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Ezequiel Gatto
ezequiel.gatto@gmail.com
Introducción
sido adquirido mayoritariamente por Sykes1 -una compaa global orientadas a servicios telef icos
intraempresas o dedicados a usuarios y consumidores, y que cuenta entre sus clientes a varias de las
compaas m 疽 poderosas del planeta-, ofrece sus servicios como Contact center a una variedad de
compaas presentes en distintos sectores de servicios prestados en distintos puntos del planeta
1 Ver: http://www.sykes.com/
(EE.UU., India, Argentina)2. Dicho servicios se producen no solamente en la ciudad de Rosario, la
cual, a los efectos de la investigaci, constituye la localizaci enfocada primordialmente, sino tambi
ámbito del trabajo asalariado4 durante los 伃 timos treinta as: las relaciones con el capital, el cambio
en los modos de comprender el trabajo, el derrumbe de las viejas identidades laborales, las nuevas
formas de control empresarial, las pr當ticas de resistencia, las producciones subjetivas.
Así las cosas, no parece ser posible presentar Apex hablando solamente de Apex; al contrario,
creo necesario llevar a cabo un recorrido por las mutaciones globales del capitalismo, puesto que son
ellas las que nos darán un noción de las condiciones que han hecho posible Apex, es decir, nuestro
problema. Se trata de pensar, entonces, cómo se organizan transitoriamente un conjunto de fuerzas, de
herencias, de pensamientos y lógicas sociales para dar forma a un espacio vital que se articula bajo el
nombre Apex/Tracfone.
En ese sentido me parece útil introducirnos al tema a través de un comentario en torno a dichas
fuerzas desde la perspectiva de sus procedencias históricas para luego analizar detalladamente la
especificidad de su emergencia local, es decir, lo que hemos dado en llamar Apex/Tracfone. De esta
manera, Apex/Tracfone, un nombre propio para nuestro problema, irá, pues, tomando forma
lentamente, a medida que avancemos en la investigación. Se trata de un constructivismo, situado, pero
radical.
El trayecto irá de cartografiar qué hace posible a Apex/Tracfone a qué se configura allí. Para
ello, será necesario esbozar algunas características de las operatorias del capitalismo global, de las
posibilidades que abren las nuevas tecnologías que lo soportan, de las modificaciones en las
2 Siendo que la definición de servicio suele ser confusa, aportaré a dicha confusión general con
la intención de que al menos en este texto la noción sea operativa. Para ello, acudiremos a una
definición mínima de “servicios”: tareas abocadas a la gestión de la información que no se resuelven en
un bien físico (aún si pueden hacerlo posible).
3 Fuente: http://www.spkrsbr.com/eventos/ip/Schippert.PDF
4 Teniendo siempre claro que aún a pesar de su enorme potencia histórica el trabajo asalariado no
agota los sentidos o imaginarios del trabajo.
formaciones de poder en el trabajo5 -y de los dispositivos concretos que estas formaciones adoptan-
intentando responder, brevemente, a la pregunta en torno a cu 疝 es son las actuales relaciones entre
capitalismo, flujos de informaci, territorios y subjetividades.
“El otro día me preguntaron acerca de la competitividad de los Estados Unidos, y yo respondí que no pienso en absoluto en ella. En
la NCR nos consideramos una empresa competitiva que prevé tener su sede central en los Estados Unidos”.
Aceleraciones
Hacia fines de la década de los sesenta, un fantasma recorre no sólo Europa sino el occidente
industrializado. A diferencia del fantasma decimonónico, este no arrastra harapos, ni se forma de
multitudes famélicas que orillan endémicamente la supervivencia. Como el decimonónico, enfrenta a
los enemigos no para ocupar sus lugares, sino para liquidar la posibilidad misma de existencia esos
lugares.
Este nuevo fantasma tiene un rostro por lo general joven y bien alimentado. Con mucha
frecuencia, es un fantasma compuesto de obreros industriales y estudiantes universitarios. Es una
revuelta en plena abundancia: no la moviliza, al menos no en su inmediatez, el hambre. Pero sí las
guerras que los Estados de los cuales son ciudadanos llevan adelante en el exterior, o reclamos de
inclusión de sectores excluidos o posiciones netamente antiburocráticas, o anticapitalistas, o un rechazo
visceral a la programación inflexible de la vida.
Pero lo fundamental no es su visibilidad como factor de protesta. Lo esencial del movimiento,
como el de aquel viejo topo devenido fantasma, está en las formas de organización que inventa, en sus
procesos creativos, en la nueva matriz de las problemáticas, en las instituciones que se da y en los ejes
del cuestionamiento hacia aquellas que crítica: la rigidez, la centralización, la monotonía, la repetición,
las jerarquías, la lentitud.
Sin embargo, los efectos de los actos nunca coinciden con aquellos que les habíamos
imaginado. Los horizontes de expectativas, jamás se convierten en presentes. Los imaginarios son,
cuando mucho, móviles para la acción.
6 Cfr. en Hobsbawm, E. Historia del siglo XX, p. 403
El mundo en el que vivimos actualmente, debe mucho a los procesos sociales desatados, o
intensificados desde mediados de la década de los ‘60, cuyas consecuencias, como dijera Mao Ze Dong
respecto a la Revolución Francesa, es quizá prematuro todavía evaluar. Formas de pensar y modos de
vivir condensaron en flujos sociales que modificaron irreversiblemente la existencia en sociedad.
En esa complejísima ola de acontecimientos a escala planetaria, también nuevas prácticas
orientadas a la economía capitalista comenzaron a tomar forma. El fantasma no era únicamente el del
comunismo. Tal vez hubiera varios fanstasmas recorriendo los territorios. De allí que no sea posible
hablar de los sesentas y setentas como cúspides de las prácticas anticapitalistas, sino como inmensos
procesos de cambio que involucraban elementos que iban desde el anticapitalismo a formas de
intervención en la reformulación del mismo capitalismo. En este último sentido cabe recordar lo dicho
por Luc Boltansky y Ève Chiapello: “Cuando el capitalismo se ve obligado a responder a los puntos
destacados por la critica para tratar de apaciguarla y para conservar la adhesión de sus tropas –que
corren el peligro de prestar atención a las denuncias de la crítica, procede en esa misma operación a
incorporar en su seno una parte de los valores en nombre de los cuales era criticado. El efecto dinámico
de la crítica sobre el espíritu del capitalismo pasa por el reforzamiento de las justificaciones y de los
dispositivos asociados que, sin poner en cuestión el principio mismo de acumulación ni la exigencia de
obtener beneficios, dan satisfacción parcial a la crítica e integran constricciones en el capitalismo que se
corresponden con los puntos que preocupaban a la mayor parte de sus detractores. El coste que la crítica
ha de pagar por ser escuchada, al menos parcialmente, es ver cómo una parte de los valores que había
movilizado para oponerse a la forma adoptada por el proceso de acumulación es puesta al servicio de
a los que el modelo keynesiano otorgaba, huyendo de la conflictividad social 8 y del peso de los
sindicatos y las pol 咜 icas distribucionistas, buscando plazas de producci a trav 駸 del mejoramiento
de los sistemas de transporte y comunicaci y de la automatizaci e informatizaci de partes
importantes del proceso productivo, numerosas empresas comienzan, primero lentamente y a principios
de los ochenta con mayor velocidad, un proceso de reestructuraci profundo, que modifica las maneras
de organizar el trabajo, los modos de localizaci de la producci econica, las relaciones exenas
(respecto a la empresa) y las configuraciones urbanas: dicho proceso se dinamiza a trav 駸 de tres
9 Es interesante considerar las revueltas estudiantiles del período 68-76 no como revueltas
marginales a la centralidad de la clase obrera industrial, tal como casi siempre se ha sostenido. Si no
como anticipatorias del problema del conocimiento en la producción. Desde diferentes lugares, y en
momentos distintos, Habermas, Franco Berardi y Maurizio Lazzarato han señalado esta cuestión.
10 Cfr. Castells, M. La ciudad informacional, Alianza, Madrid, 1989
inédito sobre las políticas económicas de escala nacional. La dependencia financiera se generaliza 11.
New York City, London y Tokyo redefinen la estructura institucional de sus mercados financieros
-proceso conocido como desregulaci- de manera tal que el juego involucre a nuevos actores: fondos
de inversi, fondos de pensiones, bancos de inversi, grandes empresas; a causa de dicho proceso
desregulatorio, se organizan numerosos servicios que configuran, paralelamente, un nuevo tipo de
fuerza de trabajo.
La capacidad bancaria se abstrae sensiblemente de los procesos productivos y los territorios, lo cual
vuelve a los capitales más atentos a las posibilidades de valorización inmediata. Los avances en el
desarrollo de las tecnologías de la información hacen posible la aceleración e intensificación de sus
movimentos a escala planetaria: sin ellos hubiera sido imposible, quizá hasta impensable.
Progresivamente, se puede hablar de capital situado en territorios nacionales, pero ya no de capitales
nacionales.
Bajo estas condiciones, un inmenso proceso productivo es articulado a escala planetaria, con
una fragmentación enorme de las tareas, integradas informáticamente. Se puede hablar ya no de una
división internacional del trabajo sino de una cadena de montaje global virtual. La cadena de montaje
global virtual posee ciertos rasgos característicos: se compone de una red de empresas-red, es altamente
volátil, su materialidad es la información, tiene una importante dependencia del capital financiero. Su
abanico de relaciones laborales van desde la esclavitud (los talleres textiles, por ejemplo, presentes no
tanto en Buenos Aires como en New York) a las gerencias y miembros de los departamentos de I+D
con sueldos millonarios. Configura una división no compuesta ya de relaciones entre territorios cuyos
productos a intercambiar son elaborados, al menos tendencialmente, en su totalidad en el territorio en
cuestión, y que dejan atrás las fronteras una vez acabados, sino una producción globalizada (o hecha
posible por condiciones globales). Es decir un proceso que ya no involucra grandes territorios
11 Según datos de Manuel Castells, los Estados Unidos pasan, en cinco años, de ser el principal
acreedor mundial a ser el principal deudor.
12 Salvo, claro, el ámbito rural.
respuesta a los mensajes de seles invisibles y cigo desconocidos"13. Ya no se tratar僘 de lugares en
el sentido antiguo del t駻mino, sino de posiciones.
Además de la fragmentación informatizada, existen otros rasgos novedosos14: a diferencia de
otras formas de producci 僕a artesanal, la taylorista, la cadena de montaje fordista-, gran parte de los
saberes necesarios se adquieren fuera del puesto de trabajo, son condici para acceder a ellos. La
formaci es un proceso infinito: si anteriormente, los saberes necesarios eran de tipo artesanales o t 馗
nicos, finitos y transmitidos en el espacio laboral concreto 15, ahora involucran cada vez m 疽
conocimientos que exceden el orden de lo aplicable y la fmula, que refieren cada vez m 疽 a la
memoria, la reflexi y la creatividad, la comunicaci, las innovaciones procesuales, el trabajo en
grupo. Sin embargo, esta tendencia encierra tambi 駭 su rev 駸 : tareas absolutamente descualificadas
proliferan compartiendo espacio con las anteriores. No se trata, entonces, de leer unilateralmente las
nuevas condiciones del trabajo, como si fueran el 騁 er de la creatividad sin coerci, o el reino sin
roces del puro lenguaje; es tambi 駭 el espacio de viejas nuevas formas de esclavitud, del control y la
vigilancia, de la hiperexplotaci y las retaylorizaciones, etc. Unas y otras, organizadas
informacionalmente, dibujan el rostro, o mejor los rasgos m疽 marcados, de nuestra contemporaneidad:
"la sobrevivencia del trabajo en serie y las diferentes formas de taylorismo en los sectores m 疽
modernos de la econom 僘 , est 疣 pasando a depender m 疽 bien de m 騁 odos generales de sujeci
social (�16. Unas y otras colonizan el tiempo hasta borrar las fronteras entre el ocio y la tarea, tal
como hasta hace algunos as eran entendidos. Unas y otras confunden sus espacios: lo dom 駸 tico
Más allá de lo especializado o no, existe un elemento que parece ser compartido por un
universo amplio de las actividades que hoy llamamos trabajo, y que constituye su rasgo estratégico:
llamaremos posfordismo a la lectura que concibe a la capacidad de producción actual como la
mercantilización de capacidades humanas que anteriormente no se hallaban subsumidas en su totalidad
a la valorización capitalista (es decir, el habla, los afectos, la comunicación -en definitiva, el lenguaje
verbal): su aparición en la situación productiva suponía, por ello, una excepcionalidad. O bien era un
formación previa de un capital semiótico multicompuesto (…)"18. Pero "el lenguaje incluido en el
trabajo es una novedad absoluta, la novedad que marca nuestra 駱 oca"19, dice Paolo Virno en la
conversaci que lo tiene como interlocutor incluida en el libro ソ Qui 駭 habla? Hoy, aquello que era
excepcional, ha devenido la regla. Lo cual nos lleva a la siguiente formulaci: si el fordismo supone una
organizaci productiva de los cuerpos fundada en el silencio de los mismos, el posfordismo resulta ser
una organizaci de aquellos en tanto que soportes del lenguaje verbal. Y si, en funci de su utilidad
econica, se crean espacios dentro de los cuales las capacidades creativas son fomentadas y articuladas
a recursos cada vez m 疽 complejos, se da por otro lado 幌 en otros lados- un disciplinamiento estrict 﨎
imo de la palabra en funci del objetivo econico 20. La creaci necesariamente poco reglada de un
sitio se paga y se cobra con el aplastamiento de toda creatividad en otros: invenci po 騁ica o dictado,
en eso consiste el mundo contempor疣eo.
Solidario de este diagnóstico, desprendiéndose del mismo como un problema decantado, está el
lugar del cuerpo en esta nueva organización del trabajo. Si bien es cierto que entre formas de
organización existen continuidades y que las capacidades genéricas han sido siempre la variable a partir
de la cual la creatividad emerge, también es cierto que desde el animae vocae griego -precisamente un
puro cuerpo, exiliado de lo político, una palabra sin valor- en adelante, la fuerza física, adquirido un
cierto saber, debía reproducirse necesariamente para estar en condiciones de repetir el acto productivo.
Una memoria del cuerpo aparecía como el horizonte de la educación para el trabajo: de allí la
repetición, la ortopedia, y la marcialización más o menos difusa. Visto desde esta perspectiva, el
concepto “fuerza de trabajo” adquiere una dimensión nueva, insinuando tal vez algo de su genealogía.
Hoy el cuerpo tiende a ser un soporte21 del lenguaje verbal. Los afectos y el lenguaje verbal, el cuerpo
subjetivado, se convierten en una de las variables claves de la producci econica contempor 疣 ea. La
materia prima para la elaboraci econica: el paradigma de una nueva econom 僘 extractiva, tanto
desde el punto de vista del trabajo como del consumo. El cuerpo, que como fuerza muscular se retira de
los procesos productivos y creativos, emerge bajo la forma de un 駭 fasis en lo deseante. Pareciera que
uno de los grandes acontecimientos de la 駱oca, involucra una modificaci sustancial del estatuto de la
corporalidad.
"Los medios de innovación tecnológica, una vez constituidos, tienden a profundizar su sinergia y a acentuar su
dominación, constituyendo redes globales de conexión industrial entre territorios discontinuos".
M. Castells y J. Borja
valorización a partir de las condiciones propias del lugar22, de lo que 駸 te ofrece como posibilidades
de mercado (sea de trabajo, de consumo o financiero), o mejor de beneficios. No se trata tanto de un
dominio pol 咜 ico del territorio, sino de un control productivo de los recursos. La interdependecia es
vital; por ello, el sistema productivo actual no puede definirse ni local, ni global, sino como un nueva
lica de articulaci de din 疥 icas locales y globales. Dicha modulaci din 疥 ica es uno de los
elementos b 疽 icos en la determinaci de nuestra 駱 oca: a partir de los procesos de reestructuraci
econica, basados en la posibilidad 釦ecnolica- de fragmentar los diversos procesos econicos (los
疥bitos de la proyecci, la investigaci y el desarrollo, el dise, la provisi de servicios, el ensamblaje,
etc.), 駸tos han resultado en un conjunto de instancias que son localizadas en funci de microventajas,
es decir de situaciones favorables en puntos espec 凬 icos. Escriben Castells y Borja: "La especificidad
geogr 畴 ica del proceso de producci aparece condicionada por la singularidad de la fuerza de trabajo
requerida en cada una de ellas y por las caracter 﨎ticas sociales y medioambientales correspondientes a
las condiciones de vida de cada segmento de la fuerza de trabajo" 23. Lo que el capitalismo global ha
podido articular es un mundo econico hecho de detalles, y las decisiones econicas a nivel
empresarial constituyen cada vez m 疽 un conjunto de microdecisiones; existimos en medio de un doble
movimiento: mundializaci y miniaturizaci. Tal como dice Sandro Mezzadra: 轍 uel che ci stava a
cuore affermare era in buona sostanza che anche la tensione tra la Storia e le storie ( 途 isolta�nella
transizione alla modernit� sembra oggi riaprirsi nella quotidianit�del funzionamento del capitalismo
globale, nella misura in cui esso �costretto a fare dell 弾 terogeneit�costitutiva dei tempi storici che
22 Entiendo por condiciones propias del lugar: los recursos naturales, los recursos simbólicos, los
dispositivos tecnológicos, la relación costo/calidad del trabajo –donde incluimos sea las cuestiones
salariales como los aspectos fiscales-, la calidad de los mercados de consumo.
23 Castells, M. y Borja, J. Local y global, Taurus, Madrid, 1998
24 “Lo que nos interesaba afirmar era, en gran parte, que también la tensión entre la Historia y las
Lo local contemporáneo existe, pues, como composición de fuerzas y de flujos, como posición:
la puntualización soporta lo global, no existe como zona autónoma; pensar lo local supone asumir su
condición conectiva. Y la conectividad, desde esta perspectiva, consiste en un conjunto de relaciones y
recursos que definen un potencial espacio para la inversión capitalista:
-la informática: los recursos tecnológicos de la microelectrónica son la base de las posibilidades
de interconexión global / local. La posibilidad de devenir nodo.
-la materialidad de las formas empresariales actuales, que tiende cada vez más a la
configuración de redes de empresas. Dichas redes incluyen como subagrupaciones formaciones clásicas
y piramidales, del tipo empresa madre-satélites proveedores. Sin embargo, el dato novedoso es que en
dicha reticulación empresarial no se trata tanto de proveer a un espacio productivo único, como de
ramificar las posibilidades de servicios y potenciar la innovación, además de ensanchar sectores de
mercados. Las conexiones de empresas locales en redes de empresas globales es uno de los modos
fundamentales de articulación planetaria del capitalismo. Las conexiones pueden realizarse,
formalmente, de varias maneras: provisión de servicios a grandes empresas (materiales, financieros,
aseguradoras, etc.); outsourcing (es decir, tercerización); off-shoring (locación de ciertos servicios o
actividades en el exterior respecto a la sede declarada de la empresa); fusiones: compra de empresas (o
porcentajes mayoritarios de sus paquetes accionarios); inversión directa en los territorios.
-Tal como dice M. Castells25, si el capital es global, la mayor 僘 del trabajo es local. Es decir,
no se resuelve en procesos de producci y reproducci del capital global, sino que habita bajo los
efectos configurados de su localizaci. Lo local, se define entonces, como un espacio vital, de
experiencias. Es decir, como el desborde de lo econico y sus consecuencias.
-las legalidades estatales (regionales, nacionales, provinciales y municipales) respecto a los
flujos internacionales de capital constituye un elemento de importancia relativa a la hora de las
decisiones en materia de modulaciones dinámicas locales. Leyes financieras, de trabajo,
privatizaciones, déficit y gasto público son los dispositivos concretos de dicha legalidad.
Estas diversas maneras de conectividad representan, en conjunto, los soportes institucionales de
la fragmentación de los procesos económicos a escala planetaria. A partir de aquí, se abren una cantidad
considerable de posibilidades de relaciones entre capital, empresas y territorios, tal como ya hemos
Tal como dice el colectivo de escritores “Quién habla?”, autores del libro homónimo, la
mayoría de los trabajadores de call centers en Argentina es muy joven. Lo mismo escribe Andrea del
Bono29. En efecto, el rango etareo con mayor presencia es el que va de los 18 a los 25 as. A mi
parecer, esto puede explicarse por varias razones, solidarias de tal forma entre s�que la exposici
consecutiva no tiene por qu�convertirse en una jerarqu 僘 : en primer lugar, el hecho que, por lo
general, los j enes no tienen obligaciones familiares, lo cual aligera cargas, facilitando su rotaci y
movilidad, cuesti que veremos m 疽 adelante. Luego, la caracter 﨎 tica, que se deduce de la anterior,
26 En ese sentido, las tecnologías pueden ser pensadas como soportes de soportes (instituciones).
27 Ignacio Lewkowicz considera que sondear el concepto práctico de tiempo es central a la hora
de caracterizar un modo subjetivo. Lewkowicz, I. Pensar sin Estado, Paidós, Buenos Aires, 2004
28 ¿Acaso no es la simultaneidad un modo de ser del tiempo que complejiza radicalmente lo que
comprendemos por presente?
29 Del Bono, Andrea, Deslocalización extraterritorial de empleos del sector servicios. Sentidos y
transformaciones del trabajo.
de que para la mayor 僘 es su primer empleo, lo cual eleva las cargas de motivaci y las posibilidades
7,6%, en Costa Rica el 7,3%31 y M 騙ico el 10%32. Todo esto arroja el dato que una parte importante
de la poblaci est�en condiciones culturales de trabajar en call centers.
Por otra parte, la clave de la radicación en Argentina de servicios de call center para el exterior
(off-shoring), bajo la cual la primera queda subsumida como variable fundamental, tiene que ver con la
crisis económica de 2001 y la sucesiva devaluación. Los costos salariales en relación a la calidad de los
trabajadores volvieron apetecibles para las empresas extranjeras y locales la instalación de servicios en
Argentina. En la actualidad, el salario de un teleoperador en Argentina es de un máximo de 3 dólares la
hora, mientras que en los EE.UU gana 12 dólares. Tal como señala De Bono, el 70% de los costos
económicos de un call center procede de los salarios, por lo tanto constituye un factor fundamental en la
decisión de colocaciones off-shore. Sin embargo, es preciso no olvidar que la formación educativa que
hemos mencionado previamente es tan importante como el costo salarial.
A todos estos aspectos es fundamental agregarle el marco jurídico laboral consecuencia de los
procesos de flexibilización llevados a cabo con particular intensidad durante los gobiernos de Menem y
De la Rúa, y confirmados en sus líneas generales por los siguientes. La facilidad para los despidos sin
indemnización, los niveles salariales, los bajos costos sociales, han hecho de Argentina un territorio que
reúne condiciones por demás de interesantes para la inversión. Además, es fundamental indicar entre las
condiciones el mejoramiento de la infraestructura de comunicaciones.
En relación a las variables en la modulación local, creo importante mencionar el modo en que
30 Tal como dice un testimonio en ¿Quién habla?: “Entrás a trabajar en un call y hay máquinas de
café, tenés papel higiénico en los baños, monitores plasma. Son cosas que de verdad se viven como
¡guau!: estoy en el re-lugar de trabajo, en una multinacional en serio”.
31 Fuente: http://www.nacerlatinoamericano.org/_Archivos/_Menu-principal/02_Informacion
%20de%20LA%20y%20Caribe/pdf/NATfecundANALFevida.pdf
32 Vale la pena señalar que para todos los países, la tasa de analfabetismo ha crecido entre 1991 y
2007.
operan las figuras estatales: el papel del Estado nacional, a través del Ministerio de Economía y
producción y su Agencia de Desarrollo de Inversiones y de algunos gobiernos provinciales
(especialmente el de Córdoba), es claro: seducir al capital. Esta estrategia asume la forma de un
inventario de beneficios y condiciones para la inversión y valorización: promueve. Dicha seducción, en
relación a la idea de las modulaciones locales de los procesos globales, puede pensarse como un
elemento central, en tanto que una cierta región o localización se presenta bajo la forma de un sitio de
valorización, es decir, como promesa de ganancias. La vieja noción de imperialismo como movimiento
unidireccional desde el centro a la periferia, ya no tiene mucho sentido: es difícil no tener en cuenta la
demanda local de capital como elemento clave en los procesos de inversión y valorización. Es preciso
hacer énfasis en que la relatividad del papel estatal en este proceso tiene que ver con el intento de evitar
las ideas, dicotómicas en su contenido pero solidarias de forma, de los Estados y territorios como
víctimas absolutas del capitalismo financiero (tesis imperialismo absoluto), y de los Estados como
veamos cu疝es son las ventajas competitivas que presenta el Ministerio de Econom僘34:
1. Recursos humanos altamente calificados.
2. Moderna infraestructura de telecomunicaciones.
3. Costos competitivos internacionales.
4. Importantes centros urbanos con fuerza trabajo abundante y disponible inmediatamente.
5. Entorno jurídico apropiado: leyes laborales favorables; iniciativa gubernamental en el sector;
reducciones fiscales35.
6. Escasa diferencia horaria con USA y Europa occidental –ventaja competitiva respecto,
33 Incluso de aquellas que, como en este caso, liquidarían su supuesta soberanía absoluta.
Confundir el poder con el Estado es un vicio moderno. Confundir la impotencia con el Estado es un
vicio posmoderno.
34 Que por otra parte no es el único organismo de seducción –puesto que existen
numerosas ferias empresariales, revistas, conferencias, agasajos, etc orientados a ello.
35 La provincia de Córdoba ha sido la primera es dictar una Ley de exacción fiscal para
inversiones en call centers.
36 A.D.I. (Ministerio de Economía y producción), Invertir en Call centers.
economía global tal como hemos intentado describirla; a la vez, dado la necesaria localización de la
misma es que hablamos de modulaciones locales. Teniendo en cuenta que estamos hablando aquí de
formas de vivir, modos de pensar y lógicas de relaciones que desbordan nuestra problemática,
intentaremos dar cuenta de algunos elementos que nos parecen importantes –es decir, problemáticos- en
los modos de organización de la producción de los Call center. Por otra parte, si bien estamos
abordando la cuestión a partir de un concepto de localización ligado a las condiciones del capital, es
fundamental tener claro que en relación a los procesos de localización, es clave el elemento de
conflictividad como condicionante de dicha modulación: rechazo, resistencias, sabotajes,
resignificaciones, son modos de construir alternativas a las prácticas y discursos capitalistas de la
globalización. En el argumento de la modulación local en la búsqueda de la máxima ganancia, es
preciso tener en cuenta que el capital y los organismos locales de seducción, que hemos ya mencionado,
no son la única fuerza actuante en el campo de batalla social. Existen siempre en tensión con prácticas
alternativas, aún si su hegemonía sea actualmente inmensa. Y si bien en este trabajo enfocaremos las
formas de dominación, nunca debe olvidarse que las mismas resultan también de los modos de
resistencia: toda dominación es siempre cierta dominación para cierta resistencia.
Hasta el momento hemos visto algunas de las transformaciones a escala planetaria que han
vuelto posible la aceleración de los flujos informacionales, entre ellos los económicos. Hemos visto,
posteriormente, algunos de los rasgos y las lógicas de localización del capital global. Finalmente,
hemos expuesto algunas de las variables que hacen de la locación Argentina un territorio apto para la
inversión en Call centers.
La intención era señalar algunas procedencias y tendencias que nos permitieran dar cuenta de la
experiencia en Apex/Tracfone en tanto configuración singular.
A partir de aquí, nuestro propósito es esbozar un conjunto de elementos que consideramos que
hacen a las particularidades de dicho espacio vital.
En Apex se dan formas disciplinarias del trabajo que poseen ciertas características relevantes a
la hora de pensar algunos rasgos contemporáneos de las relaciones capitalistas. Tenemos, por una parte,
controles globales hacia los trabajadores como conjunto de individuos, es decir como subjetividades,
como seres humanos insertos en formas culturales que desbordan el ámbito estricto de la empresa y que
son tenidas en cuenta por ésta a la hora de estructurar y modular su funcionamiento. Por otra parte,
tenemos disciplinamientos que hacen al trabajo, al puesto de trabajo, disciplinamientos locales, por
tareas podríamos decir. Allí, claramente, el centro de atención es el habla. Sin embargo, no hay habla
sin cuerpo que la soporte. Por lo tanto, el mismo será también objeto de intervenciones.
El management actual, es decir, aquel que se viene desarrollando desde principios de los años
‘80 produce un tipo de figura empresarial muy diferente a las que se produjeran durante el siglo XIX y
una gran parte del siglo XX.
Según Boltansky y Chiapello, la primer figura empresarial corresponde a “la figura del
emprendedor, del capitán de industria, del conquistador, y concentra los elementos heroicos de la
descripción, haciendo énfasis en el juego, la especulación, el riesgo y la innovación”;
complementariamente, en aquel momento “la figura del burgués y de la moral burguesa aportan los
elementos de seguridad gracias a una combinación original que añade a las disposiciones económicas
innovadoras (avaricia, espíritu de ahorro, tendencia a racionalizar la vida cotidiana en todos sus
aspectos, desarrollo de las capacidades necesarias para la contabilidad, el cálculo y la previsión),
disposiciones domésticas tradicionales: la importancia otorgada a la familia, al linaje, al patrimonio, a la
castidad de las hijas para evitar las uniones desafortunadas y la dilapidación del capital; el carácter
familiar o patriarcal de las relaciones mantenidas con los empleados –que será denunciado como
paternalismo– donde las formas de subordinación continúan siendo de tipo personal, en el seno de
empresas generalmente de reducido tamaño; el papel concedido a la caridad como alivio del sufrimiento
de los pobres, etc” 37. En la segunda figura, ya adentrados en el siglo XX, 兎 l 駭 fasis apunta no tanto
al empresario individual, sino a la organizaci. Esta segunda caracterizaci gira en torno al desarrollo
紡 principios del siglo XX �de la gran empresa industrial centralizada y burocratizada, fascinada por
el gigantismo. Este segundo esp 叝 itu del capitalismo tiene como figura heroica al director quien, a
diferencia del accionista que busca aumentar su riqueza personal, se encuentra atravesado por la
voluntad de hacer crecer sin l 匇 ites el tama de la empresa que tiene a su cargo (�� aqu�los
denominados elementos de seguridad, entendidos como aquellas representaciones que dan consistencia
a un mundo, haciendo posible su reproducci como mundo deseado y deseable, se basan en 斗 a fe
37 P.23
puesta en la racionalidad y la planificaci a largo plazo 釦 area prioritaria de los dirigentes �y, sobre
todo, por el gigantismo mismo de las organizaciones, las cuales se convierten en ambientes protectores
que ofrecen no so oportunidades de hacer carrera, sino que tambi 駭 intervienen en la vida cotidiana
(vivienda oficial, centros de vacaciones, organismos de formaci) siguiendo el modelo del ej 駻
cito(�38.
Ambos modelos partían de un “enemigo interno”: los trabajadores. Y obraban en consecuencia:
las figuras empresariales presentaban aspectos casi con exclusividad de tipo imperativos; además, al
suponer el conflicto, al orientar su accionar teniéndolo como operador objetivo, procuraban codificarlo.
Los trabajadores, por su parte, construían fuertes identidades en torno a los oficios, a los saberes
o a las vinculaciones políticas. Ser obrero significaba, simultáneamente, poseer un saber, pertenecer a
una rama industrial o inscribirse en una tradición u organización política. El mundo obrero tenía una
cierta consistencia propia, al tiempo que se redefinía constantemente en función de sus devenires
políticos y culturales.
Esta “fábrica dualista” ha dado paso a un tipo empresarial que tiende a pensar en clave de
“fábrica integrada” 39: pasar de la puesta en relaci de dos mundos culturales distintos a la
construcci de un mundo cultural unificado. Esta estrategia empresarial mon 﨎 ta se relaciona
directamente con la experiencia anterior de la f 畸rica conflictiva, con el tipo de luchas, enfrentamientos
y formas de negociaci entre los trabajadores y los empresarios. De alguna manera, pueden pensarse
estas nuevas estrategias como un balance empresarial activo de aquel ciclo de luchas.
En ese sentido, el problema es construir un mundo-empresa: un espacio proveedor de ciertas
identidades y guiños, que operen a la vez como desactivadores de conflictos. Un lugar de pertenencia en
sentido amplio, que se debe construir paso a paso, en relación a lo que la situación y el devenir van
presentando. Una pertenencia que impulse al trabajo, que disuada la aparición de conflictos. O que, una
vez aparecidos, los resuelva rápidamente. Ya no la mera retribución salarial de la tarea ejecutada y el
enfrentamiento como política empresaria estable frente a los conflictos: ahora, inclusión, disuasión y
disolución.
Dichas estrategias, formas actuales del control, teniendo en cuenta esta sujeción a la
variabilidad temporal, han tomado en Apex/Tracfone formas diversas con el correr del tiempo.
Ya desde las ofertas de trabajo, la empresa promete ambientes amenos, distendidos. Luego de
las entrevistas prelaborales (que incluyen, principalmente, test psicológicos individuales y grupales,
38 P.24
39 Para la idea de “fábrica dualista” y “fábrica integrada” véase Revelli, M. 8 tesis sobre
posfordismo en Revista Contrapoder nº 5
llamadas de prueba y una mínima capacitación), una vez adentro, comienzan las amplias estrategias de
pertenencia. Entendidas, aquí, como las formas de vinculación entre directivos y trabajadores entre sí
que se da la empresa con el fin de tender a la definición de una identidad unificada.
El inventario es amplio; aquí referiremos sólo algunas:
Fiestas masivas de ingreso restringido: se alquilan lugares nocturnos y se invita a todos los
trabajadores. Entrada gratis y pico libre. Así, en un estilo fuertemente escolar, con un intenso aire a
viaje de estudios (“nunca me voy a olvidar del tipo corriendo casi desnudo durante toda la noche por la
Otro modo de la fiesta masiva (no tan) restringida: el Apex rock. La empresa convoca a todos
los trabajadores que hagan música a sumarse a la propuesta. El único requisito es que al menos uno de
los músicos sea parte de la empresa. Ésta, a cambio, ofrece un lugar y corre con los gastos.
A diferencia de la fiesta masiva que mencionamos antes, este tipo de involucramiento festivo
requiere un compromiso mucho más orgánico. Hay que ensayar, moverse, invitar gente conocida. Es
decir, articular relaciones absolutamente extralaborales, a diferencia de la fiesta, donde no se trataba de
una convocatoria abierta sino de un evento de la empresa. “El otro día me crucé con un compañero de
trabajo y me dijo que no se iba de vacaciones porque estaban ensayando para el Apex rock”43.
nadie o casi nadie te va a dar eso...” 44. El hecho de que Apex s�lo haga, si lo d� genera, no
solamente un aura de seriedad de parte de la empresa, que se vale de una situaci inevitable ( 哲 o se
pueden tener mil tipos laburando en negro en San Lorenzo y Mitre; si no, los tendr 僘 n sin
40 Entrevista a Matías.
41 La extiende, como las viejas fábricas construían campos de deportes o viviendas para sus
trabajadores
42 Es fundamental señalar que estas pertenencias no siempre redundan en beneficio de los
objetivos iniciales de la empresa: los agrupamientos más importantes de resistencia nacieron en
instancias convocadas por los patrones.
43 Entrevista a Carla.
44 Fuente: http://disfrutarcordoba.blogspot.com/2005/10/apex-america-es-una-mierda-2.html
problemas45) para ganarla, sino tambi 駭 una suerte de diferenciaci extramuros de la empresa entre
trabajadores en blanco y no, dato no menor, repetimos, para la situaci argentina 46. Un modo, quiz�
anclado en el sentimiento de pertenencia que inspira ser miembro de una comunidad, a 佖 si difusa, de
asegurados sociales. Muchos de los trabajadores de Apex resaltan estas formas: frente al malestar que
genera el trabajo, del cual muy pocos se salvan, est 疣 estas especies de beneficios secundarios a los
cuales, en distintos casos, muchos enumeran, adem 疽 del salario y de los elementos derivados de su
obtenci 吠 ndependencia familiar, ampliaci de los m 疵 genes de consumo, supervivencia
garantizada-, entre las razones por la cuales permanecer.
Si estas maneras son, podríamos decir, formas genéricas del control, se dan simultáneamente
formas más restringidas, dedicadas a parcelaciones del conjunto de trabajadores.
el espacio donde “se nota tu ausencia”47. Un 疥 bito restringido, de caras conocidas, genera
sociabilidades distintas a los 疥 bitos masivos. Por ejemplo, 鍍 u supervisor arma un asado en su casa y
no pod 駸 faltar48: la permanencia del grupo va generando obligaciones, una sociabilidad compulsiva,
compromisos que, como se puede ver, desbordan el lugar de trabajo. A su vez, el Team funciona como
unidad de producci. Es objeto de controles, de mediciones, de selamientos como grupo. Generando
as�una interdependencia entre las tareas de sus integrantes. Dicha interdependencia se modula a trav 駸
de las denominadas acciones de motivaci: esencialmente una operatoria de premios (derechos de
consumo, cuyo castigo reside en no obtenerlos) que sirven para ajustar los autocontroles productivos.
45 Entrevista a Aníbal.
46 Por si hicieran falta, estas son algunas estadísticas que justifican lo dicho: según un
relevamiento llevado a cabo por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación en
grandes aglomeraciones urbanas en 2005, el 53,4% de los trabajadores no hace aportes jubilatorios, el
47,7% no está registrado y contabilizaban un total aproximado a 4 millones de personas. Además,
confirmando la reflexión de Aníbal, mientras solamente el 6,3% de los establecimientos con más de 500
trabajadores presentan empleo no registrado, el 72,5% de las empresas con menos de seis trabajadores
si lo incluyen. Fuente:www.oas.org/udse/espanol/documentos/IIgrupostrabajo/MTSS%20Arg%20Trab
%20Inf%202%20ESP.ppt
47 Entrevista a Carla.
48 Entrevista a Antonio
Lo que sigue fue extraído de una circular interna:
Así, la posibilidad siempre latente de ser premiado genera, tal como dice G. Deleuze: “maneras
de modular individualmente los salarios, de forma tal que la competencia entre asalariados garantiza la
Estas acciones de motivación, aparte de fomentar la autoexigencia, pueden ser utilizadas para
disparar los controles horizontales, siendo que además de los individuales, se suelen adjudicar, como
puede verse en el folleto, premios que resultan del desempeño del Team. Ese parece ser una de los
rasgos básicos de la denominada “sociedad del control”: ya no una estructura exclusivamente piramidal
de controles, ya no un panóptico monocular, sino la proliferación al infinito de ojos vigilantes ubicados
no solamente en las cimas de estructuras edilicias –o imaginarias- sino también en los laterales. Tal
como hemos escrito tiempo atrás: “cuando una futura sanción puede depender de la mirada de un
compañero, o de la grabación de un cliente, los niveles de (auto)exigencia se transforman en
descarnados”50. Descarnadas, tambi駭, pueden ser las relaciones con los compa ros, convertidos bien
en sospechosos de improductividad, bien en potenciales delatores.
A esas formas de control endógeno se suma otra, característico de las empresas de servicios: el
control ejercido por el cliente. Se lo induce, se le pide a éste que radique reclamos contra los agentes,
que evalúe permanentemente la calidad del servicio. La presión, aquí, está lejos de ser unidireccional.
solamente no es respondida con la negociación, ni siquiera con el enfrentamiento directo52, sino tambi
駭 anticipada: es un 兎 stado de rotaci permanente, no ocup 疽 nunca la misma computadora, no ves
siempre a los mismos comparos53. Caso contrario, es decir, en caso que algo de la conflictividad
prospere, el gesto de la empresa, sino puede producir rotaci en los trabajadores, es, de alguna manera,
rotar ella misma; es la huida, el corrimiento por parte de la empresa. Esta huida toma varias formas:
-huida obrera: luego de un tiempo de trabajo “se te cae la creencia en todo eso y lo único que querés es
desaparecer”54.
-despidos arbitrarios.
51 Entrevista a Antonio.
52 Aún si pueden mencionarse casos para ambas respuestas, el meollo de la estrategia no es ni una
ni otra.
53 Entrevista a Romina.
54 Entrevista a Romina. En relación a la movilidad obrera quisiéramos tomarla no solamente
como una modo exitosos de la estrategia empresarial, sino también como un rechazo activo al trabajo.
Este punto procuraremos investigarlo en un trabajo posterior.
55 Sin lugar a dudas el caso paradigmático de “quedar boyando”, por lo masivo y efectivo
políticamente, es el del call center Atento en Barracas, Buenos Aires. Para un inmejorable acercamiento
a la experiencia es preciso leer ¿Quién habla?, escrito por el colectivo homónimo formado ad hoc.
-amenazas de abandonar el territorio: que se concretan con una terrible facilidad, puesto que a
diferencia de los mastodónticos conglomerados industriales de mitad del siglo XX –ligados
inevitablemente al territorio en el que se localizaban-, las empresas basadas en los flujos de
información, poseen una volatilidad elevada y una capacidad de desplazamiento inmensa. La
producción de lo que allí se produce no requiere un territorio determinado, ni siquiera una vez
determinado algún territorio. Presenciamos, pues, un auténtico nomadismo del capital. En este sentido,
Apex es un caso paradigmático.
Disciplinamientos locales
“No existe ninguna revolución tecnológica que no sea también más profundamente una
mutación del capitalismo”, dice Deleuze. Entre otras cosas, lo que intentaremos ver en esta parte de la
investigación, es qué puede significar esa afirmación desde una perspectiva localizada: cuáles son los
matices, las subjetividades que allí se producen –y cómo se interviene en su producción-, qué
materialidades adquiere la mutación y cuáles son las consecuencias políticas.
mediación vital para la existencia misma de la empresa57, sino tambi 駭 que a ella 僕 a tecnolog 僘
digital- se conectan los saberes centralmente productivos: las lenguas 紡 ctualmente el espal y el ingl
駸 58. Y es a ella a quien refieren ontolicamente los dispositivos de control: los tutoriales, las m 騁
ricas, la vigilancia sobre las comunicaciones, el registro de las llamadas, el tiempo de trabajo y de no
trabajo.
56 Sin embargo, este dique a la exigencia de obediencia que constituye la renuncia, no puede ser
leído sólo en su versión negativa (quedar desocupado) sino también como punto posible para pensar
una accionar sindical (rechazo al trabajo).
57 Apex es el mayor propietario de protocolos de Internet en Sudamérica
58 En la experiencia que estamos investigando, el inglés es la lengua “de trabajo”, mientras que el
español es la lengua de “gestión del trabajo”.
Por estas razones, el Call Center es un espacio tristemente privilegiado para reflexionar en torno
a algunos rasgos de la relación entre posfordismo y trabajo. Apuntalados en una mínima definición de
posfordismo propuesta por Virno (“el lenguaje es puesto a trabajar”), nuestra intención consiste en
indagar qué materialidad asume ese enunciado en nuestra situación de investigación.
vienen a incluirse59: a diferencia de otras formas productivas, donde el trabajo cooperativo se vive
como experiencia colectiva simult 疣 ea, aqu�las conexiones son punto por punto. La cooperaci es
maqu 匤 ica, no humana. Una producci ling�stica mediada tecnolicamente, individualizada, y de
utilizaci a distancia que nunca deviene objeto, requiere y permite estrategias de disciplinamiento
altamente singulares respecto a los modos cl 疽 icos (por llamarlos de alguna manera) del mundo60
industrial mec疣ico; por otro lado, convoca, modula e induce ciertos modos subjetivos.
Tal como dijimos, el eje de los dispositivos de control gira en torno al ingreso del trabajador a
la red informática para cumplir con sus tareas. Es decir, su inclusión en el cuerpo informacional
productivo. Mediante su nombre y un password, el agente se loguea (del verbo inglés to log), nombre
técnico de su inclusión. El logueo es el eje de los controles virtuales. Los tiempos de logueo y
deslogueo, los momentos en que dichas acciones se ejecutan, permiten un seguimiento minucioso de los
movimientos virtuales del agente. El panóptico se virtualiza, volviéndose capaz de un registro
permanente; su efecto primario es la huella digital, que adquiere aquí una acepción luminosa; el logueo
59 Para la idea de cuerpo productivo como superación del cuerpo biológico, véase Deleule. Para
la idea de una producción continua y un trabajo a intervalos, véase Virno, P. Gramática de la multitud,
Ediciones colihue, Buenos Aires, 2002.
60 Hablo de mundo y no de era con la intención de señalar la posibilidad de coexistencia y no
necesariamente de sucesión cronológica. Es en este sentido que Paolo Virno indica una posible idea de
posfordismo no ligada a un específico tipo de organización de la producción, sino al espacio económico
mundial contemporáneo entendido como ámbito de convivencia de diversas maneras de organización
productiva.
es el nombre específico, local, de la obsesión capitalista por el tiempo de trabajo y la condición para su
control.
"Si la especialización estaba produciendo una diversificación general de la personalidad humana en la historia, también estaba
teniendo sobre la vida de aquellos hombres el efecto inverso de reducirlos a la unidimensionalidad".
J. Pocock61
Partimos entonces de la idea de lo informático como cuerpo productivo básico, como phulym
según Guattari, como aquello que mantiene la producción constante. La tierra puede ser un buen
ejemplo de primer cuerpo productivo. El trabajador, allí, llevaba a cabo tareas en determinados
momentos del año; en el resto era la tierra la que llevaba las riendas de la agricultura.
La misma imagen, cambiando la tierra por las tecnologías de la información y la comunicación,
puede ser utilizada hoy para pensar la relación entre trabajo y ciclo productivo en tanto proceso en el
cual trabajo se conecta y desconecta. Dijimos que el nombre situacional, en Apex, de conexión del
trabajo al cuerpo informacional productivo es logueo. Este es el umbral que deja al trabajador frente un
inminente encuentro con el cliente. Es decir, frente a un determinado tipo de acto lingüístico. ¿A qué
tipo de acto nos referimos? En Apex se desea que la palabra adquiera una forma netamente
instrumental, organizada en relación a preguntas y respuestas de tipo técnico, orientada a la supuesta
resolución de problemas en torno al uso de los equipos móviles. No se trata de comunicación, aquí no
rige el connecting people. No se conectan personas, sino quejas con posibles respuestas. No se entabla
una conversación, se transmiten informaciones.
¿Cómo es posible instrumentalizar algo que, como el habla, aparece en principio como
inestable y fluido?
Existe algo que podríamos llamar el grado cero de localización disciplinaria del cuerpo
compañeros de trabajo”62. La palabra queda, como y con el cuerpo, encajada. Una vez all� existen un
conjunto de operaciones que tiene como objetivo lograr que dicho encajamiento cumpla su tarea:
computadores, un menú con los problemas y las respuestas que deben ofrecer63. 哲 os dicen lo que
tenemos que decir� dice Carla64. La experiencia con la propia palabra es la de repetir un dicho:
obedecer al dictado.
Esta función dictadora se complementa con la vigilancia permanente de las llamadas que opera,
bien como amenaza latente, bien como oído orwelliano punitorio, puesto que no pocas veces descubre
irregulares –es decir, alejados de las reglas.
Si en otras formas de relación entre saberes y producción, especialmente las que conciernen a la
fragmentación de los conocimientos, la estrategia tiene que ver con expropiar y redistribuir -o sea hacer
de un obrero íntegro una multitud de obreros fragmentados-, y con formar en el puesto de trabajo
-elementos distintivos de las prácticas ligadas a las organizaciones científicas del trabajo y al fordismo
en sentido amplio-, aquí el saber central –el inglés, un idioma, una lengua- es exógeno e imposible de
fragmentar –no puede haber divisiones físicas del idioma, no es posible expropiar ese saber para luego
distribuir micropartes de la lengua-; la operatoria de dominación no es la parcelación del proceso
productivo entre varios obreros con tareas diversas, sino la restricción del saber que cada uno de los
trabajadores posee, de forma tal de tender a la garantía de un uso correcto, a una ortología de la lengua.
2.Métricas: en correspondencia directa con el punto anterior, las métricas serían la lectura cuantitativa
del acto lingüístico: como en tantos otros lugares aquí también se trata de ahorro de tiempo, entendido
como posibilidad de intensificación del trabajo. En Apex, en un principio el intervalo entre llamada y
llamada era de un minuto y veinte segundos; con el correr de los meses, se fue angostando hasta llegar a
3.Voz informante: pocas cosas parecen implicarnos, reclamarnos tanto como un acto de habla. Emitir
sonidos modulando las entradas y salidas de aire de la boca y que dichos sonidos signifiquen algo para
otros, además de ser un milagro, exige muchas veces66 una concentraci especial: m 疽 a 佖 cuando
estamos tratando de responder a la interpelaci de otro. Sin embargo, nada de eso parece tener lugar en
Apex. La experiencia indica que las reglamentaciones para la prestaci de servicios llevan a eso que
en otras condiciones aparece como un milagro (en la creaci po 騁 ica, por ejemplo) a una pat 騁 ica
manifestaci de econom僘 del lenguaje. Las restricciones y las estad﨎ticas, el saber t馗nico orientado
a la explicaci, se resuelven en 兎 l acotamiento del lenguaje verbal a la emisi de sonidos
prefabricados67. Es decir, desde el punto de vista del deseo empresarial, no se plantea nada como una
Carla, se tratar 僘 de 砥 n trabajo en el que no pod 駸 poner absolutamente nada de vos mismo69. Sin
embargo, all�se est� el cuerpo propio y el habla restringida: transmisores de informaci.
Algo de ese “vos mismo” existe en Apex: un “vos mismo” que al basarse en el habla quizá
dificulte seriamente cualquier tipo de evasión subjetiva. Un “vos mismo” que funciona como mero
transmisor, con las consecuencias subjetivas que ello puede tener. Pocas veces la famosa sentencia de
Foucault ha adquirido esta claridad explicativa: “el alma es la cárcel del cuerpo”.
4. Y sin embargo, un mínimo de afecto: existen varias interpretaciones en relación a por qué los call
centers utilizan seres humanos en lugar de automatizar absolutamente las respuestas. “Te preguntarás
por qué mi trabajo no lo hace una máquina. Porque una máquina no puede responder a todo. En cambio,
yo decido”70. Sobre la base del dictado, es preciso optar entre las frases prefabricadas. Una funci
65 Entrevista a Aníbal.
66 Aunque esto no es siempre así: la locura está allí para mostrarnos que las palabras no siempre
suponen voluntad motriz.
67 Equipo de coinvestigación de la Universidad experimental, Historización del vínculo, mimeo,
Rosario 2006.
68 De hecho, la conversación ha resultado una de las vías de sustracción al trabajo: sea fuera del
ámbito laboral como dentro.
69 Entrevista a Carla.
70 Entrevista a Aníbal.
humana, entonces, ser 僘 la de operar esa selecci que se relacionar 僘 con la situaci concreta de un
cliente concreto. El trabajador modular 僘 lo prefabricado en funci del tipo de usuario, del modo de
hablar, de quejarse, de insistir.
Por otra parte, es también pertinente la explicación que esgrime un texto anónimo que circuló entre
trabajadores: "Nadie queda plenamente satisfecho en su emotividad al descargar su insatisfacción con
una máquina o con una persona que se comporta como una máquina". Como se viene diciendo, en Apex
los trabajadores están obligados, al menos por ahora, a automatizar sus respuestas. A uniformarlas, a
lograr un léxico estándar. Pero ante la pregunta "¿Sos una máquina?" Le digo: no, señora. Soy un ser
autorizado a brindar esa informaci72. Parece ser que si para la empresa-red global esta distancia es
redituable econicamente, no lo es en t 駻minos de imagen corporativa. Debe sostener la apariencia de
implicancia territorial con el mercado de usuarios: de all�tambi 駭 la exigencia de la neutralidad en el
acento ingl 駸 : razones culturales. El mercado de consumidores exige cada vez m 疽 asistencia cercana.
En eso consiste, tambi駭, la personalizaci de los servicios.
Así, el aire de familia que puede tener hablar con otro ser humano, y no con una máquina,
desde la perspectiva empresarial pareciera ser el máximo de humanidad que se tolera; en cambio, desde
el lugar de los trabajadores, es el mínimo de humanidad: y en tanto rasero de lo subjetivo, uno de los
elementos fundamentales en la caracterización del tipo de malestar que allí se experimenta.
71 Entrevista a Matías.
72 Entrevista a Aníbal.
La modernidad, con especial aceleración a partir de la revolución infomacional, puede ser
abordada desde una perspectiva que indica un progresivo borramiento del cuerpo humano como
Frente al previsible destino de muchas de las personas inmersas en estas formas laborales, ¿qué
estrategias adopta la empresa?
Una de ellas tiene que ver con los usos de la medicina como mecanismo de control empresarial.
Una empresa de medicina privada trabaja dentro mismo del edificio de Apex: “no son médicos, son
policías con título de médico”74. El imperativo del control de los trabajadores en aras de su
productividad no solamente precede a la salud, sino que la subordina. La funci m 馘ica all�dentro no
es la de conservar y proteger a la trabajadores en tanto que recurso valioso de la empresa. Por ello,
histicamente es algo equ 咩 oca la comparaci con la esclavitud, a 佖 si el r 馮 imen de trabajo se
presta a la utilizaci de la imagen en su funci retica: el esclavo era una propiedad del amo y este, a
menos que el mercado de esclavos fuera abundante y barato, se interesaba por la supervivencia del
esclavo. No, obviamente, por su bienestar, ni siquiera por mantenerlo vivo en s� sino por mantenerlo
productivo. De all�ciertas m 匤 imas garant 僘 s alimenticias y la estricta vigilancia que imped 僘 las
huidas. Si bien tampoco este concepto incluye la totalidad de las vicisitudes del esclavismo y se
emparenta m 疽 con el esclavismo antiguo que con el moderno, creo que se acerca m 疽 , al menos, a la
mayor parte de la experiencia histica. Dicho esto, es preciso decir que en Apex no se trata de
esclavitud. La supervivencia productiva y volver imposible la huida no son los objetivos empresariales.
De hecho, podr 僘 decirse exactamente lo contrario. Apex es una antiesclavitud, en el sentido no de
liberaci sino de dominaci por destrucci e hipermovilidad.
Así pues, si el cuerpo esclavo era un cuerpo mudo tendencialmente protegible por motivos
económicos, en la antiesclavitud de Apex el cuerpo parlante es desprotegible por también por motivos
económicos. La medicina funciona no teniendo ya como horizonte el mantenimiento del estatus
productivo del cuerpo, regulando: se trata más bien de desautorizar las enfermedades, de negarlas, “de
74 Entrevista a Aníbal.
75 Entrevista a Aníbal.
diferencia de la imagen foucaultiana del control m 馘 ico productivo, aqu�parece darse un des-control
m 馘 ico productivo. Des-control que se encuentra directamente emparentado a las estrategias
empresariales de movilidad, de las que hablaremos a continuaci. Es el caso de Cintia Bertani 76: ante
dolores agudos en los o冝os, consulta al servicio m馘ico de la empresa. El 菟rofesional�que la atiende
minimiza en un primer momento el malestar de la trabajadora, luego la intima a volver al puesto, m 疽
tarde la acusa de mentir y le niega la salida. El recurso humano no est�ah�prendido en un proceso
pedagico por su dominaci. No se trata de que, al final del proceso, emerja un sujeto obediente,
totalmente sumiso a las denes de la empresa. El fin no es la obediencia, sino el descarte. Aquella es,
terriblemente sin dudas, la tonalidad que asume el recorrido; pero el trayecto, a 佖 para aquel que se
pliega a la obediencia carece de premio final: la sumisi no asegura la permanencia.
Y si hablamos de quemarse, que es uno de las autodefiniciones preferidas por los trabajadores,
debemos hablar de los mecanismos de dominación implementados desde la psicología, puesto que la
quemadura implica elementos que tienen que ver con el padecimiento psíquico, involucrando por ello
cuestiones subjetivas. Tal como dice maravillosamente Francois Deleule, la existencia misma de una
cierta psicología “es el reconocimiento necesario de la presencia irreductible de la vida en la máquina
viva, y por eso se plantean problemas de adaptación”77. En Apex, la psicolog僘 como arma del チrea de
Recursos Humanos, se plantea el problema de la adaptaci de dos maneras absolutamente solidarias:
por un lado, una utilizaci sistem 疸 ica de la sospecha, de la desconfianza respecto a la expresi del
malestar que llega al punto de la negaci del mismo; por otro, recetando Rivotril78, es decir, negando
el malestar por la v僘 cl疽ica de la psiquiatr僘: medic疣dolo.
Conclusión
A lo largo de la investigación hemos intentado modular una serie de ideas que, partiendo las
lógicas que constituyen las dinámicas actuales del capitalismo, sean capaces de dar cuenta, en la
situación específica que hemos estudiado, de los tipos de control y disciplinamiento desplegados en un
situación laboral en condiciones tecnológicas informacionales. En términos generales, pues, considero
que esta investigación puede revestir utilidad a la hora de pensar cuáles son algunas de las nuevas
estrategias empresariales que se vuelven posibles a partir de la globalización del capital y de las
76 Puede leerse en la gacetilla de prensa “Apex américa: continua la política anti-sindical”. Mayo
de 2007. Existen, además, denuncias radicadas en el Colegio de Médicos.
77 Guery y Deleule, op. cit. P.112
78 Entrevista con Carla.
tecnologías de la información.
En un primer momento hemos intentado exponer las caracetrísticas más importante de esta
transformación histórica. Las mismas, resumidamente, son las siguientes:
-Hacia mediados de la década de 1960 comienzan a producirse una serie modificaciones estructurales
en las relaciones entre capital y trabajo, a partir de los procesos políticos abiertos en diversos territorios
del planeta, de los cuales las reformulaciones del pensamiento empresarial puede ser pensado como una
de las modalidades fundamentales de su procesamiento social.
-Así mismo, dichos procesos históricos se han resuelto en transformaciones esenciales respecto a los
modos de la vida social: las instituciones y las subjetividades han tomado nuevas formas.
-El desarrollo intensivo de soportes tecnológicos informacionales ha permitido una existencia global en
tiempo real.
-La paulatina separación de los capitales de ámbitos productivos determinados, lo cual ha acelerado el
movimiento y circulación de aquellos.
-Estos procesos han vuelto posible la emergencia de una nueva figura empresarial: la empresa-red,
capaz de generar articulaciones de valorización en los territorios. A dichas articulaciones las hemos
denominado modulaciones locales y presentan una serie de regularidades que pueden observarse a
partir de un rastreo de las variables fundamentales en la toma de decisiones de inversión:
-calidad de la mano de obra.
-costo de la mano de obra.
-marco jurídico .
-condiciones fiscales.
-condiciones tecnológicas infraestructurales.
-niveles y características de los espacios urbanos.
-Finalmente, la emergencia, fundamental, del lenguaje (el habla, el conocimiento, los vínculos) como
fuerza productiva central, ya no solamente condición previa a la producción sino protagonista clave.
Todos estos elementos nos han llevado a la necesidad de plantear que, en función de las
características extraterritoriales de la empresa-red, de las cuales Apex constituye una forma posible,
hemos elaborado la hipótesis de que el espacio local no puede ser pensado ya desde una perspectiva que
no contemple su relación vital con un conjunto de elementos que definen una existencia reticular global
del mismo. Es por ello que hemos propuesto un desplazamiento conceptual que pueda dar cuenta de
este nuevo estatuto de lo local, efecto de su inscripción global: el pasaje del lugar a la posición, siempre
establecida en relación a una red, necesariamente en conexión.
En este sentido es que hablamos de Apex como una posición en una cadena de montaje virtual
global, rasgo que definirá las estrategias de la empresa en materia de controles globales y
disciplinamientos locales de la fuerza de trabajo.
Hemos concluido que dichas estrategias se caracterizan por rasgos por definición no
homogéneos, lo cual nos permite arrojar la hipótesis de que la dominación del trabajo se vale de
elementos por momentos directamente antagónicos entre sí, pero no contradictorios:
- Por un lado, los controles globales, orientados a generar pertenencia, a disuadir de posiciones
conflictivas o a disolver los conflictos en caso de que no se haya podido evitarlos, se forman,
necesariamente, de elementos heterogéneos: desde formas de presión explícita a ámbitos de inclusión
festiva o compromisos de participación sostenida y deseada. Todos contienen una importante
indeterminación a priori que los vuelve sorpresivos y, simultáneamente, gracias a su flexibilidad,
rápidamente desestimables por otros que se entiendan como más apropiados para la situación. Así,
podríamos concluir que mutar es el rasgo del control global.
-Por otro lado, los disciplinamientos locales, por tareas, que, al contrario de los primeros, aún si son
también plausibles de mutaciones, lo hacen a una velocidad mucho menor, dado que refieren a la
dinámica de provisión de servicios, sujeta a ciertos criterios de organización más estandarizados. Aquí
hemos podido comprobar que el elemento de fondo, la lógica de los disciplinamientos específicos es la
de la sobreexigencia, anclada en una idea de trabajador descartable, hecho evidenciado, por ejemplo, en
los modos de tratamiento médico que lleva adelante la empresa.
Así mismo, hemos podido cartografiar ciertas novedades a nuestro juicio importantes en el
ámbito del disciplinamiento en las tareas, que se derivan de la importancia económica de los actos
habla. En ese sentido, la investigación sobre Apex nos ha llevado a un número de conclusiones
derivadas de la problemática relación entre el lenguaje verbal como fuerza productiva y la empresa, a
saber:
-la centralidad del habla como fuerza productiva adopta una lógica hiperreglada, absolutamente alejada
de toda noción creativa de la misma. Propusimos llamar dictado a este tipo de restricción respecto al
habla.
-Pudimos, también, elaborar la hipótesis del borramiento del cuerpo como efecto de la nueva
centralidad del habla en la producción y rastrear los dispositivos que la empresa adopta en su
tratamiento hacia los cuerpos. Dicha parte de la investigación nos ha permitido arrojar la conclusión de
que estamos frente a un desplazamiento del control productivo al descontrol productivo.
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www.inversiones.gov.ar
Artículos:
Agencia de Desarrollo de Inversiones (Secretaría de Industria, Comercio y Pyme, Ministerio de
Economía y producción): Invertir en Argentina: Call centers en www.inversiones.gov.ar
Dalla Corte, Gabriela y Fernández, Sandra: Límites difusos o géneros confusos: la historia y el
espacio local en Dalla Corte, Gabriela y Fernández, Sandra: Lugares para la historia. Espacio, historia
regional e historia local en los estudios contemporáneos, UNR Editora, Rosario, 2001
Entrevistas:
Matías
Carla
Aníbal
Antonio
Romina
Conversaciones:
Juan Sodo, Juan Catena, Franco Ingrassia, Bárbara Sandoz, Daniel González, Natalia Milocco, Andrés
Palavecino, Juan Pablo Hudson, Sandra Fernández, Elida Sonzogni, Luciana Seminara, Ignacio
Canabal, Franco Orellana, Liza Grillo, Colectivo Situaciones, Emanuel Sotelo, Ignacio García Riestra,
Irene Macera...