Você está na página 1de 2

“Te espera un llargo invierno ABANDONO

de renuncies pactades contigo


mismo”
Miquel Martí i Pol

En el sentimiento de abandono uno siente que pierde todo lo


bueno que produce la compañía de las otras personas.
Además, también utilizamos la palabra desamparo1 para nombrar
el sentimiento de no recibir de los demás ayuda o amparo y
protección. Esto se percibe en situaciones en las que alguien vive
sumido en el abandono y en el aislamiento.

En la situación de abandono, uno se nota indefenso. Valora que en


la situación en que se encuentra no es suficientemente fuerte como
para defenderse a sí mismo. Se siente desamparado, huérfano i
desvalido. Este sentimiento también puede ligarse con el de
soledad. Quien se siente abandonado también suele sentirse
afligido, rechazado y triste. Cambia su sensación de seguridad por
la de inseguridad.

Otra connotación de este sentimiento de abandono se refiere a la


cesión de control, cuando una persona valora que los
acontecimientos son incontrolables para ella. Esto implicaría una
claudicación, ceder, rendirse o someterse. Este sentimiento acaba
inhibiendo la motivación y hace que el sujeto deje de actuar y entre
en una fase de pasividad desesperada. Cuando alguien se siente
impotente para cambiar una determinada situación o estado de
ánimo, esto puede acabar desembocando en un sentimiento de
desesperanza y abocarlo a una depresión.

1
En los diccionarios castellanos, el desamparo no se considera un sentimiento, sino una situación; en
cambio, sí que se consideran así en inglés (helplessness) y en francés (abandon).
“El abandono puede ser absolutamente delicioso o terriblemente
doloroso. Visto en su vertiente negativa, el abandono se intensifica con
una soledad amarga. La persona traicionada, desamparada, separada de
un ser querido... la única compañía que le queda es la de la pena, el
miedo, la incertidumbre... Si se ha abandonado a alguien o a alguna cosa,
a todo ello se mezclan el pesar y los remordimientos. Y esto no es
tampoco demasiado alegre.

Afortunadamente, el abandono tiene sus momentos buenos. Instantes de


calma, de reposo. Uno se abandona al sueño, a la pereza, a la caricia del
sol. También puede ser la hora exquisita de las confidencias. El momento
para decir, con entera confianza, todo aquello que se lleva muy adentro
del corazón.” 2
2
. Fleurquin, Veronique. Diccionari dels sentiments. Alter Pirene, 1995

Bibliografía
- Conangla, M. Mercè
Crisis emocionales. Amat Editorial, 2002.
- Soler, Jaume i Conangla, M. Mercè
La ecología emocional. Amat Editorial, 2003.

==========================

N. del t.
Versión original en catalán
Traducción de Jaume Gala

www.fundacioambit.org
fundacioambit@hotmail.com
ecologiaemocional@yahoo.es

2 2
. Fleurquin, Veronique. Diccionari dels sentiments. Alter Pirene, 1995

Você também pode gostar