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1. El Dogmatismo
El dogmatismo supone absolutamente la posibilidad y la realidad del contacto
entre el sujetó y el objeto. Para él por naturaleza, resulta comprensible que el
sujeto, la conciencia cognoscente, aprehenda su objeto. Podemos hablar de
dogmatismo teórico, ético y religioso. La primera forma de dogmatismo se
aplica al conocimiento teórico; las otras dos al conocimiento de los valores. En
el dogmatismo ético es comprendido el conocimiento moral; en el religioso el
conocimiento religioso.
2. El Escepticismo
Es lo opuesto del dogmatismo. Supone que el conocimiento, considerado
como la aprehensión real de un objeto, es imposible según esto, no podemos
externar ningún juicio, y debemos abstenernos totalmente de juzgar. Al igual
que el dogmatismo, también el escepticismo puede orientarse hacia la
imposibilidad de todo conocimiento o hacia la imposibilidad de un conocimiento
determinado. En el primer caso, estaremos frente a un escepticismo lógico
(escepticismo radical o absoluto). Si el escepticismo implica únicamente el
conocimiento metafísico, se hablará de escepticismo metafísico. Tratándose de
los valores, se puede distinguir el escepticismo ético y el escepticismo
religioso.
Se puede distinguir entre el escepticismo metódico y el escepticismo
sistemático. El primero indica un método, el segundo una posición de principio.
Sin embargo el escepticismo radical o absoluto es imposible, pues se nulifica a
sí mismo.
El escepticismo metafísico puede denominarse también como positivismo. El
escepticismo ético suele denominarse relativismo y el escepticismo religioso
suele conocerse como agnosticismo.
3. El Subjetivismo y el relativismo
El escepticismo sostiene que no existe verdad alguna. El subjetivismo y el
relativismo no son tan radicales. Con ellos se afirma que si existe una verdad;
sin embargo, tal verdad tiene una validez limitada. No existe una verdad
universalmente válida.
El subjetivismo limita la verdad al sujeto que conoce y juzga. Este sujeto puede
ser el individual o puede ser el sujeto general, es decir el género humano.
El relativismo, que se parece mucho al subjetivismo, también afirma que no
existe alguna verdad universalmente válida. El relativismo sostiene que los
conocimientos humanos dependen absolutamente de factores externos, tales
como la influencia del medio y de la época en el pensamiento, la afiliación a
cierto círculo cultural y los factores determinantes contenidos en ellos.
4. El Pragmatismo
El escepticismo adquiere un cariz positivo en el pragmatismo moderno. En él,
verdadero es lo mismo que útil, valioso, alentador de vida. La verdad se
fundamenta en la concordancia de las ideas con los fines prácticos del hombre.
5. El Criticismo
Es una postura intermedia entre el dogmatismo y el escepticismo. Al igual que
el dogmatismo, acepta una una confianza fundamental en la razón humana.
Sin embargo pone, junto a la confianza general una desconfianza hacia cada
conocimiento particular. El criticismo examina todas y cada una de las
aseveraciones de la razón humana y nada acepta con indiferencia.
1. El Racionalismo
Sostiene que la causa principal del conocimiento reside en el pensamiento, en
la razón. Afirma que un conocimiento sólo es realmente tal, cuando posee
necesidad lógica y validez universal. Esto es, cuando nuestra razón estima que
una cosa es como es y que no puede ser de otro modo; y cuando juzga que,
por ser como es, debe ser así siempre y en todas partes.
2. El Empirismo
Según el empirismo la única causa del conocimiento humano es la experiencia.
No existe un patrimonio a priori de la razón, la conciencia cognoscente no
obtiene sus conceptos de la razón, sino exclusivamente de la experiencia. El
espíritu humano, por naturaleza, está desprovisto de todo conocimiento; es una
tabula rasa, una hoja en blanco en la que escribe la experiencia.
3. El Intelectualismo
Es un intento de mediación entre el racionalismo y el empirismo. Con el
racionalismo, el intelectualismo admite que existen juicios lógicamente
necesarios y universalmente válidos, que se establecen no sólo sobre objetos
ideales. Pero mientras que el racionalismo estima que los elementos de tales
juicios, los conceptos, son un patrimonio a priori de nuestra razón, el
intelectualismo opina que proceden de la experiencia. El intelectualismo estima
que la conciencia lee en la experiencia, extrae sus conceptos de la experiencia,
y de ahí su nombre (intelligere-intus legere: leer en el interior).
4. El Apriorismo
Es un segundo esfuerzo de intermediación entre el racionalismo y el
empirismo. También considera que la razón y la experiencia son las causas del
conocimiento. Pero se diferencia del intelectualismo porque establece una
relación entre la razón y la experiencia, en una dirección diametralmente
opuesta a la de este. En el apriorismo se sostiene que nuestro conocimiento
posee algunos elementos a priori que son independientes de la experiencia.
1. SOLUCIONES PREMETAFÍSICIAS
a) El objetivismo
Para el objetivismo, el objeto es el factor más importante de los dos
elementos involucrados en la relación cognoscitiva. El objeto determina
al sujeto. Este debe ser regido por aquel.
b)
El subjetivismo intenta radicar el conocimiento humano en el sujeto.
Para conseguirlo, instala el universo de las ideas, el conjunto de los
principios del conocimiento en un sujeto. Este se convierte, para
expresarlo en alguna forma, en el pedestal que sostiene la verdad del
conocimiento humano. Pero adviértase que cuando se habla del sujeto,
no se está designando a un sujeto concreto, individual, sino a un sujeto
superior, trascendente del pensamiento.
2. SOLUCIONES METAFÍSICAS
a) El realismo
Por realismo debemos entender la postura epistemológica que afirma
que existen cosas reales, independientes de la conciencia. Esta actitud
filosófica admite varias exposiciones. El realismo ingenuo se manifiesta
cuando no se ha presentado la influencia de una reflexión crítica sobre
el conocimiento. El realismo natural es diferente del realismo ingenuo.
En él ya no aparece la credulidad absoluta, pues inmediatamente se
manifiestan algunas reflexiones críticas sobre el conocimiento, ya no se
confunde el contenido de la percepción con el objeto percibido. A pesar
de esto, se afirma que los objetos corresponden totalmente a los
contenidos de la percepción. Una tercera forma de esta postura
filosófica es el realismo crítico, así llamado porque se apoya en
numerosas reflexiones críticas sobre el conocimiento. El realismo crítico
no acepta que en las cosas residan todas las cualidades comprendidas
en los contenidos de la percepción; por el contrario, sostiene que todas
las propiedades o cualidades que únicamente pueden ser percibidas
por un sentido, como los colores, los sonidos, los sabores, etcétera, sólo
existen en nuestra razón. Estas propiedades sólo pueden ser notadas
cuando sobre los órganos de nuestros sentidos actúan ciertos
estímulos externos.
b) El Idealismo
Este sostiene la teoría de que no existen cosas reales que sean
independientes de la conciencia. Habiendo suprimido las cosas reales,
sólo restan dos clases de objetos: los de la conciencia
(representaciones, imágenes, sentimientos, etc.), y los ideales (los
objetos de la lógica y de la matemática), por lo que el idealismo,
necesariamente, debe considerar que los objetos, llamados reales por
otros, pertenecen a la conciencia o al ideal. De esta consideración
surgen dos tendencias del idealismo: el subjetivo o psicológico y el
objetivo o lógico.
c) El Fenomenalismo
Es una teoría que afirma que no podemos conocer las cosas como son
en sí, sino tan sólo en su apariencia. El fenomenalismo acepta la
existencia de las cosas, pero niega que podamos conocer su esencia.
Únicamente podemos conocer que las cosas son, pero no podemos
saber lo que son.
3. SOLUCIONES TEOLÓGICAS
EL CRITERIO DE LA VERDAD
1. El Concepto de la Verdad
2. El Criterio de la Verdad
La cuestión del criterio de la verdad está en íntima relación con la cuestión del
concepto de la verdad. Esto puede probarse fácilmente si consideramos el
idealismo lógico. Para él la verdad consiste en la concordancia del pensamiento
consigo mismo ¿en qué podríamos encontrar tal concordancia? La respuesta es:
en la ausencia de contradicción. Nuestro pensamiento concuerda consigo mismo
cuando está libre de contradicciones y sólo en este caso. La aceptación del
concepto inmanente o idealista, obliga necesariamente a la admisión de la
ausencia de contradicción como criterio único de verdad.