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DEMNATE

En la Marruecos

maleta
de vuelta

21 Al pie de la cordillera del Atlas,


el pueblo bereber
L EJOS DEL RUIDO
En las estribaciones del Gran Atlas,
los atractivos de Demnate son numerosos, y
sobre todo, una enorme sorpresa para los
Dos elementos claves para comprender este territorio.
Al fondo una madrasa, o escuela coránica, es decir,
la religión islámica como pilar cultural.
Y en primer plano, dos ruedas de molino
desgastadas de tanto triturar aceitunas.
Aunque entre Demnate y Marrakech escasos viajeros que se acercan hasta esta
la distancia es corta, las sensaciones que cada localidad.
una transmiten están en polos opuestos.
Marrakech, el corazón turístico del país, es El paisaje cercano es de suaves
todo bullicio y oropel. En cambio, Demnate montes y colinas, poblados por infinidad de
es la esencia del Marruecos rural, con una cactús, entre los que pacen, como si fuera un
personalidad propia que hace olvidar milagro, pequeños rebaños de ovejas y cabras.
cualquier idea preconcebida que se traiga Mientras que en las tierras más próximas a la
sobre estas tierras y sus habitantes. ciudad, abundan los campos de cultivo, los
olivos y las huertas regadas por acequias.

Ya en la propia población, en pleno


centro, se puede conocer una antigua judería
o mellah a la que todos los años acuden judíos
provenientes de todo el país.

Todo Demnate queda encerrado por


una muralla de adobe, en la que los siglos de
historia han ido dejando heridas. Por ello, el
pueblo la recupera poco a poco. Esta costosa
restauración es un símbolo del orgullo que
sienten por sus tradiciones e historia, algo
que se capta en cuanto uno llega a Demnate.

Se puede ver restaurar la muralla según los


métodos y materiales tradicionales. Cualquier detalle se atiene a la tradición,
desde la indumentaria al clásico té de menta.
H
Nordine y Saida, junto a Hicham,

OSPITALIDAD BEREBER Moasshim o Abdallah, los anfitriones


durante nuestra estancia en Demnate
y el principal motivo para volver.

Un dicho bereber dice donde hay, La charla, si hay extranjeros, evoca la También puede que ofrezcan unas Aunque para emoción, la que provoca
comida, no se habla . Y la verdad es que lo torre de Babel, y se van mezclando palabras caladas de la shisha, su cachimba. En realidad, su cocina casera. Cocinar con ellos un tajín de
cumplen a rajatabla. Pero hasta que llega la en su bereber natal, el árabe oficial, el francés ofrecen prácticamente todo lo que poseen. pollo, dura horas, tantas como la charla, pero
comida a la mesa, la conversación con un como recuerdo de su pasado colonial, hasta se Impacta. Aparentemente tienen pocos bienes es la vivencia que viene en tu maleta de vuelta.
grupo de bereberes es siempre entretenida y oye el español que algunos eligen aprenderlo materiales, pero sin reparo alguno, pasa a
continua. en el liceo. Siempre con el objetivo de hacerse estar todo a disposición de la visita que llega Esas horas de trabajo se esfuman en
entender y que sus huéspedes se sientan a a ese hogar. instantes, los que dura la comida en la mesa.
Cualquier tema vale, desde lo más gusto y agasajados. Casi como una norma, su Ya se sabe: comiendo, no se habla. El tópico
trivial a lo cotidiano, pasando por asuntos acusado sentido de la hospitalidad busca en Se pueden leer infinidad de novelas o dice que se eructa en señal de agradecimiento.
transcendentales, siempre usando distintos todo momento que el visitante esté cómodo, ver pelis que describen y alaban la tradicional No es necesario, pero lo que es seguro es que
tonos, porque su franqueza y fogosidad hace desde el mismo instante que entra en su casa hospitalidad bereber, pero cuando se vive en después de que ellos te abran su casa, te den
que no sean raros los acaloramientos que, de y como bienvenida se le ofrece un vaso de té, primera persona, tras la sorpresa inicial, uno de comer y te enseñen sus modos de vida, lo
pronto si saber cómo, se calman. algo más que un ritual. se llega a emocionar. único que sale por la boca es: GRACIAS.
F UERA TÓPICOS,

En el primer viaje a Marruecos, uno


acarrea ideas como inseguridad, regateo,
drogas o pobreza.

Todo eso existe, pero hay muchos


Marruecos y mucho mito. En cualquier
Al camionero no le gustó mucho, la
lugar del mundo nos puede pasar de todo.
foto a los dibujos de su remolque.

En Demnate, sus vecinos provocan


muchas sensaciones, pero jamás inseguridad.

Regatear es un hecho cultural, es


intrínseo a su carácter, pero no se trata del
escándalo abusivo de los bazares turísticos.
Es más amable y entra dentro de su lógica
de ganar un poquito más si se puede.

Aquí se ve como el regateo no sólo es


una práctica para extranjeros. Entre ellos es
habitual. Todos portan el gen comercial.
Lógicamente, se usa el dinero, pero también
el trueque, y se ve a artesanos intercambiar El río Oued Ouzoud salta en estas cascadas
sus productos sin mediar moneda alguna. 110 metros y excava un bellísimo cañón.

En cuanto a las drogas, en concreto


el hachís, haberlo lo hay. ¿Dónde no?

¿Y la pobreza?. Real, el Marruecos


rural, en general, es de gentes con pocos
recursos, que a base de trabajos artesanales
y las faenas del campo subsisten. Emigrar a
E L MILAGRO DEL AGUA EN MARRUECOS

las ciudades en busca de oportunidades es


algo constante. Demnate es una excelente base de Otra excursión, ahora más lejana, es a
En la aldea de Broughrarte se sigue operaciones, ideal para realizar excursiones las asombrosas cascadas de Ouzoud, las más
trabajando la alfarería como hace siglos. Pero, la pobreza material, no oculta por los alrededores, unas largas y otras cortas, famosas del país, por lo que hasta aquí no sólo
una cultura rica y orgullosa. Y Demnate es pero todas ellas sorprendentes y mostrando llegan turistas extranjeros, sino procedentes
ideal para dejarse sorprender. Se desviven un país precioso. de todo Marruecos, y de hecho, sorprende
por mostrar su música, su gastronomía o sus comprobar, como en un lugar tan remoto
artesanías, desde la reumática alfarería al Una de esas excursiones, a tan sólo como éste, abundan los chiringuitos para
laborioso tejido de chilabas, que aunque unos siete kilómetros de Demnate, lleva a comer y los bazares para comprar los más
nunca te pongas, merece ser comprada, Imi-n-Ifri, o como dicen los locales “el puente típicos souvenirs.
cuando sabes que tardan unos 15 días en natural”. La traducción del topónimo es
hacer manualmente cada una de ellas. “boca de cueva” y alude a que se trata de una Las cascadas están bien señalizadas y
garganta horadada durante millones de años hay senderos para bajar hasta su base. Ahí, el
por las aguas del río, hasta convertirse en un río deja varios rincones donde descansar,
paraíso para las aves de los roquedos, así aunque, para cruzarlo se habrá de pagar a
como para los fotógrafos, quiénes gozan con unos hábiles barqueros, ansiosos por recibir a
La agricultura sin mecanización
nos traslada décadas atrás. sus espectaculares efectos lumínicos. los turistas y a sus monedas.
Para saber más:
- Guía de Marruecos de la Lonely. Ahí se
describe el viaje a Demnate como una
experiencia cultural y gastronómica. Así es.

El mejor modo de llegar hasta Demnate


es desde Marrakech. Allí lo ideal es tomar un
grand taxi, por supuesto compartido con los
lugareños. Es incómodo, pero casi dos horas de
viaje, apretujados y charlando con algún vecino
de Demnate que vuelva a su ciudad, hará que
nos cuenten mil y una cosas del lugar y que
cada vez se tengan más ganas por llegar.

Cualquier consulta, aclaración,


alabanza o crítica se puede remitir a: Próxima entrega en La maleta de vuelta:
monytsabo@hotmail.com

Autoría de todas las fotografías: mgrimpho©


COLMAR
Francia

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