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Pre-industrial: abarca desde que el hombre comenzó a moldear utensilios que le servían para distintos fines.

En esa época el hombre se preocupaba de los insumos necesarios para realizar los utensilios, los fabricaba, y los
usaba él, o bien los vendía a otros con la mentalidad de la época.

A medida que fue avanzando, fue creando cada vez más artículos para usos más diversos. De esta manera se
empezaron a conformar lo que luego tomaron el nombre de oficios, así se crearon por ejemplo el oficio de
herrero, carpintero, etc.

El que lideraba cada uno de los talleres de un oficio determinado recibía el nombre de 2maestro2, que son de
enseñanza práctica. La transmisión del oficio se realiza en forma oral y generalmente se transmitía de padres a
hijos. Había ayudantes que tenían tradición de aprender el oficio, se los llamaba “aprendices”. Los aprendices al
dominar el oficio pasaban a ser maestros.

Lo que se puede notar es que el trabajo del maestro se extendía a todas las actividades necesarias para
transformar los insumos en un producto terminado que le entregaba al cliente. Las actividades consistían en:
diseño del producto, selección de los insumos más convenientes, realización del proceso de fabricación,
fabricación, control de calidad, y entrega al cliente. El maestro tenía una amplia identificación con lo que él
producía, tenía orgullo de su trabajo. En toda esta época eran escasos los trabajos que se hacían seriados, el
maestro tomaba las necesidades o requerimientos de los clientes y los transformaba en el producto terminado.

Esta etapa se puede decir que culmina con el inicio de la primera revolución industrial, la podemos ubicar por el
año 1750.

Industrial: comienza con la invención de la máquina a vapor (J Watt). Con este invento el hombre podía
disponer de energía en el momento que lo requiriese. Esto marca una diferencia fundamental respecto de las
máquinas ya conocidas (no tenían energía a voluntad). Con la máquina a vapor comienzan a desarrollarse una
cantidad muy importante de industrias de diversa índole, al mismo tiempo estas industrias, para funcionar,
requerían desarrollos tecnológicos.

Adicionalmente se produce otra avance tecnológico muy importante que revolucionó el transporte y las
comunicaciones, el ferrocarril. Con este avance quedaba superado el transporte de personas y cargas respecto
de las condiciones climáticas. Con la llegada del ferrocarril se construyeron muchas líneas ferras en el mundo,
por eso bajo mucho la construcción de carreteras.

Hacia mediados del siglo XIX se comenzó a estudiar un nuevo motor en el cual la combustión del combustible
se realizaba dentro del motor mismo, se denominó máquina térmica de combustión interna alternativa.

El desarrollo llegó en pocos años, fue muy importante y se le comenzaron a colocar sobre carrozas. El
desarrollo del motor hizo posible la aparición de un nuevo vehículo para el transporte de personas y cargas.
Nace el automotor. El desarrollo de la industria automotriz fue muy vertiginoso, por eso nuevamente se
comenzaron a construir rutas afirmadas para que pudiesen circular (independientemente del clima). Dadas estas
circunstancias el desarrollo industrial, en consecuencia, fue vertiginoso. Por lo expuesto hacía falta una gran
cantidad de mano de obra, que era cubierta por personal que se desempeñaba en la actividad primaria (campo).
Por eso, el personal no tenía preparación para trabajar en industrias.

Para poder emplear el personal del campo se confeccionaron procesos de fabricación altamente detallados y
simples. Estos procesos provocaban en el hombre una falta de racionalidad para realizar su tarea. Sólo hacia lo
que le indicaba el proceso. Esta nueva modalidad de trabajo fue científicamente estudiada y es lo que se
denominó estudio científico del trabajo, siendo Taylor el exponente máximo del trabajo en esta modalidad.
Luego se sumaron Fayol, Ford, etc.

Para mejorar la calidad de los productos se crea en las industrias el concepto de control de calidad. De esta
manera se pretendía la seguridad de los productos que se entregaban a los clientes. No obstante esa seguridad
que debían tener los productos no se lograba eficazmente. Además de entregarse productos fuera de
especificación, una cantidad importante debían ser re trabajados y otros desechados. Todo ello se traducía en
gran aumento de costos. También entre el siglo XIX y XX (mitades) se intentan implementar algunas doctrinas
que trataran de hacer sentir al operador más partícipe en la tarea que estaba realizando. Una de ellas fue la
de Marx. La idea era que el hombre no realizaba bien su trabajo porque dicho trabajo no era para él, trabajaba
para una empresa. La idea de Marx era hacer sentir al hombre más partícipe y dueño de la empresa.

Ésta es la doctrina comunista. Esta doctrina de la URSS durante una cantidad de años dio resultado teniendo en
cuenta el régimen que reinaba antes de su implementación (Zares). No obstante, desde el punto de vista
industrial, aun cuando todas las empresas eran estatales, y el hombre se podía sentir como dueño de ellas, no
mejoró mucho la cantidad de errores en el trabajo.

Otras de las formas de mejorar el desempeño del hombre no fue justamente obrar sobre el hombre mismo, sino
que, por el contrario, siempre se trató de controlar el trabajo que hacían (ej: control estadístico de
preocesos). Igualmente, los métodos empleados no resultaron eficaces, algunos porque no se logró la
implementación y otros que apuntaron siempre a controlar el producto terminado.

La tesitura indicada era la que tradicionalmente occidente usaba en la industria. Esto siguió hasta
aproximadamente inicios de los años 80 (siglo XX).

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