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ÁGORA

UN ESPACIO PARA LA REFLEXIÓN


Willian Fredy Palta Velasco

La Importancia de las Humanidades en la Formación Profesional.

Pero más que aquellos horrores me impresiono


algo que por aquellos días leí, escrita por una
antigua residente del campo: Maestra de escuela.
Comentaba que aquellas cámaras de gas habían
sido construidas por ingenieros especialistas. Que
las inyecciones letales las ponían médicos o
enfermeros titulados. Que niños recién nacidos
eran asfixiados por asistentes sanitarios
competentísimos, que mujeres y niños habían sido
fusilados por gentes con estudios. Por doctores y
licenciados. Y concluía: “Desde que me di cuenta
de esto, sospecho de la educación que estamos
impartiendo”.
Víctor Frank

Ninguno de los aquí reunidos pone en duda la importancia de la


educación, sin embargo frente a esta evidencia cabe interrogarse sobre
¿Cuál es el tipo de educación que se ofrece a los jóvenes y niños? ¿Cuál
es el tipo de educación que se debe orientar? ¿Qué es lo que se enseña?
¿Qué es lo que se debe enseñar?, estos interrogantes nos convocan
cada vez más incluso, si nuestro horizonte profesional no está en la
educación, porque la sociedad local y global afronta graves problemas
de corrupción, una desbordada carrera armamentista que pone en
riesgo la vida y dignidad de millones de personas y la del mismo
planetas; economías a grande escala que someten a millares de seres
humanos a la periferia, la exclusión y la violencia.

La realidad salta a la vista y la sospecha (como dice el epígrafe de este


texto) sobre la educación se hace presente y permítanme hacer una
provocación: hemos recibido y orientado una educación centrada en el
aspecto técnico, tecnológico y específico de cada ciencia, alejada de una
formación humanística. La formación profesional en Colombia y el
mundo cuenta con instituciones que ofertan programas de “calidad”, es
decir, aportan los elementos básicos para un buen desempeño de
competencias específicas. Nuestros profesionales cuentan con los
saberes y conocimientos necesarios para el ejercicio profesional de
manera exitosa, sin embargo, podríamos preguntarnos si ellos como
dice el Dr. Frank en muchas ocasiones no son monstruos educadísimos.

Ágora No 1: enero 2011


Presenciamos una sociedad que no se le ha dado en la educación la
verdadera importancia de una formación que priorice la vida, la persona
y su dignidad; se ha levantado una división imaginaria entre vida
persona y vida profesional, un nuevo dualismo que disgrega, separa lo
que va unido y relativiza lo importante.

Una formación profesional debe estar fundado en una formación


profundamente humanista, y esto no es solo impartir cátedras de
humanidades a lo largo del plan de estudio, (esto es necesario e
importante) sino que una formación humanística exige que el currículo y
el plan de estudio debe estar orientada, ante todo, a una formación
humana en un campo disciplinar especifico. No existe una educación
que no sea humanística, porque la educación es ante todo la búsqueda
permanente de la plenitud humana, es un trabajar constante por
construir un mundo donde sea posible una humanidad que alcance sus
anhelos y realice sus sueños, es aportar a la construcción de un mundo
sin exclusiones, sin pobreza y violencia. Ser profesional es un
compromiso ético- político: aportar a alcanzar felicidad de todos.

Una educación humanística no es solo un deseo caprichoso de algunas


instituciones, sino que es una exigencia vital para la persona (ya sea
estudiante, maestro, administrativo) y aún más para la sociedad. Así lo
han concebido las instituciones que ha pensado y asumido como
filosofía la formación integral de la persona humana, ellas han
comprendido que ésta es la misión de la educación. Y para aquello
escépticos que aún piensan solo en la economía como base de progreso,
podríamos decirles que si supieran que buen negocio es formar
humanísticamente, le apostarían a la formación humanística solo por
negocio.

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Bibliografía

Esclarin, A. (2004). Educar Para Humanizar. Madrid: Narcea.

Frank, V. (s.f.). Una Fábrica de Monstruos Educadísimos. Obtenido de


http://opi-2010.jimdo.com/2010/07/27/una-fabrica-de-monstruos-
educadisimos/

Ágora No 1: enero 2011


ÁGORA
UN ESPACIO PARA LA REFLEXIÓN
Willian Fredy Palta Velasco
Meier, C. (2009). La Educación a la Luz de la Pedagogía de Jesús de
Nazaret. Bogotá

Zuleta, E. (1995). Educación y Democracia. Cali: Fundacion Estanislao


Zuleta .

Ágora No 1: enero 2011

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