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TENDENCIAS
ARTÍSTICAS RECIENTES.
2. CAUSAS.
Para entender las razones por las que las vanguardias artísticas se desarrollaron, es
necesario echar la vista atrás, al siglo XIX. Tres acontecimientos políticos, la
constitución de la segunda y la tercera República Francesa (1848 y 1871) y la Primera
Guerra Mundial (1914), provocaron una reacción intelectual en contra de la sociedad de
la época. Empieza así el estereotipo de artista incomprendido, bohemio y comprometido
con una serie de valores contrarios a todo ese mundo convulso que provocaba
situaciones miserables y desafortunadas.
A este precedente se debe añadir el panorama de principios del siglo siguiente, lleno de
cambios y aportaciones significativas que modificaron ciertas ideas y modos de vida: la
segunda Revolución Industrial, con la aparición del motor de explosión, la publicación
de la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein y la Interpretación de los sueños de
Sigmund Freud, la popularización de la fotografía, el nacimiento del Cine… anunciaban
a voces que algo en el mundo estaba cambiando.
3. PRIMERAS VANGUARDIAS.
Tras unos comienzos dubitativos y llenos de pruebas, el Impresionismo como tal nace
en una exposición celebrada en los salones del fotógrafo Nadar. Era una muestra en la
que participaban un total de treinta y nueve pintores, conscientes ya de formar un grupo
y de tener unos objetivos iguales que defender. En esta exposición se encontraba una
obra de Monet llamada Impresión: Sol naciente que, burlonamente citada por un crítico
dio nombre al grupo.
Acabada la época del desarrollo del Impresionismo, y gracias a las nuevas tecnologías
de impresión (especialmente influyente fue la fotografía y el descubrimiento de la
cuatricromía, que conseguía infinidad de colores con la mezcla de los colores
primarios), surge el Neoimpresionismo o puntillismo, llevado a cabo
fundamentalmente por dos autores, Georges Seurat y Paul Signac. Aprenden la lección
impresionista y la aplican de un modo más científico, más controlado, mucho menos
espontáneo y fresco. La pincelada se hace corta, racional y estudiada.
Fuera de estos dos movimientos quedan tres autores, de obligada mención, como son
Vincent Van Gogh, Paul Gaugain y Henri de Toulouse-Lautrec. Se les dio el término
histórico-artístico de Postimpresionistas en una exposición celebrada en Londres en
1910, pues, aunque su trabajo no es en absoluto semejante, les une el hecho de haber
comenzado su trabajo con el Impresionismo ya afianzado y comienzan su andadura
pictórica con un nuevo modo de hacer, en los tres casos de manera muy personal e
innovadora y de con una visión más subjetiva y manipulada del mundo. Van Gogh
transforma la pincelada impresionista en una con más carga y muy ordenada, dando
nuevas soluciones formales y cromáticas. Gaugain fue un artista que reivindicó lo
bidimensional y lo decorativo. Su época en Taití, donde vivió los últimos años de su
vida, es la más famosa. Ese destino brindó a Gaugain los paisajes y los colores que
buscaba. Toulouse-Lautrec fue un gran ilustrador y se le considera el precursor del
cartel publicitario. Mediante la litografía crea múltiples carteles anunciadores de
eventos nocturnos de París. Especialmente populares son sus carteles del Moulin Rouge,
donde él mismo era un asiduo.
3.2 Fauvismo 1905 / 1907.
Estilo surgido en Alemania que trata de dar al espectador una visión de los sentimientos
del artista. Forma, color y textura están al servicio de esa transmisión de los estados de
ánimo del autor. Supone el inicio de la pintura abstracta en sentido estricto ya que se
desvincula por fin del referente. Es una pintura subjetiva que deforma y exagera. Sus
grandes influencias fueron autores consagrados como Goya, el Greco, y otros más
recientes como el belga James Ensor y el noruego Edvard Munch.
Los dos grandes grupos de artistas del movimiento fueron los llamados “Die Brücke” (el
puente) en Dresde formado principalmente por Ernst Kirchner y Emil Nolde y “Der
blazer Reiter” (el jinete azul) compuesto por Vasily Kandinsky, Franz Marc, Paul Klee
en Munich, ambos con objetivos y rasgos comunes aunque con alguna diferencia
estilística que les dividía.
El más radical y agresivo de los -istmos de principios de siglo nació en Zürich (Suiza)
obra de Tristan Tzara. Fue una vanguardia anarquista que se mostró rotundamente en
contra de cualquier norma social, moral o estética. Contundente, destructor y
provocador, basado en lo absurdo, lo elemental, lo casual y lo azaroso (la misma palabra
dadá que designó el movimiento se escogió de modo arbitrario en un diccionario). Su
objetivo principal era cuestionar unos criterios artísticos fuertemente afianzados y
aceptados en la época. El ejemplo máximo de Dadá fue el artista francés Marcel
Duchamp que, a través de los denominados ready-mades (objetos industriales sin valor,
elevados a la categoría de obra de arte por el simple hecho de exponerlos en un museo
bajo una firma y una fecha) trató de ridiculizar la veneración pasiva y poco crítica del
público burgués. Gracias al movimiento dadaísta, el Arte abrió sus fronteras y aceptó
otros modos de expresión artística, lo que fue su mayor aportación. Era el nacimiento de
lo que hoy denominamos arte conceptual.
Además de Duchamp, los componentes de este grupo fueron Hans Arp, Francis Picabia,
M. Ernst y el fotógrafo Man Ray.
Comienza con un manifiesto escrito esta vez por el poeta André Breton. El término lo
acuña el escritor G. Apollinaire. Se desarrolla, como se puede deducir por las fechas, en
un periodo inestable de entreguerras en el que los intelectuales tratan de comprender la
profundidad psíquica del hombre, los sueños, lo inconsciente. Los escritos y teorías del
psicoanálisis de Sigmun Freud aportó base científica e ideológica, y las obras de Füsli y
Blake la influencia artística.
Podemos hablar de dos tipos de Surrealismo pictórico y dos grandes grupos de pintores
surrealistas. Por un lado, los pertenecientes al Surrealismo figurativo, entre los que se
encontraban Max Ernst, René Magritte, Dalí y Chagall, quienes exploraron el
surrealismo desde una óptica de realismo formal, pues, a pesar de sus deformidades y
transformaciones, nunca abandonaron la referencia real de los objetos. Por otro lado, el
Surrealismo abstracto contaba con Yves Tanguy, Miró, Klee y Hans Arp.
Parte fundamental esta tendencia fue la escultura. Giacometti, Henry Moore, Alex
Calder, M. Ernst y Man Ray.
La Segunda Guerra Mundial dispersará a los artistas que se tuvieron que exiliar a
distintas partes de Europa.
Vanguardia de origen ruso que comienza con el manifiesto de Casimir Malevitch. Busca
la sensibilidad pura del arte a través de un lenguaje plástico nuevo, sin referencias
figurativas ni influencias artísticas previas. Evita cualquier referencia de imitación a la
naturaleza recurriendo a módulos geométricos de formas puras y perfectas de color
austero, en especial el uso del blanco y el negro con algún color poco saturado.
Esta nueva vanguardia comparte origen y fechas con la anterior, por lo que su desarrollo
es paralelo y ambas se vigilarán de reojo en su evolución. El constructivismo, con alta
carga política e ideológica propia de la revolución rusa, pretende la unión entre las artes,
pintura, escultura y arquitectura, por lo que comparte objetivo con una del las escuelas
más famosas de la Historia del Arte, la Bauhaus. Este hecho no es casual, pues varios
constructivistas fueron profesores o impartieron seminaros en algún momento en dicha
escuela alemana. Sus autores principales fueron Vladimir Tatlin, El Lissitzky, Antón
Pevsner y Naum Gabo. Prueba de lo completo de este movimiento es su manifestación
cinéfila obra de Eisenstein, quien tiene en la cinta de “El acorazado Potemkin” un gran
ejemplo.
3.10 Neoplasticismo.
De origen holandés, el grupo que lo desarrolló recibió el nombre de “De Stijl” (el estilo)
debido al nombre de la revista en la que trabajaban sus componentes y en la que
publicaban sus escritos. Fue una prolongación de los valores estéticos el
constructivismo, aunque sin su ideología y compromiso político. Demostraron su
intento por aunar disciplinas en proyectos completos. Diseñaban el edificio y el
interiorismo (muebles, colores de las paredes, colocación de los mismos…) en un
mismo proyecto porque entendían que no eran conceptos distintos. Con ánimo de huir
de las referencias naturales recurrieron a las formas geométricas puras y a los colores
saturados, especialmente los primarios y el negro para dar contraste. Sus principales
componentes fueron Theo van Doesburg, y Piet Mondrian.
Las llamadas segundas vanguardias comienzan tras la Segunda Guerra Mundial. Debido
a las consecuencias de tan destructor y lamentable acontecimiento, Europa entra en una
crisis cultural y política que favorece la emergencia de un nuevo panorama artístico y
permite que la capital mundial del arte pase de París a Nueva York.
Estas segundas tendencias se sucedieron muy rápidamente gracias a los nuevos medios
de comunicación de masas, cada vez más efectivos por el alto desarrollo tecnológico,
pero a la vez de un modo más natural, menos traumático.
A.1 Informalismo.
Por último nombrar a Mark Rothko. Creador del llamado “Color Field Painting” fue
un artista de dedicación plena y obsesiva a su obra. Alcanzó una técnica exquisita a la
hora de fundir tonos y obtener colores expresivos. Pintor de grandes formatos,
reivindica la identidad de la abstracción y la expresividad de grandes superficies de
color.
A.3 Arte Póvera.
B. TENDENCIAS RACIONALISTAS.
Tiene como principio básico el movimiento, de manera que ha estado más presente en
escultura que en pintura por razones obvias. Las obras de arte cinético se pueden
encuadrar en tres subcategorías: obras con movimiento propio, ya que se mueven por
medio de un mecanismo (motores, ingenios eléctricos…) o por acción de algún
elemento independiente (música, viento, temperatura…), obras de ilusión óptica en las
que se encuadra la pintura cinética, y obras interactivas en las que el espectador debe
accionar o ejecutar alguna acción. Como representantes de cada uno de estos grupos
podemos nombrar a Alexander Calder, con sus móviles, estructuras colgantes muy
ligeras que se mueven con el viento, al español Eusebio Sempere, con sus serigrafías
de líneas muy finas y geométricas que al entrecruzarse producen la sensación óptica
de movimiento, y a Marcel Duchamp respectivamente.
C. NEO REPRESENTATIVAS.
C.2 Hiperrealismo.
Se entiende como una prolongación o evolución natural del Pop Art. En particular, los
retratos e imágenes Pop, poseen el atractivo de ser similares a la realidad debido a su
origen (muchas de estas imágenes, como los retratos de Andy Warhol se obtuvieron
directamente de fotografías) aunque con un lenguaje propio, la mayoría de las
ocasiones reducciones de color, dos o tres tonos saturados con el retrato en negro. El
grado de iconicidad de una obra, es decir, su parecido con la realidad comenzó a
valorarse y eso produjo el nacimiento del Hiperrealismo, un movimiento cuyo
objetivo era conseguir el mayor parecido posible con la realidad, hasta límites nunca
alcanzados anteriormente. Es, por tanto, una vanguardia de alto poder técnico y de una
meticulosidad exagerada en su ejecución. La fotografía fue su principal competencia,
aunque siempre trató de distanciarse produciendo imágenes que no pudiesen ser
fotografiadas, escenarios imposibles, ángulos forzados, etc. con lo que consiguió su
propio terreno en el Arte.
D. TENDENCIAS CONCEPTUALES.
Aunque se puede considerar que el Arte Conceptual nació con el dadaísmo, no fue
hasta algo más tarde que se desarrollara como una vanguardia independiente. Sin
embargo, comparte muchas de las premisas dadaístas, sin cuya existencia el Arte
Conceptual no tendría razón de ser. Es una vanguardia de denuncia hacia una sociedad
poco concienciada y crítica con lo que ve en salas y museos, y trata de incitar a la
reflexión y a cuestionar aspectos muy afianzados relativos al mundo artístico y a su
mercado.
D.2 Happenings.
El Body Art comparte ideas del Arte Conceptual y del Happening, aunque se centra en
especial en el cuerpo humano. Reflexiona acerca de él y lleva a cabo sus
manifestaciones mediante el propio cuerpo. Sus temas son eminentemente sociales,
sexuales o de contraposición del cuerpo masculino y femenino. Uno de sus baluartes
es Bruce Nauman.
D.4 Land Art.
Corriente artística surgida a finales de los años sesenta en Estados Unidos que tiene
como fin trasladar el trabajo artístico a los espacios naturales, los cuales son
transformados por el pensamiento y acción del artista. Generalmente las piezas
adquieren enormes dimensiones y su presentación en las galerías suele llevarse a cabo
con una extensa documentación de fotografías, videos y textos. Una pareja artística
que se encuadra en esta vanguardia son Christo y Jeanne-Claude.
El siglo XX acaba con un fuerte impulso de las vanguardias hacia el futuro, por lo que
se valora, por encima de todo, lo innovador, lo nuevo, lo que nadie ha hecho antes. Y
para avanzar, el Arte mira al pasado, a esas vanguardias que tan bien hicieron eso de
hacer algo innovador. Por ello, por un lado, las vanguardias son una influencia positiva,
aunque por otro, pone el listón del o innovador y lo provocativo muy alto. Se convierte,
así, en un arte superficial e interesado en el éxito de mercado. Busca lo innovador
porque es comercial, no porque el artista lo sienta como su modo de expresión.
Los críticos e historiadores de Arte piensan que es hoy una época de vuelta a la calma,
de asimilar el siglo XX y estabilizarse. Tras experimentar con soluciones nuevas, las
formas de expresión tradicionales (pintura, escultura y fotografía) vuelven a coger
fuerza sin que ello desprecie el abanico de posibilidades que ofreció el pasado siglo.
6. CONCLUSIÓN.
Las vanguardias artísticas de principios del siglo XX lograron abrir las fronteras del
arte, en un momento de miras estrechas y de un arte rancio e inmovilista. Eso favoreció
la expresividad de los artistas, lo multidisciplinar. Nada suponía un límite para una obra
de arte si el artista así lo sentía, siendo una época de experimentación y de nuevas
técnicas artísticas.
7. BIBLIOGRAFÍA.
Historia del Arte, Cuatro volúmenes, VVAA, Alianza ed., 1997 Coordinada por Juan
Antonio Ramírez.
Las vanguardias artísticas del s. XX, Mario de Michelis, Alianza editorial, 1996.