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La experiencia pedagógica de Arguedas

Arguedas pedagogical experience

Hugo González Aguilar


Mg. en Docencia Universitaria
Docente: U. Autónoma del Perú
Resumen
El presente estudio valora la práctica pedagógica realizada por Arguedas en
Sicuani (Cusco) en el colegio Pumaccahua, donde se desempeñó como
docente de Castellano y Geografía, y luego en el Colegio Nuestra Señora de
Guadalupe de Lima, como profesor de Castellano. En su práctica docente
desarrolló un currículo contextualizado y pertinente, según su realidad y los
intereses de los estudiantes. Se adelantó al constructivismo porque sus
estudiantes construían o reconstruían textos acerca del pueblo y la vida de
sus habitantes, las actividades agrícolas, las costumbres y festividades, el
comentario de las lecturas realizadas. En cuanto a los tipos de textos que
desarrolló con sus estudiantes, citamos: poemas, cuentos, crítica o
comentarios de textos, ensayos sobre la geografía humana, económica y
política peruana.

Abstract
The present study evaluates the pedagogical practice by Arguedas in Sichuan
(Cusco) Pumaccahua at school, where he was a Castilian and Geography
teacher, and then the College of Our Lady of Guadalupe in Lima, a professor of
Castilian. In their teaching a curriculum contextualized and relevant, as the
reality and interests of students. Constructivism is ahead because their students
constructed or reconstructed texts about the people and the lives of its
inhabitants, agricultural activities, customs and festivals, the commentary on the
readings. In terms of types of texts developed with his students, quote: poems,
short stories, critical articles or reviews, essays on human geography, economic
and Peruvian politics.

Palabras clave: Práctica, docente, pedagógica, currículo, texto, construcción.

Key Words: Practice, teaching, pedagogy, curriculum, text, construction.


Introducción

Probablemente, en el caso de Arguedas, la figura como escritor ha empañado


a la de docente. Sin embargo, a través de sus obras o mensajes ha educado a
los lectores dando a conocer la situación del indio en toda la profundidad de su
ser, como máximo representante del neoindigenismo, a decir de Tomás
Escajadillo.

En el ámbito educativo queremos valorar, de manera general, que nuestro


sistema educativo aún no responde a los intereses netamente peruanos pese a
que se proclama un currículo pertinente, contextualizado y abierto. Si
recordamos la tesis de Mariátegui en educación, quien consideraba que era
producto de la herencia española y de la dependencia norteamericana o
alemana, al menos esta última sentencia es cierta porque siempre a nivel
cognoscitivo estamos asimilando lo que otros países publican, en la mayoría de
las disciplinas. Seguimos a pie juntillas las recetas de UNESCO u otros
organismos sin contrastarlas con nuestra realidad o contexto.

Por otro lado, hemos olvidado las prácticas educativas realizadas por nuestros
pedagogos peruanos. Por ejemplo, Encinas quien propuso el escalafón para
que el docente sea bonificado según su trabajo o rendimiento; asimismo
desarrolló un currículo contextualizado, pertinente en base a proyectos.
Germán Caro Ríos, quien practicó la coeducación y las escuelas para el trabajo
a través de la práctica de un currículo pertinente acorde con la realidad donde
enseñaba. Desarrollaron una educación para la transformación social.

El mismo sendero es desarrollado por Arguedas, de quien analizaremos sus


aportes teóricos y su práctica pedagógica.

Contenido

Como hemos sostenido líneas arriba, es prioritario analizar la pedagogía


peruana retomando las experiencias exitosas de nuestros insignes
educadores: Encinas, Caro Ríos, Barrantes; las experiencias más recientes de
Eduardo de la Cruz Yataco, Milciades Hidalgo, etc.
Educación y folklore. Consideraba al folklore como una vía para conocer el
pueblo y una fuente para educar. Exaltó la importancia del folklore quechua al
igual que el europeo o foráneo. Concebía que la mejor poesía era transmitida a
través de las canciones que expresaban la idiosincrasia, las costumbres y las
experiencias de los hombres.

Rescató la idea de Issamit, pedagogo chileno, cuyo propósito era convertir la


música en un medio formativo y que los estudiantes aprehendieran el alma de
los pueblos creadores de las muestras folklóricas.

Citamos a tesis central que postulaba Arguedas (1965): “El Folklore puede
servir para los educadores como una fuente, proporcionando material para la
educación misma; sobre todo puede servir como información para conocer el
espíritu, el modo de ser de los estudiantes y de los padres de familia del pueblo
en el cual uno trabaja”. Esto demuestra que la música puede ser una vía o
instrumento para educar; los conocimientos se pueden convertir en canciones y
ser más interesantes para los aprendices. Se convertiría en una actividad
lúdica: entretenida y motivante.

Experiencia pedagógica. Su experiencia lo realizó en el colegio Pumaccahua


de Sicuani, donde se desempeñó como profesor de Castellano y Geografía,
luego en “Nuestra Señora de Guadalupe”, en Lima.

Inicia tipificando a tres tipos de docentes: los que bostezan, llegan tarde y se
pasan el año dictando su curso; los que son fieles cumplidores de los
programas oficiales como se cumple con fidelidad en la disciplina militar; y se
deduce de un tercero: un docente que cumple según las exigencias del
contexto, por eso sostiene que los estudiantes empiecen a estudiar la región o
provincia donde funciona su colegio y los pueblos de origen de los alumnos. Él,
obviamente, estaba entre los terceros, como verdadero maestro, que le
interesa una educación con el propósito de cambiar a la persona y por ende a
la sociedad a través de investigaciones que realicen los estudiantes teniendo
como base su realidad o entorno. Estas investigaciones debían desarrollarse
con sumo cuidado y responsabilidad con la orientación del docente; vemos
reflejado aquí la corriente constructivista tan de moda en estos últimos años,
pero practicado con anticipación por Arguedas.
Propone y desarrolla una actividad docente centrada, no solo en los planes
oficiales, sino en “despertar en los alumnos la inquietud de investigar por
cuenta propia…y un interés exigente de conocer a su país. Inquietud e interés
que en nuestro país como el Perú, resultan indispensables”.

Su práctica que desarrolló se centra en los procesos creativos de diversos tipos


de textos, basándose en los intereses de los estudiantes y en relación a su
contexto social. Sus experiencias traspasaron las barreras nacionales y los
transmitieron a través de un folleto a sus coetáneos de Bolivia, Ecuador y
México, específicamente cuando cursaban el segundo grado del nivel
secundario.

Las primeras creaciones fueron poéticas y las realizaron a través de un


concurso que se convocó en honor al día del indio; en ellas se resalta la aldea
y las vivencias de los pobladores, su autor es Blas Aguilar (de 15 años de
edad), a quien Arguedas se refiere en términos siguientes: “...había presentado
hasta entonces los trabajos más originales y valiosos de literatura (...) Es
posible que este niño llegue a ser uno de los poetas más notables de su
generación”. De esta manera Arguedas valora e incentiva la creación de sus
estudiantes. Al respecto de los poemas, el de Blas tiene un adecuado uso del
lenguaje acompañado de metáforas, como se demuestra en su poema
“Pomacanchi”: “Pueblo dormido bajo la sombra del olvido. / Fue despertado por
el mismo grito de sus gentes. / El ruido del terremoto en el Ande majestuoso
resonó/ y el sacudir del hijo de la Desolación/ rompió el cuerpo del pueblo”.

En este mismo género se convocó a otro concurso con el fin de conocer sus
impresiones sobre el pueblo indio, donde descubrieron brillantes expresiones
poéticas. Cita poemas de Arturo Castro de 16 años de edad: “El llamero”: “El
viento silba sobre la paja/ y cual las olas de un mar/ esta hondea sobre el
helado suelo...”. Se evidencia el uso ágil del lenguaje poético, el uso de
recursos verbales como el símil.

Otros comentaron las vivencias de los indios a través de pequeños relatos,


como el caso de Lucio Ricasca de 16 años de edad. Al respecto dice: “Que
triste el indio toca su quena en la cima de aquel cerro, ese indio toca sus penas
y sus tristezas al son de su quena”. Expresa las vivencias del indio.
También se recopilan otros artículos relacionados con el folklore intercambiado
con algunos cuentos (recogidos de la tradición oral) realizados fuera de clase;
estos relatos se complementan con los referentes a las festividades y a las
actividades agrícolas, como la cosecha del trigo.

Más adelante las creaciones, están referidas a los comentarios de textos


leídos, cumpliendo con el principio que no hay escritura sin lectura; esta se
complementa con la composición, no están desligadas; una gran lección para
el PLAN LECTOR actual que debería ser un plan de lectoescritura para
potenciar ambas habilidades.

Los cometarios se realizaron de la poesía de Eguren, Luis Valle Goycochea, la


narrativa de Jiménez Borja y de Fernando Romero. Muestran opiniones
emotivas, por ejemplo citamos el comentario sobre Eguren de Jorge Castillo
de 16 años de edad: “José María Eguren, cuánta bondad y ternura abraza tu
corazón. Tú como yo tienes el alma triste y te recuerdas de lo olvidado, y del
proscrito puesto que todo lo humilde ocupa, y son abandonados...”.

Con su práctica pedagógica Arguedas se adelantó al constructivismo, donde el


estudiante construye o elabora su propio proceso de aprendizaje o su propio
conocimiento con la ayuda del docente; en este caso el escritor o docente
orientó extraordinariamente a sus estudiantes para que investiguen, descubran
y redacten sus propias experiencias y vivencias. Uno escribe mejor aquello que
vivencia o experimenta y con mayor razón si tiene algún sentido o interés para
el discente.

El último género que desarrolla es el ensayo referente a la Geografía, que era


el curso que también impartía. Los trabajos, específicamente, son de Geografía
Humana, Económica y Política del Perú.

Esta experiencia se publicó en la revista Pumaccahua que fue editada en


Sicuani, Cusco, en enero de 1940.

Consolidaría su experiencia pedagógica en Guadalupe, donde los adolescentes


escribieron sobre su primer amor. Al respecto Arguedas se refiere o comenta
un principio pedagógico o del aprendizaje: “El estudiante realiza bien una tarea
cuando esta ha de traducir algún impulso ideal o una necesidad real y directa
(...) en la composición literaria los estudiantes escriben con entusiasmo cuando
tratan acerca de temas que les interesan y que ellos dominan. En cambio se
resiste a escribir cuando se les impone”.

En este aspecto practica una pedagogía centrada en el estudiante y no en el


docente; este último planifica en función de los intereses y necesidades del
estudiante, otro principio del constructivismo. Asimismo, se evidencia la
práctica de la inteligencia emocional porque los estudiantes reconocían sus
emociones o sentimientos y lo escribían recordando su primer amor
(experiencia realizada en el Colegio de Guadalupe de Lima).

Conclusiones

• Arguedas desarrolló un currículo contextualizado y pertinente que


correspondía a la realidad para transformarla.

• En este tipo de currículo los estudiantes empiezan por describir o escribir


sobre su pueblo: sus costumbres, su folklore, sus danzas, sus
actividades agrícolas.

• Un currículo centrado en el estudiante en base a sus intereses,


aspiraciones, deseos, emociones o sentimientos que son tratados por la
inteligencia emocional.

• La creatividad. Los estudiantes desarrollan y producen su propio texto en


base a sus vivencias y a sus lecturas.

• Despierta el interés y el amor por la lectura y escritura, enfatizando que


estas son complementarias y simbióticas.

• Se adelantó al constructivismo que postula que el estudiante aprende


haciendo o investigando; es el constructor de sus propios conocimientos.

• Desarrolló la crítica y la argumentación en sus estudiantes. Criticar


textos leídos de autores peruanos fundamentando sus ideas.

Referencias bibliográficas
• Arguedas, José María. Nosotros los maestros. Pedagogía en la
pedagogía 3. Editorial Horizonte. Lima, 1986.

• Canto Kechwa. Compañía de Impresiones y Publicidad, Enrique


Bustamante y Ballivián. Lima, 1938. En: Nosotros los maestros.

• Revista Educador Peruano. Nro. 3. Lima, 1947. En: Nosotros los


maestros.

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