la polarización entre los estratos sociales. Esto lleva, al igual que para la
política de seguridad, a un debate importante para delimitar las tareas de seguridad y desarrollo.
20
El aporte que se ha dado en este sentido es definir un procedimiento para la ubicación de los temas
en cada ámbito, y establecer un punto que sirva de demarcación entre ambos. En la práctica han
sido de mucha utilidad estrategias que se articulan coordinamente para la atención de estas
Política de seguridad y defensa en Guatemala

problemáticas; sin embargo, en un esfuerzo por delimitar más estrictamente las tareas correspon-
dientes a la seguridad ciudadana tendríamos tres grandes ámbitos:

● Políticas preventivas: control de delitos.


● Políticas punitivas: sanción legal de los mismos.
● Políticas para el cumplimiento de sanciones: privación de la libertad.

Actualmente en Guatemala las políticas de seguridad las emite el presidente, y las recomiendan
los gabinetes específicos en el caso de seguridad, hoy reforzado por el coordinador nacional de
seguridad. La emisión y publicación corresponde al Gabinete de Seguridad y Derechos Humanos
(Acuerdo Gubernativo 522-2000) y a la Coordinadora Interinstitucional de Seguridad (429-2001),
que depende directamente de la presidencia.
Los organismos que tienen relación con la seguridad ciudadana hoy en Guatemala son: el
Seguridad Organismo Ejecutivo, con la formulación y regulación de la política de seguridad, a través de los
ciudadana mecanismos correspondientes. Se apoya en el Ministerio de Gobernación, fundamentalmente a
través de la Policía Nacional Civil y otros organismos relacionados. El Ministerio de la Defensa,
en calidad de colaboración, regido actualmente por decretos específicos. El Organismo Legislativo,
a través de la Comisión de Gobernación, de Defensa –en el papel de colaboración– y la Comisión
de Legislación y Puntos Constitucionales. El Organismo Judicial, con todos sus componentes. Y
como órganos de control jurídico-administrativo, la Contraloría General de Cuentas, el Ministerio
Público y el Instituto de Defensa Pública Penal.

La transición democrática y la seguridad ciudadana 21

Como se ha señalado a lo largo del trabajo, el marco que da origen a la seguridad ciudadana está
estrechamente relacionado con los cambios de las estructuras políticas, y pretende hacer coherente
la concepción genérica de la democracia con el sistema de seguridad. No existen en política

Capacitación para el diálogo cívico-militar


modelos para repetir indiscriminadamente, el esfuerzo debe hacerse en visualizar distintas expe-
riencias, y construcción desde lo propio del camino y la estrategia.
Para visualizar el reto que requiere para Guatemala dicha construcción, desarrollamos a continua-
ción las grandes líneas sobre las cuales se tiene que trabajar:

Tareas para la construcción de la seguridad


ciudadana en el proceso de transición a la
democracia en Guatemala
1. Revisión crítica de la DSN y reformulación teórica en el paradigma de la seguridad
democrática de los marcos normativos.
2. Modificación de la agenda de seguridad, delimitando los temas correspondientes
a la seguridad y a la defensa.
3. Reformulación de las fuerzas de seguridad: las funciones y estructuras de las
fuerzas armadas y de la policía nacional. cuaderno
4. Creación de nuevas estrategias y métodos de control y prevención de las amenazas: 2
participación ciudadana y reintegración social.
5. Definición de los temas de la agenda de seguridad ciudadana.

1. Para la revisión crítica del marco conceptual vamos a retomar lo expuesto en el debate actual,
donde se hace la diferencia entre seguridad ciudadana y seguridad interior. La DSN, al darle un
tratamiento indiferenciado a los temas de seguridad y defensa, se basaba en la concepción estato-
céntrica, es decir, tendiendo como referente al Estado, dejando completamente difusa la separación
entre amenazas internas y externas, y creando con esto la figura del enemigo interno-externo. O
sea, se personificaron las amenazas en el marco del contexto mundial de la Guerra Fría, con lo
cual la población que en un Estado debe ser el sujeto de la seguridad, se convirtió en el objeto a
perseguir. Esta acción se explica con el razonamiento que prevalece en los Estados autoritarios,
que buscan imponer la idea de orden público, considerando todo tipo de disenso social una
amenaza al mismo, y justificando de esa manera todo tipo de acción represiva, al utilizar para
ello las estructuras y métodos diseñados para el sistema de la defensa nacional.
Al abrirse a la concepción de la seguridad humana o democrática, se consiguieron las herra-mientas
teóricas que dieron sustento a la nueva concepción de seguridad. El primer aspecto que había que
trabajar era el de hacer la diferencia entre seguridad y defensa, quitándole con ello el componente
de lo que se identificaba como seguridad interior, creando el concepto y el modelo de la seguridad
ciudadana. Este hecho va a modificar los siguientes componentes.
Para el caso de Guatemala se tienen dos importantes referentes: el Acuerdo sobre Fortalecimiento
del Poder Civil y Función del Ejército en una Sociedad Democrática ( AFPC) surgido en el marco
de los Acuerdos de Paz firmados en 1996 entre el gobierno y la Unidad Revolucionaria Nacional
Guatemalteca, (URNG) y el Tratado Marco de Seguridad Democrática (TMSD) que firmaron los
gobiernos de Centroamérica en la ciudad de San Pedro Sula, República de Honduras, el 15 de
diciembre de 1995. En el AFPC, los aspectos relacionados con la seguridad ciudadana se exponen
en el recuadro siguiente:

Los puntos de la reforma


del sistema de seguridad
El Acuerdo sobre Fortalecimiento del Poder Civil y Función del Ejército en una Sociedad
Democrática establece parámetros que fijan la primacía civil de los cuerpos de seguridad
ciudadana y el fortalecimiento del Estado de derecho, como puntales en la reforma del
sistema de seguridad interior. El AFPC propone el desarrollo de:

1. Reforma constitucional:
■ Respecto a la naturaleza, funciones y objetivos de la Policía Nacional Civil ( PNC).
■ La redefinición de funciones del ejército.

2. Elaboración de las leyes siguientes:


■ Ley de Seguridad y Fuerza Pública.
■ Ley de Orden Público.
■ Ley que regule el funcionamiento y los alcances de las Empresas Privadas de Seguridad.
22
■ Reforma de la Ley de Armas y Municiones.
Política de seguridad y defensa en Guatemala

3. Elaboración de planes específicos:


■ Plan de Reestructuración Policial y Seguridad Pública.

4. Establecimiento de las siguientes metas:


■ Finales del año 1999: Funcionamiento pleno de la PNC, 20,000 agentes.
■ Fortalecimiento de la información y la investigación.
■ Desarrollo de una línea constante de coordinación interinstitucional entre la PNC,
el Ministerio Público y el Organismo Judicial.
■ Desarrollo de una línea constante de coordinación entre la PNC y las Policías Municipales.

■ Participación de la comunidad en materia de apoyo y promociones.

Seguridad ■ Para el año 2000: incremento del gasto público al 50% respecto de lo ejecutado en 1995,
ciudadana con relación al PIB.
■ Hacer efectivo el sistema de registro de armas en circulación y la identificación de sus
propietarios; así como trasladarlo al Ministerio de Gobernación.
5. Esta agenda mínima de seguridad se complementa con la conformación de un Consejo
Asesor de Seguridad y con la implementación de un Departamento de Inteligencia Civil y
Análisis de Información a cargo del Ministerio de Gobernación.
23
Cuadro elaborado por Manolo Vela , 2000

Capacitación para el diálogo cívico-militar


En el TMSD se aporta el desarrollo del concepto de seguridad humana, a partir de ampliar la agenda
de seguridad más allá del ámbito estrictamente político-militar, como estaba estructurada en el
marco de la DSN, incorporando temas sociales, económicos, culturales y ambientales.
2. La delimitación temática entre la seguridad y defensa implica identificar en la agenda de
seguridad del Estado los asuntos que competen exclusivamente a la seguridad ciudadana. De
manera muy general podemos señalar:
● La defensa deberá atender básicamente las amenazas que atenten contra la nación, a cargo
de las Fuerzas Armadas; y
● La seguridad ciudadana, las amenazas que afectan directamente a los individuos, básicamente
el referido al tema delincuencial, a cargo, sobre todo, de las fuerzas policíacas en sentido
estricto, y del sistema de justicia en su conjunto, en sentido amplio.
Actualmente, en Guatemala existen dificultades para hacer esa estricta separación por dos razones;
porque se evidencian fenómenos comunes que afectan ambos espacios, como el caso del narco-
tráfico; y porque en el contexto global y regional aún persiste el debate en torno a los temas que cuaderno
deben ser atendidos por unas u otras fuerzas, como lo relacionado con el medio ambiente. 2
3. La reformulación y reestructuración de las fuerzas de seguridad adquieren una relevancia
fundamental, pues significa modificar los actores, las funciones y los métodos que operaron durante
largo tiempo en el Estado, lo que se convierte en un proceso difícil y complejo al involucrar aspec-
tos objetivos y subjetivos. Usando términos que se utilizan comúnmente, diremos que la tarea es
desmilitarizar las estructuras de seguridad, llevando a cabo el proceso de reconversión militar.
El objetivo final de ello será que los civiles asuman la responsabilidad de las estructuras de
seguridad, y las fuerzas militares se encarguen exclusivamente de la defensa nacional. Paralela-
mente a ello, se pretende retirar a elementos de las fuerzas armadas de los espacios donde no les
corresponde estar. Estas modificaciones implican la reforma sustancial del sistema político y por
lo tanto, uno de los puntos centrales de la consolidación democrática. Esto se puede ejemplificar
en el esquema de puntos que O’Donnell identifica para las transiciones del autorita-rismo a la
democracia, donde señala que en la fase de la consolidación, dicha separación sería consumada
y cada aparato seguiría sus propias lógicas (Aguilera y otros, 1996).
Sin embargo, en países como Guatemala, donde condiciones estructurales, históricas, culturales
y económicas se conjugaron en el marco del autoritarismo con el modelo de la DSN, la reconversión
militar se fue haciendo cada vez más compleja y el objetivo de la desmilitarización se vuelve más
un reto y una aspiración que una realidad inmediata. A ello contribuyen, entre otras cosas, la
herencia del autoritarismo; las secuelas del conflicto armado interno; la resistencia de las voluntades
políticas responsables, civiles y militares; la corrupción e impunidad; y la ausencia de fuerzas desde
la sociedad que atiendan eficazmente las necesidades del sistema de seguridad, tanto por falta
de capacidades, como por inercias que aún persisten en la sociedad producto de una conjugación
de los aspectos antes señalados.
4. La creación de nuevas estrategias y métodos de prevención y control de las amenazas, se imbrica
con el aspecto de la participación social, uno de los principales contenidos de la seguridad
ciudadana. Las experiencias comunitarias para la seguridad de la población se han utilizado en
Guatemala con relativa eficacia. Existen algunos proyectos que enfrentan un grave problema de
desconfianza y recelo por parte de la población. La imagen y percepción que se tienen de
estructuras contrainsurgentes que operaban utilizándola, no han sido del todo superadas.
5. La definición de los temas de la agenda de seguridad ciudadana se podría construir a partir de
los siguientes contenidos: aumento de la delincuencia en todos sus ámbitos (asesinatos, robos,
secuestros) incremento del crimen organizado (narcotráfico, trasiego de armas); tráfico de ilegales;
contrabando de bienes materiales y de recursos naturales.
Estos cinco aspectos requieren un tratamiento integral que pueda fortalecer el conjunto del esfuerzo.
Como líneas de trabajo aún quedan pendientes el acercamiento analítico que cada uno de los
aspectos necesita desarrollar, de manera que todos se desarrollen simultáneamente, como partes
de la compleja tarea que tiene un objetivo común: el diseño y construcción de la seguridad ciudadana.

Los controles democráticos de la seguridad ciudadana

La transición a la democracia es un proceso complejo, producto del esfuerzo de distintos sectores.


Así, nada tendría sentido si la reformulación de la seguridad no establece un adecuado sistema
de controles del sistema de seguridad.
Se denominan controles democráticos al conjunto de normas y acciones que tienen como objetivo
la supervisión y vigilancia permanentes de las funciones que deben llevar a cabo los órganos espe-
cíficos de un determinado ámbito de las políticas públicas. Es uno de los componentes más impor-
tantes que existen en el marco de una democracia, y se convierten en el ejercicio que garantiza
que los instrumentos que norma y ejecuta el Estado estén apegados a los principios y valores de
un Estado de derecho.
24
Por ello, su origen y funcionamiento están estrechamente ligados a la mentalidad y práctica que
deben existir en el régimen político democrático. Significan también el espacio que la sociedad
debe asumir en su corresponsabilidad con las tareas de los gobernantes, poniendo en acción las
Política de seguridad y defensa en Guatemala

diversas formas de participación ciudadana que posibiliten dicha vigilancia.


La práctica de dichos controles implica dos importantes condiciones, que se convierten a su vez
en la esencia de su práctica: la existencia de un verdadero sistema político que mantenga la efectiva
separación de poderes del ejecutivo, legislativo y judicial; y por otra parte, una dinámica partici-
pativa por parte de la población, que forma parte del Estado y no se encuentra directamente en
el ejercicio del sector público.
El control sobre la política de seguridad adquiere una relevancia fundamental, pues tradicio-
nalmente, debido a las herencias del autoritarismo, no han existido en nuestros países ni su
concepción ni su práctica. De hecho, emergen producto del proceso de transición a la democracia
y se convierten en un pilar fundamental del mismo, ya que la autonomía con la que actuaron los
sistemas de seguridad en el marco de la concepción estatocéntrica generó todo tipo de espacios
para excesos y violaciones de las más elementales garantías individuales.
El reto de la transición implica modificar no sólo los marcos normativos y las estructuras, sino
adquirir una nueva mentalidad, de obligaciones y derechos. Frecuentemente, se tiende a identificar
un sistema democrático como el marco benéfico que de forma automática brindará derechos a la
Seguridad ciudadanía. Sin embargo, pocas veces se rescata la esencia más íntima del mismo, que es la
ciudadana conciencia de la responsabilidad e incidencia que debe existir desde la población gobernada. Los
controles democráticos se ubican precisamente en este espacio y deben, por lo tanto, ser un esfuer-
zo conjunto y articulado de gobernantes y gobernados para que sea efectivo y tenga sentido. De
aquí deviene un tema importante: la doble dimensión de la seguridad, la objetiva y la subjetiva.
En este sentido, es fundamental contar con un marco teórico coherente, sencillo y completo que
pueda ser la base para la comprensión y práctica que los controles democráticos de la seguridad
ciudadana requieren, ubicando cada problema o ámbito a tratar en el espacio que le corresponde,
ya sea objetivo o subjetivo. 25
La creación, estructuración y activación de dichos controles es una tarea permanente, pues aún
en los países con democracias consolidadas, los sistemas de seguridad deben estar permanen-
temente supervisados. Para Guatemala, el reto es inmenso, ya que implica numerosas tareas,

Capacitación para el diálogo cívico-militar


pequeñas y grandes, sencillas y complejas, objetivas y subjetivas, que deben irse encadenando
para la construcción del control democrático, haciendo efectiva la auditoría social.
La clasificación que se ha hecho en términos generales para el tema de controles democráticos
de la seguridad se utiliza también para el ámbito específico de la seguridad ciudadana, siendo
éstos: internos, externos y ciudadanos.
Internos. Éstos se ejecutan dentro de la misma estructura de las fuerzas de seguridad.
Externos. Éstos corresponderían a los que se establecen desde fuera de dicha estructura, que
básicamente son los poderes legislativo y judicial,
Ciudadanos. Se refieren a todo lo relacionado con la participación ciudadana en este tema. Se
incluye el trabajo de los medios periodísticos como una expresión de control ciudadano, por su
papel en la formación de la opinión pública.
Independientemente de la modalidad que se utilice, las funciones que en términos generales deben
cumplir los controles de un sistema de seguridad ciudadana, podríamos sintetizarlas de la siguiente
manera: cuaderno
2
1. Diseñar y crear las estrategias adecuadas para el seguimiento y corrección del sistema res-
ponsable de la seguridad ciudadana.
2. Supervisar permanentemente las actividades de los órganos responsables, a través de la
observación, indagación y análisis.
3. Revisar a través de los medios establecidos el adecuado cumplimiento de los objetivos de
las fuerzas de seguridad responsables de la seguridad ciudadana.
4. Mantener un escrutinio, registro y fiscalización del presupuesto y gastos de los órganos invo-
lucrados en el sistema de seguridad ciudadana.
5. Revisión y adecuación permanente de los marcos normativos y su aplicación.
6. Diseñar estrategias adecuadas para la sensibilización, formación y participación de la ciudadanía
en temas de la seguridad ciudadana.

Un aspecto muy sensible en este ámbito es lo tocante al aspecto subjetivo de los controles. Existen
obstáculos serios que deben ser tomados en cuenta, como es el caso –para los controles internos–
de la mentalidad jerárquica y el espíritu corporativo. Es muy difícil, por ejemplo, incursionar en
las faltas de un integrante de un cuerpo policiaco, ya sea por corrupción, por temor o por soli-
daridad de grupo.
Finalmente, es necesario insistir en que la existencia de controles no garantiza por sí misma una
ejecución adecuada y eficaz de la vigilancia de los cuerpos de seguridad, sino que debe haber un
componente implícito, la tarea de pensar modelos desde una visión procesual que abra las puertas a
múltiples problematizaciones y soluciones. Para ello es necesario crear también condiciones con miras
a la discusión permanente desde y para la sociedad. Esto nos lleva a la reflexión de que la existencia
o fortaleza de dichos controles está mucho más allá de los mismos, en la existencia real de una política
de seguridad democrática donde se enmarquen todas las acciones del sistema de seguridad.
CAPÍTULO IV
SOCIEDAD Y SEGURIDAD CIUDADANA: SUBJETIVIDAD
Y FORMAS DE EXPRESIÓN

4.1 La percepción subjetiva de la seguridad

L os temas de la subjetividad y la percepción han sido importantes componentes dentro de los


sistemas y políticas relacionados con la seguridad en la historia humana. Es común encontrar
en la literatura del tema las palabras certidumbre, tranquilidad, paz, como términos que designan
los objetivos para los que fueron creados dichos sistemas y con una estrecha relación al instinto
de supervivencia.
Resulta esencial destacar el componente subjetivo que se relaciona con las formas de sentir, de
actuar, de comprender, que son aspectos más cercanos a la sicología y a la antropología. Esto se
acrecienta por la inmediatez y la cotidianidad implícitas en el ámbito de la seguridad ciudadana.
El avance en este tipo de estudios ha originado una corriente de análisis que intenta hacer la
separación entre tipos de seguridad, usando términos más específicos como inseguridad objetiva
e inseguridad subjetiva, tal como son referidos en materiales del Programa de Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD), citados por Mireya Dávila en su análisis sobre la seguridad ciudadana
en Chile (Dávila, 2000).
El avance en las investigaciones en esta materia señala que existen muchos factores que estimulan
los sentimientos de inseguridad e incertidumbre en las sociedades, tales como: pobreza, crimina-
lidad, agentes naturales, limitación a las diversidades culturales, discriminación, abuso de poder
(De la Colina); y de una manera más trabajada y puntual, el PNUD hace la siguiente caracterización:

26

Razones de la inseguridad subjetiva


Política de seguridad y defensa en Guatemala

1. Haber sido agredido en más de una ocasión en lugar público o en el hogar.


2. Novedoso: afecta a todos los grupos sociales, más ahora contra zonas más ricas y
más pobres.
3. Ahora puede ser en todos lugares, antes era asociada con lugares específicos.
4. Contribuyen los medios de comunicación, pues han identificado la inseguridad
con delito y seguridad con policía; además, han hecho de este tema uno de los
espacios que buscan su conexión con las emociones de la gente.
5. El miedo al delito es el objeto espontáneo de las conversaciones sobre inseguridad.
6. Otro factor que contribuye es la percepción de impunidad del delito, pues existe
poca confianza en que los culpables sean condenados.
7. El PNUD destaca el deterioro de lo público como una de las causas para el aumento
de la percepción de inseguridad. En la mayoría de los encuestados se piensa que
en caso de necesidad no recibirá ayuda de los demás. La desconfianza en los
mecanismos públicos ha dado paso a la seguridad privada, manifestada en el
Seguridad aumento de armas, cierre de calles y aumento de guardias privados.
ciudadana
Dávila, 2000
Además, agregamos tres temas polémicos:
✓ el de la criminalización de la pobreza;
✓ los enfoques de la política criminal orientados principalmente a la persecución penal y la
27
defensa social, más que a la prevención; y
✓ al énfasis en diferentes medios a la victimización de la población, que tiene un efecto multi-
plicador, ya que el temor al crimen se convierte en generador de víctimas.

Capacitación para el diálogo cívico-militar


La investigación, análisis y discusión de estos contenidos están abiertos, y se requerirá un esfuerzo
significativo de los distintos sectores de la sociedad para acercarse a una definición que permita
avanzar en la construcción de un modelo de seguridad ciudadana que resuelva estos dilemas y
pueda ser efectivo y acorde con las necesidades reales de la población.

Se tiende a asociar el crecimiento de la pobreza urbana en la última década con el


aumento de la violencia, la delincuencia y la inseguridad en las ciudades. Sin embar-
go, la violencia e inseguridad no sólo dependen de la pobreza. La experiencia ha
demostrado que más que la pobreza es la desigualdad, en conjunto con otros factores
sociales y culturales y sicológicos la que genera mayor violencia
Dávila, 16

cuaderno
2

Una razón más profunda, relacionada directamente con la percepción que la sociedad tiene respecto
del régimen político que la gobierna, lo constituye el dilema de la legitimidad. El peso cada vez más
significativo que tiene el aspecto de la inseguridad ciudadana entre las demandas de la población,
la ha convertido en un aspecto muy susceptible de manipulación para diferentes fines: apoyar o
destruir gobernantes, grupos partidistas, diverso tipo de campañas políticas, y otras expresiones más
que son parte del juego democrático, o incluso de la justificación de un régimen autoritario.
A partir del contenido subjetivo de las percepciones sociales podemos concluir que es impos-tergable
atender la necesidad de certidumbre que cada persona siente respecto a sus derechos, para
incrementar el sentimiento de tranquilidad individual y colectiva. Sin embargo, desde la política de
seguridad es necesario y urgente tener siempre bases estadísticas confiables y actualizadas que
permitan tomar directrices adecuadas y sean un eficaz contrapeso a la percepción subjetiva que no
esté reflejando las condiciones reales de seguridad que enfrenta una determinada población.

Experiencias y modalidades: vigilantismo, policías comunitarias,


serenazgo y seguridad privada

Los retos del dilema de seguridad, en comunidades urbanas y rurales, son complejos por varias
razones. El aumento del fenómeno delictivo en todas sus modalidades es un ejemplo más. No
obstante, el problema va mucho más allá, pues significa visualizar la seguridad desde parámetros
distintos a los convencionales.
Tres son los aspectos en los que se deberá trabajar para comprender el fenómeno y ,con ello, las
formas para fortalecer las certidumbres y el sentimiento de tranquilidad en la población:

✓ el desarrollo y el debate conceptual;


✓ el diagnóstico y análisis de las condiciones particulares del caso que se esté trabajando; y
✓ el diseño de estrategias adecuadas para lograr los propósitos de la seguridad ciudadana,
que es una situación de control y manejo de la incertidumbre, a través de la corresponsabilidad
de la sociedad y el Estado en su conjunto.

El debate conceptual ha sido enriquecido con el aporte de novedosos trabajos y el acercamiento


que hemos dado en este material ayuda a resolver los grandes dilemas, siendo el principal:

✓ el enfoque desde la perspectiva de la seguridad democrática, en la cual el ser humano es el


referente. Y como un tema que se infiere de esto, la construcción de la seguridad como una
tarea de coparticipación, de derechos y responsabilidades inherentes a un régimen democrático.

Establecer una visión integral de las tareas de la seguridad democrática para Guatemala, desde la
perspectiva democrática nos obliga a construir un enfoque amplio de la seguridad, de todos los
aspectos que afectan a los ciudadanos en lo individual y colectivo, partiendo de un diagnóstico
confiable y permanentemente actualizado.

28 El tercer aspecto es la corresponsabilidad ciudadana. Las modalidades que se presentan a


continuación han surgido en diferentes contextos y experiencias, pero su desarrollo y valoración
debe ser una tarea muy puntual del marco democrático. Si bien en algunas ocasiones las
experiencias de participación comunitaria y social se han dado en diferentes tipos de regímenes
Política de seguridad y defensa en Guatemala

políticos, el desarrollo de estas maneras de participación se está vinculando cada vez con más
fuerza al desarrollo de procesos democráticos, que tienen por lo mismo un contenido y una
dinámicas diferentes.
Específicamente, las expresiones que se han desarrollado diferentes al marco de la seguridad
pública, son:
● Vigilantismo.
● Serenazgo.
● Policía comunitaria.
● Seguridad privada.
Respecto al primero tenemos la siguiente descripción:

Seguridad
ciudadana
Vigilantismo
29
Es una palabra que viene del movimiento Virginian Citizens, que lo usó en 1863 y que se
refiere a movimientos organizados extralegales que toman la aplicación de la ley en sus
manos, ante la ausencia del imperio de la ley y el orden. Por su contenido y su uso este

Capacitación para el diálogo cívico-militar


concepto sólo tiene sentido en la época moderna y con la existencia del Estado. Existen
varios antecedentes, los más conocidos son de Estados Unidos, y van desde el inicio de
la nación hasta la época actual. Se llaman movimientos vigilantes o de reguladores. Pero
no sólo representa la defensa ciudadana colectiva ante el crimen, sino también puede
encarnar determinadas ideología, y la defensa de valores comunes a sus miembros, aunque
teniendo posiciones conservadoras, como el caso del movimiento Ku Kux Klan.
La versión moderna es el llamado neo-vigilantismo, de base urbana, en el cual los
habitantes de ciudades se organizan en contra del crimen en forma no fuera de la legalidad,
pero sí al margen de la misma, pudiendo o no ser reconocidos por las autoridades. Existen
también experiencias en Latinoamérica, como Perú.
Aguilera y otros, 1996

cuaderno
2
Actualmente, se utiliza este nombre para designar una gran variedad de formas de organización
ciudadanas que tienen como fin la prevención del delito. En ocasiones se refiere a formas simples
de organización comunitaria urbana o rural que se articulan para avisarse de una amenaza, para
estar alerta o para apoyarse en caso de un peligro evidente. En ocasiones se trata de programas
más complejos, articulados y organizados que tienen el mismo fin. No necesariamente están
en relación con las fuerzas públicas, aunque cada vez hay más tendencia a hacerlo. En muchos
casos han surgido de forma espontánea ante el incremento de actos delictivos de la comunidad
de que se trate.
Las experiencias en las cuales se articula la ciudadanía con las fuerzas públicas, se agrupan en
el concepto de policías comunitarias. Éstas se han extendido con diferentes tipos de éxito y han
tenido muy diferentes formas de acuerdo con el lugar, el país y el contexto. Sus principales
características son:
Policías comunitarias
■ Ser una estrategia que permite, desde el punto de vista subjetivo, una mayor sensación
de seguridad y facilita los canales de comunicación entre la ciudadanía y los agentes
de control social.
■ Permite la integración de las organizaciones policiales a la comunidad, en calidad
de estrechos colaboradores en la prevención comunitaria de la delincuencia.
■ Se posibilita a través de la represión selectiva de los delitos, de la resolución de proble-
mas que indirectamente tienen efectos criminológicos y que permiten mejorar la calidad
de vida de la población.
■ Es una filosofía de policía nueva que permite lograr grandes consensos en las
democracias participativas.
■ En las investigaciones que se han llevado a cabo en los países donde se va aplicando
este modelo aseguran, en la mayoría, la reducción significativa de la delincuencia,
mayor sentimiento de seguridad ciudadana, mayor control de los organismos de
seguridad.
■ Se parte del principio del respeto a los derechos y libertades individuales y sociales.

■ Sus herramientas se basan en la gestión, estrategias de intercomunicación y consulta


recíproca entre la comunidad y los organismos policiales.
■ Favorece una actitud policial proactiva e interactiva.

■ Favorece mayor control por parte del público.

■ Debe existir una buena organización ciudadana para que funcione.

30

Una modalidad de seguridad comunitaria que se está extendiendo es la denominada serenazgo.


La experiencia de esta modalidad, en Perú, similar a la que se ha tenido en otros países, se sintetiza
Política de seguridad y defensa en Guatemala

a continuación:

Serenazgo
■ Consiste en un servicio de patrullaje preventivo y de auxilio a la comunidad que
brindan las municipalidades.
■ Tiene un carácter preventivo principalmente.
■ El vecino recurre normalmente a este servicio por teléfono y suele recibir una respuesta
pronta.
■ Su éxito permite que se multiplique espontáneamente.
■ Es fundamentalmente urbano.
■ Por lo general forman parte de él policías en actividad que son contratados durante
sus vacaciones o en sus días de descanso.
■ La integración de policías a este servicio permite que tengan la facultad de inter-
venir y detener.
Seguridad
ciudadana ■ Ha demostrado más efectividad que la policía.
■ Ha demostrado resistencia en la policía y en el gobierno central.
■ Ha aportado elementos para el análisis de experiencias conjuntas de seguridad, entre
municipalidades y policías, y las posibilidades del control ciudadano sobre la policía.
Finalmente, tenemos el fenómeno de la seguridad privada, que ha tenido un incremento notable
en todos los países, sobre todo en países posconflicto. La causa de su aparición son los retos mal
enfrentados o no resueltos por el Estado ante los problemas de seguridad ciudadana, básicamente
delincuenciales, por lo cual la seguridad se ha convertido en una mercancía más y a la sociedad 31
en un seguro consumidor de sus productos; ésta generó el proceso de articulación de sistemas muy
organizados que se contratan por clientes individuales o empresariales para obtener protección.
Las características de estas empresas se exponen a continuación:

Capacitación para el diálogo cívico-militar


Empresa privada de seguridad
■ Una empresa privada es toda aquella entidad que legalmente constituida y a solicitud
de personas físicas o jurídicas, presta servicios de vigilancia y seguridad a personas o
bienes.
■ Los servicios que prestan abarcan desde el servicio de guardaespaldas, venta de
tecnología especializada en seguridad y armerías, hasta apoyo más especializado
como acciones diversas en el caso de personas secuestradas.
■ Los servicios más comunes son: protección comercial, industrial, bancaria, turística,
ejecutiva, diplomática, residencial, de ruta, de custodio, electrónica, localización
de vehículos vía satélite e investigaciones criminológicas y asesorías.
■ Algunas empresas brindan también capacitación y adiestramiento en seguridad.
■ Dos graves consecuencias: situación de exclusión donde el derecho a la protección
frente a la delincuencia queda reservado a la capacidad de recursos de quien puede cuaderno
pagar el servicio; se permite la manipulación de la percepción de las condiciones 2
reales de seguridad, ya que se incrementa la protección en áreas de población con alto
poder adquisitivo, que no precisamente registran los mayores índices de criminalidad.
Táger, 2002

Experiencias en Guatemala
Una descripción minuciosa sobre las distintas formas de seguridad señaladas anteriormente para
Guatemala se encuentran en un artículo de Aguilera y Rosalinda (Aguilera et, al.). Dicho trabajo
señala que en Guatemala el vigilantismo ha tenido distintas expresiones de acuerdo con la época
histórica que se ha vivido en el país. Específicamente, se hace una separación entre el vigilantismo
de la época del conflicto armado interno y el neovigilantismo actual. En la primera etapa existieron
aspectos –como la represión– que no permitieron que creciera el vigilantismo, pues los mismos
cuerpos de seguridad, al mismo tiempo de llevar a cabo acciones correspondientes a la contra-
insurgencia, eliminaban extrajudicialmente a delincuentes. Y en el mismo marco de la guerra se
crearon las Patrullas de Autodefensa Civil ( PAC) y los Comités Voluntarios de Defensa Civil ( CVDC).
Aunque la explicación oficial era que estas estructuras respondían a iniciativas autónomas de
comunidades rurales para defenderse de la guerrilla, estaba presente el carácter de milicias que
se les imprimió.
En la etapa reciente, posterior al fin del conflicto armado interno, se fue experimentando un grave
deterioro en la indefensión del ciudadano común, ante la incapacidad de los cuerpos policíacos,
la aceleración del deterioro social, y la expansión de nuevas y agresivas expresiones delincuen-
ciales, como las drogas y la persistencia, la involucración de agentes del Estado en actividades
ilegales. Esta situación ayuda a explicar por qué el resurgimiento del neovigilantismo, primero
en la capital y municipios aledaños, con tendencia a expandirse a otras zonas.
El principal esfuerzo organizado se concretó en 1993 con el grupo Guardianes del Vecindario, como
un plan de defensa civil que se integraría por comités de vecinos con asistencia técnica e integración
en la red que constituirían. Estaba formado principalmente por empresarios medios y grandes,
profesionales y militares retirados. Destaca que entre sus postulados prevalecía la idea que el interés
estaba en la protección del conjunto de la comunidad, y ya no sólo en el resguardo de la familia y
sus bienes. Establecía también relación con la policía, para identificar y señalar a los agentes delin-
cuenciales. La asesoría era recibida por empresas privadas de seguridad y radiocomunicación.
Actualmente sigue vigente esta modalidad. Con variantes a la anterior se fueron organizando distintas
agrupaciones como: Guardianes de la Noche, El Vecino Vigilante, Fuera de Red.
Es importante señalar un fenómeno que se ha presentado en la población, fundamentalmente
capitalina respecto al vigilantismo, cuestionamiento y resistencia al mismo. Los antecedentes
históricos de la guerra y la vinculación de las PAC con estructuras de seguridad vinculadas a las
instituciones militares, han provocado una reacción de desconfianza al neovigilantismo por parte
de los grupos de derechos humanos. Éstos promueven que el Estado cumpla con su función de
brindar protección a través de la generación de una adecuada política de seguridad pública.
También existen otras experiencias que indican la gran complejidad de reacción y estructuración
de formas organizacionales informales y espontáneas de contrarresto ante los delitos y los delincuen-
tes. Tales son los casos de linchamientos, que tuvieron un incremento notable en el año 2001, y el
rechazo a presencia militar en Santiago Atitlán, que en un caso sin precedentes, logrando que dicha
institución se retire.
La modalidad de privatización de la seguridad en Guatemala tiene una expresión y desarrollo muy
importantes. De acuerdo con la investigación “Privatización de la Seguridad en Guatemala” (Táger,
2002) se caracterizaría de la siguiente forma:

32
Seguridad privada en Guatemala
■ Es un negocio en expansión manejado principalmente por militares en situación
de retiro, ligados con anterioridad a la inteligencia militar.
Política de seguridad y defensa en Guatemala

■ En la actualidad constituyen la primera fuerza de seguridad del país por el número


de hombres y la cantidad de armamento que poseen.
■ Pueden dividirse entre las empresas que prestan servicios a empresas o particulares
y las que ofrecen seguridad a las entidades bancarias.
■ Existen otras que se dedican a la venta de tecnología especializada en seguridad,
y las armerías.
■ Lo más común es el servicio para el resguardo de residencias y complejos
residenciales, fábricas y complejos industriales, comercios, empresas y colegios,
así como servicios de monitoreo.
■ Las funciones están normadas en la Ley de Policías Particulares, Decreto 73-70,
donde se especifican los requisitos para su autorización y funcionamiento; y por
la Ley de los Cuerpos de Seguridad de las Entidades Bancarias Estatales y Privadas,
Decreto 19-79.
■ Existen al menos 25 empresas que operan ilegalmente, que suman en total un
aproximado de 20,000 elementos, y que no tienen ningún tipo de control ni
Seguridad autorización del Ministerio de Gobernación.
ciudadana Táger, 2002
La apreciación que se tiene actualmente de la seguridad ciudadana en Guatemala es muy precaria.
Tanto por haberse incrementado notablemente el índice delincuencial, como por el aumento notorio
de la percepción de inseguridad subjetiva. Esto se expresa en el crecimiento de distintas modalidades
de participación ciudadana en la seguridad y de la seguridad privada. Los alcances y soluciones de 33
esta problemática son muy complejos, ya que sus orígenes son de distinto orden, y se tendría que
tener una perspectiva integral que favorezca el desarrollo de una política pública y una mentalidad
y actitudes que fortalezcan la seguridad ciudadana como sustento y garantía de una política de
seguridad democrática. La ineficiencia del Estado en responder a la protección que la sociedad

Capacitación para el diálogo cívico-militar


demanda es una situación que no corresponde a las funciones del mismo por lo que, pone en riesgo
el Estado de derecho y, con ello, la consolidación del régimen democrático en su conjunto.

cuaderno
2
CONCLUSIONES

E l tema de la seguridad ciudadana se ha convertido en uno de los más importantes y sensibles


dentro de las tareas que conjuntamente tienen que asumir, aportar y solucionar tanto el Estado
como la sociedad. El aumento de la inseguridad, su percepción, y la complejidad de sus orígenes
conforman una serie de retos que deben ser atendidos con urgencia.
Una primera tarea se ubica en la necesidad de profundizar en la exploración y debate conceptual
que han surgido en torno al tema de la seguridad en general, partiendo de un análisis integral que
aporte a la construcción de la política de seguridad democrática. Por otra parte, será necesario
abordar problemas específicos de la seguridad ciudadana ,de acuerdo con los contextos específicos
donde ésta deba desarrollarse. Aún existen aspectos ambiguos e incluso contradictorios en el
análisis teórico, por lo cual ahondar en el tema y aclarar sus diferentes componentes e interre-
laciones contribuirá enormemente a una ejecución y puesta en práctica más coincidente con los
principios que persigue el régimen democrático.
El reto en el caso de países como Guatemala, es precisamente, dicha consolidación democrática.
La transición que experimenta el Estado para superar el autoritarismo, es todavía un camino difícil
en el ámbito de la seguridad, pues es fundamentalmente en este aspecto que la esencia del régimen
tiene su más clara expresión. El cambio conceptual, normativo, funcional y estructural de las fuerzas
responsables de la seguridad, implica una transformación muy profunda y compleja, ya que involucra
aspectos tanto subjetivos como objetivos.
En los aspectos subjetivos deben atenderse dos elementos puntuales: lo relacionado con la
percepción sentimientos, emociones y pensamientos que están influyendo en la población respecto
a su cotidianidad y a su demanda al Estado de mayores niveles de protección. Y, por otra parte,
34
la necesidad de un clara toma de conciencia de parte de la sociedad en su corresponsabilidad para
contribuir en un mejoramiento cualitativo y cuantitativo de la seguridad, tanto en la discusión y
formulación de la seguridad ciudadana, como en el desarrollo de una actitud de vigilancia y control
del funcionamiento de la misma. En cuanto a los aspectos objetivos, debe trabajarse, en la real
Política de seguridad y defensa en Guatemala

transformación y fortalecimiento de una política de seguridad que tenga como referente al ser
humano, individual y colectivo; es decir, democrática, integral y humana, creando con ello, los
marcos normativos y estructurales que sean coherentes con dicha concepción.
En la actualidad Guatemala se adelantan esfuerzos para fortalecer la seguridad ciudadana, pero
existen aún numerosos tropiezos, que básicamente podríamos resumir en dos aspectos: en el
ámbito de la participación ciudadana, formar capacidades y favorecer la incidencia en la agenda
pública de la seguridad; en el ámbito público, fortalecer la reforma policial y servicios de
inteligencia en el marco de la reconversión militar, de manera que la institución castrense cumpla
con las funciones de defensa para las cuales fue creada, y la seguridad ciudadana sea una respon-
sabilidad eminentemente civil.
Un aspecto fundamental es el respeto a los derechos humanos. Como principio elemental del
régimen democrático, cumplir con este compromiso básico debe acompañar en todo momento
la transición y la creación de una política pública de seguridad, advirtiendo que la frontera entre
el cumplimiento del deber de las fuerzas de seguridad, de defensa o ciudadanas, han estado en
la historia del país, muy comprometidas en torno a las garantías individuales de población. Este
Seguridad tema es fundamental, ya que implica tanto el sustento como la garantía de un Estado de derecho.
ciudadana
A manera de síntesis, podemos resumir las siguientes conclusiones:

Conclusiones 35
1. La seguridad ciudadana es un nuevo concepto que emerge en el marco de los regímenes
democráticos. Es necesario profundizar y explorar en el desarrollo teórico que
proporcione las herramientas necesarias para una real transformación de la seguridad.

Capacitación para el diálogo cívico-militar


2. La seguridad ciudadana es la política pública que atiende los riesgos, amenazas y
conflictos que afectan a la población en la cotidianidad, y que básicamente se refieren
a diferentes modalidades delincuenciales.
3. La seguridad tiene un componente subjetivo que influye en la percepción y demanda
que la población tiene y que expresa ante el Estado. Por lo anterior, se hace indis-
pensable contar con un diagnóstico permanente de los índices delictivos, como un
referente complementario que aporte para un análisis realista de la situación de
inseguridad e incertidumbre.
4. En países que transitan del autoritarismo a la democracia, como Guatemala, deben
realizarse urgentemente las transformaciones conceptuales, normativas y estruc-
turales que permitan la construcción de la seguridad ciudadana. Es decir, fortalecer
las capacidades civiles y profundizar la reconversión militar.
5. La sociedad debe asumir una consciente corresponsabilidad en la discusión,
formulación y control del sistema de seguridad en su conjunto.
6. La seguridad ciudadana debe mantener como marco principal el respeto a las garan-
cuaderno
tías individuales y derechos humanos, como esencia y fundamento de sus marcos
2
normativos y operativos.
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ciudadana
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Seguridad
ciudadana

La edición, diseño y producción de Seguridad ciudadana, se


realizó en Magna Terra editores, en febrero de 2003.
El tiro sobre papel bond 80 gramos consta de 1,000 ejemplares.

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