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La consulta médica-odontológica

Por el C.D. José Antonio Carballo Junco


Unitec

Palabras clave ciencia y salud, odontología, medicina, consulta


Key words science and health, dentistry, medicine, health care quality, access
and evaluation

La relación odontólogo-paciente, eminentemente humana, incluye a un ser


humano que sufre y pide ayuda por un problema bucal, frente a otro que se
apresta a proporcionarla, poniendo en juego su saber y su experiencia.

Si bien el sufrimiento que acompaña a la enfermedad no es puramente físico,


está doblado casi siempre de un componente espiritual, que a veces es el que
predomina, la consulta odontológica no significa sólo el deseo de acabar con la
molestia orgánica, sino de segar el temor escondido, la angustia inconfesada.
En la consulta el enfermo se entrega confiadamente al odontólogo. Es el caso,
como define Louis Portes de “una confianza frente a una conciencia”.
La atención personal y directa por parte del odontólogo a la persona que
necesita ayuda por un problema de salud, atención que se concreta en el acto
médico, es el hecho cuya repetición traza una línea casi ininterrumpida a lo
largo de la historia de la Medicina. Solamente cuando la medicina ha sido
eminentemente mágico-religiosa y ahora, en muchos casos se hace depender
abusivamente de la tecnología, es cuando el odontólogo y el enfermo se han
distanciado.
La consulta es el momento en que ponemos en práctica los conocimientos y las
destrezas pertenecientes a la clínica. Clínica es lo que hacemos ante y con un
paciente para identificar el problema de salud bucal motivo de la consulta, para
planear la manera de solucionarlo, aplicar algunas de las medidas tendientes a
este fin y, por último, para percatarse de los cambios que dicho problema va
teniendo a lo largo del tiempo, ya en forma espontánea, ya a consecuencia de
las medidas terapéuticas indicadas o aplicadas por nosotros.
Quiero recalcar el carácter individualizador y utilitario de la clínica. Se trata, en
efecto, de la aplicación de conocimientos generales a un caso particular con un
fin concreto: ayudar a una persona que tiene un problema de salud.
Los clínicos somos los profesionales que vemos pacientes, que damos
consulta según expresiones de la gente. No tratamos con enfermedades, sino
con personas, con seres humanos que tienen problemas de salud, los cuales
pueden consistir en cierta enfermedad, en el padecer de incumbencia médica,
en el deseo de sabes si se está sano, en la necesidad de obtener la
rehabilitación de su aparato estomatognático.
En vista de estas consideraciones podemos decir que la clínica odontológica es
la parte del conocimiento médico que nos es confiado a los cirujanos dentistas,
que se ocupa del conocimiento y la comprensión del hombre con problemas de
salud, con el objeto de identificar y tratar de resolver dichos problemas.
Reiteremos la idea: el hombre con problemas de salud ny no la enfermedad, es
el objeto de la clínica. Puede este hombre estar sano y buscar en nosotros al
profesionista que le diga como conservarse en tal estado, o que pueda padecer
de algo, somático o psíquico que lo inquieta o preocupa y que le induce a
buscar asistencia médica o que lo obliga a aceptarla, considerándolo siempre
como un todo indivisible a este hombre-con-problema-de-salud-bucal que es el
objeto del estudio de la clínica, que es la persona que tratará de comprender el
clínico. Puesto que dicha persona recurre a nosotros porque tiene necesidad
de él por algo que hemos llamado problema de salud,, será tal problema el que
abra las puertas para el conocimiento y comprensión médica de la unidad ser
humano-problema de salud.
En primer lugar, la consulta médica-odontológica es una relación entre la
persona humana que es el paciente y la persona humana que es el odontólogo.
Una persona humana que vive su vida, en vez de dejarse vivir por la vida
entendida como fenómeno biológico. Esta posibilidad de vivir su vida, permite
que conozca selectivamente, sienta a su manera y quiera hacer esto o lo otro
de acuerdo con sus preferencias y valores.
Sépalo o no, el odontólogo es una persona humana antes que todo; quiéralo o
no el odontólogo, el paciente es también, y siempre, una persona humana. La
consulta médica-odontológica es, por la índole del servicio que el paciente
busca y necesita, y que el odontólogo está dispuesto afectivamente y
preparado por ciencia y técnica, para proporcionar una relación entre personas
humanas. El hecho de que el odontólogo a solamente actúe como científico y
de que despersonalice al paciente convirtiéndolo las más de las veces en un
objeto biológico de conocimiento, mina la base de la consulta médica-
odontológica, deforma su desarrollo y limita sus frutos.
Por supuesto que dentro de la consulta de la odontología científica, esta
relación entre personas tiene que ser una relación objetivante en la que el
odontólogo actúa como hombre que aplica conocimientos y procedimientos
científicos para identificar y tratar de resolver problemas concretos. A esto se
debe que al analizar la relación paciente-odontólogo, ésta se separe en
relación objetivante y relación interpersonal. Llamamos problemas de salud a lo
que concierne a la salud propiamente dicha; su identificación o confirmación, su
conservación y desarrollo, así como lo referente a padecer de carácter médico
y a la enfermedad, considerada ésta como un fenómeno bien estructurado
constituido por tres elementos fundamentales: cuadro clínico, lesión o
patología, incluida en la patogénesis y la etiologíala parte del conocimiento
médico que se ocupa del conocimiento y clasificación de las enfermedades.
La enfermedad la deberá entender el odontólogo como un conjunto de signos y
síntomas que son la expresión clínica de cierta alteración, lesión o patología, la
cual a su vez obedece a determinadas causas. Cuando es posible conocer
estos tres elementos (signos y síntomas, patología y etiología) se hace un
diagnóstico nosológico. Cuando únicamente se identifica el cuadro clínico, o
sea un conjunto de signos y síntomas ya conocido y nombrado por la
nosología, se hace el diagnóstico de síndrome. El padecer de carácter médico
Es una vivencia o serie de vivencias, de sensaciones, de preocupaciones, de
molestias, de cambios en el comportamiento habitual, en la función y
morfología corporales, que quien las vive los incluye en el ámbito de la
medicina y en su caso la odontología al considerarlos, desde su punto de vista,
como enfermedad o falta de salud.
El padecer de carácter médico puede coincidir con alguna enfermedad, ser su
consecuencia, ser la manera como ésta es vivida, experimentada, sentida por
el paciente. Puede también constituir por sí solo el problema de salud que ha
dado lugar a la consulta. En otras palabras, el padecer de naturaleza médica
puede existir en ausencia de enfermedad.
Las manifestaciones o características del padecer de carácter médico u
odontológico no dependen de determinada patología, como es el caso de los
signos y síntomas de la enfermedad. Pero aquellas también son expresión de
algo: de la manera de ser del individuo, tanto en sus aspectos biológicos como
psíquicos, culturales y sociales. De aquí que si bien las ciencias biomédicas
pueden bastar para conocer y manejar la enfermedad entendida únicamente
como una alteración o patología biológica, el padecer de carácter médico
requiere de la ayuda de todas las disciplinas que, además de las biológicas,
permitan conocer al hombre como persona, como entidad biopsíquica y
sociocultural. Más para que el médico pueda tener una visión o representación
clara del padecer de su paciente, además de conocerlo biopsíquica, social y
culturalmente, necesita comprenderlo.
Las características psíquicas, de personalidad o de carácter que según la
definición previamente registrada debe tener el clínico, se refieren a la
capacidad de sentir por el paciente ese tipo de afecto conocido como amor
médico, definido por Pedro Laín Entralgo como el vínculo propio de la relación
médica, determinado a la vez por el menester específico del paciente (su
enfermedad) y por la específica capacidad de entrega del doctor (de su saber
técnico), de considerar como valor supremo la ayuda médica a esa persona, la
disposición para enfrentarse a situaciones desagradables, la capacidad para
ponerse en el lugar del otro, para identificarse con él, para comprenderlo, sin
por ello perder la objetividad científica no desviarse de la acción propiamente
médica.
El cambio del modelo biológico de enfermedad por el modelo biopsíquico y
sociocultural de enfermedad y salud, las enseñanzas que respecto a las
relaciones humanas han proporcionado las ciencias psicológicas y las
disciplinas que se ocupan de la información y la comunicación humanas y, por
otra parte, la ampliación del campo de aplicación de la odontología hasta
abarcar personas sanas, todo ello obliga a cambiar el concepto, la estructura y
los fines de la consulta.
Para ello, se formulan cuatro propuestas:
1. Que se cambie el interrogatorio tradicional por una entrevista clínica
desarrollada en dos partes o etapas, separadas por la exploración clínica. La
primera es larga y en ella quien principalmente obtiene información es el
odontólogo. En la segunda, generalmente corta es el paciente quien más
información recibe. El odontólogo se la proporciona después de que ya tiene
una buena idea sobre la naturaleza del problema o el diagnóstico completo;
cuando ya sabe como manejarlo o cuando tiene datos respecto a su evolución
bajo determinado régimen terapéutico..
2. Que se considere como urdimbre básica de la consulta médica a la relación
odontólogo-paciente entendida en su doble forma: relación objetivante y
relación interpersonal.
3. Que se vea a la consulta odontológica como el momento en que el cirujano
dentista debe conocer científicamente al paciente, a su problema de salud y al
paciente como persona.
4. Que en toda consulta se haga la distinción entre enfermedad y padecer de
carácter médico, que no se confunda su manejo terapéutico ni éste se limite a
la primera.
RECUADRO
La consulta médico odontológica se define como el encuentro y relación de dos
personas; una que necesita ayuda por un problema de salud y otra que está
capacitada científica, técnica, psíquica y legalmente para proporcionarla.

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