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EDUCACIÓN: ARTICULACIÓN Y CICLOS, ¿VERDADERO AVANCE?

Cuando ingresé al sistema escolar ingresé a partir de los dos años a través de Bienestar Familiar, mis
padres no tenían tiempo para cuidarme, en esta institución el maltrato a los niños y niñas era alto.
Posteriormente, cuando ya tenía edad de entrar al preescolar o kínder, fui cambiada de institución,
ingresé a un colegio privado, de monjas, por décadas éstos colegios han sido vistos como estrictos y
costosos, allí tuve graduación de kínder y de inmediato iniciaba la etapa de primaria, para esta etapa,
iniciando con primero, fui llevada a una escuela de primaria de carácter público, niños de todo lugar,
sobre todo del campo llegaban allí, por esto el programa curricular incluía espacios académicos
dedicados al cultivo y embellecimiento de las zonas verdes de la escuela por parte de los estudiantes
y, los fines de semana, invitaban a los padres a colaborar con la labor de sus hijos y de las profesoras,
mis padres nunca se acercaron. En esta escuela cursé hasta segundo de primaria. Luego, cuando ya
amaba mi escuela y mis profesoras, cuando había ganado premios por participación y mi vida era
bastante activa, fui cambiada de nuevo a otra institución, una nueva, más estricta, de monjas
también, donde jamás me pude acomodar, donde llegaban niños y niñas de estrato económico alto
pero con comportamientos bajos; allí cursé hasta el grado quinto de primaria. Finalmente, mi madre,
docente, queriendo y obligando a que siguiera sus pasos de docente me ha cambiado de nuevo de
institución para llevar a cabo mi ciclo de bachillerato, con modalidad pedagógica, por esto ingresé a
realizar sexto de bachillerato a la Escuela Pública Normal de la población, para poder desarrollar este
cambio hubo que sacar certificados autenticados por la secretaría de educación donde constara que
tenía la posibilidad de pasar al grado de bachillerato, en esta institución la acomodación no fue
completa, además había prelaciones por cuanto las y los docentes eran conocidos, amigos, vecinos y
ex - compañeros de trabajo de mi madre. Cuando cursaba décimo grado, el Ministerio de Educación
Nacional determino retirar la nominación de normalista a los que se graduaran a partir del año 1997 y
se les titulara como bachilleres académicos con énfasis en educación, a pesar de que había cursado
todo mi bachillerato como normalista recibí un título que posteriormente cerraría muchas puertas
como docente, esto, aunado a muchas otras circunstancias, me llevaron a tomar definitivamente la
decisión de no ser docente. Mi madre, en su afán de darme un futuro glorioso en lo profesional, decide
exiliarme a otra ciudad a estudiar una carrera que ella creía conveniente para mí, pues entonces yo
no tenía idea de qué ser como profesional y entonces llego a una ciudad desconocida y moderna, en
mi etapa adolescente, a un claustro de aprendizaje al cual no quería ingresar (también pedagógico) y
donde empezaría a cursar una carrera que ni siquiera sabía si sería la adecuada para mi, año y medio
más tarde fracasé en mis estudios y fui expulsada del alma mater…

Como mi historia, ocurrida en un lugar de tipo pequeña urbe o pueblo, alejado de la ciudad central
donde se experimentan los mejoramientos educativos, hay muchas y muchas más y, aparte de ellas,
existen historias de deserción escolar causada por los cambios de espacios de aprendizaje,
compañeros de espacio, docentes, formas de enseñanza.

Muchas propuestas se han generado para mejorar el aspecto educativo, para avanzar en la calidad,
pero jamás han sido tenidas en cuenta las voces de los educandos en dichos procesos. Hoy, luego de
conocer un poco más del mundo y mirando hacia atrás mi experiencia con ojo crítico y enriquecido
gracias a mis estudios y en especial a aquellos relacionados con la docencia, carrera que la vida me
llevó a retomar por haber nacido con “la vena”, dicho popular, para ejercer la profesión, pienso que la
educación de las niñas y los niños debe obligatoriamente iniciar en la etapa de la primaria, que el
preescolar se debe desarrollar en casa con los padres y en los parques, ludotecas, bibliotecas con la
sociedad, acompañados de igual forma de los padres, para mí los niños y las niñas deben ingresar a
una edad de 6 años, cuando las bases de amor, autoestima y manejo del mundo y la sociedad hayan
sido fortalecidas por los padres y el mundo con el cual se ha podido compartir, cuando el los
aprendizajes se han conquistado por gusto y no por imposición de un sistema que te hace cumplir con
el requisito para ser alguien dentro del mismo.

Una vez se toma la decisión de ingresar al niño o la niña al sistema escolar, se han de tener en cuenta
las habilidades demostradas por ellos y ellas en su etapa preescolar y, entonces, las instituciones
educativas han de brindar programas curriculares especializados en el desarrollo y enriquecimiento de
esa habilidad especifica: artes, ciencias puras, disciplina y obediencia, destreza física, trabajo
humanitario y social, entre muchas otras, y para lograrlo, los estudiantes deben ingresar a una
institución, ver asignaturas relacionadas con el campo especial para el cual tiene habilidades,
trabajándolos conocimientos básicos que lo llevarán a poder desempeñarse dentro de la sociedad y
salir graduado de allí rumbo a una especialización en la universidad que también trabaje sobre el
tema en específico.

Vaya utópico sueño, en un sistema capitalista como el que vivimos donde lo importante es acaparar el
máximo de clientes para acumular mayor dinero con el cual de igual forma hay que responder a los
gravámenes impuestos por los máximos jerarcas, en una sociedad donde el sobrevivir prevalece cada
vez con mayor fuerza, es difícil lograr tener en cuenta el desarrollo del humano que ha de ayudar al
mejoramiento de la calidad de la sociedad y lo único que se busca es formar el robot que sirva como
maquina productiva para “enriquecer” económicamente de ésta.

Frente a esta perspectiva, cada vez vemos mayor cobertura en los entes educativos, incluso con niños
y niñas que aún no superan el año de edad, porque sus padres ya no tienen tiempo ni para
amamantarlos en sus primeros meses de vida debido a la exigencia social de trabajar para sobrevivir,
se bajan los costos e incluso se vuelve gratuita para que los padres puedan ingresar a sus hijos al
sistema y entonces se presenta la vulneración a muchos derechas gracias a la condición de
hacinamiento presente en las instituciones, como lo afirma Carlos Vasco en su documento “Los siete
retos de la educación colombiana” existe un “plan de cobertura sin inversión adicional”. Ante esto,
¿cómo un docente puede tener presente qué tal va el aprendizaje de un niño o niña con la cantidad
de población en edades difíciles a la que se debe enfrentar?, y además, ¿qué tiempo de calidad les
va a ofrecer si además de sus clases debe, al finalizar su jornada laboral, dedicarse a rendir informes y
llenar formatos?, y por último, no siendo menos las situaciones que envuelven la problemática
educativa, ¿cómo ha de formarse un humano con desarrollo de sus habilidades si en el sistema
educativo hay que “impartir” conocimientos homogéneos para todos, inherentes a “todas” las áreas
en el que desea el sistema aprendan los futuros trabajadores del país, como programando robots para
que desempeñen su labor de maquinas para el trabajo al salir de la escuela?, y entonces, los y las
docentes no solo deben ser científicos sino también contadores, sociólogos y muchas más profesiones,
recordemos la frase famosa: “el que mucho abarca, poco aprieta”, situación que estamos muy lejos
de superar si no se cambia la forma de ver el proceso de aprendizaje realmente integral y humano
para el crecimiento social y de la especie.

Muchas opciones se han abierto, la última, la agrupación por niveles desde la primaria hasta la
universidad, los procesos e articulación para la adaptación al paso hacia cada nivel e, incluso, se ha
ingresado los primeros grados de universidad a las escuelas y colegios para hacer articulación con esta
etapa de formación, quizás este esfuerzo sea loable, quizás mejore la calidad profesional, pero, ¿y la
calidad humana? Muchas instituciones la han solventado dando talleres extra – escolares relacionados
con las áreas de interés de los niños y las niñas, apuesta interesante que ayuda en mucho a la
formación humana, pero estos deberían ser integrados al sistema escolar. Frente a estas problemáticas,
por más propuestas novedosas, que impliquen iniciativa, cooperación, autonomía y compromiso en el
trabajo por parte de los docentes, directivos, padres de familia y estudiantes, como nos lo mencionan
en el documento de “diagnóstico sobre necesidades, saberes, prácticas y sugerencias de los docentes
sobre la articulación entre preescolar y primer grado”, no habrá cambio, pues siempre habrá el
componente heterónomo impositivo de las exigencias de desarrollo económico del sistema
gubernamental del país.

La verdadera educación por ciclos implica más que la agrupación por niveles para lograr otros tipos
de articulación en los pasos de nivel a nivel en el período escolar, como dice Alfonso Tamayo Valencia
en su artículo “Fundamentos de la enseñanza por ciclos”, éste tipo de enseñanza “se basa en una
concepción de aprendizaje significativo que es aquel que propicia transformaciones duraderas en el
orden conceptual, actitudinal, metodológico, axiológico y pragmático según los niveles de desarrollo
de los sujetos. Implica, por lo tanto, otra manera de concebir la evaluación y unos tiempos más
adecuados para el logro de las transformaciones esperadas”.

Para lograr una mejor educación es necesario un cambio de sistema social, un cambio de visión de
mundo y mucho más ahora en tiempos donde a la información se accede de forma veloz y libre,
donde la tecnología ha incursionado de forma silenciosa pero invasiva en todos los aspectos de la vida
del humano, cambiando su visión de ciudadano con una nacionalidad a ciudadano del mundo.
integración de las TIC en el aula dependerá de
la capacidad de los maestros para estructurar el ambiente de aprendizaje de forma no tradicional, fusionar las TIC con
nuevas pedagogías y fomentar clases dinámicas en el plano social, estimulando la interacción cooperativa, el aprendizaje
colaborativo y el trabajo en grupo.

capacidad de
estudiantes, ciudadanos y trabajadores para agregar valor a la sociedad y a la economía, aplicando conocimientos de las
disciplinas escolares a fin de resolver problemas complejos y prioritarios con los que se encuentran en situaciones reales
en el trabajo, la sociedad y la vida.

LAURA CORTÉS ACOSTA (2007 25 80 20)


Espacio de Articulación Inicial

Lic en Ed. Infantil

Universidad Pedagógica Nacional

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